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Para el barrio de Jerez de la Frontera, véase Pío XII (Jerez de la Frontera).

Pío XII

His Holiness Pope Pius XII.png

Emblem of the Holy See usual.svg

Papa de la Iglesia católica

2 de marzo de 1939-9 de octubre de 1958

Predecesor Pío XI

Sucesor Juan XXIII

Otros títulos Venerable

Información religiosa

Ordenación sacerdotal 2 de abril de 1899

por Francesco di Paola Cassetta

Ordenación episcopal 13 de mayo de 1917

por Benedicto XV

Proclamación cardenalicia 16 de diciembre de 1929

por Pío XI

Información personal

Nombre Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli

Nacimiento Roma, Italia

2 de marzo de 1876

Fallecimiento Castel Gandolfo, Italia

9 de octubre de 1958

(82 años)

Alma máter Pontificia Universidad Gregoriana

Universidad de Roma La Sapienza

Firma Firma de Pío XII

Coat of arms of Pope Pius XII.svg

Opus iustitiae pax

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Pío XII (en latín, Pius PP. XII), de nombre secular Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli
(Roma, Italia, 2 de marzo de 1876-Castel Gandolfo, Italia, 9 de octubre de 1958), fue elegido
papa número 260, cabeza visible de la Iglesia católica, y soberano de la Ciudad del Vaticano
desde el 2 de marzo de 1939 hasta su muerte en 1958. El papa Benedicto XVI lo declaró
venerable el 19 de diciembre de 2009 junto a Juan Pablo II.12

Antes de su elección al papado, Pacelli se desenvolvió como secretario de la Congregación de


Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, nuncio papal y cardenal secretario de Estado, desde
donde pudo alcanzar la conclusión de varios concordatos internacionales con estados
europeos y americanos, entre los que destacó el Reichskonkordat con la Alemania nazi,
firmado en 1933 y aún en parte vigente.3 Por otra parte, Pacelli tuvo un influjo decisivo en la
redacción de la carta encíclica de Pío XI titulada Mit brennender Sorge a los obispos alemanes,
del 14 de marzo de 1937, que significó una advertencia severa al régimen del Tercer Reich.

Su gestión como nuncio en Alemania y como cabeza de la Iglesia católica durante la Segunda
Guerra Mundial sigue siendo motivo de análisis y controversia, principalmente en lo que
respecta a la intensidad de su reacción frente a los crímenes del régimen nazi en Europa contra
judíos y comunistas.

Índice

1 Biografía

2 Funciones eclesiásticas

2.1 Sacerdote y monseñor

2.2 Arzobispo y nuncio

2.3 Cardenalato

2.4 Elección papal

2.5 Papado

2.5.1 Antes y durante la Segunda Guerra mundial

2.5.2 Después de la Segunda Guerra Mundial

2.5.3 Últimos años

2.6 Enfermedad y muerte

2.7 Fallido embalsamamiento

2.8 Funeral

2.9 Testamento

2.10 Controversias sobre su pontificado

3 Causa de canonización

4 En la cultura popular
5 Véase también

6 Referencias

7 Enlaces externos

7.1 Documentos

7.2 General

7.3 Pro Pío XII

Biografía

Eugenio Pacelli en 1882

Nació en el seno de una familia aristocrática, cuya historia los unía al papado, ya que
pertenecían a la llamada nobleza negra. Su nombre de nacimiento era Eugenio Maria Giuseppe
Giovanni Pacelli. Era el tercero de los cuatro hijos de Filippo Pacelli, príncipe de
Acquapendente y de Sant'Angelo in Vado, y de su esposa la nobildonna Virginia Graziosi.

Su abuelo paterno, Marcantonio Pacelli, fue secretario segundo en el Ministerio de Finanzas de


los Estados Pontificios4 y luego secretario del Interior bajo el papado de Pío IX (a quien
acompañó al exilio de Gaeta) desde 1851 hasta 1870; fundó el periódico de la Ciudad del
Vaticano, L'Osservatore Romano en 1861;5 Su primo, Ernesto Pacelli, fue uno de los más
importantes consultores financieros del papa León XIII. Su padre, Filippo Pacelli, fue el decano
de la Sacra Rota Romana; y su hermano, Francesco Pacelli, fue un renombrado abogado
especializado en derecho canónico, conocido por las negociaciones en los Pactos de Letrán en
1929, que significaron la conclusión de la Cuestión Romana; Pío XI, posteriormente, nombró a
Francesco marqués.6

A la edad de doce años anunció sus intenciones de ingresar en un seminario en lugar de ser
abogado. La mayoría de la información biográfica que existe sobre la infancia de Pacelli
proviene de la obra de la hermana Margherita Marchione.7

Hizo sus primeros estudios en una escuela católica privada. Después de terminar sus estudios
primarios, Pacelli emprendió sus estudios secundarios clásicos en el liceo Ennio Quirino
Visconti, de Roma, una escuela con tendencias anticlericales y anticatólicas.8

En 1894, a la edad de dieciocho años, ingresó en el seminario de Capranica, para prepararse a


la ordenación sacerdotal. Sin embargo, no soportó el internado, por lo que en el verano de
1895 abandonó el Capranica y se matriculó para el siguiente año en el Instituto Apollinare. En
el seminario había recibido una dispensa especial para vivir en su casa, debido a problemas de
salud.8 Desde 1895 hasta 1896, estudió filosofía en la Universidad de La Sapienza, en Roma.8
Fue ordenado sacerdote en el año 1899 y se matriculó en la Pontificia Universidad Gregoriana
y en el Instituto Apollinare de la Pontificia Universidad Lateranense.8

En 1899, se doctoró en teología y en derecho civil y canónico (in utroque iure).8

Vincenzo Vannutelli, cardenal del título de S. Silvestro a Capite y avezado diplomático, que era
amigo personal de su padre, lo tomó bajo su protección y lo tuteló en sus estudios.

Funciones eclesiásticas

Pacelli ordenado presbítero

Sacerdote y monseñor

Fue ordenado sacerdote el domingo 2 de abril de 1899, (Domingo de Resurrección) por el


obispo Francesco Paolo Cassetta —viceregente de Roma y amigo de la familia— y recibió su
primera asignación como encargado en Chiesa Nuova, donde había servido como acólito.9

En 1901, ingresó en la Congregación de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, una suboficina


de la secretaría de Estado del Vaticano, en donde se convirtió en un minutante, gracias a la
recomendación del cardenal Vannutelli.9

En 1904, Pacelli fue nombrado chambelán y en 1905 prelado doméstico de Su Santidad.9


Desde 1904 hasta 1916, el padre Pacelli asistió al cardenal Pietro Gasparri en su codificación
del derecho canónico en el Departamento de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios.10 Fue
también elegido por el papa León XIII para entregar las condolencias en nombre del Vaticano a
Eduardo VII de Inglaterra, después de la muerte de la reina Victoria.11 En 1908, sirvió como
representante del Vaticano en el Congreso Internacional Eucarístico en Londres,11 donde
conoció a Winston Churchill.12 En 1911 representó a la Santa Sede en la coronación del rey
Jorge V de Inglaterra.10

En 1908 y 1911, Pacelli rechazó ser profesor en derecho canónico de la Universidad La


Sapienza de Roma y en la Universidad Católica de Estados Unidos, respectivamente. Pacelli se
convirtió en el subsecretario en el año 1911, y secretario-adjunto en 1912 (posición que recibió
durante el papado de Pío X y que mantuvo en el papado de Benedicto XV) y en 1914 fue
secretario del Departamento de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios como sucesor de
Gasparri, quien fue promovido a cardenal secretario de Estado.10 Como secretario, Pacelli
concluyó un concordato con Serbia cuatro días antes del asesinato del archiduque Francisco
Fernando de Austria en el atentado de Sarajevo que desencadenó la Primera Guerra
Mundial.13 Durante el desarrollo de la Gran Guerra, Pacelli llevó el registro vaticano de los
prisioneros de guerra. En 1915, viajó a Viena para asistir a Monseñor Scapinelli —el nuncio
apostólico en Viena— en sus negociaciones con Francisco José I de Austria sobre Italia.14

Arzobispo y nuncio

El nuncio en 1925

El papa Benedicto XV designó a Pacelli como nuncio apostólico en Baviera el 23 de abril de


1917, consagrándolo obispo titular de Sardes e inmediatamente elevándolo a arzobispo en la
Capilla Sixtina el 13 de mayo de 1917, antes de que partiera a Baviera, donde se reuniría con el
rey Luis III el 28 de mayo, y luego con el Kaiser Guillermo II.15 Como por esa fecha no había
nuncio en Prusia, Pacelli fue, por motivos prácticos, nuncio de todo el Imperio alemán,
teniendo su nunciado extendido oficialmente el 23 de junio de 1920 y en 1925 a Alemania y
Prusia respectivamente.16 Muchos de los ayudantes de Pacelli en Múnich seguirían con él
hasta el final de su vida, incluyendo a la hermana Pasqualina Lehnert, ayudante, amiga y
consejera de Pacelli durante 41 años.

Cardenalato

El 19 de diciembre de 1929, el papa Pío XI lo nombra cardenal presbítero del título de Ss.
Giovanni e Paolo y el 7 de febrero de 1930 secretario de Estado, en sustitución de Pietro
Gasparri.17 Pesaron los años de servicio al dicasterio regido por este cardenal, pero además
Pacelli era sin duda el mejor experto en política alemana y era Alemania el país que marcaba el
ritmo de la época.

Negoció y firmó los concordatos de la Santa Sede con el ducado de Baden (1932), la república
de Austria (1933) y el reino de Yugoslavia (1935). Destaca históricamente la firma del
Reichskonkordat entre la Santa Sede y Alemania, con el apoyo de los dirigentes conservadores
y católicos alemanes Franz von Papen y Ludwig Kaas. Este Concordato sigue vigente hasta la
actualidad.1819

Por otro lado, una de sus actuaciones más importantes como Secretario de Estado fue dar
forma a la que luego sería la encíclica Mit brennender Sorge, la cual supuso una dura condena
de las políticas del régimen nazi. Esta encíclica se escribió a iniciativa de los obispos alemanes,
redactada en Roma en un primer borrador por Michael von Faulhaber, cardenal del título de
Santa Anastasia y arzobispo de Múnich y Freising. Pacelli fue el redactor del texto definitivo.
Fechada el 14 de marzo de 1937, fue leída en todas las iglesias alemanas el Domingo de Ramos
(21 de marzo), provocando la ira de Hitler. Fue respondida por el aparato de propaganda del
régimen a cargo de Joseph Goebbels. En su presentación de la encíclica, el futuro Pío XII
comparó a Hitler con el diablo y advirtió proféticamente su temor de que los nazis lanzaran
una «guerra de exterminio».[cita requerida]
En 1938, bautizó en la capilla de la Orden de Malta al futuro rey Juan Carlos I de España.

Durante la permanencia en el segundo cargo vaticano viajó a los Estados Unidos, a Argentina, a
Hungría y a Francia. Se reunió con mandatarios de estos países, circunstancia que le empezó a
otorgar gran proyección internacional.

Eugenio Pacelli junto al presidente argentino Agustín Pedro Justo

Pacelli acumuló a la Secretaría de Estado (cargo al que no renunció ni aún siendo papa) los
cargos de arcipreste de la Patriarcal Basílica Vaticana (1930), de gran canciller del Pontificio
Instituto de Arqueología Cristiana (1932) y de Camarlengo de la Santa Iglesia Romana (1935).

Elección papal

Artículo principal: Cónclave de 1939

A la muerte de Pío XI, la organización de la sede vacante correspondió a Pacelli por su cargo de
camarlengo. Él, precisamente, era el candidato favorito. Después de un cónclave de sólo dos
días y a la tercera votación, fue elegido papa. Era el 2 de marzo de 1939. Diez días después fue
coronado por el cardenal Camilo Caccia-Dominioni, protodiácono de Santa Maria in Dominica.

Papado

Antes y durante la Segunda Guerra mundial

Pío XII fue un papa sin experiencia pastoral directa, ni en parroquias ni en diócesis, puesto que
toda su carrera se había desarrollado en la administración vaticana. Fue, en cambio, un
perfecto conocedor de la curia romana, en la que se movió prácticamente toda su vida.20
Antes de su coronación y como medida preventiva, redactó ante notario una carta de renuncia
en el caso de que fuera hecho prisionero por los nazis, de forma que no ocurriera lo mismo
que había acontecido con el apresamiento de Pio VII por Napoléon Bonaparte.21

El New York Times en su editorial de Navidad de 1941, elogió al papa Pío XII por «ponerse
plenamente contra el hitlerismo» y por «no dejar duda de que los objetivos de los nazis son
irreconciliables con su propio concepto de la paz Cristiana».22

Varios historiadores judíos, como Joseph Lichten, de B'nai B'rith (organización judía dedicada a
denunciar el antisemitismo y mantener viva la memoria del genocidio nazi), han documentado
los esfuerzos de la Santa Sede en favor de los hebreos perseguidos. Según el mismo Lichten, en
septiembre de 1943, Pío XII ofreció bienes del Vaticano como rescate de judíos apresados por
los nazis. También recuerda que, durante la ocupación alemana de Italia, la Iglesia, siguiendo
instrucciones del papa, escondió y alimentó a miles de judíos en la Ciudad del Vaticano y en
Castelgandolfo, así como en templos y conventos. Lichten, escribiendo en el boletín del Jewish
Antidefamation League (Liga judía contra la difamación) dijo en 1958 que «la oposición (de Pío
XII) al nazismo y sus esfuerzos para ayudar a los judíos en Europa eran bien conocidos al
mundo que sufre».22

Según algunas fuentes los nazis tenían un plan avanzado para raptar al papa,23 y otras fuentes
afirman que Pío XII apoyó tres complots para derrocar a Hitler.24

Para la corriente política denominada Democracia Cristiana fue muy importante el


Radiomensaje de Navidad de 1944 de Pío XII.

En plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), estando todavía en el poder el Duce de la


República Social Italiana Benito Mussolini, su radiomensaje para la Navidad de 1944 llamado
Benignitas et humanitas dio un impulso decisivo a la corriente política denominada
Democracia Cristiana para el mundo entero por valorar, aunque con cierta cautela, la forma
democrática de gobierno.

Manifestar su parecer sobre los deberes y los sacrificios que se le imponen; no verse obligado
a obedecer sin haber sido oído: he ahí dos derechos del ciudadano que encuentran en la
democracia, como lo indica su mismo nombre, su expresión. Por la solidez, armonía y buenos
frutos de este contacto entre los ciudadanos y el gobierno del Estado se puede reconocer si
una democracia es verdaderamente sana y equilibrada, y cual es su fuerza de vida y de
desarrollo. (Fragmento del radiomensaje para la Navidad de 1944 llamado Benignitas et
humanitas)

Papa Pío XII

Después de la guerra, organizaciones y personalidades judías reconocieron varias veces


oficialmente la sabiduría de la diplomacia del papa Pío XII.22

El Congreso Judío Mundial agradeció en 1945 la intervención del papa, con un generoso
donativo al Vaticano. En el mismo año, el gran rabino de Jerusalén, Isaac Herzog, envió a Pío XII
una bendición especial «por sus esfuerzos para salvar vidas judías durante la ocupación nazi de
Italia».22

Israel Zolli, gran rabino de Roma, quién como nadie pudo apreciar los esfuerzos caritativos del
papa por los judíos, al terminar la guerra se hizo católico y tomó en el bautismo el nombre de
pila del papa, Eugenio, en señal de gratitud. El escribió un libro sobre su conversión ofreciendo
numerosos testimonios sobre la actuación de Pío XII.22

El jueves 7 de septiembre de 1945 Giuseppe Nathan, comisario de la Unión de Comunidades


Judías Italianas, declaró: «Ante todo, dirigimos un reverente homenaje de gratitud al Sumo
Pontífice y a los religiosos y religiosas que, siguiendo las directrices del Santo Padre, vieron en
los perseguidos a hermanos, y con valentía y abnegación nos prestaron su ayuda, inteligente y
concreta, sin preocuparse por los gravísimos peligros a los que se exponían» (L'Osservatore
Romano, 8 de septiembre de 1945, p. 2).22

El 21 de septiembre del mismo año, Pío XII recibió en audiencia a A. Leo Kubowitzki, secretario
general del Congreso judío internacional, que acudió para presentar «al Santo Padre, en
nombre de la Unión de las Comunidades Judías, su más viva gratitud por los esfuerzos de la
Iglesia católica en favor de la población judía en toda Europa durante la guerra» (L'Osservatore
Romano, 23 de septiembre de 1945, p. 1).2225

El jueves 29 de noviembre de 1945, el papa recibió a cerca de ochenta delegados de prófugos


judíos, procedentes de varios campos de concentración en Alemania, que acudieron a
manifestarle «el sumo honor de poder agradecer personalmente al Santo Padre la generosidad
demostrada hacia los perseguidos durante el terrible período del nazi-fascismo»
(L'Osservatore Romano, 30 de noviembre de 1945, p. 1).2225

En 1958, al morir el papa Pío XII, Golda Meir (Ministra de Asuntos Exteriores de Israel) envió un
elocuente mensaje: «Compartimos el dolor de la humanidad (...). Cuando el terrible martirio se
abatió sobre nuestro pueblo, la voz del papa se elevó en favor de sus víctimas. La vida de
nuestro tiempo se enriqueció con una voz que habló claramente sobre las grandes verdades
morales por encima del tumulto del conflicto diario. Lloramos la muerte de un gran servidor de
la paz».2526 El presidente de Estados Unidos, Eisenhower, al morir el papa: «El mundo - ahora
es más pobre después de la muerte del papa Pío XII».27

El diplomático israelí Pinchas Lapide calculó que Pío XII fue personalmente responsable por
salvar al menos 700 000 judíos. El historiador judío Richard Breitman, ha escrito un libro sobre
el holocausto. Como consultor del Grupo de trabajo para la restitución de los bienes a los
judíos (grupo que ha obtenido la desclasificación de los dossieres del OSS). En una entrevista al
Corriere della Sera, del 29 de junio del 2000, Breitman que es hasta ahora el único autorizado a
ver los documentos del OSS (el espionaje estadounidense en la Segunda Guerra Mundial), ha
explicado que lo que más le ha impresionado ha sido la hostilidad alemana hacia el papa y el
plan de germanización del país de septiembre de 1943. Breitman ha encontrado también
«sorprendente el silencio aliado sobre el holocausto».22

En otro ámbito, tras el descubrimiento en 1938 de una necrópolis bajo la Basílica de San Pedro,
Pío XII mandó realizar excavaciones que luego servirían para estudiar si la Basílica había sido
construida sobre la auténtica tumba del Apóstol Pedro. Se hallaron varias tumbas antiguas y
una de ellas tenía una inscripción que señalaba que allí se encontraba enterrado el apóstol. 28
En 1964 Pablo VI confirmaría que se trataba de los restos de Pedro y en el año 2006 con
Benedicto XVI se volvió a confirmar este hecho.[cita requerida]
Después de la Segunda Guerra Mundial

Pío XII el 9 de septiembre de 1950.

Las actitudes anticomunistas del papa Pío XII se volvieron más fuertes después de la guerra. En
1948, Pío XII declaró que cualquier italiano católico que apoyara a los candidatos comunistas
en las elecciones parlamentarias de ese año sería excomulgado e instó a Azione Cattolica para
que apoyara a la Democracia Cristiana. En 1949, autorizó a la Congregación para la Doctrina de
la Fe a excomulgar a cualquier católico que militara o apoyara al Partido Comunista. También
condenó públicamente la Revolución húngara de 1956.29

Le tocó ser el papa de la Guerra Fría, y en este contexto su opción fue clara: ferviente
anticomunismo y aproximación a la nueva potencia emergente, los Estados Unidos de
América. En este sentido resultó determinante su amistad personal con Francis J. Spellman,
arzobispo de Nueva York y vicario militar de las fuerzas norteamericanas, al cual nombró
cardenal del título de Ss. Giovanni e Paolo (1946).

Terminada la guerra, Pío XII también fue el vocero para instar a la clemencia y al perdón de
todas las personas que participaron en la guerra, incluyendo a los criminales de guerra. Así
también intercedió, mediante el nuncio apostólico en Estados Unidos, para conmutar las
sentencias de los alemanes convictos por las autoridades de ocupación. El Vaticano solicitó el
perdón para todos aquellos que estaban condenados a muerte, una vez que se permitió la
ejecución de criminales de guerra en 1948.30. Una red de conventos e instituciones religiosas
católicas, junto con la Cruz Roja, ayudaron a numerosos criminales nazis a evadirse de la
justicia, entre ellos figuras tan relevantes como Eichmann, los cuales se dirigieron a países
como Argentina, España, Australia o EE.UU.

Reconoció explícitamente el régimen surgido en España de la guerra civil (1936-1939). En 1953


firmó con el general Franco un concordato que daba base jurídica al llamado «Nacional-
catolicismo» español: con notables ventajas para la Iglesia a cambio de la legitimación de aquel
sistema.

Pío XII también realizó el concordato con Rafael Trujillo de la República Dominicana en 1954.
En este país los derechos de la Iglesia católica fueron violados por los regímenes represivos.
Pío XII también excomulgó a Juan Perón en 1955 por sus arrestos a sacerdotes de la Iglesia.31

Dentro de la Italia de posguerra, a pesar de la tutela y el favorecimiento al partido de la


Democracia Cristiana, llegó incluso a enfrentarse con su líder Alcide de Gasperi por el rechazo
de este a cualquier pacto con la extrema derecha y en cambio por su interés en colaborar con
la izquierda dentro de un espíritu democrático. Pío XII movilizó todas sus fuerzas para impedir
el acceso de un socialista a la alcaldía de Roma en 1952, pero no lo consiguió.
El 1 de noviembre de 1950 y mediante la constitución apostólica Munificentissimus Deus
promulgó la doctrina de la Asunción de la Virgen como dogma de fe católica. Es el último
dogma que la Iglesia católica ha definido hasta hoy.

Uno de sus últimos documentos fue la encíclica Fidei donum (1957), por la que invitaba a toda
la Iglesia a reactivar el espíritu misionero, especialmente en África.

Últimos años

Pío XII en el trono papal

Los últimos años del pontificado de Pío XII, comenzaron a finales de 1954 con una larga
enfermedad, durante la cual se llegó a considerar la abdicación. Posteriormente, los cambios
en su hábito de trabajo se hicieron notar. El papa empieza a evitar las largas ceremonias, las
canonizaciones y los consistorios, y aparece la vacilación en asuntos personales. Durante sus
últimos años de pontificado, Pío XII empieza a demorar las designaciones de personal dentro
del Vaticano, encontrándose cada vez más difícil sancionar a los subordinados y designados
como Ricardo Galeazzi-Lisi, que, después de numerosas indiscreciones, fue excluido del
servicio del papa en los últimos años, pero manteniendo su título, fue capaz de entrar en los
apartamentos papales para fotografiar al papa moribundo; vendiendo luego las instantáneas a
revistas francesas.32

Pío XII, tenía la costumbre de elevar a jóvenes sacerdotes como obispos, como Julius Döpfner
(35 años) y Karol Wojtyła (38 años), este último fue uno de sus últimos nombramientos en
1958. Él tomó una posición firme contra los experimentos pastorales, tales como "sacerdotes
obreros", que trabajaban a tiempo completo en las fábricas y se unían a los partidos políticos y
sindicatos. Continuó la defensa de la tradición teológica del Tomismo como digno de una
reforma continua, y como superior a las tendencias modernas, como la fenomenología o el
existencialismo.33

Enfermedad y muerte

Desde su enfermedad de 1954, el papa dirigía personas laicas y grupos sobre una gama de
temas sin precedentes. Con frecuencia, se dirigió a los miembros de los congresos científicos,
explicando la doctrina cristiana a la luz de los resultados científicos más recientes. A veces
debió contestar preguntas específicas sobre moral, que se dirigían hacia él. Para las
asociaciones profesionales específicas explicó la ética profesional a la luz de las enseñanzas de
la Iglesia. Pío concedió el honor de ser la "Universidad Católica de Filipinas" a la Universidad de
Santo Tomás en Manila, la más antigua existente en Asia.
Antes de 1955, Pío XII trabajó durante muchos años con Giovanni Battista Montini. El papa no
tenía un asistente a tiempo completo. Robert Leiber le ayudó en ocasiones con sus discursos y
publicaciones. Augustin Bea era su confesor personal. La madre Pascalina Lehnert fue durante
40 años, su ama de llaves y asistente. Domenico Tardini, probablemente era el más cercano a
él.

Pío XII murió el 9 de octubre de 1958 de una insuficiencia cardíaca aguda provocada por un
infarto de miocardio súbito en Castel Gandolfo, la residencia de verano del papa. Tenía
ochenta y dos años. Su médico Gaspanini dijo después: «El Santo Padre no murió a causa de
alguna enfermedad específica. Estaba agotado por completo. Tuvo un exceso de trabajo más
allá del límite. Su corazón estaba sano, sus pulmones estaban bien. Pudo haber vivido otros 20
años, si se hubiera salvado a sí mismo».34

Fallido embalsamamiento

El médico de Pío XII, Ricardo Galeazzi-Lisi, informó que el cuerpo del pontífice fue
embalsamado en la sala donde murió mediante un nuevo proceso inventado por el Dr. Oreste
Nuzzi.35

A diferencia de todos los papas anteriores a él, Pío XII no quería que sus órganos vitales fueran
extraídos, exigiendo en cambio, que se le mantuviera en la misma condición "en la cual Dios lo
creó".36 Según Galeazzi-Lisi, ésta fue la razón por la que él y el profesor Oreste Nuzzi, un
embalsamador de Nápoles, utilizaron un nuevo método de embalsamamiento.36

En una controvertida conferencia de prensa, Galeazzi-Lisi describió en detalle el


embalsamamiento del cuerpo del difunto pontífice. Afirmó que utilizaría el mismo sistema de
aceites y resinas con el que se ungió el cuerpo de Jesucristo.36 Galeazzi-Lisi, afirmó que el
nuevo proceso podía "preservar el cuerpo indefinidamente en su estado natural".35 Sin
embargo, el embalsamamiento para preservar eficazmente el cuerpo resultó impedido por el
intenso calor de Castel Gandolfo durante el proceso.

A pesar de todos los intentos de reconstituir el rostro, la situación requirió que se recurriera a
la aplicación de una máscara de cera.37

Funeral

El Papa de María: un cuadro de María y el Niño, agregado por San Juan XXIII, sobre la tumba de
Pío XII en las grutas vaticanas.

Su cortejo fúnebre en Roma fue la mayor congregación de los romanos a partir de esa fecha.
Los romanos lamentaron la muerte del papa, el cual había nacido en esa ciudad, aparte de su
recuerdo como héroe en tiempos de guerra.38 El cardenal Angelo Roncalli escribió en su diario
el 11 de octubre que, probablemente, ningún emperador romano había disfrutado tanto de un
triunfo, que él consideraba como un reflejo de la grandeza espiritual y la dignidad religiosa de
Pío XII. Fue finalmente sepultado en las grutas vaticanas.39

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