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Entrevista exlusiva

Bioplásticos: Guía de conceptos con el Dr. Narayan

María Natalia Ortega, editora de Tecnología del Plástico,

Tecnología del Plástico tuvo oportunidad de entrevistar al doctor


Ramani Narayan acerca de los conceptos básicos y de las
tendencias que marcan el rumbo de los plásticos biobasados.

Varios años después de la exitosa introducción en el mercado


de los plásticos biobasados, aún existen confusiones
relacionadas con sus conceptos, términos y certificaciones. El
en el marco del 4to Seminario Internacional de Envase
Sostenible, que se llevó a cabo en noviembre pasado en
Bogotá, Colombia, el doctor Ramani Narayan nos concedió una
Dr. Narayan en entrevista
entrevista donde aclaró estos temas y habló del futuro de estos
con Tecnología del
materiales.
Plástico.
El doctor Narayan es una de las más reconocidas autoridades
globales en biomateriales poliméricos. Es el actual director del Comité ASTM para plásticos
ambientalmente degradables y productos de base biológica (D20.96), y se desempeña como
experto técnico de Estados Unidos ante el Comité TC 61 para plásticos, en la International
Standards Organization, ISO. Además, es el Coordinador del Grupo de Trabajo 7 de la ISO,
TC 120 SC4, para Envases y Medioambiente.

Como profesor benemérito de la Universidad de Michigan, sus trabajos incluyen diseño e


ingeniería de productos biobasados, plásticos biodegradables y compuestos reforzados con
fibras biobasadas, así como estudios en opciones de fin de vida para plásticos. Su línea de
investigación abarca huella ambiental y de carbono de plásticos biobasados y
biodegradables, usando las metodologías de análisis de contenido de biocarbono (ASTM
D6866) y de Análisis de Ciclo de Vida (LCA).

Tecnología del Plástico: ¿Cuáles son las claves para entender los conceptos
bioplástico, compostable y biodegradable?
Los bioplásticos abarcan dos conceptos diferentes: uno corresponde a los plásticos
biobasados o plásticos de biomasa y el otro a los plásticos compostables, biodegradables.

Los plásticos biobasados o de biomasa hacen referencia al origen de la vida del plástico. Es
decir al origen del carbono en ese plástico, ya sea que el carbono provenga de un material
de biomasa de una planta o de un material fósil de petróleo. La propuesta de valor en ese
caso es que si se usan materias primas biobasadas de plantas, se tendrá una huella de
carbono neutral.

Luego, llega el final de la vida, cuando el producto fabricado con ese material se vuelve
desecho. Si el material es biodegradable en sistemas de compostaje, o biodegradable en
sistemas anaeróbicos de digestión, que dan energía y donde el remanente puede ser
compostable, entonces se tiene una propuesta de valor. El punto clave es que el plástico
biobasado no es necesariamente biodegradable o compostable. Por ejemplo, Braskem
produce polietileno biobasado a partir de caña de azúcar, cuya huella de carbono es cero y
cuyo final de vida es el reciclaje, ya que el polietileno biobasado no es biodegradable ni
compostable. Lo mismo sucede con el material “PlantBottle” de Coca-Cola, que tiene 30%
de material biobasado y PET. El material no es biodegradable ni compostable, pero puede
ser reciclado. Por su parte, el PLA (ácido poliláctico) es un ejemplo de un plástico biobasado
que sí es compostable/biodegradable.

¿Por qué la huella de carbono de un plástico biobasado de biomasa puede ser cero?
Retomemos conceptos de biología básica sobre fotosíntesis y ciclos de carbono. La
velocidad y escala de tiempo del carbono presente en la atmósfera, como CO2, se fija en la
biomasa en un año o diez, dependiendo del ciclo de siembra. Así, el CO2 utilizado en uno o
diez años es neutral. Por su parte, los recursos fósiles: carbón, petróleo y gas natural se han
cultivado por millones de años, y después de usarlos los devolvemos a la atmósfera en uno
o diez años.

Entonces, al usar materiales biobasados, la velocidad y escala de tiempo de la fijación de


carbono está en balance con la velocidad y escala de tiempo del uso de estos materiales
basados en plantas para producir químicos y plásticos, y su posterior regreso a la atmósfera
como CO2 al final de su vida útil. Esta es la propuesta de valor fundamental para los
plásticos biobasados, de biomasa: Tiene que ver con el inicio de la vida y con el origen del
carbono.

¿Qué viene ahora para los bioplásticos y su incorporación exitosa en la industria?


Ya vemos compañías como BASF, DSM, Arkema, Rocket, Dupont, Dow, Good Year y Ford,
e inclusive dueños de marca como Coca-Cola, Heinz y Nike, adoptando el concepto de
resinas biobasadas. Veremos una transición entre resinas basadas en petróleo y productos
plásticos hechos con resinas biobasadas.

Otro aspecto son los escenarios para el final de la vida útil. El reciclaje y el reciclaje de ciclo
cerrado se volverán críticos para la industria de plásticos. Esto también aplica para
productos biodegradables compostables, que pueden ser biobasados o no biobasados. En
ese caso, las infraestructuras de compostaje y los digestores anaeróbicos tendrán que estar
integrados con la separación y recolección de desechos, y su biodegradabilidad les da un
valor positivo. Hoy existe una tendencia mayor hacia los plásticos biobasados, pero espero
que las dos cosas crezcan simultáneamente, para continuar con el crecimiento de los
plásticos en general.

¿Puede contarnos sobre casos exitosos de sistema cerrado con aplicaciones de


bioplásticos?
La biodegradabilidad por sí sola no tiene sentido, a menos que se defina un sistema de
disposición, como el compostaje, con un marco de tiempo establecido. Un ejemplo
estupendo es el de la ciudad de San Francisco, donde se ha implementado un sistema de
desechos con tres recipientes, uno de los cuales está destinado a compostaje certificado
donde deben ponerse todos los desechos compostables. El pago por ese recipiente es
inferior al de los demás recipientes. Esto se ha venido gestando con éxito durante un par de
años. Es un modelo muy popular en Europa, pero que recién está tomando fuerza en San
Francisco.

También está el caso del aeropuerto de Atlanta, donde están apostando para que los
productos que se usen en los restaurantes y áreas de comidas como cucharas, utensilios
plásticos y platos de papel sean completamente compostables, de tal forma que estos
desechos puedan mezclarse con los desechos de comida para ser llevados a compostaje.
Esto es algo que en Colombia y otros países latinoamericanos puede implementarse muy
bien porque constituye una oportunidad de empleo para recicladores. Lo que ocurre en
India, y creo que también en Colombia, es que la comida y otros residuos no siempre van a
un relleno sanitario cerrado. Entonces, cuando se tira comida y otros residuos
biodegradables en campos abiertos se vuelven anaeróbicos. En otras palabras, liberan
metano, que es 23 veces peor que el CO2 como gas para el calentamiento global.

Entonces, al asegurar que la comida y los desechos orgánicos se desvían de los campos
abiertos al compostaje o la digestión anaeróbica se reducen las emisiones de CO2 y de
gases de efecto invernadero de forma drástica. Los plásticos que se usan, si se hacen
compostables, serán dirigidos a operaciones de compostaje y entonces se habrá cerrado el
ciclo con un manejo ambientalmente responsable.

¿Cuál es su opinión acerca de la oxodegradación?


Su teoría se basa en afirmar que si uso un aditivo oxidante o un aditivo orgánico y lo
incorporo en resinas de polietileno, polipropileno o poliestireno, estos aditivos romperán la
cadena del polímero y luego estas cadenas de polímero degradadas son consumidas por los
microorganismos presentes en el ambiente de disposición. Desafortunadamente, hay pocos
o ningún dato que demuestre que estos fragmentos son en realidad consumidos
completamente por los microorganismos presentes en el suelo. Hay algo de biodegradación,
entre 10 y 20%, pero luego se detiene completamente. Esto es un problema porque los
fragmentos degradables o parcialmente biodegradables de plástico, si son liberados al
ambiente, pueden causar problemas ambientales y para la salud. Ha sido documentado
claramente en la literatura que los fragmentos de plástico degradados tienen la habilidad, a
medida que se mueven por el ecosistema, de recolectar tóxicos diluidos y concentrarlos. En
otras palabras, estas toxinas, que no representan problema, están siendo recolectadas por
estos fragmentos degradados como una esponja y luego llevadas al ambiente marino.

Si se quiere proclamar biodegradabilidad, como una propuesta de valor de responsabilidad


ambiental, hay que asegurarse de que todo el plástico se consume completamente por los
microorganismos presentes en el ambiente de disposición. Eso es lo que llamamos
biodegradación, de otra forma se tienen problemas. Las tecnologías de aditivos oxo-
orgánicos hacen estas proclamaciones pero no proporcionan los datos para demostrar la
remoción completa en un marco de tiempo corto. El marco de tiempo debería ser de un año
o menos, según las directrices de la US Federal Trade Comission, los estándares ASTM y
los estándares europeos e ISO.

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