Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
"La mujer que saca a la luz el antiguo secreto de su doble naturaleza, exterioriza por
un lado a un ser que se desenvuelve a la luz del día , práctico, aculturado, muy
humano, fácilmente observable. Por otro, la criatura interior que aparece y
desaparece fugazmente pero muestra rápidamente lo sabio, lo sorprendente, lo
original."
En los cuentos populares, al igual que en los sueños, podernos comprender los
contenidos de manera subjetiva, en cuyo caso todos los símbolos representan aspectos
de la psique de una sola persona, pero también podemos comprender los cuentos de
manera objetiva, puesto que se refieren a situaciones y relaciones del mundo exterior.
Aquí comentaremos el cuento de Manawee más bien desde el punto de vista de las
relaciones entre una mujer y su compañero, teniendo en cuenta que muchas veces "lo de
fuera es igual que lo de dentro".
Este cuento revela un antiquísimo secreto con respecto a las mujeres, y es el siguiente:
para ganarse el corazón salvaje de una mujer, su compañero tiene que comprender al
máximo la doble naturaleza de ésta.
Aunque se entienda etnológicamente a las dos mujeres del cuento como unas futuras
esposas de una cultura polígama, desde una perspectiva arquetípica el cuento nos habla
también del misterio de las dos poderosas fuerzas femeninas que anidan en el interior de
cada mujer.
El cuento de Manawee contiene todos los hechos esenciales necesarios para poder
acercarse a la mujer salvaje. Manawee, a través de su fiel perro, adivina los dos
nombres, las dos naturalezas de lo femenino. No puede vencer si no resuelve el
misterio. Y para ello tiene que echar mano de su propio yo instintivo, simbolizado en la
figura del perro.
Cualquiera que se acerque a una mujer se encuentra de hecho en presencia de dos
mujeres, un ser exterior y una criatura interior, una que vive en el mundo de arriba y
otra que vive en otro mundo no tan fácilmente visible. El ser exterior vive a la luz del
día y es fácilmente observable. Suele ser pragmático, aculturado y muy humano. En
cambio, la criatura interior suele emerger a la superficie desde muy lejos, a menudo
aparece y desaparece rápidamente, pero siempre deja a su espalda una sensación de algo
sorprendente, original y sabio.
La comprensión de esta doble naturaleza de las mujeres hace que a veces los hombres, e
incluso las propias mujeres, cierren los ojos y pidan ayuda al cielo. La paradoja de la
doble naturaleza de las mujeres consiste en que, cuando una de ellas se muestra
sentimentalmente más fría, la otra es más ardiente. Cuando una mantiene unas
relaciones más intensas y enriquecedoras, la otra puede mostrarse ligeramente glacial. A
menudo una de ellas es más feliz y elástica mientras que la otra anhela "no sé qué". Una
puede estar contenta y la otra puede experimentar una agridulce nostalgia. Estas "dos
mujeres en una" son unos elementos separados pero unidos que se combinan en la
psique de mil maneras distintas.
Fuentes:
Clarissa Pinkola Estés
"Mujeres que Corren con los Lobos"