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UNIVERSIDAD CATOLICA ARGENTINA

“SANTA MARIA DE LOS BUENOS AIRES”


Facultad de Ciencias Sociales y Económicas
Doctorado en Administración

Aspectos antropológicos y éticos de la administración.


Profesor Dr. Juan José Gilli.

La incorporación de cuestiones éticas en la formación de los


profesionales en Ciencias Económicas.

Claudio Freijedo.
Diciembre 2005.
Contenido.

1. Introducción.___________________________________ 1

2. ¿Damos suficiente formación ética a nuestros


graduados?.___________________________________ 2
2.1. Los requerimientos para la acreditación de las
carreras……………………………………………… 2
2.1.1. En Europa…………………………………... 2
2.1.2. En EEUU……………………………………. 3
2.1.3. En Argentina………………………………... 4
2.2. La incorporación en la práctica de cuestiones
éticas en las diferentes carreras………………….. 5

3. ¿Cuáles son los motivos por los cuales la formación


ética es limitada?.______________________________ 7

4. ¿Podemos desde la educación mejorar la formación


ética de los futuros graduados?___________________ 12

5. Incorporación efectiva de cuestiones éticas en la


enseñanza de carreras de negocios._______________ 13
1. Introducción.
Este trabajo tiene como objetivo evaluar el nivel de formación ética que los estudiantes
en carreras de negocios están recibiendo, exponer los motivos por los cuales tal
formación puede resultar deficiente y proponer acciones concretas para mejorarla.
La percepción general según surge de los medios de información es que nos
encontramos en un mundo habituado a la falta de conductas éticas en el ámbito de los
negocios.
La corrupción que percibe la sociedad en decisiones de negocios tanto en el ámbito
público cuanto en el privado implica que los actores económicos encargados de esas
decisiones tienen una conducta ética no adecuada.
Considerando que en esas decisiones de negocios participan, en forma significativa,
agentes formados en la Ciencias Económicas podemos preguntarnos si el accionar de
los graduados tiene un nivel ético adecuado.
Sin duda el mal desempeño ético de unos pocos no puede poner en duda el nivel ético
de un cuerpo de graduados, pero, de todas formas, la pregunta que cabe formularnos
es si somos, como profesores, responsables por la formación (o falta de formación)
ética de esos actores y si esta a nuestro alcance, desde la educación, provocar una
mejora significativa en los futuros egresados.
La falta de conducta ética percibida por la sociedad puede manifestarse en múltiples
formas, algunas de ellas con impacto solamente sobre los actores económicos
directamente involucrados y otras provocando perjuicios a la sociedad toda. Entre
ambas encontramos cuestiones como:
• Incumplimiento de contratos y otros engaños, por ejemplo, en publicidad.
• Acciones de colusión y acuerdos de precios que vulneran la competencia.
• Corrupción, por ejemplo en contrataciones, tanto en el ámbito público cuanto
privado.
• Cuestiones conocidas como de responsabilidad social empresaria.
En general la falta de una conducta ética en los negocios tiene efectos negativos en la
sociedad en su conjunto al reducir las posibilidades de crecimiento económico. La
corrupción, como uno de los extremos en los que se manifiesta la falta de conductas
éticas, reduce significativamente las posibilidades de desarrollo económico al provocar
inequidades distributivas.
Encontramos casos a nivel internacional, como los de Tyco, Enron, WorldCom y Arthur
Andersen, como así también sospechas sobre casos locales, si bien rara vez con
sentencias condenatorias claras en el ámbito legal. Todos estos casos provocan
efectos no deseados en la sociedad toda y, por ese motivo, debe ser atendidos.
“La corrupción es una de las mayores causas de la pobreza, a la vez que representa
una barrera para combatirla,” según el Presidente de Transparency International, Peter
Eigen1. “Ambos flagelos se alimentan mutuamente, atrapando a las poblaciones en el
círculo vicioso de la miseria. La corrupción debe ser abordada con fuerza si se busca
que la ayuda al desarrollo tenga resultados para liberar a los pueblos de la pobreza.”

1
Citado en el Comunicado de Prensa en oportunidad de la presentación del Índice de Percepción de la
Corrupción de Transparency International 2005, 18 de octubre de 2005

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 1.


Por otra parte múltiples estudios muestran que la inversión extranjera es menor en los
países percibidos como más corruptos, lo que reduce aún más las oportunidades de
prosperar.
Nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Damos suficiente formación ética a nuestros
graduados?, si no fuera así, ¿Cuáles son los motivos por os cuales la formación ética
es limitada? y luego ¿Podemos, desde la educación, mejorar esa formación?. En los
próximos párrafos trabajaremos en ellas para finalizar con una propuesta de acciones
concretas.
Las preguntas que nos hacemos son ¿damos una suficiente formación ética a nuestros
graduados?, luego ¿cuáles son los motivos por los cuales la formación ética es
limitada? e, inmediatamente, ¿podemos, desde la educación mejorar la formación
ética de los futuros graduados? para, por último, proponer acciones concretas para la
incorporación efectiva de cuestiones éticas en la enseñanza de carreras de negocios.

2. ¿Damos suficiente formación ética a nuestros


graduados?.
2.1. Los requerimientos para la acreditación de las carreras.
En general vemos que el marco normativo no requiere contenidos éticos significativos
en las currículas de las carreras en Ciencias Económicas.
A continuación hacemos una reseña de la situación en Europa, Estados Unidos y
Argentina. En los casos de Europa y Estados Unidos consideramos los requisitos para
la Maestria en Administración (MBA), por ser esta la formación más representativa. En
el caso de Argentina, teniendo en cuenta que la cantidad de graduados en tal posgrado
son relativamente escasos, consideramos adicionalmente las carreras de grado de
Contador Público y Licenciado en Administración.
En tal sentido a continuación incluimos una breve reseña de los requisitos para la
acreditación de carreras es la siguiente:

2.1.1. En Europa
Tendremos en cuenta, por considerarlos representativos, los procedimientos para la
acreditación de programas de MBA establecidos por la Association of MBAs, con sede
en Londres, organización que ha acreditado, entre otros, programas de las
universidades SDA Bocconi, The University of Edinburg Management School, ,
University of Glasgow Business School, HEC Paris School of Management, Helsinski
School of Economics, Instituto de Empresa, IESE, IMD, INSEAD, , London Business
School en Europa,. Universidad de Chile, Fundación Getulo Vargas, Instituto
Tecnológico Autónomo de México en Latino América y, en nuestro país, los programas
de UCA, CEMA e IAE.
Las palabras preliminares del “criterio para la acreditación de programas de MBA”,
vigente a partir de Marzo de 2005, sostienen que a currícula debe incluir los temas
centrales de negocios, enumerando:
Marketing, entorno económico y legal, contabilidad y métodos cuantitativos,
finanzas, teoría de la organización, habilidades interpersonales, tecnología de la
información y los procesos y las practicas de gestión.
Para luego decir:

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 2.


Cada tema central debe ser considerado en forma individual por un curso de
instrucción, aunque la integración de estos temas centrales también debe ser
tratada.
Con relación a los aspectos éticos mas adelante menciona:
Crecientemente en los años recientes algunos aspectos de la currícula han ganado
especial atención. En primer lugar la currícula debe reflejar los crecientes aspectos
internacionales de los negocios, en segundo lugar debe considerar temas éticos y
sociales y en tercer lugar debe incluir aspectos sobre habilidades interpersonales en
la práctica.
Y el documento en sí2 señala:
Todos los programas deben asegurar que los candidatos adquieran una firme
comprensión de las principales áreas de conocimiento que sostienen la
administración en general….
(vi) el impacto de las fuerzas del entorno en las organizaciones, incluyendo los
sistemas legales, éticos, sociales, económicos y el aspectos del cambio tecnológico.
Vemos, entonces, que si bien indica la necesidad de considerar los aspectos éticos en
la formación del posgrado no se requiere existencia de un curso específico sobre
cuestiones éticas ni se orienta sobre como considerar los aspectos éticos en la
formación.

2.1.2. En EEUU.
Tomaremos como referencia a una de las principales organizaciones que se ocupa de
la acreditación de carreras en el ámbito de los negocios, la Association to Advance
Collegiate Schools of Business.
Dentro de los programas acreditados podemos mencionar los de prestigiosas
universidades como Babson College, Carnegie Mellon, Columbia, Harvard, MIT,
Stanford y Chicago. Asimismo aproximadamente el 30% de las escuelas de negocios
de EEUU acreditan sus programas en el AACSB.
El proceso de acreditación requiere que “las Instituciones o los programas de negocios
de las instituciones” deben establecer expectativas de comportamiento ético en
administradores, docentes y estudiantes3 y la consideración de cuestiones éticas en el
dictado de las diferentes asignaturas.
No obstante en forma explicita excluye la necesidad de un curso específico sobre
cuestiones éticas en el campo de los negocios, al establecer que
“para el propósito de determinar la acreditación de la AACSB los siguientes se
consideran “temas tradicionales en los negocios”: Contabilidad, Legislación aplicada
negocios, Ciencias de la Decisión, Finanzas, Recursos Humanos, Gestión, Gestión
de sistemas de información, Marketing, Gestión de las operaciones,
Comportamiento organizacional, Desarrollo organizacional, Gestión estratégica y
Gestión de la cadena de abastecimientos y Gestión de la tecnología.” 4
En este caso también si bien indica la necesidad de consideración de cuestiones éticas
en el dictado de las diferentes asignaturas no se requiere existencia de un curso

2
“Criteria for the accreditation of MBA programmes” Association of MBAs March 2005
3
Association to Advance Collegiate Schools of Business, “AACSB Eligibility procedures and standards
for business accreditation”, Abril 2003, revisado en Enero, 2005, sección 1 punto E.
4
“AACSB Eligibility procedures and standards for business accreditation”, antes citado, sección 1 punto
C.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 3.


específico sobre cuestiones éticas ni se establece cual es el alcance mínimo de las
cuestiones éticas a tener en cuenta.

2.1.3. En Argentina.
El proceso de acreditación esta reglado por la ley 24.521 de Educación Superior
establece.
La citada norma legal establece en su Artículo 44 que las acreditaciones estarán a
cargo de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CoNEAU) o
de entidades privadas constituidas con ese fin. Mas adelante el Artículo 45 estable
que “los. patrones y estándares para los procesos de acreditación, serán los que
establezca el Ministerio”.
Concordantemente el Artículo 46 estable que la CoNEAU tiene entre sus funciones
“b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 43, así como las
carreras de posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a
los estándares que establezca el Ministerio de Cultura y Educación en consulta con
el Consejo de Universidades”
Por lo tanto a los efectos de ver las disposiciones que sobre contenidos éticos mínimos
se encuentran vigentes debemos considerar las disposiciones emanadas por el
Ministerio de Cultura y Educación.
En tal sentido la resolución 1168/97 del citado ministerio establece los estándares y
criterios a aplicar en los procesos de acreditación de carreras de posgrado, sin
mencionar requisitos sobre contenidos éticos.
Complementariamente la CONEAU emitió un documento con “Procedimientos, Criterios
y Solicitud para la Acreditación de Proyectos y Carreras de Posgrado.
Especializaciones, Maestrías y Doctorados”5, el que se refiere a cuestiones generales y
no menciona como requisito la inclusión de contenidos éticos en las currículas.
Al presente no hay disposición oficial, al menos públicamente disponible, sobre los
contenidos mínimos a considerar para las carreras de grado y/o posgrado en el ámbito
de las ciencias económicas.
En tal sentido podemos mencionar que la resolución que más avanza en cuanto a los
contenidos curriculares en materia de carreras de grado es la Resolución 1232/01 del
Ministerio de Educación, que se refiere a las carreras de grado de Ingeniero
Aeronáutico, Ingeniero en Alimentos, Ingeniero Ambiental, Ingeniero Civil, Ingeniero
Electricista, Ingeniero Electromecánico, Ingeniero Electrónico, Ingeniero en Materiales,
Ingeniero Mecánico, Ingeniero en Minas, Ingeniero Nuclear, Ingeniero en Petróleo, e
Ingeniero Químico.
La misma hace ciertas consideraciones sobre los la definición de los contenidos
curriculares básicos específicos de la ingeniera, mientras que en relación a otros
contenidos los deja librados a la decisión de cada una de las instituciones. En tal
sentido señala
“La definición de contenidos en las áreas de ciencias sociales, humanidades y
economía, entre otras, queda al arbitrio de cada una de las instituciones, debiendo

5
Documento aprobado por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria en las
sesiones de los días 9 de septiembre y 18 de noviembre de 1997 y 30 de junio de 1998, modificado en
las sesiones de los días 20 y 21 de septiembre de 1999, en la Ciudad de Buenos Aires. Ordenanza
004/99.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 4.


su diseño abarcar aspectos significativos y mantener coherencia con el perfil de
graduado que se propone formar. Deben incluirse para todas las carreras terminales
troncales contenidos orientados a la formación de una actitud emprendedora y
proactiva.”
Por lo tanto vemos que en nuestro país no hay requisito formal alguno en cuanto a la
consideración sobre formación en aspectos éticos para las carreras en el ámbito de las
Ciencias Económicas. Por lo expuesto tanto la inclusión de contenidos éticos en las
distintas asignaturas cuanto la incorporación de un curso específico sobre cuestiones
éticas queda librada a cada Universidad y al comité de evaluación.

2.2. La incorporación en la práctica de cuestiones éticas en las


diferentes carreras.
A los efectos de evaluar el grado de incorporación de contenidos éticos específicos en
las carreras en Ciencias Económicas realizamos un relevamiento de las carreras de
grado y posgrado que consideramos más habituales en las poblaciones gerenciales,
habiendo tomado las carreras de Contador Público y Licenciado en Administración y la
Maestría en Administración (MBA).
El mismo incluyo las siguientes universidades.
Universidades de Gestión Privada.
• Universidad Abierta Interamericana
• Universidad Argentina de la Empresa
• Universidad Argentina J. F. Kennedy
• Universidad Católica Argentina
• Universidad de Belgrano
• Universidad de Morón
• Universidad del Salvador
Universidades Nacionales
• Universidad Nacional de Buenos Aires
• Universidad Nacional de Cuyo.
• Universidad Nacional de Entre Ríos.
• Universidad Nacional de La Plata
• Universidad Nacional de Rosario
• Universidad Nacional de Tucumán.
• Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
En 2002 (últimos datos oficiales disponibles) de estas Universidades se han graduado
el 52% de los graduados de universidades privadas (9592 sobre un total de 17922) y el
51% de los graduados de universidades nacionales (24166 sobre un total de 47475,
correspondiendo mas de la mitad a la UBA6)
Estas Universidades en conjunto ofrecen un total de 14 programas de Contador
Público, 12 de Licenciado en Administración y 10 programas de MBA, es decir, un total
de 36 programas7.

6
Fuente. Programa Mejoramiento del Sistema de Información Universitaria. MECyT.
7
Esta compilación ha sido elaborada en función de la información publicada por cada Universidad, en
folletos y sitio web y confirmada telefónicamente con funcionarios de admisión de las distintas casas de
estudios.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 5.


26 programas no requieren un curso de ética específico y obligatorio (no se ofrece, se
ofrece como optativa, es parte menor de una materia obligatoria que toca múltiples
aspectos o se incluyen temas de ética en distintas asignaturas).
• Universidad Abierta Interamericana (CP)
• Universidad Argentina J. F. Kennedy (CP, LA)
• Universidad de Belgrano (CP, LA, MBA)
• Universidad de Morón (CP, LA)
• Universidad del Salvador (MBA)
• Universidad Nacional de Buenos Aires (CP, LA, MBA)
• Universidad Nacional de Cuyo (CP, LA, MBA)
• Universidad Nacional de Entre Ríos (CP).
• Universidad Nacional de La Plata (CP, LA)
• Universidad Nacional de Rosario (CP, LA)
• Universidad Nacional de Tucumán. (CP, LA, MBA)
• Universidad Nacional del Centro (CP, LA, MBA)
4 programas incluyen “ética” como parte de una materia obligatoria.
• Universidad Argentina de la Empresa (CP, LA materia “Filosofía y Ética”) (MBA,
materia “Ética y Responsabilidad Empresarial”)
• Universidad Nacional de La Plata (MBA, se incluye como obligatoria “Estrategia,
ética e impacto ambiental)
6 programas tienen un curso de ética obligatorio.
• Universidad Católica Argentina (CP, LA, MBA).
• Universidad del Salvador (CP, LA).
• Universidad Nacional de Rosario (MBA).
A manera comparativa con la situación internacional podemos considerar el estudio8
realizado por los Dres. Tammy L. MacLean y Barrie Litzkyre sobre las currículas de
programas de MBA en las de las principales 30 escuelas de negocios de los EEUU,
según el ranking elaborado por Business Week en 2004, mostró la siguiente situación.
17 programas no requieren curso de ética.
• Columbia , Duke, Chicago, Yale, U. of Texas at Austin, MIT, Northwestern,
Dartmouth, Cornell, UCLA, USC, Indiana U., Emory, Washington U., Vanderbilt,
U. of Rochester, Babson.
3 programas incluyen un capítulo de Ética como parte menor de alguna actividad.
• Stanford, U. of Maryland, Purdue
1 programa incluye Ética como optativa, entre otras 8 materias.
• U. Michigan
9 programas incluyen un curso de ética como obligatorio.
• Harvard, NYU, UVA, UC Berkley, UNC, Notre Dame Carnegie Mellon, Wharton,
Georgetown
En ambos casos vemos un bajo grado de incorporación de cursos específicos de ética
en las carreras de negocios.

8
Estudio realizado por Tammy Mac Lean, Ph.D. y Barrie E. Litzky, Ph.D. en Junio de 2005.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 6.


Argentina EEUU
(CP, LA, MBA) (MBA)
Cantidad de programas 36 30
considerados
Programas con cursos obligatorios 6 9
de Ética
Porcentaje resultante 17% 30%
Asimismo una revisión parcial de los contenidos del resto de las materias nos muestra
que rara vez se incorporan explícitamente aspectos éticos en sus contenidos.

3. ¿Cuáles son los motivos por los cuales la formación ética


es limitada?.
Más allá de (y también como motivo de) la falta de exigencia de contenidos éticos para
la acreditación de los diferentes programas, los motivos que se mencionan para la no
incorporación de una formación ética explicita, bien sea en una asignatura específica o
en el las diferentes asignaturas, pueden agruparse en los siguientes:
• Considerar que las cuestiones éticas son inherentes a cada individuo, y no deben
mezclarse con cuestiones profesionales (una suerte de enfoque que pone a la ética
en un nivel equivalente a la libertad religiosa) y, por ende, la educación ética no es
responsabilidad de la educación profesional limitando esta a un enfoque “técnico”,
“libre de condicionamientos” dejando los valores de lado (“value-free”).
• Considerar que la única obligación ética de los gerentes es la que tienen con sus
accionistas para la maximización de las utilidades.
A continuación realizamos un análisis de ellas.
Con relación al primero de los argumentos implícitamente considera que es posible una
educación prescindente de todo tipo de ética.
Creemos que en cada decisión empresaria, en cada acción administrativa, se
encuentra implícita una cuestión moral relevante.
Al respecto ya en 1958 Chester I. Barnard9 señalaba:
“En una gran medida las decisiones gerenciales tienen relación con temas morales”
…”me refiero por comportamiento moral aquel que esta gobernado por creencias o
sentimientos de que es bueno o malo independientemente del interés propio o de
las consecuencias que una decisión de ejecutar o no ejecutar acciones específicas
bajo condiciones particulares”
Habida cuenta de la imposibilidad de aislar de cuestiones éticas las decisiones técnicas
profesionales no creemos que se pueda prescindir de un enfoque ético en nuestra
tarea docente. Sin duda alguna cada actividad en el proceso de enseñanza-
aprendizaje, como el enfoque de la bibliografía, las presentaciones del docente, los
casos de estudio y las discusiones y análisis posteriores, incluyen en forma implícita y
no divisible una posición ética inherente.

9
Chester I. Barnard. “Elementary conditions of business morals”. California Management Review, Vol. 1
No.1. 1958, previamente presentando en una Conferencia sobre Moral y Comercio en la universidad de
California, Berkeley.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 7.


En tal sentido Etzioni señala
“No hay enseñanza éticamente neutral. Todo en la clase comunica una posición
ética. La única diferencia entre cursos de ética en los negocios y cualquier otro esta
en su nombre: los cursos de ética explicitan las proposiciones de valor que
comunican; los cursos de la currícula regular incorporan supuestos subyacentes
sobre los cuales incluso el profesor puede encontrarse inconsciente.”10
Creemos que no es adecuado dejar que los contenidos éticos pasen desapercibidos,
es necesario presentarlos explícitamente para destacar la pertinente toma de
conciencia.
Al respecto del segundo de los motivos, en nuestra opinión aquellos que consideran
que la única obligación ética de los gerentes es la que tienen con sus accionistas para
la maximización de las utilidades se basan en una suerte de aplicación de técnicas del
management enraizadas en la teoría económica liberal, considerando, erróneamente,
que ésta deja de lado cuestiones éticas.
En realidad si bien podemos encontrar diferencias entre distintos autores de economía
y management en cuanto a la extensión de la responsabilidad social de las empresas,
no encontramos tales diferencias en cuanto a las responsabilidades éticas de las
empresas y sus agentes.
Tal vez la negación de incorporar las visiones éticas a la economía y los negocios esta
en algunos seguidores que tienen visiones parciales de la realidad, no en los
principales autores. Ni los economistas liberales ni los estudiosos de la
administración han renegado de la necesidad de un fuerte contenido ético en el campo
de los negocios. Es mas, han destacado desde los inicios del liberalismo y de la
administración moderna hasta nuestros días la necesidad de aplicar claras normas
éticas en la economía y los negocios.
En tal sentido a continuación incluimos algunos conceptos de Adam Smith, Milton
Friedman, Chester Barnard y Peter Drucker.
Smith destaca la necesidad del comportamiento justo al considerar que debe
garantizarse la lealtad y la transparencia en las relaciones sociales. El señala que una
persona justa:
“actuará de forma tal que el espectador imparcial pueda adoptar los principios de su
proceder….En la carrera hacia la riqueza, los honores, los privilegios, él podrá
correr con todas sus fuerzas y tensar cada nervio y cada músculo para vencer a sus
rivales. Pero si empuja o derriba a alguno de ellos, la indulgencia de los
espectadores se esfuma. Se trata de una violación del juego limpio que no podrán
aceptar.11
Smith sostiene que constantemente se ponen a prueba los valores propios en relación
con los que la sociedad considera, surgiendo así los valores sociales que provocan
limitaciones, tendientes al bien común, en nuestras decisiones. Destaca dos
conceptos fundamentales e imprescindibles para enmarcar el accionar económico, la
cooperación y la justicia (ya mencionada) y uno tercero relativo, la benevolencia.

10
Amitai Etzioni, “Are business Schools brainwashing their MBAs”. Business & Society Review, verano
de 1989.
11
A. Smith, “Teoría de los sentimientos morales” - II.ii.2.1. Citado en Frederick, “La ética en los
Negocios”. Oxford University Press, 2001.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 8.


La cooperación la considera como una propensión natural y una ventaja a la vez.
Propensión natural en tanto la especialización en la división del trabajo requiere en
forma natural cambiar, negociar una cosa por otra en forma cooperativa, buscando
ganancias mutuas y reciprocas, para ventaja de todos.
Smith considera que la ayuda a los otros y la benevolencia son deseables, si bien no
mandatarias. En tal sentido Smith menciona:
“Todos los miembros de la sociedad humana necesitan la ayuda de los demás y de
igual forma se hallan expuestos a menoscabos recíprocos”12
“Es indudable que, por naturaleza, cada persona debe primero y principalmente
cuidar de si misma”13
“Por mas egoísta que se pueda suponer el hombre, existen evidentemente en su
naturaleza ciertos principios que lo obligan a interesarse en la suerte de los demás y
hacen que la felicidad de éstos le resulte necesaria, aunque no derive de ella nada
mas que el placer de contemplarla14
“la sociedad puede mantenerse sin la benevolencia, aunque no en la situación mas
cómoda; pero si prevalece la injusticia, su destrucción será completa15”.
Smith admite la intervención en los mercados para propender a que actúen en forma
justa, para garantizar los derechos humanos, los compromisos contraídos y el juego
limpio. En tal sentido sostiene que
“los mercados funcionan mejor en condiciones de libertad económica basadas en la
justicia conmutativa, cuando la gente es parsimoniosa y prudente, y cooperativa así
como competitiva. Los mercados funcionan mejor cuando están inscritos en una
economía política que garantiza la observancia de los derechos humanos, los
pactos contractuales y el juego limpio”16.
Por otra parte, si bien Friedman señala, en su artículo “La responsabilidad social de las
empresas es incrementar las utilidades”17.
“hay una y solo una responsabilidad social en los negocios: usar los recursos y
realizar actividades diseñadas para incrementar las utilidades siempre y cuando se
cumpla con las reglas del juego, es decir, en abierta y libre competencia sin
engaños ni fraude”.
Si bien podemos aseverar que Fridman no considera adecuado tomar por parte de la
empresa responsabilidades sociales, las que desde su visión implicaría un problema
ético al desatender su objetivo especifico, no es menos cierto que en su criterio los
deberes de los agentes corporativos y su obligación para con los accionistas incluyen
una ética clara, un mandato irrenunciable de cumplir con las reglas de juego, en una
abierta y libre competencia sin engaños ni fraudes.
Friedman es sumamente crítico de las acciones de “responsabilidad social empresaria”,
al considerar que pueden tratarse de acciones que buscan el beneficio cubiertas de un
manto de responsabilidad social, cuando, en el mismo artículo, dice:

12
A. Smith, “Teoría de los sentimientos morales”, II.ii.3.1. Antes citado.
13
A. Smith, “Teoría de los sentimientos morales”, II.ii.2.1. Antes citado.
14
A. Smith, “Teoría de los sentimientos morales”, I.i.1.1. Antes citado.
15
A. Smith, “Teoría de los sentimientos morales”, II.ii.3.3. Antes citado.
16
A. Smith, “La riqueza de las naciones”, I.x.a.4. Citado en Frederick“La ética en los Negocios”. Oxford
University Press, 2001.
17
Milton Friedman, “The Social Responsibility Of Business Is to Increase Its Profits” New York Times,
13/9/1970.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 9.


"Por supuesto, en la práctica la doctrina de la responsabilidad social es
frecuentemete una capa para acciones que están justificadas en otros campos mas
que una razón para esas acciones.
“Para ilustrar, puede bien ser de interés en el largo plazo para una corporación que
es un gran empleador en una pequeña comunidad dedicar recursos a proveer
servicios a esa comunidad mas que a mejorar su gobierno.…
"En cada uno de esos –y muchos similares- casos, hay una gran tentación a
racionalizar esas acciones como de ´responsabilidad social´. En el actual clima de
opinión, con la muy difundida aversión al ´capitalismo´, ´utilidades´, la ´corporación
desalmada´ y etc. ésta es una forma para la corporación de generar buena
voluntad como un sub-producto de gastos que se encuentran totalmente justificados
en su propio interés”.
Friedman considera que las empresas, como organizaciones sociales con un fin
determinado, no deben transponer ese fin para cumplir con responsabilidades de otras
entidades sociales, en particular los gobiernos, pero nunca niega la necesidad de que
los problemas sociales sean atendidos. En tal sentido vemos coincidencia con la
posición de Drucker, mencionada mas adelante.
Con relación a los autores de administración, Chester I. Barnard ya en 1938 Barnard18
menciona la importancia que reside en la calidad moral en los ejecutivos y el liderazgo.
La calidad del liderazgo, la persistencia de su influencia, la durabilidad de las
organizaciones relacionadas, el poder de la cooperación que atrae, todo expresa la
altura de las aspiraciones morales, la amplitud de los cimientos morales "
Barnard menciona como concepto central del liderazgo la responsabilidad definiéndola
como
“condición emocional que da al individuo la sensación de aguda insatisfacción
debido a no hacer lo que siente que esta moralmente obligado a realizar o por hacer
lo que el considera que son moralmente inadecuado, en situaciones concretas”19.
Enfocándose en el tema de la moral en los negocios en 1958 Chester I. Barnard20
señala
“las corporaciones, como creación que tiene atributos de una personalidad,
constituyen una ficción legalmente autorizada… por lo tanto pueden atribuírsele a
ella acciones morales e inmorales”
“la responsabilidad de las corporaciones, aparte de la obligación de cumplir con sus
tareas y la ley, son de dos clases: (1) aquellas que pueden ser llamadas internas,
las relacionadas con el interés equitativo de accionistas, acreedores, directores,
oficiales , y empleados; y (2) aquellas relacionadas con el interés de los
competidores, comunidades, gobierno y la sociedad en general”
Vemos una primera mención al que sería luego desarrollado e identificado como el
enfoque de los “stakeholders”, incluso incluyendo en la primera de las clases de
responsabilidades a algunos de los grupos por tal enfoque considerados.
El análisis de Drucker sobre las responsabilidades sociales lo lleva a plantear dos
jerarquías diferentes de responsabilidades:

18
Chester I. Barnard, C. “The Functions of the Executive”, Harvard University Press., 1938, pag. 284.
19
Chester I. Barnard, C. “Organization and Management”, Harvard University Press., 1948, pag 95.
20
Chester I. Barnard. “Elementary conditions of business morals”, California Management Review.
Antes citado.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 10.


“Pueden ser el resultado de las influencias sociales de la institución. O pueden
aparecer como problemas de la propia sociedad. Ambas conciernen a la
administración por que la institución administrada por los gerentes inevitablemente
existe en la sociedad y la comunidad. Pero fuera de este aspecto las dos áreas son
distintas. La primera se relaciona con lo que una institución hace a la sociedad. La
segunda tiene que ver con lo que una institución puede hacer por la sociedad.”21
Con relación a las influencias que la organización ejerce:
“Uno es responsable de la influencia que ejerce, al margen de que la misma sea
voluntaria o involuntaria. Esta es la primera regla. La responsabilidad de la
administración por la influencia social que ejerce su propia organización es
indudable. Esta influencia es asunto que compete a la propia administración.”
“Es necesario tratar de convertir la eliminación de una influencia en una oportunidad
comercial Pero en muchos casos no es posible. Es mas frecuente que la
eliminación de una influencia implique acrecentar los costos. …Por lo tanto se
convierte en una desventaja competitiva, a menos que todos los demás miembros
de la industria acepten la misma regla.” ….“El ideal es convertir la eliminación de
dicha influencia en una oportunidad comercial. Pero donde ello no es posible, el
diseño de la regulación apropiada con el equilibrio óptimo de compromisos –y la
discusión pública del problema y la promoción de la mejor solución reguladora- es
tarea propia de la administración.”
Y con relación a los problemas sociales menciona:
“los problemas sociales son disfunciones de la sociedad y –por lo menos
potencialmente- enfermedades degenerativas del cuerpo político” …”cualquier
empresa, y de hecho cualquier institución, necesita organizar los esfuerzos
innovadores para convertir los problemas sociales en oportunidades de rendimiento
y aporte” “Los problemas sociales que la acción administrativa convierte en
oportunidades muy pronto dejan de ser problemas. Pero es probable que los
restantes se conviertan en “quejas crónicas”, o incluso en “enfermedades
degenerativas”…..”¿Cuál es, entonces, la responsabilidad social de la
administración ante estos problemas sociales que se convierten en enfermedades
crónicas o degenerativas?...Son problemas de la administración. La salud de la
empresa es responsabilidad de su dirección. Una empresa sana y una sociedad
enferma difícilmente sean compatibles. Las empresas sanas necesitan una
sociedad sana, o por lo menos que funcione. La salud de la sociedad es un
prerrequisito de la empresa exitosa y dinámica. Y es absurdo confiar en que estos
problemas desaparecerán porque uno desvíe la vista. Los problemas desaparecen
cuando se hace algo para resolverlos.”
Como vemos Drucker reconoce los problemas sociales y considera que es imperativo
para la empresa colaborar con su resolución. Pero esa colaboración de la empresa
debe ser inteligente, orientada al fin perseguido, con límites22 a los efectos de evitar
que tales acciones sean contraproducentes.
La diferencia está en quien debe actuar, si el Estado o las empresas, debido a que los
mayores costos originados en atender las necesidades social (incluyendo en tales las
ecológicas) pueden provocar que una empresa “con responsabilidad social” quede

21
Peter F. Drucker. “La Gerencia: tareas, responsabilidades y prácticas”. Cap. 25. El ateneo, 6ta ed.
1998.
22
Un análisis pormenorizado de los limites propuestos por Drucker lo encontramos en el capitulo 26 del
libro antes citado.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 11.


fuera del mercado con relación a otra en la misma industria pero “sin responsabilidad
social”, y por lo tanto no solo no pueda realizar más acciones sociales, sino que
también desapareciendo directamente como dador de empleo.
En tal caso la posición de Drucker, lleva la responsabilidad social a impulsar “la
discusión pública del problema” y a promocionar “la mejor solución reguladora”, nunca
a negarlos o no verlos, el propone realizar acciones concretas para resolverlos, en el
ámbito que corresponde.
Luego de estas citas, y como antes mencionábamos, en realidad si bien podemos
encontrar diferencias entre distintos autores de economía y administración en cuanto a
la extensión de la responsabilidad social de las empresas, no encontramos tales
diferencias en cuanto a las responsabilidades éticas de las empresas y sus agentes.
Y con relación a la responsabilidad social misma, tampoco hay diferencias en cuanto a
que debe ser muy tenida en cuenta. La diferencia esta en quien debe actuar, si el
estado o las empresas, debido a que los mayores costos originados en atender las
necesidades social pueden provocar que una empresa “con responsabilidad social”
quede fuera del mercado con relación a otra en la misma industria pero “sin
responsabilidad social”, dejando de lado su acción social y desapareciendo
directamente como dador de empleo.
En tal caso la posición de Drucker, lleva la responsabilidad social a impulsar “la
discusión pública del problema” y a promocionar “la mejor solución reguladora”.
Podemos, entonces, diferenciar dos visiones contrapuestas en la consideración de
aspectos referidos a la Responsabilidad Social, la teoría del valor para los accionistas
por un lado y la el enfoque de la teoría de los stakeholders por el otro. No obstante
vemos que hay acuerdo completo en cuanto a las cuestiones éticas referidas con la
corrupción, la colusión, el fraude, la mentira y los acuerdos anti-mercado en general.
Por lo tanto, aún siguiendo estrictamente la teoría de los “shareholders”, en
coincidencia con el enfoque de los “stakeholders”, encontramos requerimientos
explícitos de:
• Cumplir la ley.
• No engañar.
• No tener conducta fraudulenta.
• No presentar comportamientos anti-competitivos.
Y, con relación a la responsabilidad social, podemos:
• Limitarnos a impulsar la solución de los temas más amplios en los ámbitos
correspondientes o
• Tomar la posición mas activa de la teoría de los “stakeholders”, ampliando
significativamente las acciones sobre la comunidad, aún en los casos de problemas
no relacionados con el accionar de la empresa.
Siguiendo cualquiera de estos dos enfoques creemos en la necesidad de una profunda
formación ética de los profesionales en Ciencias Económicas.

4. ¿Podemos desde la educación mejorar la formación ética


de los futuros graduados?
Si bien, por ejemplo, los problemas de corrupción (extremo en la falta de ética) no
deben atribuirse a la educación de los profesionales, debemos tener claro que entre los

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 12.


principales actores en las cuestiones de corrupción, tanto internamente entre entes
públicos como entre entes privados y entre entes públicos y privados, encontramos una
porción significativa de graduados en Ciencias Económicas.
Esto debido tanto a que las posiciones de decisión son, en general, sustentadas por
estos profesionales cuanto también a que el tramado para dar cobertura a estos actos
requiere de un adecuado asesoramiento profesional en cuestiones financieras,
impositivas y de legislación aplicada a los negocios.
No podemos responsabilizar a la formación profesional de actitudes personales e
individuales de unos pocos graduados, no obstante sí podemos preguntarnos hasta
qué punto una formación más profunda en aspectos éticos puede influir, en el mediano
y largo plazo, en una mejora en el comportamiento colectivo por medio de la mejora en
la percepción/toma de conciencia sobre el impacto ético de las decisiones.
Por lo tanto consideramos que es nuestra responsabilidad como docentes dar tanto
formación teórica como señales claras del valor de la ética en los negocios, a riesgo, si
no lo hacemos, de que algunos alumnos consideren que los aspectos éticos son “de
otro orden”, que el único objetivo de nuestros cursos, y por ende de su formación, es el
de construir profesionales capaces de aplicar diversas técnicas para “ganar dinero” en
sus organizaciones sin considerar la realización de acciones reñidas con la ética y la
legislación, acciones que provoquen daños significativos al entramado social, al medio
ambiente, al desarrollo colectivo.
Encontramos cierto nivel de escepticismo en cuanto a la viabilidad de trasmitir
conceptos éticos vinculados a nuestras disciplinas, más aún con relación a su puesta
en práctica. Es cierto que no podemos desde la formación garantizar el
comportamiento ético de nuestros graduados, pero tenemos la obligación de darles una
formación ética adecuada que les permita identificar el impacto ético de sus decisiones
y tomar conciencia ética sobre sus acciones. Mas allá de no tener la certeza de lograr
una mejora en el nivel ético de la práctica profesional por medio de una mejora en la
formación, tenemos certeza que si no lo intentamos no lo lograremos.
Y, siendo así, de la misma forma que nuestra habilidad de transmitir conocimientos en
cada una de esas disciplinas logra los objetivos de enseñanza que luego permiten la
práctica profesional efectiva, la incorporación de una profunda enseñanza de ética
aplicada a los negocios debería impactar en igual sentido, es decir, lograr que los
aspectos éticos sean reconocidos, se reflexione sobre ellos y, por ende, se reduzca el
margen de decisiones que los vulnere.
Debemos educar en ética en los negocios para que los graduados sean concientes de
sus responsabilidades. Deben conocer claramente cuales son las distintas posturas
éticas, definir su escala de valores, trazar la línea entre lo correcto y lo incorrecto y, en
caso de cruzarla, ser concientes de su responsabilidad.
Creemos que la persistencia en la formación con la incorporación de nuevos graduados
a lo largo del tiempo mejorará la percepción de cuestiones éticas y por lo tanto
gradualmente mejorará el nivel ético de las decisiones de negocios y las acciones
complementarias sobre la sociedad toda.

5. Incorporación efectiva de cuestiones éticas en la


enseñanza de carreras de negocios.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 13.


Excede al objetivo de este trabajo el planteo sobre la existencia de una ética especial
para los negocios. Podemos citar a Drucker quien dice “no existe una ética especifica
de los negocios, no la necesitamos”23. Más allá de esta distinción para nosotros el
problema a resolver es como incorporar a la enseñanza de la administración los
principios éticos y su aplicación práctica.
Siguiendo a Kohlberg24, podemos decir que el razonamiento moral requiere de un alto
desarrollo de las capacidades cognitivas para el razonamiento lógico y la
hipotetización. En una decisión que incluye una decisión ética una persona con poco
desarrollo moral no reconocerá ni analizará la complejidad de las consecuencias y
contingencias de la decisión.
En nuestra opinión tan profunda debe ser la formación ética de nuestros graduados
como la formación que damos en cuada una de las cuestiones científicas e
instrumentales de los distintos temas de nuestras disciplinas. Y ambas en paralelo.
Consideramos que a los efectos de mejorar el nivel de percepción ética de nuestros
graduados, y de esa forma intentar mejorar el impacto de las decisiones de negocios
que tomen como profesionales en la sociedad en su conjunto, resulta necesario cumplir
con los siguientes pasos:
• Incorporar, donde no exista, un espacio curricular específico para ofrecer una
formación ética de base a los alumnos, esto es dar los fundamentos de las
diferentes posiciones éticas y otras cuestiones relevantes para poder desarrollar
una percepción en cada alumno.
• Hacer explicitas las cuestiones éticas en cada uno de los cursos de la currícula,
integrando la discusión de los aspectos éticos a los aspectos técnico-profesionales
de cada módulo.
• Establecer mecanismos formales para verificar, por parte del director de cada
programa o por docentes coordinadores específicamente designados, la integración
ética transversal mencionada en el punto anterior.
La necesidad de un espacio curricular específico y obligatorio esta dada por la
necesidad de incluir las distintas posiciones éticas desde lo filosófico. Si no se
incorporará esta formación no se podría trabajar en el resto de las asignaturas sobre
una base sólida, por lo cual las referencias a situaciones éticas quedarían en lo
anecdótico y lo formal, sin llegar a producirse la situación de aprendizaje en la
aplicación práctica.
La incorporación efectiva de las cuestiones éticas a los distintos cursos incluye la
identificación de los objetivos pedagógicos asociados con la enseñaza de la ética,
expresarlos en términos de situaciones concretas vinculadas con el estudio de la
disciplina tratada y, consecuentemente incluirlas en la evaluación.
Los mecanismos formales de verificación resultan imprescindibles para garantizar la
integración transversal de una visión ética a los contenidos de cada módulo,
considerando la falta de experiencia actual y el hecho de que es habitual que los
profesores privilegien tratar primero y con mayor profundidad los temas propios de la
asignatura en el siempre escaso tiempo lectivo.

23
Peter F. Drucker. Antes citado. Cap 28.
24
L. Kohlberg. “The Psychology of Moral Development”. Harper and Row, 1984,
.

Aspectos antropológicos y éticos de la administración. Claudio Freijedo Hoja 14.

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