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PROFESIONALES
1. Directas
1.1. Constitución Política: Derechos Fundamentales (Ej. Protección social, salud, etc.)
1.2. Tratados Internacionales: Emanados principalmente de la OIT (Organización Internacional
del trabajo.
1.3. Leyes: Ley 16.744 y sus posteriores modificaciones, además de los Decretos Supremos
(DS) 101, 109 y 67.-
2. Indirectas
2.1. Doctrina: Autores reconocidos por sus observaciones y hallazgos comprobados en la
materia.
2.2. Jurisprudencia: -Administrativa: Emanada de la Suseso e Inspección del trabajo
-Judicial: Emanada de los tribules de Justicia (Laborales o Civiles)
Al respecto, cabe señalar que existen tres sistemas que las distintas legislaciones han
adoptado:
a) Protección general: Este sistema considera enfermedad profesional a cualquier afección que
sufra el trabajador, pero siempre que se acredite que su causa directa es profesional. Esto
significa que no existe una lista taxativa de enfermedades, y surgen los inconvenientes de la
indeterminación y la necesidad de prueba para su calificación, a pesar de su aparente amplitud
que podría ser una ventaja del sistema.
b) Lista taxativa o cerrada: Este sistema sólo considera como enfermedades profesionales las
afecciones incluidas en una lista confeccionada al efecto, generalmente establecidas en un
reglamento o ley especialmente establecida y con la enumeración de enfermedades.
c) Lista no taxativa o abierta: Este sistema considera como enfermedades profesionales las
incluidas en la lista, reguladas en un reglamento o ley al efecto, pero puede acreditarse el
carácter profesional de otras no consideradas en la nómina, siempre que pueda probarse que
su causa directa es profesional.
El sistema de lista no taxativa es el adoptado por la legislación chilena. El Reglamento
dictado por Decreto Supremo N° 109 de 1968, que según lo prescrito en la ley N° 16.744 debe
revisarse cada tres años, incluye la nómina de las enfermedades profesionales acogidas al
régimen de enfermedades profesionales. Además, el inciso 3° del artículo 7 de la Ley N°
16.744, faculta al afectado por una enfermedad para acreditar ante el organismo
administrador respectivo (por ejemplo Mutual de Seguridad) la naturaleza profesional de una
enfermedad que no estuviere contemplada en la lista.
En conclusión, para determinar si una enfermedad es o no profesional debemos establecer la
relación de causalidad que pueda tenderse entre la patología y la naturaleza de las labores
desempeñadas para el empleador en donde ésta se produjo y sus circunstancias particulares.
Quienes están Cubiertos por el Seguro de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales
1. El universo subjetivo, esto es a las personas que se aplica el régimen, comprende los sujetos
señalados en el artículo 2° de la Ley 16.744, siendo los siguientes sectores:
a) Todos los trabajadores por cuenta ajena, cualesquiera que sean las labores que ejecuten, sean
ellas manuales o intelectuales, o cualquiera que sea la naturaleza de la empresa, institución,
servicio o persona para quien trabajen; incluso los servidores domésticos y los aprendices;
c) Los estudiantes que deban ejecutar trabajos que signifiquen una fuente de ingreso para el
respectivo plantel, (este sector fue incorporado al seguro de la ley 16.744 por D.S. 102 de 1969)
e) Estarán protegidos también, todos los estudiantes por los accidentes que sufran a causa o con
ocasión de sus estudios o en la realización de su práctica profesional. Para estos efectos se
entenderá por estudiantes a los alumnos de cualquiera de los niveles o cursos de los
establecimientos educacionales reconocidos oficialmente de acuerdo a lo establecido en la ley Nº
18.962, Orgánica Constitucional de Enseñanza..
Procedimiento y recursos
Los organismos administradores deberán informar al Servicio Nacional de Salud los accidentes o
enfermedades que les hubieren sido denunciados y que hubieren ocasionado incapacidad para el
trabajo o la muerte de la víctima, en la forma y con la periodicidad que señale el reglamento.
Sin perjuicio de lo dispuesto precedentemente, en caso de accidentes del trabajo fatales y graves,
el empleador deberá informar inmediatamente a la Inspección del Trabajo y a la Secretaría
Regional Ministerial de Salud que corresponda, acerca de la ocurrencia de cualquiera de estos
hechos.
El empleador deberá suspender de forma inmediata las faenas afectadas y, de ser necesario,
permitir a los trabajadores la evacuación del lugar de trabajo. La reanudación de faenas sólo podrá
efectuarse cuando, previa fiscalización del organismo fiscalizador, se verifique que se han
subsanado las deficiencias constatadas.
Una vez efectuada la denuncia, el accidente o enfermedad es calificado como de origen laboral y
graduada su intensidad, por la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (COMPIN) que
funcione en el Servicio de Salud respectivo, salvo que se trate de un trabajador afecto a una
mutualidad, en cuyo caso tales funciones son cumplidas por ese organismo. De las resoluciones
que emita el COMPIN o la Mutual puede reclamarse ante la Comisión Médica de Reclamos de
Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales. Los demás reclamos en contra del COMPIN
o la mutual (es decir, los que no guardan relación con cuestiones de hecho de orden médico),
deben formularse directamente ante la Superintendencia de Seguridad Social, dentro de 90 días
hábiles.
El seguro social se administra, fundamentalmente, con las siguientes cotizaciones de cargo del
empleador:
b) Cotización adicional diferenciada, según la actividad y riesgo de la empresa, que tiene la misma
base de cálculo y cuya tasa oscila entre 0 % y 3,4%.
Los porcentajes de cotización adicional según la actividad de las empresas están fijados en D.S. 110
de 1968 del Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Esos porcentajes pueden recargarse hasta en
un 100% o rebajarse según la tasa de riesgo efectivo de cada empresa. Esta tasa de riesgo se
calcula según los grados de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales que cada
empresa registre.
En este sentido el D.S. 67 establece en su artículo 2º una serie de definiciones que es preciso
estudiar y el procedimiento para aplicar rebajas y recargos está descrito en el D.S. 67, de 1999,
que a continuación se señalan:
a) Siniestralidad Efectiva: Las incapacidades y muertes provocadas por accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales. Estas incapacidades y muertes deberán considerarse en la
evaluación de la entidad empleadora en que ocurrió el accidente o se contrajeron las
enfermedades, siempre que ello haya ocurrido dentro de los cinco años anteriores al 1º de julio
del año en que se efectúe el Proceso de Evaluación.
b) Entidad Empleadora: Las entidades empleadoras a que se refiere artículo 25 de la ley Nº16.744,
la cual señala que es “a toda empresa, institución, servicio o persona que proporcione trabajo: y
por "trabajador" a toda persona, empleado u obrero, que trabaje para alguna empresa,
institución, servicio o persona.”
d) Período de Evaluación: Los tres Períodos Anuales inmediatamente anteriores al 1º de julio del
año respectivo. Tratándose de entidades empleadoras que hubieran estado adheridas al seguro de
la Ley Nº16.744 por menos de tres años, se considerarán sólo dos períodos anuales.
e) Proceso de Evaluación: Proceso por el cual las secretarías regionales ministeriales de salud y las
Mutualidades de Empleadores determinan la magnitud de la siniestralidad efectiva de una entidad
empleadora en el Período de Evaluación.
f) Promedio Anual del Trabajadores: El que resulte de la suma del número de trabajadores, con
remuneración sujeta a cotización o con subsidio por incapacidad laboral, de cada uno de los meses
de un Período Anual, dividida por doce y expresado con dos decimales, elevando el segundo de
éstos al valor superior si el tercer decimal es igual o superior a cinco y despreciando el tercer
decimal si fuere inferior a cinco. Cualquiera que sea el número de contratos que un trabajador
suscriba en el mes con la misma entidad empleadora se le deberá considerar, para estos efectos,
como un solo trabajador.
1.- A cada incapacidad se le asignará según su grado de invalidez, el valor que le corresponda
según la siguiente tabla:
3.- La suma de los valores correspondientes a todas las incapacidades de cada Período Anual se
multiplicará por cien y se dividirá por el Promedio Anual de Trabajadores y se expresará con dos
decimales, elevando el segundo de éstos al valor superior si el tercer decimal es igual o superior a
cinco y despreciando el tercer decimal si fuere inferior a cinco. Este cuociente se denominará
Factor de Invalideces y Muertes.
Si durante el Período de Evaluación en una entidad empleadora hubieren ocurrido una o más
muertes por accidentes del trabajo, el respectivo Organismo Administrador deberá investigar las
causas de los siniestros y, si se formare la convicción de que éstos se han originado por falta de
prevención por parte del empleador, la tasa de Cotización Adicional resultante del Proceso de
Evaluación se elevará al porcentaje inmediatamente superior de la tabla precedente.
Procedimiento de Evaluación
Sin perjuicio de lo anterior, las entidades empleadoras que no puedan acceder a la rebaja o
exención de la cotización adicional por no haber dado cumplimiento a lo requerido a lo anterior y
que lo hagan con posterioridad pero antes del 1º de enero del año siguiente, tendrán derecho a
que la tasa de cotización adicional determinada en el Proceso de Evaluación se les aplique a contar
del 1º del tercer mes siguiente a aquel en que hayan acreditado el cumplimiento de todos los
requisitos y hasta el 31 de diciembre del año siguiente.
El seguro social de la ley 16.744 adopta el régimen financiero de reparto, debiendo, sin embargo,
formarse una reserva de eventualidades no inferior al 2% ni superior al 5% del ingreso anual,
según disposición del artículo 19 de la Ley N° 16.744. Además, la ley en su artículo 20° exige a las
mutualidades formar un fondo de reserva adicional para atender al pago de las pensiones y de sus
futuros reajustes que vayan otorgando.
Prevención de riesgos
La Ley 16.744 y demás normas aplicables establecen distintos instrumentos para hacer realidad
una política de prevención de riegos, entre ellos podemos enumerar a los siguientes:
Investigar las causas de los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, que se
produzcan en la empresa y de cualquiera otra afección que afecte en forma reiterada o general a
los trabajadores y sea presumible que tenga su origen en la utilización de productos fitosanitarios,
químicos o nocivos para la salud;
Indicar la adopción de todas las medidas de higiene y seguridad, que sirvan para la prevención
de los riesgos profesionales;
En este sentido, el Artículo 9° del Decreto Supremo N° 40 de 1969 aprueba Reglamento sobre
Prevención de Riesgos Profesionales establece que los expertos en prevención de riesgos se
clasificarán en la categoría de Profesionales o de Técnicos en conformidad con sus niveles de
formación.
B. Los ingenieros de ejecución con mención en prevención de riesgos, titulados en una Universidad
o Instituto Profesional reconocidos por el Estado.
La categoría técnico estará constituida por: Los técnicos en prevención de riesgos titulados en una
institución de Educación Superior reconocida por el Estado.
En las empresas cuya cotización adicional genérica sea de 0% ó 0,85%, los Departamentos de
Prevención de Riesgos podrán estar a cargo, indistintamente, de un experto de cualquiera de las
dos categorías si el número de trabajadores es inferior a 1000, y a cargo de un experto profesional
si dicho número es igual o superior a la mencionada cifra.
En aquella empresa cuya cotización adicional genérica de 1,7%, el Departamento de Prevención de
Riesgos podrá ser dirigido por un experto de cualquiera de las dos categorías si el número de
trabajadores es inferior a 500, y cargo de un experto profesional si dicho número es igual o
superior a dicha cifra.
La contratación del experto será a tiempo completo o parcial, lo que se definirá de acuerdo a los
límites establecidos y a la siguiente tabla que contempla el artículo 11 del Decreto N° 40:
Los Departamentos de Prevención de Riesgos de las empresas están obligados a llevar estadísticas
completas de accidentes y enfermedades profesionales, y computarán como mínimo la tasa
mensual de frecuencia y la tasa semestral de gravedad de los accidentes del trabajo. La ley
específica que se entenderá por tasa de frecuencia el número de lesionados por millón de horas
trabajadas por todo el personal en el período considerado; y por tasa de gravedad el número de
días de ausencia al trabajo de los lesionados por millón de horas trabajadas por todo el personal
en el período considerado.
Por otra parte, las empresas que no están obligadas a establecer un Departamento de Prevención
de Riesgos, deberán llevar la información básica para el cómputo de las tasas de frecuencia y de
gravedad. La información comprendida en este artículo y en el precedente deberá ser comunicada
al Servicio Nacional de Salud en la forma y oportunidad que éste señale.
Las empresas adheridas a una Mutualidad deberán comunicar mensualmente a ella las
informaciones señaladas en el inciso precedente, a fin de que la Mutualidad las comunique, a su
vez, al Servicio Nacional de Salud en la forma que éste señale.
5. Facultad de los servicios de salud y, en su caso, de las mutualidades para imponer a las
empresas medidas de prevención de riesgo, adquisición de equipos de seguridad, etc, pudiendo
sancionarlas con multas, recargos de la cotización adicional diferenciada, e incluso clausura en
caso de riesgo inminente.
Para establecer la incapacidad permanente del trabajador debe considerarse su incapacidad para
procurarse por medio de un trabajo proporcionado a sus actuales fuerzas , capacidad y formación ,
una remuneración equivalente al salario o renta que gana una persona sana en condiciones
análogas y en la misma localidad, esto según lo dispuesto en el artículo 59 de la Ley N° 16.744.
De esta forma la capacidad de ganancia se entiende como la capacidad para procurarse por medio
de un trabajo proporcionado a sus actuales fuerzas, capacidad y formación, una remuneración
equivalente al salario que gana una persona sana en condiciones análogas y en la misma localidad,
El D.S. 109 de 1968 clasifica y gradúa los porcentajes de pérdida de capacidad de ganancia
atribuibles a las diversas enfermedades profesionales y accidentes del trabajo, obligando al
facultativo que califica el grado o intensidad de la invalidez que pondere adicionalmente a los
factores objetivos, elementos tales como la edad, sexo y profesión habitual del afiliado. Además
dicha norma prescribe que las prestaciones económicas establecidas en la ley 16.744, tienen por
objeto reemplazar las rentas de actividad del accidentado o enfermo profesional. Por
consiguiente, existirá continuidad de ingresos entre remuneraciones y subsidio o pensión, o entre
subsidio y pensión.
Indemnización y pensiones
La Ley N° 16.744 establece que el asegurado que sufriere un accidente que, sin incapacitarlo para
el trabajo, le produjere una mutilación importante o una deformación notoria, será considerado
inválido parcial. En tal caso, tendrá derecho a la indemnización que es de hasta el equivalente a 15
veces la remuneración base de pensión una que será fijada, por el organismo administrador, de
acuerdo al grado de mutilación o deformación. La mutilación importante o deformación notoria, si
es en la cara, cabeza u órganos genitales dará derecho al máximo de la indemnización establecida
para ello. Las mutilaciones importantes o las deformaciones notorias dan derecho a indemnización
aunque no provoquen invalidez parcial. Esta indemnización será la máxima si el daño es en la cara,
cabeza o en los órganos genitales.
b) Invalidez total, si la pérdida de capacidad de ganancia es igual o superior al 70%. En este caso se
otorga a la víctima una pensión mensual equivalente al 70% de la remuneración base de pensión.
c) Gran invalidez, se produce cuando la víctima requiere de auxilio de otras personas para realizar
los actos elementales de su vida. En este caso se otorga un suplemento de pensión equivalente al
30 % de la remuneración base de pensión.
Todas las pensiones descritas - de invalidez parcial, de invalidez total y de gran invalidez -se
incrementan en 5% por cada hijo causante de asignación familiar en exceso sobre dos, sin que las
pensiones descritas puedan exceder, respectivamente, de 50%,100% y 140 % de la remuneración
base de pensión.
Los organismos administradores podrán suspender el pago de las pensiones a quienes se nieguen
a someterse a los exámenes, controles o prescripciones que les sean ordenados; o que rehúsen,
sin causa justificada, a someterse a los procesos necesarios para su rehabilitación física y
reeducación profesional que les sean indicados.
Finalmente, debe señalarse que una vez que el trabajador pensionado cumple con la edad para
pensionarse por vejez en su régimen ordinario de pensiones (AFP o INP) debe otorgársele la
pensión ordinaria en reemplazo de la pensión de la ley 16.744.
En caso de fallecimiento del trabajador por causa de accidente del trabajo o enfermedad
profesional o de un pensionado de la ley 16.744, determinados sobrevivientes adquieren derecho
a una pensión temporal o vitalicia, según sea el caso, que remplazará el ingreso que el respectivo
núcleo familiar deja de percibir debido al deceso del jefe de familia. Técnicamente se hace
referencia a este tipo de prestaciones como las Prestaciones por supervivencia, de esta manera,
tienen derecho a pensión de sobrevivientes:
- La viuda menor de 45 años de edad, por el período de un año, el que se prorrogará por todo el
tiempo durante el cual mantenga a su cuidado hijos legítimos que le causen asignación familiar. Si
al término del plazo o de su prórroga hubiere cumplido los 45 años de edad, la pensión se
transformará en vitalicia. Cesará su derecho si contrajere nuevas nupcias. Sin embargo, la viuda
que disfrutare de pensión vitalicia y contrajere matrimonio tendrá derecho a que se le pague, de
una sola vez, el equivalente a dos años de suspensión.
- El viudo inválido que haya vivido a expensas de la cónyuge afiliada, tendrá derecho a pensión en
idénticas condiciones que la viuda inválida.
b) La conviviente, definida como la madre de los hijos naturales (no matrimoniales) del
causante, soltera o viuda, que hubiere estado viviendo a expensas de éste hasta el momento de su
muerte, tendrá también derecho a una pensión equivalente al 30% de la pensión básica que habría
correspondido a la víctima si se hubiere invalidado totalmente o de la pensión básica que perciba
en el momento de la muerte, sin perjuicio de las pensiones que correspondan a los demás
derecho-habientes. Para tener derecho a esta pensión el causante debió haber reconocido a sus
hijos con anterioridad a la fecha del accidente o del diagnóstico de la enfermedad. Cesará el
derecho si la madre de los hijos naturales del causante que disfrute de pensión vitalicia, contrajere
nuevas nupcias, en cuyo caso tendrá derecho también a que se le pague de una sola vez, el
equivalente a dos años de su pensión.
c) Hijos del causante inválidos de cualquiera edad, menores de 18 años y mayores de esa edad y
menores de 24 que sigan estudios regulares de enseñanza media, técnica, profesional o
superior. Por cada hijo, la pensión es de un 20 % de la pensión básica que habría correspondido a
la víctima si se hubiere invalidado totalmente o de la pensión básica que percibía en el momento
de la muerte.
d) A falta de los anteriores, la ley otorga una pensión igual a la de los hijos a los ascendientes y
demás descendientes del causante que eran, a su turno, causantes de asignación familiar en su
favor. La ley además señala que estos descendientes tendrán derecho a la pensión mencionada en
el inciso anterior hasta el último día del año en que cumplieran 18 años de edad.
e) Si los descendientes del afiliado fallecido carecieren de padre y madre, tendrán derecho a la
pensión a que se refieren los artículos anteriores aumentada en un 50%. En estos casos, las
pensiones podrán ser entregadas a las personas o instituciones que los tengan a su cargo.
La ley obliga al trabajador a someterse exámenes periódicos de salud y a cumplir las indicaciones
necesarias para su rehabilitación o reeducación, bajo sanción de suspensión de la prestación.
El empleador está obligado a autorizar al trabajador para que concurra a tales exámenes o
controles, considerándose el tiempo destinado a esos fines como trabajado.
Por otra parte, en caso de enfermedades profesionales la víctima debe ser trasladada por la
empresa desde la actividad causante de la enfermedad hacia otra que no suponga riesgo.
Finalmente, los trabajadores en goce de licencia por incapacidad laboral no pueden ser
despedidos por la causal de necesidades de la empresa. (Código del Trabajo, art.161 inciso final).
Prestaciones
-Prestaciones médicas: El afiliado accidentado o enfermo por causas profesionales tiene derecho a
atención médica integral la cual es totalmente gratuita, hasta que se obtenga su recuperación
completa de la alteración de la salud respectiva, así como de las secuelas de la enfermedad o
accidente de que se trate.
los gastos de traslado y todo otro que fuere necesario para el otorgamiento de las prestaciones
descritas.
El seguro social de la Ley N° 16.744 contempla prestaciones económicas respecto de las siguientes
contingencias:
1.- Decreto Supremo N° 102, de 1969, incorpora al seguro a las personas indicadas en la letra b) y
c);
2.- Decreto Supremo N° 488, de 1976, incorpora al seguro a los campesinos asignatarios de tierras.
4.- Decreto Supremo N° 313, de 1972, incorpora a este seguro a los escolares (seguro escolar).
5.- Decreto Supremo N° 101, de 1968, aprueba el Reglamento para la aplicación de la ley N°
16.744.
6.- Decreto Supremo N° 109, de 1968, aprueba el Reglamento para la Calificación y Evaluación de
los Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales.
7.- Decreto Supremo N° 84, de 1969, aprobó el Reglamento para el Departamento de Accidentes
del Trabajo y Enfermedades Profesionales del Servicio de Seguro Social.
8.- Decreto N° 110, de 1968, que fija la escala para la determinación de la cotización adicional
diferenciada.
9.- Decreto N° 168, de 1995, que establece el Reglamento de constitución y funcionamiento de los
comités Paritarios de Higiene y Seguridad en las Entidades Empleadoras.
10.- Decreto Supremo N° 67, de 1999, sobre exenciones rebajas y recargos de la cotización
adicional diferenciada.
11.- Decreto Supremo N° 40, de 1998, contiene el Reglamento sobre prevención de riesgos
Profesionales.
Las empresas, a fin de mejorar sus utilidades, y disminuir sus costos han buscado nuevas formas
de contratación. De esta forma han externalizado ciertas labores específicas, surgiendo así por
ejemplo el teletrabajo, los trabajos temporales, y lo que nos aboca en esta unidad: la
subcontratación y el suministro de trabajadores. Hay trabajadores en la actualidad que prestan sus
servicios a empresas que no son sus empleadores directos, surgiendo de esta manera la
subcontratación, en la cual existe una empresa contratista la cual realiza una obra determinada en
favor de una empresa llamada principal, cuya ejecución, precio, plazo y modalidad están
establecidos en un contrato civil o comercial, y que en definitiva, es la empresa contratista la que
debe aportar todos los recursos humanos y materiales para realizar la obra encomendada.
De esta manera la Ley 20.123, viene a establecer un marco jurídico que regulariza estas
situaciones, ya que antes era una figura que se encontraba al margen de la ley y en condiciones de
informalidad y que pese a las fiscalizaciones que realizaban los organismo pertinentes, existía un
vacío legal dándose la posibilidad de que se cometieran abusos en contra de los trabajadores.
De esta forma, la trilateralidad laboral puede asumir dos modalidades que nos importan, la
subcontratación laboral y el suministro de trabajadores, figuras que durante mucho tiempo dieron
lugar a confusión entre ambos conceptos.
La subcontratación laboral, se refiere a la situación de una empresa que es dueña de una obra o
faena, y ésta contrata a otra empresa, pero mediante un contrato civil o comercial, para que
ejecute por su cuenta y riesgo, y con sus trabajadores, un determinado trabajo o servicio, teniendo
está última la facultad a su vez de contratar a otra empresa diferente y ajena, denominada
subcontratista, para que ejecute el trabajo o servicio pactado.
En cambio, el suministro de trabajadores consiste en que una empresa, cuyo giro es precisamente
el suministro de trabajadores, pone a disposición de otra empresa distinta, por el pago de un
precio determinado y en forma transitoria, los servicios laborales de sus empleados, reteniendo
para sí la calidad de empleador.
Al respecto y siguiendo a los profesores Lizama y Ugarte, advertimos las siguientes diferencias
entre ambas instituciones:
c) La subcontratación laboral puede importar tanto una relación triangular de trabajo (empresa
principal – empresa contratista - trabajadores) como cuadricular de trabajo (empresa
subcontratista), en el suministro de trabajadores la relación sólo puede dar lugar a una forma
triangular de relación laboral (empresa suministradora – empresa usuaria - trabajadores).
El artículo 183-A del Código del Trabajo define lo que debe entenderse como trabajo de
subcontratación en los siguientes términos:
Una empresa (principal), dueña de una obra o faena, contrata a otra empresa (contratista)
mediante una convención civil o comercial, para que ejecute a su cuenta y riesgo, con sus propios
trabajadores, un determinado trabajo o servicio, pudiendo esta última, a su turno, contratar a otra
empresa (subcontratista) para que lleve a cabo el trabajo o servicio requerido.
e) La empresa principal que encarga la construcción de edificación por un precio único prefijado
no debe ser una persona natural.
f) La persona natural contratada laboralmente debe ser independiente o debe estar subordinada a
la contratista o subcontratista, según sea el caso.
Para comprender mejor cómo se van estableciendo las responsabilidades derivadas del régimen
en trabajo de subcontratación tanto para la empresa principal como la empresa contratista,
debemos ir aclarando cuándo y cómo van surgiendo las obligaciones y a continuación, haremos
referencia a lo que establece la ley en esta materia.
En materia laboral, los estudiosos del derecho han entendido de distintas maneras el concepto de
responsabilidad subsidiaria del dueño de la obra, empresa o faena. Así para algunos autores, esta
responsabilidad “obedece a un concepto de tutela normativa que en virtud de la ley persigue el
cumplimiento del derecho a través del tercero que se beneficia del aporte del trabajador, cuando
el empleador directo no ha cumplido con las obligaciones laborales y previsionales”39. Otros en
cambio señalan que se trata de una responsabilidad civil objetiva de quien contrata o subcontrata,
o bien, una suerte de culpa in contraendo, toda vez que compete al dueño de la obra, o al
contratista, según sea el caso, adoptar los necesarios resguardos previos a fin de informarse bien
sobre la calidad de la persona con quien contrata, su forma de cumplir las obligaciones, y además
puede convenir la adopción de medidas fiscalizadoras y control sobre la forma cómo el contratista
o subcontratista está dando cumplimiento a sus obligaciones laborales y previsionales.
Las obligaciones de dar, con contenido laboral y previsional, que tiene el empleador con sus
trabajadores son los siguientes41:
b) Retener de las remuneraciones que debe pagar a los trabajadores las cotizaciones previsionales
y declararlas y enterarlas en los órganos previsionales pertinentes, y
c) Cuando concurran los supuestos establecidos en la ley, deberá pagar las indemnizaciones por
término de contrato de trabajo a que haya a lugar.
Conforme a lo que establece el Código del Trabajo y su Reglamento, las obligaciones de dar de
carácter laboral y previsional, quedan circunscritas al pago de:
a) Remuneraciones
b) Asignaciones en dinero
c) Cotizaciones previsionales
1.Política de seguridad y salud en el trabajo: Esta política establecerá las directrices que orientarán
todos los programas y las acciones en materias de seguridad y salud laboral en la obra, faena o
servicios, debiendo explicitar, a lo menos: el compromiso de protección de todos los trabajadores
de la obra, faena o servicios; el cumplimiento de la normativa aplicable en la materia; la
participación de los trabajadores, así como el mejoramiento continuo de las condiciones y medio
ambiente de trabajo. Dicha Política, además, deberá ser puesta en conocimiento de todos los
trabajadores.
5. Acción en Pro de Mejoras o correctivas: Se debe contar con los mecanismos para la adopción de
medidas preventivas y correctivas en función de los resultados obtenidos en la evaluación definida
previamente, de manera de introducir las mejoras que requiera el Sistema de Gestión de la SST.
d) Informe de las evaluaciones de los riesgos que podrían afectar a los trabajadores en la
obra, faena o servicios;
5. Los mecanismos para verificar el cumplimiento, por parte de la empresa principal, de las
disposiciones del Reglamento Especial, tales como: auditorías periódicas, inspecciones
planeadas, informes del Comité Paritario, del Departamento de Prevención de Riesgos o
del Organismo Administrador de la Ley N°16.744; y
La empresa principal deberá adoptar las medidas necesarias para la constitución y funcionamiento
de un Comité Paritario de Faena, cuando el total de trabajadores que prestan servicios en la obra,
faena o servicios propios de su giro, cualquiera sea su dependencia, sean más de 25,
entendiéndose que los hay cuando dicho número se mantenga por más de treinta días corridos.
La constitución y funcionamiento del Comité Paritario de Faena se regirá por lo dispuesto por el
D.S. N° 54, de 1969, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social en todo aquello que no esté
regulado por el Reglamento contenido en el Decreto Supremo 76 de 2006 y que no fuere
incompatible con sus disposiciones.
c) Realizar las investigaciones de los accidentes del trabajo que ocurran, cuando la
empresa a que pertenece el trabajador accidentado no cuente con Comité Paritario en esa
faena, debiendo actuar con la asesoría del Departamento de Prevención de Riesgos de
Faena o del Departamento de Prevención de Riesgos Profesionales de dicha empresa.
El Comité Paritario de Faena estará constituido por 6 miembros integrado por tres representantes
de los trabajadores y tres de los empleadores. El Reglamento contenido en el Decreto Supremo
76, establece que la empresa principal deberá integrar en todos los casos el Comité Paritario de
Faena con, al menos, un representante que designe al efecto y uno de sus trabajadores.
5. Prestar asesoría a los Comités en la investigación de los accidentes del trabajo que
ocurran en la obra, faena o servicios, manteniendo un registro de los resultados de las
investigaciones y del control de cumplimiento de las medidas correctivas prescritas;
-La empresa principal tiene derecho a ser informada por los contratistas sobre el monto y estado
de cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales que a éstos correspondan respecto
de sus trabajadores.
-Si la empresa principal hace efectivo el derecho a ser informada y el derecho de retención, su
responsabilidad será solo subsidiaria.
-La empresa principal debe adoptar las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y
salud de todos los trabajadores que laboran en su empresa, cualquiera sea su dependencia.
Organismos Fiscalizadores
Con el fin de garantizar una eficiente fiscalización del cumplimiento de las normas que regulan el
sistema propuesto en el proyecto de ley que fue aprobado, la fiscalización de las obligaciones que
de esta normativa emanan en el o los lugares de la prestación de los servicios, como en la empresa
de servicios transitorios, le corresponde a la Dirección del Trabajo.
Entre facultades otorgadas, se entiende incorporada la de fiscalizar los supuestos que habilitan la
celebración de un contrato trabajo de servicios transitorios; la identificación de las partes de la
relación laboral y de la usuaria; y las conductas fraudulentas en las que incurrieren. No obstante,
las cuestiones suscitadas entre las partes de un contrato de trabajo de servicios transitorios, o
entre los trabajadores y la o las usuarias de sus servicios, el proyecto establece que serán de
competencia de los Juzgados de Letras del Trabajo.
El órgano fiscalizador técnico más importante en esta materia, es la Inspección del Trabajo.
Dentro de las funciones que debe cumplir la Inspección del Trabajo, según lo dispone el el Decreto
con Fuerza de Ley N º 2, de 1967, Ley Orgánica de la Dirección del Trabajo, en su artículo 1º, letra
a), es la de fiscalizar la aplicación de la legislación laboral.
Por su parte, el artículo 24 del mismo Decreto, estipula que: “En el ejercicio de sus funciones
fiscalizadoras los inspectores podrán visitar los lugares de trabajo a cualquiera hora del día o de la
noche. Los patrones o empleadores tendrán la obligación de dar todas las facilidades para que
aquéllos puedan cumplir sus funciones; permitirles el acceso a todas las dependencias o sitios de
faenas; facilitarles las conversaciones privadas que deseen mantener con los trabajadores y tratar
personalmente con los inspectores los problemas que deban solucionar en sus cometidos. Estarán
obligados, además, a facilitar sus libros de contabilidad si los inspectores así lo exigieran, para los
efectos de la fiscalización del cumplimiento de las leyes y reglamentos laborales y sociales.”
A su vez, el artículo 31 del mismo cuerpo legal, establece: “Los funcionarios del trabajo podrán
requerir de los empleadores, patrones o de sus representantes y de sus organizaciones, toda la
documentación necesaria para efectuar las labores de fiscalización que les corresponda y todos los
datos pertinentes para realizar las encuestas que patrocina la Dirección del Trabajo, incluso la
exhibición de sus registros contables para su examen. Toda aquella documentación que derive de
las relaciones de trabajo deberá mantenerse en los establecimientos y faenas en que se
desarrollan labores y funciones.”
De esta forma, del análisis de las disposiciones legales transcritas precedentemente, la Directora
del Trabajo señala que es posible inferir que los fiscalizadores de la Dirección del Trabajo se
encuentran expresamente facultados por la ley para requerir de los empleadores o sus
representantes toda la documentación necesaria para efectuar las labores de fiscalización o
encuestas patrocinadas por el Servicio, incluida la exhibición de los registros contables para su
examen.
Asimismo, del tenor de las normas legales transcritas se colige claramente que la facultad de
fiscalización no requiere para su ejercicio que exista infracción a la legislación laboral ni denuncia
al respecto, sin perjuicio de que del análisis de los antecedentes que se exijan se infiera que existe
alguna situación que sea factible de ser observada y eventualmente sancionada.
A la vez, la amplitud de las facultades de que están investidos los fiscalizadores de este Servicio,
permite afirmar que pueden requerir de los empleadores no tan solo la documentación
propiamente laboral o previsional, sino toda aquella que sea necesaria para desarrollar
adecuadamente sus funciones, clarificar la investigación que se esté realizando y que permita, a la
vez, fundamentar las conclusiones que de ella deriven.
a) El Decreto 67, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, publicado el 18 de Enero de 2007,
establece normas especiales sobre fiscalización, que dicen relación con la aplicación del artículo 66
bis de la Ley N° 16.744 sobre Seguro de Accidentes Laborales y Enfermedades Profesionales, sobre
materias relativas a la seguridad y salud en el trabajo, para aquellas empresas que contraten o
subcontraten con otras la realización de una obra, faena o servicios propios de su giro, así como
para sus empresas contratistas y subcontratistas, con la finalidad de proteger la vida y salud de
todos los trabajadores que laboren en dichos lugares, cualquiera sea su dependencia.
a) Cronograma de las actividades o trabajos a ejecutar, indicando el nombre o razón social de la(s)
empresa(s) que participará(n) en su ejecución;
b) Copia de los contratos que mantiene con las empresas contratistas y de éstas con las
subcontratistas, así como los que mantenga con empresas de servicios transitorios;
c) De las empresas contratistas, subcontratistas y de servicios transitorios:
c.1) R.U.T y Nombre o Razón Social de la empresa; Organismo Administrador de la Ley N° 16.744;
nombre del encargado de los trabajos o tareas, cuando corresponda; número de trabajadores, y
fecha estimada de inicio y de término de cada uno de los trabajos o tareas específicas que
ejecutará la empresa;
c.2) Historial de los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales de la faena. La empresa
principal podrá solicitar información de la siniestralidad laboral a las empresas contratistas o
subcontratistas;
d) Informe de las evaluaciones de los riesgos que podrían afectar a los trabajadores en la obra,
faena o servicios;
Respecto de las Empresas Servicios Transitorios, los inspectores van a velar porque las formas de
contratación de suministro de trabajadores no sean de los casos respecto a la cual está prohibida y
que ya fueron expuestas anteriormente y aplicarán la sanción correspondiente en caso de
irregularidades.
CONCLUSIONES
El alcance de la expresión "contratas y subcontratas de obras, faenas o servicios propios del giro
de la empresa principal" debe determinarse acudiendo a las reglas de interpretación de la ley
establecidas en los artículos 19 al 24 del Código Civil, que son de general aplicación. Y aun, de
sostenerse que corresponde aplicar la definición contenida en el artículo 4 del Decreto Supremo
76, el énfasis debe colocarse en que la ejecución de las obras, faenas o servicios que la empresa
principal contrate y subcontrate a otros "se realicen bajo su responsabilidad': que es precisamente
el criterio adoptado por la Superintendencia de Seguridad Social cuando se ha pronunciado sobre
el alcance de dicho artículo 4°, no extendiendo la estructura preventiva del artículo 66 bis a toda
contrata y subcontrata, sino solo a aquellas que puede controlar y dirigir bajo su responsabilidad.
Criterio que se ajusta más a la posición del ciclo productivo que a la postura de las actividades
indispensables. No se puede aplicar injustificadamente el requisito analizado. Extender la
aplicación del concepto "obras, faenas o servicios propios de su giro': a actividades absolutamente
ajenas al giro de la empresa principal y ejecutadas bajo responsabilidad de contratistas
especializados, llevaría al absurdo de suponer que en todo trabajo o faena que se encargue a
terceros haría surgir las obligaciones preventivas previstas por el artículo 66 bis de la Ley No
16.744 para la empresa principal, pues de una forma u otra, sea directa o indirectamente, todo
trabajo iría en beneficio de aquella, mal se puede exigir a la empresa principal que cumpla las
obligaciones de vigilancia y coordinación en la prevención de riesgos laborales a que se hallan
expuestos los trabajadores contratistas y subcontratistas que se desempeñan en faenas que no
son de su giro, que no las controlan ni supervisan y que se desarrollan de manera temporal en sus
instalaciones, lo que ocurriría con la interpretación extensiva de la exigencia señalada.
Corresponderá, en definitiva, a los órganos del Estados competente, estos es, a los Tribunales de
Justicia, a la Superintendencia de Seguridad Social, a la Inspección del Trabajo y a los Servicios de
Salud (SEREMI), dentro de su ámbito de competencia, determinar el ámbito de aplicación del
requisito que las contratas y subcontratas sean propias del giro de la empresa principal como su
correcto sentido, para establecer si la empresa principal debe cumplir con las obligaciones
preventivas que establece el ordenamiento jurídico nacional respecto de los trabajadores
contratistas y subcontratistas como también la responsabilidad que le corresponde de ser sujeto
deudor de la labor preventiva, en caso de incumplimiento de las obligaciones de que es sujeto
pasivo.