Vous êtes sur la page 1sur 6

CONDUCTOS EN ¨C¨, UN ENIGMA EN ENDODONCIA

INTRODUCCIÓN.

El principal objetivo de la terapia endodóntica es promover la limpieza y conformación del


conducto radicular, por medio de la preparación tanto química como mecánica, para
posteriormente realizar la completa obturación del mismo. Algunos tratamientos fracasan
aunque se sigan estos parámetros básicos. La principal causa de fracaso endodóntico es la
filtración de fluidos perirradiculares hacia el conducto incompletamente obturado. Esto se
debe a la presencia de conductos accesorios que no han sido tratados o que pasan
inadvertidos, o por la presencia de algunas complejidades anatómicas como los conductos en
forma de C. Estos conductos tienen una amplia variación de anastomosis, redes y
comunicaciones irregulares, que pueden interferir en la completa obturación del conducto
radicular. Por este motivo el endodoncista debe tener buen conocimiento acerca de la
anatomía radicular para tener éxito en la terapia endodóntica. (1) El propósito de este
artículo es hacer una revisión bibliografica sobre los conductos en forma de ¨C¨ en molares
que presentan el más alto índice de fracaso, para conocer sus características, clasificación,
diagnóstico y plan de tratamiento.

1. DEFINICIÓN

Los conductos en forma de ¨C¨ son una anomalía radicular que se presenta en molares
mandibulares, con un 35% de aparición. (2) Estos molares se parecen al molar normal
cuando se examinan en la radiografía preoperatoria. Sin embargo, cuando se realiza la
preparación de la cavidad de acceso y se examina desde la superficie oclusal no se pueden
diferenciar cada uno de los orificios de los conductos, sino que se observa una depresión con
forma de ¨C¨ en el piso de la cámara. Si se introduce una lima en el conducto mesial y otra
en el distal, la radiografía muestra que ambas limas están en el mismo conducto. Esta
configuración en ¨C¨ indica la existencia de una hendidura continua entre todos los
conductos, con una curvatura desde el plano mesolingual hasta el vestibular, y alrededor del
plano vestibular en sentido distolingual.(3)

2. INCIDENCIA

Los conductos en forma de ¨C¨ aparecen sobre todo en los segundos molares inferiores,
aunque también se han reportado casos en primeros molares inferiores, premolares o
molares superiores. (4)
Los conductos en forma de ¨C¨ que aparecen con mayor frecuencia en los molares
mandibulares tienen conductos mesocentrales o múltiples conductos en la raíz mesial. Se
han reportado en la literatura una incidencia del 2 al 8 %. Los conductos pueden ser
independientes, fusionados, con un foramen propio o unido al conducto principal. Un estudio
mostró cuatro conductos mesiales en un 3.3%, con un foramen presente en un 30%, dos
forámenes en un 60% y 3 forámenes en un 6.7%. (5)

Un reporte de caso de un paciente con tratamientos de conductos en el segundo molar


mandibular con dolor persistente, sensibilidad a la percusión y a la palpación y sin movilidad
aparente. Radiográficamente se observaban lesiones periapicales que persistían después de
dos años de realizado el tratamiento endodóntico. Al realizar una exploración minuciosa
entre los conductos se encontró un conducto meso-central equidistante entre el conducto
mesolingual y el mesovestibular. El conducto mesolingual y el central se encontraba
separados pero terminaban en el mismo forámen. (5)

Para tener éxito en el tratamiento de molares mandibulares, es importante buscar siempre la


presencia de conductos accesorios. El buen conocimiento de la morfología radicular, el crear
un buen acceso a la cámara pulpar, trabajar con excelente visibilidad y con suficiente tiempo
durante la cita odontológica, puede ayudar al éxito de la terapia endodóntica. (5)

3. MORFOLOGÍA RADICULAR DE MOLARES INFERIORES CON CONDUCTOS EN


FORMA DE ¨C¨
Los molares mandibulares son los dientes posiblemente más tratados de los dientes
posteriores.(6) Se ha estudiado que la morfología de los dientes cambian con el transcurso
de los años. Con la edad, el depósito de dentina secundaria resulta en la formación de
estructuras que seguramente dan origen a la diferenciación del sistema de conductos
radiculares resultando en el desarrollo de canales separados o transversalmente unidos. La
diferenciación de un conducto simple en un conducto complejo ocurre comúnmente en raíces
que son comprimidas o que presenten surcos externos de desarrollo. Otra configuración
radicular en molares con conductos en forma de ¨C¨ se pueden representar por fusión
vestibular o lingual de la raíz en las zonas mesial o distal. (7)

IMAGEN DE UN MOLAR CON PROYECCIÓN


CONDUCTOS EN FORMA DE ¨C¨ INTERNA DE UN
CONDUCTO EN
FORMA DE ¨C¨

Tomada: Cohen S. and Burns R. Pathway of the pulp. 2001. (8)

4. CLASIFICACIÓN

Existen tres criterios de evaluación para describir la morfología de los segundos molares
como son:
I Categoría: conductos en C Completa. Conductos completos sin ninguna separación. (4)( 9)

Figura 1 Figura 9

Cortesía: Dr. Javier Caviedes. Elizabeth Pulido A.

II Categoría: conductos en semicolon o Punto y Coma. Conductos en forma de C en los


cuales existe dentina separando el conducto D del V o L. (4)(9)
Figura 9
Figura 1

Cortesía: Dr. Javier Caviedes. Elizabeth Pulido A.

III Categoría : 2 o mas conductos separados o Intraconductos. (4)(9)

Figura 1
Figura 9

Cortesía: Dr. Javier Caviedes.

5. METODOS DE ESTUDIO

Los estudios para determinar las característica anatómicas de las formas de ¨C¨ en los
conductos mandibulares varían desde métodos de clarificación o decoloración inyectados con
tintes in Vitro, toma de radiografías en diferentes angulaciones (vestíbulolingual o
mesodistal), visualización macro y microscópica, hasta el uso mas reciente de resonancia
magnética, que reproduce tridimensionalmente en computador el sistema de conductos sin
destruir la anatomía interna. Todo con el fin de entender la anatomía impredecible del
conducto en forma de ¨C¨. (6)

MÉTODO DE CLARIFICACIÓN PARA EL ESTUDIO DE LA ANATOMIA RADICULAR


TOMADA: STOCK, C., GULABIVALA, K. Color Atlas and text of Endodontics.
2 editions. Mosby Wolfe. 1995. (9)

6. DIAGNOSTICO

El diagnóstico acertado de los conductos en forma de ¨C¨ se debe realizar tanto clínica como
radiográficamente. Clínicamente se debe evaluar la anatomía del piso cameral, la presencia
de sangrado e incluso la sintomatología por parte del paciente al encontrar orificios
radiculares separados. (10)

Radiográficamente la detección de la fusión radicular es muy compleja. Para reconocer un


canal en forma de ¨C¨, los instrumentos deben estar centrados ya que aparentemente se
presentan en la furca, confundiéndolo con una perforación de esta estructura. (10)

En un estudio realizado para verificar la eficacia de la radiografía periapical en el diagnóstico


de los conductos en forma de ¨C¨, concluyeron que es mínimo el porcentaje de
reconocimiento de estos conductos. Es acertado decir que el diagnóstico de un conducto en
forma de ¨C¨ no se puede realizar solamente con una radiografía. Este debe realizarse con la
interpretación simultánea de la radiografía preoperatoria, la longitud de trabajo y
clínicamente con el reconocimiento del piso de la cámara pulpar. (11)

La anatomía cameral de un conducto en forma de ¨C¨ corresponde a la morfología radicular


del mismo.

Tomada: Jhonson W. Color Atlas of Tomada: Kim Syngcuk. Color


Endodontic, 1 Ed. 2002. (12) Atlas of microsurgery in
endodontics. Ed. Harcourt
Health Sciences Company.
2001. (13)

Imagen radiográfica de un conducto en forma de C

Figura 1

Cortesía: Dr. Javier Caviedes. Elizabeth Pulido A.

7. PRONOSTICO

Para el pronóstico de los conductos en forma de ¨C¨ es importante tener en cuenta que se
deben cumplir el principio fundamental de la endodoncia que es lograr un selle adecuado de
los conductos radiculares. Para cumplir con este objetivo se debe realizar una correcta
preparación biomecánica que conlleva a una adecuada obturación. En este caso será de mal
pronóstico por las variaciones anatómicas que impiden la limpieza total del conducto. Sin
embargo, un conocimiento previo de esta anomalía, un adecuado aislamiento del campo
operatorio, una buena instrumentación y abundante irrigación, con una longitud de trabajo
que respete los tejidos periapicales y una restauración definitiva adecuada pueden ser
factores de éxito en el tratamiento de estos molares.(15)

8. TRATAMIENTO

Una vez reconconocidos los conductos en forma de ¨C¨, es todo un desafío la


instrumentación y obturación de estos conductos por su morfología aberrante. Estos
conductos cambian su configuración a lo largo de la longitud radicular, pueden ser continuos
o únicamente presentar esta forma en el tercio apical, haciendo la preparación aún más
difícil. Es importante evitar la sobreinstrumentación de estos conductos ya que existe una
mínima cantidad de dentina entre la superficie externa de la raíz y el sistema del conducto
en estos dientes. (4) (17)

Una alternativa para la limpieza de estos conductos en forma de ¨C¨ es una técnica con
Ultrasonido. Estudios demuestran que el ultrasonido incrementa la remoción del tejido
necrótico en las áreas inaccesibles del sistema de conductos. (16) Por otro lado, algunos
estudios demostraron que no existe diferencia entre el ultrasonido y una adecuada técnica
step-back manual. Sin embargo el uso de abundante irrigación con NaOCL al 5.25% es
necesaria par remover al máximo el tejido necrótico y detener el sangrado contribuyendo así
a la total limpieza de los conductos en forma de ¨C¨. (5)

La obturación de estos conductos en forma de ¨C¨, revelan una falta de condensación


adecuada, a pesar de la penetración en profundidad de los espaciadores y del gran número
de conos accesorio. Esto se debe a que ninguno de los conductos es realmente ancho y el
material de obturación ocupa una gran cantidad de espacios. Para la condensación lateral en
frío la utilización de espaciadores de níquel-titanio podrían adecuar la compactación a la
forma irregular del conducto. Sin embargo, la mejor alternativa es la obturación con técnicas
de gutapercha termoplastificada que puede copiar la anatomía intraconducto. (7)(17)

9. REHABILITACION
La restauración de estos molares mandibulares puede verse comprometida ya que el grosor
de dentina entre la superficie externa de la raíz y la interna del sistema de conductos es muy
delgado. En estudios histológicos se observo menos de 1 mm de dentina separando el
conducto de la superficie externa de la raíz. Por tal motivo se debe utilizar siempre
reconstructor de muñones que debilitarán en menor porcentaje la estructura dental. En
última instancia si es necesario utilizar un poste para la restauración final, se recomiendan
los postes prefabricados para evitar el riesgo de perforaciones (4)

Vous aimerez peut-être aussi