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AGUSTINIANOS
Volumen IV
Subsidio litúrgico
Portada:
La Virgen y el niño con dos ángeles, Ambrosio da Fossano, “Borgonone”,
óleo sobre lienzo (hacia 1485), Museo Poldi Pezzoli, Milán.
Ilustraciones:
Steve Erspamer
Rafa Nieto
Luis Peña
Índice
Sagradas Escrituras
Iglesia y de los más necesitados.
Las diversas conversiones que fue
realizando a lo largo de su vida es-
tuvieron inspiradas en el alimento
de la Palabra de Dios. Consciente
de la importancia que tenían en su
peregrinación, dice en el libro de
sus Confesiones: “Que tus Escritu-
ras constituyan para mí un encan-
to..., mira que tu voz es mi alegría”
(conf. 11.2.3).
Las actitudes indispensables
para recibir vida abundante de la
Las Sagradas Escrituras son el Palabra de Dios son tres: escuchar-
libro de oro de los cristianos. Se la de manera consciente, acoger-
centran en Jesucristo, Palabra de la en el corazón y permitirle que
Dios, y contienen las palabras que transforme nuestra vida.
Dios pronuncia para entrar en diá-
Escuchar la Palabra. Se trata de
logo con nosotros y ofrecernos
que la persona reciba la Palabra
vida y sabiduría en nuestra pere-
dándose cuenta de ese mensaje.
grinación. Son, pues, un extraordi-
Se refiere a una lectura o escucha
nario regalo de Dios que si acoge-
atenta, concentrada y fascinada.
mos con la actitud adecuada nos
Distinguimos entre oír y escuchar
producen vida abundante.
para indicar que el que simple-
Las Sagradas Escrituras fueron mente oye, deja escapar el men-
para san Agustín brújula y ali- saje recibido, no es consciente de
mento de vida. Las estudió, oró él y no puede entrar en diálogo.
con ellas y fueron la fuerza para En cambio, quien escucha está
su servicio generoso a favor de la atento al mensaje y puede entrar
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en diálogo. Dice san Agustín que no deja a quien la acoge en la in-
“cuando lees las Escrituras Dios te diferencia.
habla; cuando rezas, tú hablas a Transformar la vida. La Palabra
Dios” (en. Ps. 85.7). Aunque el tex- de Dios tiene como finalidad ali-
to agustiniano se refiere solo a la mentarnos para darnos vida y para
“lectura” de la Palabra, también se que nosotros también demos vida
puede entender como “escucha” a otros. Dice el apóstol Santiago el
de la palabra. menor: “Poned por obra la palabra
Rumiar la Palabra en el corazón. y no os contentéis sólo con oírla,
Una vez que soy consciente de las engañándoos a vosotros mismos.
palabras que Dios me dirige, por- Porque si alguno se contenta con oír
que las leí o las escuché, las rumio la palabra sin ponerla por obra, ese
en el corazón, permito que me se parece al que contemplaba sus
afecten y le respondo a Dios con rasgos fisonómicos en un espejo”
mis palabras. Esto es la oración, (St 1,22-23). Por eso, si la Palabra
orar delante de Dios, orar ante la afecta a la persona en su interior,
Vida desde nuestra vida concreta, la mueve a acciones concretas de
con nuestros sentimientos, actitu- caridad, a dar vida a las personas
des, esperanzas… Cada frase de necesitadas.
las Escrituras es como una flecha El pobre de Yahvé, el que se fía
que, si da en el objetivo, si es re- plenamente de Dios, acoge su Pa-
cibida adecuadamente, inflama el labra con gran apertura y confian-
corazón, lo hace reaccionar. Dice za, dispuesto a hacer lo que Dios
san Agustín que las Escrituras son le pida, sea lo que sea. Su criterio
alimento para el paladar del cora- no es hacer su voluntad porque se
zón (Jo. ev. tr. 7.2), y que quien se sabe pequeño, sino hacer la volun-
alimenta de ese manjar alaba a tad de Dios, el omnipotente y sa-
Dios y “abraza al Dios amor y abra- bio. No se conforma con dejar que
za a Dios por amor” (trin. 8.12). La le afecten sólo aquellas palabras
Palabra afecta a la persona de di- que lo consuelan o lo hacen sen-
versas maneras: reprocha, anima, tir amado, es decir, aquellas que le
libera del camino equivocado, agradan. Está abierto a dejar que
cura, purifica, reta, apasiona, ale- toda frase bíblica lo afecte, sea la
gra, empuja a construir el Reino que lo consuela, sea la exigente y
de amor de Jesucristo, mueve a la dolorosa, sea la que le pide com-
misericordia, invita a trabajar por promiso con los hermanos. Por
la paz… Engendra luz y fuego que eso, quien escucha la Palabra no
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puede seguir el criterio de la dis- sar ulteriormente, como elemento
criminación de lo difícil o de lo fundamental de la pastoral bíblica,
que no le gusta. Dice san Agustín: la Lectio divina, también mediante
“tu mejor servidor es aquél que no la utilización de métodos nuevos,
tiene sus miras puestas en oír de tus adecuados a nuestro tiempo y pon-
labios lo que quiere, sino en querer, derados atentamente. Jamás se
sobre todo, aquello que ha oído de debe olvidar que la Palabra de Dios
tu boca” (conf. 10.26.37). es lámpara para nuestros pasos y luz
en nuestro sendero cf. Sal 119,105.
La riqueza de la lectio divina
Benedicto XVI, Discurso a los par-
o lectura orante de la Escrituras
ticipantes del Congreso Interna-
nos ayuda al encuentro con Dios,
cional en el 40° aniversario de la
la Vida, y a la transformación de
Constitución conciliar Dei Verbum,
nuestra vida y sociedad. Más que
16 de septiembre del año 2005.
un método o técnica es una místi-
ca o espiritualidad, una búsqueda Recursos
sapiencial que favorece que el que
la practica conozca a Dios y viva 1. Se sugiere colocar el libro de
una relación de profunda afecti- las Escrituras en un lugar impor-
vidad con Él, quien le cambia la tante de la iglesia o la capilla y jun-
vida. Tiene cuatro elementos fun- to a él el Cirio pascual encendido.
damentales: la lectura, la medita- 2. Se recomienda la lectura del
ción, la oración y la contempla- cuento “Biblia viviente”
ción. Por eso se describe como “la
Cuentan que había una vez
lectura individual o comunitaria de
un hombre que caminaba por la
un pasaje de la Sagrada Escritura
vida con el único equipaje de una
acogida como Palabra de Dios y
Biblia. Decía que Dios se la había
que se desarrolla bajo la moción del
confiado. La leía diariamente. Las
Espíritu en meditación, oración y
hojas de este libro estaban amari-
contemplación”.
llentas, arrugadas por el uso. Mu-
El papa Benedicto XVI tiene el chas veces se le encontraba a la
siguiente comentario en torno a vera del camino, de pie o sentado,
la lectura orante de la Palabra de leyendo a solas. Un día le alcanzó
Dios o lectio divina: “Estoy con- un huracán terrible. Aunque pro-
vencido de que, si esta práctica se tegió con su cuerpo la Biblia, el
promueve eficazmente, producirá viento y la fuerza del agua se la
en la Iglesia una nueva primavera arrancaron de las manos. Por más
espiritual. Por eso, es preciso impul- que lo intentó, no pudo recupe-
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rarla. Enormemente entristecido Sólo quien ha hecho la expe-
por la pérdida, se dedicó a recor- riencia de dejarse acompañar por
dar todo lo que había leído en las la Palabra puede acompañar, com-
Escrituras y, para que no se le olvi- prometerse, dar fruto con otros
dase, lo iba viviendo. Este hombre creyentes según los valores del
murió y, compungido, se presentó Evangelio. Quien ha experimenta-
ante Dios: Señor, he perdido la Bi- do en sí mismo la encarnación de
blia que me habías confiado. No, la Palabra, no podrá menos que
le respondió Dios, yo te quité la ser Biblia viviente para sus herma-
Biblia porque solo sabías leerla. Lo nos y hermanas.
que yo quería es precisamente lo
que has hecho: ser Biblia viviente
para tus hermanos.
Recursos
1. Se sugiere colocar en la capi-
lla o en la iglesia una imagen o una
figura de un grupo de personas en
círculo abrazadas o tomadas de
Todos Presidente
Confiados en la gracia del Espí- Oremos. Mira con bondad, Se-
ritu Santo, y después de implorar ñor, la ofrenda que tus hijos e hi-
la protección de la Virgen María jas te presentan en este día y llena
y la intercesión de nuestro Padre sus corazones con la alegría de la
san Agustín, renovamos solem- fidelidad. Por Jesucristo nuestro
nemente las promesas de nuestro Señor. Amén.
bautismo, y ante vosotros her-
manos, prometemos a Dios libre-
mente tender a la perfección de