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06 de marzo de 2017 1
Fuente: Shutterstock
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Para reducir la contaminación ambiental no tienes que trabajar de voluntario en una ONG o tomar
acciones drásticas: con tener algunas conductas sencillas puedes aportar tu grano de arena para
resguardar al planeta. Tomar medidas para reducir la contaminación ambiental es un deber de
todos, ya que del aire que respiramos depende en parte nuestra salud. Descubre qué puedes
hacer en tu día a día para disminuir la contaminación ambiental.
Siempre que te sea posible elige caminar o ir en bicicleta ya que esto además de reducir la
contaminación te beneficiará a ti en tu salud física y mental. Y si caminar o ir en bicicleta no es una
posibilidad para ti, prefiere el transporte público y trata de reducir la cantidad de uso del
automóvil, sobre todo si tienes que hacer distancias cortas.
Si de todas maneras vas a usar el coche, trata de programar tus viajes para hacerlos todos de una
vez y no muchos viajes pequeños; o incluso combinar con compañeros de trabajo o universidad
para ir varios en un auto. Esto ayudará a ahorrar en el consumo de combustible y disminuir las
emisiones de dióxido de carbono, las que vienen en alarmante aumento y son muy nocivas para el
aire que respiramos.
Existen varias acciones que puedes tomar en tu casa para disminuir el uso de energía eléctrica. A
continuación destacamos algunas de las más efectivas:
- Pon un termostato en el calefón para regular la temperatura del agua o elije una hora del día
para tu ducha y deja que el agua caliente solo en para ese momento, y no durante todo el día
- Llena el lavarropas o si tienes poco para lavar elije el programa de lavado corto y no lo hagas con
agua caliente. Al momento de secarla, opta por el aire libre y no por una secadora
- Utiliza lámparas de bajo consumo, las que además de ahorrar energía cuidarán tu bolsillo
- Ten en cuenta que los ventiladores consumen menos energía que el aire acondicionado
- Revisa los burletes de tu heladera y asegúrate que cierre bien. También por ejemplo cuando vas a
cocinar intenta sacar todo lo que necesites de una sola vez en vez de abrirla a cada rato. Mantenla
alejada de fuentes de calor como la cocina y no guardes alimentos calientes.
- No dejes el televisor en la función de “stand by” ya que igual así está consumiendo energía. Si no
lo estás mirando, simplemente apágalo.
Tomar ciertas conductas con tu alimentación también puede contribuir al cuidado del medio
ambiente.
- Cultiva tus propios alimentos. No necesitas una gran cantidad de espacio para comenzar con tu
propia huerta orgánica, ya que las macetas rectangulares ocupan poco espacio y soportan el
cultivo de varias verduras y especias.
- Ten plantas en tu hogar. Las plantas convierten el carbono en oxígeno, lo que ayuda a disminuir
la contaminación del ambiente.
- Prefiere comprar frutas y verduras en mercados agrícolas que vendan directamente del agricultor
y no las que vienen de exportación, ya que eso significó una considerable cantidad de combustible
para ser trasladada. Y así además de cuidar el medio ambiente estarás contribuyendo al comercio
local.
- Reduce el consumo de carne de res. Ésta emite cuatro veces más gases de efecto invernadero
que el pollo y trece veces más que los vegetales como lentejas, frijoles o tofu.
- Ten una misma botella de agua que puedas reponer del grifo en vez de estar comprando siempre
agua embotellada en botellas de plástico que después desechas.
Al igual que con el agua, a la hora de ir a hacer las compras ten una bolsa ecológica como puede
ser de tela u otro material para reducir el consumo de bolsas plásticas. Asimismo también compra
productos que puedas reutilizar y no sean descartables (o incluso lava, seca y guarda los
descartables para volver a utilizarlos en otra oportunidad).
Separa la basura entre los desechos orgánicos e inorgánicos. El grupo de los orgánicos son los
residuos biodegradables, tales como cáscaras de frutas y verduras, sobrantes de comida, cáscaras
de huevo o residuos de café o té entre otros; mientras que los inorgánicos son los que tardan un
buen tiempo en descomponerse, aunque muchos de ellos pueden ser reciclados. Aquí entran el
plástico, vidrio, metales, aluminio y cartón entre otros.
Con los desechos orgánicos puedes hacer compost para fertilizar la tierra de tus plantas y hasta los
suelos de parques y jardines de la ciudad.