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El carácter de Pablo

Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en
nosotros» (Filipenses 3.17).

El carácter de una persona resume la manera en la que esta persona reacciona habitualmente
frente a una situación dada, en cierto tipo de circunstancia o coyuntura. Y la forma de expresar
esta manera de reaccionar, es señalando que la persona posee tal o cual perfil, característica o
inclinación. Por ejemplo, se dice de una persona a quien le gusta servir y ayudar a otros, que la
misma es generosa, altruista, bondadosa, y/o servicial. Y por su parte, alguien que es muy riguroso
y estricto con lo que dicen y hacen otros, si es que se expresan y actúan de una forma que no es de
su agrado, y si esta molestia, fastidio y/o enfado lo mantiene por largo tiempo sin olvidar y sin
perdonar, bien será calificado de rencoroso.

El estudio del carácter se llama caracterología.


Probalemente se pregunte por que somos como somos, tiene que ver con NUESTRO
TEMPERAMENTO. Melacolico, flemático sanguíneo y colérico.

Benjamín Franklin atribuyó su éxito como político, no a sus talentos ni a su poder de habla
(puesto que no eran nada moderados), sino a su conocida integridad de carácter. «De ahí que», dijo,
«tenía esa gran influencia sobre mis con-ciudadanos. No fui más que un mal orador, nunca
elocuente, sujeto a mucha vacilación al escoger mis palabras, con un lenguaje imperfecto; y sin
embargo, por lo general, transmitía mis ideas».
Se dijo de Alejandro 1º, Zar de Rusia, que su carácter personal era equivalente a una constitución.

Las Escrituras elogian las cualidades del carácter piadoso. Un texto que habla sobre la necesidad de
poseer un carácter piadoso es
Proverbios 22.1, el cual dice: «De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la
buena fama más que la plata y el oro».
El poder implícito de su carácter es uno de los argumentos más fuertes en contra o a favor suyo.
¡Este es un hecho ineludible!

Hagamos hincapié en el carácter de Pablo. ¡El de él constituía un carácter espléndido! (Filipenses


3.17). A medida que realizamos un estudio de las epístolas de Pablo, podemos resaltar rasgos
valiosos que se combinaron para crear un carácter piadoso. El carácter de Pablo nos invita a que le
imitemos de forma exacta.

EL EJEMPLO DEL CARÁCTER DE PABLO


Los siguientes rasgos pueden verse en el carácter de Pablo:

Era claramente sincero. Pablo era transparente. La gente podía mirar a Pablo y saber cómo
era él, es decir, no era pretensioso, no usaba frases politiqueras, ni evadía temas difíciles. La
sinceridad de Pablo era evidente en su práctica y en su forma de hablar
1ª Tesalonicenses 2.4b–6;
4. sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio,
así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros
corazones.
5. Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia;
Dios es testigo;
6. ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos
seros carga como apóstoles de Cristo.
2ª Corintios 6.4–10;
4. antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha
paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
5. en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;
6. en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor
sincero,
7. en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra;
8. por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores,
pero veraces;
9. como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos;
como castigados, mas no muertos;
10. como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a
muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
Gálatas 4.16
16. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?

Si algo le cuestionaron los oponentes a Pablo, ¡jamás cuestionaron su actitud sincera!

Era humilde. El maravilloso rasgo de la humildad es la marca de la conversión genuina


(Efesios 4.17–19). 17. Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los
otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 18. teniendo el entendimiento
entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la
dureza de su corazón; 19. los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se
entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

Antes de su conversión, Pablo era arrogante y obstinado. Sus ambiciones fueron definidas en
términos de logros personales y de una aclamación popular (Gálatas 1.14; Hechos 9.1, 2). Sin
embargo, su arrogancia cedió ante la humildad genuina
1ª Corintios 9.26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire,
11.1 1. Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.

El interés propio fue puesto en su lugar y los logros comenzaron a medirse con victorias
espirituales, no con ganancias terrenales. El orgullo fue controlado en la vida de Pablo por medio de
un entendimiento espiritual maduro (2ª Corintios 10.12; Gálatas 6.3).
Pablo se comparó con Dios y se dio cuenta de cuán insignificante eran los mortales. Pablo había
llegado a entender la fortaleza que es base de la humildad genuina (Santiago 4.6). Pero él da
mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

Era afectivo. El afecto era una consecuencia lógica de la humildad. Pablo fue alguien que
mostraba a los demás el mayor de los cariños y la más grande gentileza
1ª Tesalonicenses 2.7–12; 7.
Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida c on ternura a sus
propios hijos. 8. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido
entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque
habéis llegado a sernos muy queridos. 9. Porque os acordáis, hermanos, de nuestro
trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno
de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. 10. Vosotros sois testigos, y Dios
también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los
creyentes; 11. así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos,
exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, 12. y os encargábamos que
anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria

2ª Corintios 6.11–13
11. Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha
ensanchado.
12. No estáis estrechos en nosotros, pero sí sois estrechos en vuestro propio corazón.
13. Pues, para corresponder del mismo modo (como a hijos hablo), ensanchaos
también vosotros.

La metáfora de la «nodriza» o la del «padre » transmite la más tierna de las imágenes. Por medio de
este rasgo, entendemos que en el carácter piadoso abunda el afecto (1ª Corintios 13.4–7, 13).
Pablo entendió la importancia de poseer este afecto piadoso; se esforzó en persuadir a los demás
para que también ellos lo poseyeran (Romanos 12.10).
Estaba listo a sacrificarse. Pablo estaba dispuesto a sacrificar derechos propios con el fin de
que la iglesia de Cristo no fuera obstaculizada
(1ª Corintios 9.19–23).
19. Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a
mayor número.
20. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están
sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a
los que están sujetos a la ley;
21. a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios,
sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
22. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de
todo, para que de todos modos salve a algunos.
23. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.

Era un pacificador, dispuesto a hacer lo necesario para asegurar la paz y la armonía (Mateo
5.9, 38–42). El santo piadoso cuidará celosamente la libertad del individuo en el cristianismo, sin
embargo, sacrificará tales libertades sin pensarlo dos veces, con tal de conservar la unidad en el
Espíritu en el vínculo de la paz. Este rasgo rehúsa juzgar a otro de una manera crítica. Este rasgo se
esfuerza por buscar maneras para profundizar y fortalecer la comunión bendita de la hermandad
(Romanos 14.15–19).

Era siempre fiel. Si había algo seguro acerca de Pablo, era su fidelidad
1ª Corintios 9.17; 17. Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero
si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.
2ª Corintios 5.9, 10
9. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
10. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,
para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo.

Sin importar las situaciones que Pablo enfrentara, no titubeaba con sus opciones. Su decisión había
sido tomada. ¡Iba a seguir a Cristo sin importar las consecuencias!
El cristiano que posea este rasgo piadoso se esforzará de forma especial por permanecer fiel a
Dios. ¡Sabe que es un administrador y que su única meta tiene que ser la de complacer a Dios! Era
del conocimiento general que Pablo se esforzaría por ser fiel. Esto realzó el carácter de Pablo y
fortaleció su reputación.
Era constantemente optimista. ¡El optimismo es un rasgo sorprendente de Pablo! Pese a
que luchó contra la adversidad, y los contratiempos parecían confrontarlo en cada vuelta de la vida,
continuó siendo una persona positiva. Las epístolas de Pablo están llenas con tonos optimistas.
Usted no podrá leer Romanos 8 sin sentir todo el optimismo que Pablo puso al cuidado de Dios.
Incluso en los confines de la prisión en Roma, el optimismo de
Pablo siguió fuerte
Filipenses 1.12–18, 25;
12. Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado
más bien para el progreso del evangelio,
13. de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el
pretorio, y a todos los demás.
14. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se
atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.
15. Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de
buena voluntad.
16. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir
aflicción a mis prisiones;
17. pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.
18. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad,
Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

2ª Timoteo 4.8, 8. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará
el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman
su venida. 9. Procura venir pronto a verme,

16, 17; 16. En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me
desampararon; no les sea tomado en cuenta.
17. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida
la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.

Cuando alguien estaba cerca de Pablo prevalecía una atmósfera de optimismo contagioso. ¡Este es
un maravilloso rasgo para tener en su vida!

Era sincero. Si alguien deseaba saber algo y le preguntaba a Pablo, no había duda en cuanto
a la sinceridad de la respuesta:
Hechos 20.20, 27
20. y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y
por las casas,
27. porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.

Pablo exhortó a los corintios diciéndoles: «Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo» (1ª
Corintios 11.1).
Este pedido incluía una imitación de la veracidad del Señor:
Mateo 5.33–37
33. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al
Señor tus juramentos.
34. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono
de Dios;
35. ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la
ciudad del gran Rey.
36. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
37. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal
procede.

El carácter del creyente de hoy tiene que ser apoyado por esta firme resolución que dice: «No puedo
mentir» (Efesios 5.9;
Salmos 51.6 6. He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho
comprender sabiduría

Era entusiasta. Todos conocemos a hermanos cuya exhuberancia es bastante evidente. La


presencia presencia entusiasta de ellos siempre trae rayos de luz, ganas de vivir y una ferviente
actividad a todos a su alrededor. Tal fue el impacto de Pablo (cf.

Filipenses 1.13; 13. de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en
todo el pretorio, y a todos los demás.
Hechos 26.28, 29; 28. Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser
cristiano.
29. Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino
también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas
cadenas!
Gálatas 4.18 18. Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando
estoy presente con vosotros.
Su carácter era entusiasta porque era consciente de la grandeza del sacrificio de Cristo y de la
maravillosa naturaleza de la gracia de Dios. A donde fuera que Pablo iba, llevaba su firme
entusiasmo ( Hechos 19.10). Este entusiasmo abrió con ímpetu las puertas de la iglesia de Cristo a
los gentiles y los llamó diciéndoles «¡Entrad!».
Alguien comentó:
«El gran anciano misionero fue azotado, apedreado, padeció hambre, frío, naufragios,
estuvo a punto de ahogarse
y finalmente fue decapitado. Sin embargo, ¡ninguna de estas adversidades pudieron
cortar sus alas!».

Descansaba al cuidado de Dios. A pesar de las pruebas que plagaron su vida, Pablo poseía
una maravillosa paz interior que, según sus propias palabras, «sobrepasa todo entendimiento».

¿Por qué seguía él satisfecho cuando todo le afectaba de una manera negativa?
¿Cómo podía poseer esa paz interna cuando era agobiado por todos lados?
La respuesta es simple: Pablo se apoyaba en una confianza reconfortante de que el Dios
Todopoderoso cuidaría de él (cf. Filipenses 4.6, 7; 2ª Corintios 5.1–8; Romanos 8.37–39). ¡Los
cristianos modernos harían bien en infundir este rasgo en sus vidas, puesto que ello les traería una
satisfacción bienaventurada!

Estos nueve rasgos describen el carácter de Pablo. Cada rasgo jugó un papel importante en
su vida; cada uno contribuyó al impacto que tuvieron las buenas nuevas del Señor resucitado. La
lección categórica que se encuentra en el estudio de su carácter es que el carácter de uno ayudará u
obstaculizará la causa de Cristo. ¡Que todos construyan la clase de carácter que imita la vida de
Pablo y que magnifica a Dios!

LAS BASES DEL CARÁCTER DE PABLO


En vista de que los cristianos tienen que desarrollar un carácter similar al de Pablo, tenemos que
entender la manera en la que Pablo constituyó su carácter, y luego hacer lo mismo.

Un factor parece ser el responsable de que su carácter posea esos rasgos maravillosos. Este factor
sostenía su fe y motivaba su enérgico servicio. ¿Cuál era este factor?
¡Una firme determinación a obedecer a Dios!
Filipenses 3.12–14; 12. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que
prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
13. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
14. prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
2ª Corintios 5.11). Estaba determinado a hacer la voluntad de Dios en su vida, y los nueve rasgos
característicos eran consecuencias lógicas de su decisión.
La aplicación de este punto es claro:

Si la hermandad de hoy desea un carácter que magnifique l amor de Dios y ensanche los límites del
reino, ¡tienen que tomar la firme decisión de obedecer la voluntad de Dios sin importar las
consecuencias!

EL DESAFÍO DEL CARÁCTER DE PABLO


El desafío es este: «Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el
ejemplo que tenéis en nosotros» (Filipenses 3.17).
¿Qué hará usted con este reto?
Ahora se da cuenta de nueve rasgos en la vida de Pablo que deben estar en su vida. ¿Aceptará el
desafío de Pablo y desarrollará la clase de carácter que fortalecerá la iglesia de Dios sobre la tierra?
El desarrollo de este carácter no es un evento instantáneo; toma mucho tiempo y trabajo arduo.

¿Ha visto alguna vez cómo se forma un carámbano (estructuras puntiagudas de hielo)? Se congeló,
gota a gota, hasta llegar a medir alrededor de quince centímetros o más. Si el agua estaba limpia, el
carámbano se mantiene limpio y tiene un destello intenso a la luz del sol. Si el agua estaba un poco
sucia, el carámbano lucirá contaminado y su belleza se echa a perder.

Así mismo se forma el carácter de una persona. Un pensamiento o acción aumenta su influencia. Si
cada pensamiento y acción es puro y correcto, el alma será preciosa y centelleante de alegría. Si es
impuro, habrá miseria y ruina.

CONCLUSIÓN
Pablo enseñó principios en lugar de reglas; fue tan valiente como fue fiel, tan indiferente a la
crítica como fue tenaz con la justicia.
Es uno de los principales héroes de la verdad, el mártir más noble del cristianismo, el Moisés del
Nuevo Testamento. El retrato central de la galería de los soldados de la cruz.

¡El resumen anterior de su vida fue posible solamente gracias a su carácter!


Uno nunca se equivoca al darle demasiado énfasis al carácter de uno. Los cristianos tienen que
darse cuenta constantemente de que Dios ha dado mandamientos específicos relacionados con el
desarrollo del carácter (cf. Levítico 11.44a, 20.7; Colosenses
1.22; Apocalipsis 22.11b; etc.). Un carácter que ha sido desarrollado para reflejar los rasgos de la
vida de Pablo tendrá una influencia poderosa.

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