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Junio 2004
Reporte Especial
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Aldo Reyes D.
Marilyn Ahuad N.
(56-2) 204 72 93
Este comité ha generado dos acuerdos – conocidos comúnmente como Basilea I y Basilea II – los
cuales norman respecto a regulaciones financieras y de supervisión tendientes a determinar las
adecuaciones de capital sobre la base de los riesgos asumidos por las entidades bancarias. Si bien
las disposiciones del comité están dirigidas a los países miembros, se espera que su aplicación, tal
como ha sido en los hechos, sea más globalizada y abarque a los países emergentes.
En este reporte se pretende dar a conocer los aspectos más relevantes que constituyen el nuevo
acuerdo (Basilea II), el cual debiera entrar en operación el año 2006. Entendemos que Basilea II
es una materia compleja cuyo análisis en profundidad rebasa los alcances de este informe; sin
embargo, creemos que se entregan los elementos necesarios para comprender los objetivos
perseguidos por el acuerdo y tener una adecuada aproximación de los distintos aspectos que
involucra la metodología de evaluación de los riesgos.
El nuevo acuerdo no sólo perfecciona aspectos considerados en Basilea I, sino que también
incorpora nuevos elementos a ser tomados en cuenta, basándose en tres pilares que se refuerzan
mutuamente: requerimientos de capital, acción de los organismos supervisores y disciplina del
mercado.
El primer pilar tiene como objetivo establecer los mecanismos para determinar los requerimientos
mínimos de capital sobre la base de los riesgos de crédito, de mercado y operativo; este último no
considerado en Basilea I.
1
Moody’s Investors Service, Inc. (“Moody’s”) owns a minority interest in Clasificadora de Riesgo Humphreys Limitada
(“Humphreys”) and does not control the management or ratings activity of Humphreys. Moody’s is not responsible or liable
in any way for any ratings issued by Humphreys. Unless otherwise specified, Moody’s is not responsible for any research or
other information provided by Humphreys.
2
Bélgica, Canadá; Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Japón, Reino Unido, Alemania, Suecia, Suiza y España.
Luxemburgo es miembro observador.
En lo que respecta al riesgo de crédito, el acuerdo propone tres alternativas para su determinación.
El primero de ellos, en su mecánica, es similar a lo establecido en Basilea I (ponderación
preestablecida según riesgo para los distintos tipos de activos), pero presenta mejoras que lo hace
más sensible al riesgo e incorpora el uso de clasificaciones externas efectuadas por agencias
especializadas. Los otros dos métodos (no consideradas en Basilea I) se basan en mediciones
internas realizadas por los propios bancos.
La medición del riesgo de mercado no tiene variación en relación con Basilea I y su propósito es
determinar las exigencias de capital producto de los riesgos de tasas de interés, tipo de cambio y
precio de bienes transables.
Por su parte, el riesgo operativo está relacionado con las necesidades de capital como
consecuencia de las eventuales pérdidas derivadas de deficiencias en los procesos o sistemas de
las instituciones. Para estos efectos, el comité propone tres alternativas con distintos niveles de
sofisticación (más una cuarta que es una versión alternativa a una de ellas).
En los siguientes acápites se describe en más detalle los alcances del acuerdo de Basilea II, dando
mayor énfasis a aquellos aspectos con mayor probabilidad de ser aplicados en el mercado chileno;
también se incorporan estimaciones, obtenidas por la Superintendencia de Bancos e Instituciones
Financieras (SBIF), del impacto que la aplicación del acuerdo tendría sobre el sistema financiero
local. Posteriormente se entrega un comentario final.
De acuerdo con Basilea II, el capital mínimo de cada banco debe determinarse sobre la base de
tres tipos de riesgo - riesgo de crédito, riesgo de mercado y riesgo operativo – de tal forma que su
capital efectivo sea siempre igual o superior a la suma de:
8% del valor de los activos de la institución ponderado cada uno por su nivel riesgo (riesgo de
crédito), y
Capital mínimo asociado a los riesgos de mercado y riesgo operativo
3
De acuerdo a lo definido en el nuevo acuerdo los riesgos que podría incurrir un banco son: Riesgo de Crédito (pérdida
potencial por falta de pago de un acreditado); Riesgo de Mercado (se refiere a riesgos de tasa de interés, de tipo de cambio
y de precios de bienes transables); Riesgo Operativo (es el riesgo que se produzcan pérdidas como resultado de procesos,
actuación del personal, sistemas internos o acontecimientos externos).
El riesgo de mercado y el riesgo operacional se ponderan por 12,5 (que es el inverso de 8%) con
el objeto de crear un vínculo numérico entre el cálculo de capital por riesgo crediticio, que es
efectivamente 8% de los activos ponderados por riesgo, y los requisitos de capital por riesgo
operativo y de mercado, que son equivalentes a la cuantificación de este tipo de riesgos.
Con los cambios introducidos por el comité de Basilea, la metodología para medir los riegos que
determinan el patrimonio mínimo exigido se podría resumir en el siguiente esquema:
Tipos de Riesgos que 2.- Riesgo de Mercado => Se mantiene igual que en Basilea I
Afectan Capital Mínimo
i) Método del Indicador Básico
En las páginas siguientes se describe en más detalle los procedimientos para determinar los
distintos tipos de riesgos considerados por Basilea II.
4
Basilea I y su aplicación en Chile se explica en el anexo N.°1
5
Internal Rating-Based
Riesgo de Crédito
El comité ha planteado una propuesta para la evaluación del riesgo de crédito que permite a los
bancos elegir entre una metodología estándar, la cual es similar al acuerdo vigente y se basa en
parámetros preestablecidos, y sistemas de calificación sustentados en información interna de los
bancos (IRB Básico y Avanzado).
En nuestra opinión, los problemas que pudieren presentar algunas instituciones financieras en
cuanto a disponer de bases de datos adecuadas para proveer de información a eventuales
sistemas de calificación interna, llevará que a nivel nacional se privilegie el uso de la medición
estándar; dado ello, se enfatiza en este tipo de mecanismo.
Método Estándar
El método estándar, el cual se encuentra apoyado en evaluaciones externas de crédito, toma como
referencia el método actualmente vigente, pero con algunas mejoras que permiten una mayor
discriminación de los activos en relación con lo propuesto por Basilea I.
Este método asigna ponderaciones fijas y preestablecidas a los distintos activos de un banco. El
valor de estos ponderadores se correlacionan en forma directa con el nivel de riesgo asignado a
los activos. Para la determinación del riesgo de los créditos se hace uso de evaluaciones externas
e independientes6.
Dentro de las principales innovaciones que se destacan en el Método Estándar a la luz del nuevo
acuerdo se puede mencionar:
En la tabla presentada a continuación se muestra con más detalle las propuestas de ponderadores
de riesgo para algunos tipos de créditos propios de una institución bancaria; créditos soberanos
(son los créditos referidos a Estados soberanos y Bancos Centrales); Créditos Interbancarios (que
presentarán 2 opciones, donde los supervisores nacionales deberán aplicar una de ellas a todos
los bancos de su jurisdicción) y Créditos a empresas.
6
Las evaluaciones externas deben ser realizadas por agencias de clasificación especializadas, para ello los supervisores
nacionales deben determinar si dichas evaluadoras cumplen con los siguientes criterios: Objetividad, Independencia,
Transparencia, Credibilidad, Recursos Suficientes y Capacidad de Divulgación.
7
En el presente artículo se ha tomado como referencia la nomenclatura utilizada por Moody´s Investors Service.
8
Las exposiciones minoristas deben cumplir con requisitos de orientación, de producto, de diversificación y escaso valor de
los riesgos individuales para ser consideradas como tal.
Como se señala en el documento preparado por Don Luis Raúl Romero “Una nueva estructura de
adecuación de capital: Propuesta del Comité de Basilea” existe un incentivo perverso a que las
instituciones que presenten una calificación de riesgo inferior a B3 dejen de clasificar y con ello
acceder a costos de financiamiento más bajos. A la luz de las ponderaciones establecidas en el
nuevo acuerdo, los bancos deberán mantener un capital a lo menos equivalente al 12% de los
créditos clasificados en categorías inferiores a B3 (debido una ponderación de 150%); sin
embargo, este porcentaje se reduce a 8% para créditos no clasificados (ponderador de 100%).
Con todo, cabe precisar que el espíritu de la menor ponderación para los créditos sin clasificar es
evitar posibles inequidades con empresas pequeñas o medianas, ya que eventualmente para estas
sociedades pudiere resultar oneroso asumir el costo de la clasificación externa, lo cual no implica
necesariamente que sean de alto riesgo crediticio.
9
A todos los bancos establecidos en un país determinado se les aplicará una ponderación de una categoría menos
favorable a la establecida para los créditos soberanos de ese país.
10
Las ponderaciones por riesgo se basarán en la evaluación externa de crédito (agencias de rating) que se realicen al
banco, esta segunda opción cuenta además con ponderaciones más favorables en el caso que los plazos de vencimiento
sean iguales o menores a los tres meses.
En el caso de los otros instrumentos de créditos, el comité propone los siguientes ponderadores:
La diferencia entre el IRB Básico y el IRB Avanzado radica en el énfasis de las variables o inputs
que son determinadas sobre la base de la información generada en forma interna por los propios
bancos o proporcionada por el supervisor. De esta forma el IRB Básico tiende a una utilización
mayor de variables que son determinadas por las entidades fiscalizadoras.
Las funciones propuestas por el comité de Basilea se basan en cuatro variables que son
determinadas, dependiendo de cada caso en particular, por la autoridad o por información interna
del banco. Los inpunts a ser utilizados por las fórmulas propuestas son:
11
Sin el tratamiento preferente para los créditos de corto plazo de la opción 2.
12
Existe un grupo de Bancos de desarrollo que tienen derecho a una ponderación del 0%, los que presentan calificaciones
externas de gran calidad, gran parte de la propiedad pertenezca a estados soberanos con clasificaciones Aa3 o superiores,
respaldo de sus accionistas y un adecuado nivel de capital y liquidez.
13
Deben satisfacer criterios de orientación, producto, diversificación y riesgo individual.
14
Que sean ocupados por el prestatario o que sean rentados.
15
Con la posibilidad de reducir la ponderación por riesgo al 50%, sujeto a la discrecionalidad del supervisor.
16
Salvo que fuese oro respaldado con pasivos en lingotes, se considerarán como efectivo, con lo que tendrán una
ponderación del 0%.
17
Mide la probabilidad que el prestatario incumpla durante un horizonte temporal determinado.
18
Calcula la proporción de la exposición que se perdería en caso que se produjera incumplimiento.
La aplicación del método IRB – sea el Básico o el Avanzado – requiere de sistemas financieros
desarrollados, con base de datos amplias y desagregadas para generar información cuantitativa y
con una calidad tal que sea factible verificar su validez y confiabilidad.
Riesgo de Mercado
Basilea II, en lo relativo a las exigencias de capital derivadas del riesgo de mercado, no presenta
innovaciones en relación con lo propuesto en Basilea I.
La medición de este tipo de riesgo tiene como propósito la constitución de reservas patrimoniales
producto de los cambios que se pudieren producir en las variables de mercado que afectan el
precio de los activos de las instituciones bancarias.
En particular las exigencias de capital están asociadas a las exposiciones ante variaciones en la
tasa de interés, tipo de cambio, cotización de acciones y precio de bienes transables. Para estos
efectos, el comité propuso dos métodos alternativos:
La aplicación de modelos internos tiene que contar con la aprobación de los supervisores
quienes, de acuerdo con su criterio, deben exigir que las estimaciones sean
razonablemente precisas.
Riesgo Operativo
Dentro del nuevo acuerdo de Basilea, el riesgo operativo se define como “el riesgo que se
produzcan pérdidas como resultado de procesos, personal o sistemas internos inadecuados o
defectuosos, o bien a consecuencias de acontecimientos externos”. Los alcances de la definición
incluyen los posibles riesgos legales.
19
Estima los respaldos ejecutables que probablemente disponga el deudor si se produce el incumplimiento.
20
Calcula el plazo de vencimiento económico restante de una exposición.
El objetivo del comité es que las instituciones bancarias mantengan el capital necesario para
solventar las eventuales pérdidas ocasionadas por el riesgo operativo, más allá del capital mínimo
requerido por concepto de la calidad de los activos o por el riesgo de mercado.
Basilea II propone tres alternativas para el cálculo del riesgo operativo: Básico, Estándar y de
Medición Avanzada. Asimismo, permite modificaciones al Método Estándar, lo cual denomina
Método Estándar Alternativo.
Método Básico
Es el más simple de los métodos propuestos por el nuevo acuerdo e implica un requerimiento de
capital equivalente al producto resultante de multiplicar los ingresos brutos promedios de los tres
últimos años por 0,15 (15%, factor fijo determinado por el comité).
Método Estándar
Este método establece ocho líneas de negocios y determina exigencias de capital para cada una
de ellas. De esta forma, el requerimiento de capital por riesgo operativo correspondería a la
sumatoria de las exigencias determinadas para cada línea en particular. En consecuencia, el
requerimiento de capital por riesgo operativo (RCop) respondería a la siguiente expresión:
8
RCop = ∑ ( LNi * βi )
i=1
Donde:
LNi = Ingresos Brutos medios de los tres últimos años para la i-ésima línea de negocios.
βi = Multiplicador establecido por el comité para la i-ésima línea de negocios.
En la siguiente tabla se muestran las líneas de negocios y los respectivos ponderadores
establecidos por el comité.
i) Los ingresos brutos de la Banca Minorista y de la Banca Comercial se sustituyen por el 3,5% de
los préstamos y los anticipos22, conservándose el multiplicador β definido en el Método Estándar
21
En el anexo Nº 2 se explican con más detalle los alcances y definición de las distintas líneas de negocio.
para las respectivas líneas de negocios. De esta forma, el requerimiento de capital para cada línea
de negocios (RCln) se define de la siguiente forma:
RClni = βi * m* LAi
Donde:
Βi : Factor Beta de la línea de negocio correspondiente
LAi : Promedio de los últimos tres años del monto total de los préstamos y anticipos (no
ponderados por riesgo y brutos de provisiones).
m : 0,035 (3,5%)
ii) Adicionalmente, los bancos que estén imposibilitados de desagregar los ingresos brutos de las
seis restantes líneas de negocios, podrán trabajar estas líneas en forma conjunta; en este caso el
ponderador Beta asciende a 18% (el mayor entre todos los factores).
Se espera que adopten gradualmente este método los bancos con actividades internacionales y
aquellos que mantienen altas exposiciones al riesgo operativo.
22
Los préstamos y anticipos totales para la Banca Minorista incluye a las carteras crediticias minoristas propiamente tal,
pymes tratadas como minoristas y derechos de cobro adquiridos frente a minoristas.
En el caso de la Banca Comercial, los préstamos y anticipos totales incluyen las cantidades utilizadas de las siguientes
carteras crediticias: Sociedades, Soberanos, Bancarias, Financiación Especializada, PYME tratadas como Sociedades y
Derechos de Cobro Adquiridos frente a Sociedades. También deberá incluirse el valor contable de las acciones mantenidas
en la cartera de inversión.
23
Advanced Measurement Approaches.
Dentro del ámbito del ente fiscalizador destacan tres áreas: i) aquellos riesgos considerado en el
Primer Pilar, pero que el proceso no captura totalmente (por ejemplo concentración de carteras
crediticias); ii) elementos no considerados en el Primer Pilar (por ejemplo, riesgo por pérdida de
reputación); y iii) factores externos (por ejemplo, ciclos económicos).
Para efectos del desarrollo del Segundo Pilar, se han establecidos normas, responsabilidades y
atribuciones tanto para las instituciones financieras como para los órganos supervisores; a estos
preceptos Basilea II los ha identificado como los cuatros principio básicos del examen del
supervisor:
1.- Las instituciones bancarias deberán contar con procesos para evaluar la suficiencia de capital
en función de su perfil de riesgo y con una estrategia de mantenimiento de sus niveles de
capital.
Previo a cualquier tipo de supervisión, se hace necesario que el supervisado esté en conocimiento
de lo que se espera de él. En este sentido, el comité establece que los bancos deberán ser
capaces de demostrar que los requerimientos de capital que han determinado son coherentes con
su perfil global de riesgo y con su entorno operativo. Asimismo, se espera que los procesos de
evaluación reconozcan el ciclo económico en que están siendo aplicados y que incorporen,
además, etapas de sensibilización que recojan los cambios futuros que se pudieren dar en el
mercado y que podrían afectar negativamente al banco.
De acuerdo con lo establecido por el comité, un proceso riguroso debiera, a lo menos, considerar
cinco características:
Vigilancia por parte del consejo de administración y de la alta dirección: La Dirección debe
estar comprometida con los procesos internos de la organización y tener la capacidad para
entender los riesgos asumidos por el banco; así como comprender la forma en que éstos se
relacionan con los niveles de capital exigidos. Además, es importante que la Dirección defina
los niveles de riesgos que la institución está dispuesta a asumir; asimismo, los requerimientos
de capital que se determinen deben ser consistentes con los objetivos estratégicos del banco
Evaluación rigurosa del capital: Las políticas y procedimientos aplicados por el banco deben
garantizar que son capaces de identificar y de medir los riesgos que asume la institución, que
la determinación del capital se basa efectivamente en los niveles de riesgos detectados y que
los modelos utilizados incorporan el enfoque estratégico del negocio. También, se requiere de
instancias de auditorías que verifiquen la correcta ejecución de los procesos.
Evaluación integral de los riesgos: El proceso de evaluación debe incorporar, sin exclusión,
todos los riesgos de importancia que afectan al banco, incluso aquéllos que no puedan ser
medidos con exactitud, en cuyo caso deberá desarrollarse un proceso de estimación de los
mismos.
Examen del control interno: Las instituciones deberán contar con una estructura formal de
control interno. Por su parte la Dirección deberá garantizar, entre otros aspectos, que se
dispone de un plan para el seguimiento de las observancias de las políticas internas, que la
base de datos es exacta y exhaustiva, que los escenarios supuestos son razonables y que los
capitales efectivamente se relacionan con los niveles de riesgo. Especial atención deberán
prestar las auditorías a las grandes exposiciones y concentraciones de riesgo; asimismo la
organización deberá ser capaz de verificar periódicamente la efectividad de sus sistemas
internos de control.
2.- Las autoridades supervisoras deberán examinar las estrategias y evaluaciones internas de la
suficiencia de capital de los bancos, así como la capacidad de éstos para vigilar y garantizar su
propio cumplimiento de los coeficientes de capital regulador. Las autoridades supervisoras
deberán intervenir cuando no queden satisfechas con el resultado de este proceso.
En la práctica, el supervisor deberá examinar cómo se ha implementado cada uno de los aspectos
que involucran el proceso de identificación de riesgo y determinación de capital, entre ellos: si se
han considerado todos los riesgos a que está expuesto el banco, el grado de compenetración de la
Dirección en la evaluación de los riesgos, la calidad de los sistemas, la forma en que la Dirección
se informa, el grado de fortaleza de los controles internos, historial de respuesta de la Dirección
ante la aparición de nuevos riesgos y efectos de la situación macroeconómica sobre el capital de la
institución. El examen debe ser recurrente.
3.- Los supervisores deberán esperar que los bancos operen por encima de los coeficientes
mínimos de capital regulador y deberán tener la capacidad de exigirles que mantengan capital
por encima del mínimo.
El comité estima que los requerimientos de capital determinados sobre la base del Primer Pilar
deben incluir un margen que considere las incertidumbres que rodean la aplicación de dicho Pilar y
que afectan al sistema bancario en su conjunto. Se espera que los supervisores exijan (o
aconsejen) a los bancos que operen con un margen por encima del estándar del Primer Pilar, en
especial si se consideran los siguientes factores:
En lo posible esperar que muchos bancos privilegien operar con niveles de solvencia elevada y
así acceder a mejores calificaciones de riesgo por parte de las clasificadoras privadas.
La dinámica del mercado conlleva a modificaciones en los niveles de riesgo lo cual provoca
fluctuaciones en el coeficiente de capital del banco (lo que aconsejaría la aplicación del
margen).
Niveles patrimoniales ajustados pueden llevar a repentinas necesidades de colocaciones de
capital lo cual encarece el costo del financiamiento, en especial si ello sucede bajo condiciones
de mercado adversas.
Bajos niveles de holgura patrimonial aumentan el riesgo de incumplir con las exigencias
legales de capital.
La posibilidad que algunos riesgos particulares del banco no se hubiesen recogido en el Primer
Pilar.
4.- Los supervisores deberán tratar de intervenir con prontitud a fin de evitar que el capital
descienda por debajo de los niveles mínimos requeridos para cubrir las características de
riesgo de un banco particular. Asimismo, deberán exigir la inmediata adopción de medidas
correctoras si el capital no se mantiene en el nivel requerido o no se restaura a ese nivel.
Es importante que la autoridad supervisora, en lo posible, actúe con celeridad de manera de evitar
que los niveles de capital de un banco desciendan por debajo del mínimo exigido. En este sentido,
no sólo debe considerarse aumento de capital, ya que – sin excluir otras alternativas - se puede
actuar en orden a que la institución mejore la gestión de control de riesgo, aumente el nivel de
provisiones y reservas, limite el pago de dividendos u obligue a la sociedad a presentar un plan de
fortalecimiento patrimonial.
Con todo, muchas medidas posibles de tomar tienen efectos en le mediano plazo, dado ello el
aumento de capital podría utilizarse como una medida transitoria y, así, una vez comprobado la
eficacia de las medidas adoptadas, revertirse el incremento patrimonial.
Las normas de divulgación de información tienen como propósito fomentar la disciplina del
mercado, permitir a los agentes económicos evaluar la información relativa a las exposiciones de
los bancos y facilitar la comparación entre diferentes entidades. La elevada importancia del
proceso de divulgación surge del hecho que las metodologías internas de evaluación otorgan a los
bancos una mayor discrecionalidad al momento de determinar sus requerimientos de capital.
Lograr una adecuada divulgación: Los mecanismos para ello dependerán de las potestades
jurídicas del supervisor.
Interacción con las divulgaciones contables: Es importante que los requisitos de divulgación del
Tercer Pilar no entre en conflicto con lo establecido por las normas contables.
Frecuencia: Como regla general se establece generar información semestral; sin embargo para
cierto tipo de información no se excluye una periodicidad anual (divulgación de las políticas de
gestión de riesgo) o trimestral (bancos con mayor sensibilidad al riesgo). Con todo, la
información pertinente deberá ser divulgada tan pronto sea posible.
Política de Divulgación: Los bancos deben contar con una política formal de divulgación
aprobada por la administración superior, en donde se establezca: tipo de información a
divulgar, validación de los antecedentes entregados al mercado y periodicidad de los reportes.
Ámbito de Aplicación: Debe ser a nivel consolidado superior del grupo bancario, incluyendo sus
filiales (administradoras de fondos mutuos, corredoras y otras).
Para la medición del Riesgo de Crédito se utilizó el enfoque Estándar y para el riesgo operacional
el enfoque Estándar Alternativo24. La metodología aplicada por la Superintendencia de Bancos e
Instituciones financieras (SBIF) se basa en los ponderadores definidos por el comité de Basilea; no
obstante en cada una de las tres simulaciones se modificaron los siguientes elementos:
A continuación se presentan cada uno de los tres escenarios y sus respectivos resultados.
Escenario N.°1
En esta primera simulación se aplicaron los ponderadores definidos por el comité de Basilea y,
además, las siguientes premisas:
24
Como ya se comentó, el método Estándar Alternativo es una variación del método Estándar.
Los resultados obtenidos por la SBIF de esta primera aproximación de Basilea II se presentan a
continuación y muestran que el mercado podría disminuir levemente sus requerimientos de capital.
Como se observa en la tabla precedente, bajo el escenario 1, las mayores exigencias de capital
derivadas de la cobertura del riesgo operacional se verían más que compensada por los menores
requerimientos por riesgo crediticio que implicaría Basilea II, al menos a nivel de sistema
financiero. Al descomponer la industria en bancos establecidos en Chile y sucursales de bancos
extranjeros, se tiene que el capital regulado disminuiría en los primeros y aumentaría en los
segundos.
Escenario N.°2
Este escenario utiliza ponderadores más estrictos, trabajándose con las siguientes premisas:
Los resultados obtenidos al hacer más restrictivos los ponderadores implica un aumento en los
requerimientos de capital de un 5,57%, en el siguiente cuadro se presentan las conclusiones
alcanzadas por la SBIF.
Escenario N.°3
En la tercera y última simulación se mantuvo los ponderadores de riesgo aplicados en el escenario
número dos; pero los mitigadores se utilizaron exclusivamente para efectos de clasificación de
cartera y constitución de provisiones.
Los resultados que obtuvo la SBIF para este último y más restrictivo caso implicaría aumentar los
requerimientos de capital en un 7,75% tal y como se muestra en la siguiente tabla.
Comentarios Finales
El nuevo acuerdo es un avance en orden a establecer mecanismos de evaluación de riesgo y de
determinación de exigencia de capital que contribuyan a fortalecer los sistemas financieros.
El acuerdo de Basilea II puede ser considerado como una mejora en relación con Basilea I por
cuanto reconoce las diferencias en los niveles de sofisticación que pueden existir entre las
diferentes instituciones y países; incorpora nuevos riesgos; promueve el actuar de los organismos
fiscalizadores y reconoce la importancia de la transparencia en los mercados (divulgación de la
información).
En particular Basilea II – respecto a Basilea I – puede ser considerado como una mejora en los
siguientes aspectos:
Reconoce que la forma en que opera cada banco en particular afecta su exposición a los
riesgos y, por ende, sus necesidades patrimoniales. Ello debiera favorecer el desarrollo de
políticas, procedimientos y mecanismos de control interno más eficientes.
Amplía las alternativas de medición del riesgo crediticio, recogiendo con ello las diferentes
realidades que se pueden apreciar en los distintos mercados, en especial respecto a su
capacidad para generar información (mayor grado de flexibilidad).
Incorpora en forma más activa el uso de la información que proveen las agencias de
clasificación de riesgo.
Con todo, es evidente que el grado de aplicación de Basilea II, en especial de aquellos
procedimientos con mayor sofisticación, variará dependiendo del nivel de desarrollo de los
mercados y de la capacidad de los bancos para efectuar mediciones internas; sobretodo que
muchos aspectos del acuerdo demandan la existencia de bases de datos con información
suficiente y confiable.
Otro elemento interesante a destacar dice relación con la real capacidad que tenga el acuerdo para
lograr la comparación entre las distintas entidades financieras, sobretodo que el acuerdo entrega la
posibilidad de aplicar distintos métodos para la evaluación de un mismo tipo de riesgo y, además,
algunos de estos métodos no son estándar (medición interna).
En cuanto al hecho que los riesgos puedan ser medidos por diferentes sistemas de evaluación,
surge la interrogante de la forma en qué se determinará el método a utilizar y los impactos de dicha
decisión. Así, por ejemplo, el establecer un método estándar para todo el mercado, podría restar
incentivo a los bancos para mejorar sus procesos internos de gestión de riesgo; por el contrario, el
uso de distintos métodos dentro de un mismo mercado podría crear diferencias en los niveles de
respaldo patrimonial, ello más como consecuencia del tipo de procedimiento utilizado que por los
riesgos efectivos de las instituciones.
En cuanto a la aplicación de los métodos basados en mediciones internas, será importante conocer
cómo los reguladores velarán por que los sistemas de evaluación sean equivalentes en cuanto a
los niveles de rigurosidad de los mismos y confiabilidad de la información que sirve como input.
Sin perjuicio de lo expresado en los párrafos anteriores, el QIS 325 ha mostrado que en el caso de
la determinación del riesgo de crédito, la aplicación del sistema IRB (ya sea el Básico o el
Avanzado) implicaría menores requerimientos de capital en comparación con el uso del método
Estándar. En este sentido, el estudio indicaría que sí existirían incentivos para que los bancos
invirtieran en pos de poder aplicar sistemas de evaluación basados en mediciones internas. No
obstante ello, los mayores costos fijos que implica esta alternativa podría representar una barrera
para su aplicación en el caso de instituciones de menor tamaño, lo cual repercutiría negativamente
en el uso eficiente de su capital.
Otro aspecto a considerar, aunque en un ámbito más particular, es el hecho que el método
Estándar para la determinación del riesgo crediticio podría generar incentivos para que empresas
con debilidad financiera suspendan los procesos independientes de clasificación. Ello por cuanto
dicha medida podría disminuir su costo de financiamiento ya que este método castiga con más
fuerza los créditos calificados en B3, o en categorías inferiores, que a aquellos que no disponen de
clasificación de riesgo.
En todo caso, las bondades o deficiencias de Basilea II serán puestas con mayor evidencia una
vez que se implemente el acuerdo, lo cual debiera ser el año 2006, y exista información suficiente
para llevar a cabo una evaluación. Además, será importante el seguimiento que se haga de los
efectos del acuerdo con el fin de corregir oportunamente sus eventuales deficiencias y reforzar sus
beneficios al sistema financiero.
Tampoco el mercado chileno debiera presentar problemas en lo relativo a las exigencias que hace
el acuerdo en relación con la divulgación de la información por cuanto la institucionalidad se ha
caracterizado y destacado por su alto nivel de transparencia, la homogeneidad de los antecedentes
y la difusión constante y sistemática que hace la Superintendencia.
En general - más allá de las aprehensiones propias de todo cambio, innovación o profundización
en este tipo de materias – Basilea II constituye un importante aporte en orden a fortalecer los
25
QIS 3 (Quantitative Impact Study ), estudio orientado a establecer los requerimientos mínimos de capital que se
encuentran bajo el pilar I. En este estudio participaron más de 200 bancos localizados en 40 países diferentes.
sistemas financieros, independiente que algunos de los aspectos propuestos no puedan aún ser
implementados en todos los mercados, entre ellos el de Chile.
Anexo N.° 1
Basilea I En Chile
La definición del capital del banco (Patrimonio Efectivo) que se emplea en la fórmula de Basilea
contiene los siguientes elementos:
Capital Básico que corresponde al capital pagado y reservas de la institución financiera (la
suma del capital pagado, reservas y otras cuentas del patrimonio de acuerdo a lo que
establezca la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, excluyéndose la
utilidad o pérdida del período o ejercicio en curso).
Bonos Subordinados que hayan sido emitidos por la institución financiera que se computen
como patrimonio efectivo26.
26
Los bonos subordinados se valorarán al precio de colocación (El cálculo deberá efectuarse sobre el valor actual de los
bonos según la tasa implícita efectiva de colocación) y hasta un 50% de su capital básico; el valor computable disminuirá en
un 20% por cada año que transcurra desde que falten seis años para su vencimiento.
27
Se consideran los documentos en proceso de cobro, depositados o incluidos en el canje; además, los depósitos en
cuenta corriente o a la vista en el exterior, cuando la institución financiera depositaria esté calificada en primera categoría de
riesgo por una empresa calificadora internacional.
Anexo N.° 2
Alcances y Definición de las distintas Líneas de Negocio.
Finanzas corporativas
Fusiones y adquisiciones, suscripción de emisiones,
Finanzas de
privatizaciones, securitización, investigación, deuda
administraciones locales /
Finanzas (pública, alto rendimiento), acciones, sindicaciones, Ofertas
públicas
Corporativas Públicas Iniciales, colocaciones privadas en mercado
Banca de inversión secundario.
Servicios de
asesoramiento
Ventas Renta fija, renta variable, divisas, productos básicos,
Creación de Mercado crédito, financiación, posiciones propias en valores,
Negociación y
préstamo y operaciones con pacto de recompra,
ventas Posiciones Propias intermediación, deuda, intermediación unificada (prime
Tesorería brokerage).
Préstamos y depósitos de clientes minoristas, servicios
Banca minorista
bancarios, fideicomisos y testamentarías.
Banca Préstamos y depósitos a clientes privados, servicios
minorista Banca privada bancarios, fideicomisos y testamentarías, asesoramiento de
inversiones.
Tarjetas de empresa / comerciales, de marca privada y
Servicios de tarjetas
Minoristas.
Financiación de proyectos, bienes raíces, financiación de
exportaciones, financiación comercial, factoring,
Banca comercial Banca comercial
arrendamiento financiero, préstamos, garantías, letras de
cambio.
Liquidación y Pagos y recaudaciones, transferencia de fondos,
Clientes externos
pagos compensación y liquidación.
Cajas de seguridad, certificados de valores, préstamo de
Custodia
Servicios de valores (Clientes), operaciones de sociedades.
agencia Agencia de empresas Agentes de emisiones y pagos.
Fideicomisos de Empresas
Administración Agrupados, segregados, minoristas, institucionales,
Administración discrecional de fondos cerrado, abierto, participaciones accionariales.
de activos Administración no Agrupados, segregados, minoristas, institucionales, de
discrecional de fondos capital fijo, de capital variable.
Intermediación Intermediación
Ejecución y servicio completo.
minorista minorista