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Colombia
se raja en infraestructura vial. El Espectador. Recuperado de:
http://www.elespectador.com/noticias/economia/colombia-se-raja-
infraestructura-vial-articulo-388669
Uno de los temas cruciales en la economía nacional y que ha quedado al margen de las
discusiones es el retraso en su infraestructura. “Colombia cuenta con una enorme
disponibilidad de recursos pero no ha sido capaz de desarrollarlos en esta materia”, asegura
Jorge Iván González, director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo, CID, de la
Universidad Nacional de Colombia.
Según el investigador, existen tres fuentes fundamentales de dinero que no se están utilizando.
“La primera son los Fondos de Pensiones que actualmente tienen 61 billones de pesos
disponibles para financiar grandes proyectos de infraestructura. Les siguen las grandes
entidades como ISA (Interconexión Eléctrica S.A.), con excedentes significativos que se están
gastando fuera del país. Y finalmente las reservas internacionales. Colombia tiene 25 mil
millones de reservas que están en este momento en el Banco de la República”, concluye el
director del CID.
Sumado a esto, los ingresos de inversión extranjera directa del año 2008 fueron de 10.564
millones de dólares, según cifras del Ministerio de Comercio Exterior. Desde la Constitución de
1991 se permitió la competencia y participación privada en los distintos sectores de
infraestructura. Esto se vio reflejado en el periodo 1992–2007, cuando los mayores aportes al
sector fueron de 21 mil millones de dólares hechos por inversionistas estratégicos, con muy
poca participación de los nacionales.
La propuesta para El Dorado, según el experto, es triste: “Es un aeropuerto pequeño para una
ciudad enorme, con una licitación ridícula para un aeropuerto ridículo”. Asegura que esto
demuestra la falta de visión y capacidad para generar obra pública, porque para una ciudad
como Bogotá deberían diseñar un terminal aéreo mínimo como el de Madrid (España).
Lo mismo sucede con la infraestructura vial. La consecuencia principal de un país fraccionado
es la dificultad para consolidar el mercado interno. Lo que muestran las últimas cifras de
pobreza es que la brecha urbano–rural en el país se incrementó, en gran parte, por la falta de
redes viales para transportar las riquezas agrícolas.
“Pero en Colombia seguimos pensando que la solución son los acuerdos internacionales,
cuando realmente tenemos una economía cerrada. Apenas el 20 por ciento del PIB nacional
está representado en exportaciones. Otros países, como Holanda, cuentan con el 70 por ciento
de su PIB en dicha materia. Eso sí es una economía abierta”, asegura el economista.
En Colombia había ferrocarril y lo acabaron. Había transporte por el río Magdalena y también lo
desaparecieron. Además, no hay autopistas. Hoy deberían existir los tres. Estados Unidos y
Europa mantienen el trasporte fluvial y lo están aumentando. En adición, los europeos les están
demostrando a los estadounidenses que el tren puede llegar a competir con el avión.
Actualmente, el Gobierno Nacional busca ejecutar varios proyectos que se encuentran dentro
de los planes de ejecución del Ministerio de Transporte desde hace varios años. Se trata de
cinco corredores viales que están en la fase de ejecución, estructuración o listos para salir a
licitación.
El cuarto corredor es la Troncal de Occidente, la cual arranca en Rumichaca, pasa por Pasto
(tramo en construcción) para luego llegar al Cauca y Valle del Cauca (tramo que ya se
encuentra en operación), y después sigue por Antioquia con la Autopista de la Montaña. Por
último, están Las Arterías de mi Llanura, obras que conectarán a Villavicencio con Arauca,
Casanare y San José del Guaviare, y a Villavicencio con Bogotá en doble calzada.
Urbanismo
Una de las grandes fallas de infraestructura en el país está directamente relacionada con la
vivienda. Según María Mercedes Maldonado, profesora del Instituto de Estudios Urbanos (IEU),
entre 1993 y 2005, el 45 por ciento de las viviendas nuevas de Bogotá fueron construidas de
manera informal. Pese a que los Gobiernos Nacional y Distrital persisten en entregar subsidios
para adquirir viviendas de interés social, esta ayuda es insuficiente porque las familias
necesitan contar con ahorros o, en la mayoría de los casos, con un crédito hipotecario para
completar el precio de la casa.
Además, las posibilidades son pocas porque solo el 6 por ciento de toda la vivienda construida
en Bogotá, entre el año 2000 y el mes de abril de 2009, es de interés social. En términos
económicos, este tipo de construcción no es rentable para el sector debido a que el margen de
ganancia es muy estrecho y existe un mayor riesgo de no poderlo comercializar.
“Para una familia es mejor recibir una unidad básica y un lote muy bien urbanizado que pueda ir
mejorando en la medida en que vaya generando ahorro. Así, con el tiempo podrá conseguir
una casa relativamente en buenas condiciones. En cambio, si tiene un crédito bancario en el
que debe pagar 100 ó 150 mil pesos al mes, y quienes trabajan se quedan sin empleo, se corre
el riesgo de perder la casa, lo que invirtió el Estado y de paso lo que invirtió la familia en
comprarla”, explica la docente.