Vous êtes sur la page 1sur 3

Articulo tomado de: Franco García, D. (2012, 22 de Noviembre).

Colombia
se raja en infraestructura vial. El Espectador. Recuperado de:
http://www.elespectador.com/noticias/economia/colombia-se-raja-
infraestructura-vial-articulo-388669

Colombia se raja en infraestructura vial


Un estudio de Fedesarrollo indica que se deben invertir $20 billones anuales para
reducir el atraso. Asegura que más del 87% de países cuentan con mejores
indicadores de desarrollo.
Colombia es uno de los países en Latinoamérica más atrasados en materia de
infraestructura de transporte, según el informe presentado por Fedesarrollo en el
marco de la novena versión del Congreso Nacional de Infraestructura.
El presidente de Fedesarrollo, Leonardo Villar, apuntó que falta una información
estadística que presente cifras oficiales sobre las vías colombianas y la poca que
existe no es creíble ni consistente.
Y aunque no es una sorpresa el rezago, visto desde muchas perspectivas el estudio
es revelador: Colombia está muy atrasada en comparación con América Latina y más
del 87% de los países del mundo están mejor. Hablando de carreteras, el país está un
30% debajo del nivel en que debería estar y aunque en el caso de puertos la cifra es
mucho menor, un 3% representa una información poco positiva.
Señala el documento que para reducir el atraso, la inversión en transporte no urbano,
de aquí al año 2020, debe ser de $20 billones anuales, que corresponden a un 3,1 del
PIB. De esta cifra, un 20% debería ser enfocado en disminuir los problemas existentes
y el 80% para responder al incremento esperado con el tráfico de vehículos a raíz de
los acuerdos comerciales que el país ha firmado o está por firmar. Con esto se estima
que Colombia pasaría de 13 mil kilómetros pavimentados a 44 mil kilómetros a finales
de la década.
Tomando el ranquin de indicadores de Competitividad Global del Foro Económico
Mundial, la infraestructura colombiana ha perdido competitividad, incluso en los
aeropuertos, área en la que se había concluido que el país se encontraba mejor
posicionado.
Villar resaltó la necesidad de invertir en infraestructura multimodal, porque si bien las
carreteras son importantes, es clave entender que el transporte de carga se mueve en
un 27% por vía férrea. Junto a eso se debe inyectar una buena porción de recursos en
puertos. Como señaló el presidente de Fedesarrollo: “si usamos un transporte
multimodal, podemos conectar el país entero”.
Aunque la tendencia negativa ha cambiado durante los últimos años, reducir el retraso
de infraestructura en transporte requerirá mayores esfuerzos conjuntos. Las negativas
cifras responden a los bajos niveles de inversión pública y a factores institucionales
que no han estimulado la inversión privada, entendiendo que el aporte de este sector
representa cerca de un 40%.
Los retos son múltiples. Villar indica que aunque hay avances en la construcción, no
hay aún una locomotora en este sector: Colombia “no tiene la infraestructura para
poder seguir creciendo a los ritmos que esperamos” en materia económica.
Fedesarrollo insistió una y otra vez que el rezago sólo se disminuirá con inversión,
gestión adecuada y entendiendo que la ola invernal puso en evidencia un problema:
una topografía compleja en un clima cambiante que genera vulnerabilidades. “Si hay
mayor calidad de las obras, habrá menos costos en términos de reconstrucción y
mantenimiento”, apuntó Villar.
“En Colombia hay un dilema entre calidad y cantidad, no se han hecho inversiones con
calidad óptima, pues ésta cuesta más y sus beneficios no se ven a corto plazo, un
tema que no es beneficioso desde el punto de vista político, que es el que busca
mostrar resultados inmediatos”.
Articulo tomado de: Tafur, F. (2009, 24 de Octubre). Infraestructura en
Colombia: hay recursos pero no visión. UN Periódico. Recuperado de:
http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/infraestructura-en-
colombia-hay-recursos-pero-no-vision.html

Infraestructura en Colombia: hay recursos pero no


visión
Oct. 24 de 2009

Por: Francisco Tafur, Unimedios.


Los problemas de infraestructura en Colombia no son por falta de
dinero sino por la incapacidad de desarrollar obras efectivas. Por
eso frente a otras naciones el país está atrasado, particularmente en
las comunicaciones viales que mantienen fraccionado el territorio y
dificultan la consolidación del mercado interno, aseguran los
expertos.
A pesar de la crisis económica que azota al mundo desde el año pasado y de la cual Colombia
no ha sido ajena, existen una serie de factores que han hecho que el país se retrase un poco
más en la recuperación ocasionada por dicha coyuntura. 

Uno de los temas cruciales en la economía nacional y que ha quedado al margen de las
discusiones es el retraso en su infraestructura. “Colombia cuenta con una enorme
disponibilidad de recursos pero no ha sido capaz de desarrollarlos en esta materia”, asegura
Jorge Iván González, director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo, CID, de la
Universidad Nacional de Colombia. 

Según el investigador, existen tres fuentes fundamentales de dinero que no se están utilizando.
“La primera son los Fondos de Pensiones que actualmente tienen 61 billones de pesos
disponibles para financiar grandes proyectos de infraestructura. Les siguen las grandes
entidades como ISA (Interconexión Eléctrica S.A.), con excedentes significativos que se están
gastando fuera del país. Y finalmente las reservas internacionales. Colombia tiene 25 mil
millones de reservas que están en este momento en el Banco de la República”, concluye el
director del CID. 

Sumado a esto, los ingresos de inversión extranjera directa del año 2008 fueron de 10.564
millones de dólares, según cifras del Ministerio de Comercio Exterior. Desde la Constitución de
1991 se permitió la competencia y participación privada en los distintos sectores de
infraestructura. Esto se vio reflejado en el periodo 1992–2007, cuando los mayores aportes al
sector fueron de 21 mil millones de dólares hechos por inversionistas estratégicos, con muy
poca participación de los nacionales. 

Sin embargo, Colombia se encuentra significativamente retrasada frente a otros países de la


región como Venezuela y México, según explica González. “Debido a la incapacidad
institucional, no se ha tenido la visión y la capacidad de materializar los recursos en grandes
obras. Esto se evidencia en el desastre de licitación para el nuevo aeropuerto El Dorado, la
demora para concretar la licitación del túnel de La Línea –proyecto que lleva 60 años– y la falta
de carreteras con doble calzada por todo el país”, dijo. 

La propuesta para El Dorado, según el experto, es triste: “Es un aeropuerto pequeño para una
ciudad enorme, con una licitación ridícula para un aeropuerto ridículo”. Asegura que esto
demuestra la falta de visión y capacidad para generar obra pública, porque para una ciudad
como Bogotá deberían diseñar un terminal aéreo mínimo como el de Madrid (España). 
Lo mismo sucede con la infraestructura vial. La consecuencia principal de un país fraccionado
es la dificultad para consolidar el mercado interno. Lo que muestran las últimas cifras de
pobreza es que la brecha urbano–rural en el país se incrementó, en gran parte, por la falta de
redes viales para transportar las riquezas agrícolas. 

“Pero en Colombia seguimos pensando que la solución son los acuerdos internacionales,
cuando realmente tenemos una economía cerrada. Apenas el 20 por ciento del PIB nacional
está representado en exportaciones. Otros países, como Holanda, cuentan con el 70 por ciento
de su PIB en dicha materia. Eso sí es una economía abierta”, asegura el economista.  

En Colombia había ferrocarril y lo acabaron. Había transporte por el río Magdalena y también lo
desaparecieron. Además, no hay autopistas. Hoy deberían existir los tres. Estados Unidos y
Europa mantienen el trasporte fluvial y lo están aumentando. En adición, los europeos les están
demostrando a los estadounidenses que el tren puede llegar a competir con el avión.

¿Qué se está haciendo hoy?

Actualmente, el Gobierno Nacional busca ejecutar varios proyectos que se encuentran dentro
de los planes de ejecución del Ministerio de Transporte desde hace varios años. Se trata de
cinco corredores viales que están en la fase de ejecución, estructuración o listos para salir a
licitación. 

El primero es el trayecto Buenaventura–Bogotá–Bucaramanga–Cúcuta, vía que moviliza el 60


por ciento del comercio exterior colombiano. El segundo corredor es la Autopista de Las
Américas, proyecto en estructuración que permitirá conectar las capitales de la costa Atlántica y
facilitará la conectividad con Panamá y Venezuela, a lo largo de 2.200 kilómetros. El tercero es
la Ruta del Sol, que conectará a Bogotá con Santa Marta en solo 10 horas.  

El cuarto corredor es la Troncal de Occidente, la cual arranca en Rumichaca, pasa por Pasto
(tramo en construcción) para luego llegar al Cauca y Valle del Cauca (tramo que ya se
encuentra en operación), y después sigue por Antioquia con la Autopista de la Montaña. Por
último, están Las Arterías de mi Llanura, obras que conectarán a Villavicencio con Arauca,
Casanare y San José del Guaviare, y a Villavicencio con Bogotá en doble calzada.

Urbanismo

Una de las grandes fallas de infraestructura en el país está directamente relacionada con la
vivienda. Según María Mercedes Maldonado, profesora del Instituto de Estudios Urbanos (IEU),
entre 1993 y 2005, el 45 por ciento de las viviendas nuevas de Bogotá fueron construidas de
manera informal. Pese a que los Gobiernos Nacional y Distrital persisten en entregar subsidios
para adquirir viviendas de interés social, esta ayuda es insuficiente porque las familias
necesitan contar con ahorros o, en la mayoría de los casos, con un crédito hipotecario para
completar el precio de la casa. 

Además, las posibilidades son pocas porque solo el 6 por ciento de toda la vivienda construida
en Bogotá, entre el año 2000 y el mes de abril de 2009, es de interés social. En términos
económicos, este tipo de construcción no es rentable para el sector debido a que el margen de
ganancia es muy estrecho y existe un mayor riesgo de no poderlo comercializar. 

“Para una familia es mejor recibir una unidad básica y un lote muy bien urbanizado que pueda ir
mejorando en la medida en que vaya generando ahorro. Así, con el tiempo podrá conseguir
una casa relativamente en buenas condiciones. En cambio, si tiene un crédito bancario en el
que debe pagar 100 ó 150 mil pesos al mes, y quienes trabajan se quedan sin empleo, se corre
el riesgo de perder la casa, lo que invirtió el Estado y de paso lo que invirtió la familia en
comprarla”, explica la docente.

Vous aimerez peut-être aussi