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Agustín Martínez A.
Universidad “Simón Rodríguez”
Núcleo Regional de Postgrado Caracas
En este sentido, la conferencia del profesor Enzo del Búfalo fue importante
para plantear y tomar conciencia de algunos problemas generales relacionados con
el conocimiento social, o bien algunos condicionamientos sociales de la
investigación propios de nuestro tiempo. Inclusive podríamos decir que, más que de
la investigación, se trataba para el Profesor Del Búfalo de una condición referida
esencialmente al pensamiento.
En este punto, y a propósito de lo anterior, quisiera insistir en la
diferenciación, que me parece necesario subrayar, entre investigar y pensar. La
filosofía, por ejemplo, siempre se ocupó de las posibilidades del pensamiento, no
de la investigación. Investigar es otra actividad, es una actividad que tiene que ver
con otros ámbitos de necesidades a los que más adelante tendremos oportunidad
de hacer referencia.
De allí, por ejemplo, una idea de la cultura que me gustaría compartir con
ustedes, esto es: la cultura entendida como la posibilidad de que nuestras
percepciones y nuestras comprensiones del mundo estén cargadas de un sentido
que las particulariza. Pensar el mundo, conocerlo, no sería entonces una tarea de
la cual se pueda decir que originariamente esta exenta de un “interés” (Habermas)
en nuestra orientación hacia él o que está desvinculada de nuestra posición en su
compleja estructuración. Diríamos más bien que hay un “interés” en el
conocimiento, hay un interés en la forma de acercarnos al mundo y ese interés no
es externo al acto de conocer sino que, insisto, modula originariamente nuestro
comprensión.
Hay varias maneras de visualizar esta relación en la que quisiera insistir. Sin
duda alguna la filosofía, la tradición filosófica de occidente, trabajó muy
fuertemente en el sentido de dar cuenta del anclaje mundano del pensamiento; a
ese esfuerzo se vinculó, en definitiva toda la tradición interpretativa y comprensiva
que desarrolló este supuesto dentro del cual el conocimiento y las cosas
desconocidas, el alineamiento con las tradiciones intelectuales y culturales
constituyendo un sistema complejo acotado sin embargo, por peculiaridades
particularizantes y definitorias
Pensamiento y tradición.
1
Claudia Hilb (Comp.), El resplandor de lo público, Caracas, Nueva Sociedad, Pag. 6, 1994.
2
Claudia Hilb (Comp.), Ob. Cit., Pag. 6.
La comprensión de lo político.
En efecto, la radical novedad del totalitarismo habría sido tal que nada en la
historia de la filosofía política permitía prever o pensar las consecuencias
devastadoras para la cultura de occidente que él trajo consigo. Por eso su
3
Op. Cit., pp. 8-9.
4
Op. Cit., p. 9.
La reflexión.
Esta es, por otro lado, una apelación que podemos hacer nosotros, como
investigadores sociales encuadrados en un contexto histórico y socio-cultural
preciso, de diversas maneras. En este sentido tal vez no sea ocioso recordar que la
mayor parte de las veces las Ciencias Sociales en sus diversas vertientes, y sobre
todo en sus manifestaciones académicas, han cultivado un tipo de pensamiento, un
tipo de trabajo intelectual simplemente desarticulado de toda situación histórica y
desentendido de toda tradición intelectual estructurante. Nótese, no sin “contextos
teóricos” e, incluso, carentes de referencias históricas con las que se pretende
circunscribir el conocimiento. Nos referimos más bien a las posibilidades de
banalización epistemológica que se abren peligrosamente mediante la
entronización de un tipo de trabajo intelectual desarticulado de las propias
tradiciones de pensamiento que lo tornen significativo social y culturalmente, que lo
doten de sentido al visualizarlo al mismo tiempo como un auténtico problema para
el pensamiento y para la cultura, para la comprensión de lo que somos y del mundo
que vivimos.
Y en esto van dos situaciones completamente diferentes: una que puede ser
bien justificada por la pregunta kantiana por excelencia, la pregunta crítica: ¿cómo
es posible en general el conocimiento? La respuesta de Kant, sabemos, pasa por el
análisis de las condiciones universales que determinan el conocimiento: el análisis
de las condiciones de la intuición, de la resolución sintética que de ellas introducen
las categorías, el examen del papel de la imaginación, por el establecimiento, en
fin, de las condiciones racionales que hacen posible que algo como un
conocimiento del mundo tenga lugar. Pero, por otro lado, también el análisis de
Kant acerca de las posibilidades y condiciones del conocimiento toma en
consideración la problemática de la particularidad que introduce en la
interrogación por el conocimiento el análisis del problema general del Juicio. Al
considerar aquí este último tema, lo hacemos para destacar justamente esa
particularidad. Con ella entramos en un territorio en el que el tópico de la
posibilidad del conocimiento se plantea en toda la amplitud de sus dimensión
crítico-racional (es decir, de su dimensión epistemológica en sentido estricto),
pero también en toda la dimensión de su historicidad. En efecto, la forma canónica
del Juicio es denominada por Kant Juicio Determinante (la forma A es B); es
decir, es esta la forma que adopta el conocimiento social y culturalmente
conceptuado y por la cual se hace posible su transmisibilidad y su
almacenabilidad.lemátic Por el Juicio Determinante se significa que para toda y
cualquier intuición se ha determinado la existencia de un concepto bajo el cual
subsumirlo: A es una intuición subsumible bajo el concepto B. De aquí se
desprende un conjunto de consecuencias a las que no haremos referencia en este
momento. Pero hay otra circunstancia para el conocimiento según la cual podemos
encontrarnos ante un fenómeno para el que no poseemos un concepto bajo el cual
subsumirlo. Es esta la problemática que desencadena el proceso que Kant
denomina Juicio Reflexionante. Cuando estamos un fenómeno para el cual no
tenemos un concepto bajo el cual subsumirlo, es decir, reconocerlo como siendo
“un caso de algo”, esto es, un evento reconocido, clasificable, dice Kant, se
produce una reflexión sobre las leyes particulares de la naturaleza a fin de
ampliarlas, de alguna manera reajustarlas para elaborar el concepto que permita
reestablecer la forma canónica del conocimiento.
Ahora bien esto nos podría hacer pensar que basta con que nosotros
transformemos un campo disciplinario, que basta que con nuestra pequeña
revolución se produzca dentro del ámbito de un campo disciplinario para que ya
estemos con el asunto resuelto. Esto podría ser posible, verdad, si nosotros todavía
estuviésemos concentrados en la forma siempre ideal de existencia de saberes
disciplinarios autónomos, estancos, separados, donde lo que esta ocurriendo en la
química, en verdad no tiene nada que ver con lo que pasa con la astronomía o lo
que ocurre con la física o lo que ocurre con la historia. Esa forma ideal de
existencia de un conocimiento puramente disciplinario, que en verdad nunca
existió, como lo indica el hecho de que desde finales del siglo 19 estamos
luchando con elaborar perspectivas multidisciplinarias o interdisciplinarias. Para
ver cómo hacíamos que varias disciplinas entraran a discutir un asunto
determinado, y como no eran suficiente después fuimos multidisciplinarios, y ahora
estamos siendo un poco transdiciplinarios.
Había allí una terrible desconfianza hacia los conceptos, categorías, hacia el
lenguaje que se empleaba. Yo recuerdo había un texto de un extraordinario
intelectual argentino Noel XXX que escribió un articulo sobre una novela de
Carpentier entonces el dedicó mas de la mitad del articulo a una operación que era
la desideologización de cada uno de los términos y categorías que iba a emplear en
el discurso, lo que yo he llamado pensamiento hacia atrás, vamos a desconfiar
tanto del lenguaje, vamos a desconfiar tanto de una aproximación acritica a la
cosa que vamos a ir depurando nuestro lenguaje, vamos a ir depurando nuestros
conceptos, vamos a ir depurando nuestras categorías y nuestras percepciones
para asegurar una aprensión no ideologizada de aquello que quiero hacer, es un
extremo verdaderamente pero que ilustra muy bien aquella actitud bajo la cual el
latino americanismo moderno de la segunda era del siglo pasado estaba siendo
critico estaba comprendiendo la critica , en el primer lugar la desconfianza xxxxx
pero eso no fue suficiente porque además fracasó como proyecto, es el fin de la
modernidad latinoamericana, de la modernidad intelectual latinoamericana es este
proyecto que fracasa. Pero se establecieron distinciones de ese tipo, por ejemplo
en la sociología recuerdo había por lo menos tres distinciones fundamentales:
había una sociología que era oficialista que era aquella que se practicaba en las
oficinas publicas y en las investigaciones, una sociología mas o menos inocua;
había otra que era la sociología académica era aquella que se practicaba y se
enseñaba en las universidades era engorrosa, se dilataba y se demoraba en los
conceptos, pero había una sociología que era critica, y era critica porque se hacia,
la metáfora era se hacia “desde” América latina esa era la metáfora. Pensar el
mundo y pensar América latina desde América Latina, era en primer lugar la
garantía de la criticidad del pensamiento, la garantía que no estaba simplemente
asumiendo contenidos teóricos ajenos, extraños que de alguna manera
confundieran el asunto xxxxx.
Ahora bien, evidentemente la idea de pensar “desde” es una metáfora confusa, que
significa pensar desde? Que significa de hacer sino del territorio si de la
historicidad una condición de posibilidad del pensamiento xxxx. Es una metáfora
confusa, pero hay que detenerse un poquito, porque en ella también hay
elementos importantes ya nadie dice que hay que pensar desde, América latina
porque América Latina se ha vuelto en un territorio bastante complejo que por allí
justamente en estos días estuve leyendo varios trabajos que intentaban decir
xxxxx.
Pero hay que detenerse en este pensar desde porque en su forma mas banal
pensar desde América latina es que bueno mira se me ocurre pensar aquí en este
territorio y eso por si solo no es garantía de nada. Que es lo que esta en juego
acá? lo que esta en juego no es simplemente unos resultados , una verdad
pretender que no hay cosa sustantiva en juego salvo el temor a lo meramente
ideológico, lo que esta en juego acá es otra cosa mucho mas sutil pero mucho mas
importante lo que esta en juego es el sentido de lo hablado, el sentido delo
pensado, el sentido de lo xxxx y ese sentido no se da solamente por pertenencia
a un territorio, pero sí se da o podría darse, por pertenencia a una tradición
intelectual. Otra manera pensar desde América latina es pensar desde la tradición
intelectual latinoamericana. La recomposición de esa tradición tuvo N numero de
esfuerzos pero quizás el mas notable fue el que se dio aquí en Venezuela cuando
Angel Rama funda la Biblioteca Ayacucho y el argumento era claro: el decía da
mas o menos que grima ver a todo un continente tratando de pensarse en su
propia tradición en su propio ser desconociendo las grandes obras políticas del
pensamiento y literarias producidas en toda su historia. En consecuencia era
necesaria hacer físico esa tradición intelectual , tornarla física, accesible, ponerla a
circular la tradición anda por allí en los libros negros de la Biblioteca Ayacucho, fue
el otro sentido y se cumplió de una manera sumamente importante.
Entonces era pensar desde, pensar desde una tradición intelectual, fue una de las
posibilidades. Porque se abrieron otras versiones del pensar desde, por ejemplo
desde la problemática de la cultura popular porque ciertamente ya sabíamos desde
el siglo 19 que si pensábamos, por ejemplo desde las ambigüedades de la clase
media o desde el pensamiento retaliativo de la burguesía, estábamos mal
parados. El problema era colocarse en aquello que acababa de ser descubierto
además, que era lo popular. Eso se descubrió aquí por vuelta de los años 60, lo
popular, los poderes xxx del pueblo etc. , hasta hoy en día en una xxx de
investigación sumamente importante y sumamente fuerte pero entonces claro en el
plano político había que ir allá, era mas bien pensar desde allí que pensar desde
otra situación .
Que quiero decir con toda esta historia que puedo tener mas anécdotas y las tiene?
Quiero decir que esta idea de pensar desde América latina sobre todo imponía
obligaciones al pensamiento, ponía de relieve las complejidades de pensar en un
contexto histórico cultural determinado, llamaba la atención al hecho de que
pensar con inocencia era el camino mas directo para ir a caer en las garras de la
falsedad, de la ideologización, en definitiva de la dependencia, del no saber, o
peor aun, de lo inocuo del pensamiento, quizás lo que mas fuerte le reprocharon a
una cierta sociología oficialista fue lo inocuo de los resultados, resultados que no
iban a ninguna parte porque ni las investigaciones ni los procedimientos de
investigación y a veces ni los resultados guardaban una relación con aquello que
de alguna manera estaba retando a la posibilidad de pensar. Atención tal vez si se
resolvía el problema seguramente, yo puedo resolver un problema verdad ¿como
hago para repartir la leche entre los niños de la escuela, tipo de leche, etc? y al final
digo que la leche tiene que ser tal marca .
Pero todo eso es historia pasada, eso paso eso fue lo que de alguna manera llenó
al latino americanismo moderno, que dejó grandes resultados, nos dejó
verdaderos monumentos de trabajo teórico pero que de alguna manera la historia
se encargó de poner de manifiesto que allí habían cosas nuevas que no se veían
desde ese punto de vista.
Yo quiero hacer referencia a un hecho porque me parece que es muy claro, muy
didáctico. Quizás el ultimo, el mas importante y último gran trabajo sobre el
problema de la identidad cultural en Venezuela desde la perspectiva moderna es
el trabajo de Maritza Montero, en realidad es su tesis doctoral presentada a
finales de los años 70 y publicada en los años 80 con esa celeridad con que hace
las cosas las universidad.
Yo recuerdo que había esta profesora que terminó siendo una gran escritora que
era Victoria De Estefano cuando ella era muchacha parece que escribió un
trabajito sobre Sartre y bueno y cuando era muchacha se lo dio a la imprenta de la
UCV para que lo publicaran. En una oportunidad, ella aterrorizada, ya estaba
jubilada ya había escrito las dos primeras novelas, escritora de primer orden, sus
muchachos ya estaban casados y todo, la sorprendió la universidad porque le
entregó el librito sobre Sartre.
Pero la profesora Montero no tuvo que esperar tanto, solamente hasta el 83, unos
cinco años. En el 83 fue el libro importante que fue. El tutor fue el historiador
Herman Carrera Damas. Es un libro montado totalmente, un estudio critico sobre el
problema de la identidad , sobre el concepto de dependencia, dependencia cultural
y todas estas cosas que estaban por allí verdad, de alguna manera problematizaba
una cierta identidad que era perceptible por ella y esa problematizacion se
argumentaba en torno a los problemas de la dependencia, el libro es mucho más
complejo que eso, pero en verdad trabajaba todavía con las categorías duras, la
dependencia, la cultura nacional, la nación, todas estas cosas verdaderamente
fuertes, estaban movilizadas como recursos teóricos fundamdentales. Esto es en el
año 83.
Por ejemplo para recordar lo que está haciendo Victor, toda la problemática de la
transculturación que planteaba un problema de la dinámica de las sociedades
modernas, cual es la dinámica de las sociedades y las culturas modernas en
términos de la producción de sentido, de la producción cultural, la producción de lo
simbólico, la problemática del regionalismo, la problemática de una modernidad
que se irradiaba desde los centros urbanos hacia el conjunto de los territorios
prácticamente, que estaba creando y replanteando el problema de las oposiciones
mas viejas, ciudad campo, civilización barbarie, todas esas cosas verdad, que se
estaban redefiniendo, de pronto empezaron a plantearse de otro modo, fue
necesario visualizar que las dinámicas de la sociedad, que las dinámicas de la
cultura iban por otro lado, que la dinámica del pensamiento en general xxxx.
Me gustaría insistir en un punto acá para ver si encuentro la salida de lo que estoy
buscando,
En medio de esta crisis verdad, crisis del pensamiento ocurrió un hecho decisivo
para el continente latinoamericano, la década de los 80, que tuvo consecuencias
para lo que nos interesa a nosotros, consecuencias intelectuales que fueron muy
graves porque eso significo la disolución de los equipos intelectuales en toda
América latina , la diáspora de los equipos intelectuales y su ubicación además en
la academia norteamericana, en la academia europea. Uno podría pensar que eso
en sí mismo es hasta mejor porque van a tener más tiempo y más libros para leer,
las bibliotecas americanas son excelentes, pero que fue lo que ocurrió allá
ocurrieron algunas cosas por ejemplo la academización del pensamiento, la
tradición del pensamiento latinoamericano aquella que se reclamaba para sí, que
reclamaba su legitimidad porque se pensaba desde América latina de pronto
empezó a ver que estaba funcionando “dentro de” el espacio de la academia.
Por ejemplo políticas en las cuales y en ese caso Edward Said ha sido muy claro
al señalarlo, donde lo que se denomina la tradición humanista, el humanismo, el
humanismo que es lo que enseña, el que enseña las humanidades: la literatura, la
sociología, la historia, la antropología ese es el humanismo, vienen desde el
comienzo marcado por una suerte de minusvalía dentro de la tradición intelectual
norteamericana a favor mas bien de planteamientos mas duros más xxxx, más
sólidos etc.
Entonces pensamos América latina desde esa postura. Por ejemplo la LASA la
asociación de estudios latinoamericana que hace su conferencia bianual y es uno
de los grandes focos de estudios sobre América latina en Estados Unidos, paso a
ser rectora del pensamiento sobre América latina y allí se debaten cosas
sumamente importantes que han renovado muchísimos aspectos de este hecho de
pensar América latina desde lo que podríamos llamar el post latino americanismo
moderno.
Uno de ellos, los estudios culturales, cuyo primer efecto fue hacer olvidar que la
crítica cultural latinoamericana se viene haciendo desde el inicio del siglo XIX por lo
menos, pero los estudios postcoloniales, el asunto de que bueno la América latina
es un producto histórico de una situación colonial y eso hace una peculiaridad
especifica del sujeto y el modo de pensarlo, y entonces se piensa en lo barroco y el
barroco es una categoría muy importante para entender América Latina o entonces
el problema no es ser poscolonial sino ser posoccidental y entonces pensar el
asunto del proyecto de occidentelización del territorio americano que fue el centro
la colonización española y portuguesa.
Son tendencias todas muy muy importantes de verdad que sí que han renovado
de una manera bien fuerte y bien importante el problema de lo que significa pensar
en América latina. Fíjense ustedes el problema que esta colocando los estudios
poscoloniales no es que simplemente venimos de una situación de colonia y ahora
somos poscoloniales porque se acabo la colonia etc. El verdadero problema no
reside en eso, en la descripción de eso, el verdadero problema reside en la
consecuencia para el acto de pensar que se deriva de esa situación histórica, ese
es el verdadero punto que se discute, no otro: qué pasa en la cabeza de un sujeto y
en la cultura de un sujeto que después de 300 años de colonización lo dejan
suelto y empieza a pensar con qué piensa y que además se le exige: señor, no es
que usted va a pensar lo que le de la gana, usted de ahora en adelante tiene que
pensar críticamente, usted tiene que asumir una posición critica respecto a su
propia posición histórica como sujeto de pensamiento, usted debe empezar a ver
su mundo con una claridad que nunca antes tuvo y deslindar ese pensamiento de
los residuos de un habito colonial, de los residuos de una presencia de lo
metropolitano en usted. Será que el poscolonial puede pensar críticamente?,
Cuales son los problemas epistemológicos y críticos que acarrea esta exigencia?,
Cuales son los asuntos, las categorizaciones sobre los que ella se despliega?. El
asunto no es pensar sobre la postcolonia, es pensar desde la consciencia de la
situación poscolonial y determinar cuál es la pertinencia de ese pensamiento y de
esa condición para los fines de una exigencia crítica?
Yo creo que todas estas cosas nos remiten, creo que ya encuentro la salida, nos
remiten un poco a esta circunstancia, pensar en América latina. No solamente
tenemos estas corrientes tenemos otra muy fuerte que se va desarrollando que
es aquella que de alguna manera señala que la posibilidad de la critica está no en
la ruptura con el latinoamericanismo moderno sino mas bien en la continuidad de
la transformación de la tradición, y hay trabajos sumamente importantes los
norteamericanos sobre todo están trabajando mucho en eso, pero también en
Argentina , esa cantidad de gente que está tratando de ver como es posible
reinstaurar la posibilidad, pensar la posibilidad del pensamiento sin caer en la
tentación de la captura por la mera academia norteamericana, que no es que estén
diciendo bobadas, están diciendo cosas extraordinarias, pero que sin embargo se
entiende que existen allí tensiones para el pensamiento, condicionamientos para el
pensamiento que verdaderamente complejizan la pregunta: ¿ será que yo puedo
pensar en América latina, y en que sentido puedo pensar?