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Hugo Darío de León Pellecer Carné: 200314454

Ausencia.

a) Definición: El Código Civil (artículo 42) precisa el concepto de ausencia en los siguientes
términos: “Es ausente la persona que se halla fuera de la República y tiene o ha tenido su domicilio
en ella. Se considera también ausente, para los efectos legales, la persona que ha desaparecido de
su domicilio y cuyo paradero se ignora”.

b) Clasificación:

1) Declaración de ausencia para la representación en juicio: que se refiere al simple hecho de que la
persona obligada en alguna forma o con derechos susceptibles de ser ejercitados en la República,
se ausente de ella y no deje mandatario con facultades suficientes para hacer valer esos derechos o
cumplir con las respectivas obligaciones (véase el artículo 43 del Código Civil).

2) Declaración de ausencia para la guarda y administración de bienes del ausente: que se da


cuando una persona ausente tenga bienes que deban ser administrados. Esta declaración puede
hacerse a instancia de cualquier persona capaz o la Procuraduría General de la Nación.

c) Declaración de la ausencia: Como vimos anteriormente, existen dos casos de declaración de


ausencia. En el primer caso, la declaración de ausencia tendrá como único objeto nombrar defensor
judicial al ausente para los casos en que deba responder a una demanda o hacer valer algún
derecho en juicio, nombramiento que recaerá preferentemente en el mandatario sin facultades
suficientes que hubiese dejado, y en su defecto en una persona de notaria honradez, arraigo y
competencia. Las funciones del defensor judicial están circunscritas al litigio de que se trate. Su
actuación termina desde que termine el litigio en que se le nombro, o bien desde que se provea de
guardador de bienes al ausente o desde que éste se apersona por sí o por medio de apoderado con
facultades suficientes. En el segundo caso, el Código Civil tiene poca claridad y precisión en el
desarrollo de este apartado, cuyos aspectos procesales sí son tratados ordenada y lógicamente en
el Código Procesal Civil y Mercantil. Conforme a la primera de dichas leyes, pueden distinguirse los
siguientes aspectos: la denuncia de la ausencia puede hacerla cualquier persona capaz o la
Procuraduría General de la Nación, cuando el ausente tenga bienes que deban ser administrados; el
nombramiento, por el juez, de un defensor específico que exclusivamente tendrá a su cargo la
representación judicial del presunto ausente, y de un depositario, que puede ser el mismo defensor
(si el ausente hubiese dejado apoderado sin facultades suficientes, se procederá como en los casos
de declaración de ausencia para representación en juicio); la declaración de la ausencia, que
conlleva el nombramiento definitivo de guardador de los bienes del ausente, la representación de
éste será asumida por el guardador, cesando en sus cargos el defensor específico y el depositario
provisional (el representante del ausente, o sea el guardador, es administrador de los bienes de
aquél y tiene las mismas obligaciones, facultades y prohibiciones de los tutores, en lo que fuere
aplicable); la terminación del cargo de guardador de los bienes, que puede ocurrir cuando se
apersona el ausente por sí o por medio de apoderado, cuando se extinguen los bienes o dejan de
pertenecer al ausente, cuando fallezca el guardador, se le admita la renuncia o se le remueva del
cargo, en cuyos casos el juez procederá de oficio a nombrar nuevo guardador y cuando se da la
administración de los bienes a los parientes; y, la remoción del guardador, que puede ser solicitada
por la Procuraduría General de la Nación y los parientes del ausente, denunciando al juez las causas
de la remoción.

d) Regulación legal: Todo lo relativo a la ausencia está regulado en los artículos 42 al 77 del Código
Civil; 401 al 405, 411 al 417 del Código Procesal Civil y Mercantil; 1 al 10 de la Ley Reguladora de la
Tramitación Notarial de Asuntos de Jurisdicción Voluntaria; y, 1 del Decreto Número 25-97 del
Congreso de la República de Guatemala.

Personas jurídicas colectivas, morales, sociales o abstractas.

a) Definición: Son las asociaciones o instituciones formadas para la consecución de un fin y


reconocidas por el ordenamiento jurídico como sujetos de derecho. En ese orden de ideas, el
artículo 16 del Código Civil establece que: “La persona jurídica forma una entidad civil distinta de sus
miembros individualmente considerados; puede ejercitar todos los derechos y contraer las
obligaciones que sean necesarias para realizar sus fines y será representada por la persona u
órgano que designe la ley, las reglas de su institución, sus estatutos o reglamentos, o la escritura
social”.

b) Clasificación: El Código Civil vigente, en su artículo 15, dispone que son personas jurídicas: “ 1° El
Estado, las municipalidades, las iglesias de todos los cultos, la Universidad de San Carlos y las
demás instituciones de Derecho Público creadas o reconocidas por la ley; 2° Las fundaciones y
demás entidades de interés público creadas o reconocidas por la ley; 3° Las asociaciones sin
finalidades lucrativas, que se proponen promover, ejercer y proteger sus intereses sindicales,
políticos, económicos, religiosos, sociales, culturales, profesionales o de cualquier otro orden, cuya
constitución fuere debidamente aprobada por la autoridad respectiva. Los patronatos y los comités
para obras de recreo, utilidad o beneficio social creados o autorizados por la autoridad
correspondiente, se consideran también como asociaciones; y, 4° Las sociedades, consorcios y
cualesquiera otras con fines lucrativos que permitan las leyes”.

c) Creación, nombre, capacidad, domicilio, duración y extinción:

1) Creación: el acto de creación de toda persona jurídica colectiva está necesariamente precedido
de un proceso de volición, de uno o varios órganos estatales si se trata de la formación de un ente
de derecho público, o de una o varias personas individuales si se trata de la formación de un ente de
derecho privado (fundación, una voluntad; asociación, varias voluntades, por ejemplo). Cuando ese
proceso formativo culmina en la decisión de organizar y dar vida a una nueva persona jurídica
colectiva, se procede, ya en los caminos del derecho, a la elaboración de un proyecto de ley, de un
acta constitutiva, de un proyecto de estatutos o de escritura pública, según la naturaleza de la
misma.

2) Nombre: es necesaria la identificación plena de las personas, sean estas individuales o colectivas,
y para el caso de las colectivas, casi siempre el mismo, está ligado a la actividad o finalidad que
desempeñan o persiguen. Por ejemplo: Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, Universidad
de San Carlos de Guatemala, Ingenio Azucarero “La Esperanza”, Sociedad Anónima, etc.

3) Capacidad: es la aptitud para ser sujetos de derechos y obligaciones de acuerdo a la naturaleza


de la persona jurídica colectiva.

Es de advertir, que la capacidad de este tipo de personas está circunscrita al objetivo que persiguen
y que les ha sido reconocido, no pudiendo actuar fuera de tal marco de referencia, salvo que tengan
relación íntima con su finalidad. La persona jurídica colectiva tiene capacidad de goce, la cual está
limitada al objetivo o finalidad que persigue y por consiguiente su representación siempre
corresponde a una persona jurídica individual, que reúna los requisitos que para el efecto establecen
las leyes, según la naturaleza de la misma: Comité Ejecutivo, Gerente, Mandatario Judicial, etc.
4) Domicilio: ya indicamos que es la circunscripción departamental en la cual radica la persona, con
el objeto de determinar las autoridades judiciales y administrativas a que queda sometida.

5) Duración: ésta está determinada en el instrumento que da nacimiento a la persona jurídica


colectiva; algunas veces puede ser por un plazo determinado o, caso contrario, por un término
indefinido.

6) Extinción: de las personas jurídicas colectivas que enumera el artículo 15, el Código Civil
solamente se refiere en forma expresa a la extinción de las asociaciones, disponiendo que podrán
disolverse por la voluntad de la mayoría de sus miembros y por las causas que determinan sus
estatutos, y que los bienes que le pertenezcan tendrán el destino previsto en esas normas, y si nada
se hubiese dispuesto, serán considerados como bienes vacantes y aplicados a los objetos que
determine la autoridad que acuerde la disolución (artículos 25 y 26 del Código Civil). La clausura,
conforme el artículo 31 del citado código, de las compañías o asociaciones extranjeras establecidas
en Guatemala, no puede entenderse como disolución, sino como el fin de la autorización concedida
para ejercer sus actividades en el país.

d) Regulación legal: Todo lo concerniente a las personas jurídicas colectivas está regulado distintas
Leyes, como por ejemplo: el Código Civil, el Código de Comercio, la Ley General de Cooperativas,
entre las más importantes.

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