Vous êtes sur la page 1sur 9

Universidad de Chile

Facultad de Filosofía y Humanidades


Departamento de Ciencias Históricas
Historia Medieval y Moderna
Ítalo Fuentes Bardelli

Monografía n°1
El despertar de Chile: comparación historiográfica desde
el prisma de la antigüedad tardía

Autores: Matías Lira, Nicolás Manquepillán


Fecha de entrega: 23/12/2019
Introducción:

Chile ha vivido, desde el 18 de octubre al presente mes, un estallido social sin precedente desde
lo que es la época post dictadura, este estallido se dio referente al tema de la suma del
descontento social de una comunidad que vivió “silenciosa” por 30 años frente a los abusos de
una democracia que realmente ha sido la rauda defensora de la maquinaria liberal impuesta en un
contexto dictatorial en la década de los 70’. Es aquí donde la visión histórica tiende a ponerse en
vanguardia para la comprensión del fenómeno que vive Chile, haciendo una extrapolación a lo
que son los siglos pasados, más concretamente al periodo de la tardo antigüedad; esta etapa
histórica se caracteriza por un gran debate entre si existe una continuidad de los elementos
tradicionales de la antigüedad o si se produce una total ruptura en la cultura forjada por los
grecolatinos del mundo mediterráneo occidental, esta discusión se da debido a que este periodo
comprende una gran cantidad de fenómenos que van reconfigurando una sociedad a partir de
elementos políticos, económicos, sociales y religioso; debido a estos hechos, es cautivador poder
hacer un análisis historiográfico comparativo, haciendo analogía a los procesos del pasado con
los que actualmente acontecen en lo que es el escenario nacional, poniendo en estudio no sólo la
similitud entre estos procesos, sino que también las posibles salidas o soluciones que nos
entregan esta investigación; pudiendo así identificar acontecimientos del pasado con una
similitud en el presente. Así pues se puede decir, la historia es una prueba viviente de los aciertos
y fracasos de nuestros antepasados, que mediante documentos, diarios, esculturas, etc.… nos
dejaron plasmado su vivir y sus ideas, cumpliéndose así algunas constantes históricas, donde se
puede decir: “si se realiza el acto A, tendrá como consecuencia el acto B”, de esa forma se ha
creado un aprendizaje que nos han dejado para la sociedad del futuro, pero que amargamente esta
no ha podido saber aprovechar y vuelve a caer en el mismo error una y otra vez, tanto como en
las personas que gobiernan y las formas de las mismas.

Una sociedad fragmentada

No existe mejor designación para lo que ha ocurrido en Chile que estallido social, esto porque se
ha activado algo dormido, apagado o inactivo. Los primeros análisis de esta crisis levantaban la
idea de la renovación de un pacto social, lo que en sí misma significaría la reinvención de un
mundo comunitario, pero es importante considerar lo siguiente: ¿hemos hecho sociedad en el
mundo de la nueva centuria? Esta inquietud es la base del análisis en esta monografía y plantea la
idea de que, luego del profundo quiebre democrático del siglo pasado, nunca hubo una
reconstrucción de un modelo de vida en sociedad. La victoria de la democracia liberal hacia
finales del siglo XX significó un radical cambio en la concepción de vida en sociedad y el triunfo
de la figura del individuo como centro del mundo contemporáneo. Para el tiempo venidero la
colectividad pasó a segundo plano y el triunfo se relacionó inherentemente con lo privado o
individual, esta idea expresada se ve fuertemente reflejada en una de las insignes obras de la
novela romana El Satiricón.
Esta novela fragmentada y escrita por Petronio, posee un debate aún no zanjado en base a su
datación, pero a partir de los últimos estudios realizados existe un consenso en que como mínimo
se podría ubicar en el siglo II de la era cristiana (Fernández Rubio, 1978). Por lo tanto, el
contexto en el que se enmarca esta obra es en los albores del periodo que se ha entendido como
Antigüedad tardía y es este contexto el que le da la riqueza a esta obra para poder rastrear
elementos de orden históricos que podrían calzar con el análisis social de este trabajo. La tarda
antigüedad hay que entenderla como un periodo más allá de una decadencia con respecto al orden
imperante en el mundo mediterráneo occidental y oriental, es un pasaje histórico en el que se
configuran nuevos modelos sociales, culturales y económicos; en pocas palabras, es un hito que
marcará la transición de una sociedad clásica a otra de orden medieval y es probablemente aquí
donde se desarrolló uno de los personajes del escrito: Trimalción. La obra se desarrolla en las
zonas cercanas a Nápoles (Petronio, 1978) y muestra a este personaje en su segunda parte como
el anfitrión de un gran banquete al que asisten los personajes principales de la obra como
Encolpio y Ascilto. A medida que avanza el banquete se van distinguiendo características de
Trimalción, que de manera sintética nos permiten entender a este sujeto como un liberto que
logró acumular una gran riqueza, la cual ostenta sin ningún escatimo; pero más que una
semblanza sobre él, lo que interesa destacar es que Trimalción representa un ejemplo del triunfo
y el progreso individual, proyecta la figura casi anacrónica de un personaje que solo de su
individualidad logra superarse, obteniendo como esclavo el favor de su patrono a partir de sus
méritos y logrando una herencia que le permitió hacer negocios y obtener valor social, el cual
según su concepción de mundo solo se obtiene en base a la riqueza material.

“Aún hay otras muchas cosas que luego os mostraré. Creedme: tanto tienes, tanto vales; se te
medirá por lo que tengas” (Petronio, 1978, p.113)

A lo anterior se suma el valor que Trimalción le entrega a la libertad, relacionado profundamente


con su calidad de liberto. “Amigos -dice-, los esclavos también son hombres; han mamado la
misma leche, aunque hayan sido víctimas de un triste destino. Sin embargo, si tengo salud,
pronto beberán el agua de la libertad”. (Petronio, 1978, p.103) De forma extraordinaria
Trimalción condensa en su historia y figura el modelo de sujeto libre de las condicionantes
sociales y capaz de progresar solo en base a su yo, a su mundo individual.

Así pues con lo mencionado anteriormente, se puede visualizar en la figura de Trimalción al


sistema económico y social imperante en nuestro país, el neoliberalismo, instaurado en la
dictadura militar de Augusto Pinochet, fue y es un sistema que prima por el libre comercio, sin
ninguna regulación del Estado, donde solo el privado tenga el control de la economía y sus
fluctuaciones, teniendo como vanguardia la libertad del individuo, podemos entender este
concepto como cita Nikolas Rose en su artículo “El gobierno en las democracias liberales
“avanzadas”: del liberalismo al neoliberalismo” las palabras de Friedrich Von Hayek:

“el principio de la libertad individual era a la vez el origen de nuestro progreso y la


garantía del futuro desarrollo de la civilización; aunque debemos desprendernos de la perversa
ilusión de que podemos deliberadamente crear, mediante decisiones y cálculos de autoridad,
“el futuro de la humanidad”, tenemos que reconocer que la libertad es en sí misma un
instrumento de civilización, que “la disciplina de la civilización [...] es al mismo tiempo la
disciplina de la libertad” (1979: 163).

Desprendiéndose de lo dicho que este sistema económico visualiza esta libertad que tiene el
individuo como el propulsor del progreso de la sociedad, proponiendo así que esta libertad se
asemeja a lo que es la civilización como tal, sin embargo, no se logra percibir que toda persona
tiene las mismas posibilidades de acceder a las mismas oportunidades, condicionando el progreso
del individuo. Llevándolo al contexto nacional, este libertinaje económico ha traído muchas
consecuencias para la sociedad chilena, tal como la creación de una apatía social por el ascenso
económico que queda restringido a unos pocos individuos, que luego de poder alcanzar la
prosperidad económica, se alejan de lo que es la sociedad y se encierran en un mundo utópico
acarreado por el dinero y lo que trae tras ello, el poder; así este poder los hace acceder a cargos
políticos de una manera más fácil y con ello pueden beneficiarse para su propio bien, un ejemplo
son los casos de corrupción política de nuestro país como caso mop-gate, caso chispas, caso
penta, entre otros, que relacionan a personajes políticos con conflictos de intereses (como por ser
accionista o directivo de una empresa, como también ser familiar de cierto individuo), todo esto
amparado por un sistema tributario ineficiente y que aporta aún más a crear una sociedad
fuertemente segregada y sin lazos fuertes. Sorprendentemente lo anterior podemos fácilmente
relacionarlo al periodo de la antigüedad tardía y a continuación procederemos de forma muy
sucinta a analizarlo.

Los impuestos: catalizadores de las insurrecciones populares

Es sabido que el estallido social ocurrido en Chile es un recorrido de 30 años de malas prácticas
de los gobiernos venideros post dictadura, sin embargo, el hito que marcó esta “insurrección” fue
el aumento de 30 pesos del valor de metro de Santiago a la tarifa adulta, es así como estudiantes
secundarios levantaron voz e iniciaron con acciones como la evasión masiva en forma de
descontento por la medida adoptada. Es así, como de igual manera a lo largo de la historia, se ha
podido visualizar que muchos conflictos político-militares se han producido por una causa
económica entre los beligerantes, tales como inflación, caída de la bolsa de valores, etc.

Poniendo énfasis en el periodo de la tarda antigüedad, a mediados del siglo III y IV, el imperio
romano ya experimentaba las consecuencias de los elevados impuestos que hacían hacia su
sociedad (Brown, 2012), este aumento sostenido e inflexible era causa de la ostentación que
reflejaban los senadores romanos en sus vidas a través de sus viviendas y fincas. Según el
historiador griego del siglo V Olimpiodoro, los senadores más opulentos disponían de ingresos
anuales de 4.000 libras de oro y los de una escala media de 1.000 a 1.500 libras, todo esto
teniendo en cuenta que de todo esa riqueza, una parte era la paga obtenida de la recaudación
pública y que la situación que vivía el imperio no era lo más próspera para sus ciudadanos, puesto
que para construir estas grandes fincas y viviendas a los senadores, utilizaban de mano de obra a
los pobladores, que teniendo que edificar estas ostentosas construcciones dentro de las mismas
ciudades que ellos habitaban, eran obligados a destruir sus propias viviendas, así causando un
éxodo de pueblerinos por el lujo de unos pocos (Cameron, 2001); también el aumento del
impuesto se ve tonificado con la realidad militar que vive el imperio romano occidental, al estar
constantemente en asedio de las tribus bárbaras, la defensa de esta queda a manos del ejército,
que para subsistir en las fronteras y/o ciudades a proteger, necesitaban alimento y equipo, que
venía directamente de los impuestos recaudados de la población civil de las provincias romanas
que ya no daban abasto para el pago de estas mismas. Lo anterior también es el caso de la
sociedad agrícola, ya que debido al pago ínfimo que recibía anualmente, que está valorado en
aproximadamente 5 libras de oro (Brown, 2012), tampoco daba cabida a lo que quería recaudar el
imperio; agregando a esto que el alimento producido por estos mismos era sustraído a manos del
propio ejército para su uso propio, dejando despojado de alimentación y sustento económico a los
agricultores, haciendo más difícil la labor de pagar la contribución al emperador, aun cuando esta
sube más cada día por el acontecer bélico de la época; llegando un punto tan extremo donde el
apologista cristiano de la época Lactancia (1982), afirma que era mayor el número de los que
vivían de los impuestos que el de los contribuyentes, llegando al extremo de subdividir provincias
para tener mayor control de la población y el cobro del impuesto, teniendo como consecuencia
numerosos gobernadores que oprimían a cada uno de los sectores divididos. para así evitar
insurrecciones en zonas de mayor población y poder suprimir en pequeñas partes a la sociedad
romana provincial, sin embargo, esto no eliminaría a la nada las revueltas.

Así un claro ejemplo que expone Brown es la revuelta de Nika, ocurrida en el 532 d.C en
Constantinopla, cuando Justiniano ocupaba el rol de emperador. Esta fue una fuerte explosión
popular causada por la subida de impuestos dictadas por Justiniano, puesto que se tuvo que
reforzar la economía para el pago a los persas sasánidas para el cese de ataque a la ciudad, pero
este aumento recayó mayormente en el pueblo, sin embargo, a los senadores también se les cobró
esta alza y se unieron junto al pueblo en contra de las medidas del emperador, comenzando así
una de los levantamientos más violentos que experimentó la roma oriental, quemando un gran
porcentaje de la ciudad y con ella un símbolo religioso importante de esta: la iglesia de santa
Sofía. La respuesta para disuadir este estallido social por parte del emperador fue aumentar el
poder de su imagen, acumulando representación al igual que poder, convirtiéndose así su manera
de gobernar en una autocracia defendida por su cristianismo fanático, puesto que hizo pasar a su
persona como un religioso devoto que seguía al pie de la letra el cristianismo, y su auto
representación en la vía pública como ser soberano e incólume de la sociedad romana.

Extrapolando todo lo anteriormente dicho al análisis y comparación historiográfica, se puede


hacer un símil con la realidad que está cruzando Chile en la actualidad, puesto que como se
mencionó anteriormente, el estallido social en nuestro país comenzó a causa directa del aumento
del pasaje del metro, pero si se hace un análisis a la sociedad chilena en retrospectiva, se puede
reflejar la acumulación de descontento que tenía hacia los gobernantes y el gremio empresarial,
ya que hace años estos mismos individuos siguen enriqueciéndose, generando grandes alzas
posiblemente evitables si se hiciera justicia en un sistema tributario que es deficiente y que
golpea de mayor forma al microempresario o a los simples ciudadano, ejemplos de estas alzas
son el valor del TAG, el crédito con aval del Estado, el aumento de los servicios básicos, entre
otros, solo mencionando causas de índole económico; así pues la realidad que vivieron los
romanos en la tardo antigüedad no se aleja de la que se vive aquí, pudiendo concluir que el
aumento de impuesto o su mala estructuración e utilización, ya sea en una democracia o un
imperio, trae consigo revueltas sociales que responden al clamor de una situación más digna para
ellos mismos, por una vida más digna y justa.

El trabajo público: conflicto entre servidumbre y usufructo

Cuando ocurren terremotos sociales, como el que se vive en el Chile actual, el análisis de la
estructura comunitaria es natural y la búsqueda de la parte del eslabón colectivo roto se convierte
en imperiosa. Entre los consensos generales que se pueden extraer del malestar de la población,
sobresale claramente la idea de clases privilegiadas o de eslabones sociales apartados y viviendo
en una realidad utópica. una de esas clases para el ciudadano común es la clase político-
administrativa, conformada por la burocracia estatal y funcionarios de los poderes del estado.,
pero es aquí donde se genera una contradicción fundamental, la cual no es más que la idea de que
quienes han asumido un rol social para servir, terminan utilizándolo para su propio beneficio.
Este fenómeno no es para nada nuevo y lamentablemente termina siendo un vicio inherente a la
administración estatal.
Para ponernos en contexto y siguiendo la línea de este trabajo comparativo, el periodo de la
Antigüedad tardía, más específicamente la etapa de la revolución romana tardía comenzada hacia
el 240 D.C (Brown, 2012) se entiende como un periodo de renovación en distintas esferas del
mundo imperial, pero por sobre todo se debe destacar ese cambio social que ocurrió. hacia el
siglo III, en el cual el mundo romano sufriría un remezón que afectaría directamente en su
unidad, las fronteras anteriormente aseguradas del Danubio o la paz conseguida en oriente sería
fuertemente cambiada por constantes ataques de godos y persas. Es en este contexto donde la
clase dominadora del sistema imperial romano, los senadores, se vería totalmente obsoleta y el
cambio radical vendría desde la esfera militar. Esta intervención en la gobernación del sistema
imperial generó cambios militares para enfrentar los ataques de pueblos hostiles, alejó a la clase
senatorial del poder central en cuanto a lo político y basó el nuevo sistema gubernamental en una
corte donde la burocracia sería fundamental.
El problema comienza a partir de cómo se mantiene una corte imperial junto con un ejército que
permita mantener incólume las fronteras más allá de la cuenca mediterránea y la respuesta se
encontraba en el fortalecimiento y el aumento impositivo, como se analizó anteriormente.
comienza entonces a destacar un grupo social nuevo y cuya posición se asentará en la parte
superior de la sociedad del bajo imperio, hablamos de una clase de servicio. Esta nueva capa
social se benefició del nuevo sistema monetario implantado por Constantino, bajo la acuñación
de una nueva moneda: el solidus. El análisis de este nuevo elemento como fuente histórica
primaria, haciendo énfasis en su valor y posición en el sistema monetario del mediterráneo, es
muy interesante para entender cómo a partir de la fijación de sueldos para quienes participaban en
la administración pública se va creando un grupo privilegiado. El solidus se convirtió en la
unidad básica del sistema monetario, del cual se desprendían los valores para otras fabricaciones
metálicas. A partir de estudios numismáticos, se ha logrado establecer que el solidus, cuyo peso
se encontraba en aproximadamente 24 quilates, sería la unidad básica para medir el valor de las
demás monedas fabricadas y se mantendría constante durante toda la época bizantina (Grierson,
1999). la solidez de esta acuñación y la magnitud de los sueldos de cortesanos generaron una
clase demarcada con respecto a otros sectores sociales, lo cual Peter Brown (2012) explícita
correctamente: “Los ingresos de un senador romano podían alcanzar las ciento veinte mil piezas
de oro, las de un áulico en Constantinopla llegaban a las mil; las de un mercader, solo a
doscientas y las de un campesino, a cinco piezas de oro al año.”(p.46). Es en este mundo
transformado por un grupo militar, donde se genera un panorama de una gran montaña entre los
distintos segmentos sociales y donde uno de esos segmentos asciende a expensas del servicio
público.
Esta mirada al pasado nos entrega un panorama idóneamente análogo a la realidad nacional, en la
cual el segmento público, y más específicamente la clase política, se ha visto privilegiada no solo
por su posición, sino por las grandes ganancias que consiguen por llamarse servidores públicos.
La sensación pública frente a los sueldos de parlamentarios, a sus interminables periodos de
mandato y a las irregularidades en cuanto al uso de los recursos en entidades intrínsecamente
públicas como carabineros, ha formado una imagen que coincide con la de ese sector asalariado
formada en el ambiente cortesano imperial en la idea de que se ha creado una clase en la cual la
génesis de su privilegio se encuentra en las ganancias obtenidas por su servicio a la comunidad.
El conflicto no debe confundirse, acá no se quiere poner en tela de juicio la existencia de
remuneraciones, sino más bien reflexionar en cómo el trabajo de cara a la comunidad se ha
transformado en un rubro lucrativo y un motor de privilegios. la respuesta no es simple, ni
concreta y su solución pasa por una redefinición o una refundación de las instituciones que
poseen la administración del estado. Los proyectos de ley como reducción de la dieta y el número
de parlamentarios, son ejemplos concretos de un proceso de reestructuración, pero son solo una
pequeña parte de una posible solución al vicio que hemos analizado, la cual se requiere
imperiosamente para crear una estructura institucional en la que los privilegios no terminen por
deslegitimar y destruir dicha estructura.

Conclusión
El finalizar este trabajo no deja otra sensación más que asombro, ya que se ha hecho un estudio
comparativo o analógico entre dos periodos históricos de magnitudes muy disimiles y apartados
cronológicamente por más de 1200 años, pero que sorprendentemente posee analogías que
desafían al tiempo mismo y reviven esas voces que muestran la historia como un avance cíclico,
muy al estilo de la visión política aristotélica, sin embargo no es este el objetivo del estudio
realizado, mas bien lo que se expone aquí son procesos posibles de asimilar, pero que no se alejan
de su propio tiempo histórico y que poseen identidad propia. Son estos fenómenos particulares
estudiados, como las revueltas por de un sistema tributario o el enriquecimiento a partir del
servicio público, los que confluyen en la base de todos estos males: el avance de un mundo
individualizado, donde los proyectos y las utopías colectivas han desaparecido, dejando su lugar
solo a la esperanza individual.
El porqué del enlace con la tarda antigüedad se explica entendiendo en sí mismo este periodo y
cómo confluyen o se asimila fuertemente con los procesos que actualmente se viven. La época de
antigüedad tardía hay que interpretarla como una metamorfosis del mundo mediterráneo clásico
que dictaría la vida del medioevo, no solo para esta zona, sino también para las sociedades
interiores que se formarían bajo los cimientos del otrora imperio romano. Es esta caracterización
la que le da todo el sentido a las comparativas que se realizaron a lo largo de esta investigación,
ya que el proceso de transición social que vivió y que aún sigue viviendo nuestro país tiene
mucho que ver con esa transición hacia el mundo medieval que se vivió entre el 200 y el 700 D.C
Pero finalmente es importante sacar alguna conclusión resolutiva, una que permita dar el sentido
final a este bello ejercicio histórico y que se puede extraer de la siguiente pregunta: ¿Qué es lo
salvable de las estructuras nacionales? Dicha pregunta ya que, tal como ahora se está hablando de
reconstruir una vida en sociedad y de reformar las instituciones que se abocan a la mantención de
esta, durante la antigüedad tardía también se vivió este proceso y entraron en conflicto la
continuidad de los dividendos del mundo clásico con los diferentes cambios socioculturales o
políticos que acontecieron. Entonces, entendiendo lo anterior, la monografía realizada busca
contribuir a crear un debate en el cual se defina qué es lo que la ciudadanía quiere cambiar, que
es lo que desea mantener y finalmente cómo desea ver a un nuevo Chile, esto clara y
tajantemente bajo la línea de los cambios estructurales que permitan proyectar una nueva realidad
nacional, una que quizá por fin pueda realizar de forma fidedigna esa “transición a la
democracia”.
Bibliografía

Brown, P (2012). El Mundo de la Antigüedad tardía. Madrid: Gredos.

Cameron, A. (2001). El Bajo Imperio Romano. Madrid: Encuentro Ediciones, P. 46, 144.

Grierson, P. (1999). Byzantine coinage. Washington, D.C; Dumbarton Oaks Research Library
and Collection: p.3.

Lactantius, L. and Teja, R. (1982). Sobre la muerte de los perseguidores. Madrid: Gredos, p. 30-
31, 75-77.

Rose, N. (1997). El gobierno en las democracias liberales “avanzadas”: del liberalismo al


neoliberalismo. Evaluación, gestión y riesgo Para una crítica del gobierno del presente, p. 77.

Vous aimerez peut-être aussi