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El ser humano desde su más pura naturaleza es un ser social, sin embargo,
este hecho no basta para que se adapte a un tipo de vida organizada, es por ello que
este se hace o rehace gracias al proceso educativo, en este sentido lo que la educación
busca a través de las técnicas de aprendizaje que ocurren entre un educador y un
educando es transformar a dicho ser en un “nuevo hombre” el cual será capaz de
pertenecer a un espacio social con características históricas, culturales, morales, etc.
Al ser la educación la que forme al hombre como ser social, quien pasará sus
conocimientos a otros más para establecer así una civilización (hablamos de pasar los
conocimientos adquiridos de generación en generación), no es descabellado pensar
que el planteamiento inicialmente hecho en este ensayo, de que la educación
construye a las sociedades sea acertado.
Émile Durkheim aclaraba por medio de una de sus frases, que la educación es
una función del estado social, pues son estas quienes se encargan de trasmitir los
conocimientos por medio de la educación en diversas instituciones de diversos grados
o niveles, con el fin de formar a ciudadanos bajo lo que ese estado social considere
como ideal propio, es decir, forma a los ciudadanos bajo la organización y estructura
deseada, tomando en cuenta aspectos económicos y políticos. Hablamos también
entonces de la importancia que tiene la política de la educación como formadora del
orden social, pues la organización de una sociedad será causa y efecto de que cada
individuo comprenda su papel dentro de un sistema de relaciones tan amplio, todo
esto lográndose a través de una efectiva educación del ser humano.
Referencias
Acosta Sanabria, R. (2017). La Educación del ser Humano: Un reto permanente. Caracas,
Venezuela. Ediciones UNIMET. Consultado el 21/02/2020.Recuperado de:
https://www.unimet.edu.ve/wp-content/uploads/2019/10/La-educaci%C3%B3n-del-ser-
humano.-Un-reto-permanente.pdf.