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Poder popular y praxis sociopolítica.

Por. Diana Carolina Acosta Nucette. MSc.

Dentro de un contexto polarizado como el venezolano la organización popular

es criticada por los actores que se oponen al cambio del modelo político,

aduciendo que las formas organizativas y organizaciones de base que reciben

financiamiento del Estado están siendo tuteladas por el gobierno, dejándolas sin

autonomía.

Igualmente, dichos actores de oposición al gobierno ponen en duda la acción

participativa y protagónica de las mismas en la dinámica de la praxis sociopolítica

que desarrollan; según palabras de Lander ( 2011) "Esto ha sido consecuencia del

modelo político institucional y cultural de una sociedad rentista, en la cual la mayor

parte de la actividad política ha girado en torno a las pugnas por el reparto del

ingreso petrolero en manos del Estado central. Esta lógica de control externo no

se ha alterado significativamente durante la última década, a pesar de que en

estos años se ha producido un extraordinario incremento en la organización social

popular, así como cambios significativos en la cultura popular. De un sentimiento

generalizado de exclusión y distancia con relación al sistema político, se ha

pasado a un mayor sentido de pertenencia, de participación, de ser protagonista

de la propia vida". Dejando en evidencia el proceso de transformación social que

caracteriza a los pueblos venezolano y Latinoamericano, en general.

Con la misma intención se pone en tela de juicio la transparencia de los

Consejos Comunales a la hora de rendir cuentas, puesto que la administración de

los recursos que reciben del Estado para la concreción de sus proyectos la

manejan ellos directamente, prestándose a acusaciones por parte de la oposición


y hasta de defensores del gobierno de incurrir en prácticas de clientelismo con

estos sectores populares favorecidos con tales recursos financieros.

Si se revisa el desenvolvimiento de la revolución bolivariana que hoy puede

contar con más de 15 años de tránsito, con errores y aciertos; es en el año 2007

cuando el Presidente Hugo Chávez habla oficialmente del Poder popular. A partir

de la propuesta y desarrollo del 1er Plan de la Patria, "Proyecto Nacional Simón

Bolívar" 2007-2013, y cuya estrategia para su concreción expresada en los cinco

motores que impulsarían la construcción del socialismo, y el quinto de ellos,

denominado "La explosión del poder comunal" con el cual se comenzarían a

perfilar los Consejos Comunales, las comunas y por consiguiente el Estado

Comunal.

De este modo, las organizaciones populares podrían caracterizarse, en la

última década, por tener como objetivo meta la defensa de la revolución,

(amenazada constantemente por las fuerzas contrarrevolucionarias al servicio del

imperio norteamericano, en su misión de preservar su hegemonía capitalista a

costa de cualquier precio) amparados en un marco legal y constitucional que parte

de la Democracia participativa y protagónica en la que la soberanía reside en el

pueblo , lo cual les permite organizarse y transformarse en fuerza colectiva de

trabajo, reforzando la soberanía, la democracia participativa, la independencia, la

libertad y su papel preponderante de sujeto político.

Desde la mirada de Lander (2011) "la sociedad venezolana hoy es una

sociedad más organizada, más politizada, más movilizada. Esto tanto en los

sectores de la población identificados con el gobierno, como en la oposición. En

estas dinámicas organizativas, más importante que partidos políticos


orgánicamente estructurados, o movimientos sociales y/o organizaciones sociales

con modalidades de funcionamiento regular, ha sido la emergencia de un amplio,

heterogéneo y difuso tejido social popular que se ha caracterizado no tanto por su

continuidad orgánica, sino por su capacidad de reunirse, movilizarse y responder

ante cambiantes coyunturas". Estas afirmaciones corroboran el sentido de

pertinencia social y política , y la asimilación del protagonismo del nuevo sujeto

histórico que nace o se renueva dentro del proceso de transformación social como

el vivido en Venezuela.

En este proceso revolucionario se reajustan las prioridades de las luchas que

caracterizaban al pueblo organizado, anteriormente basadas solo en la

reivindicación salarial, ocupación de tierras para la construcción de viviendas,

entre otros. El Poder popular como nueva forma de organización se constituye en

sujeto protagónico del desarrollo de la nación y de gobierno, su participación

consiente es el elemento fundamental de la transformación social y de la

consolidación del modelo socialista necesario, que romperá definitivamente con el

capitalismo salvaje que depreda, cada día más la sociedad global.

Para lo cual es inminente que el Poder popular se constituya, además en

fuerza trabajadora, desarrollando proyectos socio-productivos que se traduzcan en

la superación de la economía rentista y petrolera, por una economía productora de

diversos rubros que satisfagan en primera instancia el país, haciéndolo

independiente y sustituyendo las importaciones.

Para finalizar, es necesario aclarar, que uno de los hechos más visibles e

importantes de este transito revolucionario ha sido la evolución positiva de las

formas de organización de la sociedad venezolana, donde a pesar de la


satanización de las mismas (Consejos comunales, comunas, Colectivos de

trabajo, Consejos de trabajadores, Consejos Campesinos, Consejos pesqueros,

entre otros) por parte de la burguesía opositora; en las bases populares es donde

se hacen tangibles los esfuerzos que hace el Estado para mejorar la vida en los

barrios y comunidades; Estado que de manera inédita fomenta la organización y el

trabajo en colectivo, así como la transferencia de competencias y recursos desde

el poder constituido en las distintas instancias de gobierno hacia las

organizaciones de base del poder popular para dar solución a problemas sociales

de larga data, que otros gobiernos no mostraron interés en atender.

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