Vous êtes sur la page 1sur 18

Desarrollo de la articulación temporomandibular humana

J.R. Mérida-Velasco. 1999.

RESUMEN

Se ha publicado una gran cantidad de investigaciones sobre el desarrollo de la


articulación temporomandibular humana (TMJ). Sin embargo, hay alguna
discordancia acerca de su momento morfológico. Los aspectos más controvertidos
se refieren al momento de la organización inicial del cóndilo y a la parte escamosa
del hueso temporal, el disco articular y la cápsula y también la cavitación y el inicio
de la condrogénesis condilar. Se estudiaron secciones seriadas de 70
especímenes humanos entre las semanas 7 y 17 de desarrollo mediante
microscopía óptica (25 embriones y 45 fetos). Todos los especímenes se
obtuvieron de colecciones del Instituto de Embriología de la Universidad
Complutense de Madrid y del Departamento de Ciencias Morfológicas de la
Universidad de Granada. Se identificaron tres fases en el desarrollo de la ATM. El
primero es el estadio blastemico (semanas 7-8 de desarrollo), que corresponde
con el inicio de la organización del cóndilo y el disco articular y la cápsula. Durante
la semana 8 comienza la osificación intramembranosa del hueso escamoso
temporal. La segunda etapa es la etapa de cavitación (semanas 9-11 de
desarrollo), correspondiente a la formación inicial de la cavidad de la articulación
inferior (semana 9) y la condrogénesis condilar de inicio. La semana 11 marca el
inicio de la organización de la cavidad articular superior. Y la tercera etapa es la
etapa de maduración (después de la semana 12 de desarrollo). Este trabajo
establece tres fases en el desarrollo de la ATM: 1) la etapa blastemática (semanas
7-8 de desarrollo); 2) la etapa de cavitación (semanas 9-11 de desarrollo); Y 3) la
etapa de maduración (después de la semana 12 de desarrollo). Este estudio
identifica el período crítico de la morfogénesis de la ATM como ocurriendo entre
las semanas 7 y 11 del desarrollo.

En las últimas décadas se ha publicado una cantidad considerable de


investigación sobre el desarrollo de la articulación temporomandibular (Harpman y
Woollard, 1938, Symons, 1952, Moffett, 1957, Van Dongen, 1968, Perry et al.,
1985). Los estudios se han centrado en el desarrollo del disco articular y su
relación con el músculo pterigoideo lateral (Yuodelis, 1966a, Wong et al, 1985,
Smeele, 1990, Me rida Velasco et al., 1993, Ogutcen-Toller y Juniper, 1993, 1994);
El desarrollo de elementos articulares óseos (Baume, 1962, Yuodelis, 1966b,
Baume y Holz, 1970, Bach-Petersen et al., 1993); Y la relación entre la región
temporomandibular y el oído medio (Coleman, 1970, Smeele, 1988, Rodrıguez
Vazquez et al., 1992, 1993; Ogutcen-Toller, 1995). Sin embargo, pocos de estos
estudios han intentado sistematizar cronológicamente los cambios morfológicos
que tienen lugar en la articulación temporomandibular durante el desarrollo. Van
der Linden et al. (1987) estudiaron 52 embriones y fetos humanos, estableciendo
el período crítico de la morfogénesis de la ATM entre las semanas 7 y 11 del
desarrollo. Además, Morimoto et al. (1987) describe una serie de fases en el
desarrollo de la ATM. Durante la fase de aparición de la ATM (semanas 8-9 de
desarrollo), observó el blastema glenoideo y condilar. En la "etapa preliminar" de
la ATM (semanas 10-17 de desarrollo) se forman el disco articular y las cavidades
articulares, así como el tejido sinovial, mientras que el cóndilo muestra cartílago y
osificación endocondral. Finalmente, en la "etapa de terminación" de la ATM
(semana 21 a término), todos los elementos articulares experimentan crecimiento
y comienza la hematopoyesis. El objetivo de este trabajo es estudiar el desarrollo
de la articulación temporomandibular en especímenes humanos entre las
semanas 7 y 17 de desarrollo y arrojar cierta luz nueva sobre la cronología de la
secuencia de acontecimientos que tienen lugar. Esta articulación es de particular
interés debido a su desarrollo complejo en relación con estructuras en el oído
medio (cartílago de Meckel, ligamento discomaleolar) así como su importancia
clínica. Es necesario aumentar nuestro conocimiento sobre la organización de esta
estructura para una mejor comprensión de las anomalías craneofaciales que
afectan a esta región.

MATERIAL Y METODOS

Para este estudio se utilizaron 70 especímenes humanos (25 embriones y 45


fetos) de colecciones del Instituto de Embriología de la Universidad Complutense
de Madrid y del Departamento de Ciencias Morfológicas de la Universidad de
Granada. En la Tabla 1 se muestran la longitud, el plano de sección y el estadio
de desarrollo de la corona trasera (CR) para el período embrionario (O'Rahilly y
Mulller, 1987). Los procedimientos usuales de laboratorio se usaron para preparar
espesores de 10-20 μm transversales, frontales o sagitales, que se tiñeron con
hematoxilina-eosina y azocarmina (McManus y Mowry, 1968) para el estudio
microscópico de luz.

* Etapas se dan a través de la etapa 23 (8 semanas), el final del período embrionario, que es en la
medida en que el sistema de estadificación se extiende. Más de 8 semanas, sólo se indican las
semanas.

RESULTADOS

Semana 7

Durante la semana 7 (estadios 21 y 22 de O'Rahilly), se observó condensación


mesenquimal en la región de la articulación temporomandibular sobre la rama
mandibular futura. Esta condensación correspondía a la unión condilar. El
blastema del músculo pterigoideo lateral se asoció con la parte interna superior de
la región condilar (Fig. 1a). El anclaje condilar se asoció con los nervios
maseteros y auriculotemporales. El nervio auriculotemporal corría entre el futuro
cóndilo y el cartílago de Meckel (Fig. 1a). Una condensación mesenquimal
apareció craniolateralmente a la región condilar que formó el blastema del proceso
cigomático de la parte escamosa del hueso temporal (Fig. 1a). Los blastemas
temporal y condilar fueron separadas por el tejido mesenquimal laxo.

Semana 8
Durante la semana 8 (estadio 23 de O'Rahilly), comenzó la osificación
intramembranosa del proceso cigomático de la parte escamosa del hueso
temporal (Fig. 1b). La osificación intramembranosa de la rama de la mandibular
alcanzó la base del futuro cóndilo (Fig. 1b). Craneolateralmente al futuro cóndilo
había una condensación mesenquimal que formaba el anclaje del disco articular
(Fig. 1b). No hubo cavidades en las articulaciones durante esta etapa. La
condensación mesenquimal que formaba el anclaje de la cápsula se extendía
desde la parte escamosa del hueso temporal hasta el anclaje del disco y del
cóndilo (figura 1b). Músculo pterigoideo lateral insertado en la porción medial del
complejo condilar-discal. En la región posterior de la articulación se observó una
banda mesenquimal condensada desde el área de inserción del músculo
pterigoideo lateral al complejo condilar-discal hasta la superficie lateral del
cartílago de Meckel. Esta condensación mesenquimal fue el anclaje del ligamento
disco maleolar (Fig. 1c).
Fig. 1. Etapa blastemica. A: Embrión humano GIV-4 (26,5 mm C-R, semana 7 de
desarrollo, estadio O'Rahilly 22). Sección frontal. El blastema condilar (C) se
asoció con el músculo pterigoideo lateral (P). A, nervio auriculotemporal. K, el
cartílago de Meckel. Z, proceso cigomático de la parte escamosa del hueso
temporal. N, nervio masetérico. T, músculo temporal. 6, arteria temporal
superficial. Barra de escala 200 μm. B: Embrión humano Br-4 (28 mm C-R,
semana 8 de desarrollo, estadio O'Rahilly 23). Sección frontal. El proceso
zigomático (Z) de la parte escamosa del hueso temporal comienza su osificación
intramembranosa. Flechas, la osificación intramembranosa de la rama mandibular.
P, músculo pterigoideo lateral. C, blastema condilar. D, disco articular. 1, cápsula
articular. Barra de escala 􏰁 200 μm. C: Embrión humano P-1 (29 mm C-R,
semana 8 de desarrollo, estadio O'Rahilly 23). Sección frontal de la región
posterior de la articulación. El anclaje del ligamento discomaleolar es visible (2). El
ligamento discomaleolar se asocia con el cartílago de Meckel (K) y con la
condensación mesenquimal del hueso timpánico (H). Z, proceso cigomático de la
parte escamosa del hueso temporal. P, músculo pterigoideo lateral. 1, cápsula
articular. T, músculo temporal. D, disco articular. C, blastoma condilar. Barra de
escala 􏰁 200 μm.

Semana 9

La osificación intramembranosa de la parte escamosa del hueso temporal fue


continua y no se observaron regiones cartilaginosas. A esta semana se inició la
condrificación condilar en el centro del blastema condilar (Fig. 2a). De
manera similar, pequeños espacios o hendiduras aparecieron entre el anclaje del
disco articular y el cóndilo mandibular que definía la formación inicial de la
cavidad de la articulación inferior (Figura 2b). Músculo pterigoideo lateral
insertado en el complejo condilar-discal. La distribución en la región articular
posterior fue la misma que la semana anterior.

Semana 10

La organización de la cavidad articular inferior estaba completa, aunque


cruzada por unos pocos tramos de tejido conectivo. Todavía no había signos de
cavidad articular superior (figura 2c). Lateral a la cápsula articular que se insertó
en la parte externa del disco articular estaban presentes varios vasos sanguíneos.
El cartílago condilar tenía una forma cónica y estaba rodeado por osificación
intramembranosa. La base del cartílago condilar correspondía a la región de la
articulación y su vértice se situaba al lado del futuro agujero mandibular (Fig. 2d).
En la región articular posterior se observó la osificación intramembranosa del
proceso cigomático de la parte escamosa del hueso temporal que se extiende a lo
largo de la parte vertical de la región escamosa. El ligamento discomaleolar se
conectó a la superficie lateral del cartílago de Meckel, hueso timpánico y hueso
gonial. Las ramas de la arteria timpánica anterior aparecieron lateralmente al
ligamento discomaleolar (Fig. 2e).

Semana 11

La organización de la cavidad articular superior se inició entre el proceso


cigomático de la parte escamosa del hueso temporal y el disco articular (Fig. 2f).
La superficie articular de la parte escamosa del hueso temporal tenía una
superficie plana. La cápsula articular se situaba entre el proceso cigomático de la
parte escamosa del hueso temporal y el cóndilo y estaba unida a la parte externa
del disco articular (figura 2g). El complejo disco capsular se asoció ventralmente
con el nervio masetérico (Fig. 2h). Debajo del ligamento lateral de la articulación,
varias ramas de la arteria facial transversal eran visibles. En la porción externa del
cartílago condilar, adyacente a la inserción del disco articular, se observó una
invaginación de células mesenquimales (figura 2g). Los fascículos superiores del
músculo pterigoideo lateral insertados en el disco articular y en el cóndilo
mandibular, mientras que los fascículos inferiores del músculo pterigoideo lateral
insertado en el cóndilo mandibular (figs.2f, i).
Fig. 2. Etapa de cavitación. (Página 24.) A. Feto humano O-1 (38 mm C-R,
semana 9 de desarrollo). Sección frontal. El cóndilo mandibular (CD) comienza su
condrificación. Z, proceso cigomático de la parte escamosa del hueso temporal. D,
disco articular. P, músculo pterigoideo lateral. A, nervio auriculotemporal. K, el
cartílago de Meckel. Barra de escala 200 μm. B: Feto humano O - 1 (38 mm C - R,
semana 9 de desarrollo). Sección frontal. Ampliación del panel a. Los pequeños
espacios (flechas) muestran la formación inicial de la cavidad articular inferior. D,
disco articular. CD, cóndilo mandibular. Barra de escala 50 μm. C: Feto humano
Be-503 (48 mm C-R, semana 10 de desarrollo). Sección frontal. La cavidad
articular inferior (asterisco) continúa su organización entre el disco articular (D) y el
cóndilo mandibular (CD). K, el cartílago de Meckel. P, músculo pterigoideo lateral.
Z, proceso cigomático de la parte escamosa del hueso temporal. CE, bifurcación
de la arteria carótida externa. 1, cápsula articular. T, músculo temporal. A, nervio
auriculo temporal. Barra de escala 200 μm. (Página 25). D: Dibujo esquemático
del cartílago condilar (CC) durante la semana 10 del desarrollo. El músculo
pterigoideo medial está desplazado. El nervio alveolar inferior está situado entre
las láminas medial y lateral del cuerpo de la mandíbula. NM, nervio mandibular. DI,
nervio alveolar inferior cubierto por la lámina medial del cuerpo de la mandíbula.
LI, nervio lingual. MH, Nervio milohioideo. K, el cartílago de Meckel. FD, primer
molar deciduo. TD, segundo molar deciduo. A, nervio auriculotemporal. E: Feto
humano Be-503 (48 mm C-R, semana 10 de desarrollo). Sección frontal de la
región posterior de la articulación. La osificación intramembranosa del proceso
cigomático alcanza la porción vertical de la parte escamosa del hueso temporal.
Delimitación de la fisura timpanoescamosa entre la parte escamosa del hueso
temporal y el hueso timpánico. E, parte escamosa del hueso temporal. H, hueso
timpánico. G, hueso colonial. K, el cartílago de Meckel. 2, ligamento discomaleolar.
Flecha, rama de la arteria timpánica anterior. TI, nervio del tímpano de la cuerda.
Barra de escala 􏰁 200 μm. F: Feto humano Be-101 (65 mm C-R, semana 11 de
desarrollo). Sección frontal. La cavidad articular superior se localiza entre el
proceso cigomático (Z) de la parte escamosa del hueso temporal y el disco
articular (d). 3, fascículos superiores del músculo pterigoideo lateral. 4, fascículos
inferiores del músculo pterigoideo lateral. A, nervio auriculotemporal. 5, arteria
meníngea media. 6, arteria temporal superficial. CD, cóndilo mandibular. N, nervio
masetérico. Barra de escala 200 μm. (Página 26.) G: Feto humano Be-101 (65 mm
C-R, semana 11 de desarrollo). Ampliación del panel f. 1, cápsula articular. L,
ligamento lateral de la articulación. CD, cóndilo mandibular. Z, proceso cigomático
de la parte escamosa del hueso temporal. D, disco articular. Flecha, invaginación
de células mesenquimales. 7, arteria facial transversa. Barra de escala 200 μm. H:
Feto humano Be-101 (65 mm C-R, semana 11 de desarrollo). Sección frontal de la
región anterior de la articulación. Z, proceso cigomático de la parte escamosa del
hueso temporal. CD, cóndilo mandibular. N, nervio masetérico. L, ligamento lateral
de la articulación. AM, arteria maxilar. P, músculo pterigoideo lateral. Barra de
escala 200 μm. I: Feto humano Be-101 (65 mm C-R, semana 11 de desarrollo).
Sección frontal. Los fascículos superiores del músculo pterigoideo lateral (3)
insertan (flecha) en el disco articular (D). CD, cóndilo mandibular. 4, fascículos
inferiores del músculo pterigoideo lateral. N, nervio masetérico. T, músculo
temporal. Z, proceso cigomático de la parte escamosa del hueso temporal. A,
nervio auriculotemporal. AM, arteria maxilar. Barra de escala 200 μm.

Semanas 12 a 17

Durante este período la organización del sistema articular temporomodibular fue


completa y cinco eventos fueron particularmente dignos de mención.
1) Durante la semana 12, no hubo cambios significativos en las superficies de las
articulaciones. Las cavidades de las articulaciones estaban claramente definidas y
se observó una disminución en el número de septos del tejido conectivo que los
cruzaba (Figura 3a). Entre la parte escamosa del hueso temporal y el hueso
timpánico se localizó la fisura timpanoescamosa a través de la cual se extiende el
nervio de la cuerda tímpano, el cartílago de Meckel y el ligamento discomaleolar
(Fig. 3b).

2) En la semana 13 la superficie articular de la parte escamosa del hueso temporal


había adquirido una morfología cóncava (Fig. 3c). Se observó el disco articular
insertado en la superficie condilar externa y la invaginación del mesénquima
vascular en forma de septo (Fig. 3c). El crecimiento del hueso timpánico y la
porción escamosa del hueso temporal condicionan un estrechamiento de la fisura
tímpanoescamosa. Sin embargo, en esta fase de desarrollo, el borde inferior del
tegmen tympani de la parte petrosa del hueso temporal no ha aparecido entre el
hueso timpánico y la parte escamosa del hueso temporal (Fig. 3d). Por lo tanto, las
fisuras petroescamosa y petrotimpanica todavía no se han formado. El nervio de la
cuerda tímpano, el cartílago de Meckel, el hueso gonial (Fig. 3d), el ligamento
discomaleolar y la arteria timpánica anterior (Fig. 3f) procedieron a través de la
fisura tímpanoescamosa (Fig. 3d). Durante la semana 13, algunas proyecciones
fibrosas se pueden ver claramente en la porción anterior del disco articular que se
asociaron con los músculos masetero y temporal (Figuras 3d, e). La parte
posterior de la cápsula articular se inserta en la parte escamosa del hueso
temporal, el hueso timpánico y la superficie posterior del cóndilo mandibular. El
ligamento discomaleolar se extiende entre la inserción capsular en la parte
escamosa del hueso temporal y el hueso timpánico, hacia el oído medio (Fig. 3f).
En el espacio retrocapsular se observa el nervio auriculotemporal (Fig. 3d) y la
derivación de la arteria timpánica anterior y el plexo venoso retrodiscal (Fig. 3f).

3) Después de la semana 14 hubo una clara reducción en el volumen de cartílago


de Meckel (Fig. 3g).

4) Durante la semana 16 la porción central estrecha del disco articular aparece


avascular, aunque se pueden observar pequeños vasos en las porciones
periféricas. Los canales vasculares se pueden ver en la parte externa del cartílago
condilar (Fig. 3h).

5) Durante la semana 17 se observó una osificación endocondral clara de la


porción anterior del cóndilo asociada a la inserción del músculo pterigoideo lateral
(Fig. 3i). El ligamento discomaleolar tenía un aspecto fibroso y corría a lo largo de
la fisura timpanoescamosa mientras que el malleus (martillo) en el oído medio
estaba en un estadio avanzado de osificación endocondral (Fig. 3i).
Fig. 3. Etapa de maduración. A: Feto humano JR-6 (80 mm C-R, semana 12 de
desarrollo). Sección frontal. La cápsula articular (1) está unida al margen
excéntrico del disco articular (D). P, músculo pterigoideo lateral. CD, cóndilo
mandibular. Z, proceso cigomático de la parte escamosa del hueso temporal. A,
hueso auriculotemporal. Barra de escala 200 μm. B: Feto humano JR-8 (75 mm C-
R, semana 12 de desarrollo). Sección frontal. La fisura timpanoescamosa aparece
claramente demarcada entre el hueso timpánico (H) y la parte escamosa del
hueso temporal (E). T, músculo temporal. K, el cartílago de Meckel. 2, ligadura
discomaleolar. G, hueso colonial. TI, nervio de la cuerda del tímpano. Barra de
escala 500 μm. C: Feto humano B-207 (95 mm C-R, semana 13 de desarrollo).
Sección frontal. En el cóndilo mandibular, la invaginación del mesenquima
vascular (flecha) es visible. E, parte escamosa del hueso temporal. D, disco
articular. 1, cápsula articular. P, músculo pterigoideo lateral. CD, cóndilo
mandibular. Barra de escala 500 μm. D: Feto humano B-516 (82 mm C-R, semana
13 de desarrollo). Sección sagital. nervio de la cuerda del tímpano (TI), el cartílago
de Meckel (K), el hueso gonial (G) y el ligamento discomaleolar (2) atraviesan la
fisura timpanoescamosa. El disco articular muestra proyecciones fibrosas en las
fibras musculares del músculo masetero (flechas). CD, cóndilo mandibular. E,
parte escamosa del hueso temporal. H, hueso timpánico. MA, músculo masetero.
D, disco articular. A, nervio auriculo temporal. Barra de escala 500 μm. E: Feto
humano B-516 (82 mm C-R, semana 13 de desarrollo). Sección sagital. La porción
anterior del disco articular (d) muestra proyecciones fibrosas hacia las fibras
musculares del músculo masetero y del músculo temporal (flechas). CD, cóndilo
mandibular. E, parte escamosa del hueso temporal. MA, músculo masetero. T,
músculo temporal. A, nervio auriculotemporal. Barra de escala 500 μm. F: Dibujo
esquemático de la disposición en la región posterior de la articulación de la
cápsula articular (1). 2, ligamento discomaleolar. CD, cóndilo mandibular. K, el
cartílago de Meckel. E, parte escamosa del hueso temporal. D, disco articular. AT,
arteria timpánica anterior. Flecha: rama de la arteria timpánica anterior. AM, arteria
maxilar. H, hueso timpánico. Asterisco, plexo venoso retrodiscal. G: Feto humano
Ce-2 (115 mm C-R, semana 14 de desarrollo). Sección transversal. El cartílago de
Meckel (K) ha experimentado una reducción en el volumen. 2, ligamento
discomaleolar. D, disco articular. CD, cóndilo mandibular. D, músculo pterigoideo
lateral. Barra de escala 􏰁 500 μm. H: Feto humano Cu-2 (137 mm C-R, semana
16 de desarrollo). Sección frontal. La cápsula articular (1) limita el rebaje lateral de
la cavidad articular. Los canales vasculares (flecha) entran en el cartílago condilar.
E, parte escamosa del hueso temporal. CD, cóndilo mandibular. D, disco articular.
P, músculo pterigoideo lateral. Barra de escala 􏰁 500 μm. I: Feto humano B-28
(150 mm C-R, semana 17 de desarrollo). Sección transversal. La parte anterior del
cóndilo mandibular muestra osificación endocondral (flechas). El ligamento
discomaleolar (2) se inserta en el maléolo (ML) del oído medio. H, hueso
timpánico. D, disco articular. P, músculo pterigoideo lateral. T, músculo temporal.
MA, músculo masetero. Barra de escala 􏰁 500 μm.
La Tabla 2 resume los hallazgos más relevantes de nuestro estudio.

*Anlage; se refiere a la base rudimentaria de un órgano o parte, especialmente en un embrión.

DISCUSION

En comparación con la diartrosis de las extremidades, el desarrollo de la


articulación temporomandibular es un proceso relativamente tardío. Las cavidades
articulares del codo, la cadera o la rodilla se hacen visibles a la semana 8 del
desarrollo (estadio 23 de O'Rahilly) (Gardner y O'Rahilly, 1968, O'Rahilly y Mulller,
1996, Me rida Velasco et al. 1997b), mientras que en esta etapa en la región de la
articulación temporomandibular sólo están presentes las condensaciones
mesenquimales del cóndilo mandibular, el disco articular y la parte escamosa del
hueso temporal, y todavía no hay signos de cavidad articular. Sin embargo, se
pueden observar movimientos bucales (Humphrey, 1968) que, en ausencia de la
cavidad articular temporomandibular, tienen lugar en la articulación que existe
entre la porción posterior del cartílago de Meckel (el futuro hueso malleus *martillo)
y la cartilaginosa forma del futuro incus *yunque (Merida Velasco et al., 1990,
Burdi, 1992).

A partir de nuestras observaciones, identificamos tres períodos en el desarrollo de


la ATM: 1) el estadio blastemático, semanas 7-8 de desarrollo (estadios 21 a 23 de
O'Rahilly); 2) la etapa de cavitación, entre las semanas 9 y 11 de desarrollo; Y 3)
la etapa de maduración, después de la semana 12 de desarrollo. Nuestras
observaciones no coinciden con las de Morimoto et al. (1987), quienes observaron
la fase de aparición de TMJ entre las semanas 8 y 9; La "etapa preliminar" del
desarrollo de la ATM entre las semanas 10 y 17; Y la semana 21 como el final de
la fase de finalización de la ATM. "En nuestras observaciones, el período crítico de
la morfogénesis de la ATM ocurre en los estadios blastémicos y de cavitación
descritos por nosotros (7 a 11 semanas de desarrollo) (Van der Linden et, 1987).

Durante la etapa blastemica (semana 7) se observaron los anclajes del cóndilo


mandibular y el proceso cigomático de la parte escamosa del hueso temporal
(Yuodelis, 1966a, Moffett, 1977, Van der Linder y otros, 1987; Ogutcen–Toller y
juniper, 1994). Simons (1952) describe el proceso zigomático en la semana 8 del
desarrollo. Para Perry et al. Comienza su formación en la semana 9. También, la
osificación intramembranosa de la parte escamosa del hueso temporal comienza
durante la semana 8 de desarrollo (O ' Etapa 23 de Rahilly (Baume, 1962,
Yuodelis, 1966a, Baum y Holz, 1970, Sperber, 1989). Sin embargo, para Van
Dongen (1968), Perry et al. (1985), Van der Linden et al. (1987) y Burdi (1992),
este proceso comienza durante la semana 10. En cuanto al disco articular, su
primer signo en nuestro estudio fue como una condensación mesenquimal
craniolateral al cóndilo (Symons, 1952, Moffett, 1957, Yuodelis, 1966a, Smeele,
1990) en embriones en la semana 8 de desarrollo (estadio 23 de O'Rahilly). Sin
embargo, Moffett (1977) lo observó por primera vez en embriones de 6 semanas
de edad y Van der Linden et al. (1987), Sperber (1989) y Burdi (1992) en
especímenes de la semana 7 de desarrollo. Hemos demostrado que el desarrollo
de la cápsula articular comienza en embriones en la semana 8 de desarrollo
(estadio 23 de O'Rahilly) como una condensación alrededor de la región de la
articulación. En contraste, Van der Linden et al. (1987) y Burdi (1992) consideraron
que la organización de la cápsula comenzaría entre las semanas 9 y 11; Moffett
(1957) y Sperber (1989) describen el comienzo de la organización en fetos de 11
semanas de edad. El proceso de cavitación articular no es sincrónico ya que la
organización de la cavidad de la articulación inferior precede a la de la superior. La
cavidad articular inferior comienza al final de la semana 9 con la aparición de
pequeños espacios o hendiduras entre el disco articular y el cóndilo. Esto difiere
de Perry et al. (1985), Van der Linden et al. (1987), Sperber (1989) y Ogutcen-
Toller y Juniper (1993, 1994), que consideraron que la cavitación de la cavidad de
la articulación inferior debía comenzar durante la semana 10 de desarrollo. La
cavidad superior de la articulación comienza durante la semana 11 del desarrollo
(Van der Linden et al., 1987, Sperber, 1989; Ogutcen-Toller y Juniper, 1994). Perry
et al. (1985) y Burdi (1992) consideraron este proceso como ocurriendo durante la
semana 12 de desarrollo. En nuestros especímenes, se observó que la
condrificación del cóndilo mandibular comenzó en la semana 9 del desarrollo, al
mismo tiempo que aparece la cavidad de la articulación inferior. Durante la
semana 10, el extremo inferior del cartílago condilar, que tiene forma cónica, llega
al agujero mandibular. Por el contrario, otros estudios han identificado el comienzo
de la condrificación como la que tiene lugar en la semana 10 (Symons, 1952,
Yuodelis, 1966a, B, Sperber, 1989; Ogutcen-Toller y Juniper, 1993, 1994) 11
(Baume, 1962, Baume y Holz, 1970) e incluso en la semana 12 (Moffett, 1977).
La Tabla 3 resume los principales resultados de diferentes autores.

Se ha demostrado la influencia del movimiento en el proceso de cavitación


articular (Murray y Drachman, 1969), y se ha demostrado que la inmovilización
produce ausencia de cavidades articulares y anomalías esqueléticas (Sperber,
1989). Del mismo modo, el movimiento articular estimula la condrificación condilar
(Perry et al., 1985, Sperber, 1989), y la influencia del músculo pterigoideo lateral
en este proceso ya ha sido demostrada (Petrovic, 1972, Strinzmann y Petrovic,
1974, Hinton, 1990, Ben-Ami et al., 1993, Takahashi, 1991, Takahashi et al.,
1995). Sin embargo, otros estudios (Glasstone, 1967, 1971, Vinkka-Puhakka y
Thesleff, 1993) describen el desarrollo del cartílago condilar en ausencia de
estimulación mecánica. En nuestras observaciones, durante la fase de cavitación,
se organizan tanto las cavidades articulares temporomandibulares como el
cartílago condilar. Durante esta fase, los movimientos bucales son
extremadamente importantes para la organización de estas estructuras. Además,
recientemente Ranieri et al. (1996) demostraron la existencia de elementos
nerviosos en la región temporomandibular en fetos de 9 y 10 semanas de edad.
En los seres humanos, los movimientos bucales comienzan durante las
semanas 7 y 8 de desarrollo (Humphrey, 1968) a nivel de la articulación
incudomalleolar (Mérida Velasco et al., 1990; Burdi 1992). En nuestra opinión, la
articulación temporomandibular comienza a desempeñar un papel más
preponderante que la articulación incudomalleolar en los movimientos bucales
desde la cavitación en adelante.

Durante la etapa de maduración podemos observar la inserción de los fascículos


superiores del músculo pterigoideo lateral en el cóndilo y en los 2/3
anteromediales del disco articular, mientras que en el 1/3 anterolateral en el disco
articular se asocia con los músculos temporal y masetero (Mérida-Velasco et al.,
1993). Durante la semana 13 del desarrollo se observó invaginación del
mesénquima vascular en la porción externa del cartílago condilar. Estas
formaciones fueron descritas por Vinogradoff (1910), que las llamó "crampons".
Durante la semana 16 de desarrollo observamos los canales vasculares como
claramente evidentes. Symons (1952) encontró que los canales vasculares del
cartílago condilar aparecieron en muestras de 19 semanas de edad, mientras que
Blackwood (1965) las describió durante la semana 15. Además, Blackwood (1965)
y Wright y Moffett (1974) Postuló que la función de esta vascularización es
proporcionar nutrición al cartílago, permitiendo que la mandíbula crezca más
rápidamente para dar cabida al crecimiento y erupción de los dientes deciduos.
Thilander et al. (1976) reportaron una disminución de los canales vasculares del
cartílago desde los 5 a 6 años en adelante, mientras que Takenoshita (1987)
informó que estos disminuían progresivamente después de 10 años. La porción
posterior de la cápsula articular se inserta en la parte escamosa del hueso
temporal, el hueso timpánico y en la superficie posterior del cóndilo. El ligamento
discomaleolar se localiza entre la inserción capsular y la parte escamosa del
hueso temporal y el tímpano. Los estudios de Smeele (1988) revelaron que las
láminas superior e inferior de la cápsula demarcan ambas cavidades dorsalmente,
y una lámina intermedia que corresponde al ligamento discomaleolar toma
inserción en el hueso timpánico. Smeele (1988) nombró este arreglo durante el
período fetal de la región trilaminar. Sin embargo, en adultos se demostró que la
porción posterior de la cápsula (Rees, 1954) estaba constituida por dos láminas:
una lámina superior reforzada medialmente por el ligamento discomaleolar,
insertándose en la parte escamosa del hueso temporal y el hueso timpánico, y una
lámina inferior que estaba unida a la superficie posterior del cóndilo (Mérida
Velasco et al., 1997), Rodríguez Vázquez et al., 1998). La región posterior de la
articulación se asocia con la todavía amplia fisura timpanoescamosa a través de la
cual se desarrollan el nervio de la cuerda del tímpano, el cartílago de Meckel, el
hueso gonial, el ligamento discomaleolar y las ramas de los vasos timpánicos
anteriores (Rodríguez Vázquez et al., 1992, 1993; Mérida Velasco et al., 1997a).
Más específicamente, el desarrollo del ligamento discomaleolar comienza en la
semana 8 del desarrollo (estadio 23 de O'Rahilly), partiendo de una banda de
mesénquima que se extiende desde el cóndilo hasta la superficie lateral del
cartílago de Meckel. Un esquema similar fue descrito por Smeele (1990). Sin
embargo, Ogutcen-Toller (1995) describió el ligamento discomaleolar como
apareciendo durante la semana 10 como una banda de mesénquima de 150 μm
de espesor.

Vous aimerez peut-être aussi