¿PODEMOS TOMAR DECISIONES EMPRESARIALES BASADOS EN

PRINCIPIOS ESPIRITUALES?
“Análisis del Humanoffon bajo una mirada espiritual”
Por: Juan Pablo Garzón Dueñas

Al leer Humanoffon de Stalman, fue inevitable no relacionarlo con una idea que vengo
analizando durante los últimos años respecto a lograr que las organizaciones sean dirigidas
con principios que van más allá de la ética o la moral, y desde mi punto de vista más
universales, la espiritualidad. Podemos decir que existen principalmente dos formas de ver
el mundo, una se basa en lo material que es palpable a los sentidos físicos y otra, se basa en
la idea de que hay algo “más”, que definitivamente hay una inteligencia ordenadora que
dirige la creación. Hoy sabemos que todo es energía manifestada en el espacio – tiempo1,
esa energía permite a la neurociencia medir los efectos cerebrales cuando por ejemplo, un
reconocimiento en las redes sociales genera según Stalman, un “abrazo digital”, sin embargo,
el abrazo físico genera una experiencia más profunda al compartir la vibración energética de
otra persona. El impacto que se logra bajo un estímulo puramente auto sugestivo como lo
que sucede con los reconocimientos del mundo digital, no será tan perdurable como lo que
se logra en un intercambio físico, sobre todo si está cargado de emociones positivas que
potencian esa sensación en algo más intenso.

En ese parangón que realiza Stalman entre el mundo digital y el físico se identifican formas
cada vez más rápidas para impactar a las personas, la masificación de los dispositivos móviles
y el mayor acceso a internet facilitan ese impacto, permitiendo que la gente pueda pasar de
apasionarse a fanatizarse; lo que me hace pensar en la importancia de evitar cualquier tipo de
fanatismo por ser bastante nocivo para la humanidad. El fanatismo religioso, político e
incluso el que pueden generar los deportes y hasta las marcas, debería ser eliminado
completamente, manteniéndonos en el campo de la pasión, del impulso para lograr metas y
beneficios mutuos.

1
https://es.wikipedia.org/wiki/Espacio-tiempo
Hoy más que nunca el cambio es una constante, pero esto genera miedo debido a la
incertidumbre del futuro, nos olvidamos que toda mejora está precedida de un período de
caos y que el beneficio de estar en constante movimiento, es generar vida y evitar la muerte
de la quietud, estos “movimientos” son vitales para ir aprendiendo y sobre todo validando de
qué somos capaces, apoyándonos en ideas trascendentales que provienen de nuestros
pensamientos; por esto, para generar buenas ideas debemos ir más allá de la curiosidad
intelectual o la duda, si bien es cierto que estas en principio nos activan, obtendríamos
mejores resultados al lograr una combinación entre pensamiento e intuición, así veríamos
que hay algo trascendental detrás de cada una de nuestras decisiones.

Para lograr lo anterior me surge un interrogante: ¿cómo lograr que la “educación alternativa”
aporte en ese proceso de enseñar a aprender? Nos entusiasmamos por los conocimientos pero
aplicarlos nos cuesta, sobre todo cuando debemos aplicar valores, principios y ayudar a que
el mundo esté mejor. Hablando del entusiasmo que nos genera el conocimiento, muchos nos
maravillamos con descubrimientos como el genoma humano, sin embargo, a algunos no nos
sorprende porque entendemos que “es obvio” que el espíritu al manifestarse en la materia
empleé un código que le permita transmitir la información que trae almacenada, por esto
dudo que las modificaciones fisiológicas o químicas que logran hacer al cuerpo, lleguen a ser
cambios permanentes, porque de mantenerse el descontrol de las emociones y los
pensamientos, estos encontrarán la manera de somatizar esa energía y generar algún tipo de
afectación en la salud.

De otro lado, las personas hoy sobrevaloran lo que estimula los sentidos, sobre todo la vista,
pareciera más importante “parecer que ser” y esto me genera otra pregunta, ¿cómo hacer
negocios que exploten la relevancia del “parecer”, pero simultáneamente recalquen la
importancia del contacto, del sentir, de los valores y principios? Internet ha generado una
revolución gigantesca de acceso a la información y ha facilitado el “parecer”, sin embargo,
¿esto es producto de una adicción al conocimiento, o lo que existe es una adicción a estar
distraídos para evitar tener que enfrentarnos a nosotros mismos?; ¿qué tanto de las redes
sociales es una necesidad de ser aceptado y que tanto una necesidad de criticar a otros en vez
de corregir lo propio?; esta distracción, incluso nos puede hacer pensar que la justicia no
existe por ser invención humana, pero también se puede pensar que todo es justo,
simplemente que se desconocen las causas que llevaron a esa justicia, por tanto, nada más
preciso para hablar de justicia que el karma, basados en la tercera ley de Newton es
incuestionable que todo repercute en el espacio-tiempo de acuerdo a una acción - reacción,
lo que me genera un nuevo interrogante, ¿realmente existe el presente?, porque técnicamente
lo que acabo de hacer ya quedó en el pasado así sea por un segundo y lo que voy a hacer en
el siguiente segundo hace parte del futuro; parafraseando a Gregg Braden prefiero pensar que
pasado presente y futuro suceden al mismo tiempo pero a velocidades distintas y en
consecuencia, vivo intensamente siendo responsable.

Dada la gran capacidad femenina deberíamos ayudar a las mujeres a asumir su poder como
“diosas del planeta”, la dificultad es que en algunos casos se quieren parecer a los hombres
y, lo mejor sería que utilicen su gran poder en renovar al mundo, en ayudar a comprender
que “solo con la muerte adviene lo nuevo”2, nacer necesariamente implica morir, terminar
un proceso es lo que permite que nazca otro, por eso es tan importante aprovechar las
oportunidades y si no aparecen crearlas, volviéndose la misma oportunidad; así que en vez
de huir del planeta debemos recomponerlo, “matar” lo que nos destruye, modificar hábitos
de consumo y usar la inteligencia para armonizar con nuestro entorno, si seguimos
permitiendo que nuestros deseos solo satisfagan lo físico sin que exista un beneficio para el
“alma”, mantendremos una sensación de infelicidad, y dado que “la felicidad es una
decisión”3 que se puede intensificar ante eventos placenteros, deberíamos buscar que esos
eventos vengan de una parte más intensa (de la espiritualidad).

Las personas como seres sociales tenemos una necesidad de “conexión”, la que viene del
internet ayuda pero como todo en términos de tecnología, puede distraer tanto que perdemos
el beneficio que conlleva; a veces esas conexiones se usan más para enfatizar temas como el
negocio de la enfermedad, dejando atrás la medicinas tradicionales como la China o la
Ayurveda, por eso pienso que pasará mucho tiempo para la inmortalidad del ser humano, al
menos la basada en temas quirúrgicos o químicos, lo que seguramente pase, es que algunos

2
https://www.lailuminacion.com/esencia
3
https://www.semana.com/especiales/articulo/la-felicidad-decision/241592-3
cuerpos vivan un poco más con estas ayudas pero seguramente pocos están dispuestos a pagar
por ello.

La automatización y el uso de máquinas es conveniente para la productividad, pero, de

acuerdo con Stalman que lo más importante es centrarse en educar seres humanos que a través
de principios logren transformar el planeta en un lugar mejor para vivir, esto me hace pensar
en ¿será que encarné una utopía?, el haber vivido cosas dolorosas me ha despertado la
necesidad de hacer algo para que otros no sufran lo mismo que yo y por esa razón, sueño y
actúo en pro de lograr cambiar mentalidades para que estemos todos cada vez mejor, pero,
¿será que tengo el suficiente valor para “generar valor”?, si el trabajo individual cada vez
toma más fuerza, ¿será que es momento de dejar de ser empleado y dedicarme a vivir mi
utopía?

Con la inmigración de venezolanos que estamos viviendo, he visto como algunas personas
los contratan para pagarles menos o peor no pagarles, aprovechándose de su condición de
indocumentados. Es triste ver cómo la gente hace lo que critica, será que alguna vez ¿seremos
capaces de socorrer al más débil?, de ¿ayudar al desvalido? La respuesta a estas preguntas es
parte de mi utopía y espero estar aportando para lograrlo.

En conclusión, debemos volver a la esencia del humano, a “la espiritualidad”, que no tiene
nada que ver con instituciones o religiones, sino con la certeza de que somos seres energéticos
unidos, porque habitamos en una energía absoluta que algunos llamamos Dios, considero
que es el camino más seguro para realmente trabajar en lo importante. El momento es ahora
y la necesidad de cambio es inmediata. Cuando en el pasado decidimos cambiar nuestra
intuición por la tecnología perdimos el sentido de unidad, nos alejamos de la conciencia de
que estamos conectados, de que todos somos uno y que un pequeño cambio individual basado
en emociones positivas, activará la fuerza mental que nos permita orientar a las nuevas
generaciones hacia la restauración de nuestro “vehículo espacial”, de nuestro amado planeta
tierra, y para esto, tomar decisiones empresariales basados en principios espirituales puede
que sea una de las mejores alternativas.