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DE SAN AGUSTÍN
FACULTAD DE DERECHO
TEMA DE MONOGRAFIA:
CURSO:
SEMINARIO DE RESPONSABILIDAD CIVIL
ALUMNOS:
CHAMBI PEREYRA JORGE
GONZALES ALEJO MILAGROS
SANCCA NEYRA ALVARO
PEREZ QUISPE ALEXANDRA
VILCA AUCCAHUAQUI ERIKA
SECCION:
QUINTO A
AREQUIPA-2019
1
INDICE
INTRODUCCION……………………………………………………………………………..
03
MARCO TEORICO……………………………………………………………………………
04
1. HECHO …………………………………………………………………….…………04
1.1 CLASIFICACION
1.3 CLASIFICACION
1.4 EFECTOS
2. ACTO JURIDICO……………………………………………………………………07
3. CASO PRACTICO…………………………………………………………………25
2
5. BIBLIOGRAFIA Y WEBGRAFIA…………………………………………….……43
INTRODUCCION
3
MARCO TEORICO
1. HECHO
1.1 CLASIFICACION:
4
El hecho jurídico es todo acontecimiento o estado en general todo suceso o
falta del mismo (ya que también hay hechos negativos) al que por su sola
realización, o juntamente con otra, liga el Derecho objetivo la producción de un
efecto, que es efecto jurídico precisamente en cuanto dispuesto por ese
Derecho objetivo1.
1.3 CLASIFICACIÓN:
5
Hechos constitutivos: Generan la adquisición de un derecho subjetivo o
relación jurídica),
Hechos extintivos: Pone término a relación jurídica o derecho subjetivo
Hechos impeditivos: Impiden u obstan a la eficacia jurídica de una
relación jurídica).
Todo hecho en cuanto productor de efectos jurídicos, es constitutivo de estos.
Ejemplo de ellos son la compraventa (en cuanto nacen de la misma los
derechas de las partes a la cosa y al precio) el pago (en cuanto extingue la
obligación).
1.4 EFECTOS:
6
2. ACTO JURIDICO
El Acto Jurídico, es definido legalmente por el artículo 140º del Código Civil,
el cual prescribe que “el acto jurídico es la manifestación de voluntad
destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas”.
Según Bris Mar LLauri Robles (2016) el acto jurídico viene a ser
Nosotros podemos definir a raíz de la definición planteada por el art 140 del
C.C. que el acto jurídico “Es el acto realizado por dos o más personas con el fin
de producir una relación de derecho”. Por su parte tenemos la definición de
juristas como Víctor Vial del Río (2005) quien define “Manifestación de la
voluntad hecha con el propósito de crear, modificar o extinguir derechos, y que
produce los efectos queridos por el autor o las partes porque el derecho
sanciona dicha manifestación de voluntad”.
7
sujeto, al realizarlo, quiere determinar un resultado, y tal resultado se toma en
consideración por el derecho”.
Art.944.- Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos, que tengan por
fin inmediato, establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear,
modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos.
8
encontrar un artículo que de manera explicita señale la definición del mismo,
como lo hay en la legilacin peruana y demás legislaciones latinas. Sin embargo,
consultando una enciclopedia española, encontramos la definición de negocio
jurídico que señala
No obstante la definición de acto jurídico solo indica el acto jurídico -en sentido
estricto- se halla ausente todo contenido normativo. el agente no tiene el poder
de configurar las consecuencias jurídicas porque estas están predeterminadas
por la Ley.
Este sector funda su citada reflexión en el hecho que los creadores de la estructura
alemana fueron forzados a emplear un nomen distinto (negocio jurídico) como
consecuencia de la existencia del término “acto jurídico en sentido estricto” en su
clasificación, cuya definición implica tanto hechos jurídicos voluntarios lícitos como
ilícitos. Situación que dista de la acaecida en la Teoría del Acto Jurídico del sistema
peruano en el cual los actos jurídicos son siempre lícitos y donde no resulta necesario
el empleo de un término diferenciador.
En otras palabras, “la idea del acto jurídico era la de un concepto lo suficientemente
amplio y general que diera comprensión a toda la categoría jurídica que pudiera ser
9
calificada de acto jurídico, pues la idea de la convención, entendida en su bilateralidad,
resulta diminuta respecto de los actos jurídicos que se formaban por una sola voluntad
y sin requerir la concurrencia de otra. El acto jurídico así concebido debía dar cabida a
toda gama de actos jurídicos y debía constituirse en la fuente voluntaria de relaciones
jurídicas, las que también, voluntariamente, podían ser objeto de regulación,
modificación o extinción
2
Se entiende estructura como aquel conjunto de relaciones que mantienen entre sí las partes de un
todo.
10
a) Esenciales o essentiala negotii
A este elemento lo llaman también “requisitos de validez”. Son aquellos
componentes imprescindibles y no pueden faltar para que el acto tenga el
carácter que le corresponde dentro de la connotación que presente y éste
alcance existencia jurídica. Para esta doctrina los elementos esenciales son: la
manifestación de voluntad, el agente, el objeto, fin y la forma; y éstos deben de
cumplir sus respectivos requisitos de validez.
11
estructura del acto jurídico sino de la eficacia funcional.regular el negocio
jurídico”.
ELEMENTOS
Son los componentes del acto jurídico, es decir, todo aquello que conforma el
acto jurídico celebrado por los sujetos, los cuales son imprescindibles para su
formación y celebración, porque sin ellos el acto jurídico no nace, por tanto, no
puede producir efectos jurídicos; por ello son indispensables y necesarios sus
presencias en la estructura del negocio jurídico. Los elementos son los que
integran el supuesto de hecho del negocio jurídico.
Por ello actualmente se cree que los únicos elementos comunes a todo acto
jurídico son: la declaración o manifestación de voluntad y la causa o fin.
12
La doctrina considera que la declaración de voluntad constituye toda conducta
a través del cual el sujeto exterioriza su voluntad de producir un efecto práctico
amparado por la ley; asimismo, es la exteorización de lo que el sujeto quiere;
además, es el conjunto de signos que hacen socialmente conocible la voluntad
de celebrar el acto jurídico.
La manifestación de voluntad es uno de los principales elementos del acto
jurídico por excelencia, ya que, es un elemento constitutivo de éste; por ello el
Código Civil en la primera línea de su artículo 140 afirma que “el acto jurídico
es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir
relaciones jurídicas”, como se aprecia es un requisito esencial de éste y lo llena
de contenido; por ello, su ausencia hace imposible el nacimiento de una
relación jurídica y hace decaer al acto jurídico en nulo.
13
La declaración de voluntad debe ser eficiente y relevante, esto, “cuando
contribuye a la regulación de intereses prácticos, económicos o sociales de los
agentes y tal proceder es permitido por el Derecho porque crea o afecta
relaciones jurídicas”. Por lo que no puede ser cualquier declaración de voluntad
hecha por el agente, esta tiene que “alterar sustantivamente las situación
jurídicas preexistentes o crear otras nuevas”; además, “es también
imprescindible generar un efecto jurídico que debe ser querido y perseguido
con la manifestación de voluntad” y además no debe “contravenir el
ordenamiento jurídico”. La declaración de voluntad debe estar de “conformidad
con el fin práctico que se pretende alcanzar”, es decir, con la causa o fin. Con
el objetivo de formar el acto jurídico correctamente.
b. La causa
La causa es uno de los elementos que conforma el acto jurídico, La inclusión
de la causa a la estructura del negocio es mérito de POTHIER y DOMAT 3.
Entorno a la causa la doctrina ha dado rienda a su imaginación, debido a su
difícil conceptualización, se ha desarrollado diversas tesis, entre las principales
son:
a) la teoría subjetiva, considera que la causa es aquel motivo o móvil por el
cual, el sujeto declara su voluntad para celebrar un negocio jurídico buscando
una finalidad inmediata y práctica, ésta es eminentemente psicológica (por
ejemplo, compro una casa con la finalidad de vivir en ella o me compro comida
para saciar mi hambre), con esta teoría se establece la causa ilícita. Un sector
de la doctrina refiere que la causa subjetiva es el motivo último y calificante, y
el más próximo que se dirige la voluntad de los sujetos del negocio 4.
A la teoría subjetiva se ha criticado manifestando que ha atendido
“exclusivamente a la voluntad de las partes, ha desconocido o descuidado la
función valorativa del Derecho, respecto de cada propósito negocial, y, con ello,
3
Sostenía que la causa fin era la razón abstracta perseguida por los contratantes. Esa causa fin era
siempre la misma en los contratos iguales. Así en los contratos recíprocos la causa fin de una parte era la
contraprestación de la otra. Por ejemplo, en la compraventa la causa fin del vendedor es recibir el precio
y del comprador es recibir la propiedad cosa. Decía también que en los contratos unilaterales gratuitos
la causa fin era la liberalidad perseguida o la intención de beneficiar.
4
Refiere que las teorías subjetivas sobre la causa; es decir, de teorías que identifican en este elemento
el fin principal, el motivo último. Al que se dirige la voluntad del autor o los autores del negocio.
14
la importancia de la clasificación de las causas, en cuanto a la diversa eficacia
de los títulos de los derechos”.
Uno de los problemas que afronta esta teoría es entorno a la causa ilícita; es
decir, como el negocio se considera un supuesto de hecho de la valoración de
las declaraciones y esta cumple un fin socialmente perseguido por el negocio,
no puede existir una causa ilícita, que puede ir en contra del ordenamiento
jurídico. Por ello, existe una tercera teoría; c) teoría mixta, que reúne y combina
a las dos, tanto a la teoría subjetivista y objetivista; no se agota el tema del
negocio con la determinación y la descripción de su función, sino que es
necesario, además, confrontar la voluntad concreta de los sujetos y los fines
que se persiguen con la función jurídica del negocio, para ver si existe aquella
coincidencia esencial que puede justipreciar el nacimiento y normal existencia
del negocio.
15
Se debe de establecer que la causa del acto jurídico es la causa fin, porque
existe también la causa fuente, que debe diferenciarse de ésta, ya que es el
origen o hecho jurídico generador de obligaciones o de un acto jurídico;
mientras tanto, la causa fin, es el resultado, el propósito o la finalidad
perseguido por las partes o por el negocio jurídico; las teorías mencionadas en
lo que están de acuerdo es que la causa es el fin o el resultado que se busca al
momento de celebrar el acto jurídico, ya sea por las partes o por el negocio
jurídico.
Finalmente, queremos señalar, la doctrina moderna nos habla sobre una
“causa concreta” o la teoría semi-objetiva de la causa, es decir, la causa
sería “una función económica individual” y ya no social. Es una teoría contraria
de la concepción de la causa, entendida como “una función económica social”.
La causa concreta es concebida como “interés concreto que el contrato está
dirigido a realizar o simplemente finalidad concreta”.
2.3.3 PRESUPUESTOS:
Los cuales se definen como los antecedentes o términos de referencia, es
decir, todo aquello que es necesario que preexista para que el acto jurídico
pueda celebrarse o formarse5.
Los presupuestos deben considerarse como tal solo si trata de antecedentes
lógicos del tipo del negocio. Por ello se sostiene que los presupuestos son
entes que existen en la realidad jurídica con independencia del supuesto
jurídico negocial, sería absurdo pensar que son elementos o componentes del
negocio jurídico.
Los presupuestos del negocio se considera al sujeto y al objeto, ya que, tanto
el objeto como el sujeto no forman parte del acto jurídico, sino, son necesarios
para su formación, los mismos deben de preexistir para que el acto jurídico
pueda formarse.
5
Es decir, tanto el objeto como el sujeto no forman parte del acto jurídico, el objeto y el sujeto,
necesarios para la formación del acto jurídico, los mismos deben de preexistir para que el acto jurídico
conformado por sus elementos pueda formarse.
16
Es aquel que decide celebrar un acto jurídico por ser titular de un derecho o de
una obligación, o es la persona o las personas que van emitir su declaración de
voluntad en virtud de su autonomía privada, la cual debe de adecuarse en un
supuesto de hecho, éste tiene que ser libre y debe buscar producir un efecto
práctico para crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas; y
finalmente, logre la eficacia funcional del acto jurídico. Cabe señalar que no
puede ser cualquier sujeto, debe ser un sujeto que debe de tener todas las
prerrogativas y facultades dadas por el derecho objetivo y no debe estar dentro
de las causales de prohibición establecidas por el ordenamiento jurídico, es
decir, debe ser un sujeto idóneo para celebrar un acto jurídico. El sujeto o
sujetos deben de proyectarse sobre el mismo interés perseguido.
Al sujeto no se debe de confundir con “la parte del negocio”.
2. El Objeto
El objeto junto a la causa ha sido uno de los problemas para los operadores del
derecho, tejiéndose en torno a ellos diversas tesis. En el caso del objeto, se ha
señalado es el bien o cosa, el contenido del acto, la prestación, la obligación, la
relación jurídica y se ha confundido a veces con la causa. Con relación a
nuestro Código Civil, el objeto del acto jurídico no está expresamente señalado
en la parte general correspondiente al acto jurídico, sino que está regulada en
el libro de contratos6 (especie del acto jurídico) en el artículo 1402 del C.C. 7;
donde el objeto del contrato es la obligación, la cual consistiría en una
prestación como lo señala en el artículo 1403 del C.C. 8, eso en el plano del
6
El cual hubiese sido preferible que sea regulado en la parte general y no en la parte especial del Código
Civil.
7
Artículo 1402: El objeto del contrato consiste en crear, regular, modificar o extinguir obligaciones.
8
Artículo 1403: La obligación que es objeto del contrato debe ser lícita. La prestación en que consiste la
obligación y el bien que es objeto de ella deben ser posibles.
17
contrato (especie); mientras el acto jurídico su objeto sería la relación jurídica
como la doctrina mayoritaria lo ha establecido 9.
Como se ha afirmado el objeto del acto jurídico para nuestro ordenamiento civil
sería la relación jurídica y la obligación para los contratos. De esta conclusión
se puede extraer el objeto del acto jurídico estaría ubicado dentro de la eficacia
funcional y no lo estaría en la estructura del negocio. La obligación o la relación
jurídica en general, se trate del ámbito negocial o del ámbito contractual, no es
sino la consecuencia o el efecto jurídico que nace del contrato o del negocio
jurídico10; y que es el efecto jurídico atribuido por el ordenamiento jurídico como
respuesta a la celebración de un negocio jurídico contractual o no. Por esta
razón el objeto no puede ser parte de los efectos jurídicos del acto jurídico, sino
debe ser parte de la estructura; por ende, el objeto del acto jurídico no es la
obligación ni la prestación11 y ni la relación jurídica.
Entonces, conforme a esta posición, el objeto del acto jurídico sería “el interés”
o “la materia social” o “la necesidad”. Del cual liminarmente se puede concluir
que el objeto del acto jurídico sería parte de la estructura del negocio jurídico y
9
Es con el afán lógico de ser consecuentes y en tal sentido la opinión prácticamente unánime en nuestro
medio es la siguiente: si el objeto del contrato es la obligación, el objeto del acto jurídico será la relación
jurídica. De esta manera se ha pensado y se ha creído que así se le daba al Código Civil la concordancia
lógica necesaria, obteniendo un concepto único de objeto, aplicable tanto al contrato como a nuestro
negocio jurídico.
10
Esta teoría es completa y totalmente falsa, careciendo de toda lógica y justificación, por la sencilla
razón que la obligación o la relación jurídica en general, sea patrimonial o no, bien se trate del ámbito
negocial o del ámbito contractual, no es sino la consecuencia o el efecto jurídico que nace bien sea del
contrato o del negocio jurídico. La relación jurídica, sea obligacional o no, es en todos los casos el efecto
jurídico atribuido por el ordenamiento jurídico como respuesta a la celebración de un negocio jurídico
contractual o no.
11
Como se menciona, que el objeto de que hablan los arts. 1346-1349 es la prestación y hechas todas las
reservas acerca de la propiedad de la terminología de la ley, debe en seguida observarse que la
prestación es un concepto que atañe a la materia de la obligación y no a la del contrato, porque la
prestación propiamente es el contenido de la obligación.
18
no de la eficacia funcional. Pero esta tesis ha recibido críticas 12, las cuales
comparto, señalándose que se confunde con la causa del negocio jurídico
Existe otro sector de la doctrina que manifiesta que el objeto del negocio
jurídico sería “el contenido”, específicamente las disposiciones contractuales
establecidas o la regulación de conductas o reglas que las partes han
establecido en el acto jurídico específicamente celebrado 13. Con esta
concepción del objeto del acto jurídico, no se aprecia con claridad la ubicación
en la estructura de éste.
Finalmente, la concepción que señala que el objeto del acto jurídico es “el bien
idóneo”, El objeto del contrato es aquel bien que constituye el punto de
referencia objetiva (la cosa y el precio en la compraventa, por ejemplo) de los
específicos intereses de los que se pretende disponer mediante el contrato”.
Para él, el bien como objeto del negocio jurídico está comprendido por “las
cosas, todos los demás valores y utilidades, incluso incorporales, que pueden
constituir punto de referencia objetivo de los intereses comprometidos en el
negocio jurídico”. Frente a esta concepción se ha indicado: “¿la expresión
“objeto” se refiere a los bienes o a la utilidad sobre los cuales recae el querer
de las partes?” Esta basta variedad de posiciones o tesis del objeto del negocio
jurídico, se debe a que no se ha podido diferenciar e identificar completamente
la connotación que se tiene sobre “objeto”. A lo que he podido identificar y
concluir, que al objeto del negocio jurídico se toma como “objetivo”, o sea, se
respondería a la pregunta ¿cuál es el objeto (objetivo) de la celebración del
negocio jurídico? Las respuestas serían: reglamentar intereses, regular o
disponer conductas, requerir una prestación o una obligación, etc.
2.4 REQUISITOS
12
Desde esta última perspectiva, si se tiene en cuenta que la causa es definida la función práctica
perseguida mediante los resultados programados, es decir, el conjunto de intereses que la operación
negocial pretenden satisfacer, resultará claro que la noción de objeto y causa del contrato terminan
entrelazándose y confundiéndose en un intricado conceptual, del que a la alarga resulta difícil de
superar.
13
Es como se indica, “para otro sector de la doctrina el objeto del contrato es el contenido o la
regulación de las conductas de los sujetos en la conformación y estructuración del mismo o el complejo
de reglas que las partes han establecido con el contrato
19
Son todas aquellas condiciones que deben cumplir tanto los elementos como
los presupuestos, para que el acto jurídico formado por la concurrencia de los
mismos, pueda producir válidamente sus efectos jurídicos. Esto significa, en
consecuencia, que mientras los elementos y presupuestos son necesarios para
la formación del acto jurídico, los requisitos son necesarios para que el acto
jurídico correctamente formado pueda producir válidamente sus efectos
jurídicos.
20
establece como requisito esencial para la validez de un acto jurídico, en primer
lugar agente capaz, esto es, que los sujetos que intervienen sean personas que
gocen de lucidez mental que les permita discernir sobre los alcances de los
actos que realicen”.
21
destinado a perjudicar a otra persona); abstenerse de todo acto que exija cierta
fuerza o habilidad que no es poseído en el grado requerido; y, ejercer una
vigilancia suficiente sobre las cosas peligrosas que de poseen, o personas que
están bajo su guarda” 14
.
2.4.3. Posibilidad física y jurídica del objeto, determinación en especie y
cantidad
Posibilidad física del objeto: El objeto materialmente debe de existir y sobre
todo debe de estar al alcance fáctica de los sujetos que celebran el negocio
jurídico, no debe de ser un objeto físicamente imposible; por ejemplo, un objeto
materialmente imposible sería que se celebre la compraventa de la estrella “el
sol”.
Posibilidad jurídica del objeto: El objeto debe de estar regulada dentro del
ordenamiento jurídico y recaer una legislación sobre ella, existir un supuesto de
hecho donde se adecue la autonomía privada, esto, para que sea materia de
celebración del negocio jurídico, sino, no se dará
. Determinación en especie y cantidad del objeto: El objeto debe de ser
cuantificable y se pueda establecer la cifra de la existencia del objeto, es decir
que se puede individualizar, sea esta en especie, en dinero, etc.
14
Además, en torno a este requisito la jurisprudencia ha señalado lo siguiente: “el fin en el
acto jurídico debe de ser entendido como la causa final, es decir como el resultado que las
partes aspiran a tener con el acto, el resultado perseguido por la voluntad consciente y
deliberada. Para la validez del acto jurídico se requiere que tenga un fin lícito conforme lo
establece el inc. 3 del art. 140 del código civil. Si el fin es ilícito el acto jurídico es nulo
conforme al inc. 4 del art. 219 del citado código”, CAS. N° 2293-2001-LIMA, extraída en
http/datoonline.gacetajurídica.com.pe/CLP/contenidos.dll?f=templates$fn=default.html
22
técnicamente se habla de forma cuando en virtud de la ley o de negocio jurídico
es necesario una forma determinada.
23
por ende, las formalidades que tengan este carácter son insustituibles;
normalmente no pueden ser subsanadas o, mejor dicho, sustituidos por otros
medios. Para VON TUHR nos dice: “las disposiciones sobre la forma
pertenecen al Derecho imperativo: las partes no pueden alcanzar su propósito
más que por medio de la forma prescrita”
.
La formalidad ad probationem: No tienen tal rigidez y normalmente, consisten
en documentar la declaración de voluntad, sea por instrumento público o
privado.
2.4.5 La Legitimación
El autor Raul Adolfo Quico Pilco se está de acuerdo que la legitimación es un
requisito que debe de cumplir quien celebra el negocio jurídico. Consideramos,
el debate está si es un requisito del “sujeto” o de la “parte”. Obviamente, todos
aquellos que consideramos la legitimación es un requisito de validez, quien
debe cumplirla es el sujeto y no la parte. La posición contraria, la mayoría,
piensa quien debe de cumplirla es la parte y no el sujeto. Respecto a este
último, debemos tener presente y concentrar el debate en la posición que
indica: por la falta de legitimación el acto es válido e ineficaz; y no respecto
aquella posición que manifiesta: por la falta de legitimación el acto es
inoponible. Como indicamos, la inoponibilidad (positiva) se genera por la
violación al principio de relatividad de los efectos jurídicos y no por la falta de
legitimación. En el acto inoponible, la parte no carece de ningún requisito de
validez ni de eficacia; es por esta razón no consideramos pertinente concentrar
el debate, en cuanto a esta posición, si la legitimación es un requisito de
eficacia o de validez.
También se ha concluido, la legitimación debe concurrir junto a la “capacidad”,
es decir, el sujeto no sólo debe cumplir con tener capacidad sino también
legitimación. Esta capacidad es de ejercicio o de obrar. Por esta razón nosotros
indicamos, cuando tratamos el tema entre “legitimación y capacidad”, el sujeto
debe de cumplir dos requisitos: uno subjetivo y otro objetivo.
El requisito subjetivo es la capacidad, ésta es natural e inherente al sujeto;
mientras el requisito objetivo es la legitimación, ésta es jurídica y concreta,
24
sobre todo su objetiva surge de la relación que tiene el sujeto respecto al objeto
del negocio.
Visto el expediente número mil cuatrocientos treinta y seis - dos mil trece, en
Audiencia Pública de la fecha, con informe oral y emitida la votación
correspondiente conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, expide la
siguiente sentencia:
25
demandante la suma de ciento treinta y seis mil trescientos noventa y tres
dólares americanos con cincuenta centavos (US$ 136,393.50), con costas y
costos.
Que, esta Sala Suprema, por resolución de fecha catorce de junio de dos mil
trece (fojas 73 del cuaderno de casación), declaró la procedencia ordinaria del
recurso de casación por la causal de: a) infracción normativa de los artículos
188 y 197 del Código Procesal Civil, y, la procedencia excepcional del citado
recurso por: b) infracción normativa del artículo 139, inciso 5, de la Constitución
Política del Perú.
ANTECEDENTES:
26
a cabo el traslado del contenedor número TTNU 950875-2, Precinto - 537874,
manifiesto 2636, en cuyo interior se encontraban mil cuatrocientos noventa y
siete cajas conteniendo partes de computadoras e impresoras, traslado que
debía efectuarse desde las instalaciones del Terminal Marítimo del Callao,
hasta las instalaciones del Terminal de Almacenamiento de IMUPESA. Refiere
que IMUPESA subcontrató a la empresa de Transportes “M Transport Servicios
Integrados Sociedad Anónima Cerrada”, la que a su vez sub-contrató a Frank
Miguel Morante Espinoza, Transportista número 001-123663, quien fi gura en
la Guía de Remisión emitida por dicha empresa como la persona que realizó el
transporte efectivo de la carga. Agrega que la labor de transporte terrestre y
entrega correcta de la mercadería no fue eficientemente ejecutada por M
Transport Servicios Integrados Sociedad Anónima Cerrada, pues el vehículo de
placa número YI- 2286/ZI-7536, con el contenedor TTNU 950875-2, no llegó al
terminal de almacenamiento de IMUPESA. Que, tal inejecución se debió a que
Frank Miguel Morante Espinoza fue reducido con armas de fuego por
delincuentes cuando transportaba la mercadería según la declaración policial;
sin embargo, al investigarse el robo, en el Atestado número 135-2008-
DIRINCRI.PNP/DIVINVRI-CALLAO-DIR se concluyó que Frank Miguel Morante
Espinoza (chofer conductor) resultó ser presunto autor del delito contra el
patrimonio (robo agravado en la modalidad de asociación delictiva) por el
monto puesto a cobro, en agravio de la empresa Computer Warehouse
Sociedad Anónima Cerrada; tal atestado también establece que el nombrado
Morante Espinoza es presunto autor del delito contra la administración de
justicia (denuncia calumniosa). En tal contexto, dado que el artículo 1325 del
Código Civil establece que, el deudor que para ejecutar la obligación se vale de
terceros, responde de los hechos dolosos o culposos de éstos, resulta ser
IMUPESA responsable de la pérdida ocurrida al cargamento, por cuanto fue
contratada directamente por su asegurado Computer Warehouse Sociedad
Anónima Cerrada para que efectuara el transporte local de la carga y aquella
se valió de una tercera empresa para ejecutar su obligación. Como Mapfre
Perú Compañía de Seguros y Reaseguros indemnizó a Computer Warehouse
el monto total de las pérdidas registradas que ascienden a la suma ciento
treinta y seis mil trescientos noventa y tres dólares americanos con cincuenta
centavos (US$ 136,393.50), por lo que al negarse las demandadas a llegar a
27
un entendimiento para asumir tal pago, procede a requerirlas judicialmente.
Indica que Rímac Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros debe
responder de manera solidaria con IMUPESA, empresa causante del daño,
toda vez que aquella es aseguradora de ésta, y se debe presumir que la
pérdida del bien en posesión del deudor es por culpa suya; en el caso, la
mercadería se perdió mientras se hallaba en poder del transportista, por lo que
se presume su culpabilidad; además, la mercadería no fue transportada con la
diligencia ordinaria exigida. 3.2. Que, al contestar la demanda Rímac
Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros (fojas 162), mediante escrito
de fecha veintidós de diciembre de dos mil ocho, la niega y contradice,
indicando que el atestado policial no es vinculante a ninguna autoridad, pues
luego de someterse éste a la calificación por parte del Ministerio Público se
decidió no formalizar denuncia contra Frank Miguel Morante Espinoza. Agrega
que no se ha acreditado que los hechos que son sustento de la pretensión
ocurrieran por dolo o culpa de los emplazados o terceros contratados, por lo
que no resulta de aplicación lo dispuesto por el artículo 1325 del Código Civil y
por el contrario se acredita la existencia de hechos que los eximen de
responsabilidad como el robo por asalto, que a su vez es un caso fortuito o de
fuerza mayor, tal como lo define el artículo 1315 del mencionado Código, el
mismo que tiene por efecto la extinción de la obligación, conforme lo establece
el artículo 1316 del mismo cuerpo de leyes y la exención de responsabilidad
por su inejecución (artículo 1317 del Código Civil). Indica que no existe
responsabilidad que se deba de asumir, ya que las conclusiones policiales no
se elaboraron adecuadamente y no generan responsabilidad. Que si bien es
cierto el artículo 1987 del Código Civil, establece que la acción indemnizatoria
puede ser dirigida contra el asegurador por el daño, quien responderá
solidariamente con el responsable directo de éste, debe tenerse en cuenta que
tal disposición se enmarca en la Sección Sexta (Responsabilidad
Extracontractual) del Libro VII (Fuentes de las Obligaciones) del Código Civil, y
como tal, no son aplicables a la presente acción, que se trata de una
indemnización por responsabilidad contractual. Se debe tener en cuenta que la
responsabilidad solidaria está sujeta a las siguientes limitaciones, conforme lo
ha establecido la abundante jurisprudencia: a) que el riesgo producido se
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encuentre cubierto por la Póliza de Seguro; y, b) que tal solidaridad se
encuentre limitada a la cobertura pactada en el Contrato de Seguro.
3.4. Que, mediante resolución número veintiuno del doce de agosto de dos mil
nueve (fojas 432), el A quo fijó los siguientes puntos controvertidos: a)
Determinar si existe responsabilidad contractual en la demandada Inversiones
Marítimas Universales Sociedad Anónima (Imupesa) frente a la demandante
Mapfre Perú Compañía de Seguros y Reaseguros Sociedad Anónima, por
inejecución de obligaciones por causas imputables consistente en la pérdida de
mercaderías objeto de transporte. b) Determinar si como consecuencia de la
dilucidación del punto controvertido precedente, la demandada Inversiones
Marítimas Universales Sociedad Anónima (Imupesa) tiene la obligación de
pagar a la demandante por concepto de indemnización de daños y perjuicios la
suma de ciento treinta y seis mil trescientos noventa y tres dólares americanos
con cincuenta centavos (US$ 136,393.50). c) Determinar si la codemandada
Rímac Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros está en la obligación
de indemnizar de manera solidaria a Mapfre Perú Compañía de Seguros y
Reaseguros por la suma de ciento treinta y seis mil trescientos noventa y tres
dólares americanos con cincuenta centavos (US$ 136,393.50), por ser la
aseguradora de Inversiones Marítimas Universales Sociedad Anónima
(Imupesa).
29
3.5. Que, el Juez de primer grado, expide una primera sentencia declarando
infundada la demanda (fojas 479), la misma que luego de ser apelada fue
declarada nula por la sentencia de vista de fecha veintinueve de octubre de dos
mil diez (fojas 576), por lo que devuelto los autos, emite la sentencia contenida
en la resolución número treinta y uno, del ocho de setiembre de dos mil once
(fojas 602), que declaró infundada la demanda; al considerar la inexistencia de
la controversia respecto a que la empresa Computer Warehouse Sociedad
Anónima Cerrada, contrató los servicios logísticos y de almacenamiento de
Inversiones Marítimas Universales Sociedad Anónima (IMUPESA) para
transportar un contenedor, siendo un hecho también admitido que la empresa
Computer Warehouse tenía vínculo contractual con la demandante Mapfre
Perú, en virtud de la cual ésta debía pagar a la primera, la indemnización
correspondiente por los siniestros cubiertos por la póliza respectiva; tampoco
existe controversia respecto a cómo se produjo el siniestro del cual deriva la
pretensión indemnizatoria reclamada por la pérdida de la mercadería de
Computer Warehouse, ya que Mapfre Perú, como aseguradora de Computer
Warehouse, cumplió con pagar a ésta el importe de la pérdida de tal
mercadería. Agrega, que en el presente proceso no se cuestiona el monto
indemnizatorio sino la obligación de su pago por parte de las demandadas; y,
sobre la base de lo dispuesto en los artículos 1317 y 1314 del Código Civil, se
estima que debe determinarse el supuesto de inejecución de obligaciones de
parte del deudor, por lo que al evaluar si el chofer Frank Miguel Morante actuó
con dolo o culpa en la ocurrencia del siniestro (robo de la mercadería), el
juzgado determinó que si bien la demandante imputa al señor Morante haber
actuado con dolo en el siniestro por los resultados de la investigación policial,
tal aseveración queda desvirtuada cuando el Ministerio Público desestima el
extremo de las conclusiones policiales relativas a la imputación de
responsabilidad penal del señor Morante, al decidir no formalizar denuncia
penal contra esta persona; por lo que no existen elementos de juicio sólidos
que establezcan que éste actuó con dolo en el siniestro, o culpa, sea ésta
inexcusable o leve en el siniestro.
30
indica que éste se limitó a conducir el vehículo en el momento que ello le fue
ordenado por IMUPESA, sin demostrarse en autos que éste lo haya hecho en
forma distinta a las condiciones habituales de seguridad, horario y ruta usual o
que le haya sido solicitado hacerlo (además de facilitado) en forma expresa sin
que él haya cumplido con ello. Indica respecto a la actuación de Inversiones
Marítimas Universales Perú Sociedad Anónima (IMUPESA), en cuanto pudo
actuar con dolo, culpa inexcusable o culpa leve al subcontratar a M Transport
Servicios Integrados Sociedad Anónima Cerrada, que la demandante no
cuestiona la subcontratación, sino el hecho de que ésta haya recaído en M
Transport Servicios Integrados, quien ya había estado implicada anteriormente
en la ocurrencia de un hecho similar (con Nestlé); por tanto, considera que la
prueba ofrecida no constituye evidencia que acredite de manera irrefutable que
IMUPESA fue negligente al subcontratar a M Transport Servicios Integrados
Sociedad Anónima Cerrada, dado que de la misma no se infiere que ésta haya
sido negligente al contratar al chofer Franck Morante; más aún, si no obra en
autos ni existe prueba aportada por la demandante que permita concluir de
forma incontrovertible que ya antes M Transport Servicios Integrados hubiera
sido negligente y, por ende, que IMUPESA lo habría sido también al
subcontratarla. En cuanto a que si IMUPESA podría haber actuado con culpa,
al no haber dispuesto que la mercadería sea trasladada en horas del día y con
personal de apoyo al chofer, no se demuestra que dichas condiciones
especiales de servicio hayan sido contratadas o solicitadas en forma expresa
por la demandante a IMUPESA para que ésta se encuentre vinculada a ellas;
tampoco se demuestra que las mismas sean propias de los usos y costumbres
de los contratos de transporte; o la negligencia imputada a IMUPESA por
contratar a una empresa que tenía antecedentes de siniestros similares es
suficiente para configurar la culpa de la misma, pues constituye un argumento
subjetivo.
31
competencias y/o calificaciones del chofer para las labores encomendadas.
Concluye que el robo de la mercadería constituyó una “situación fortuita”, en
cuya producción no se probó que haya operado acción u omisión culposa ni
dolosa de parte del chofer, de M Transport Servicios Integrados Sociedad
Anónima Cerrada ni de IMUPESA; por ende, corresponde a un supuesto de
causa no imputable (fuerza mayor) previsto en los artículos 1314 y 1317 del
Código Civil, que eximen de toda responsabilidad en el siniestro a las
demandadas, y no nace obligación indemnizatoria.
32
Sobre si IMUPESA actuó con diligencia ordinaria requerida a efectos de
ejecutar su obligación, se determina que ésta se obligó a trasladar la
mercadería de propiedad de Computer Warehouse para lo cual subcontrató a
M Transport Servicios Integrados y ésta al chofer; del caudal probatorio no se
advierte que las partes hubieran convenido que la demandada sea la que de
forma exclusiva deba ejecutar la prestación; por ende, resultaba totalmente
válido valerse de terceros; sin embargo, se advierte que IMUPESA no actuó
diligentemente al margen de que el servicio haya sido prestado por un tercero;
pues quien contrata determinado servicio lo mínimo que espera es idoneidad y
seguridad; por ello es que Computer Warehouse contrató a IMUPESA; por
tanto, en aplicación del artículo 197 del Código de Comercio, correspondía a
ésta como “compañía de almacenamiento y depósito”, el depósito, la
conservación y custodia de los frutos y mercaderías que se les encomiendan;
en ese contexto, IMUPESA no actuó con cuidado al momento de subcontratar
a otra empresa a efectos que realice su prestación, pues recurrió a una
empresa que antes había sufrido un robo con las mismas características (Parte
Policial número 1527-2007-DIRINCRI-PNP/DIVINROR-D5-E2); por ende, se
concluye que hay violación de la diligencia debida de IMUPESA, ya que no es
responsable contratar a una empresa que poco tiempo atrás fue víctima de
asalto y robo bajo las mismas características. En cuanto a la determinación de
si IMUPESA aportó prueba que le eximiera de culpa, se establece que ésta no
aportó prueba de que haya actuado con la diligencia debida, tanto más si se
sometió a un régimen más estricto de responsabilidad al contratársele para el
transporte y depósito de mercadería de gran valor.
33
tenía vínculo laboral estable con M Transport Servicios Integrales, lo que
evidencia la falta de cuidado de parte de la demandada IMUPESA. Se
evidencia que el traslado de la mercadería fue realizado a altas horas de la
noche, lo que evidencia una falta de diligencia total de M Transport Servicios
Integrados Sociedad Anónima Cerrada, por los antecedentes de éste en un
robo similar; por lo que el tercero debió ser más diligente al efectuar el traslado
de la mercadería con la seguridad respectiva y no transportar de manera
informal la mercadería confiada; por ende, en aplicación del artículo 1325 del
Código Civil, IMUPESA debe cumplir la obligación por los perjuicios causados
por M Transport Servicios Integrados, más cuando no existe pacto en contrario.
3.7. Que, esta Sala Suprema por resolución de fecha catorce de junio de dos
mil trece (fojas 73 del cuaderno de casación), declaró la procedencia ordinaria
34
del recurso de casación interpuesto por Rímac Internacional Compañía de
Seguros y Reaseguros, por la causal de: i) Infracción normativa del artículo 197
del Código Procesal Civil, que regula sobre la valoración de la prueba; pues
alega que, en la sentencia de vista, la consideración 6.3 mediante la cual la
Sala Superior afirma que la demandada IMUPESA no actuó diligentemente, no
se respalda con ningún hecho previo o posterior a tal afirmación; por lo que, al
tratarse de un fundamento de consideraciones posteriores, se convierte en un
error fundamental de su esquema de razonamiento, ya que incluir una
aseveración como si se tratara de una consideración constituye por sí misma
un grave error de lógica y raciocinio, más aún si tal supuesta consideración se
utiliza posteriormente como fundamento para otras consideraciones.
35
póliza se aprecia que la suma asegurada de un millón de dólares de los
Estados Unidos de América (aumentada a un millón cuatrocientos mil dólares
de los Estados Unidos de América para algunos ítems) fue una suma
asegurada de límite único y combinado; lo que significaba que cada riesgo
tenía su propio limite particular, y no como se lee de dicho considerando que
pareciera ser un millón de dólares de los Estados Unidos de América el límite
para responsabilidad civil contractual; además, en el rubro 6 - cláusulas, se
establece que para la cobertura de responsabilidad civil contractual el límite
máximo era de cincuenta mil dólares de los Estados Unidos de América.
De otro lado, refiere que no se analizó la Cláusula RCI 010 (de fojas
setecientos noventa y siete), que establece las exclusiones de responsabilidad
de la aseguradora y en las que no se encuentra previsto el supuesto de hecho
que es materia de este proceso; tal cláusula contiene bajo el numeral 2 un
listado de hechos que se encuentran excluidos de la cobertura otorgada por la
póliza, es decir, de aquellos que en la eventualidad de su ocurrencia no serán
materia de indemnización, y tal como concluye la Sala ninguno de ellos se ha
presentado en el caso materia de autos; sin embargo, no se tuvo en cuenta que
el numeral 1 de dicha cláusula, en su parte final, establece que serán pagadas
las indemnizaciones siempre que se hayan cumplido con las garantías
indicadas en el numeral 3; y, en aplicación del artículo 392-A del Código
Procesal Civil, se declaró la procedencia excepcional por: c) Infracción
normativa del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, a
fi n de determinar si las supuestas incorrecciones de las consideraciones 6.3,
7.2 y 7.3 (obiter dicta) invalidan la sentencia de vista que se funda en una “ratio
decidendi” distinta y coherente pero al parecer no debidamente motivada
conforme al régimen jurídico del propio “contrato de seguro” entre la recurrente
e Inversiones Marítimas Universales Sociedad Anónima.
CONSIDERANDO:
Primero:
36
trasgrede con la expedición de una resolución incongruente. Al respecto el
Tribunal Constitucional precisando el contenido del derecho constitucional a la
debida motivación de las resoluciones judiciales, ha señalado que éste: “(...) se
respeta, prima facie, siempre que exista: a) fundamentación jurídica, que no
implica la sola mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y
justificación de por qué tal caso se encuentra o no dentro de los supuestos que
contemplan tales normas; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto, que
implica la manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad
entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones formuladas por las
partes; y c) que por sí misma exprese una suficiente justificación de la decisión
adoptada, aun si ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de
motivación por remisión.” [Sentencia del Tribunal Constitucional número 04348-
2005-AA/TC, fundamento 2]. En concordancia con lo expuesto, el mismo
Tribunal ha señalado también respecto de la incongruencia omisiva: “Que el
derecho a la tutela judicial efectiva incluye como contenido básico el derecho
de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada,
fundada en derecho y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes, de modo que cuando la sentencia o la resolución que
ponga fi n al proceso guarde silencio o no se pronuncie sobre alguna de las
pretensiones planteadas por las partes, dejando imprejuzgada o sin respuesta
la cuestión planteada a la consideración del órgano judicial, se produce una
incongruencia omisiva o ex silentio, siempre que el silencio judicial no pueda
razonablemente interpretarse como una desestimación tácita, cuya motivación
pueda inducirse del conjunto de los razonamientos contenidos en la
resolución.” [Sentencia del Tribunal Constitucional número 01333-2002-AA/TC,
fundamento 3].
Segundo:
37
indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del
derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva)”.
Tercero:
Cuarto:
38
mínimo que espero es idoneidad y seguridad”; por otro lado, en el fundamento
6.6. manifiesta: “IMUPESA no actuó con cuidado al momento de subcontratar a
otra empresa a efectos realice su prestación, pues recurrió a una empresa que
siete meses antes había sufrido un robo con las mismas características al que
sufrió el contenedor de Computer Warehouse, tal como se evidencia de la
copia certificada del Parte Policial Nº 1527-2007-DIRINCRI-PNP/DIVINROR-
D5. E2 obrante a folios 396)”. Situación que a todas luces evidencia violación a
la diligencia debida por parte de la empresa codemandada, ya que no es
responsable de contratar a una empresa que poco tiempo atrás había sido
víctima de un asalto y robo con las mismas modalidades, es decir, para la Sala
Superior, basta con que una empresa hubiere sido víctima de robo para que no
se pueda contratar con ella, pues de lo contrario incurriría en violación a la
diligencia debida, no evidenciándose que hubiere efectuado algún análisis
respecto a la conducta del chofer Frank Miguel Morante Espinoza, quien es el
que transportaba la mercancía que sirve de sustento para el inicio del presente
proceso, conforme así también se indicó en el cuarto considerando de la
sentencia de vista con que se anuló la primera sentencia expedida en el
presente proceso. De otro lado, tampoco se ha efectuado un análisis respecto
al horario del transporte, el que también ha servido de sustento en la sentencia
materia del presente recurso impugnatorio, pues no se ha indicado si de
haberse efectuado el transporte de la mercadería en horas de la mañana se
hubiera evitado el robo.
Quinto:
39
hubieran suscitado, así como que si el traslado se efectuaba en horas de la
mañana, se hubiera evitado tales circunstancias.
Sexto:
Sétimo:
Que, en este esquema, una de las garantías que asiste a las partes del
proceso es la que se expidan resoluciones debidamente motivadas,
advirtiéndose que la Sala Superior ha incurrido en infracción a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, y específicamente en cuanto a la
valoración de los medios probatorios, que posibiliten crear la convicción en el
juzgador que sus argumentos son los correctos. Por ello, el vínculo entre
prueba y tutela procesal efectiva es ineludible: la primera constituye un derecho
40
- regla de la segunda y una verdadera garantía de su ejercicio. Ninguna
prueba, deberá ser tomada en forma aislada, tampoco en forma exclusiva sino
en su conjunto, por cuanto solo teniendo la visión integral de los medios
probatorios se puede sacar conclusiones en busca de la verdad que es el fin
del proceso, incurriendo en nulidad al dictarse la sentencia de vista.
DECISION:
41
2.6 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El acto jurídico es un hecho jurídico voluntario realizado con la intención
de producir efectos jurídicos, definido legalmente por el artículo 140º del
Código Civil, el cual prescribe que “el acto jurídico es la manifestación
de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones
jurídicas”.
En forma de recomendación: La legislacion comparada puede tener
distintas formas de denominar la figura de manifestar voluntad para
crear, regular, modificar y extinguir relaciones jurídicas. En un derecho
comparado una falta de mención expresa como lo tiene legislacion
42
peruana, puede generar inconvenientes al momento de interpretar o
administrar justicia.
La clasificación moderna de la estructura del Acto Juridico resulta más
comprensible en cuanto a los elementos presupuestos y requisitos,
puesto que ya existe una adecuada relación entre cada parte que
interactúa dentro de la misma estructura.
A manera de recomendación, todo acto jurídico debe contar
ineludiblemente con la validez de las normas jurídicas, tal como ha sido
desarrollado por diferentes juristas. Asimismo, el Acto Jurídico, es una
manifestación de voluntad que se hace con la intención de producir
consecuencias de derecho que son reconocidas por ordenamiento
jurídico.
Los requisitos de validez no condicionan ni concurren conjuntamente a
uno de los elementos o presupuestos para que cumplan ciertas
exigencias y requerimientos sino que existen ciertos requisitos para cada
elemento y presupuesto.
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43
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Web grafía:
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