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Principios de Economía

Gregory Mankiw
Resumen del capítulo 17: Oligopolios

Por Johnatan Clavijo


Có digo de estudiante: 201924166

Oligopolio es una estructura de mercado en la cual só lo unos vendedores ofrecen


productos similares o idénticos. La esencia de un mercado oligopó lico es que hay muy
pocos vendedores. Como resultado, las acciones de cualquiera de los vendedores en el
mercado pueden tener un gran impacto en los beneficios de los otros vendedores.

Las empresas oligopó licas son interdependientes de una forma en que las empresas
competitivas no lo son. Es decir, los oligopolios podrían cooperar entre sí y actuar
como un monopolio; pero cada empresa tiene sus intereses, lo que hace que se
preocupe por sus propios beneficios.

Para analizar estas relaciones, se habla de la teoría de juegos que se refiere al estudio
de có mo se comportan las personas en situaciones estratégicas. Por “estratégica”
entendemos una situació n en la cual una persona, al elegir entre modos de actuar
alternos, debe tomar en consideració n có mo podrían responder otros a las acciones
que emprenda. Esto, por supuesto, aplica también al comportamiento de las personas
que dirigen una empresa.

Aquí entran dos conceptos relevantes que marcan las relaciones que pueden construir
los oligopolios:

 Colusión: acuerdo entre empresas de un mercado sobre las cantidades que


producirá n o los precios que establecerá n.
 Cartel: grupo de empresas que actú an al unísono.

Una vez que se forma un cartel, el mercado funciona, en efecto, como un monopolio.
Un cartel debe ponerse de acuerdo no solo en el nivel total de producció n, sino
también en la cantidad producida por cada miembro. Aquí viene otro término clave
que es el equilibrio de Nash que se refiere a aquella situació n en la que los agentes
econó micos, que interactú an unos con otros, seleccionan su mejor estrategia dadas las
estrategias que los demá s seleccionaron.

Al igual que los monopolistas, los oligopolistas está n conscientes de que si aumentan
la cantidad que producen, disminuirá el precio de su producto, lo que a su vez afecta
los beneficios. Por tanto, no llegan a seguir la regla de las empresas competitivas de
producir hasta el punto en el que el precio es igual al costo marginal.

Cuando las empresas de un oligopolio seleccionan cada una por su cuenta la


producció n maximizadora de beneficios, producen una cantidad mayor de producto
que el nivel que produce un monopolio y menor que el que produce una empresa
competitiva. El precio de oligopolio es menor que el precio de monopolio, pero mayor
que el precio competitivo (que es igual al costo marginal). Lo anterior tiene dos
efectos:

 Efecto producción: dado que el precio es superior al costo marginal, vender


má s al precio actual aumenta los beneficios.
 Efecto precio: dado que incremento la producció n y lo vendido, se reduce el
precio del agua y los galones vendidos.

Si el efecto producció n es mayor que el efecto precio, se aumenta la producció n.

Cuanto mayor sea el nú mero de vendedores, tanto menos preocupará a cada vendedor
el efecto que puede producir en el precio de mercado. Esto es, a medida que aumenta
el tamañ o del oligopolio, la magnitud del efecto precio se reduce. A su vez, a medida
que aumenta el nú mero de vendedores en un oligopolio, el mercado oligopó lico se
parece cada vez má s a un mercado competitivo. El precio se acerca al costo marginal y
la cantidad producida se aproxima al nivel socialmente eficiente.

En este aspecto, permitir el nú mero de productores que el consumidor puede elegir y


aumentar la competencia para mantener los precios cerca del costo marginal es otra
de las ventajas de comercio internacional en la economía y que hace frente a los
oligopolios.

El dilema del prisionero


El dilema del prisionero es un “juego” particular entre dos presos que ilustra por qué
es difícil mantener la cooperació n a pesar de que sea mutuamente beneficiosa. Debido
a que cada uno persigue su propio interés, los dos prisioneros juntos llegan a un
resultado que es peor para cada uno de ellos.

En el lenguaje de la teoría de juegos, una estrategia se conoce como la estrategia


dominante si es la mejor estrategia que puede seguir un jugador, sin importar las
estrategias que sigan el resto de los jugadores.
El resultado de monopolio es racional para el oligopolio en su conjunto, pero cada
oligopolista tiene el incentivo de hacer trampa y buscar solo su beneficio. Así como en
el dilema del prisionero, el interés propio induce a confesar a los prisioneros, el
interés propio hace difícil que el oligopolio mantenga el resultado en cooperació n con
una baja producció n, altos precios y beneficios monopó licos.

En el caso de los oligopolistas que tratan de mantener los beneficios de monopolio, la


falta de cooperació n es deseable desde el punto de vista de la sociedad. El resultado de
monopolio es bueno para los oligopolistas, pero es malo para los consumidores del
producto.

Siempre que los jugadores se preocupen por sus ingresos futuros, optará n por
abstenerse de incumplir el acuerdo para ganar má s en una sola ocasió n. De este modo,
en un juego repetido del dilema del prisionero, los dos jugadores pueden llegar al
resultado en cooperació n. A esto se le puede llamar como la estrategia quid pro quo
que, en esencia, es la estrategia bíblica de “ojo por ojo, diente por diente”. Si tú me das,
yo te doy. Si tú me haces dañ o, yo te hago dañ o.

Política pública para los oligopolios


Una forma en que las políticas desmotivan la cooperació n es mediante la ley. Las leyes
antimonopolio prohíben expresamente los acuerdos entre oligopolistas, como
cuestió n de política pú blica. Incluso hablar sobre fijar precios y restricciones de
producció n entre competidores puede ser un delito.

Los diseñ adores de políticas regulan la conducta de los oligopolistas con las leyes
antimonopolio. El á mbito de estas leyes está sujeto a muchas controversias. Aunque es
evidente que la fijació n de precios entre empresas que compiten reduce el bienestar
econó mico y debe ser ilegal, algunas prá cticas de negocios que dan la impresió n de
reducir la competencia pueden tener propó sitos legítimos, aunque sutiles. Como
resultado, los diseñ adores de políticas deben ser cuidadosos cuando usan los enormes
poderes de las leyes antimonopolio para establecer límites a la conducta de las
empresas, pues algunas prá cticas de negocios no tienen efectos tan evidentes, como lo
son:

 Los acuerdos en el precio de reventa


 La fijació n de precios depredatoria
 Atar productos

En conclusió n, los oligopolios quisieran actuar como monopolios, pero el interés


propio los lleva a la competencia.

Resumen realizado con apuntes tomados directamente del libro Principios de


Economía de G. Mankiw.

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