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GRUPO: 403016_26
TUTOR
PSICOLOGÍA
PSICOMETRÍA
VALLEDUPAR (CESAR)
2018
Estudio Sobre el Abuso Sexual Infantil y comprensión en el Municipio de Valledupar.
Resumen.
Esta investigación tuvo como objetivo principal aplicar un cuestionario para evaluar
el conocimiento acerca de la variable psicosocial abuso sexual infantil a los habitantes del
municipio de Valledupar. La prueba a 50 participantes todos mayores de edad voluntarios con
previa autorización y firma del consentimiento informado, consolidando la información en un
estudio estadístico y la presentación de resultados conseguidos por el grupo en tablas y/o
gráficas, dando un valor a cada pregunta y desglosando las puntuaciones obtenidas en por
cada persona, la puntuación general, estableciendo criterios de validez, índices de
confiabilidad, puntuación mínima, puntuación más alta, medidas de tendencia central, se
exponen los resultados en una descripción escrita de todas las puntuaciones más relevantes,
seguido se discute a partir de los resultados encontrados intentando contrastarlos con el
marco teórico que realizaron en la fase para concluir con el grupo.
Palabras Claves
Abuso sexual infantil, Violencia.
Abstract
This research had as main objective to apply a questionnaire to evaluate the
knowledge about the psychosocial variable child sexual abuse to the inhabitants of the
municipality of Valledupar. The test to 50 participants all older volunteers with prior
authorization and signature of informed consent, consolidating the information in a statistical
study and the presentation of results obtained by the group in tables and/or graphs, giving a
value to each question and disaggregating the scores obtained in each person, The overall
score, establishing validity criteria, reliability indices, minimum score, higher score, central
trend measurements, will expose the results in a written description of all the most relevant
scores, followed It discusses from the results found trying to contrast them with the
theoretical framework they performed in the phase to conclude with the group.
Keywords
Child sexual abuse, Violence.
Marco Teórico
La palabra abuso, del latín ab usus, significa usar mal, de manera excesiva, injusta,
impropia o indebida una cosa. Es un tipo de maltrato que incluye diversas formas, desde el
incesto, la violación, toqueteos al niño o provocarlos del niño al adulto, exhibicionismo y
mostrar al niño la realización del acto sexual, hasta la exposición a revistas o videos
inadecuados (Ferrante, 2009, Testa, 2009). La escena del abuso generalmente tiene lugar
después de una preparación destinada a paralizar a la víctima psicológicamente, el abusador
se propone deliberadamente avasallar a su víctima indefensa. La forma más habitual y
dolorosa el sexual hacia los menores de edad como una expresión de la violencia doméstica,
constituye un problema de salud pública que ocurre predominantemente al interior de la
familia mediante la expresión de conductas violentas dirigidas frecuentemente hacia los
menores, las cuales están relacionados con la desestructuración del hogar, la obligada
actividad laboral de la madre, la intrusión de la familia extensa, la presencia de una nueva
pareja, el ejercicio de la violencia como método educativo y algunos patrones culturales. El
abuso sexual infantil no es un problema nuevo, sino una de las formas de maltrato infantil
que ha acompañó al desarrollo del hombre durante toda su historia. Aparece en la literatura,
en el cine y frecuentemente en noticias periodísticas. Es el más escondido de los maltratos y
del que menos se conoce, tanto en el ambiente médico legal como en el social. El abuso
sexual infantil no ocurre solo en poblaciones marginales, sino que abarca todas las culturas y
todas las clases sociales. La estimación de mayor demanda que hay en la actualidad se debe a
que recién ahora las personas involucradas se están animando a denunciarlo, lo que se refleja
en una mayor cantidad de consultas, tanto en el nivel hospitalario como en el privado. Existen
variables que pueden incidir en el desarrollo de problemas psicológicos en víctimas de abuso
sexual infantil como es el ambiente familiar disfuncional, si bien la mayoría de los estudios
siguen constatando una relación directa entre la experiencia de abuso sexual y el posterior
desarrollo de problemas psicológicos.
Según en El Informe Mundial sobre Salud y Violencia elaborado por la OMS en el
año 2000, alude a la violencia sexual como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un
acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para
comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante
coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en
cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”. Otra definición De acuerdo con
Gabriel L, Barney. Jaime C, Londoño “El abuso sexual se define como la utilización de un
niño o niña con la finalidad de satisfacer o gratificar sexualmente a un adulto o grupo de
adultos”; el abuso infantil en la sociedad se ha presentado siempre y aun se sigue
presentando. Entre los abusos infantiles se encuentra el abuso sexual y al cual está expuesto
cualquier niño sin importar sus condiciones sociales o de edad. El incesto y ataque sexual,
asimetría de edad, coerción (fuerza) con contacto físico, sin contacto físico, explotación
sexual, culturales de abuso sexual son explotación sexual, turismo sexual, y pornografía
infantil, el abuso sexual causa en sus víctimas consecuencias psicológicas se pueden
presentar a cualquier etapa de la vida, estas consecuencias las víctima pueden comunicarlas
de manera verbal o no verbal, las alteraciones de las víctimas de abuso sexual se presentan en
la depresión, suicidio, auto agresiones, baja autoestima y adicciones. Existen diferentes
circunstancias sociales que facilitan la aparición del abuso sexual, tales como que los niños
vivan separados de sus padres, pobreza y soledad de los niños, discapacidad infantil,
alcoholismo de los acompañantes, prostitución en la casa y enfermedad mental. Es importante
reconocer que los agresores en su mayoría son personas cercanas a las víctimas y también
que el 85% de estos agresores son hombres quienes se dividen en pedófilos y agresores, los
cuales utilizan la seducción, la introversión y el sadismo y siempre buscan defenderse
utilizando técnicas como minimizar, justificar, elaborar papeles donde se victimice, simular
enfermedades mentales, simpatía, agresión o confusión. En este contexto también se define la
vulnerabilidad y abuso sexual, en La Convención Internacional de derechos de la infancia
reunida por la UNICEF en 1989, se considera que los menores de 18 años requieren de
cuidados y protección especial que los adultos no necesitan, reconociendo de esta manera la
condición de vulnerabilidad del menor. En Colombia las investigaciones e informes periciales
sobre presunto delito sexual en menores de edad realizados por el Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses, se puede establecer que el delito sexual en los
escenarios familia, pareja y amigos, se concentra el 50.06% de las denuncias y la ocurrencia
de este fenómeno es la vivienda y un familiar cercano o conocido de la familia es
comúnmente el presunto agresor, lo que en suma pone en evidencia que es al interior de la
familia donde ocurren más del 50% de estos hechos. Revisados los últimos cinco años, los
grupos etarios de niños y niñas con informes periciales en el delito sexual para las edades
entre 0 y 17 años, representan en promedio para el delito sexual, el 82% del total de los casos
denunciados, encontrándose que el grupo donde con mayor frecuencia ocurre el presunto
delito sexual está entre los 0 y los 14 años en el 79.2% del quinquenio revisado y con
progresión anual sostenida, siendo el año 2011 en el cual hubo el mayor número de denuncias
y dictámenes periciales por presunto delito sexual. Cotejando los datos se encuentran
coincidencias significativas como: 1) la edad de mayor vulnerabilidad para el abuso está entre
los 10 y los 14 años de edad y en el grupo de las mujeres, 2) coincide el elevado número de
denuncias para los diferentes organismos: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
(ICBF), Instituto de Medicina Legal (INML y CF), Unidad de delitos sexuales de la Fiscalía
General de la Nación (FGN) en el mismo grupo de edad, 3) revisado el quinquenio es el
mismo grupo donde se observa la mayor incidencia de denuncias y dictámenes sobre
presunto delito sexual y 4) no obstante la normatividad vigente en Colombia es un grupo de
población donde la ocurrencia del hecho está íntimamente ligado con la aparición de los
caracteres propios de la sexualidad y el desarrollo de la personalidad en una etapa crítica para
la transvaloración del significado, y simbolización interior y social de la corporalidad y de la
perspectiva de género, además de ser violatorio de los derechos fundamentales suscritos y
vigentes tanto a nivel nacional como internacional, respecto de la libertad y formación sexual
de todos los menores de edad.
A nivel comunitario, social y familiar se debe empezar a trabajar en la
prevención, la psicoeducación es una técnica que capacita a los niños para que no se
conviertan en víctimas de abuso sexual infantil y, además, provee a la víctima estrategias que
le permitan afrontar este tipo de situaciones consiste en informar al paciente sobre aspectos
referidos a su problemática, les permite comprender su sintomatología y los elementos para
superarla. Poder expresar los sentimientos es un aspecto fundamental en el momento de
prevenir situaciones de abuso sexual infantil (Ferrante, 2009), educando a los chicos a
reconocer y evitar una posible situación de abuso, se busca el trabajo conjunto de los
alumnos, la familia y la escuela (Peciulewicz y Albornoz, 2009). Es importante que el niño
sepa que tiene el derecho a decir y expresarse cuando algo no le guste o sienta que le hace
daño, lo haga sentir incómodo, que pueda decidir cuándo tener o no una relación sexual, sin
estar presionados por la otra persona. Los padres, cuidadores y acudientes deben dar crianza
con confianza, apego y comunicación constante para que logren identificar cuando sus
pequeños están en riesgo o sufren esta clase de agresión según, Ferrante (2009) contempla los
siguientes indicadores de abuso sexual infantil: dificultad para caminar y sentarse, ropa
interior cortada, manchada o ensangrentada, picazón o dolor en zona genital, enfermedades
como el HIV, escasas relaciones con sus compañeros, conductas y comportamientos sexuales
no conformes a su edad y estadio evolutivo, conductas extrañas para su edad que impiden la
adecuada adquisición de habilidades, dificultan el aprendizaje y las relaciones entre pares y
con los adultos, presencia de relatos exageradamente sexualizados y/o temerosos, miedos,
temores nocturnos, fobias inexplicables, acciones delictivas y/o de fuga y embarazo
temprano.
Asimismo, uno de los problemas que frecuentemente afecta las funciones físicas de
las víctimas de abuso, son los dolores físicos sin razón médica que los justifique, también se
pueden observar cefaleas y trastornos gastrointestinales, lo que implica un importante gasto
para los sistemas de salud, principalmente si no se diagnostican ni tratan de forma temprana y
adecuada (Pereda Beltrán, 2010). Perrone y Naninni (2010) contempla los siguientes
indicadores psicológicos y mentales: alucinaciones, amnesias, ansiedad, fenómenos de
disociación, pérdida de los límites de identidad y tiempo, depresión, estrés, problemas
emocionales, desesperanza, desesperación, comportamiento obsesivo-compulsivo, ideación
paranoide, comportamientos psicóticos, stress post-traumático, problemas somáticos, abuso
de sustancias y suicidio. Estudios especializados acerca del tema señalan que algunas
reacciones vinculadas con el traumatismo del abuso sexual infantil son, la erotización sin
control, la promiscuidad, la provocación sexual agresiva, el desprecio por sus sucesivas
parejas y una actividad sexual sin pudor ni reservas. Esta conducta es la consecuencia de los
hechos sufridos, de la experiencia insostenible de haber sido un objeto sexual desechable, en
estos casos hay que ocuparse de los aspectos traumáticos de abuso sexual que persistieron.
Los niños víctimas de abuso sexual, tienden a desarrollar el síndrome de acomodación al
abuso sexual, que se trata de restablecer la compensación perdida durante la agresión, que se
dividen en cinco categorías:
● Secreto: Cuando el agresor amenaza, intimida, convence o hace sentir culpables a los
niños para que no cuenten el hecho.
● Indefensión: La imposibilidad de defenderse ante el agresor. Se presenta como una
actitud de sueño, para evitar lesiones, los niños se muestran inseguros, se victimizan y
pierden su salud mental.
● Incitación: Acá el niño accede para proteger a otros niños, familiares, o cercanos, el
agresor lo ha amenazado con hacer daño a sus seres queridos, más adelante tienden a
escapar y son muy vulnerables de desarrollar desórdenes de personalidad múltiple.
● Denuncia tardía y retracción: Cuando el niño está en situaciones conflictivas en casa,
en presencia de un receptor sensitivo y receptivo a los problemas del niño o cuando
desaparece el abuso. Se hace a través de líneas telefónicas o por medio de estrategias
educativas que les permitan denunciar.
● Retracción: Al ocasionarse el abuso sexual aparece en el niño los sentimientos
opuestos, culpa e inseguridad cuando no les creen el abuso por el que han sido
sometidos se vuelven retraídos.
El abuso sexual infantil deja secuelas serias en los ámbitos psicológicos, biológicos y
sociales de quien lo padece. Una intervención integral a la víctima y su entorno puede
favorecer un mejor pronóstico, para lo que hay que tener en cuenta que no existen casos
“puros” donde el abuso es la única entidad que tratar. Por lo tanto, dada la complejidad de las
situaciones en las que habitualmente existe comorbilidad médica, factores sociales y
familiares, se hace necesario por parte del médico actuar orientado bajo el principio de la
prudencia, documentando plenamente el caso en la historia clínica y conociendo las
implicaciones jurídicas de este, de modo que le permita una eficaz y completa intervención
con la adolescente- paciente y su familia.
Es importante reconocer que en estos casos los encargados de la atención de acuerdo
con la legislación vigente están en obligación de denunciar inmediatamente los abusos y
adicional a estas denuncias también deben conservar la cadena de custodia para la
preservación de la evidencia y la recolección de pruebas de ADN, fluidos y cabellos que
permitan esclarecer la denuncia de estos casos de maltrato, por esta razón los grupos deben
estar conformados por varias especialidades. En el caso de los niños deben ser grupos
entrenados para tratarlos, con la mayor discreción, privacidad y con un equipo de salud listo a
reaccionar en el caso de las niñas, que sea testigo y colaborador, estar el niño todo el tiempo
acompañado de un familiar. El personal de salud debe tener astucia para obtener la
información durante la entrevista con el menor que facilitará la investigación si está en edad y
condiciones de hablar, expresarse y comunicarse, lo narrado deberá ser registrado de forma
literal, textual, el familiar acompañante brindará la información acerca de los datos
demográficos, aunque sea muy complicado la finalidad es obtener el nombre o descripción
del agresor, su relación con la víctima, lugar y condiciones donde ocurrieron los hechos,
cómo ocurrió la agresión, si hubo violencia física, eyaculación entre otros que considera el
encargado de realizar el interrogatorio, sumado a los datos acerca de la primera menstruación,
los ciclos menstruales, posibles encuentros sexuales anteriores, descartar la posibilidad de un
embarazo, de enfermedades venéreas, si existe dependencia de sustancias psicoactivas por la
víctima o el agresor, se deben establecer las condiciones del entorno del niño y el estilo de
vida, para contrastarlos con los factores de riesgo y determinar los indicadores de mayor
especificidad e importancia. Así mismo la detección de ETS (enfermedades de transmisión
sexual) debe ser prioritaria para las víctimas del abuso sexual, pues de confirmarse se
empeoraría la condena al agresor y se deteriora el pronóstico de la víctima, sin embargo, en
lactantes menores es complicado conocer si fue en el momento del parto por esta razón, se
indaga acerca de antecedes materno antes de solicitar medidas de protección, teniendo en
cuenta que algunas enfermedades no se presentan inmediatamente sino después de un periodo
de incubación como el VIH. El apoyo emocional y orientación psicológica s debe brindar
desde el primer momento de la consulta pues la víctima tiene sensación de culpa, vergüenza y
dolor, negación de lo ocurrido, en ocasiones se presenta trastornos del apetito y del sueño,
cambios en los estados de ánimo, ansiedad, enuresis, dolor abdominal, bajo rendimiento
escolar, depresión y suicidio.
Las investigaciones arrojan que las víctimas de abuso sexual logran la superación
alrededor de dos años después del evento, estando relacionada con la edad de ocurrencia, la
frecuencia, modalidad y circunstancias en que ocurrió la agresión. El terapeuta y el trabajador
social cumplen el papel de explicar a los responsables del niño, la familia, y al autor del
hecho violento, que el daño provocado a la víctima es profundo y con consecuencias
personales, familiares y jurídicas casi que irreparables cuando el agresor es un mismo
miembro del grupo familiar, está intervención es vital para la supervivencia del niño, en las
escuelas y centros de salud se deben tener planes para el diagnóstico y tratamiento temprano
son sitios determinantes en la protección, respuesta oportuna y efectiva a la situación del niño
víctima de abuso o maltrato, también deben de denunciar ante la autoridad del hecho de
abuso ante la autoridad y demandar por la protección del menor.
El deber del terapeuta que se especializa en el abuso sexual infantil recorre el camino
inverso del silencio (Guañabens, 2009), se debe dedicar a hablarlo, denunciarlo, romper la
complicidad del secreto. Comunicarlo a la gente significativa deshaciendo el efecto de
complicidad del silencio guardado, puede empezar a poner palabras, esta es la primera
posibilidad de aliviar el hecho traumático, así es como se comienza a trabajar sobre el ASI
(Abuso Sexual Infantil). Es imprescindible que el profesional tome iniciativas por el paciente
y a favor de este, como modificar y ordenar conductas a quienes forman su grupo familiar
para que contribuyan a superar junto con el paciente obstáculos como el miedo o la
vergüenza, huellas inevitables de la agresión sexual (Sauan, 2009), el paciente coopera más si
uno le remarca lo positivo. Los programas de tratamiento del ASI están encauzados hacia su
tratamiento, ayudando a la víctima a afrontar las vivencias estresantes, aliviar y afrontar los
afectos, emociones y sentimientos negativos que tales vivencias desencadenaron (Sauan,
2009). Se debe acompañar una búsqueda para que quien consulta llegue a ser quien es,
decidir desde su propia intimidad. Se intenta la reeducación del sujeto en una atmósfera de
comprensión y confianza en sí mismo para que pueda ir descubriendo los propios valores
perdidos. Perrone y Nannini (2010) formularon un modelo sistémico para el tratamiento del
ASI donde en la organización del proceso terapéutico se debe considerar la singularidad e
historia personal del paciente sobre toda forma de protocolo, el trabajo debe adaptarse a la
realidad de la víctima, su disponibilidad, madurez, necesidad de hablar, medios de expresión
y a su capacidad de asimilar la experiencia de la terapia. La clave de la intervención radica en
hacer que la víctima consiga reconocer la naturaleza extraña de ciertas vivencias que hasta
entonces tomaba como normales habitualmente se ven perturbadas por experiencias como el
desfase entre las emociones y el relato, no integración de las experiencias, bloqueo del
pensamiento, flash back, pesadillas. Estos son tropiezos dentro de un trabajo de
desensibilización que ha programado el inconsciente con objeto de proteger el espíritu de
conservar su integridad. Al nombrar y definir estas disociaciones, el paciente puede
desdramatizar las en su aspecto emocional y evaluará su disipación como un índice
trascendental de cambio. Es importante que la víctima sepa que hubo personas que han sido
agredidas y pudieron salir, esto es un alivio ya que la víctima advierte que era imposible decir
no a estos abusos. El objetivo principal del tratamiento no es obtener la reparación, sino que
esta sea exigida independientemente de lo que ocurra después, en el caso de que el abusador
rechace el pedido de la víctima, esta puede comunicarle su frustración, su decepción y su
enojo y de esta manera cambian los papeles y se restablece la igualdad.
Se han organizado a nivel nacional e internacional movimientos, fundaciones, ONG y
organización que luchan contra el ASI como lo es Inspire. Inspire es la unión de 10 entidades
organismo especializados que se dedican a prevenir la violencia en niños y promover sus
derechos, aplicando técnicas dirigidas a las personas que trabajan en entidades
gubernamentales, populares, civiles o privadas para prevenir y combatir la violencia en los
niños y adolescentes. Según en el artículo INSPIRE- siete estrategias para poner fin a la
violencia contra los niños tomado de
http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/inspire/INSPIRE_ExecutiveSumma
ry_ES.pdf?ua=1. la violencia contra la infancia va desde los maltratos físicos, emocionales,
verbales, desatenciones y sexuales, en los bebés durante los primeros meses la gran mayoría
de veces son maltratados por sus padres o cuidadores, en torno a su crecimiento la violencia
por parte de sus compañeros o parejas aparece como la intimidación, peleas, violencia y
agresiones sexuales o físicas, dejando secuelas irreversibles durante toda la vida afectando su
bienestar en la edad adulta, causa daños al cerebro, al desarrollo físico y mental del infante,
atrofia el desarrollo de las sociedades futuras, debilitando la educación, sanidad y bienestar
de las poblaciones. La violencia contra los niños puede ser consecuencia de diferentes
factores individuales, de pareja, sociales y comunitarios de efecto directo o indirecto, las
reglas de género refuerzan la situación de vulnerabilidad de los niños y niñas pues de ella
depende los límites establecidos dentro de la sociedad.
Para Inspire la visión es mundial donde todos los gobiernos promuevan la actividad
activa de la población civil y las comunidades, aplicando y vigilando técnicas con el fin de
combatir y prevenir la violencia contra la infancia y los adolescentes reforzado
conjuntamente por la convención de sobre los derechos del niño, las normas legislativas,
administrativas, sociales y administrativas de cada Estado para esto ha desarrollado siete
estrategias para poner fin a la violencia de 0 a 18 años y propone actividades para llevarlas a
cabo y evaluar cada uno de los procesos.
Estrategias:
1. Aplicación y vigilancia de las leyes: Tiene como objetivo garantizar la aplicación y
vigilancia de la legislación con el fin de prevenir la violencia como los abusos sexuales y los
castigos violentos a los niños, para las personas que incurran en delitos en contra de la
infancia respondan ante las autoridades, también para debilitar los posibles factores de riesgo
de la violencia contra la niñez.
2. Normas y valores: Tiene como objetivo vigorizar las normas y los valores que siembran las
relaciones sanas para todos los niños y adolescentes, modificando normas y comportamientos
sociales y culturales.
3. Entorno seguro: Busca brindar y establecer seguridad en las calles y en todos los entornos
donde los niños y los jóvenes frecuentan, cambiando el entorno social y físico de las
comunidades, incrementado los comportamientos positivos con intervención de la policía,
combatiendo la inseguridad en los desplazamientos y minimizando las agresiones.
4. Apoyo a los padres y cuidadores: Lo que se busca es cambiar las crianzas severas y
fortalecer las relaciones entre padres e hijos, enseñando y educando a los padres y cuidadores
medidas de disciplina positivas, comunicación asertiva, cercana a través de visitas
domiciliarias o en grupos.
5. Ingreso y fortalecimiento económico: Para mejorar la seguridad y la estabilidad económica
de las familias, con la consiguiente reducción de la violencia de pareja y del maltrato infantil.
6. Servicio de respuesta y apoyo: Optimar el acceso a los servicios de salud, bienestar social y
justicia penal para todos los niños, ya que los infantes que desafortunadamente han sufrido
violencia necesitan tener acceso a diferentes especialidades en salud y apoyo para que les
ayuden a recuperarse. Cuando estos servicios básicos de salud funcionan y están orientados a
la infancia, se pueden introducir mecanismos para que los niños puedan buscar ayuda,
protección, apoyo y cuidado y puedan denunciar incidentes violentos buscando la
disminución de la violencia física contra los niños por los padres u otros cuidadores buscando
la erradicación de la recurrencia de la violencia, disminución de los síntomas de trauma como
síndrome de estrés postraumático, depresión, ansiedad, tratamiento oportuno y adecuado para
las infecciones de transmisión sexual, menos casos de embarazos tempranos y no deseados.
7. Educación y aptitudes para la vida: Promover la educación en los niños forjando al
aprendizaje social y emocional junto con la formación de aptitudes para la vida, garantizando
entornos escolares seguros y propicios, brindar conocimientos acerca de los abusos sexuales
y cómo pueden protegerse frente a ellos y programas dirigidos a los adolescentes para la
prevención de la violencia de pareja, y programas de formación de aptitudes sociales y para la
vida, esperando el aumento escolar de los niños y mejoramiento en el rendimiento
académico, manejo de las conductas agresivas y violentas, incremento de la sensibilización y
de las actitudes para evitar la violencia hacia la pareja, control en el consumo de alcohol y
concientización del consumo de drogas.
Objetivo General.
Evaluar el conocimiento que tienen las personas acerca de la variable psicosocial
abuso sexual infantil con el fin de promover y fomentar estrategias que permitan prevenir
dicha variable.
Objetivos Específicos.
● Promover la denuncia de los abusos.
● Conocer el interés y la información que tienen las personas acerca del tema abuso
sexual infantil.
● Concientizar a la sociedad de los problemas que tenemos hoy en día en nuestro país
sobre los casos de abuso.
Método
Participantes: El cuestionario de Abuso sexual infantil se aplicó a 50 individuos entre
hombres y mujeres mayores de edad hasta los 60 años de la ciudad de Valledupar y sus
alrededores (Cesar) desde los estratos 1 hasta el 5 con diferentes niveles educativos (primario,
secundaria, técnico, pregrado y especialización) cada uno de ellos se desempeñan en diversos
campos laborales (estudiantil, empleado, independiente y otras), no hubo preferencia en el
estado civil se incluyeron todos, que de forma voluntaria participaron en el estudio, previa
explicación, autorización y firma del consentimiento informado.
Instrumentos: El instrumento utilizado es un cuestionario previamente revisado y
validado por el docente con 30 ítems realizados en el año 2017 cumpliendo todos los
requisitos psicométricos los cuales fueron realizados por estudiantes de la Universidad
Nacional Abierta y a Distancia para aplicar entre la población del Cesar. Cada ítem del
cuestionario tiene un valor de 0 siendo incorrecta o 5 siendo correcta para un puntaje máximo
total de 150 puntos, cada pregunta trata acerca de Abuso Sexual Infantil con el fin de evaluar
el conocimiento que tienen las personas acerca de la variable psicosocial, de promover y
fomentar estrategias que permitan prevenir a la población. El cuestionario consta de 20 ítems
de selección múltiple con única respuesta, donde se encontrará preguntas que se desarrollan
en torno a un enunciado, problema o contexto, frente al cual los participantes deben
seleccionar aquella opción que responda correctamente al ítem planteado entre cuatro
identificadas con las letras A, B, C, D, posteriormente una vez la seleccione, marcarla en la
hoja de respuestas rellenando el óvalo correspondiente; y otros 10 ítems que constan de un
enunciado, problema o contexto a partir del cual se plantean cuatro opciones numeradas de 1
a 4, donde el participante deberá seleccionar la combinación de las opciones que la responda
adecuadamente y marcarla en la hoja de respuesta, de acuerdo con la siguiente información:
marcar A si las opciones 1 y 2 son correctas, marcar B si las opciones 1 y 3 son correctas,
marcar C si las opciones 2 y 4 son correctas, marcar D si las opciones 3 y 4 son correctas,
completando la hoja de respuestas.
Procedimiento: Se realizó la búsqueda de artículos científicos y académicos para
realizar el marco teórico acerca de la variable de Abuso Sexual Infantil.
● Con base a el marco teórico se construye el cuestionario que es revisado y validado
por el docente, para que cumpla con los parámetros psicológicos y psicométricos.
● Se procede aplicar el cuestionario de Abuso sexual a la población elegida mayor de
edad previa explicación, autorización y firma de consentimiento informado.
● De acuerdo con las respuestas dadas por los 50 participantes se tabula la información
recogida en excel para proceder a sacar datos estadísticos (tablas y gráficas de todos
los datos cuantitativos extraídos de la muestra, coeficiente de confiabilidad, media,
desviación estándar, mínimo, máximo…).
● Se establece por el grupo tablas y gráficas, calificando cada pregunta para obtener la
puntuación por persona, la puntuación general, con rangos, criterios de validez,
índices de confiabilidad, puntuación mínima, puntuación más alta, medidas de
tendencia central y se plantea una discusión de los datos obtenidos junto con el marco
teórico elaborado de la variable.
Resultados
La muestra aleatorizada y estratificada estaba compuesta por 50 participantes entre
ellos 19 hombres (38%) y 31 mujeres (62 %), de Valledupar y sus alrededores. (Gráfica 1).
La edad promedio de los participantes en el cuestionario de Abuso sexual Infantil es de 35
años, con diferentes ocupaciones (estudiantes, empleados, independientes, entre otros) sin
embargo la moda en las ocupaciones es la de los empleados, también los encuestados
expresaron diversos estados civiles (solteros, casados, divorciados, viudos, unión libre entre
otros) con prevalencia los solteros, con diversificación de niveles educativos donde influyen
significativamente los profesionales
Grafica 1.
Tabla 2.
Calificación: Se normalizaron los puntajes y se establecieron puntos de corte para
identificar rango bajo, medio, superior y alto, dándole un valor a cada ítem de 0 puntos
incorrecto o 5 puntos correctos para un total de 150 puntos. Para establecer la puntuación se
hicieron divisiones así: 70 a 92 puntos (bajo), 92 a 125 puntos (medio), 125 a 136 puntos
(superior) y 136 a 150 puntos (alto), sacando las conclusiones acerca de los puntajes
obtenidos se analizan las calificaciones de cada una de los participantes en lo que se puede
establecer: que de los 50 participantes, 2 de ellos ocuparon puntaje entre 70 a 92 puntos
(bajo) que corresponde al 4%, 26 de ellos ocuparon puntaje entre 92 a 125 puntos (medio)
que corresponde al 52%, 18 de ellos ocuparon puntaje entre 125 a 136 puntos (superior) que
corresponde al 36%, 4 de ellos ocuparon puntaje entre 125 a 150 puntos (alto) que
corresponde al 8% del total de las personas que aplicaron el cuestionario. (Gráfica 2). Del
género masculino 1 participante obtuvo el menor puntaje (70 puntos), seguido de 1
participante de género femenino (80 puntos) y los participantes con mayor puntaje fueron 3
del género femenino y 1 del género masculino (140 puntos), se puede concluir que son las
mujeres las que se encargan de estar más informadas para prevenir las posibles agresiones,
identificar los agresores y proteger a sus hijos, estas estadísticas también espejo de lo que
pasa en la realidad en el día a día y lo que registran los medios e institutos de protección.
Gráf ica 2.