Vous êtes sur la page 1sur 2

1.

Amor de entera gratuidad: ama a tus enemigos, ora por los que te odian,
bendice a los que te maldicen.
2. Sed misericordiosos como el Padre: la alegría de Dios es perdonar. Banquete:
alegría desbordante, exagerada.
3. Como el Padre me ama, Yo os amo: amor total. Amor hasta el extremo.
Presencia de amistad, de comunión, de entrega plena. Presencia y cercanía:
tomad y comed. Presencia y comunión de amor: exagerada.
4. La mirada de Dios: amor de entera gratuidad. Amor: fuente de libertad plena.
Amor paciente: alegría del perdón. No juzgar, no condenar. En las manos del
Padre.
5. Propuesta: Centrar nuestra vida, nuestro tiempo, nuestro espacio, nuestra
experiencia de amar y ser amados, de ser hijos en el Hijo, de ser habitados por el
Espíritu de amor. En El vivimos, nos movemos y existimos. Sin interferencias.
Volver al centro: vivir en Cristo Jesús, superando toda dispersión y
superficialidad.
6. La pasión por el Reino: el tiempo apremia. Una sola cosa es necesaria. Dejar de
lado tantas cosas, incluso buenas. Apasionados por el Reino. La urgencia del
Reino: criterio
7. Soy pecador: Dios nos encerró a todos en el pecado para colmarnos de su
misericordia. Sin mí no pueden hacer nada. Siempre con el Señor. Todo por su
amor. Sólo confesando mi pecado, puedo creer y acoger al único Redentor: a tal
pecado, tal Redentor. ¡Feliz la culpa de Adán! Donde abundó el pecado
sobreabundó la gracia.
8. Cordialidad y ternura: amar siempre, perdonar siempre. Dejarse llevar y guiar
por el Espíritu. Todo es gracia.
9. Dios nos quiere libres y felices: no se impone por la fuerza. Su amor es paciente,
comprensivo, misericordioso. Sabe esperar. El poder de Dios no se impone,
porque nos quiere libres y responsables.
10. Niégate a ti mismo: renuncia, no buscarse a sí mismo, no involucrarse. Cortar
toda dependencia.
11. Centrados: dejarse amar, dejarse querer, dejarse reconciliar. Actuar en el
Nombre del Señor. No dejarse vencer por la curiosidad, la dispersión, el
entretenimiento.
12. Niégate a ti mismo: cada día, a toda hora. Toma tu cruz: entrega la vida por
amor. “Todo” por tu amor. Es Cristo quien vive en mí, ama en mí, ora en mí:
“hazme partícipe de tu entrega de amor”: Padre, me entrego en tus manos.
13. Orar en clave de amistad: orar la vida. Orar: dejarse amar, dejarse reconciliar.
Dios nos quiere felices. Dios es Amor de pura gratuidad, Amor de Misericordia.
La alegría del Padre es acoger y perdonar. Déjate abrazar: el Padre nos abraza
con sus dos manos, el Hijo y el Espíritu. Dejar a Dios ser Dios: Tú eres mi hijo
muy querido.
14. Os daré un corazón nuevo, un espíritu nuevo, una mente nueva: una vida nueva,
una nueva criatura, un hombre nuevo: Es Cristo quien vive en mí, quien ama en
mí. Os infundiré mi Espíritu. El Amor de Dios derramado en nuestros corazones
con el Espíritu que se nos ha dado. El Espíritu nos va configurando con
Jesucristo: hasta participar de su entrega total de amor. Padre, me entrego en tus
manos. El clamor: Abbá, Papá. Uno de los frutos del Espíritu es el dominio de sí
mismo. Donde está el Espíritu está la libertad.
15. La madurez humana y afectiva consiste en amar con entera gratuidad. Quien
ama con entera gratuidad es libre, está liberado de toda atadura. Sólo somos
felices, cuando somos libres, cuando amamos con entera gratuidad. Sin mí no
podéis hacer nada. Por nosotros mismos no podemos ser humanos: sin egoísmo.
“Hazme partícipe de tu entrega de amor”. Negarse a sí mismo. Todo por tu
amor.
16. Palabras, abrazos posesivos, adicción. Don del Espíritu: dominio de sí.
17. Centrar la vida en el Señor. Oración: volver al centro. Actuar en el Nombre del
Señor: todo por tu amor. Orar: es dejarse amar. Participar de la entrega total de
amor. Negarse a sí. Tomar la cruz: entregar la vida por amor. Es Cristo quien
ama en mí. Es el Espíritu quien me configura con Cristo. Es el Padre quien me
acoge y reconcilia. Me quiere feliz, libre, entregando la vida por amor.
18. Hemos nacido para ser amados y vivir amando. El celibato, la vida afectiva:
queremos vivirla centrados en el Señor y apasionados por el Reino, por la vida,
por los pobres, por los hermanos. La oración es el lugar privilegiado de
experiencia de ser amados y renovar nuestra entrega de amor.

Vous aimerez peut-être aussi