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LAS SOCIEDADES LIBERALES

1. ¿Cuáles son los precedentes del liberalismo lockeano?

RTA1: John Locke era orientado a la práctica, a obtener conclusiones prácticas para
influir en la conducta política, a influir en la conducta social o educativa y orientar a los
científicos. Locke desarrolló una doctrina política relativamente radical que le valió la
asignación de la paternidad liberal, argumentando que el gobierno requiere el
consentimiento de los gobernados. En su influyente obra “Dos tratados sobre el
gobierno civil”, texto fundacional de la ideología liberal, donde están las bases del
liberalismo político.

2. ¿Cómo se produce la relación entre el Ciudadano y Estado en Locke?

RTA2: Dice Locke, constituir una sociedad organizada para la más efectiva preservación
de sus derechos y libertades, mediante un acuerdo o pacto establecido entre ellos. La
constitución de una sociedad civil supone, no obstante, renunciar a ciertos derechos; pero
conlleva unos beneficios que Locke resume en los siguientes términos:

1. Los hombres disponen de una ley escrita que define la ley natural, evitando
controversias sobre ella.

2. Se establece un sistema judicial que goza del reconocimiento general y evita


arbitrariedades.

3. Se crea un poder capaz de castigar crímenes, y de obligar a ejecutar las


sentencias.

4. Se conserva la propiedad privada.

La sociedad civil y el gobierno establecido se basan, en fundamentos racionales, es decir,


en el consentimiento. Las restricciones que la sociedad civil impone al estado de
naturaleza sólo se pueden justificar mediante el consentimiento: nadie puede ser sacado
del estado de naturaleza y ser sometido al poder político sin su propio consentimiento,
libremente. En el origen de la sociedad civil y del gobierno nos encontramos, con un
pacto, con un contrato; y en el pacto el hombre renuncia a sus poderes legislativos y
ejecutivos en favor de la sociedad; pero no renuncia a su libertad, aunque si la restringe.
Esta dejación de poderes tiene por objeto, precisamente, el disfrutar con más seguridad
de su libertad.

3. ¿La relación entre la Iglesia y el Estado es problemática desde la filosofía de John


Locke?
RTA3: En su obra “Carta sobre la Tolerancia” Locke trata de establecer una clara
distinción entre las cuestiones y diferencias entre el Estado y la Iglesia y comienza
diciendo que con el fin de que no se utilice la religión con objetivos de persecución y
castigo, a fin de simular tener en cuenta el bienestar público, debe establecerse dicha
distinción, ya que, si no se hace, siempre existirán controversias en este tema.

Locke considera al Estado como una sociedad de hombres constituida para procurar,
preservar y hacer avanzar sus propios intereses de índole civil. Los intereses civiles
serian la vida, la libertad, la salud, el descanso del cuerpo y las posesiones externas
(casas, dinero). Por lo tanto, el deber del gobernante seria asegurar la justa posesión de
estas cosas, siempre a través de unas leyes justas que se aplican a todo el pueblo. Por
consiguiente, si alguien pretende violar esas leyes, la justicia pública condenará su
conducta y el individuo perderá sus derechos. Pero se debe destacar que esa jurisdicción
solamente es aplicable a estos intereses civiles y todo poder, derecho y dominio civil está
limitado y restringido solamente a promover estas cosas, por lo que bajo ningún
concepto debe extenderse al ámbito de la salvación de las almas.

Para Locke la salvación de las almas no compete a la autoridad política sino a la Iglesia,
y la pertenencia de alguien a una determinada Iglesia es un asunto de su libre decisión.

Para defender estas aclaraciones Locke establece tres puntos basados en la salvación de
las almas:

1. El cuidado de las almas no está encomendado al Estado ni a ningún otro hombre,


porque Dios no ha dado a nadie autoridad para que obligue a alguien a profesar
su religión.

2. El cuidado de las almas tampoco pertenece al poder civil porque su poder es un


poder exterior, y la religión verdadera es un poder de persecución interior.

3. Castigos y leyes pueden convencer y cambiar de opinión a los hombres, pero esto
no ayuda en nada a la salvación del alma.

Con todo esto queda claramente definida que el Estado debe dedicarse solamente a
intereses civiles y a cuidar las cosas de este mundo.

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