El negocio
de la salud
Cada año, 18.000 ciudadanos americanos mueren a causa de la insuficiente cobertura sani-
taria del actual sistema. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha intentado
cambiar esta situación con una propuesta de ley de Reforma Sanitaria que no ha dado los
resultados esperados.
Tracy Pierce, residente en Kansas
City, Estados Unidos, murió el 18 de
enero de 2006 a causa de un cáncer
de riñón. Contaba con un seguro mé-
dico gracias a su mujer que trabaja en
el hospital de Saint Joseph en la
misma ciudad, en Missouri, y cuyo tra-
bajo en cuidados intensivos le propor-
ciona cobertura médica. Las
medicinas necesarias para el trata-
miento de su esposo eran continua-
mente denegadas al no considerarse
una necesidad médica o por no ser
útiles para ese tipo de cáncer según
su aseguradora médica. Como alter-
nativa los médicos probaron con el
trasplante de médula ósea, que se
había demostrado que detiene este
tipo de cáncer en muchos de los
casos, siendo el hermano menor de
Tracy Pierce el donante perfecto. Pero
este procedimiento también fue dene-
gado por la aseguradora médica que
alegó que no podía ser aprobado al
tratarse de un tratamiento experimen-
tal. Como resultado de estas conti-
nuas negativas este paciente no
puedo superar la enfermedad que con
gran probabilidad podría haber supe-
rado.
Este no es un caso aislado, sino que se
extiende por toda América, donde no
solo los ciudadanos que no cuentan con
cobertura médica sufren las consecuen-
cias del sistema sanitario estaduni-
dense sino que los asegurados, en la
mayoría de los casos ,no ven que la
contratación de un seguro médico les
cubra sus necesidades médicas.
El sistema sanitario estadunidense se
caracteriza por su complejidad y con-
tradicciones. Por una parte, es un país
que destaca por sus prestigiosas uni-
versidades de medicina, clínicas, hos-
pitales, tecnología médica de última
generación y centros de investigación
de referencia. Esto se contrasta con
los 45 millones de americanos que no
tienen acceso a los servicios mínimos
de salud. Pero el aspecto más preo-
cupante es que los más de 250 millo-
nes de estadunidenses que cuentan
con un seguro médico no reciben la
atención que deberían, resultando un
fraude en la mayoría de los casos.
El sistema de salud está dividido entre
el sistema público y privado y ambos
son manejados en base a los princi-
pios de la libre empresa característi-
cos del sistema norteamericano
capitalista. Este sistema de salud se
rige por la capacidad de pago del in-
dividuo, que para ser atendido, debe
contar con un seguro médico que se
contrata con las múltiples asegurado-
ras que anuncian sus prestaciones en
diferentes medios como la televisión.
Algunas de estas aseguradoras son
Cigna, Horizon Blue, Cross, BCS,
Mega Life, Aetna, Humana y United
Health Care. Estas aseguradoras exi-
gen al asegurado una serie de requi-
sitos físicos y genéticos para
concederles cobertura y existe una
larga lista de síntomas o enfermeda-
des que impiden que un ciudadano
Por M.ª del Mar Prieto Nieto
Beatriz Ramírez Martín
pueda acceder a un seguro médico,
llamado esto condición preexistente.
El coste de una póliza privada es tan
elevado que los ciudadanos que no
cuentan con una cobertura médica co-
lectiva proporcionada por el puesto de
trabajo se quedan desprotegidos, mu-
riendo cada año 18.000 por una nula
o insuficiente cobertura. El 20% de las
personas que tienen aseguramiento a
través de su puesto de trabajo y el
54% de las personas que tienen un
aseguramiento privado individual
pagan más del 10% de su renta dis-
ponible en cubrir los gastos médicos
no cubiertos por su póliza. Un profesor
de cualquier universidad americana
paga lo mismo por su póliza médica
que una secretaria aunque por su sa-
lario el profesor debería pagar cuatro
veces más, favoreciendo el sistema a
las rentas superiores a costa de las
rentas inferiores. Esto se une a los
pagos directos, ya sean en facturas
médicas completas o parciales que
tampoco se relacionan con el nivel de
renta de la población y representa un
porcentaje mayor en personas de me-
nores ingresos.
Además de la insuficiencia y elevado
coste, otro gran inconveniente de este
sistema es su ineficiencia. Un porcen-
taje del coste del aseguramiento se
destina a cubrir los costes administra-
tivos que incluyen marketing, ingresos
de los ejecutivos y accionistas, super-
visores, contables y un largo etcétera
(en Aetna es el 30%, en Humana es el
1
16%, en United Health Care es el 18%
según Corporate Sec Fillings). Willian
McGuire, presidente de la compañía
de seguros sanitarios privada United
Health Group, es la persona mejor pa-
gada de EEUU con un sueldo anual
de 37 millones de dólares. En total, el
28% de todo el gasto sanitario en
EEUU es gasto de la administración
del sistema, que supera con diferencia
al de los países europeos por ejemplo
(Gran Bretaña destina en administra-
ción de la sanidad un 6%).
Principales compañías aseguradoras
Todo este sistema sanitario se ha sos-
tenido a lo largo del tiempo sin cam-
bios gracias a la financiación privada
del sistema electoral estadounidense,
que en Europa, donde es de carácter
público, se considera ilegal además
de corrupción política. Las compañías
de aseguramiento privado y las com-
pañías de equipamiento sanitario,
como la industria farmacéutica, se si-
túan entre los organismos que más
contribuyen en las campañas electo-
rales de los candidatos a cargos polí-
ticos que se encargarán de la toma de
decisiones en los sectores que finan-
cian estas compañías. En las últimas
elecciones, las compañías de seguros
pagaron 525.188 dólares a la candi-
data Clinton, 414.863 a Obama y
277.724 a McCain, recibiendo el úl-
timo candidato menos dinero porque
la industria pensaba que tenían pocas
posibilidades de ganar. Este sistema
de financiación privado en la política
es legal en Norte América, relación
que resulta impopular en Europa, y
que explica la abstención de la pobla-
ción en el proceso electoral (sobre
todo en el caso de las clases popula-
res) que es una de las más elevadas
dentro de los países pertenecientes a
la OCDE (Organización para la Coo-
peración y Desarrollo Económico) que
declara a los Estados Unidos como
uno de los países con mayor falta de
sensibilidad por parte de los represen-
tantes hacia los intereses y necesida-
des de sus representados. Por
ejemplo, el Washington
Post y el ABC News
Channel, en 2009, mos-
traron los resultados de
unas encuestas que refle-
jaban a un 62% de la po-
blación a favor de un
sistema de financiación
predominantemente pú-
blico.
El origen de este declive
sanitario comenzó en el
año 1971 cuando el presi-
dente entonces al mando
Richard Nixon y su asesor
Edgar Kaiser llegaron al
acuerdo de degradar el
sistema sanitario público
en pro de sacarle el
mayor beneficio econó-
mico posible, dando como
solución a lo que ellos
mismos habían causado
el actual sistema sanitario
privado. Esto salió a la luz
gracias a varias grabaciones en el que
se registran diferentes conversacio-
nes entre ambos tratando el tema. Su
plan funcionó, y en los años posterio-
res el beneficio de las aseguradoras
ascendió a los 100 millones de dóla-
res rompiéndose desde ahí hacia los
años posteriores el sistema público
sanitario para siempre. Después de
Nixon, los esfuerzos de Hilary Clinton
por instaurar un sistema universal sa-
nitario en EEUU resultaron un fracaso
tras la campaña de desprestigio que
dirigió la industria de salud contra ella
a través de diversas campañas publi-
citarias que asociaban la sanidad uni-
versal con el socialismo, el
comunismo y la medicina soviética y
en la que se invirtieron más de 100 mi-
llones de dólares. Los republicanos
defendían que un sistema sanitario
como el que pretendía Hilary aportaría
un mayor control por parte del go-
bierno en este tema y restaría liberta-
des a los ciudadanos a la hora de
elegir, secundando las pretensiones
de socialismo que defendían las ase-
guradoras, denominadas también pe-
sadilla roja. Otro ejemplo del control
que ejercen las aseguradoras médi-
cas en el ámbito político se pudo ob-
servar en el caso que se dio durante
la presidencia de George Bush hijo en
2003, con la ley de modernización y
mejora de las prescripciones médicas
para los ancianos. La ley consistía en
otorgar 800 mil millones de los im-
puestos a la industria de los medica-
mentos y los seguros médicos para
que estos establecieran los precios
según sus intereses y las compañías
médicas fueran sus intermediarios en
el mercado. Las compañías médicas
pagaron dinero a los congresistas y al
propio presidente para que sacaran
esta ley adelante con la que todos ob-
tendrían beneficio. El congresista Billy
Thousand se encargó de la campaña
pública a favor de esta ley que se
firmó con éxito. Tras la firma, todos los
que participaron en ella dimitieron de
sus puestos y empezaron a trabajar
en las compañías médicas que habían
financiado la propuesta de ley, siendo
uno de ellos el congresista Thousand
que empezó a trabajar como director
de PHARMA por dos millones de dó-
lares al año como salario. Pero la ley
no mejoró la situación de las prescrip-
ciones y éstas se encarecieron como
consecuencia de la libertad otorgada
a las compañías médicas, gastándose
los 2/3 de la población de los Estados
Unidos 2000 dólares al año en medi-
cinas.
Intento de cambio
Esta situación es una de las más pre-
ocupantes para los estadounidenses.
Gran parte de la culpa de la victoria
electoral de Obama fue la promesa de
un sistema universal de salud que
ofreciese cobertura a todos los ciuda-
danos. Tras superar la oposición de
los republicanos, que reaccionaron
igual que ante el intento de reforma de
Hilary Clinton, alegando que este sis-
tema no funcionaría económicamente
por las bases capitalistas imperantes
en el país. Durante la redacción del
texto de ley final, la primera idea de
Obama sufrió reducciones considera-
bles que limitaron la universalidad a
meras propuestas reformistas encami-
nadas, sobre todo, a conseguir el
mayor número posible de gente cu-
bierta. El 21 de Marzo, tras duras ne-
gociaciones y arduos debates, donde
en la mayoría el presidente Barack
Obama lo tuvo bastante difícil, la Re-
2
forma Sanitaria fue aprobada
con 219 votos a favor y 212 en
contra. Los 178 republicanos se
opusieron junto a 34 demócra-
tas. Los puntos más importantes
de este texto aprobado son:
1. El hacer obligatorio que todos
los empresarios ofrezcan cober-
tura de beneficios sanitarios a
sus empleados y trabajadores,
propuesta opuesta por el
mundo empresarial, pero favore-
cida por las compañías de se-
guros. Aquellos empresarios
que se resistieran a comprar
pólizas a sus trabajadores se
les penalizaría con una multa
por definir.
2. El gobierno federal subven-
cionaría la compra de pólizas de ase-
guramiento privado para los que no
tienen tal aseguramiento individual.
Tal aseguramiento será obligatorio
para los niños, pero no para los adul-
tos.
3. La prohibición a las compañías de
seguro de poder rechazar a los perso-
nas debido a su enfermedad, propuesta
opuesta por las compañías de seguro.
4. Ofrecer la posibilidad de que aque-
llas personas que tengan dificultades
en asegurarse privadamente puedan
asegurarse en un sistema de asegu-
ramiento público, tal como Medicare o
el aseguramiento tipo Muface que tie-
nen los funcionarios públicos en
EE.UU.
Estas propuestas significarían una
evolución respecto a la situación sani-
taria actual, pero serían insuficientes
para resolver el enorme coste del sis-
tema y su insuficiente cobertura uni-
versal de los beneficios sanitarios,
según la izquierda estadounidense
(formada mayoritariamente por sindi-
catos y movimientos sociales). Según
ellos, las compañías de seguros priva-
das continuarán, aún con la reforma
vigente, dominando la financiación y
la gestión sanitaria, con el enorme
coste administrativo que esto explica.
La alternativa de la izquierda es una
propuesta que ellos han llamado sin-
gle payer (pagador único) y que con-
sistiría en que el sector público (tanto
el federal como el estatal) sería el que
contrataría con los proveedores (pú-
blicos o privados) la provisión de ser-
vicios, disminuyendo o incluso
eliminando los intermediarios o com-
pañías de seguros que se encargan
actualmente de esta actividad.
Versiones alternativas
La reforma sanitaria de Obama está
encaminada, como hemos visto, a que
nadie en EEUU se quedé sin cober-
tura médica, incluyendo indigentes y
las personas más desfavorecidas, así
como aquéllos desempleados que no
puedan permitirse pagar un seguro.
En este sentido, algunos casos rozan
lo irrisorio. Desde curarse a sí mismos
por no acudir al hospital, lo que su-
pone pagar una alta cantidad,hasta
tener que elegir qué quieren que les
curen. Un hombre sin seguro médico
tuvo que elegir entre dos de sus dedos
(uno con un precio de 12,000$ y otro
por 60,00$), quedándose con aquél
que podía permitirse, el de 12,000$. Y
es que en Estados Unidos una visita
al Hospital puede suponer la ruina
para una familia normal. Los elevados
costes de la Sanidad hacen que sea
imprescindible para vivir en Estados
Unidos un seguro provisto por alguna
compañía privada de las tantas exis-
tentes en el país. Este seguro también
es obligatorio para los turistas, si no
desean arruinarse durante sus vaca-
ciones.
En Europa, esta situación resulta difí-
cil de concebir. La Unión Europea
exige que en los países que la confor-
man la sanidad sea gratuita para sus
usuarios. Esta diferencia altamente
notoria entre las dos potencias más
desarrolladas del mundo se puede ex-
plicar desde la tradición histórica.
Toda la tradición de los sistemas sani-
tarios europeos parte de finales del S.
XIX en Alemania. En 1883, el canciller
Otto von Bismark introduce un modelo
de cobertura para ciertos trabajadores
asalariados financiados por cotizacio-
nes sociales. Desde Alemania se tras-
lada al resto de los países europeos,
que empezaron todos por este sis-
tema. La base de estos sistemas era
la agrupación gremial obligatoria para
la cobertura de la asistencia sanitaria.
La cobertura era en virtud de la perte-
nencia a una categoría social determi-
nada, la financiación era a través de
cotizaciones sociales (empresarios y
trabajadores) y tenían un papel rele-
vante las entidades aseguradoras de
base gremial en la gestión del sis-
tema. Este sigue siendo el sistema vi-
gente en los países del centro de
Europa (Francia, Alemania, Holanda,
Bélgica…)
Sin embargo, en algunos de ellos se
produce un cambio del sistema, hacia
otro de tipología Servicio Nacional de
Salud, cuya lógica es la cobertura uni-
versal en virtud de la condición de ciu-
dadano (no por la pertenencia a un
gremio determinado), financiación vía
impuestos generales (no por cotiza-
ciones sociales), mayor papel del Es-
tado en la organización de los
servicios y tendencia al carácter pú-
blico. Este cambio se inicia en el
Reino Unido después de la Segunda
Guerra Mundial, en 1946, y es se-
guido por Irlanda y los países nórdi-
cos, en torno a los años 70 del pasado
siglo y finaliza por una nueva ola de
países mediterráneos (Italia, España,
Grecia, Portugal) en los 80.
En los últimos años, se ha introducido
una nueva lógica: el valor de la com-
petencia a nivel de aseguradoras,
que, potenciando el bien propio, po-
tencia el bien del sistema (principal
axioma del funcionamiento y autorre-
3
gulación de los mercados libres y má-
xima capitalista). Esta lógica, con cier-
tos aromas a sistema
estadounidense, se está empezando
a aplicar en Alemania, Holanda y
Suiza y los americanos ven en la re-
forma de Obama un principio de acer-
camiento a este sistema, en ningún
caso se habla aún, por ser demasiado
pronto o por ser demasiado cambio ,
de una sanidad parecida a la pública
de financiación nacional.
En Francia, el sistema sanitario fue
fundado en 1945, tras la Segunda
Guerra Mundial. Actualmente, lo
esencial del acceso a la asistencia sa-
nitaria se garantiza por la cobertura
del Seguro de Enfermedad. Este sis-
tema prevé una participación finan-
ciera del enfermo con vistas a hacerle
más responsable en su consumo de
servicios médicos. No obstante, cubre
el 100% de los gastos en ciertos
casos, como en la maternidad, en en-
fermedades “largas y costosas”, acci-
dentes de trabajo… En los demás
casos, la mutua o el seguro privado
suscrito por el enfermo cubre todo o
parte del “ticket modérateur” (la parte
no reembolsada por el Seguro de En-
fermedad). Los enfermos ingresados
en establecimientos hospitalarios tam-
bién tienen que pagar un “forfait jour-
nalier” (una cuota diaria) salvo para
hospitalizaciones de larga duración.
En el sistema francés, la elección de
médico, o la posibilidad de acudir di-
rectamente al especialista, era libre y
financiada por el Estado a partir del re-
embolso de parte de la cuantía de la
visita. A partir del 2004, con las nue-
vas reformas introducidas, cada usua-
rio debe designar a un médico de
atención primaria como su médico de
cabecera. Salvo para algunas espe-
cialidades, el asegurado tendrá que
acudir a su médico de cabecera antes
de consultar, si es necesario, a un mé-
dico especialista. El paciente podrá
consultar directamente a un especia-
lista pero, en este caso, el reembolso
del seguro de enfermedad será infe-
rior.
En Reino Unido, el National Health
Service (NHS) presta atención a todas
aquellas personas que residan en
Reino Unido. Para los turistas o los in-
migrantes, las emergencias y prime-
ros auxilios son gratuitas, pero no el
tratamiento posterior, a no ser que
exista un acuerdo entre el Reino
Unido y el país de procedencia; algu-
nos de ellos son todos los de la unión cubiertas por las empresas, al 27,8%
Europea, Australia, Noruega, Ruma- de la población cubierta por algún pro-
nía, Rusia grama público y el 8,9% con compra
individual de un seguro sanitario, lle-
España cuenta también con un buen gamos a la cifra de 84,7% de perso-
sistema sanitario, situado entre los nas cubiertas en Estados Unidos. Si
mejores del mundo. La sanidad es pú- hacemos la operación inversa a la
blica y gratuita, todo el que esté en suma, obtenemos un 15,3% no están
suelo español tiene derecho a ella. En cubiertos, un total de 45 millones de
el caso de los inmigrantes, si se en- personas. Otra cifra más exacta:
cuentra en situación ilegal, sólo tendrá 18.000 personas mueren en Estados
derecho a la atención de urgencias, Unidos como consecuencia de la falta
enfermedades gra-
ves y accidentes. Si Los americanos sin cobertura médica acu-
es menor de edad, den como último recurso a Canadá y Cuba
tendrá el mismo ac-
ceso que cualquier para recibir asistencia médica gratuita por
español. En caso de la imposibilidad de poder costearsela en
un inmigrante legal y
empadronado en su
su país
lugar habitual de residencia, tendrá de seguro médico.
libre acceso a la sanidad. Esto incluye Pero estamos hablando de una reali-
atención primaria, hospitalaria y espe- dad comparativa que poco o nada in-
cializada, cobertura de enfermedades fluye en la vida diaria de los
graves y accidentes. La asistencia sa- estadounidenses. Las cosas podrían
nitaria se certifica a través de la tarjeta cambiar si dirigimos la vista hacia re-
sanitaria expedida en el centro de giones más próximas, más concreta-
salud que cubra el área de residencia mente, hacía el país limítrofe, Canadá.
del individuo.
El núcleo del sistema sanitario esta- En Canadá funciona un servicio de
dounidense se configura al final de la salud que proporciona acceso a aten-
Segunda Guerra Mundial. En ese mo- ción universal y completa por servicios
mento había dificultades de encontrar hospitalarios médicamente necesa-
trabajadores y las empresas pusieron rios, y consultas médicas a pacientes
en marcha, como incentivo, la oferta hospitalizados y no hospitalizados, fi-
del seguro sanitario. Esto sigue cons- nanciado predominantemente con
tituyendo la columna vertebral del sis- fondos públicos, dónde también cabe
tema americano. A través de las la empresa privada. Se basa en la Ley
empresas reciben cobertura el 59,3% Canadiense sobre la Salud, que esta-
de los americanos. Así pues, la esen- blece las pautas generales sobre el
cia del sistema americano está ba- funcionamiento del sistema, aunque
sada en un sistema de seguros luego cada provincia tiene amplias
privados, en competencia entre sí, sin competencias en materias de salud,
subsidios directos por parte del go- siempre y cuando no sobrepasen los
bierno. La ayuda pública se produce presupuestos establecidos. El sistema
por incentivos fiscales a las empresas. funciona así: los médicos trabajan por
su cuenta (no son asalariados del Go-
Los intentos para levantar un seguro bierno Federal), a veces en empresas
sanitario público universal fueron pro- propias, otras en asociaciones, y los
movidos por el presidente Truman, pacientes acuden a ellos con su tar-
que sin embargo, fracasó. Tras el jeta de seguro de enfermedad, que es
asesinato de Kennedy, Lyndon John- expedida por cada provincia, y para la
son logra que se apruebe la Ley de que sólo se requiere, como única con-
Seguridad Social, estableciendo el dición, estar en posesión de la nacio-
Medicare y Medicaid. El Medicare nalidad canadiense. Sin más. Si se
cubre a mayores de 65 años y disca- producen desplazamientos dentro del
pacitados. El Medicaid a personas país, o incluso si se viaja al extranjero,
más jóvenes de esa edad con bajos el seguro médico del Estado nos se-
ingresos. También existe el programa guirá cubriendo. Luego los médicos
Veterans, para el personal militar, ex- reciben su sueldo de parte de organis-
combatientes y sus familias. El 27,8 % mos públicos. Los hospitales también
de la población americana se benefi- se financian del Estado y son conside-
cia de estas prestaciones. Si suma- rados como organizaciones privadas
mos el 59,3% de las personas sin ánimo de lucro. El funcionamiento
4
del sector farmacéutico es por rece-
tas, que cubren parte del costo del
medicamento, o sin ellas, ya que los
medicamentos no son especialmente
caros. Por último, existen las llamadas
prestaciones suplementarias, que son
aquéllos servicios que no cubre el se-
guro estatal y en el que entran en
juego las compañías privadas. Cada
familia paga un seguro de salud suple-
mentario según sus posibilidades, o
se beneficia de un seguro de salud co-
lectivo brindado por la empresa en la
que trabajen. Respecto a la compe-
tencia entre aseguradoras, por ley tie-
nen prohibido ofertar coberturas que
dupliquen los programas guberna-
mentales, pero pueden competir en el
mercado de las prestaciones suple-
mentarias.
A Canadá parece que no le va mal fi-
nancieramente con su sistema: el plan
de salud pública se formalizó en torno
a los 70; a principios de los 90 se con-
siguió estabilizar el gasto, e incluso,
poco después, llegó a reducirse.
Esta situación no pasa desapercibida
para los estadounidenses con proble-
mas con sus seguros médicos. Son
muchos los que se trasladan a vivir a
Canadá a la vista de una enfermedad
larga en la que, posiblemente, el sis-
tema los abandonaría a mitad de tra-
tamiento (si es que era aprobado de
entrada). Incluso la gente que vive
cerca de la frontera utiliza a amigos o
parientes que residan en Canadá para
beneficiarse de la cobertura sanitaria.
Pero ahí no acaba el éxodo de esta-
dounidenses con problemas de salud.
Otro de los destinos preferidos de
estos particulares viajeros obligados
(casi refugiados sanitarios, podríamos
decir) es Cuba.
En Cuba, la Constitución de la Repú-
blica de Cuba establece en el artículo
50 que “Todos tienen derecho a que
se atiendan y proteja su Salud. El Es-
tado garantiza este derecho”. El Mi-
nisterio de Salud Pública de Cuba,
que es el organismo encargado de di-
rigir, ejecutar y controlar la aplicación
de la política del Estado, cubre las fun-
ciones de atención médica, asistencia
a ancianos y minusválidos, control hi-
giénico - epidemiológico, formación de
profesionales y la producción y distri-
bución de medicamentos. Los gastos
que asumen los ciudadanos son los
medicamentos para pacientes ambu-
latorios, las prótesis auditivas, esto-
matológicas ortopédicas y las lentes,
sillones de ruedas, muletas y artículos
similares, aunque a precios subsidia- Para más información:
dos por el Estado, y la mayoría de las · “Sicko”, de Michael Moore. Do-
personas reciben ayudas extras. cumental de denuncia del sistema
y comparación con otros sistemas
El pasado 13 de Diciembre se conoció sanitarios.
la noticia de que un juez de Virginia · “John Q”. Famosa película pro-
declaró inconstitucional que la Re- tagonizada por Denzel Washing-
forma Sanitaria recién aprobada obli- ton que narra un drama producido
gara a los ciudadanos a contratar por por la incapacidad del padre de
ley un seguro, uno de los puntos clave pagar un transplante de corazón a
de la reforma sanitaria de Obama. su hijo.
Esto es sólo otro de los tantos esco- · “11-s, un asunto envenenado”.
llos que ha superado y le quedan por Documental sobre la tragedia del
superar a la ley. 11S y la mala gestión de las ayu-
La reforma sanitaria que ha intentado das sanitarias a los voluntarios y
sacar adelante Barack Obama, aun- equipos de rescate, que, en la ac-
que tenga antecedentes, es el intento tualidad, sufren problemas médi-
más firme realizado hasta la fecha. cos, en especial respiratorios,
Pese a ello, la sanidad universal toda- debido al polvo y a las cenizas
vía se plantea como algo lejano y de que inhalaron.
muy complicada realización. Actual- ·
mente, todo se reduce a un círculo vi-
cioso entre las empresas y los
ciudadanos; un comercio de la salud
sin ninguna regulación pública o del
Estado, lo que impide la protección de
los derechos de los ciudadanos en lo
respectivo a una mínima asistencia
sanitaria. El sistema financiero de Es-
tados Unidos es en su mayoría pri-
vado y capitalista en su máximo
exponente; es muy difícil que en cual-
quier ámbito, y esto incluye a la sani-
dad, el sistema cambie hacia otro con
miras hacia el bien común y no hacia
el propio ya que todo está dominado
por las aseguradoras que buscan
sacar el máximo beneficio aunque ello
suponga muertes. Este cambio no
solo corresponde al ámbito político y
económico sino que la sociedad esta-
dounidense deberá intervenir con su
voz, hacerse escuchar y exigir que se
respeten sus derechos a tener asis-
tencia médica gratuita ¿Se dará este
cambio?
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