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Introducción

La competencia por la conservación de los servicios ecológicos está comenzando a jugar


un rol crítico en la dinámica económica y política mundial del siglo XXI. Mientras esto
sucede, la humanidad se encuentra desde hace algún tiempo utilizando más recursos
naturales de los que el planeta puede volver a generar, y si el consumo de estos recursos
sigue la tendencia actual, se podría tener como resultado la degradación permanente de la
Tierra para volver a generar estos recursos, la acumulación de los gases de invernadero y
de otros desechos, y el colapso de ecosistemas críticos al rededor del planeta
(Wakernagel, 2008).

Uno de los problemas más importantes es el concepto erróneo que tienen muchos líderes
mundiales sobre la sostenibilidad, que creen que es un factor que frena el desarrollo
económico y que el “gasto” necesario para implementar un consumo sostenible no puede
ser realizado en los tiempos actuales de crisis. Si este concepto se mantiene a nivel de los
líderes mundiales, la principal consecuencia de no haber establecido una estrategia de
consumo y desarrollo sostenible es que la humanidad no se encuentre preparada para
afrontar el reto de una vida con recursos limitados cuando al planeta se le acabe la
capacidad de regenerarlos (Wakernagel, 2008).

Por este motivo, establecer el inventario y la contabilidad de los recursos naturales con los
que cuenta una nación es tan importante como el balance financiero para los intereses de
cualquier país. Además, en esta época de escasez de recursos, el bienestar de una nación
se definirá no solamente a través de los balances financieros de las arcas del estado, sino
también tomando en cuenta los bienes y servicios ambientales con los que una nación
pueda contar o no (Wakernagel, 2008).

Las estrategias a desarrollar para poder lograr el objetivo de alcanzar un desarrollo


sustentable deberán ser capaces de disminuir la presión que la humanidad pone sobre los
servicios ambientales, a la vez que proveen una mejor calidad de vida. Este es un desafío
bastante grande, tomando en cuenta la relación directamente proporcional bastante clara
entre desarrollo y una mayor huella ecológica; es decir, mientras más desarrollada es una
nación, mas presión e impacto ejerce sobre la naturaleza. Uno de los primeros pasos
claves para desarrollar esta estrategia es estimular la innovación tecnológica y servicios
que promuevan el bienestar de la humanidad sin ejercer una fuerte presión sobre el
ambiente (Wakernagel, 2008).

Tomando en cuenta además que el desarrollo de una estrategia de desarrollo sostenible


no es la única limitación, sino que también debemos considerar el ritmo desenfrenado con
el cual consumimos los recursos naturales, las ciudades, regiones o países que no puedan
proveer un nivel de vida elevado con una huella ecológica menor, se encontrarán en grave
desventaja en un futuro no muy lejano (Wakernagel, 2008).
Marco Teórico
¿Qué es la Huella Ecológica?

La Huella Ecológica es la medida de la presión o demanda que la actividad humana ejerce


sobre la biosfera. Más específicamente, mide la cantidad de tierras y de agua
biológicamente productivas que se requieren para producir los recursos que un individuo,
una población o una actividad en particular necesiten; y para absorber los desechos que
generan (Ewing et. al., 2008).

¿Cómo se calcula la Huella Ecológica?

Los cálculos de las huellas ecológicas nacionales, publicados en el 2008 por la Global
Footprint Network en conjunto con la WWF, midieron la demanda humana de servicios
ambientales tomando en cuenta seis tipos principales de uso del suelo, que son los
siguientes:

1. Cultivos Agrícolas
2. Tierra de Pastoreo
3. Bosques
4. Área Pesquera
5. Tierra de Construcción
6. Secuestro de CO2
(Ewing et. al., 2008)

La Huella Ecológica de cada tipo de uso del suelo se calcula sumando las contribuciones
de una variedad de productos específicos, a excepción del área para secuestro de CO2,
que representa el área de bosques necesario para capturar las emisiones de CO2
correspondientes al área de interés; y la Tierra de Construcción, que representa la
bioproductividad disminuida por la construcción de áreas urbanas y carreteras (Ewing et.
al., 2008).

En términos generales, el cálculo de la huella ecológica para cada uno de los elementos
mencionados anteriormente (excepto secuestro de CO2 y Tierra de Construcción) se lo
realiza a través de la siguiente expresión:

Huella Ecológica = Demanda Anual/ Producción Anual

Donde la Demanda Anual está medida en toneladas y la Producción Anual en toneladas


por hectárea. Siendo hectáreas la unidad de la Huella Ecológica resultante (Ewing et. al.,
2008).

Con el objetivo de poder normalizar el resultado, y que este pueda ser comparado a nivel
mundial sin preocuparse por ejemplo de la diferencia de productividad del mismo tipo de
uso de suelo en diferentes países, o de la proporción de productividad de cada tipo de uso
de suelo, comparado al resto, se introdujeron dos valores de normalización, el factor de
productividad y el factor de equivalencia (Ewing et. al., 2008).

Estos dos factores, que son calculados anualmente por las dos instituciones antes
mencionadas, y que son idénticos para cada país en un año determinado, son
multiplicados a la expresión anterior, con lo cual se logra que el resultado del cálculo sea
representado en una unidad mundialmente comparable, la hectárea global (Ewing et. al.,
2008).

Huella Ecológica = (Demanda Anual/ Producción Anual) x Factor de


Productividad x Factor de Equivalencia

Si bien esta expresión funciona perfectamente para calcular la huella ecológica mundial,
esta expresión no se ajusta muy bien a la realidad económica de regiones o países. Ésta
asume que toda la producción se utiliza para satisfacer las necesidades de sus habitantes
dentro de sus fronteras geográficas, es decir que no existe el comercio. Por esto se
denominó al resultado de esta expresión como la Huella Ecológica de Producción. Para
encontrar la Huella Ecológica real de una región o país, también conocida como Huella
Ecológica de Consumo, es necesario tomar en cuenta las actividades comerciales a través
de la suma de la Huella Ecológica de Importaciones y la resta de la Huella Ecológica de
Importaciones (Ewing et. al., 2008).

Huella Ecológica de Consumo = Huella Ecológica de Producción + Huella


Ecológica de Importaciones - Huella Ecológica de Exportaciones

Para calcular las Huellas Ecológicas de Importación y Exportación es necesario las


cantidades comercializadas, así como los recursos asociados necesarios para la producción
de dichos productos (materia prima, energía, emisiones de CO2) en todas las categorías.
También es necesario el dato promedio de cuántas hectáreas globales de requieren para
producir una tonelada anual del producto comercializado (Ewing et. al., 2008).

¿Qué es y cómo se calcula la Biocapacidad?

La Biocapacidad es el área total de suelo bioproductivo. La bioproductividad se define a su


vez como la capacidad del suelo y del agua de soportar actividad fotosintética significativa
y acumulación de biomasa; por lo tanto ésta representa la capacidad de la biosfera de
producir cultivos, pastos, bosques y peces, así como la capacidad de secuestrar CO2 de la
atmósfera. En resumen, mide los servicios ecológicos provistos por el suelo y los cuerpos
de agua y se calcula según la siguiente expresión (Ewing et. al., 2008).

Biocapacidad = Area x Factor de Productividad x Factor de Equivalencia

Al igual que sucede con la Huella Ecológica, en el cálculo de la Biocapacidad se utilizan los
factores de normalización para poder comparar las biocapacidades de diferentes regiones
o países (Ewing et. al., 2008).

Determinar la biocapacidad del área de interés es de suma importancia para determinar el


balance ecológico de una determinada región o país, como dato de inicio para el análisis
de su estado actual en cuanto a sostenibilidad.

Balance Ecológico = Biocapacidad - Huella Ecológica

Si el balance es positivo se haba de que esa determinada región o país es sujeto de


Crédito Ecológico, o si tiene un saldo negativo se habla de países o regiones que se
encuentran en Deuda Ecológica (Ewing et. al., 2008).
La Huella Ecológica en el Ecuador

Para comenzar a analizar el caso particular del Ecuador e interpretar su situación actual de
sostenibilidad y determinar cuál es la presión que ejerce actualmente sobre el planeta es
pertinente revisar en primera instancia los datos de los último informes del Living Planet
Report publicados por la World Wide Fund for Nature desde el año 2000 hasta el 2008
(con datos desde 1996 hasta 2005) para poder establecer algunos antecedentes
importantes.

Huella Ecológica per capita del Ecuador


4

3
gha/hab

2 2,26 2,20

1,80
1,54 1,50

y = -0,016x + 1,908
0
1996 1999 2001 2003 2005

Huella ecológica del Ecuador

En el cuadro superior podemos observar los datos de la Huella Ecológica del Ecuador
desde 1996 hasta el 2005. La gráfica nos muestra que este periodo nuestra Huella
Ecológica per capita se encuentra variando establemente entre 1,5 hectáreas globales por
habitante y 2,3 hectáreas globales.La línea de tendencia calculada nos muestra una
disminución casi imperceptible, lo que se puede interpretar de mejor manera como una
fluctuación natural entre el rango mencionado anteriormente.

Si observamos los siguientes gráficos, donde se encuentra detallada la Huella Ecológica de


cada tipo de uso del suelo también podemos establecer algunas observaciones
importantes. Por ejemplo, la huella ecológica correspondiente a las emisiones de CO2 ha
sido siempre el que ha contribuido en mayor parte al total; la huella ambiental
correspondiente a los bosques ha disminuido desde 1996, y las demás se han mantenido
en proporciones relativamente estables en todo este periodo, con excepción de la huella
ambiental correspondiente al área pesquera, que se incrementó drásticamente del 2003 al
2005.
Huella Ecológica del Ecuador por Uso del Suelo
3

2
gha/hab

0
1996 1999 2001 2003 2005

Huella Ecológica del Ecuador por Uso del Suelo


4

0,03
gha/hab

0,06
2
0,77 0,62
0,06

0,03 0,08 0,06


0,60
0,44
0,46 0,45
0,55
1 0,10
0,09 0,21
0,30 0,09
0,47 0,42 0,17 0,43
0,31
0,15 0,34
0,50 0,38 0,44
0,35 0,29

1996 1999 2001 2003 2005


Cultivos Agrícolas Tierra de Pastoreo Bosques Área Pesquera
Secuestro de CO2 Tierra de Construcción
Para el análisis de la huella ecológica total voy a tomar el último dato disponible (del
2005), para obtenerlo multiplico el dato de la huella ecológica per capita por la población
censada en el 2005, (según el reporte, 13.2 millones de habitantes) con lo cual
obtenemos la huella ecológica total del Ecuador, 29.1 millones de hectáreas globales.

Tal como había mencionado anteriormente, el dato de la huella ambiental de un país no


nos dice mucho sin el cálculo de la biocapacidad del mismo, para analizar el estado de
sostenibilidad y el balance ambiental. El siguiente cuadro nos ilustra los datos calculados
de biocapacidad del Ecuador en el mismo periodo.

Biocapacidad del Ecuador


4
4,00

2,61
gha/hab

2 2,20
2,10 2,10

y = -1,183ln(x) + 3,7348
0
1996 1999 2001 2003 2005

Biocapacidad Ecuador

Lo que inmediatamente salta a la vista es la clara disminución de la biocapacidad per


capita desde 1996 hasta el 2005. En 1996 la biocapacidad per cápita era de 4,00
héctareas globales por habitante mientras que en el 2005 se reduce a 2,10 héctareas
globales. Esto supone una disminución del 47.5%, es decir que en sólo 10 años se redujo
la biocapacidad del país en prácticamente la mitad, lo cual es bastante preocupante, a
pesar que desde el 2001 la curva tiende a estabilizase entre 2,10 y 2,20 hectáreas
globales.

De igual manera para el análisis, multiplicando la biocapacidad per capita del año 2005
con la población censada obtengo el dato de biocapacidad total: 28.3 millones de
hectáreas globales
Discusión
La Huella Ecológica del Ecuador a través del tiempo

Desde el año de 1961 se ha llevado la estadística de la huella ecológica a nivel mundial,


en el siguiente gráfico podemos ver la variación de la huella ecológica de nuestro país
desde 1961 hasta el 2005. Podemos observar claramente que el dato no ha sufrido un
aumento drástico como es el caso de otros países, que en menores rangos de tiempo y
con un crecimiento demográfico menor, han aumentado su huella ambiental a valores
bastante elevados.

En resumen, y para tener un panorama más claro, el aumento demográfico en este


periodo ha sido del 190%, el cambio de la huella ambiental per capita ha sido de un 49%
pero el cambio de la huella ambiental global ha aumentado en un 333%; en cuanto a la
biocapacidad per capita esta ha disminuido en un 71% desde 1961 y la biocapacidad total
ha disminuido en un 17%. El HDI ha aumentado en 0.13 puntos (de 0.64 a 0.77) en el
mismo periodo (Ewing et. al., 2008).

(Ewing et. al., 2008)

En este gráfico podemos observar con mayor claridad lo explicado anteriormente, el


aumento de la huella ambiental desde 1961 no es tan grande como en otras naciones en
el mismo rango, pero la disminución de la biocapacidad es mucho más notoria. Tomando
como referencia los datos del párrafo anterior, podemos calcular que la huella ecológica
per capita se encontraba alrededor de 1.48 hectáreas por habitante, mientras que la
biocapacidad per cápita era de aproximadamente 7.24 hectáreas por habitante.
Balance Ecológico del Ecuador

Huella Ecológica Vs Biocapacidad


4
4,00

2,61
gha/hab

2 2,20
2,10 2,10

2,26 2,20
1 1,80
1,54 1,50

0
1996 1999 2001 2003 2005

Huella Ecológica Biocapacidad

Aquí podemos observar la Huella Ecológica de nuestro país comparada con la


Biocapacidad desde 1999 hasta el 2005. El Ecuador hasta el año 2003 tuvo un balance
positivo, siendo hasta esta fecha sujeto de crédito ecológico. En este año el crédito
ecológico correspondía a 0.7 hectáreas globales per capita, y que en total sumaban más
de 9 millones de hectáreas globales, que podían generar ingresos de países que deseaban
compensar a través del comercio sus deudas ecológicas.

Balance entre Crédito / Deuda Ecológica


2,0

1,5 1,74

1,0
gha/hab

1,07

0,5 0,70

0,30
0

y = -0,405x + 1,957 -0,10


-0,5
1996 1999 2001 2003 2005

Balance
En 2005, nuestro país termina por primera vez desde que se tiene registro del cálculo de
este indicador con un balance negativo, lo cual es preocupante. La deuda ecológica es de
0.1 hectáreas globales per capita, lo que equivale a 0.8 millones de hectáreas globales. Si
bien no es un cifra alarmante, lo que preocupa es la tendencia clara a aumentar la deuda
ecológica en los siguientes años tal como podemos observar en el gráfico anterior, además
del hecho de que somos el único país sudamericano que ha dejado de ser sujeto de
crédito ecológico por generar un balance ecológico negativo. Además no solo hemos
rebasado nuestra propia biocapacidad, sino que hemos rebasado la biocapacidad per
capita mundial, lo que de hecho es más preocupante aún (Ewing et. al., 2008).

Comparación de Huella Ecológica, Biocapacidad y Balance Regional y Mundial

Comparación Huella Ecólogica


4

3,10
3 2,85
2,70
2,46 2,40
2,26 2,28 2,20 2,23 2,20
2,17
2,00
2 1,80
1,54 1,50

0
1996 1999 2001 2003 2005

Ecuador LA Mundial

La comparación de los valores de la huella ecológica del Ecuador con los valores promedio
sudamericanos y mundiales nos permite observar que siempre hemos estado por debajo
de estos valores, lo que si ha sucedido es que la diferencia entre los valores de nuestro
país con los datos de a región y del mundo se ha acortado con respecto a años anteriores.

En lo que se refiere a la biocapacidad, la comparación de los datos nos permite realizar


observaciones más importantes. En primer lugar, y tal como ya habíamos señalado
anteriormente, es bastante notoria la disminución de la biocapacidad de nuestro país, más
aún cuando la comparamos con el dato sudamericano, mucho mayor que el nuestro.

Pero la observación más importante es que se puede realizar es que la biocapacidad del
Ecuador ha igualado la biocapacidad mundial en el 2005. Si tomamos en cuenta las
características geográficas, biológicas y ecológicas de nuestro país la diferencia entre
nuestra biocapacidad y la biocapacidad mundial debería ser bastante mayor, este es en mi
criterio un indicador muy importante y muy claro del deterioro que están sufriendo
nuestros espacios naturales.
Biocapacidad
7,00

5,25
gha/hab

4,00
3,50
6,39
5,50 5,40
2,61 4,80
4,02 2,20
1,75 2,10 2,10

2,18 1,90 2,10


1,80 1,78

0
1996 1999 2001 2003 2005

Ecuador LA Mundial

Huella Ecológica del Ecuador Vs Biocapacidades Externas


7

6,39

5 5,50 5,40

4,80
4,00
gha/hab

4,02
4
2,61
2,10 2,20 2,10

2 2,18 2,10
1,90 1,80 1,78

2,26 1,54 1,80 1,50 2,20


0
1996 1999 2001 2003 2005

Huella Ecológica Ecuador Biocapacidad Ecuador


Biocapacidad Latinoamerica Biocapacidad Mundial
Biocapacidad del Ecuador por Uso del Suelo
3,00

0,37

2,25
1,61 0,30
0,30 0,19
1,15 0,99
0,97

1,50

0,50
0,75 0,40
0,40
0,18
0,37 0,39 0,39
0,33

0
1999 2001 2003 2005

Cultivos Agrícolas Tierra de Pastoreo Bosques


Área Pesquera Tierra de Construcción

Para concluir con el análisis de la clara disminución de la biocapacidad del Ecuador en la


última década, los datos de biocapacidad por uso del suelo nos permiten encontrar en
dónde se han producido esta disminución.

Principalmente podemos observar la reducción significativa de los bosques, que son los
encargados de proveer materia prima y además secuestrar tanto las emisiones de CO2
generadas internamente como aquellas que son producto de las importaciones. La peor
parte es que la degradación de nuestros bosques tienen dos frentes: primero la
deforestación acelerada para producción de madera y además el reemplazo por áreas de
pastoreo y cultivos agrícolas.

También podemos darnos cuenta de la disminución de las áreas pesqueras disponibles,


mientas que la presión que refleja la huella ecológica muestra una tendencia a una sobre
explotación de este recurso.
Conclusión
Luego de haber hecho el análisis de las estadísticas presentadas, me parece pertinente
señalar que el problema del Ecuador no se encuentra en que nuestra Huella Ecológica sea
elevada, el verdadero problema es la disminución de la biocapacidad del país debido a la
degradación ambiental.

Aunque como hemos señalado, la Huella Ecológica del Ecuador no se ha incrementado


notablemente desde 1961, y en mi criterio no es el problema principal del país, tenemos
que reconocer que tampoco somos un modelo ideal de una economía sostenible. En el
país hay mucho por mejorar para lograr reducir nuestra Huella Ecológica y compensar con
esto la disminución de la biocapacidad.

Uno de los frentes en los cuales tenemos bastante trabajo es el sector energético, siendo
la capturas de CO2 el principal aporte a nuestra Huella Ecológica, deberíamos hacer todo
lo posible por optimizar la producción energética, impulsar nuevas tecnologías, aprovechar
el potencial energético que supone toda la orografía del país. Otro proyecto que cada vez
se hace más y más necesario es la construcción de la nueva refinería; con esto
reduciríamos la huella ecológica de importación, al igual que lo haríamos con la
implementación de proyectos hidroeléctricos para disminuir la importación de energía
eléctrica de los países vecinos.

Desde varios puntos de vista, incluso desde el punto de vista mercantil, la prioridad de la
política económica ecuatoriana debería ser hacer todo lo posible para retornar a ser
sujetos de crédito ecológico, lo cual supone una ventaja para atraer en alguna medida la
inversión y el establecimiento de relaciones comerciales con países que mantengan una
deuda ecológica y que deseen compensarla a través de la Huella Ecológica de Exportación

Lamentablemente no se ha podido contar para este trabajo con los datos del 2008 que
serán publicados en el reporte del siguiente año. Estos datos hubiesen podido confirmar o
replantear las conclusiones que aquí se presentan.

En conclusión, creo que es importante que los líderes del país presten atención al
seguimiento y medición de este indicador, y el desarrollo y la implementación de
estrategias que nos permitan ir en la búsqueda de una economía más sostenible, lo que
en un futuro no muy lejano supondrá una gran ventaja competitiva sobre otras naciones,
pero sobre todo para lograr brindar a la población un nivel de vida digno sin generar una
presión excesiva sobre los recursos que disponemos.
Bibliografía
- World Wide Fund for Nature, 2000, “The Living Planet Report 2000”, Gland,
Switzerland:WWF

- World Wide Fund for Nature, 2002, “The Living Planet Report 2002”, Gland,
Switzerland:WWF

- World Wide Fund for Nature, 2004, “The Living Planet Report 2004”, Gland,
Switzerland:WWF

- World Wide Fund for Nature, 2006, “The Living Planet Report 2006”, Gland,
Switzerland:WWF

- World Wide Fund for Nature, 2008, “The Living Planet Report 2008”, Gland,
Switzerland:WWF

- Ewing B., Goldfinger S., Wackernagel M., Stechbart M., Rizk S., Reed A., Kitzes J., 2008,
“The Ecological Footprint Atlas 2008” Oakland: Global Footprint Network

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