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INTRODUCCIÓN
No nos parece casual que nuestro bienestar esté ligado casi
siempre a un contexto social. Si hiciéramos una encuesta para
preguntar a las personas de nuestro entorno lo que hace a la vida
merecedora de vivirse, lo que la hace más plena, más digna de
disfrutarse y más productiva, descubriríamos que el ingrediente
de las relaciones sociales (con amigos, pareja, familia,
compañe- ros de trabajo) ocupa un lugar de honor en esa escala
de necesi- dades y valores vitales.
De hecho, si pensamos en algún momento de felicidad
propio, muy probablemente nos imaginaremos junto a alguna La felicidad socializa-
da siempre prevalece
otra per- sona con quien compartir nuestra dicha. La mayoría de sobre la felicidad au-
nuestros estados de felicidad se asocian, por tanto, a situaciones tista.
sociales. Y, podemos afirmar, en este sentido, que la felicidad
socializada siempre prevalece sobre la felicidad autista.
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Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
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este motivo, la interacción con otros individuos, en sus
diferentes formas de conexión y comunicación, es esencial en
su actividad humana. Es más, un individuo que creciera aislado
durante los cinco o diez primeros años de vida arrastraría
deficiencias psico- sociales significativas para toda su vida.
Ante la situación descri- ta, y con la terapia oportuna, el sujeto
podría contrarrestar y ate- nuar tales limitaciones, pero no
eliminarlas del todo, porque para crecer como personas
necesitamos de los demás y a los demás.
Dando un paso más en esta misma línea, podemos afirmar
El ser humano es un que el ser humano es un ser social que tiende a reunirse en
ser social que tiende
grupos y que depende, física y emocionalmente, de éstos
a reunirse en grupos
y que depende, física durante toda su vida. Su comportamiento se explica en
y emocionalmente, de términos de vínculos e influencias sociales, por lo que casi
éstos durante toda todas las teorías psicológicas (Maslow, 1955; Harlow, 1958;
su vida. Bowlby, 1969; Ainsworth, 1978) aluden a esta necesidad de
unión con los demás como un compo- nente básico desde el
nacimiento.
Esa unión con los demás toma forma en las relaciones inter
personales. Al respecto, Laura Olivero entiende que: las
relacio nes interpersonales consisten en la interacción
recíproca entre dos o más personas. Este conjunto de contactos
que tienen los seres humanos como seres sociables con el resto
de las perso nas involucra los siguientes aspectos: la habilidad
para comu nicarse efectivamente, el escuchar, la solución de
conflictos y la expresión auténtica de uno/una. Serán
precisamente las relacio- nes interpersonales las que nos
permiten crecer como individuos, respetando la forma de ser de
los demás, sin dejar de ser nosotros mismos.
Si aceptamos, por tanto, la premisa que considera al hombre
como ser social, podremos entender mejor que el contenido y la
forma de nuestras relaciones con otros individuos configura un
El éxito o el fracaso ingrediente esencial de nuestro desarrollo, de nuestro
de nuestra relación y desempeño o éxito (profesional, académico, personal, etc.), y,
con- vivencia con las
perso- nas de nuestro en definitiva, de nuestra felicidad. El éxito o el fracaso de
entorno condicionan, nuestra relación y convivencia con las personas de nuestro
en gran medida, la entorno condicionan, en gran medida, la calidad de nuestra vida.
calidad de nuestra Cualquier alteración ne- gativa que afecte a la conducta social
vida.
de las personas perjudicará, por tanto, no solo a sus vidas
públicas, sino también a sus vidas privadas.
Por todo ello, saber convivir, saber compartirse y dejarse
compartir, y saber relacionarse con los demás (en el trabajo, en
la pareja, en la familia, en nuestro grupo de amigos, con
nuestros
vecinos) se ha convertido en uno de los valores más apreciados asociaciones al pleno
por la sociedad. Y, en este sentido, un entrenamiento en las es- logro de su
perfección. En
trategias de habilidad social, incrementará la eficiencia del indi- concreto: es el goce
viduo para lograr los objetivos que se proponga; será útil para pacífico de un orden
mantener o mejorar su relación con los demás, y permitirá, así jurídico y su tutela
mismo, elevar su autoestima y su positividad. junto con la oferta
abrumante de
Resulta, entonces, fundamental el desarrollo de las habilida- satisfactores
des o competencias que permitan relaciones interpersonales sa materiales e
inmateriales,
tisfactorias y efectivas. Nuestra condición social determina un producidos y
aprendizaje continuo de patrones, que incluyen aspectos afecti- distribuidos con
vos, cognitivos, sociales y morales que son cada vez más com- justicia y equidad.
plejos, a medida que evoluciona y progresa la humanidad. Estos
patrones se van adquiriendo a través de un proceso de
permanen- te interacción con el medio social.
Tal y como tendremos oportunidad de analizar en los próxi-
mos capítulos, la meta del desarrollo social es lograr un nivel de
autonomía personal que le permita al sujeto actuar de manera
auto–afirmativa y comprender la interdependencia que existe
en- tre la persona humana y su grupo social; en la construcción
del bien común1.
Al margen de las claras motivaciones emocionales y
mentales que nos impulsan a construir relaciones y vivir en
grupos socia- les, en este punto, se nos ocurre una cuestión
importante: ¿Existe algún tipo de fundamento o correlato
fisiológico que justifique nuestra esencia social?
1.1. Algunas notas de neurología para justificar nuestra
esen- cia relacional y social: la existencia de un cerebro
social.
Tal y como sostiene Goleman, debemos tener presente que el
diseño mismo de nuestro cerebro nos hace sociales. De esta
forma, cada vez que nos relacionamos con otra persona
nues- tros cerebros sociales se entrelazan.
El descubrimiento más importante de la neurociencia es que
nuestro sistema neuronal está programado para conectar con los
demás, ya que el mismo diseño del cerebro nos torna sociables,
al establecer inexorablemente un vínculo intercerebral con las
personas con las que nos relacionamos. Ese puente neuronal nos
1 El bien común es el conjunto de condiciones de vida social que permiten,
facilitan, favorecen y ayudan a las personas, a sus familias y a sus
lacionamos con otra
persona nuestros ce- Cada vez que nos re-
rebros sociales se en-
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deja a merced del efecto que los demás provocan en nuestro ce-
rebro –y, a través de él, en nuestro cuerpo y viceversa–.
En este sentido, Goleman, revela las claves neurológicas de
las relaciones humanas y sostiene que estamos programados
para conectar con los demás y que las relaciones
interpersonales tienen un impacto muy profundo en nuestras
vidas.
El trato cotidiano con nuestros padres, parejas, jefes, amigos,
e incluso con extraños, conforma nuestro cerebro y afecta a
todas las células de nuestro cuerpo hasta el nivel de los genes.
De esta forma, todos estaríamos diseñados para ser
sociables, participamos constantemente en una especie de ballet
neuronal que nos conecta –de cerebro a cerebro– con las
personas que nos rodean. Nuestros cerebros se relacionan e
intercambian emo- ciones, con una facilidad sorprendente,
como si de un virus se tratara.
Esa conexión de cerebros sociales incide en una predispo-
sición natural hacia la empatía, la cooperación y el
altruismo y, en la necesidad, por tanto, de desarrollar la
inteligencia inter e intrapersonal.
En suma, las relaciones interpersonales poseen un
Las relaciones inter- impacto biológico de largo alcance porque afectan a las
personales poseen un
impacto biológico de hormonas que regulan tanto nuestro corazón como nuestro
largo alcance porque sistema inmunológi- co, de modo que las buenas relaciones
afectan a las hormo- interpersonales actuarían como las vitaminas y las malas
nas que regulan tanto relaciones como el veneno.
nuestro corazón como
nuestro sistema inmu- Tendremos ocasión de retomar, a lo largo del libro, las
nológico impli- caciones (mentales, emocionales y conductuales) que se
derivan de establecer relaciones saludables o tóxicas. En
cualquier caso, nos gustaría adelantar, en este punto, que, en el
escenario descri- to, uno de los elementos que emergen para
protegernos o inmu- nizarnos contra esas interacciones nocivas
lo vamos a encontrar en la inteligencia interpersonal, y, de
manera más específica, en la competencia o la habilidad social
de los individuos.
Avancemos un poco más, entonces, intentando realizar una
acotación del escenario y el concepto de la inteligencia interper-
Y SUS CONSTRUCTOS DE ESTUDIO
De los temas que estudia la psicología, hay algunos que des-
piertan mucho interés en profesionales y profanos. Uno de ellos
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ConCepto y perspeCtiva general de las habilidades
soCiales
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es la impronta de las relaciones sociales en nuestra vida y el de- Es nuestra intención
sarrollo de las habilidades pertinentes para optimizarlas: objeto comprender y analizar,
de investigación, sistematización y aplicación de la psicología en este punto, el
marco general de la
social.
psicolo- gía social
En este sentido, es nuestra intención comprender y analizar, actual como disciplina
que estudia y analiza
en este punto, el marco general de la psicología social actual la importan- cia y las
como disciplina que estudia y analiza la importancia y las reper- repercusio- nes de las
cusiones de las habilidades sociales en nuestro funcionamiento habilidades sociales en
psicológico y vital. nuestro
funcionamiento psico-
Tal y como hemos ido señalando, no es ningún secreto que lógico y vital.
una de las partes más importantes de nuestra vida son las
relacio nes sociales. En cada una de las cosas que hacemos hay
un com- ponente de interacción e intercambio con los demás, a
modo de tango social, que determina, en gran medida
(facilitando o entor- peciendo) nuestros objetivos y nuestra
búsqueda de la felicidad.
En este escenario específico, y superando la visión clásica y
reduccionista de la psicología clínica tradicional, más centrada
en diagnosticar y, en su caso, reparar síntomas, déficits y patolo-
gías (neurosis, psicosis, fobias…), emergen algunas corrientes,
como la psicología social y la ciencia de la felicidad, que ha-
cen un hincapié creciente en la identificación de las fortalezas y
virtudes del ser humano (sabiduría, coraje, humanidad, justicia,
moderación, etc.), que mediatizan y hacen posible el logro de
una vida plena y ajustada.
La psicología social es el estudio científico de cómo los La psicología social
pen- samientos, sentimientos y comportamientos de las es el estudio científi-
co de cómo los
personas son influidos por la presencia real, imaginada o pensa- mientos,
implicada de otras personas. Puede ser definida también como sentimientos y
la ciencia que estudia los fenómenos sociales e intenta descubrir comportamientos de
las personas son
las leyes por las que se rige la convivencia. Investiga las
influidos por la pre-
organizaciones socia- les y trata de establecer los patrones de sencia real, imagi-
comportamientos de los individuos en los grupos, los roles que nada o implicada de
desempeñan y todas las situaciones que influyen en su otras personas.
conducta.
Siguiendo a Goleman, y a figuras clave de la psicología
posi- tiva como Seligman, o Carmelo Vázquez, en el ámbito
nacional, podemos afirmar que la psicología social está
comenzando a mi- rar más allá del remedio y se está
transformando en una fuerza positiva para comprender y
promover las cualidades más ele- vadas de la vida cívica y
personal. Pensamos que tal ciencia es posible. Las teorías
psicológicas principales han cambiado para
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Consideramos que las aportaciones de Goleman a la deli- Goleman ha hecho
mitación conceptual de estos constructos psico–emocionales y popular el concepto
psico–sociales, merece un apartado especial. Aunque tendremos de inteligencia
emocio- nal que
oportunidad de retomar sus aportes a lo largo del libro, intenta- define como la
remos sintetizar en este punto, los puntos más importantes de su habilidad de com-
modelo de inteligencia social y emocional. prender y manejar
nuestras emociones
Goleman ha hecho popular el concepto de inteligencia emo- y las de quienes nos
cional que define como la habilidad de comprender y rodean, en la forma
manejar nuestras emociones y las de quienes nos rodean, en más conveniente y
satisfactoria.
la forma más conveniente y satisfactoria.
Aprovecharemos el próximo capítulo del libro para recuperar
y abundar en las características y los elementos clave del
modelo de inteligencia emocional actual. De momento,
podemos adelantar que el modelo inicial de Goleman contiene
dos grandes categorías; las competencias personales, definidas
como aquellas destrezas individuales para manejarse a sí
mismos y las competencias socia les definidas como aquellas
destrezas individuales que determinan cómo nos relacionamos
La inteligencia intra-
con otros (Andújar, 2002). personal descrita por
Goleman es similar
Goleman afirma, por tanto, que el término inteligencia emo-
a lo que entende-
cional incluye dos tipos de inteligencia: la intrapersonal y la mos por autoestima,
interpersonal. La primera sería muy similar a la autoestima, aunque centrándose
mientras que la segunda estaría muy relacionada con las habi- en sentimientos. Es
la capacidad de ver y
lidades sociales, como veremos en los dos siguientes apartados. asumir, con realismo,
Así mismo, Goleman afirma que estas competencias se podrían respeto y veracidad
comprimir en veinte subcompetencias. cómo somos y qué
queremos, y de enten-
La inteligencia intrapersonal descrita por Goleman es der cabalmente cuáles
similar a lo que entendemos por autoestima, aunque centrándose son nuestras priorida-
des y anhelos, para así
en sen- timientos. Es la capacidad de ver y asumir, con actuar en consecuen-
realismo, respeto y veracidad cómo somos y qué queremos, y de cia.
entender cabal- mente cuáles son nuestras prioridades y anhelos,
para así actuar en consecuencia.
Goleman divide esta macro–competencia en tres áreas: la
autoconciencia emocional, el autocontrol y la automotivación;
ingredientes fundamentales para conocernos mejor y
comunicar- nos eficazmente con nosotros mismos.
Por su parte, Goleman considera que la inteligencia emocio
nal interpersonal es la habilidad para entender y relacionarnos
eficazmente con nuestras emociones y las de los demás, en el
ám- bito de las relaciones interpersonales. Este constructo
contempla
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Por su parte, Gole- la capacidad de entender a otras personas, interactuar con ellos
man considera que y entablar empatía.
la inteligencia emo
cional interpersonal La inteligencia interpersonal se basa en el desarrollo de dos
es la habilidad para grandes tipos de capacidades: la empatía y la capacidad de ma
entender y relacionar- nejar las relaciones interpersonales.
nos eficazmente con
nuestras emociones y Concretamente, para poder desarrollar esta inteligencia so-
las de los demás, en el cial, y conseguir unas relaciones productivas y personales salu-
ámbito de las relacio-
nes interpersonales.
dables, eficaces y eficientes, Goleman nos propone dos presun-
Este constructo con- ciones esenciales: la conciencia social y la aptitud social.
templa la capacidad
de entender a otras
La conciencia social sería el cúmulo de sentimientos que te-
personas, interactuar nemos hacia los demás derivados de la capacidad cerebral que
con ellos y entablar nos permite ser empáticos, y estaría compuesta por lo que Gole-
empatía. man define como la empatía primordial, la sintonía, la exactitud
empática y la cognición social.
Por su lado, la aptitud social vendría determinada por lo que
hacemos con esa conciencia social; es decir, nuestro comporta-
miento relacional (de influencia, persuasión, liderazgo,
moviliza- ción, etc.), y estaría determinado por la sincronía, la
presentación de uno mismo, la influencia y el interés por los
demás. Tendre- mos ocasión de detallar todos estos elementos
en los próximos capítulos.
Una vez hecho este análisis a lo largo de diferentes teorías,
Desarrollar la inteli- modelos y autores, podemos afirmar, por tanto, que desarrollar
gencia interpersonal y la inteligencia interpersonal y la intrapersonal es fundamen-
la intrapersonal es fun-
damental para lograr tal para lograr la estabilidad emocional y así dar lo mejor
la estabilidad emocio- de nosotros mismos en las áreas que nos desempeñemos, al
nal y así dar lo mejor aplicar la congruencia hacia adentro y hacia afuera.
de nosotros mismos en
las áreas que nos des- Avancemos, un poco más, para acotar, ahora, los términos
empeñemos, al aplicar de competencias o habilidades sociales; que forman parte de
la congruencia hacia ese constructo más global de inteligencia social o interpersonal.
adentro y hacia afuera.
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ConCepto y perspeCtiva general de las habilidades
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A partir de todas estas contribuciones conceptuales, se han
configurado entrenamientos en habilidades sociales y procedi-
mientos de intervención que optimizan el contenido y las conse-
cuencias de una conducta socialmente habilidosa.
En este punto, nos surge una cuestión: ¿habilidades sociales
y competencias sociales son términos sinónimos?
4.2. Habilidades sociales y competencias sociales,
¿sinónimos o constructos independientes?
Hay numerosas terminologías para referirse a habilidades so-
ciales, por ejemplo competencia social. Se refieren ambos
térmi- nos al proceso por el cual la gente se relaciona de forma
eficaz o hábil con los demás. Los que llaman a esto
competencia social, usan el término asertividad y habilidades
sociales como sinó- nimos. Y los que llaman a eso habilidades
sociales, consideran que éstas son los componentes específicos
que se utilizan en la interacción social (y que contribuyen a una
manifestación global de la habilidad social) incluyendo a la
asertividad como una más de esas habilidades.
Parece haber cierto acuerdo, eso sí, en considerar las
habilida- des sociales como habilidades discretas y observables;
mientras que, la competencia social puede definirse como la
eficiencia y adecuación de los comportamientos del sujeto, tanto
encubier- tos como explícitos. En este bosque semántico, ambos
conceptos podrían considerarse, a su vez, como subcategorías
de las habi- lidades para la vida y el comportamiento adaptativo
general del sujeto.
4.3. ¿Con qué definición de habilidades sociales nos quedamos?
Las habilidades socia-
Después de todo lo avanzado, ya estamos en condiciones les son un conjunto
para realizar una apuesta por una definición de habilidades de hábitos (conduc-
sociales, a modo de hilo de conductor para el desarrollo del tas, pensamientos y
emociones) que nos
resto del libro. Por la claridad, sencillez y amplitud expositiva permiten comunicar-
de la definición, vamos a apoyarnos en la conceptualización que nos con los demás en
propone Elia Roca, como punto de partida para nuestros forma eficaz,
posteriores análisis. mantener relaciones
interperso- nales
Roca (2003) considera que… satisfactorias,
sentirnos bien, obte-
Las habilidades sociales son un conjunto de hábitos (con- ner lo que queremos y
ductas, pensamientos y emociones) que nos permiten comu- conseguir que las otras
nicarnos con los demás en forma eficaz, mantener relaciones personas no nos impi-
dan lograr nuestros
interpersonales satisfactorias, sentirnos bien, obtener lo que objetivos.
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en los que es importante comportarse y hablar de manera apro-
piada. Es evidente, que no nos relacionamos de igual manera
con un vecino en el ascensor, que con nuestro jefe, o que con
nuestra pareja.
La pormenorización y el detalle de las habilidades sociales
dependen del criterio que se elija para agruparlas. Podemos en-
contrar categorías referidas a:
• Contextos, como el familiar, el laboral, el personal.
• A personas con las que se utilizan (elemento inap de la
lista), como niños, adultos, profesionales, conocidos, desco-
nocidos, compañeros de trabajo.
• Al componente psicológico implicado, como habilidades
cognitivas, emocionales o conductuales –de interacción co-
municativa y social–.
• Relacionadas con el área concreto al que se refieran,
como habilidades básicas de interacción social, habilidades
para hacer amigos, habilidades conversacionales, habilidades
relacionadas con sentimientos, emociones y opiniones,
habili- dades de resolución de problemas interpersonales,
etc.
La mayoría de los autores clasifican las habilidades sociales
como:
• Elementales.
• Avanzadas.
• Relacionadas con los sentimientos.
• De control de la agresividad.
• De gestión del estrés.
• De planificación.
De esta forma, podemos señalar, en la siguiente tabla, los
siguientes grupos de habilidades y de competencias implicadas:
GRUPO I: Habilidades sociales básicas GRUPO II. Habilidades sociales avanzadas
Escuchar. Pedir ayuda.
Iniciar una conversación. Participar.
Mantener una conversación. Dar instrucciones.
Formular una pregunta. Seguir instrucciones.
Dar las gracias. Disculparse.
Presentarse. Convencer a los demás y ser persuasivo.
Presentar a otras personas.
Hacer un cumplido.
GRUPO III. Habilidades relacionadas GRUPO IV. Habilidades alternativas a la
con los sentimientos agresión
Conocer los propios sentimientos. Pedir permiso.
Expresar los sentimientos. Compartir algo.
Comprender los sentimientos de los demás. Ayudar a los demás.
Enfrentarse con el enfado del otro. Negociar.
Expresar afecto. Emplear el autocontrol.
Resolver el miedo. Defender los propios derechos.
Autorrecompensarse. Responder a las bromas.
Evitar los problemas con los demás.
No entrar en peleas.
GRUPO V. Habilidades para hacer fren- GRUPO VI. Habilidades de planificación
te al estrés
Formular una queja. Tomar iniciativas.
Responder a una queja. Discernir sobre la causa de un problema.
Demostrar deportividad después del juego. Establecer un objetivo.
Resolver la vergüenza. Determinar las propias habilidades.
Arreglárselas cuando te dejan de lado. Recoger información.
Defender a un amigo. Resolver los problemas según su importancia.
Responder a la persuasión. Tomar una decisión.
Responder al fracaso. Concentrarse en una tarea.
Enfrentarse a los mensajes contradictorios.
Responder a una acusación.
Prepararse para una conversación difícil.
Hacer frente a las presiones de grupo.
* Tabla 1. Clasificación de habilidades sociales
En la parte más aplicada del libro, tendremos ocasión de
anali- zar las condiciones, los pensamientos, las actitudes y los
procedi- mientos óptimos para poner en práctica la mayoría de
las compe- tencias sociales citadas. Dejaremos, para otra
ocasión, el desarrollo de las habilidades de planificación
propias del grupo VI.
– La conducta motora 7. ¿QUÉ COMPONENTES O DIMENSIONES INTE-
manifiesta y observa- GRAN TODAS LAS HABILIDADES SOCIALES SE-
ble externamente.
– El componente
ÑALADAS?
fisio- lógico– Al hilo de lo anterior, la psicología científica ha abordado el
emocional y. estudio de las habilidades sociales considerando tres
– Las cogniciones, es
decir, las creencias, dimensiones:
pensamientos e imá- La conducta motora manifiesta y observable externamente.
genes mentales.
El componente fisiológico–emocional.
Las cogniciones, es decir, las creencias, pensamientos e imá-
genes mentales.
Las conductas observables –mirada, expresión facial, gestos,
forma y contenido de la comunicación verbal, etc– son los com-
ponentes más evidentes de las habilidades sociales, y también
los que más se han investigado.
Por su parte, los componentes fisiológicos de las habilidades
sociales apuntan a los cambios físico–químicos corporales rela-
cionados con ellas; por ejemplo, la hiperactivación del sistema
nervioso simpático que se produce cuando experimentamos an-
siedad o ira en una determinada situación3.
En los últimos años, la psicología científica ha ido centrán-
dose, cada más, en los componentes cognitivos de las
habilidades sociales; reconociéndose así el papel determinante
de nuestros pensamientos y creencias (de nuestra forma de
percibir y evaluar la realidad).
Aprovecharemos los próximos capítulos teóricos del libro
para analizar y diseccionar las principales dimensiones (cogniti-
vas, fisiológico – emocionales y conductuales) de las
habilidades sociales.
Una vez acotado el escenario inicial de las habilidades so-
ciales, intentaremos ganar en claridad sobre este constructo en
el segundo capítulo de este manual; al desglosar los principales
ingredientes y manifestaciones del guiso de la inteligencia
inter personal y las habilidades sociales.