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1.

Concepto y pespectiva general de


las habilidades sociales.
Cristina Centeno Soriano.

El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial


por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que huma
no... La sociedad es por naturaleza y anterior al individuo... el
que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su
propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una
bestia o un dios.
Aristóteles.

INTRODUCCIÓN
No nos parece casual que nuestro bienestar esté ligado casi
siempre a un contexto social. Si hiciéramos una encuesta para
preguntar a las personas de nuestro entorno lo que hace a la vida
merecedora de vivirse, lo que la hace más plena, más digna de
disfrutarse y más productiva, descubriríamos que el ingrediente
de las relaciones sociales (con amigos, pareja, familia,
compañe- ros de trabajo) ocupa un lugar de honor en esa escala
de necesi- dades y valores vitales.
De hecho, si pensamos en algún momento de felicidad
propio, muy probablemente nos imaginaremos junto a alguna La felicidad socializa-
da siempre prevalece
otra per- sona con quien compartir nuestra dicha. La mayoría de sobre la felicidad au-
nuestros estados de felicidad se asocian, por tanto, a situaciones tista.
sociales. Y, podemos afirmar, en este sentido, que la felicidad
socializada siempre prevalece sobre la felicidad autista.

1
Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
mundo

En este contexto específico, emerge la inteligencia inter


personal, y sus hermanas pequeñas: las habilidades o com
petencias sociales, como constructos psicológicos positivos
que hacen que la vida sea más plena, más productiva y más
dichosa. Por todo esto, cobra una especial importancia iden-
tificar y aprender aquellas pautas de comportamiento que nos
faciliten desenvolvernos satisfactoriamente en estas situacio-
nes sociales.

Ser socialmente hábil


Sabemos que ser socialmente hábil se aprende y, cuanto
se aprende y, cuanto antes sea, más positivo será para la persona. Y, en este sentido,
antes sea, más ya que afrontar situaciones conflictivas lo tenemos que hacer
positivo será para la desde que nacemos, cobra un especial interés que todos los
persona.
profesionales de la educación, la psicología o la pedagogía
contribuyamos, de un modo eficaz, a la enseñanza–aprendizaje
de las habilidades sociales.
Al hilo de todo lo que hemos adelantado y, asumiendo el im-
portante reto que representa, es nuestro propósito esbozar, en
este capítulo de introducción y contextualización del tema
psicoso- cial que nos ocupa, las características definitorias del
escenario, el concepto y la perspectiva general del matrimonio
que vincula interacción social e inteligencia interpersonal.
Comenzaremos esta radiografía analizando el sentido y las
implicaciones de considerar al ser humano un animal social;
para pasar a estudiar, a continuación, derivaciones importantes
de esta premisa que ha ocupado el objeto de estudio y mejora de
la psi- cología social.
Analizaremos, así mismo, el papel y la impronta de las
habili- dades sociales en nuestra vida y nuestra conexión con el
mundo; cuando las cosas van bien, o cuando se presentan
problemas o dificultades que superar.
Con el propósito, en definitiva, de construir una aproxima-
ción teórica y conceptual, estudiaremos y enunciaremos, en los
siguientes apartados, el sentido, las implicaciones, la utilidad,
las repercusiones y los rasgos (conductuales, emocionales,
funcio- nales y fisiológicos) que permiten acotar el espacio
propio de las competencias o habilidades sociales.
En concreto, los objetivos didácticos que pretendemos lograr
con el desarrollo conceptual y teórico del presente capítulo son,
por tanto:
y• coAnnsatrluiziar rel sentido, la importancia y las impli -
caciones (conductuales, emocionales, funcionales y
fisiológi- cas) que se derivan de la consideración del ser
humano como ser social.
• Esbozar el marco general de la psicología social como
dis- ciplina centrada en el estudio de la importancia y las
repercu- siones de las habilidades sociales en nuestro
funcionamiento psicológico y vital.
• Ilustrar las características definitorias del escenario, el
concepto y la perspectiva general del matrimonio que
vincula interacción social e inteligencia interpersonal.
• Relacionar las habilidades sociales con su función de
inte- racción, integración y bienestar.
• Sistematizar, en una aproximación teórica y conceptual
preliminar, el sentido, las implicaciones, la utilidad, las re-
percusiones y los rasgos que acotan el espacio propio de las
competencias o habilidades sociales.
• Clarificar los sistemas de clasificación y los diferentes ti-
pos de habilidades sociales.

1. SERES HUMANOS Y SERES SOCIALES. ALGU-


NAS IMPLICACIONES BÁSICAS.
A nadie se le escapa que el ser humano es un animal social:
un ser intrínsecamente social. Es un hecho, por tanto, y no sólo
un lugar común, afirmar que los seres humanos somos
sociables por naturaleza.
Como nos han mostrado Vigotsky y otros psicólogos evo- Una buena parte de
nuestro comporta-
lutivos, una buena parte de nuestro comportamiento y nuestra miento y nuestra ac-
actividad (mental, emocional y física) se centran, desde edades tividad (mental, emo-
muy tempranas, en la interacción con los demás. Incluso a los cional y física) se cen-
pocos días de nacer, ya se observan conductas en el bebé (mirar tran, desde edades
muy tempranas, en la
a los ojos de la madre que le amamanta o efectuar sonrisas sin interacción con los de-
finalidad aparente) que tienen el claro objetivo de incrementar más.
el apego mutuo entre el recién nacido y los que le rodean.
El hombre es un ser social y, como tal, requiere de su
El hombre es un ser
entorno social y natural para desarrollarse integralmente. El ser social y, como tal, re-
humano, nace biológicamente incapacitado para valerse por sí quiere de su entorno
mismo, re- quiriendo de las atenciones de los mayores hasta que social y natural para
alcanza la edad adulta. Es más, ningún ser vivo necesita tanto desarrollarse integral-
mente.
de los demás, en los primeros meses y años de la infancia, como
el hombre. Por

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este motivo, la interacción con otros individuos, en sus
diferentes formas de conexión y comunicación, es esencial en
su actividad humana. Es más, un individuo que creciera aislado
durante los cinco o diez primeros años de vida arrastraría
deficiencias psico- sociales significativas para toda su vida.
Ante la situación descri- ta, y con la terapia oportuna, el sujeto
podría contrarrestar y ate- nuar tales limitaciones, pero no
eliminarlas del todo, porque para crecer como personas
necesitamos de los demás y a los demás.
Dando un paso más en esta misma línea, podemos afirmar
El ser humano es un que el ser humano es un ser social que tiende a reunirse en
ser social que tiende
grupos y que depende, física y emocionalmente, de éstos
a reunirse en grupos
y que depende, física durante toda su vida. Su comportamiento se explica en
y emocionalmente, de términos de vínculos e influencias sociales, por lo que casi
éstos durante toda todas las teorías psicológicas (Maslow, 1955; Harlow, 1958;
su vida. Bowlby, 1969; Ainsworth, 1978) aluden a esta necesidad de
unión con los demás como un compo- nente básico desde el
nacimiento.
Esa unión con los demás toma forma en las relaciones inter
personales. Al respecto, Laura Olivero entiende que: las
relacio nes interpersonales consisten en la interacción
recíproca entre dos o más personas. Este conjunto de contactos
que tienen los seres humanos como seres sociables con el resto
de las perso nas involucra los siguientes aspectos: la habilidad
para comu nicarse efectivamente, el escuchar, la solución de
conflictos y la expresión auténtica de uno/una. Serán
precisamente las relacio- nes interpersonales las que nos
permiten crecer como individuos, respetando la forma de ser de
los demás, sin dejar de ser nosotros mismos.
Si aceptamos, por tanto, la premisa que considera al hombre
como ser social, podremos entender mejor que el contenido y la
forma de nuestras relaciones con otros individuos configura un
El éxito o el fracaso ingrediente esencial de nuestro desarrollo, de nuestro
de nuestra relación y desempeño o éxito (profesional, académico, personal, etc.), y,
con- vivencia con las
perso- nas de nuestro en definitiva, de nuestra felicidad. El éxito o el fracaso de
entorno condicionan, nuestra relación y convivencia con las personas de nuestro
en gran medida, la entorno condicionan, en gran medida, la calidad de nuestra vida.
calidad de nuestra Cualquier alteración ne- gativa que afecte a la conducta social
vida.
de las personas perjudicará, por tanto, no solo a sus vidas
públicas, sino también a sus vidas privadas.
Por todo ello, saber convivir, saber compartirse y dejarse
compartir, y saber relacionarse con los demás (en el trabajo, en
la pareja, en la familia, en nuestro grupo de amigos, con
nuestros
vecinos) se ha convertido en uno de los valores más apreciados asociaciones al pleno
por la sociedad. Y, en este sentido, un entrenamiento en las es- logro de su
perfección. En
trategias de habilidad social, incrementará la eficiencia del indi- concreto: es el goce
viduo para lograr los objetivos que se proponga; será útil para pacífico de un orden
mantener o mejorar su relación con los demás, y permitirá, así jurídico y su tutela
mismo, elevar su autoestima y su positividad. junto con la oferta
abrumante de
Resulta, entonces, fundamental el desarrollo de las habilida- satisfactores
des o competencias que permitan relaciones interpersonales sa materiales e
inmateriales,
tisfactorias y efectivas. Nuestra condición social determina un producidos y
aprendizaje continuo de patrones, que incluyen aspectos afecti- distribuidos con
vos, cognitivos, sociales y morales que son cada vez más com- justicia y equidad.
plejos, a medida que evoluciona y progresa la humanidad. Estos
patrones se van adquiriendo a través de un proceso de
permanen- te interacción con el medio social.
Tal y como tendremos oportunidad de analizar en los próxi-
mos capítulos, la meta del desarrollo social es lograr un nivel de
autonomía personal que le permita al sujeto actuar de manera
auto–afirmativa y comprender la interdependencia que existe
en- tre la persona humana y su grupo social; en la construcción
del bien común1.
Al margen de las claras motivaciones emocionales y
mentales que nos impulsan a construir relaciones y vivir en
grupos socia- les, en este punto, se nos ocurre una cuestión
importante: ¿Existe algún tipo de fundamento o correlato
fisiológico que justifique nuestra esencia social?
1.1. Algunas notas de neurología para justificar nuestra
esen- cia relacional y social: la existencia de un cerebro
social.
Tal y como sostiene Goleman, debemos tener presente que el
diseño mismo de nuestro cerebro nos hace sociales. De esta
forma, cada vez que nos relacionamos con otra persona
nues- tros cerebros sociales se entrelazan.
El descubrimiento más importante de la neurociencia es que
nuestro sistema neuronal está programado para conectar con los
demás, ya que el mismo diseño del cerebro nos torna sociables,
al establecer inexorablemente un vínculo intercerebral con las
personas con las que nos relacionamos. Ese puente neuronal nos
1 El bien común es el conjunto de condiciones de vida social que permiten,
facilitan, favorecen y ayudan a las personas, a sus familias y a sus
lacionamos con otra
persona nuestros ce- Cada vez que nos re-
rebros sociales se en-
Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
mundo

deja a merced del efecto que los demás provocan en nuestro ce-
rebro –y, a través de él, en nuestro cuerpo y viceversa–.
En este sentido, Goleman, revela las claves neurológicas de
las relaciones humanas y sostiene que estamos programados
para conectar con los demás y que las relaciones
interpersonales tienen un impacto muy profundo en nuestras
vidas.
El trato cotidiano con nuestros padres, parejas, jefes, amigos,
e incluso con extraños, conforma nuestro cerebro y afecta a
todas las células de nuestro cuerpo hasta el nivel de los genes.
De esta forma, todos estaríamos diseñados para ser
sociables, participamos constantemente en una especie de ballet
neuronal que nos conecta –de cerebro a cerebro– con las
personas que nos rodean. Nuestros cerebros se relacionan e
intercambian emo- ciones, con una facilidad sorprendente,
como si de un virus se tratara.
Esa conexión de cerebros sociales incide en una predispo-
sición natural hacia la empatía, la cooperación y el
altruismo y, en la necesidad, por tanto, de desarrollar la
inteligencia inter e intrapersonal.
En suma, las relaciones interpersonales poseen un
Las relaciones inter- impacto biológico de largo alcance porque afectan a las
personales poseen un
impacto biológico de hormonas que regulan tanto nuestro corazón como nuestro
largo alcance porque sistema inmunológi- co, de modo que las buenas relaciones
afectan a las hormo- interpersonales actuarían como las vitaminas y las malas
nas que regulan tanto relaciones como el veneno.
nuestro corazón como
nuestro sistema inmu- Tendremos ocasión de retomar, a lo largo del libro, las
nológico impli- caciones (mentales, emocionales y conductuales) que se
derivan de establecer relaciones saludables o tóxicas. En
cualquier caso, nos gustaría adelantar, en este punto, que, en el
escenario descri- to, uno de los elementos que emergen para
protegernos o inmu- nizarnos contra esas interacciones nocivas
lo vamos a encontrar en la inteligencia interpersonal, y, de
manera más específica, en la competencia o la habilidad social
de los individuos.
Avancemos un poco más, entonces, intentando realizar una
acotación del escenario y el concepto de la inteligencia interper-
Y SUS CONSTRUCTOS DE ESTUDIO
De los temas que estudia la psicología, hay algunos que des-
piertan mucho interés en profesionales y profanos. Uno de ellos

22
ConCepto y perspeCtiva general de las habilidades
soCiales

sonal y las habilidades sociales.

2. MARCO GENERAL DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL

23
es la impronta de las relaciones sociales en nuestra vida y el de- Es nuestra intención
sarrollo de las habilidades pertinentes para optimizarlas: objeto comprender y analizar,
de investigación, sistematización y aplicación de la psicología en este punto, el
marco general de la
social.
psicolo- gía social
En este sentido, es nuestra intención comprender y analizar, actual como disciplina
que estudia y analiza
en este punto, el marco general de la psicología social actual la importan- cia y las
como disciplina que estudia y analiza la importancia y las reper- repercusio- nes de las
cusiones de las habilidades sociales en nuestro funcionamiento habilidades sociales en
psicológico y vital. nuestro
funcionamiento psico-
Tal y como hemos ido señalando, no es ningún secreto que lógico y vital.
una de las partes más importantes de nuestra vida son las
relacio nes sociales. En cada una de las cosas que hacemos hay
un com- ponente de interacción e intercambio con los demás, a
modo de tango social, que determina, en gran medida
(facilitando o entor- peciendo) nuestros objetivos y nuestra
búsqueda de la felicidad.
En este escenario específico, y superando la visión clásica y
reduccionista de la psicología clínica tradicional, más centrada
en diagnosticar y, en su caso, reparar síntomas, déficits y patolo-
gías (neurosis, psicosis, fobias…), emergen algunas corrientes,
como la psicología social y la ciencia de la felicidad, que ha-
cen un hincapié creciente en la identificación de las fortalezas y
virtudes del ser humano (sabiduría, coraje, humanidad, justicia,
moderación, etc.), que mediatizan y hacen posible el logro de
una vida plena y ajustada.
La psicología social es el estudio científico de cómo los La psicología social
pen- samientos, sentimientos y comportamientos de las es el estudio científi-
co de cómo los
personas son influidos por la presencia real, imaginada o pensa- mientos,
implicada de otras personas. Puede ser definida también como sentimientos y
la ciencia que estudia los fenómenos sociales e intenta descubrir comportamientos de
las personas son
las leyes por las que se rige la convivencia. Investiga las
influidos por la pre-
organizaciones socia- les y trata de establecer los patrones de sencia real, imagi-
comportamientos de los individuos en los grupos, los roles que nada o implicada de
desempeñan y todas las situaciones que influyen en su otras personas.
conducta.
Siguiendo a Goleman, y a figuras clave de la psicología
posi- tiva como Seligman, o Carmelo Vázquez, en el ámbito
nacional, podemos afirmar que la psicología social está
comenzando a mi- rar más allá del remedio y se está
transformando en una fuerza positiva para comprender y
promover las cualidades más ele- vadas de la vida cívica y
personal. Pensamos que tal ciencia es posible. Las teorías
psicológicas principales han cambiado para
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mundo

fomentar la investigación de la capacidad y la responsabilidad.


No todas las teorías dominantes ven ya al individuo como un
ser pasivo, indefenso y desesperanzado; más bien los individuos
se ven ahora como seres que toman decisiones, con
preferencias, elecciones, con posibilidad de llegar a sentir
La inteligencia inter- control, sentirse efi- caces bajo circunstancias malignas o
personal y las habili- dramáticas.
dades sociales como
potentes herramien- Bajo esta afirmación se ampara el sentido, la utilidad y la
tas de resiliencia, de efi- cacia de la inteligencia interpersonal y las habilidades
integración, de pleni-
tud y felicidad.
sociales como potentes herramientas de resiliencia, de
integración, de plenitud y felicidad.
No es tarea fácil delimitar estos conceptos, dada su compleja
naturaleza y su relación con otros términos afines. No obstante,
ahora que ya hemos presentado y acotado el escenario genérico
de la psicología social, ya estamos en condiciones de delimitar
sus constructos específicos.

3. UNA RADIOGRAFÍA DE LA INTELIGENCIA


PER- SONAL Y LAS HABILIDADES SOCIALES.
¿CÓMO PODEMOS ACOTAR TÉRMINOS COMO
LA INTE- LIGENCIA PERSONAL Y LAS
HABILIDADES SO- CIALES?
Últimamente se han puesto de moda trabajos, tratados y es-
tudios que han tratado de definir lo que es una conducta social-
mente habilidosa, no habiéndose llegado todavía a un acuerdo
explícito. El esfuerzo de los teóricos por delimitar y definir con-
ceptos como competencia social, habilidad social, inteligencia
social, por citar algunos, es ímprobo y no siempre operativo en
términos prácticos.
Una sintética aproximación terminológica al panorama de la
psicología social, en general, y las habilidades sociales, en par-
ticular, nos permite, sin embargo, extraer diferentes conceptos y
definiciones clave que nos ayudarán a delimitar estos
constructos relacionales.
3.1. De lo más general a lo más concreto. Inteligencias múl-
tiples, inteligencia interpersonal, inteligencia social e inteli-
gencia emocional, ¿sinónimos o constructos independientes?
Antes de abordar el tema de las habilidades sociales hemos
de aludir, aunque sea brevemente, a conceptos como
inteligencias múltiples, inteligencia interpersonal, inteligencia
social e inteli gencia emocional. Una vez presentados estos
conceptos más ge-
24
néricos, pasaremos a realizar, en segundo lugar, un análisis más
preciso tanto de las habilidades y las competencias sociales, así
como de sus múltiples funciones, ingredientes y
manifestaciones psicosociales.
En torno a 1920, poco después de la primera explosión de
entusiasmo que despertó el nuevo test del CI (cociente de inteli-
gencia), el psicólogo norteamericano Edward Thorndike,
definió, por vez primera, la inteligencia social como la
habilidad de com prender y manejar a los hombres y mujeres.
Este concepto, cuya base principal era el sentido de la empatía,
sería equivalente a inteligencia interpersonal, uno de los tipos
de inteligencias iden- tificadas dentro de Howard Gardner’s –
Teoría de inteligencias múltiples; y estaría estrechamente
relacionado, así mismo, con el constructo de Inteligencia
emocional.
Esa definición original de Thorndike, sin embargo, nos
parece algo reduccionista, porque deja abierta la posibilidad de
concluir que la manipulación es el rasgo distintivo del talento
interperso- nal.
La inteligencia social
Convendría, por tanto, considerar a la inteligencia social en como una aptitud que
un sentido más amplio, como una aptitud que no sólo implica no sólo implica cono-
conocer el funcionamiento de las relaciones, sino comportarse cer el funcionamiento
de las relaciones, sino
también inteligentemente en ellas. comportarse también
Gardner, por su parte, consideraba que, si sólo se tiene en inteligentemente en
ellas.
cuenta el cociente intelectual al evaluar a un individuo, se
limita- ría la noción de inteligencia, porque este baremo no
valora ni las habilidades ni las capacidades necesarias para
triunfar en la vida.
Por eso, Gardner tuvo en cuenta no sólo ésas sino también
otras aptitudes para explicar las distintas clases de inteligencias,
y las dividió en siete: interpersonal (capacidad de interactuar
con otros), intrapersonal (vida emocional propia), espacial
(visuali- zación), lógico–matemática (inteligencia no verbal,
relacionada con el cociente intelectual), musical, lingüística
(para discernir y dialogar) y sinético–corporal (deportes, danza,
movimientos reflejos). De esta forma, Gardner acuñó el
concepto de inteligen cias múltiples a finales de los años
ochenta.
En las variedades de la inteligencia descrita, destacamos lo
que Gardner denomina inteligencias personales, donde incluye
dos aspectos. Por una parte, la inteligencia intrapersonal,
relacio- nada con la imagen de nosotros mismos y, por otra, la
inteligen cia interpersonal, entendida como la capacidad de
comprender a
Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
mundo

los demás, y que se subdivide, así mismo, en cuatro habilidades


diferentes: 1) liderazgo; 2) aptitud de establecer relaciones y
mantener amistades; 3) capacidad de solucionar conflictos, y
4) habilidad para el análisis social (Gardner, 1995).
Pelechano afirmaba al respecto que, mientras que la
inteligen cia socio–personal se encuentra identificada con
problemas de competencia social, la interpersonal (tanto a nivel
intrapersonal como interpersonal) se vincula con la competencia
personal de solución de problemas personales de uno mismo y
de los demás.
Por su parte, de acuerdo con la AARM (2000:32), la inteli-
gencia social hace referencia a la capacidad para entender las
La inteligencia social
hace referencia a la expectativas sociales y la conducta de los demás, así como para
ca- pacidad para juzgar adecuadamente cómo comportarse en situaciones socia
entender las les. Sus principales componentes son la conciencia social y las
expectativas socia- les
habilidades sociales, para sintonizar, entrar y entender la rea
y la conducta de los
demás, así como para lidad interior del otro. Más concretamente, incluye elementos
juzgar adecuadamente como: comprensión social, intuición, juicio y comunicación.
cómo comportarse en (Greenspan, 1979, 1981). La inteligencia social se esconde, por
situaciones sociales.
tanto, detrás de interacciones y de comportamientos del grupo;
y es fundamental en conductas adaptativas como las
habilidades sociales, de comunicación, trabajo, tiempo libre,
vida en el ho gar y utilización de la comunidad.
Esta definición vincula a la inteligencia social con conceptos
próximos como la cognición social y la inteligencia social. Esta
perspectiva ensancha, así mismo, el foco de la inteligencia
social desde un punto de vista unipersonal a una perspectiva de
dos personas.
Expandir de este modo el concepto de inteligencia social,
permite comprender lo que verdaderamente sucede cuando las
personas interactúan y también nos anima mirar más allá del es-
trecho interés personal hacia el mejor interés por los demás. De
esta forma se enriquecen las habilidades de empatía y de
preocu- pación por el otro.
Esto ha derivado en una confusión conceptual dentro de la
psicología, sobre cuáles de las habilidades humanas son sociales
y cuáles son emocionales. En realidad ambos dominios se entre-
con sus centros emocionales. En este punto, creemos que no po-
demos aislar la causa de una emoción del mundo de las rela-
ciones; ya que las interacciones sociales son las que mueven
las emociones.
26
ConCepto y perspeCtiva general de las habilidades
soCiales

mezclan, así como la propiedad social del cerebro se superpone

27
Consideramos que las aportaciones de Goleman a la deli- Goleman ha hecho
mitación conceptual de estos constructos psico–emocionales y popular el concepto
psico–sociales, merece un apartado especial. Aunque tendremos de inteligencia
emocio- nal que
oportunidad de retomar sus aportes a lo largo del libro, intenta- define como la
remos sintetizar en este punto, los puntos más importantes de su habilidad de com-
modelo de inteligencia social y emocional. prender y manejar
nuestras emociones
Goleman ha hecho popular el concepto de inteligencia emo- y las de quienes nos
cional que define como la habilidad de comprender y rodean, en la forma
manejar nuestras emociones y las de quienes nos rodean, en más conveniente y
satisfactoria.
la forma más conveniente y satisfactoria.
Aprovecharemos el próximo capítulo del libro para recuperar
y abundar en las características y los elementos clave del
modelo de inteligencia emocional actual. De momento,
podemos adelantar que el modelo inicial de Goleman contiene
dos grandes categorías; las competencias personales, definidas
como aquellas destrezas individuales para manejarse a sí
mismos y las competencias socia les definidas como aquellas
destrezas individuales que determinan cómo nos relacionamos
La inteligencia intra-
con otros (Andújar, 2002). personal descrita por
Goleman es similar
Goleman afirma, por tanto, que el término inteligencia emo-
a lo que entende-
cional incluye dos tipos de inteligencia: la intrapersonal y la mos por autoestima,
interpersonal. La primera sería muy similar a la autoestima, aunque centrándose
mientras que la segunda estaría muy relacionada con las habi- en sentimientos. Es
la capacidad de ver y
lidades sociales, como veremos en los dos siguientes apartados. asumir, con realismo,
Así mismo, Goleman afirma que estas competencias se podrían respeto y veracidad
comprimir en veinte subcompetencias. cómo somos y qué
queremos, y de enten-
La inteligencia intrapersonal descrita por Goleman es der cabalmente cuáles
similar a lo que entendemos por autoestima, aunque centrándose son nuestras priorida-
des y anhelos, para así
en sen- timientos. Es la capacidad de ver y asumir, con actuar en consecuen-
realismo, respeto y veracidad cómo somos y qué queremos, y de cia.
entender cabal- mente cuáles son nuestras prioridades y anhelos,
para así actuar en consecuencia.
Goleman divide esta macro–competencia en tres áreas: la
autoconciencia emocional, el autocontrol y la automotivación;
ingredientes fundamentales para conocernos mejor y
comunicar- nos eficazmente con nosotros mismos.
Por su parte, Goleman considera que la inteligencia emocio
nal interpersonal es la habilidad para entender y relacionarnos
eficazmente con nuestras emociones y las de los demás, en el
ám- bito de las relaciones interpersonales. Este constructo
contempla
Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
mundo

Por su parte, Gole- la capacidad de entender a otras personas, interactuar con ellos
man considera que y entablar empatía.
la inteligencia emo
cional interpersonal La inteligencia interpersonal se basa en el desarrollo de dos
es la habilidad para grandes tipos de capacidades: la empatía y la capacidad de ma
entender y relacionar- nejar las relaciones interpersonales.
nos eficazmente con
nuestras emociones y Concretamente, para poder desarrollar esta inteligencia so-
las de los demás, en el cial, y conseguir unas relaciones productivas y personales salu-
ámbito de las relacio-
nes interpersonales.
dables, eficaces y eficientes, Goleman nos propone dos presun-
Este constructo con- ciones esenciales: la conciencia social y la aptitud social.
templa la capacidad
de entender a otras
La conciencia social sería el cúmulo de sentimientos que te-
personas, interactuar nemos hacia los demás derivados de la capacidad cerebral que
con ellos y entablar nos permite ser empáticos, y estaría compuesta por lo que Gole-
empatía. man define como la empatía primordial, la sintonía, la exactitud
empática y la cognición social.
Por su lado, la aptitud social vendría determinada por lo que
hacemos con esa conciencia social; es decir, nuestro comporta-
miento relacional (de influencia, persuasión, liderazgo,
moviliza- ción, etc.), y estaría determinado por la sincronía, la
presentación de uno mismo, la influencia y el interés por los
demás. Tendre- mos ocasión de detallar todos estos elementos
en los próximos capítulos.
Una vez hecho este análisis a lo largo de diferentes teorías,
Desarrollar la inteli- modelos y autores, podemos afirmar, por tanto, que desarrollar
gencia interpersonal y la inteligencia interpersonal y la intrapersonal es fundamen-
la intrapersonal es fun-
damental para lograr tal para lograr la estabilidad emocional y así dar lo mejor
la estabilidad emocio- de nosotros mismos en las áreas que nos desempeñemos, al
nal y así dar lo mejor aplicar la congruencia hacia adentro y hacia afuera.
de nosotros mismos en
las áreas que nos des- Avancemos, un poco más, para acotar, ahora, los términos
empeñemos, al aplicar de competencias o habilidades sociales; que forman parte de
la congruencia hacia ese constructo más global de inteligencia social o interpersonal.
adentro y hacia afuera.

4. LA MANIFESTACIÓN DIRECTA DE LA INTELI-


GENCIA INTERPERSONAL. COMPETENCIAS Y
HABILIDADES SOCIALES
4.1. Conceptualización y elementos definitorios.
Hemos podido comprobar, a lo largo del apartado anterior,
cómo la inteligencia emocional y la inteligencia social o inter-
personal pueden desglosarse en una serie de competencias o ha-
bilidades específicas, que definen y modulan nuestro grado de
eficacia psicosocial.
28
De hecho, una rápida revisión de la bibliografía arroja una
gran dispersión terminológica, como se muestra en los siguien-
tes términos: habilidades sociales, habilidades de interacción
social, habilidades para la interacción, habilidades interperso
nales, habilidades de relación interpersonal, habilidades para
la relación interpersonal, destrezas sociales, habilidades de in
tercambio social, conducta interactiva, conducta interpersonal,
relaciones interpersonales, conducta socio–interactiva, inter
cambios sociales, entre otros (Caballo, 1993; Elliot y Gresham,
1991; Hundert, 1995).
Esta falta de precisión se aprecia también en los intentos de
conceptualizar, definir y describir la competencia social y las
ha- bilidades sociales, de forma que es un campo confuso y
complejo que no está bien definido ni suficientemente
delimitado.
A la hora de definir qué es una habilidad social o una com-
petencia social surgen los problemas. Se han dado numerosas
definiciones, sin que la psicología haya llegado, todavía, a un
acuerdo explícito sobre lo que constituye una conducta social-
mente habilidosa.
Por otro lado, definir qué es una habilidad social resulta
difí- cil, por dos razones, fundamentalmente:
• Dentro del concepto de habilidad social se incluyen mu-
chas conductas.
• Las distintas habilidades sociales dependen de un
contexto social, que siempre es muy variable.
A pesar de las dificultades para definir qué es una habilidad
social son muchas las definiciones dadas y la investigación en
torno a ellas. A continuación se citan algunas de las más
relevan- tes (Secord & Backman, 1976), (Blanco, 1981),
(Caballo, 1986),
(Kelly, 1992), (Pérez–Santamarina, 1999), (Gismero, 2000): La
capacidad de desempeñar el rol (…) de cumplir fielmente con
las expectativas que los otros tienen respecto a alguien como
ocu pante de un estatus en una situación dada. Expresión
adecuada de cualquier emoción, que no sea la respuesta de
ansiedad. La capacidad que el individuo posee de percibir,
entender, descifrar y responder a los estímulos sociales en
general, especialmente a aquellos que provienen del
comportamiento de los demás. Un conjunto de conductas
sociales dirigidas hacia un objeto, inte rrelacionadas, que
pueden aprenderse y que están bajo el control del individuo.
Conjunto de conductas emitidas por un individuo
Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
mundo

en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, acti


tudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un
modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en
los demás, y que, generalmente, resuelve los problemas
inmediatos de la si tuación mientras minimiza la probabilidad
de futuros problemas. Conductas aprendidas que ponen en
juego las personas en si tuaciones interpersonales para obtener
o mantener reforzamien to del ambiente; entendidas de esta
manera, las habilidades so ciales pueden considerarse como
vías o rutas hacia los objetivos de un individuo. Conjunto de
respuestas verbales y no verbales, parcialmente independientes
y situacionalmente específicas, a través de las cuales un
individuo expresa, en un contexto inter personal, sus
necesidades, sentimientos, preferencias, opiniones o derechos
sin ansiedad excesiva y de manera no aversiva, respe tando
todo ello en los demás. Esta premisa trae como consecuen cia
trae como consecuencia el auto–reforzamiento, y maximiza, así
mismo, la probabilidad de conseguir refuerzo externo.
Como podemos observar, definiciones sobre el término hay
muchas. Dado que no existe una única definición de
habilidades sociales, y siguiendo, en gran medida a Santos
Rego (Santos & Lorenzo, 1999) podemos afirmar que muchas
de las definiciones existentes sobre habilidades sociales
incluyen los siguientes ele mentos y características comunes:
• Las habilidades sociales son conductas aprendidas, so-
cialmente aceptadas y que, a su vez, posibilitan la
interacción con los demás.
• Son conductas instrumentales necesarias para alcanzar
una meta.
• En ellas se unen aspectos observables– de tipo conduc-
tual– y aspectos de naturaleza cognitiva y afectiva no direc
La evaluación, inter
tamente observables.
pretación y entrena • La evaluación, interpretación y entrenamiento de las ha
miento de las bilidades sociales debe estar en consonancia con el contexto
habilida des sociales
debe estar en
social.
consonancia con el En síntesis, las dimensiones de las habilidades sociales vie-
contexto social. nen determinadas, por tanto, por variables de la persona, facto
dimensiones son de tipo conductual (componentes verbales,
paralingüísticos y verbales); personal (habilidades cognitivas,
afectivas y fisiológicas) y situacional (contexto ambiental).

30
ConCepto y perspeCtiva general de las habilidades
soCiales

res ambientales y la interacción entre ambos. Por lo tanto, las

31
A partir de todas estas contribuciones conceptuales, se han
configurado entrenamientos en habilidades sociales y procedi-
mientos de intervención que optimizan el contenido y las conse-
cuencias de una conducta socialmente habilidosa.
En este punto, nos surge una cuestión: ¿habilidades sociales
y competencias sociales son términos sinónimos?
4.2. Habilidades sociales y competencias sociales,
¿sinónimos o constructos independientes?
Hay numerosas terminologías para referirse a habilidades so-
ciales, por ejemplo competencia social. Se refieren ambos
térmi- nos al proceso por el cual la gente se relaciona de forma
eficaz o hábil con los demás. Los que llaman a esto
competencia social, usan el término asertividad y habilidades
sociales como sinó- nimos. Y los que llaman a eso habilidades
sociales, consideran que éstas son los componentes específicos
que se utilizan en la interacción social (y que contribuyen a una
manifestación global de la habilidad social) incluyendo a la
asertividad como una más de esas habilidades.
Parece haber cierto acuerdo, eso sí, en considerar las
habilida- des sociales como habilidades discretas y observables;
mientras que, la competencia social puede definirse como la
eficiencia y adecuación de los comportamientos del sujeto, tanto
encubier- tos como explícitos. En este bosque semántico, ambos
conceptos podrían considerarse, a su vez, como subcategorías
de las habi- lidades para la vida y el comportamiento adaptativo
general del sujeto.
4.3. ¿Con qué definición de habilidades sociales nos quedamos?
Las habilidades socia-
Después de todo lo avanzado, ya estamos en condiciones les son un conjunto
para realizar una apuesta por una definición de habilidades de hábitos (conduc-
sociales, a modo de hilo de conductor para el desarrollo del tas, pensamientos y
emociones) que nos
resto del libro. Por la claridad, sencillez y amplitud expositiva permiten comunicar-
de la definición, vamos a apoyarnos en la conceptualización que nos con los demás en
propone Elia Roca, como punto de partida para nuestros forma eficaz,
posteriores análisis. mantener relaciones
interperso- nales
Roca (2003) considera que… satisfactorias,
sentirnos bien, obte-
Las habilidades sociales son un conjunto de hábitos (con- ner lo que queremos y
ductas, pensamientos y emociones) que nos permiten comu- conseguir que las otras
nicarnos con los demás en forma eficaz, mantener relaciones personas no nos impi-
dan lograr nuestros
interpersonales satisfactorias, sentirnos bien, obtener lo que objetivos.
Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
mundo

queremos y conseguir que las otras personas no nos impidan


lograr nuestros objetivos.
Al hilo de lo anterior, las habilidades sociales también apun-
tarían a la capacidad de relacionarnos con los demás, en forma
tal que consigamos un máximo de beneficios y un mínimo de
consecuencias negativas; tanto a corto como a largo plazo.
Como podemos observar, este concepto de habilidades
socia- les incluye temas afines como la asertividad, la
autoestima y la inteligencia emocional. Esta definición
contempla también diferentes funciones, dimensiones,
ingredientes y manifesta- ciones (cognitivas, emocionales y
conductuales), que iremos desgranando a lo largo de los
próximos epígrafes y capítulos, como paso previo a la propuesta
de un programa de técnicas y recursos de entrenamiento para
mejorar todas las áreas psicoso- ciales implicadas.

5. ¿PARA QUÉ SIRVEN LAS HABILIDADES


SOCIA- LES? SENTIDO, FUNCIONES E
IMPORTANCIA.
A nivel práctico, podemos esbozar las principales funciones
y aplicaciones de las habilidades sociales, para terminar de
clarifi- car la importancia de este constructo psicosocial.
La importancia de tener habilidades sociales radica en que
La importancia de
tener habilidades es una forma de conexión con el entorno, y se manifiesta a tra-
sociales radica en vés de nuestros diferentes comportamientos (paraverbales, ver-
que es una forma bales y no verbales).
de conexión con el
entorno, y se mani- Tal y como adelantábamos en el capítulo introductorio, las
fiesta a través de habilidades sociales propician las relaciones y la convivencia
nuestros diferentes
comportamientos, con los demás. Siguiendo a Roca (2003), las habilidades
(paraverbales, verba- sociales son primordiales en nuestra vida y nuestras relaciones
les y no verbales). con el mundo ya que:
• Las relaciones con los demás son una de nuestras princi
pales fuentes de bienestar o satisfacción, y pueden
Mantener relaciones
satisfactorias con las
convertir se, así mismo, en la mayor causa de estrés y
demás personas eleva malestar; sobre todo si tenemos déficits de habilidades
nuestro nivel de au- sociales.
toestima.
• Mantener relaciones satisfactorias con las demás personas
eleva nuestro nivel de autoestima.
• Poseer buenas habilidades sociales nos permite compren
der mejor a los demás y comprendernos mejor a nosotros.

32
ConCepto y perspeCtiva general de las habilidades
soCiales

• La falta de habilidades sociales nos lleva a sentir con fre


cuencia emociones negativas, como la frustración o la ira, y relaciones personales
a sentirnos rechazados, infravalorados o desatendidos por los problemáticas que
pueden causar o
demás. empeorar su
• Las personas con pocas habilidades sociales son más depresión.
pro pensas a padecer alteraciones psicológicas como
ansiedad o depresión, así como enfermedades
psicosomáticas.
• Ser socialmente hábil o eficaz ayuda a aumentar nuestra
calidad de vida, en la medida en que nos ayuda a sentirnos
bien y a obtener nuestros objetivos.
No sólo será importante tener habilidades sociales, sino po-
nerlas en práctica en la situación adecuada. Esta adecuación de
las conductas al contexto es lo que podemos denominar compe
tencia social.
De esta forma, y al hilo de lo que expone Roca (2003), pode-
mos considerar a las habilidades sociales, tal y como ocurre con
la inteligencia emocional y la autoestima, como una especie de
sistema inmunológico que, cuando funciona de manera óptima,
nos protege de cualquier desequilibrio psicológico–emocional o
nos ayuda a superarlo satisfactoriamente si éste se produce (por
ejemplo, cuando afrontamos situaciones muy estresantes). La
terapia interpersonal (TIP)2 considera, al respecto, que la ma-
yoría de las psicopatologías son causadas por conflictos o
dé- ficits en las relaciones interpersonales.
Un adecuado aprendizaje, entrenamiento y puesta en
prác- tica de habilidades sociales supone, por tanto, garantizar
que este sistema inmunológico se ponga en marcha, evitando
agresiones externas que nos impiden lograr nuestros objetivos o
disfrutar de nuestras interacciones con los demás, tanto a corto
como a largo plazo.

6. ¿QUÉ TIPOS DE HABILIDADES SOCIALES EN-


TRAN EN JUEGO EN NUESTRAS INTERACCIO-
NES? ¿CÓMO SE PUEDEN CLASIFICAR?
Podemos afirmar que las habilidades requeridas varían
según las situaciones, las personas con quienes nos relacio-
namos o los objetivos que pretendemos alcanzar en cada in-
teracción. En este sentido, existen muchos tipos diferentes de
habilidades sociales porque hay muchos y diferentes contextos
2 La terapia interpersonal ayuda a las personas a entender y resolver

33
Las habiLidades sociaLes: eLemento cLave en nuestras reLaciones con eL
mundo

No sólo será importan-


te tener habilidades so-
ciales, sino ponerlas
en práctica en la
situación adecuada.

queridas varían se-


gún las situaciones, Las habilidades re-
las personas con quie-
nes nos relacionamos
o los objetivos que
pretendemos alcan-
zar en cada interac-

34
en los que es importante comportarse y hablar de manera apro-
piada. Es evidente, que no nos relacionamos de igual manera
con un vecino en el ascensor, que con nuestro jefe, o que con
nuestra pareja.
La pormenorización y el detalle de las habilidades sociales
dependen del criterio que se elija para agruparlas. Podemos en-
contrar categorías referidas a:
• Contextos, como el familiar, el laboral, el personal.
• A personas con las que se utilizan (elemento inap de la
lista), como niños, adultos, profesionales, conocidos, desco-
nocidos, compañeros de trabajo.
• Al componente psicológico implicado, como habilidades
cognitivas, emocionales o conductuales –de interacción co-
municativa y social–.
• Relacionadas con el área concreto al que se refieran,
como habilidades básicas de interacción social, habilidades
para hacer amigos, habilidades conversacionales, habilidades
relacionadas con sentimientos, emociones y opiniones,
habili- dades de resolución de problemas interpersonales,
etc.
La mayoría de los autores clasifican las habilidades sociales
como:
• Elementales.
• Avanzadas.
• Relacionadas con los sentimientos.
• De control de la agresividad.
• De gestión del estrés.
• De planificación.
De esta forma, podemos señalar, en la siguiente tabla, los
siguientes grupos de habilidades y de competencias implicadas:
GRUPO I: Habilidades sociales básicas GRUPO II. Habilidades sociales avanzadas
Escuchar. Pedir ayuda.
Iniciar una conversación. Participar.
Mantener una conversación. Dar instrucciones.
Formular una pregunta. Seguir instrucciones.
Dar las gracias. Disculparse.
Presentarse. Convencer a los demás y ser persuasivo.
Presentar a otras personas.
Hacer un cumplido.
GRUPO III. Habilidades relacionadas GRUPO IV. Habilidades alternativas a la
con los sentimientos agresión
Conocer los propios sentimientos. Pedir permiso.
Expresar los sentimientos. Compartir algo.
Comprender los sentimientos de los demás. Ayudar a los demás.
Enfrentarse con el enfado del otro. Negociar.
Expresar afecto. Emplear el autocontrol.
Resolver el miedo. Defender los propios derechos.
Autorrecompensarse. Responder a las bromas.
Evitar los problemas con los demás.
No entrar en peleas.
GRUPO V. Habilidades para hacer fren- GRUPO VI. Habilidades de planificación
te al estrés
Formular una queja. Tomar iniciativas.
Responder a una queja. Discernir sobre la causa de un problema.
Demostrar deportividad después del juego. Establecer un objetivo.
Resolver la vergüenza. Determinar las propias habilidades.
Arreglárselas cuando te dejan de lado. Recoger información.
Defender a un amigo. Resolver los problemas según su importancia.
Responder a la persuasión. Tomar una decisión.
Responder al fracaso. Concentrarse en una tarea.
Enfrentarse a los mensajes contradictorios.
Responder a una acusación.
Prepararse para una conversación difícil.
Hacer frente a las presiones de grupo.
* Tabla 1. Clasificación de habilidades sociales
En la parte más aplicada del libro, tendremos ocasión de
anali- zar las condiciones, los pensamientos, las actitudes y los
procedi- mientos óptimos para poner en práctica la mayoría de
las compe- tencias sociales citadas. Dejaremos, para otra
ocasión, el desarrollo de las habilidades de planificación
propias del grupo VI.
– La conducta motora 7. ¿QUÉ COMPONENTES O DIMENSIONES INTE-
manifiesta y observa- GRAN TODAS LAS HABILIDADES SOCIALES SE-
ble externamente.
– El componente
ÑALADAS?
fisio- lógico– Al hilo de lo anterior, la psicología científica ha abordado el
emocional y. estudio de las habilidades sociales considerando tres
– Las cogniciones, es
decir, las creencias, dimensiones:
pensamientos e imá- La conducta motora manifiesta y observable externamente.
genes mentales.
El componente fisiológico–emocional.
Las cogniciones, es decir, las creencias, pensamientos e imá-
genes mentales.
Las conductas observables –mirada, expresión facial, gestos,
forma y contenido de la comunicación verbal, etc– son los com-
ponentes más evidentes de las habilidades sociales, y también
los que más se han investigado.
Por su parte, los componentes fisiológicos de las habilidades
sociales apuntan a los cambios físico–químicos corporales rela-
cionados con ellas; por ejemplo, la hiperactivación del sistema
nervioso simpático que se produce cuando experimentamos an-
siedad o ira en una determinada situación3.
En los últimos años, la psicología científica ha ido centrán-
dose, cada más, en los componentes cognitivos de las
habilidades sociales; reconociéndose así el papel determinante
de nuestros pensamientos y creencias (de nuestra forma de
percibir y evaluar la realidad).
Aprovecharemos los próximos capítulos teóricos del libro
para analizar y diseccionar las principales dimensiones (cogniti-
vas, fisiológico – emocionales y conductuales) de las
habilidades sociales.
Una vez acotado el escenario inicial de las habilidades so-
ciales, intentaremos ganar en claridad sobre este constructo en
el segundo capítulo de este manual; al desglosar los principales
ingredientes y manifestaciones del guiso de la inteligencia
inter personal y las habilidades sociales.

3 Esa hiperactivación puede hacer más difícil que aprendamos ciertas


habili- dades sociales o que las expresemos adecuadamente aunque las
poseamos. Por eso, en el entrenamiento en habilidades sociales se
utilizan técnicas de control de la ansiedad, cuando la persona se pone
nerviosa en una interacción social, por ejemplo, al hablar en público.
También se utilizan técnicas para con- trolar la ira excesiva o
contraproducente.
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