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La Ley y La Gracia de Dios

La ley y la Gracia de Dios


Es con temor y fe que empezado a escribir este documento. He sentido
el impulso del Espíritu Santo para escribir este documento pienso que de
alguna forma me ha traído también a mí claridad en este tema así como
creo que le traerá claridad algunas personas de las que lean este
documento. Con tristeza he visto algunas personas cercanas a mí qué
han empezado a seguir la ley para agradar a Dios; digo con tristeza
porque al hacer esto nos estamos alejando de la gracia de Dios.
No me considero un maestro en el tema pero siento el impulso del
Espíritu Santo que me lleva a hacer esto, entonces lo hago en obediencia
al Señor.
Este vital importancia que entendamos que la ley de Dios es buena y
perfecta no es algo malo que el Cristiano debo huir de ella. La ley de qué
estamos hablando tiene su origen en Dios esto es muy importante
entenderlo.
El salmo 19 en el versículo 7 nos dice que : “La ley de Jehová es perfecta,
que vuelve el alma: el testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al
pequeño.”
Vamos entonces a referirnos a la ley de Dios como las ordenanzas dadas
al pueblo judío, en esto se incluyen los 10 mandamientos y las leyes
sociales y sacerdotales.
Dios entonces les dio la ley al pueblo judío para bendecirlo y por medio
del pueblo judío Dios estaba bendiciendo al mundo entero. Vemos en
este tiempo como toda nuestra sociedad está basada en menor o en
mayor proporción en casi todos los países actuales del mundo en la ley
de Dios. Aunque muchos políticos y muchas personas no lo quieren
aceptar todo lo que la sociedad actual se rige está basada en la ley que
Henry Padilla Londoño
La Ley y La Gracia de Dios

Dios le dio al pueblo judío. Así como en todos los pueblos en este
momento el matar a otra persona es juzgado por la ley, el robar es
juzgado, pero también poco a poco se han ido intentando sacar algunos
de los mandamientos que Dios le dio al pueblo judío porque algunos los
consideran incómodos y lo que hacen actualmente algunos grupos es
intentar cambiar estas leyes para introducir sus propias leyes . Esto es lo
que actualmente podemos ver en todo el mundo como la decadencia
social, la sociedad está disolviéndose a causa de que el hombre se aleja
de Dios. En la actualidad es muy común la separación en el matrimonio,
el vivir juntos sin haberse casado delante de Dios, el matrimonio o el vivir
juntos de las parejas homosexuales, en la actualidad se le enseña a los
niños acerca de la evolución y se prohíbe en las escuelas enseñar acerca
de Dios, en la actualidad está prohibido en el país en que vivo en este
momento y en muchos países el hablar de Dios en los hospitales en los
sitios públicos, intentan sacar a Dios del medio, llevando a una
decadencia social y de la persona en sí. La persona ha perdido su rumbo
y en este momento en muchos países es increíble lo que algunas
personas llegan a hacer, que no merecen ni mencionarlos en este
documento pero que la mayoría de nosotros nos aterramos, basta con
abrir Facebook o cualquier red social y empieza uno a observar las
aberraciones que muchas personas hacen y se sienten orgullosos de lo
que hacen . Este tiempo está marcado por esa rebelión en contra de Dios,
aún en las iglesias cristianas o que se dicen cristianas sé predica un
Evangelio propio para acomodarse al tiempo y a la ley actual de cada
país dejando de lado algunas partes de la palabra de Dios y cambiando
otras partes.
Como consecuencia de esta rebelión y de este alejamiento de Dios en
toda la sociedad y que las iglesias cristianas que se adaptan a esto,
muchas personas qué creen en el señor se confunden y se ven atrapados
en el engaño del legalismo alejándose así de la gracia de Dios. La religión

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

entonces ha tomado nueva fuerza y ha tomado una apariencia de


piedad. Es imposible llegar a la gracia por medio de la ley. La ley y la
gracia de Dios son excluyentes, o sea quiero decir, el que sigue la ley no
puede tener la gracia de Dios y el que vive en la gracia de Dios no puede
vivir por la ley. Más adelante en este texto voy a soportar esto con
versículos bíblicos. Es pues la ley el esfuerzo del hombre por agradar a
Dios de acuerdo a sus ordenanzas, y la gracia el regalo de la justicia
eterna de Dios a todo hombre pecador qué recibe a Jesús como su señor
y su Salvador. El hombre que vive en la gracia de Dios no vive sin ley pero
tampoco vive por ella, la gracia de Dios es la justicia de Dios dada al
hombre y nos lleva a cumplir por completo la ley de Dios no por nuestra
voluntad sino por nuestra naturaleza que ahora es cambiada. Es muy
importante que veamos esta diferencia en el primer caso el hombre se
esfuerza por agradar a Dios usa su voluntad y su fuerza propia para
intentar guardar la ley de Dios en el 2º caso el hombre se entrega por
completo a Cristo, es transformado, su naturaleza es cambiada y ahora
cumple la ley no porque se esfuerce sino porque él tiene la naturaleza de
Dios. Podemos entonces entender porque Jesús dijo yo no vengo a
abrogar la ley sino a cumplirla y eso es lo que nosotros hacemos también
nosotros cumplimos la ley porque somos la justicia de Dios en Cristo.
En este punto del texto las personas quizás llegan a esto por primer vez
se estarán preguntando: como así, entonces el Cristiano no peca? por
supuesto que sí, pero vamos a ver esta respuesta poco a poco en el texto
espero que me siga. Pero entonces también cabe la pregunta cuál es el
propósito de la ley? y porque fue dado al hombre la ley que si no podía
ser cumplida?
Si guardamos la ley obtenemos bendición,
Salmos 119:1 ALEPH. BIENAVENTURADOS los perfectos de camino; los
que andan en la ley de Jehová.

Henry Padilla Londoño


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Vemos entonces que la ley es en sí, buena y perfecta, si guardáramos


todas las ordenanzas de la ley de Dios seremos entonces
Bienaventurados.
¿Quiénes deben guardar la ley de Dios?
La Palabra de Dios es clara en esto, si guardas la ley de Dios recibirás
bendición, sino lo haces recibirás maldición. Existen dos formas
completamente opuestas para recibir la bendición de Dios, por la Ley de
Dios o por la gracia de Dios, entonces todo el que quiera recibir de Dios
bendición por la ley, debe guardar toda la ley.
Deuteronomio 27:26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta
ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Es importante que entandamos que Dios está mucho más alto que lo que
nosotros podemos entender, Él es Santo, perfecto. En Él no hay pecado,
ni la más mínima sombra de pecado, el habita en la luz a la que ninguno
de nosotros tenemos posibilidad siquiera de acercarnos.
La ley que Dios nos dejo es el mínimo requerimiento que alguien que se
quiera acercar a Dios tiene que cumplir, nótese que digo lo mínimo.
Porque, aunque la ley es perfecta, me refiero a la ley de ordenanzas, son
dadas en formas de hacer, guardar, no hacer, etc. las ordenanzas no
pueden crear el amor, la misericordia, la humildad, la paz, la verdad.
Todos estos atributos que he nombrado, son atributos de Dios, el cual no
solo es perfecto, sin pecado, sino también lleno de amor, paz,
misericordia, benignidad, poder, gloria. Cumplir la ley de Dios es
entonces el mínimo requerimiento para poder presentarnos delante de
Dios.
Si me han seguido hasta este punto, sé que muchos conmigo en este
punto exclamamos: Entonces, NADIE, puede estar delante de Dios,
¿porque Quien puede guardar la ley de Dios todo el tiempo?

Henry Padilla Londoño


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Aunque muchos nos esforzamos, unos más que otros, todos llegamos a
la misma conclusión: Es imposible guardar la ley de Dios todo el tiempo,
y no fallar ni un punto durante toda la vida.
Y recordemos, no guardar la ley es estar bajo maldición, esta maldición
es Dios mismo el que la dice:
26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas.
Y dirá todo el pueblo: Amén.
Luego podemos decir, que el que se quiera acercar a Dios guardando la
ley, queda automáticamente bajo maldición.
Aunque queremos algo bueno, a decir, acercarnos a Dios, al intentarlo
por medio de la ley, quedamos bajo maldición, puesto que es imposible
para el hombre natural guardar la Ley de Dios.
Romanos 3:20a Porque por las obras de la ley ninguna carne se
justificará delante de él; ...
Este es el dilema y ha sido el dilema desde el principio, cuando les fue
dada la ley al pueblo judío. POR LA LEY NADIE PUEDE SER JUSTIFICADO,
PUESTO QUE NADIE PUEDE GUARDAR TODA LA LEY.
Este dilema tenia a los mismos ángeles atónitos, sin encontrar solución.
El Amor de Dios es eterno por nosotros, pero si El dejara pasar pecado
por aceptar a sus amadas criaturas, quedaría El envuelto en pecado.
Dios provee desde el principio una solución, que nos fue dejada en la ley,
que se expresa en forma de símbolos y profecías que hablaban de forma
directa de un Salvador. Este Salvador quitaría de en medio el pecado.
Isa 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y
abatido.

Henry Padilla Londoño


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Isa 53:5 Mas él herido fué por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos
nosotros curados.
Isaías es uno de los profetas que nos habla de un Salvador que vendría y
llevaría nuestros pecados sobre él, para darnos la paz.
El pecado y la muerte están unidos, la única forma de quitar el pecado es
morir.
Ezequiel 18:20 El alma que pecare, esa morirá: el hijo no llevará por el
pecado del padre, ni el padre llevará por el pecado del hijo: la justicia
del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
Pero, si por la ley nadie puede ser justo, ¿Cuál es el propósito de la ley?
La segunda parte de Romanos 3:20 nos responde en parte a esta
pregunta,
Romanos 3:20 Porque por las obras de la ley ninguna carne se
justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del
pecado.
Uno de los propósitos de la ley de Dios, es darnos conocimiento de
pecado.
Todos, hombres y mujeres, venimos de Adán, el primer hombre que Dios
creo a su imagen y semejanza, Adán podía apreciar la bondad de Dios,
con la inteligencia y sabiduría que Dios había puesto en él dio nombre a
todos los animales, podía disfrutar de los frutos de Edén, y luego cuando
Eva fue creada de una de sus costillas, podía comunicarse con ella,
interactuar al mismo nivel. Adán y Eva podían gobernar sobre toda la
creación de Dios, y esto implicaba decidir sobre la creación, Adán
también podía hablar con Dios, agradecerle, esto lo hacía cada día. Adán
y Eva no necesitaban la ley para presentarse delante de Dios, ellos eran

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justos en sí, y no había pecado en ellos. Dios dio una ordenanza a Adán,
antes de crear a Eva, él debía trabajar el huerto y guardarlo, podía comer
de todo fruto excepto de un fruto.
Yo creo cien por cien en esto que la biblia nos describe, la religión de los
evolucionistas, es solo otra religión creada por el hombre para apartarse
de Dios.
La ordenanza que Dios le da a Adán no es una ley para acercarse a él, es
una ordenanza para guardar la vida que Dios le ha dado dentro de él,
mientras haga esto la vida de Dios permanecerá en él, pero el día que el
incumpla esta ordenanza, moriría, la vida de Dios lo dejaría y no podría
más presentarse delante de Dios, pues se vería desnudo y se intentaría
esconder de su presencia.
Gen 2:17 Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él;
porque el día que de él comieres, morirás.
Todos los atributos que Dios puso en Adán y Eva, eran usados en el
principio para la gloria de Dios, el hombre se movía en la voluntad de
Dios y hacia el propósito de Dios.
Cuando el hombre desobedece la ordenanza de Dios, todos estos
atributos no desaparecen, la vida de Dios desaparece del hombre, y en
su lugar Adán toma la posición que antes tenía Dios en la vida de Adán.
Existe otro personaje en esta trama, la serpiente, Satanás, el arcángel
caído, que antes que Adán ha decidido seguir el camino de la rebeldía.
En el cielo había gran confusión, muchos ángeles han sido arrastrados a
seguir a Lucero, y este se rebela abiertamente contra Dios. Este ser, era
uno de los más grandes y poderosos creados por Dios, y ahora logra
hacer caer al hombre en la rebelión también. Es este ser el que idea como
hacer caer al hombre y lo logra en su primer intento. Dominar al hombre
será ahora muy fácil para este ser, el dominio de la tierra que una vez

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había sido entregado al hombre, ahora será fácilmente tomado por


Satanás.
Dios tiene poder para deshacer en un momento a Satanás, pero si así lo
hiciera, nunca quedaría resuelta la rebelión de Satanás y todos sus
seguidores, ellos decían no necesitar a Dios y poder alcanzarlo todo por
medio del conocimiento del bien y del mal. Es importante que
entendamos que no es el poder de Dios el que está en cuestión, sino Su
Justicia, Su Amor, Su Benevolencia, Su Sabiduría. Los rebeldes escogen el
camino del conocimiento del bien y del mal para hacer todo, para vivir,
este camino le da a cada uno una autonomía completa, cada uno es su
propio dios y cada uno recibe lo que su esfuerzo logra, nadie mira por el
otro, “si yo para lograr algo, daño a otro, entonces que así sea, con todo
de lograr mi objetivo”. Este camino también pone al más poderoso como
gobernante de los más débiles, así Lucero, que después es llamado por
Satanás, se corona a sí mismo como el rey de los rebeldes.
El hombre ahora es parte de este grupo y será entrenado y enseñado por
este grupo de seres espirituales en este camino de rebeldía, como una
forma de gritarle al cielo que ellos lo han logrado.
Los ángeles de Dios miran aterrados esta escena sin saber exactamente
qué hacer, solo su amor y obediencia a Dios los mantiene junto a Dios.
El problema de la rebelión no es un problema del hombre solamente, es
un problema que tuvo su origen en el mundo invisible espiritual y luego
se extendió al mundo visible. Dios, trata este problema no solo para el
hombre, sino para toda la creación, visible e invisible, de tal forma que
cuando el termine con este problema, no habrá duda ni en el cielo, ni en
la tierra, ni debajo de la tierra que Dios es el Señor, que Dios es Bueno y
Santo, y que su Palabra y su Camino es el único camino a la vida.

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Desde el principio Dios deja ver que ya tiene un plan para restaurar todas
las cosas, además en su justicia, Dios pone un castigo sobre el hombre
por su desobediencia a él, un castigo sobre la mujer por su engaño al
hombre, y un castigo sobre la serpiente por su engaño a la mujer.
El castigo que Dios da a la serpiente no es por su rebeldía, esto será
juzgado después, sino por su engaño a la mujer.
Gen 3:14 Y Jehová Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste,
maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del
campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu
vida:
Gen 3:15 Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y
la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar.
La serpiente fue maldecida por Dios, esto significa una degeneración
constante, esto también significa que todas la leyes que Dios ha puesto
en la creación para bendecir su entorno no se aplicaran a la serpiente,
desde este momento comienza una degeneración en este ser que lo
consumirá desde adentro, al igual que el hombre cuando cayo, este ser
también conservo todos sus atributos con los que fue creado, pero ahora
estos atributos se degenerarían, hasta que un día dejaran de ser.
También fue castigado a moverse por la tierra y a comer de todo lo que
este mundo, ahora también caído, podía brindar. Así, la serpiente se
alimenta de todos estos sentimientos de odio, dolor, guerra, soledad,
etc. Todo esto que es producido por el polvo, el hombre que fue creado
del polvo, antes de que Dios pusiera en el aliento de vida, este polvo sería
el alimento de la serpiente. Dios limita de esta forma el área de
movimiento de la serpiente y pone en ella un fuego que la consumirá
desde adentro. Además, Dios pone una enemistad entre la serpiente y la
mujer, esta enemistad será eterna, comenzó entre Eva y la serpiente,
Henry Padilla Londoño
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pero más tarde se traduciría entre el pueblo de Dios y la serpiente, y


también Dios pone una enemistad entra la simiente de la serpiente y la
simiente de la mujer.
Desde este momento Satanás estará formando en el hombre su
descendencia, y es aquí donde por primera vez Dios deja entre ver que
vendrá una simiente de la mujer que herirá la serpiente en su cabeza y
además será herida por la serpiente en su calcañar. Esta es la primera
mención del Mesías prometido, el que quitara el pecado de en medio.
Desde que estas palabras fueron declaradas sobre la serpiente, Satanás
a intentando destruir primero al pueblo judío, y lo ha seguido haciendo
por toda la historia, luego cuando el Mesías vino y trajo el nuevo pacto,
la serpiente ha intentado destruir a todos los que guardan el pacto. El
Mesías, Jesús el Cristo, hirió a la serpiente en la cabeza, saco el pecado
de en medio, trajo el perdón de pecados y también fue herido y muerto
por la serpiente, esa herida que el Mesías llevo fue por nuestras
rebeliones, por nuestros pecados, pero al tercer día resucito y saco a la
luz la nueva vida de Dios, lo cual voy a tratar un poco más tarde.
Todo esto que he explicado acerca de la creación del hombre y la caída,
es para dar a entender que el hombre natural tiene un conjunto de
atributos heredados de Adán, los cuales no dependen de la ley. Todo
hombre natural puede distinguir entre el bien y el mal y puede usar todos
los atributos que Dios le ha dado para su beneficio. Esto es general, tanto
para el que nace en Israel, o el que nace en China, el que nace en una
selva lejana y escondida o el que nace en palacios de lujos.
Si alguien no conoce la ley, no tiene conocimiento de pecado, tampoco
es justo, pero si muere en esa situación será juzgado por la ley que Dios
ha puesto a todos en nuestros corazones y la conciencia nos acusa o
libera. Así, algunos habitantes de algunas regiones muy aisladas, donde

Henry Padilla Londoño


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no hay conocimiento de la ley, ni del evangelio, serán juzgados por la ley


que Dios ha puesto en sus corazones y que obra en sus vidas.
El camino al árbol de la Vida no es alcanzado por esa ley en el hombre
caído, el camino al árbol de la vida seria revelado más tarde por el
Mesías. Si alguien muere en la situación del hombre natural caído, sin
ley, ósea sin conocer la ley que Dios dejo al pueblo judío, esta persona
será juzgada por sus actos, pero no heredada la vida eterna, la vida
eterna es únicamente dada a los que guardan el nuevo pacto que estaré
explicando un poco más tarde.
Rom 2:14 Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente
haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son
ley á sí mismos:
Rom 2:15 Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando
testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también
excusándose sus pensamientos unos con otros;
Rom 2:16 En el día que juzgará el Señor lo encubierto de los hombres,
conforme á mi evangelio, por Jesucristo .
Ahora volviendo a nuestro tema central, la ley de Dios nos da
conocimiento de que tenemos pecado en nosotros, de que hacemos
pecado. Se despierta entonces en nosotros una fuerza en nuestro
cuerpo, que nos lleva a pecar, como si tomara fuerza por el conocimiento
de la ley, y al pecar nos lleva al conocimiento de que la única forma de
ser libres del pecado es la muerte.
Pero si morimos en nuestros pecados, nunca podremos acercarnos a
Dios, quedaremos para siempre apartados de Dios.
Es muy importante que entendamos esto que acabo de mencionar.

Henry Padilla Londoño


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Cuando nosotros al principio pensamos en Dios, generalmente


pensamos en alguien muy poderoso que todo lo puede hacer. Pero
nuestro Dios no es solo Todopoderoso, sino también Justo en todo lo que
hace, además de otros atributos que no voy a nombrar ahora.
Dios todo lo puede hacer, y todo lo hace en Justicia. Pensemos por un
momento en esto. Dios no es solo Justo contigo, sino que Su justicia lo
abarca todo y a todos.
Vemos por ejemplo a Job, del cual Dios mismo da testimonio de ser justo
en sus actos, al final declarar:
Job 42:5 De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
Job 42:6 Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en el polvo y en la
ceniza.
Job era justo en su círculo y pensaba que Dios por esto debía siempre
bendecirlo, pero Dios lo hace mirar más alto, le hace mirar toda la
creación, y las maravillas que Dios ha creado, pero no solo las ha creado,
sino que las ha creado en justicia, y bondad, todo lo que Dios ha creado
es bueno en gran manera. Esto es algo demasiado alto, que ninguno de
nosotros entiende completamente, pues solo Dios es bueno. Al ver Job
que lo que él llamaba su justicia era solo un pequeñito grano de arena, y
que además no tomaba en cuenta la justicia de sus actos con relación a
sus amigos, a sus parientes, a la creación, y a muchos otros aspectos que
alcanzó a vislumbrar cuando Dios le hace ver parte de Su creación, Job
se arrepiente. El amor de Job por Dios es real y sincero, pero la justicia
de Dios es mucho más alta que los mismos cielos, Su amor, Su
misericordia, Su poder, Su Gloria, Su sabiduría, todos estos atributos
ponen a Dios en una luz inaccesible a la cual ningún ser viviente puede
siquiera pensar o entender un pequeño destello de esta luz.

Henry Padilla Londoño


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Pero aun esta corta explicación se queda muy corta, el Señor Jesús lo
explico así:
Joh 6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de
Dios, éste ha visto al Padre.
Solo Jesús a visto al Padre, porque el vino de Dios. Jesús es entonces la
revelación completa del Padre, el que quiera ver al Padre tendrá que ver
a Jesús.
Pero quiero volver un poco atrás, para seguir explicando la ley y la
justicia, recordemos que por la ley nadie puede ser justo, pero la ley nos
hace despertar a la necesidad de un Salvador que quite el pecado de
nosotros.
Así, todos hemos alguna vez escuchado a personas decir: Yo no le hago
mal a nadie, ayudo cuanto puedo. En otras palabras, están queriendo
decir "yo no soy malo, porque voy a ir al infierno, allí solo van los malos".
Es en si una forma de decir "yo soy justo" y merezco el cielo. Desde su
punto de vista ellos merecen el cielo. El concepto de justicia del mundo
está muy lejos de lo que realmente Dios llama Justicia.
El hombre natural quiere en toda situación tener el control de cada
situación. Cada uno piensa, yo hago, yo no hago, yo soy así y no soy así.
En el corazón de cada persona hay un mundo en el cual ellos son su
propio dios, ellos dictan que creer, que no creer, que leyes seguir, que
no seguir, los objetivos de la vida y lo que no debemos pensar en la vida.
Que leyes sociales les gusta y aprueban y que leyes no aprueban. Cada
uno está sentado en su propio corazón como dios, y no quieren en
ninguna manera dejarle ese sitio a otro. Aun si se quiere creer en una
religión, es el hombre natural el que dice cual religión se acomoda más a
su forma de vida. Si pensamos en esto veremos que esto es un común
denominador en todo el mundo.

Henry Padilla Londoño


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Algunos políticos y personas que quieren manipular, se han dado cuenta


de esto, y lo usan para su beneficio. Una característica en todo el mundo,
es que cada uno piensa que en esta vida solo cuenta con sí mismo y lo
que cada uno pueda hacer, esto genera una gran infelicidad en la
mayoría, puesto que se comparan con otros, o ven sus sueños rotos. Las
personas que quieren influenciar sobre otros, usan esta infelicidad e
inestabilidad, para crear sueños falsos y falsas perspectivas, que llevan a
las personas cada vez más a esclavizarse en una lucha por un sueño falso.
Esto sin contar el mundo espiritual de maldad, el cual usa esta situación,
para esclavizar cada vez más las personas en el pecado, la infelicidad, y
al final la muerte.
Pro 21:2 Todo camino del hombre es recto en su opinión: mas Jehová
pesa los corazones.
Es importante entender que, en esa situación de esclavitud, creada por
la actitud del hombre natural de siempre ser el dios de su propia vida, en
esa esclavitud el hombre natural crea las religiones. Los budistas,
católicos, algunos que se llaman cristianos, testigos de jehová, otros se
llaman judíos cristianos y viven de acuerdo a la ley habiendo caído de la
gracia, y todo grupo, llámese como se llame, que quiere dictar como
llegar a dios, dictado ellos sus propios caminos, todos los que dejan de
lado las palabras de Jesús, el Cristo, y no tienen el Espíritu del Señor,
todos estos grupos son religiones, creadas por el hombre natural, que
llevaran a una esclavitud mayor.
Volviendo entonces a un dilema que mencione antes, aun los ángeles se
preguntaban cómo iba esto a resolverse. Al pueblo Judío se le encargo la
ley de Dios, ellos debían vivir de acuerdo a ella y guardarla en cada punto,
así podían acercarse a Dios y esto era ya un gran privilegio, puesto que
ningún otro pueblo sobre la tierra tenía este privilegio, pero también por
medio de la ley el pueblo judío fue despertado al conocimiento del
Henry Padilla Londoño
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pecado, y también en alguna manera, aunque muy escasamente, pero se


empezaba a vislumbrar, a la Justicia de Dios. Esta fue la razón que Dios
mismo establecido los sacrificios que se debían ofrecer constantemente
por el pecado del pueblo. Todas estas cosas que Dios les dio en la ley,
eran una sombra de lo que vendría, esperando lo que vendría un día, lo
que permanece para siempre. Estos sacrificios cubrían los pecados
cometidos, pero no cambiaban el corazón de los que practicaban estas
cosas, ellos tenían que continuamente estar ofreciendo estos sacrificios.
La justicia que obtenían, era algo muy temporal, una justicia sujeta a este
mundo y a los sacrificios ofrecidos. Pero, aun así, esto marcaba en los
corazones de todos los que intentaban practicar la ley, la necesidad de
un Salvador, un Mesías, que un día vendría y quitaría el pecado de en
medio, como lo menciona Isaías 53.
El objetivo de Dios, era un pueblo que de corazón guardara toda la ley,
no como una forma de ordenanzas, sino que la justicia fluyera de sus
corazones, tal como Dios mismo es, Dios quería hijos a su imagen y
semejanza, justos, buenos, que la justicia y la bondad fluyeran desde su
interior:
Jer 31:31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré
nuevo pacto con la casa de Jacob y con la casa de Judá:
Jer 31:32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su
mano para sacarlos de tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi
pacto, bien que fuí yo un marido para ellos, dice Jehová:
Jer 31:33 Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después
de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla
en sus corazones; y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

Es importante que notemos que se habla de un nuevo pacto. Un nuevo


pacto quiere decir que el antiguo ya no es válido, y que ahora el nuevo
pacto es válido.
Entonces, la ley tenía su propósito, debía dar conocimiento de pecado,
además debía ser una sombra de lo que vendría, el pueblo Judío
guardaba la ley para acercarse a Dios y también les daba esperanza, de
lo que vendría un día, el deseado de todas las gentes:
Hag 2:6 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí á poco aun haré
yo temblar los cielos y la tierra, y la mar y la seca:
Hag 2:7 Y haré temblar á todas las gentes, y vendrá el Deseado de todas
las gentes; y henchiré esta casa de gloria, ha dicho Jehová de los
ejércitos.
Dios, a través de sus profetas, una y otra vez, les anuncia que un día
vendría este último pacto, esto que todos estaban esperando, el Mesías,
y entonces la casa de Dios se llenaría de la Gloria eterna, y el pueblo de
Dios todos conocerían a Dios, desde el más pequeño hasta el más
grande:
Jer 31:34 Y no enseñará más ninguno á su prójimo, ni ninguno á su
hermano, diciendo: Conoce á Jehová: porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová:
porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su
pecado.
Esta justicia de este nuevo pacto del que habla Dios, es la Justicia eterna,
puesto que Dios ya no se acordaría más del pecado de ellos, no solo su
pecado seria perdonado, sino que el pueblo de Dios tendría la ley de Dios
en sus corazones, todos conocerían a Dios, y la Justicia fluirá de entre
ellos como ríos.

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

Amo 5:21 Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán


buen olor vuestras asambleas.
Amo 5:22 Y si me ofreciereis holocaustos y vuestros presentes, no los
recibiré; ni miraré á los pacíficos de vuestros engordados.
Amo 5:23 Quita de mí la multitud de tus cantares, que no escucharé
las salmodias de tus instrumentos.
Amo 5:24 Antes corra el juicio como las aguas, y la justicia como
impetuoso
Hemos visto entonces que la ley era buena, tenía su propósito, y debería
estar hasta que el nuevo pacto se hiciera con el pueblo de Dios, entonces
todo el pueblo viviría en el nuevo pacto. También hemos visto que la
justicia de la ley no agradaba a Dios, era un primer paso hasta que viniera
lo eterno, el Mesías establecería la Justicia eterna, cambiaria los
corazones del pueblo y formaría un pueblo de hijos de Dios, todos ellos
conociendo a Dios, de los que fluye la justicia como ríos desde sus
corazones.
Mat 26:27 Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dió, diciendo: Bebed
de él todos;
Mat 26:28 Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es
derramada por muchos para remisión de los pecados.
Y este nuevo pacto es explicado a detalle en Hebreos:
Heb 8:1 ASÍ que, la suma acerca de lo dicho es: Tenemos tal pontífice
que se asentó á la diestra del trono de la Majestad en los cielos;
Heb 8:2 Ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que
el Señor asentó, y no hombre.

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

Heb 8:3 Porque todo pontífice es puesto para ofrecer presentes y


sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tuviese algo que
ofrecer.
Heb 8:4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni aun sería sacerdote,
habiendo aún los sacerdotes que ofrecen los presentes según la ley;
Heb 8:5 Los cuales sirven de bosquejo y sombra de las cosas celestiales,
como fué respondido á Moisés cuando había de acabar el tabernáculo:
Mira, dice, haz todas las cosas conforme al dechado que te ha sido
mostrado en el monte.
Heb 8:6 Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es
mediador de un mejor pacto, el cual ha sido formado sobre mejores
promesas.
Heb 8:7 Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera
procurado lugar de segundo.
Heb 8:8 Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el
Señor, y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá
un nuevo pacto;
Heb 8:9 No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé
por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: porque ellos no
permanecieron en mi pacto, y yo los menosprecié, dice el Señor.
Heb 8:10 Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa de Israel
después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de
ellos, y sobre el corazón de ellos las escribiré; y seré á ellos por Dios, y
ellos me serán á mí por pueblo:
Heb 8:11 Y ninguno enseñará á su prójimo, ni ninguno á su hermano,
diciendo: Conoce al Señor: porque todos me conocerán, desde el
menor de ellos hasta el mayor.

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

Heb 8:12 Porque seré propicio á sus injusticias, y de sus pecados y de


sus iniquidades no me acordaré más.
Heb 8:13 Diciendo, Nuevo pacto, dió por viejo al primero; y lo que es
dado por viejo y se envejece, cerca está de desvanecerse.
Este nuevo pacto es el que nosotros recibimos por la fe en Jesús, leamos
con detenimiento de nuevo todo el capítulo, vemos que si estamos en el
nuevo pacto ya no es válido el antiguo, y si quieres vivir en el antiguo
pacto, no será válido el nuevo pacto para ti. Al entrar al nuevo pacto, nos
acercamos a mejores promesas, a promesas inmutables que no
dependen de nuestra justicia, sino de la justicia de Jesús, el Cristo. Esto
es lo que Jesús, le quiere explicar a Nicodemus:
Joh 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Joh 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es.
Joh 3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez.
Joh 3:8 El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes
de dónde viene, ni á dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del
Espíritu.

Tenemos que nacer del Espíritu de Dios, y de la Palabra de Dios. Esta agua
que Jesús se refiere en este momento es la Palabra de Dios, porque hasta
este momento no se había enseñado el bautismo, pero en muchos
versículos del antiguo testamento se hace el paralelo a la Palabra de Dios
como el agua viva.
Isa 12:3 Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salud.

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

Isa 55:1 A TODOS los sedientos: Venid á las aguas; y los que no tienen
dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin
precio, vino y leche.
Joh 6:35 Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca
tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Joh 7:37 Mas en el postrer día grande de la fiesta, Jesús se ponía en pie
y clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga á mí y beba.
Joh 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva
correrán de su vientre.
Joh 7:39 (Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen
en él: pues aun no había venido el Espíritu Santo; porque Jesús no
estaba aún glorificado.)

La puerta de entrada al nuevo pacto es la sangre de Jesús, que fue


derramada para remisión de los pecados de todo el que creé. Si todos, y
quiero decir todos, en todas partes y en todos los tiempos, creyéramos
en la obra redentora de Jesús, la sangre de Jesús nos alcanzaría a todos
sin excepción. Pero lamentablemente, muchos han escogido no creerle
a Dios, ni al testimonio de la Palabra escrita, ni al testimonio de los que
hemos recibido personalmente del Señor la gracia del perdón, y estas
personas que no han creído han decidido para siempre estar alejados de
Dios, me refiero a los que han muerto sin recibir el perdón de Dios en
Cristo, Jesús. Para todos los que estamos vivos en esta tierra en este
momento, todavía la puerta del perdón está abierta, solamente tu fe en
Cristo es necesaria para recibir el perdón.
Quiero hacer un pequeño paréntesis aquí, para explicar esto de
“solamente la fe en Cristo es necesaria". La fe en Cristo es un vivir por lo
que creo, es un cambio de vida total. Nuestro pastor y Señor será Jesús,
Henry Padilla Londoño
La Ley y La Gracia de Dios

desde el momento que aceptemos creer en Jesús, nuestra vida ahora


debe ser transformada de acuerdo a lo que Dios quiere. Esto no lo harás
tu solo, el Señor te enviara un ayudador, el Espíritu de Verdad, él te
ayudara y guiara en esta transformación. No puedes decir “yo creo” y
seguir viviendo como antes vivías, si tu fe no te lleva a la transformación
completa de tu vida, entonces te estas engañando, no hay una verdadera
fe, y estas siguiendo mitos de hombres, que al final del camino no te
llevaran a Dios. La fe verdadera empieza poco a poco a verse literalmente
en la vida del creyente, en su forma de vivir, aunque solo es un fruto de
la fe, hay otros, pero es importante que estés atento si este cambio se
está produciendo en tu vida. También es importante que entendamos
que no son los cambios externos los que producen la fe, es la fe la que
produce los cambios externos. Digo esto, porque en este punto algunos
queriendo decir que creen, se unen a diferentes religiones que exigen el
culto del cuerpo, o guardar algunos días o formas de vivir, lo que comen
o lo que no comen, esperando así lograr un “nivel” especial para agradar
a Dios. Estos se están alejando cada vez mas de Dios, puesto que han
sacado del medio la única puerta de entrada, la salvación por gracia, y lo
quieren obtener por sus propias obras. La fe en Cristo Jesús, en el perdón
que él nos da al morir en nuestro lugar, en la resurrección de Jesús al
tercer día de su muerte, esta fe nos lleva a un cambio paso a paso en
nuestras vidas que va formando una transformación que se hará visible
día a día. Desde adentro de tu corazón empezara a fluir ríos de verdad,
que transformaran tu vida.
Para los que creemos la sangre que Jesús derramo en su muerte, es la
puerta de entrada al nuevo pacto, es necesario que entendamos que
Jesús tuvo que derramar su sangre, no solo unas gotas, era necesario que
derramara su vida, que muriera en la cruz. Si Jesús no hubiera muerto,
no podría haber Salvación, remisión de pecados, y justicia eterna de los
hijos de Dios, todos estaríamos en nuestros pecados, destinados a estar

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

para siempre apartados de Dios. Pero Jesús muere por el pecado de


todos los que creemos en él, Jesús mismo no había pecado, el no
necesitaba morir, “el alma que pecará esa morirá”, pero Jesús lleva mis
pecados, y los pecados de todos los que creemos en él, para salvarnos
de la muerte, porque si ya morimos al pecado, no es necesario que
muramos otra vez a causa del pecado, y podemos vivir entonces a la
justicia de Dios. Si yo ya he muerto al pecado, el pecado ya no puede
gobernar sobre mí, mientras yo tenía deuda de pecado, el pecado se
enseñoreaba de mí, pero ahora estoy libre a la deuda del pecado, he
muerto al pecado juntamente con Cristo. Esto es muy importante que
sea revelado a nuestro corazón, sin esta revelación, seguiremos andando
como esclavos, aunque libres, pero ignorantes del nuevo pacto. El
capítulo de Romanos 6 nos habla de esto en detalle. Para entender esto
cada uno debe pensar en esos momentos cuando el pecado llama a
nuestros sentidos, a nuestra alma y nos quiere incitar a pecar. Aun
después de recibir el perdón de pecados todos hemos estado en esta
situación. Por ejemplo, una persona que tomaba, se convierte al Señor,
recibe el perdón, y su vida empieza a ser transformada. Pero todavía
siente algunas veces ese deseo de tomar, la persona “lucha” con esta
situación por un tiempo. En algunos casos la persona se vuelve atrás y
cae otra vez, dejándose esclavizar por el deseo de tomar, dejando su fe.
El secreto está en renovar nuestra mente con la Palabra de Dios, no
quiero decir aprender de memoria un grupo de versículos y recitarlos,
no, creo que esto va más allá. Se trata de dejarse impregnar
completamente por la Palabra de Dios, de llevar cada situación a juicio,
donde el juez es la Palabra de Dios y nuestro abogado defensor es la Fe
en Cristo. Tomemos el anterior ejemplo, la persona en cuestión quiere
seguir adelante en su fe, cree en Dios, pero sus hábitos antiguos, que
antes dominaban y se enseñoreaban en su cuerpo y su mente, luchan
ahora por obtener el señorío otra vez. En su mente esta persona lucha

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

activamente por no caer de nuevo, infinidad de pensamientos vienen a


su cabeza, algunos horribles que no querrá compartir con nadie,
pensamientos que le acusan y le gritan en su interior que no vale la pena
seguir con esto, que debe mirar cómo está pensando, que eso es ya una
evidencia de que la persona es mala y llena de pecado, y cosas similares.
Todos estos pensamientos y sensaciones tienen un solo origen, el
hombre antiguo, ese hombre que siempre estuvo sentado como señor
en la vida de esta persona. Mientras estaba en el trono, obtenía todo lo
que quería, la persona era un esclavo de la voluntad del viejo hombre,
(así es como la biblia lo llama, tanto para el hombre como para la mujer,
refiriéndose al yo natural de cada persona). Cuando la persona recibe a
Jesús como Señor y Salvador, la persona nace de nuevo de forma literal,
un nuevo ser es creado en él, capaz de oír y obedecer a Dios, también el
Espíritu Santo viene a habitar en la persona. Luego en cada verdadero
creyente tenemos: el antiguo hombre, de este mundo, incapaz de
obedecer a Dios y de oírlo, el nuevo hombre, creado a la imagen de
Cristo, capaz de oír y obedecer a Dios y la ayuda del Espíritu Santo, la
tercera persona de la divinidad. No automáticamente el nuevo hombre
toma el control, sino que en cada creyente comienza una lucha, entre el
nuevo hombre y el antiguo. Lo que se está batallando es por el alma de
la persona, y es realmente la misma persona que llevara esta batalla
adelante, es una batalla un poco diferente a las batallas que conocemos,
porque en esta batalla se trata de traer la voluntad, el alma de la persona
a la luz de la verdad, que Jesús ya gano la batalla por nosotros. El viejo
hombre, escucha a este mundo, a seres espirituales de las tinieblas y
usara las más inimaginables artimañas para intentar engañar a la
persona. El nuevo hombre se mueve por la fe en la Palabra de Dios, por
la oración en fe a Dios en el nombre de Cristo, llevando a la persona a
saborear las bondades del cielo en esta época. En el ejemplo que vimos,
el viejo hombre intenta engañar a la persona haciéndole creer que todo

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

es una mentira, que él no merece nada de lo que le han dicho, también


podría hacerle creer que no necesita contarlo a nadie, que quizás en el
futuro lo va a lograr, aun podría llevarlo a leer la biblia por un tiempo
mientras a escondidas sacia sus deseos, el viejo hombre puede tomar
muchos disfraces, se puede volver religioso, sagas, misericordioso,
inteligente, violento, etc. Si solo lo escuchan, él está dispuesto a hacer lo
que sea. El nuevo hombre en el recién convertido, solo tiene alguna
Palabra de Dios que ha leído o escuchado, y vive por la fe en Jesús, pero
ante una prueba como esta no sabrá cómo enfrentarla si tu activamente
no lo ayudas. Y digo ayudarlo, porque esa fe que te llevo a orar para
recibir a Jesús, ese granito de fe, es suficiente para mover los montes,
con ese granito de fe puedes poner frente a adversidades mil veces
superiores a la que estamos hablando. Usa tu fe para empezar a orar a
Dios, a Jesús, y para empezar a leer la Palabra de Dios, eso activara tu
nuevo hombre, eso lo llenara de fortaleza y así podrás superar cualquier
adversidad. Pruébalo, no te vas a arrepentir. Una de las revelaciones que
me ayudaron mucho en esta área fue cuando descubrí que había estado
llevando un muerto todo el tiempo conmigo. La biblia enseña en
Romanos 6:6:
Rom 6:6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fué
crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, á fin de
que no sirvamos más al pecado.
Cuando este versículo fue revelado a mi corazón, entendí que había
estado batallando con un muerto, y que yo lo había estado dando por
vivo, pero el viejo hombre ya fue crucificado juntamente con Cristo. Esto
fue un gran descanso para mí, dejar por fin ese viejo hombre fuera de
mí, y saber que el pecado ya no se podía enseñorear de mí.
No existe atajo bueno que puedas, solo debes tomar cada día tu cruz,
morir a ti mismo y seguir a Jesús. Puede sonar un poco trivial, pero esto

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

es algo en lo que estamos todos los que creemos, no existe uno solo que
pueda decir ya termine, sino que día a día lo hacemos, esta es nuestra
vida, y damos gracias a Dios por poderlo seguir en el camino. Muchas
veces caerás, y sentirás que le has faltado al Señor, pero ten ánimo, el
Señor nos perdona, nos levanta, nos ayuda, y en solo un momento ya
estamos de nuevo en el camino, dejando atrás todo lo que nos estorba,
llenándonos de la Palabra, y haciendo Su Voluntad. La fe nos lleva a
obrar, a ser transformados en nuestras vidas, llevando el evangelio en
nuestras a vidas a todas partes.
El Reino de Dios es muy, pero muy extenso, quiero concentrar mi tema
en la ley y la gracia, pero es imposible no tocar estas áreas del Reino de
Dios, y solo las estoy tocando, pero estas son las inmensidades de su
anchura, altura, profundidad en que nos sumergimos, cada detalle es
fascinante y sencillo, pero muy profundo, no lo puedes intentar abarcar
y entender como en el mundo natural, en el Reino de Dios, todo lo
recibes por fe primero en nuestro Salvador y Señor, pero sin fe es
imposible avanzar en el Reino de Dios. La fe es entonces los ojos del
espíritu en el Reino de Dios. El Reino al que Dios nos ha trasladado no es
un conjunto de leyes y reglas que debemos guardar, no se entra en el
por el esfuerzo propio, y su fundamento es Cristo. Al Reino de Dios entras
por nacimiento, para entenderlo veamos un ejemplo: Si tu naces en
Colombia y tus padres son colombianos, entonces todas las leyes y
derechos de Colombia se aplican automáticamente a ti, de la misma
forma si naces en USA. Este ejemplo es solo para entender esto que dije,
solo por nacimiento puedes entrar en el Reino de Dios. Si eres nacido de
Dios, ósea que Dios es tu Padre, él te engendro, entonces por nacimiento
eres ciudadano del Reino de Dios. Todas las leyes y beneficios del Reino
se aplican automáticamente a ti, no por tu esfuerzo, sino porque naciste
de Dios.

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

Como hemos visto la ley no era mala, es un camino para entrar en el


Reino de Dios, pero es imposible seguirlo durante cada momento de la
vida, empezando porque nuestra naturaleza antigua es caída en pecado,
y quiere el pecado. Muchos lo intentaron, hombres y mujeres, pero
todos fallaron, porque todos sin excepción pecaron. Solo uno podía usar
esta puerta para legalmente entrar al Reino de Dios, Jesús, el Cristo, el
no peco en toda su vida, él podía si así lo hubiera querido volver al Padre
sin morir, porque él no había pecado. Pero el escoge tomar sobre él todo
nuestro pecado, y así fue hecho pecado por nosotros. Al tomar nuestro
pecado, debía morir. El alma que pecare esa morirá. Él tomo nuestro
pecado, entonces debía morir, pero esto también implica que nosotros
ya no necesitamos morir a causa del pecado. Y también implica que al ya
no tener pecado somos JUSTOS, parte de la obra de Jesús es llevar
nuestro pecado y darnos su Justicia, digo en parte porque es mucho más
que esto.
Pensemos por un momento en esto, la ley apuntaba a un conjunto de
leyes buenas y santas, que si las cumplíamos podríamos entrar al Reino
de Dios. Pero era imposible hacerlo para todos los nacidos de Adán.
Jesús, es engendrado del Espíritu Santo, de Dios, y por esta razón puede
cumplir toda la ley, él no tenía la naturaleza caída de Adán, esta fue la
razón por la cual Jesús tenía que ser engendrado por Dios. Jesús,
compartía la naturaleza de carne y sangre de todos nosotros, pero en su
hombre interior era sin pecado, el Espíritu Santo podía reposar sobre él,
habitar en él, por cuanto no había pecado en él.
En la carne era completamente como nosotros, nacido de una mujer,
tuvo necesidad de cuidados cuando era niño, tenía que comer, dormir,
hacer sus necesidades físicas, se cansaba, lloro, se rio, se alegró, estuvo
triste, tuvo amigos y muchos enemigos, trabajo y descanso, fue tentado
en todo, pero no peco, tuvo necesidad de leer las escrituras y orar al
Padre pidiendo su dirección, en todo fue como nosotros, pero con la gran
Henry Padilla Londoño
La Ley y La Gracia de Dios

diferencia que Jesús no peco, no porque no pudiera, sino porque su


Amor al Padre y su decisión de obedecer al Padre en todo lo llevo a vivir
una vida sin pecado. Por su puesto, al no tener la naturaleza de pecado
en su hombre interior, fue hecho en la forma del primer Adán antes de
pecar, y por esto se le llama el ultimo Adán, no el segundo como algunos
dicen erróneamente, sino el ultimo Adán. Por el pecado de Adán, todos
los que descendemos de Adán somos hechos pecadores, y por la
obediencia del ultimo Adán, Jesús el Cristo, todos los que lo recibimos
somos hechos justos. La obra de Jesús, el Cristo, no termino en la cruz,
en la cruz llevo nuestros pecados, nuestra naturaleza de pecado fue
puesta en él, y por esto tenía que morir, para que todos los que ponemos
la naturaleza de pecado heredada de Adán primero, fuéramos hechos
justos, observemos con detenimiento que no somos hechos justos por
guardar una ley, sino por la fe en Jesús el Cristo, la justicia que recibimos
de Dios, es la justicia de Cristo, esa misma justicia nos es dada a nosotros.
Esa justicia que ahora tenemos no es la vida en sí, la vida en si es la vida
de Dios, y nuestra justicia obtenida por la gracia, seria incompleta sino
tenemos la vida de Dios, esta vida de Dios la recibimos por el Espíritu
Santo que nos es enviado por Jesús el Cristo, la resurrección de Jesús es
el sello del Padre a la obra de Jesús, el Padre recibe la obra redentora de
Jesús, y le da toda autoridad en los cielos y en la tierra. Jesús ahora puede
enviar el Espíritu Santo a quien él lo decida, él es ahora en su nuevo
ministerio el todopoderoso. Nótese que digo en su nuevo ministerio,
porque ya desde antes de la creación, como la segunda persona de la
deidad, ya tenía esta posición, esta autoridad, pero ahora es nuestro
sumo sacerdote, y como nuestro sumo sacerdote ha recibido toda
autoridad en los cielos y en la tierra. Como nuestro redentor, es él ahora
la cabeza de todo un cuerpo, al cual pertenecemos todos los que hemos
sido puestos en su muerte. Como la cabeza, esta autoridad recibida es

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

ahora transmitida a todo el cuerpo, toda autoridad ha sido dada a su


cuerpo, donde él es la cabeza.
El Espíritu de Verdad, llena ahora todo el cuerpo de Cristo, desde la
cabeza hasta los pies, Jesús entonces no está solo en el cielo, ni es visto
como solo Jesús, sino que juntamente con Jesús, el cielo ha recibido a
todo el cuerpo, en el estamos ahora sentados a la diestra del Dios Padre,
y ahí estaremos hasta que todos los enemigos de Jesús sean puestos por
estrado de sus pies. Nótese, que la escritura dice que todos los enemigos
serán puestos por estrado de sus pies, por estrado del cuerpo de cristo.
Si vemos esta revelación que el Señor nos ha dejado en las escrituras,
veremos que nuestro futuro, es un futuro glorioso, un futuro de sumisión
y autoridad, un futuro de justicia y verdad. Dios, el Padre, que nombra
las cosas que nos son como si fueran así lo ha dicho, entonces, a quien
le crees tú?
Si quieres cumplir la ley, entonces no recibirás la gracia, porque las dos
cosas se excluyen, el que recibe la gracia no vive por la ley, y el que quiere
cumplir la ley no puede recibir la gracia.
La gracia de Dios, va mucho más allá, mucho más allá que la ley. La gracia
de Dios, como ya lo hemos visto, es Dios en nosotros, Cristo en nosotros,
literalmente, por medio de su Santo Espíritu. El que vive por el Espíritu,
cumple la ley y no puede pecar, porque es nacido de Dios. Alguno dirá
en este punto que todos pecamos, esto quizás confunde a muchos. Pero
el hombre nacido de Dios no puede pecar, porque Jesús ya murió e hizo
perfectos para siempre a los santificados, si nuestro viejo hombre nos
engaña y nos lleva a pecar, es nuestra vieja naturaleza, que ya debería
estar crucificada la que nos lleva a pecar, y por esta razón la sangre de
Jesús nos limpia de todo pecado, cuando confesamos nuestros pecados.
El nuevo hombre no puede pecar, es nacido de Dios, pero si como el
primer Adán, decide desobedecer a Dios, ya es una decisión propia, no

Henry Padilla Londoño


La Ley y La Gracia de Dios

porque haya caído en pecado, sino porque decide hacerlo, esto es el


pecado de muerte, y para esto ya no hay salvación. Pero si por el Espíritu,
hacemos morir a la carne y sus deseos, entonces viviremos. Mientras
estemos en este cuerpo, estaremos en constante lucha, pero en la
medida que obedezcamos al Espíritu Santo, la lucha se hará más
llevadera cada día, pero nunca podremos bajar la guardia, siempre
debemos estar con la espada en la mano, y con un canto de alabanza y
agradecimiento en nuestros labios.
Me he extendido mas de lo que había pensado escribir en este tema,
pero espero traer alivio a muchos hermanos que por el error se sujetan
a leyes de hombres, queriendo seguir a Jesús, se hacen esclavos de la ley.
También es mi aspiración que el Espíritu del Señor use algunas de las
palabras aquí escritas para dar libertad a todo el que de corazón busca al
Señor. El Señor esta a las puertas hermanos, alcemos nuestros ojos a las
verdades eternas, de allí viene nuestra salvación, de allí somos y allí
iremos un día, toda gloria sea mi Señor Jesús, el Cristo.

Henry Padilla Londoño

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