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LA EDAD MODERNA
EL RENACIMIENTO
Nel mezzo del camini di nostra vita
Mi ritrovai per una
selva oscura
Ché la via diritta era
smarrita
DE HOMINIS DIGNITATE
Estableció finalmente el óptimo artífice que a aquel a quien
nada podía dar de propio, fuese común todo lo que había asignado
singularmente a los demás. Por eso acogió al hombre de naturaleza
indefinida y una vez puesto en el corazón del mundo, así le habló:
"No te he dado, oh Adán, ni un puesto determinado, ni un
aspecto tuyo, ni alguna prerrogativa tuya a fin de que aquel lugar,
aspecto y prerrogativa que tú desearás, todo eso mismo, según tu
voto y consejo, obtengas y conserves. La naturaleza determinada de
los demás está contenida dentro de leyes por mí prescritas. Por
ninguna barrera constreñido, [las tuyas] tú te las determinarás
según tu arbitrio, a cuya potestad te entregué. Te puse en el centro
del mundo a fin de que desde allí mejor pudieras divisar todo lo que
está en el mundo. No te hice ni celeste ni terreno, ni mortal ni
inmortal, a fin de que casi como libre y soberano artífice te
plasmaras y te esculpieras en la forma que tú escogieras. Te podrás
degenerar hacia las cosas inferiores que son los brutos; podrás
regenerarte según tu voluntad en las cosas superiores que son
divinas.
Oh, suprema libertad de Dios Padre! Oh, suprema y admirable
felicidad del hombre!, a quien está concedido obtener lo que desea,
ser lo que quiere!. Los brutos, al nacer traen consigo... desde el seno
materno todo lo que tendrán. Los espíritus supremos, desde el
comienzo o poco después, fueron lo que serán por los siglos de los
siglos. [Pero] en el hombre que nace, el Padre puso semilla de toda
especie y el gérmen de toda vida. Y, según como cada uno los habrá
cultivado, ellos crecerán y darán en él frutos
Giovanni Pico della Mirandola.
CIENCIA
PREMISA
Los hombres que trabajaban en los talleres, en los arsenales, en las tiendas,
o que, sin desdeñar ya la práctica, estimaban las operaciones que allí se
hacían como una forma de conocimiento, llegaron a teorizar sobre el trabajo
y a asignarle unos fines muy distintos y ciertamente más personales que los
de la santidad individual o la inmortalidad literaria.
** Es probable que Bacon, durante su permanencia en París a los 16 años, asistiese con
frecuencia a las lecciones públicas de agricultura, mineralogía y geología dadas por Palissy, y
tal vez, en el Novumm Organum, piense precisamente en Palissy cuando escribe que «sólo
de tarde en tarde acontece que un artesano excepcionalmente inteligente y ambicioso se
dedique a una nueva invención y, por lo general, se arruina en semejante intento»
Robert Norman era un marinero inglés que, después de pasar casi veinte
años recorriendo los mares, se había dedicado a la construcción y comercio
de brújulas. Un año después de la publicación de la obra de Palissy, Norman
publicaba en Londres un pequeño volumen acerca del magnetismo y de la
declinación de la aguja magnética; en la obra, él se calificaba a sí mismo
como un matemático autodidacta que, en el ejercicio de la profesión había
recogido unas cuantas «observaciones sobre el imán y la extraña y
novedosa propiedad de la declinación». Abandonando las reservas
provenientes de su falta de cultura, ha decidido arriesgar su buen nombre y
desafiar las calumnias de los adversarios y las críticas de las malas lenguas
para «proponer a la consideración del mundo» los resultados de sus
reflexiones y de sus experimentos...
Lo que detrás de estas líneas denuncia Norman es que los filósofos, los
exponentes de la cultura oficial, niegan sentido y validez a las
observaciones de los técnicos y de los artesanos. El saber propio de estos
últimos se ha formado de manera autónoma, y los indocti han de replicar a
los hombres cultos haciéndoles una invitación precisa:
LEONARDO DE VINCI
1
A. M. Brizio, en Leonardo, saggi e ricerche, cit., p. 278.
cuando ponen de relieve que las investigaciones de Leonardo, aunque
llenas de fulgurantes intuiciones y de puntos de vista geniales, nunca
superó el plano de los curiosos experimentos, ni llegó, por lo mismo,
a la sistematicidad, que es la característica básica de la ciencia y de la
técnica moderna. Sus indagaciones, siempre oscilantes entre el
experimento y la observación curiosa, aparecen fragmentadas y como
pulverizadas en una serie de breves notas, de observaciones
dispersas, de apuntes escritos para su propio uso con una simbología
oscura y buscadamente intransmisible. Intrigado siempre por
problemas particulares, Leonardo no tiene en realidad ningún interés
por elaborar un cuerpo sistemático de conocimientos y no siente la
preocupación —que es, en cambio, una dimensión fundamental de lo
que nosotros llamamos técnica y ciencia— por transmitir, explicar y
probar a los demás sus propios descubrimientos.47
II: RELIGIÓN
LUTERO (1483-1546) Y LA REFORMA PROTESTANTE:
Ruptura religiosa y nuevas iglesias evangélicas
Lutero ha negado el Universo y, en busca de un terreno sólido en que
apoyarse y construir, no ha encontrado más que el interior del
hombre, sentido y sustento de cualquier realidad y valor. Repliegue,
ensimismamiento, que es huida y evasión, y también cimiento de la
autonomía del hombre que puede dar vida a la infinitud por la fe. El
sujeto trascendental de Lutero va a cumplir una doble función: recluir
al hombre cristiano en el espíritu -entregándolo encadenado al mundo
exterior-, pero después y como resultado de esa mutilación inicial,
poner en el espacio interior inalienable el fantasma de una libertad y
autonomía totales, de una responsabilidad absoluta del sujeto como
raíz del universo...
Manuel Ballestero
Arnold Hauser
En la plenitud del Renacimiento, la cristiandad europea sufrió una profunda escisión, rompiéndose la unidad
ideológica que había sido la base de la Civilización Occidental. ¿Influyó el Renacimiento en este proceso? ¿Qué
consecuencias tuvo?
En la Reforma hubo tres grandes corrientes que sobre unos principios comunes se
diferenciaron por su organización y desarrollo: el luteranismo, muy comprometido con la
problemática de Alemania, su país de origen; el calvinismo, nacido en Suiza pero de gran
propagación mundial lo cual favoreció su fraccionamiento en numerosas iglesias; y el
anglicanismo, en Inglaterra y con caracteres muy políticos y nacionalistas.
Aunque estas corrientes tuvieron orígenes y finalidades religiosas, provocaron tal conmoción
que influyeron, y, a la vez, se vieron muy influenciadas por ellos, en la política, la economía y
los problemas sociales del siglo XVI.
2 Causas de la Reforma
2
Aviñon (1309-1377) Durante este período, “los papas refuerzan el sistema jurídico-financiero que hace de su poder un
mecanismo eficiente y formidable. No hay nombramiento de obispo o abad, o incluso de simple cura del que la curia no saque un
tributo financiero, por medio de un sistema internacional de recaudadores de banqueros que ponen a su servicio todos los
refinamientos de la contabilidad precapitalista.
Fueran muchas y complejas:
• El humanismo con su mentalidad crítica que llevó a dudar de las enseñanzas y prácticas de la
Iglesia, e incluso a opinar que los libros sagrados podían ser interpretados libre y
personalmente sin intervención del papa, los concilios y los sacerdotes. De manera especial, en
Alemania, Países Bajos y otras naciones que nunca habían pertenecido al antiguo Imperio
Romano, las críticas se volcaron sobre la traducción latina y oficial de la Biblia.
• El nacionalismo de muchos países llevó a una separación completa del catolicismo porque
los gobernantes (como en Alemania e Inglaterra) encontraron en la Reforma un modo de
afianzar el estado nacional y su poder monárquico. En otros, como Suiza, Suecia, Países Bajos,
etc., la Reforma fue instrumento de la lucha independentista contra países católicos que los
dominaban.
La doctrina de Lutero se completó a través de otros escritos del reformador y se resume en los
puntos siguientes:
• El hombre peca porque no es libre para escoger entre el bien y el mal; por su naturaleza está
inclinado hacia el mal.
• Por tanto, ni las buenas obras, ni los sacramentos, ni la Virgen y los santos pueden ayudar a
la salvación del alma. Solamente la fe justifica al pecador.
• La Iglesia no tiene poder sobre las conciencias, por tanto no hay necesidad de papas,
obispos y sacerdotes. Tampoco tienen que existir conventos ni monasterios ni el celibato de
los religiosos.
• No debe haber sino tres sacramentos: bautismo, penitencia y eucaristía. Estos dos últimos
muy distintos a la forma establecida por la Iglesia.
• A estos agregó que la renovación religiosa debía ser organizada y regulada por los gobiernos.
Los campesinos alemanes se sublevaron (1525) porque interpretaron las ideas luteranas
como un intento de igualar la sociedad y reclamaron también participación en la distribución
de las tierras del clero, bajo la ardiente prédica de Tomás Müntzer. Como Lutero no pretendía
modificar el orden social y económico establecido, autorizó a los nobles alemanes a aplastar
cruelmente la sublevación campesina. Desde ese momento el luteranismo quedó
comprometido política y socialmente con la nobleza y se convirtió en la ideología de la mayoría
de los príncipes y terratenientes. También ocurrió una sublevación de burgueses y artesanos
en las ciudades del Rin, fomentada por una corriente derivada del luteranismo, los
anabaptistas que predicaban el bautismo en edad adulta y la comunidad de bienes y aún de
mujeres. Esta sublevación fue dominada por los obispos y príncipes católicos de Alemania.
Pasadas estas sublevaciones, Carlos V intentó varias veces más una solución armónica a través
de la Dieta. En la Dieta de Spira (1529) los luteranos protestaron de un acuerdo que les
impedía la propagación de sus ideas y por dicho motivo se les aplicó el nombre de
protestantes. En la Dieta de Augsburgo (1530), Melanchton, un discípulo de Lutero, presentó la
llamada Confesión de Augsburgo o doctrina completa del luteranismo. Los príncipes luteranos
demostraron tener ya un poder político y militar pues habían constituido la Liga de Smalcalda y
Carlos V decidió combatirlos por las armas. Inicialmente triunfó, pero no se aprovechó del
éxito y, años más tarde, los príncipes luteranos se aliaron al rey de Francia (que era enemigo
de Carlos V), venciendo definitivamente a los ejércitos imperiales. Por la paz religiosa de
Augsburgo (1555), se aceptó oficialmente el luteranismo en Alemania y se reconoció el
derecho de cada príncipe a imponer en su territorio la religión que profesase (católica o
luterana), de acuerdo con el principio "según el gobierno, tal religión". De esta manera el
poder de la nobleza llegó hasta el control de las conciencias de sus súbditos y Alemania quedó
más dividida que antes.
El luteranismo se propagó también por los países escandinavos: en Suecia porque el rey lo
impuso como credo oficial al independizar su nación de Dinamarca. En este país, Noruega y
Finlandia también se impuso oficialmente la iglesia luterana como ideología de Estado.
Calvino (1509 — 1564) era un sacerdote francés que al ser perseguido por sus ideas
reformadoras se radicó en Ginebra y llegó a convertirse en gobernante político-religioso de
dicha ciudad. A diferencia de Lutero, Calvino era más frío, racionalista y con notable formación
jurídica. Este reformador aceptó muchas ideas luteranas pero fue más severo aún:
• Mientras para Lutero la religión se reducía a la conciencia y el Estado debía organizar las
iglesias, para Calvino el Estado debía regirse por las normas religiosas. Así estableció un rígido
gobierno teocrático en Ginebra.
• Acabó con los altares y todo lujo en los templos, simplificó al máximo el culto y abolió la
veneración a la Virgen y los santos.
• Redujo a dos los sacramentos (bautismo y cena eucarística) pero muy modificados.
• Lo más original de su doctrina fue la explicación de que los hombres no son libres
moralmente porque Dios los ha seleccionado en dos grupos: unos predestinados a salvarse y
los demás a la condenación eterna. La fe no es la que salva sino que la fe es un signo de que
Dios lo ha salvado ya. El éxito en cualquier actividad es también un signo de predestinación
divina.
La propagación del calvinismo fue más universal gracias al cuerpo de predicadores que formó
Calvino y a que millares de hombres fanatizados por la creencia en pertenecer a los
predestinados extendieron sus enseñanzas por toda Europa. Además, con seguridad y
entusiasmo se entregaron al trabajo y los negocios contribuyendo al progreso del capitalismo
(el calvinismo, a diferencia del catolicismo y el luteranismo, sí autorizaba los préstamos con
intereses).
Los calvinistas, particularmente los puritanos lograron imponer una moral más rígida que la
luterana y la católica, pues siguiendo el ejemplo de lo que Calvino estableció en Ginebra, hasta
los bailes, las diversiones y montar a caballo en día domingo, fueron consideradas como
ofensivas a Dios. Incluso llegaron a cerrar los teatros y prohibir el consumo de bebidas.
• La ruptura con el papa. En Inglaterra existía un sentimiento nacionalista por parte del
clero contra la supremacía del papado y entre los intrigantes de la separación figuraban el
cardenal Cromwell y el arzobispo Cranmer. Pero el pretexto final de la rup tura fue la petición
del rey Enrique VIII (1509 - 1547) al papa de que anulara su matrimonio (después de 20 años)
con,Catalina de Aragón. Hasta ese momento, el monarca había sido un fiel católico que incluso
escribió contra Lutero, pero la reina no le había dado hijos varones y él deseaba casarse con
Ana Bolena, dama de la corte. Al negarse el papa a la anulación, Enrique la obtuvo de un
tribunal do obispos ingleses presidido por Cranmer. El papa lo excomulgó y Enrique VIII
respondió con el Acta de Supremacía (1534) por la cual el Parlamento proclamaba al monarca
y sus sucesores jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra. En lo sucesivo el monarca sería el
"papa" de Inglaterra.
• Esta iglesia nacional respetó inicialmente los dogmas, los sacramentos y la veneración a la
Virgen y los santos, pero, en cambio abolió el celibato religioso (los sacerdotes anglicanos se
pueden casar), disolvió las comunidades y se apropió de sus bienes con los cuales se
beneficiaron la Corona y se formó una nueva clase social de ricos terratenientes (gentry). Entre
las víctimas católicas de Enrique VIII figuró el gran humanista y canciller del reino Tomás Moro.
Enrique VIII hizo condenar a muerte a su segunda esposa y contrajo 4 matrimonios sucesivos
(la tercera esposa falleció, la cuarta se divorció legalmente, la quinta fue decapitada y la sexta
lo sobrevivió).
• La organización. Muerto Enrique, lo sucedió su pequeño hijo Eduardo VI, durante cuyo corto
reinado se introdujeron ideas luteranas y calvinistas con las cuales se estructuró la Iglesia
anglicana, con base en los Treinta y nueve artículos de Fe, redactados por Cranmer. Su
hermanastra María restauró temporal y cruelmente el catolicismo y, finalmente Isabel I (1558
— 1603) dio la organización definitiva a la Iglesia anglicana, síntesis de catolicismo (del cual
conservó gran parte de la jerarquía, la misa y muchos ritos), de luteranismo (doctrina sobre la
eucaristía y reducción de sacramentos) y de calvinismo (del cual, incorporaron algunas ideas).
Sin embargo, tanto los calvinistas y luteranos como los católicos o "papistas" fueron
igualmente perseguidos con gran crueldad. Años más tarde los puritanos perseguidos emigra-
ron a Norteamérica y fundaron varias de las trece colonias. La iglesia anglicana afianzó el poder
de la monarquía inglesa.
EL ABSOLUTISMO
3
ABEL LÓPEZ
3
Profesor. Historia Medieval. Universidad Nacional, Bogotá
La centralización del poder aristocrático conducía al debilitamiento de las relaciones
feudo-vasalláticas, a hacer más difícil la conformación de ejércitos privados, y a restringir la
justicia local privada...
Por otra parte, la aristocracia también se enfrenta a la clase mercantil. [ Y aquí es donde se
da la jugada política de la monarquía: entre la nobleza y la monarquía, ésta interpone y
"utiliza" a la burguesía mercantil.] La monarquía se aprovechó de la expansión comercial, de
las innovaciones (intelectuales, científicas y tecnológicas) de la burguesía, de la expansión
monetaria, para modernizar sus instrumentos de coerción a fin de mantener su dominio de
clase sobre el campesinado.
Las monarquías del siglo XVI hicieron esfuerzos para mejorar sus ingresos. Las finanzas
medievales se habían caracterizado por fuertes aportes de las rentas personales del soberano.
Ahora frente al crecimiento desmedido de los gastos, los recursos personales del rey ya no
bastaban y había que buscar nuevos ingresos, cuya parte esencial ha de provenir de la re-
caudación de impuestos, los cuales recaían sobre las clases más humildes. La monarquía
absoluta estableció una nueva renta centralizada: la renta fiscal, (la talla, se llamaba en
Francia; la capitación, en Inglaterra) y la cual recaían básicamente sobre la clase campesina.
Esa nueva exigencia fue una de las más importantes motivaciones de las rebeliones de la
temprana edad moderna. La base impositiva se amplía; pero la nobleza sigue siendo una clase
exenta del pago de impuestos directos. Tal exención era lo que buscaban los burgueses al
ingresar en los rangos de la aristocracia.
Otro aspecto de la modernización tuvo que ver con la diplomacia. Los nuevos
estados dieron origen a la cancillería, (un embajador permanente) y al concepto de
extraterritorialidad. Sin embargo, en las relaciones exteriores, los reyes se regían por
razones similares a las de la Edad Media. Las guerras del siglo XVI seguían siendo
básicamente guerras entre casas di násticas más que guerras entre naciones. La razón
dinástica constituía una de las bases de legitimidad de la monarquía absoluta, lo que
refleja un profundo carácter feudal. Las alianzas matrimoniales continuaban siendo la
forma más frecuente de sellar pactos y arreglos, de evitar o promover conflictos, y de
preparar los cambios en la dirección del estado. La entidad territorial, apoyaba, como
arriba se dijo, en una ampliación del mercado interno, y en el sentido burgués del
patriotismo, se seguía confundiendo con los dominios de una casa dinástica.
Las transformaciones que hasta acá hemos descrito afectaron la vida religiosa de la
época y en especial la historia del papado, como fuerza universal de carácter espiritual.
El debilitamiento del poder papal es uno de los rasgos sobresalientes de la historia
europea de finales de la edad media y comienzos de la edad moderna.
Los antecedentes más cercanos de ese debilitamiento hay que buscarlos en el siglo
XIV, con el llamado cautiverio de Avignon (1317-1378) cuando el papa trasladó su sede
de Roma a Avignon para convertirse en instrumento de los intereses políticos y
personales de la monarquía francesa. La crisis de prestigio se prolongó con el Cisma de
Occidente de 1378 a 1417 cuando la cristiandad soportó primero dos Papas y luego tres a
la vez.
4
Uno de ellos, en España, fue Miguel de Cervantes
5
Lapeyre. op. cit. pág. 246.
6
Eric Kahler. Los Alemanes. México, Fondo de Cultura Económica, 1977, pág. 166
A finales del siglo XV y comienzos del XVI, nuevas circunstancias consolidaron ese
proceso de debilitamiento de la autoridad papal. En primer lugar, la consolidación de los
estados absolutistas. Los monarcas del renacimiento encontraban que los privilegios
que ejercía la iglesia como poder universal eran un serio obstáculo para la afirmación
de la soberanía territorial. Los esfuerzos de muchos monarcas estuvieron dirigidos a
consolidar sus propias iglesias, a controlar el nombramiento de funcionarios eclesiásticos,
a hacer de la religión un instrumento de sus propios intereses dinásticos. Por tal razón
príncipes laicos y reyes europeos vieron en la Reforma Protestante una oportunidad para
afianzar su propio poder ante las pretensiones de Roma. Algunas monarquías ya habían
logrado, antes del triunfo del protestantismo, restringir los privilegios de la iglesia.
Los reyes católicos en España lo lograron con el establecimiento del papado para
serlo de los soberanos, quienes designaban los inquisidores y los pagaban con dineros del
fisco real. Los inquisidores dependían directamente de la corona y obedecían, por tanto,
a sus intereses. Además, los reyes españoles exigían que las disposiciones emanadas de
las cortes pontificias y de los concilios provinciales obtuviesen el pase regio, antes de ser
publicadas en sus dominios.
Algo similar obtuvo Francisco I, rey de Francia, en 1516, al firmar un concordato con
el Papa que le otorgaba al soberano el nombramiento de obispos y abades. Poco a poco
los reyes franceses se fueron convirtiendo, sin romper con Roma, en los jefes
temporales de la iglesia: sancionaban las leyes eclesiásticas; sólo ellos podían convocar o
autorizar concilios, custodiaban los bienes de la iglesia. La iglesia en Francia era
administrada por el Consejo Real. Los parlamentos, organismos judiciales del reino,
sometían a los clérigos a la jurisdicción real y despojaban a las jurisdicciones de la iglesia
de casi todas sus causas.
Al ascenso del poder temporal laico, se suma el hecho de que el mismo papado se
venía convirtiendo cada vez más en un principado temporal, que trataba con las otras
potencias católicas como soberano italiano, y subordinaba así lo que podría ser las
exigencias de la iglesia a la afirmación de su propio poder secular, familiar y personal.
“El poder monárquico de la corte romana, anotaba un historiador de aquella época, es
de un carácter un tanto singular. No se trasmite de padre a hijo, pero se acumula en los
miembros de la familia —sobre todo en los sobrinos— cuyo jefe es elevado al solio de
Pedro”. Esta tendencia es evidente a partir de Calixto III (Alfonso Borgia 1455-58), de
modo que en un período de no muchos decenios se suceden en la máxima jerarquía,
por dos veces, los miembros del mismo grupo familiar: Borgia, Della Rovere, Piccolomini
y Medici; en seguida vendrán los Farnesse y los Caraffa.
La verdadera crisis del papado y de la iglesia como insti tución consistía en que se
había perdido la confianza en ello como medio de salvación. Su reputación de corruptos,
que no carecía de razón, contradecía su pretensión de constituirse en únicos
dispensadores de la gracia, y llevaba a la convicción espiritual de que no podía tratarse de
la iglesia fuera de la cual no hay salvación.
Un ejemplo del abuso de las reliquias con fines económicos es el caso de Federico, el
Sabio, elector de Sajonia y protector de Lutero. Federico tenía en su poder una colección
de reliquias que atraían a su ciudad numerosos peregrinos. Sumaban un total de 5005
reliquias. Entre estas había: pedazos de la zarza ardiente de Moisés, nueve espinas de la
corona de espinas, treinta y cinco fragmentos de la cruz, algo de heno y paja del pesebre
de Cristo. Había restos del pesebre, de la cuna y de los pañales de Cristo; pelo de la virgen,
un frasco con leche suya, trozos de su túnica y otros adornos; doscientos cuatro pedazos
con los cuerpos de los santos inocentes.
James Atkinson, de quien tomamos estos datos, comenta a este propósito: "cualquier
organización turística de hoy sacaría partido de semejante oportunidad"; pero, añade "lo
importante no era la originalidad de las reliquias, sino su potencia espiritual. Se podían
conseguir 127.709 años y 116 días de redención de tiempo de purgatorio adorándolas,
diciendo la fórmula de oraciones y pagando lo convenido"10. Las reliquias de la iglesia del
7
Jean Delumeau. La Reforma Protestante. Barcelona, Editorial Labor. Colección Nueva Clío, 1973. pág. 6
8
idem. pág. 6.
9
Ibid.
10
James Atkinson. Lutero y el nacimiento del protestantismo. Madrid, Alianza editorial, 1971, pág. 65-66.
Castillo, en cuya puerta clavó Lutero sus noventa y cinco tesis, se creía que podían
conceder 1.902.202 años 270 días de indulgencia, aproximadamente 11.
Es cierto que las indulgencias no perdonan los pecados, sólo sirven de remisión de la
pena temporal y que se exige confesar y comulgar para obtener la indulgencia; además en
la iglesia no se señalaba como condición para obtener esa remisión la entrega de una
limosna; pero no cabe duda de que la presencia del dinero en las indulgencias hizo perder
mucho de su sentido original y de que fueron objeto de abusos. Estaban muy enraizada la
idea de que con la indulgencia se compraba la salvación. Era lo que creía Don Cristóbal
Colón: cuando escribió: "el oro es el tesoro y quien lo posee tiene todo lo que necesita en
este mundo, como tiene también el medio de rescatar las almas del purgatorio y enviarlas
al cielo"54.
Lo que otorgaba esta indulgencia, predicada por Tetzel, era "la remisión plenaria de
todos los pecados a aquellos que contritos de corazón, confesados de boca, habiendo
visitado siete iglesias y recitado cinco padres nuestros y cinco avemarías, dieron a la
caja de indulgencias una ofrenda cotizada según el rango social y la fortuna que
variaba desde 25 florines de oro para los príncipes, hasta medio florín, o incluso abso-
lutamente nada, para los simples fieles” 13. Ofrecía, también, "el derecho a escoger u
confesar, regular o secular y de obtener de él, una vez en el curso de la vida y, en
artículo de muerte, todas las veces que fuera necesario, la indulgencia plenaria y
absolución no solo de los pecados ordinarios, sino de los casos reservados: esto,
mediante un cuarto de florín precio mínimo". Finalmente la indulgencia concedía "la
11
Ibidem, pág. 394
12
Lucien Febre. Lutero, Un destino. México, Breviarios del Fondo de cultura económica, 1975, pág. 83
13
Lucien Febre. Lutero, Un destino. México, Breviarios del Fondo de cultura económica, 1975, pág. 83
remisión plenaria de los pecados para cualquier alma del purgatorio, mediante
ofrendas cotizadas como las arriba citadas".
Pero, la oposición a la iglesia provenía no tanto por causa de los abusos, cuanto por
la insatisfacción, planteada desde antes de Lutero, sobre la efectividad de los medios que
ella proponía para obtener la salvación y por las dudas acerca del origen divino de la
autoridad papal.
Juan Huss (1370-1414) en Bohemia, negaba que el papado fuese una institución de
origen divino. Huss murió en la hoguera, sin embargo sus seguidores, después de una
tenaz lucha contra las cruzadas encabezadas por el Papa y el emperador, lograron que el
concilio Basilea otorgase (1436) la comunión bajo las dos especies, lo que era una "victoria
limitada, pero auténtica del sacerdocio universal" . A finales del siglo XV y comienzos del
XVI, el progreso del individualismo y del humanismo renacentista, contribuyeron a
acentuar el papel de Laico en la sociedad y en la religión, a que muchos cristianos se
alejaran de la liturgia tradicional, a que prefirieran las procesiones a la misa, el rosario a
la comunión. El progreso del espíritu laico, una consecuencia del ascenso de la burguesía
y de la consolidación del estado absolutista, se puede observar en el hecho de que sean
ahora laicos los encargados de la construcción de los hospitales
Cada edición variaba entre los 150 y los 1600 ejemplares. En 1520 había unos 6.600
ejemplares de la Biblia alemana en circulación y 13.500 en otras lenguas, además de unos
10.000 libros del nuevo testamento 61.
Esta tendencia hacia una piedad personal, que consideraba la salvación como un
resultado espiritual del éxito individual, fue expresada por las corrientes humanistas de
finales del siglo XV, en la que se ha denominado la devotio moderna, cuyo rasgo
sobresaliente es el resaltar que la verdadera piedad proviene mucho menos de los actos
externos, del boato de la iglesia institucional y mucho más de la revelación interior, conse-
cuencia del contacto espiritual entre el creyente y Dios. La devoción moderna contribuía,
pues a desvalorizar la jerarquía, el culto a los santos y a las ceremonias.
Por otra parte, el interés filológico de los estudios humanistas del Renacimiento
introdujo el método crítico en las disciplinas religiosas.
1. En qué consiste lo que el texto llama “la jugada política del absolutismo”
2. Según los monarcas del renacimiento la Iglesia constituia un obstáculo para el desarrollo de las
nacionalidades por varias razones. Cite y explique dos de ellas.
A. EL LIBERALISMO14
1. Origen del liberalismo
A partir del siglo XIII, el naciente capitalismo comercial y financiero (banquero) exigía un
mercado más amplio y, en consecuencia, mayores unidades legales y económicas.
14
REINHARD KÜHNL, III MODELOS DE DOMINACIÓN PÚBLICA, en Wolfgang Abendroth y Kurt Lenk.
Introducción a la ciencia política
productor y el vendedor son dos personas distintas y la mano de obra se canjea como si se
tratase de otra mercancía. La manufactura y las nuevas invenciones técnicas evolucionan hasta
la industrialización que desplaza el centro de gravedad económico a las ciudades y busca
eliminar todas las reglamentaciones que obstaculizan el desarrollo de la economía.
A partir del siglo XVI, el absolutismo concentró las dispersas funciones de competencia estatal.
Mediante la economía financiera, el Estado absoluto crea, con un aparato de funcionarios y un
ejército estable, una actividad estatal continuada, regular (de acuerdo con el constante tráfico
de mercancías y noticias, que en el siglo XVII daría lugar a los servicios de correos y de prensa
informativa. Habermas).
El proceso mediante el cual se despoja del poder administrativo a los estamentos feudales, por
parte del soberano absoluto, corre paralelo al desarrollo de la empresa capitalista, es decir, a
la paulatina expropiación de los productores por cuenta propia: de la misma forma como el
funcionario administrativo ya no es el propietario del dinero que gasta, al trabajador ya no le
pertenece los medios de producción con los cuales trabaja. Ambas «empresas» -tanto el
Estado como el negocio capitalista privado- exigen una «organización estrictamente racional
del trabajo» [Weber]. Las relaciones entre el poder y los súbditos se convierten de personales
(obedientes-carisma, etc) en materiales (contractuales), con lo cual se posibilta la distinción
entre la esfera oficial y la iniciativa privada. Entonces se separan las esferas del Estado y de la
sociedad.
A pesar de que la burguesía había logrado copar todos los cargos importantes en el campo
económico, quedaba prácticamente excluida del gobierno del Estado y de la Iglesia1. A pesar
de que el absolutismo fomentaba las empresas capitalistas privadas mediante una política
económica mercantilista, con el fin de incrementar sus ingresos, continuamente se entrometía
en el proceso económico para regularlo [de acuerdo a sus intereses]
Así, frente al poder político, en el que todos los súbditos, sin distinción de estamentos ni de
origen, estaban desprovistos de derechos frente al soberano, y donde la ley de éste tenía
validez para todos, se empezó a formar una crítica burguesa tanto de la constitución feudal de
la sociedad, como del Estado absoluto.
La consecuencia última de esta concepción tenía que ser, entonces, el ejercicio del poder
político por los ciudadanos mismos. Sin embargo, mientras los teóricos liberales de la
economía -como los fisiócratas, Adam Smith, Bentham, Ricardo- ya podían partir de la realidad
(una economía cada vez más capitalista), los pensadores del Estado tenían prácticamente que
construir una teoría del "Estado Liberal". Pero pronto, un hecho sería el determinante de sus
reflexiones: La Revolución Inglesa
c) Instauración política
Inglaterra fue el primer país donde tales conflictos llegaron a madurar, debido al adelanto
económico que se produjo en la segunda mitad del siglo XVII.
La Revolución Inglesa
Relación de conceptos económicos, políticos y culturales (religiosos)
Hechos:
1629-1640 Nueva disolución del Parlamento por el rey Carlos a la que sigue la persecución de
los adversarios políticos y religiosos del monarca.
1640 Carlos I convoca el "Parlamento Corto" y el "Parlamento Largo" con el propósito de lograr
el financiamiento de la llamada "guerra de los obispos" contra los rebeldes escoceses; pero el
Parlamento está dominado por los puritanos a la cabeza de John Pym, y exige, como
condición, el control de los actos de gobierno.
En 1641 los parlamentarios presentan una relación de agravios y quejas, y recobran la potestad
de designar a los consejeros reales. Los anteriores consejeros Strafford y Laud son procesados
y condenados a muerte.
Hasta la muerte de Cromwell (1658), el espíritu de los puritanos domina: estrecho control
religioso y moral. A pesar de su convicción sobre la misión sobrenatural de los puritanos, el hijo
y sucesor de Cromwell, Ricardo, se siente incapaz de ejercer la jefatura del país y dimite.
Entonces, el general Monk procede a la
1685-1688 jacobo II, católico, intenta la restauración oficial del catolicismo; violenta oposición
anglicana, apoyada por los whigs. El nacimiento inesperado de un heredero (Jacobo III) crea
para Inglaterra el peligro de una dinastía católica estable. Whigs y Tories, unidos, llaman a
Guillermo III de Orange (estatúder de Holanda) y le ofrecen la Corona invocando "la religión
protestante y un Parlamento libre". Consecuencia: lo que los mismos ingleses llaman la
EL ESTADO DE NATURALEZA
Esta situación le permite a Hobbes una definición formal de la lex naturalis «dictamen de
la recta razón acerca de los actos que deben hacerse u omitirse con el fin de
conservar la vida o la integridad física tanto tiempo como sea posible »
LA LEY NATURAL
Para poder comprender bien en qué consiste el poder político y para remontarnos a su
verdadera fuente, será forzoso que consideremos cuál es el estado en que se encuentran
naturalmente los hombres, a saber: un estado de completa libertad para ordenar sus actos, y
para disponer de sus propiedades y de sus personas como mejor les parezca, dentro de los
límites de la ley natural, sin necesidad de pedir permiso, y sin depender de la voluntad de otra
persona.
Es también un estado de igualdad, dentro del que todo poder y toda justicia son recíprocas, en
el que nadie tiene más que otro, puesto que no hay cosa más evidente que el que seres de la
misma especie y de idéntico rango, nacidos para participar sin distinción de todas las ventajas
de la naturaleza y para servirse de las mismas facultades, sean también iguales entre ellos, sin
subordinación ni sometimiento, a menos de que el Señor y dueño de todos ellos haya colocado,
por medio de una clara manifestación de su voluntad, a uno de ellos por encima de los demás,
y que le haya conferido, mediante un nombramiento evidente y claro, el derecho indiscutible al
poder y a la soberanía (...)
Pero aunque ese estado sea un estado de libertad, no lo es de licencia; aunque el hombre
tenga en semejante estado una libertad sin límites para disponer de su propia persona y de sus
propiedades, esa libertad no le confiere derecho a destruirse a sí mismo ni siquiera a alguna de
las criaturas que posee, sino cuando se trata de consagrarla, con ello, a un uso más noble que
el requerido por su simple conservación. El estado natural tiene una ley natural por la que
se gobierna, y esa ley obliga a todos. La razón que coincide con esa ley, enseña a cuantos
seres humanos quieren consultarla que, siendo iguales e independientes, nadie debe dañar a
otro en su vida, salud, libertad o posesiones; porque siendo los hombres todos la obra de un
Hacedor omnipotente e infinitamente sabio; siendo todos ellos servidores de un único Señor
soberano, llegados a este mundo por orden y para servicio suyo, son propiedad de ese
Hacedor y Señor que los hizo para que existan mientras le plazca a El y no a otro . Y como
están dotados de idénticas facultades y todos participan en una comunidad de naturaleza, no
puede suponerse que exista entre nosotros una subordinación tal que nos autorice a
destruirnos mutuamente, como si los unos hubiésemos sido hechos para utilidad de los otros,
tal y como fueron hechas las criaturas de rango inferior, para que nos sirvamos de ellas. De la
misma manera que cada uno de nosotros está obligado a su propia conservación..., lo está
-cuando no está en juego su propia conservación- a mirar por la de los demás seres humanos,
y a no quitarles la vida o dañarla, ni todo cuanto tiende a la conservación de la vida, de la
libertad, de la salud, de los miembros o de los bienes de otro, a menos de que se trate de hacer
justicia en un culpable.
El individuo que entra a formar parte de la sociedad desconfía, sin embargo, de que el
Estado se mantenga dentro de los límites señalados y para impedir ninguna
extralimitación atentatoria a sus derechos personales, le negará toda soberanía doctrinal
y constituirá un sistema de equilibrio de fuerzas -división de poderes- que impida en la
práctica el ejercicio de la soberanía por el poder político, que no dispondrá sino de la
función ejecutiva, en tanto la legislativa se reserva precisamente a los representantes
electos de los ciudadanos:
EL PODER LEGISLATIVO