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Protocolo de Intervención Conductual para Personas de la Tercera Edad con o sin

Demencia que Residen en un Geriátrico

Docente

Lady Quintero

Alejandro Santana Barahona

Dyxie Daniela Vargas Castañeda

Camila Garzon Cardona

Grupo

402

Universidad de Cundinamarca

Facultad de ciencias sociales, humanidades y ciencias políticas

Psicología

Aprendizaje III

Facatativá

2018
Introducción

El presente protocolo nace a partir de la idea de brindarle tanto a cuidadores(as) como

enfermeros(as) pertenecientes a hogares geriátricos de estrato socioeconómico tres en

adelante de Colombia, estrategias de intervención para el manejo de pacientes de tercera edad

(con o sin demencia) que manifiesten conductas disruptivas, este protocolo se fundamenta en

principalmente en el uso de procedimientos de manejo de contingencias, con el fin de

modificar dichas conductas que generan desorden o alteración en la normalidad del contexto

y así fomentar comportamientos afines e idóneos.

Los procedimientos que estructuran el protocolo están respaldados tanto en teoría

como investigaciones que reconocen su confiabilidad, por tanto su aplicación debe realizarse

según lo estructurado, aclarando que su efectividad depende de su correcto uso.

Es importante indicar que los resultados y modificaciones de comportamiento

esperados se encuentran mediados por la consistencia en la implementación de los

procedimientos de modificación de conducta esperados por parte de los cuidadores (as) y

enfermeros (as) y que estos deben ser evaluados previamente antes de llevar a cabo, ya que

cada persona tiene una forma diferente de ser tratado, es decir que particularmente no sería

idóneo tratar un paciente con un mismo procedimiento conductual que presente los mismos

patrones conductuales que otro, ya que para cada persona puede ser diferente en cuanto a las

estrategias empleadas para la modificación de conducta.


Objetivos

Objetivo General

Diseñar un protocolo de intervención conductual dirigido a cuidadores(as) y

enfermeros(as) pertenecientes a hogares geriátricos, aplicado a personas de la tercera edad

con o sin demencia.

Objetivos específicos.

Proporcionar información a los cuidadores(as) y enfermeros(as) que les permita

identificar conductas disruptivas en los pacientes.

Estructurar estrategias efectivas para los cuidadores(as) y enfermeros(as) que

permitan la modificación de conductas disruptivas.

Facilitar un método que logre mantener e incrementar comportamientos afines e

idóneos
Aspectos Teóricos

Contextualización del Problema

Para iniciar en necesario tener en cuenta algunos conceptos importantes, el primero de

ellos sera el problema que se pretende intervenir, es decir conductas inapropiadas o

disruptivas por parte de los ancianos con o sin problemas psiquiátricos que residen en un

geriátrico.

La agresividad representa una de las conductas con mayor capacidad disruptiva

ambiental que presentan los pacientes en general, principalmente hay que contemplar la

posibilidad de que la conducta agresiva se presente en el contexto de un trastorno cognitivo

de tipo demencial más o menos aparente, la pérdida de funciones cognitivas determina en

muchas ocasiones una modificación de la conducta del sujeto, haciendo que el paciente

presente conductas inadecuadas a partir de sus condiciones psicopatológicas. El segundo

aspecto importante es situar el contexto en el que aparecen las conductas agresivas o

disruptivas, los posibles desencadenantes ambientales y las relaciones que puedan tener con

el entorno o personas que rodean al sujeto, la experiencia demuestra que es muy frecuente

encontrar actitudes muy simplistas, es decir que el paciente piensa o se comporta con

exagerada simplicidad al no tener en cuenta la complejidad de un asunto, situación o

cuestión. Los síntomas más problemáticos en pacientes afectos de demencia son: Agresividad

verbal y física, delirios e interpretaciones delirantes, falsos reconocimientos, Alteraciones del

sueño, vagabundeo, conductas sexuales inadecuadas y conductas alimentarias extravagantes

(Domènech & Artigas, 2003). Sin embargo las conductas más relevantes a intervenir en

ancianos sin dificultades cognitivas son:

Agresión física a cuidadores o enfermeras ( morder, golpear, rasguñar y pellizcar)


Dificultad en el acatamiento de normas e instrucciones dadas por los cuidadores o en

su defecto las enfermeras que prestan su servicio en el geriátrico.

Verbalizaciones ofensivas hacia los cuidadores o enfermeras (groserías y apodos

humillantes)

Lanzar objetos a los cuidadores y enfermeras cuando ellos no complacen sus

demandas.

Los principales desencadenantes de estas conductas según (López & Artacho, 2010.

Citado por López, 2017). Son los cambios fisiológicos y las experiencias vitales. El principal

trastorno psicológico es la depresión presentando mayor prevalencia en mujeres con factores

de riesgo como la edad, cantidad de enfermedades crónicas, cantidad de medicamentos,

apoyo familiar. No obstante no siempre podemos determinar que las causas de estas

conductas inadecuadas son específicamente las anteriormente mencionadas, en pocas

palabras no podemos decir que en todas la ocasiones es culpa de los ancianos presentar este

tipo de conductas.

Causas y/o factores asociados.

Según Chong A. (2013) el envejecimiento se da progresivamente y se evidencia en el

ámbito biológico, psicológico, intelectual y social; en cuanto a lo biológico hay cambios

celulares, moleculares, en órganos y tejidos; también se evidencian cambios bioquímicos

que perturban la adaptación, recuperación y defensa de los organismos generando así

enfermedades crónicas ,tendencia a la disfunción y la discapacidad, presencia de más de una

patología, alteraciones motoras dadas por enfermedades como osteoporosis y artritis,

sintomatología derivada de infecciones.

En lo psicológico se ve afectada la forma en que percibimos la realidad, la relación

con los demás, y la percepción del entorno en el se encuentra el individuo como


consecuencia de las alteración de los órganos sensoriales. Para la esfera intelectual se ven

alteradas funciones como atención, concentración y memoria entre otras.

La presencia alteraciones del comportamiento, agresividad, alteraciones del sueño,

estados de ánimo particulares como irritabilidad, indiferencia, inestabilidad ,pesimismo y

ansiedad; esta última se ve manifestada en tensión motora, actitud hipervigilante y sueños

angustiosos, síntomas relacionados con la respuesta a pérdidas (afectivas, de estatus, de

apoyo, de autoestima, de objetos),temores, afrontamiento, y frustración; proporcionadas

como resultado normal de la edad y que pueden ser sumadas a factores genéticos, congénitos

y hereditarios facilitan la posibilidad de desarrollo de demencias asociadas a la enfermedad

de Alzheimer, de Parkinson y otros tipos condiciones psicopatológicas.

Contextualización de las técnicas a usar.

Es importante realizar una revisión a algunos conceptos básicos para efectuar la

modificación de las conductas, anteriormente mencionadas, a través de las estrategias

plasmadas en esta cartilla. El primero es reforzamiento positivo según Miltenberger, R.

(2013) es un proceso que refuerza la conducta ya que aumenta la probabilidad de que el

comportamiento se presente en el futuro; reuniendo así los siguientes elementos: 1. La

ocurrencia de una conducta. 2. La conducta debe ser seguida por un estímulo reforzante o por

un aumento en la intensidad del estímulo reforzante. 3. La presentación del reforzador

fortalece la conducta. Es importante puntuar que se refuerza una conducta o respuesta y no a

la persona.

El segundo es extinción es un principio básico de la conducta y que se da cuando un

comportamiento se refuerza con anterioridad, posteriormente no se producen las

consecuencias que reforzaban las conductas por lo que la conducta se deja de producir en el
futuro; cuando la conducta no es seguida por un refuerzo, el sujeto deja de realizar la

conducta.

El tercero es reforzamiento diferencial se utiliza para aumentar la frecuencia de un

comportamiento deseable y disminuir la frecuencia de los comportamiento o deseados,

reforzando el comportamiento deseable cada vez que aparezca haciendo que aumente la

probabilidad de que se presenta dicha conducta en el futuro. Para que este procedimiento sea

adecuado la conducta deseable debe estar ocurriendo para así poderla reforzar por lo que se

puede acudir al moldeamiento para evocar el comportamiento deseado.

El cuarto es moldeamiento es utilizado para desarrollar una conducta que el sujeto no

presenta; donde se dan aproximaciones sucesivas a una conducta que se prologa hasta que el

individuo muestre dicha conducta. Las pautas que se deben tener en cuenta en el

moldeamiento son: 1. Establecer la conducta que se pretende implementar. 2. Identificar si el

moldeamiento es el procedimiento más adecuado 3.identificar el comportamiento inicial.4.

Elegir los pasos o etapas del moldeamiento. 5. Elegir el reforzador. 6. Reforzar de manera

diferencial las aproximaciones sucesivas. 7. avanzar en las etapas del moldeamiento a un

ritmo adecuado.

Por último tenemos modelamiento es usado para generar conductas nuevas en el

cual se enseña a combinar respuestas conocidas en una nueva actividad o conducta,

generando así nuevos comportamientos.


Evidencias

Segun Mendoza, Merino & Barriga (2009) en su reciente estudio los adultos mayores

sufrían diferentes formas de maltrato físico, psicológico y social (12%) y tenían un bajo

grado de adaptación social (40%), deterioro leve o intenso de la memoria (49%) y

dependencia total (1,4%). Asimismo, el maltrato duplica la media mundial de maltrato

doméstico e institucional (4–6%) al anciano.

Ante esta cruda realidad local y el hecho de que el cumplimiento de los tratamientos

por parte de los adultos mayores podría verse afectado por sus condiciones de vida, es vital

determinar la relación entre las circunstancias de mayor dependencia funcional, el maltrato, la

falta de memoria, los bajos niveles de adaptación y la depresión de los ancianos, por una

parte, y el incumplimiento terapéutico, por la otra (Mendoza et al., 2009).

También se recientemente se ha encontrado que trastornos psicológicos están

asociados a las conductas disruptivas en los adultos mayores que residen en un geriátrico. El

insomnio es un problema importante que puede poner en peligro la calidad de vida de los

residentes ancianos en entornos de cuidado a largo plazo. Sin embargo, solo hay unos pocos

estudios que abordan las alteraciones del sueño entre los residentes de hogares de ancianos.

Los resultados indican que 144 personas de la tercera de edad (6,2%) tenían un trastorno del

insomnio según los criterios del DSM-IV, el 17% mostraban al menos un síntoma de

insomnio y más de la mitad de los sujetos eran usuarios de benzodiazepinas. De acuerdo con

el análisis multivariado, los trastornos psicológicos (odds ratio ajustado = 1.51) y las

conductas disruptivas (odds ratio ajustado = 2.10) fueron los únicos factores asociados con un

trastorno de insomnio en esta población. En conclusión, el insomnio es un problema bastante

importante, como un síntoma o un síndrome, entre las personas mayores y merece la atención
de los cuidadores. Deben desarrollarse intervenciones alternativas a los medicamentos con

benzodiazepinas, que son adecuadas para los residentes de cuidados a largo plazo mientras se

adaptan a estos entornos de atención específicos. Los trastornos psicológicos juegan un papel

muy importante a la hora de encontrar una causa para las conductas disruptivas en los

ancianos. Sin embargo los medicamentos que ellos tienen que tomar para sus déficits de

salud, también han demostrado que son una causa frecuente de presentación de conductas

inadecuadas (Voyer, Verreault, Mengue & Morin, 2005).

Pocos estudios han explorado el fenómeno del dolor en personas de la tercera edad

con deterioro cognitivo severo. La evaluación del dolor depende principalmente de la

capacidad de las personas para describir las dimensiones del dolor, esta se mas vuelve

problemática cuando el deterioro cognitivo de los pacientes es tan grave que no pueden

responder a las herramientas de evaluación del dolor. El propósito de este estudio fue

describir el fenómeno del dolor para un subgrupo de residentes de asilos de ancianos

agresivos con deterioro cognitivo que se inscribieron en un estudio más amplio de

comportamiento agresivo, para determinar si el dolor era un posible factor que influía en la

agresión, se buscó información de cinco fuentes: miembros de la familia, asistentes de

enfermería (NA), registros médicos de diagnósticos relacionados con el dolor, uso de

analgésicos y observaciones de conductas agresivas. Las familias informaron dolor en el 44%

de los sujetos, mientras que las NA informaron dolor en el 66% de los sujetos. Setenta y seis

por ciento de los sujetos tenían uno o más diagnósticos causantes de dolor. Sesenta y cuatro

por ciento de los sujetos cuyos familiares pensaban que podían tener dolor estaban siendo

tratados con analgésicos, en comparación con el 44% de los sujetos cuya NA informó que

podrían estar experimentando dolor. Los puntajes de agresión fueron significativamente más

altos en sujetos que tenían dos o más diagnósticos relacionados con el dolor y en sujetos con
artritis. Las enfermeras que conocen un historial de dolor, los informes de dolor de familiares

y cuidadores, la presencia de diagnósticos médicos relacionados con el dolor y que

comprenden que el dolor puede desencadenar un comportamiento agresivo pueden ser más

propensas a reconocer el dolor en los adultos mayores con deterioro cognitivo. Una mejor

evaluación del dolor debería conducir a un mejor tratamiento del dolor en esta población. Las

afectaciones físicas que padecen las personas de la tercera edad, en muchas ocasiones

presentan fuertes síntomas de intenso dolor. (Feldt, Warne & Ryden, 2001). Principalmente

el dolor es significativamente una causa de presentación de conductas agresivas por parte de

las personas de la tercera edad, que van dirigidas a las personas que hacen su vida más

llevadera. Los cuidadores y las enfermeras deben estar conscientes de esta situación y tratar

de disminuir el dolor que los pacientes o residentes de un geriátrico puedan llegar a sentir en

una de las múltiples intervenciones para tratar ses déficit físicos.

El dolor se correlaciona con los trastornos de insomnio en los pacientes o residentes

de un geriátrico ya que, al no poder descansar correctamente debido al intenso dolor que

pueden llegar sentir, ellos presentan conductas de irritabilidad frecuentemente porque pueden

llegar a pensar que nadie de los que los atienden o cuidan hacen algo para aliviar su dolor.
Estrategias

Un programa de modificación de conducta no se inicia simplemente eligiendo una

técnica particular y probándola en una persona, el éxito depende no solo de las técnicas

específicas empleadas, sino también de las formas en que se miden las conductas y se evalúan

lo programas de intervención. La modificación de conducta exitosa es el resultado de la

identificación cuidadosa, definición y medición de conductas. Si estas se miden he identifican

de manera adecuada, entonces pueden aplicarse consecuencias contingentes a su ejecución, si

estas pueden observarse de modo consciente, es posible evaluar si el problema de

modificación conductual conducirá al cambio. Si en programa no está funcionando, puede

modificarse la intervención hasta obtener el cambio conductual.

Toma de datos.

Observación: Mediante la observación de los pacientes (adultos mayores), se puede

constatar directa y contextualmente la conducta que manifiestan y de esta forma podemos

llegar a inferir la causa o la finalidad de esta, para de esta forma poder aplicar la estrategia

que mejor se adapte a la situación, teniendo en cuenta que las conductas agresivas van

dirigidas a los cuidadores o enfermeros (as), esto facilita su observación. La cual puede

realizarse por medio de:

Frecuencia: Dentro de la cual se tomará en cuenta por medio de dos observadores

cuantas veces se presentan las conductas agresivas en lapsos de diez minutos. Siendo esto

registrado así:

Minuto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1
0

Observador 1

Observador 2

Ejemplo:

Minuto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1
0

Observador 1 2 1 2 3 4 2 2 0 2 1

Observador 2 2 2 2 3 3 1 2 0 0 1

Intervalo parcial: Dentro de la cual se tomará en cuenta por medio de dos

observadores en un lapso total de diez minutos, si se presenta o no las conductas agresivas

por minuto, independientemente de su duración. Siendo esto registrado así:

Minuto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1
0

Observador 1

Observador 2

Ejemplo:

Minuto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1
0

Observador 1 S S N S S N N S N N
I I O I I O O I O O

Observador 2 S N N S S N S S S N
I O O I I O I I I O
Teniendo en cuenta también realizar el registro de la contextualización de la conducta,

donde se especifique que ocurrió antes de que la conducta se presentara, cual fue la

conducta y que ocurrió después:

ANTES CONDUCTA DESPUÉS


Referencias

Mendoza-Parra S, Merino JM, Barriga OA. Identificación de factores de predicción

del incumplimiento terapéutico en adultos mayores hipertensos de una comunidad del sur de

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