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FRANCISCO DEL ROSARIO VELA GONZALEZ

ELABORADA POR:

MADERLYN YULIETH MAHECHA MUÑOZ

TEMA:

CREACION E INOVACION DE FIGURA ABSTRACTA

PROFESORA:

BENILDA CACHIQUE IRIARTE

EMPRENDIMIENTO

GRADO:

11°

AÑO

2017

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FRANCISCO DEL ROSARIO VELA GONZALEZ

PRESENTADO POR:

MADERLYN YULIETH MAHECHA MUÑOZ

TEMA:

CREACION E INOVACION DE FIGURA ABSTRACTO

AÑO

2017

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C0NTENIDO

pág.

INTRODUCCION……………………………………………………………………… 2
JUSTIFICACION…………………………………………………………………….. 4
OBJETIVO GENERAL……………………………………………………….……… 6
OBGETIVO ESPECIFICO………………………………………………….………. 8
ATECEDENTES………………………………………………………………………10
MARCO TEORICO………………………………………………………………….12
METOLOGIA……………………………………………………………………… 14
BIOGRAFIA……………………………………………………………………………16
CONOGRAMA…………………………………………………………………………18
RESUMEN DEL PROYECTO………………………………………………….20

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INTRODUCCION

Mi proyecto es dar a conocer y buscar alternativas de solución


al ingreso económico familiar. Además, encontrar diferentes
oportunidades para que los jóvenes participen en actividades que
ayuden en su crecimiento personal, conforme a lo que aprende así
mostrarle al mundo sus creaciones y los jóvenes mejoren su
calidad de vida.

Para la elaboración de este proyecto se utilizó algún recurso y


además, nos da la oportunidad de crear imágenes que van de
acuerdo con la creatividad y la imaginación de quienes elaboran
estas imágenes, a la vez ayuda a mejorar la economía familiar
de la comunidad .

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JUSTIFICACION

El proyecto productivo se realiza con el fin de brindar alternativas


de soluciones en cuanto a los problemas que ha venido
surgiendo en las diferentes edades por falta de ayuda, ya que
nuestro municipio de Leticia hay pocas oportunidades.

Yo de manera personal, me he dado cuenta que a conocer sobre


este arte puede ayudar a desarrollar habilidades y destrezas en
las personas, a los jóvenes sobre el arte abstracto

Todo esto con el fin de dar importancia sobre el uso de este


proyecto y reacción ante la sociedad.

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OBJETIVO GENERAL

Elaborar diferentes proyectos con los jóvenes sobre el estampado


Abstracto en Leticia amazonas, paque los jóvenes de ahora tenga
un futuro de vida y económico.

OBJETIVO ESPESIFICO

• Presentar el proyecto de abstracto con el fin que conozca


el proyecto, y dar a conocer primeramente a los jóvenes y la
población, la importancia y provecho que se puede obtener
del proyecto abstracto y sus diferentes formas.

• Sensibilizar y concientizar a los jóvenes de Leticia sobre el


uso que se le puede dar al proyecto abstracto y satisfacer
las necesidades de familia , jóvenes , locales urbanos ,
rurales en todo lugar de Leticia generando ingreso
económico y brindar oportunidad de trabajo en jóvenes y
que tenga seguro su futuro.

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ANTECEDENTES

Fue surgido en los años anteriores el dibujo abstracto haciendo en


Figuras diferentes q uno puede encontrar en lugares preferido o en
galerías del país o museos.

1. Escultura figurativa

Gran parte de los escultores estadounidenses de principios del


siglo XX trabajaron siguiendo un estilo bastante académico y,
aunque sus obras son interesantes porque expresan el espíritu de
la época en que fueron realizadas, la mayoría de ellos no logró dar
un impulso técnico ni formal al arte de la escultura. Entre los que
trabajaban dentro de una línea tradicional están Malvina Hoffman,
George Grey Barnard, William Zorach, Paul Manship, John B.
Flannagan, Mahonri M. Young, Gertrude Vanderbilt Whitney y Jo
Davidson..

LA HISTORIA

En este artículo se desarrolla la historia de la escultura occidental


desde la prehistoria hasta nuestros días. Para escultura no
occidental, véase Arte y arquitectura de China; Arte y arquitectura
de India; Arte y arquitecturas persas; Arte y arquitecturas
islámicas; Arte y arquitectura de Japón; Arte y arquitectura
precolombinas.

Los objetos escultóricos conocidos más antiguos, tallados en


marfil, asta, hueso o piedra, tienen entre 27.000 y 32.000 años de
antigüedad. Entre ellos podemos citar un caballito de marfil de

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líneas ondulantes y delicadas, que fue hallado en una cueva de
Alemania. De los detritos (fragmentos rocosos) acumulados en los
suelos de cuevas prehistóricas también se han extraído figurillas
femeninas en piedra que enfatizan la representación de los
órganos reproductores, los pechos y las nalgas. Se cree que
representaban a diosas de la fertilidad y por ello se las llama
Venus. Una de ellas, la llamada Venus de Willendorf (c. 30.000-
25.000 a.C., Museo de Historia Natural, Viena), de formas muy
abombadas a pesar de medir sólo 11,5 cm de altura, estaba
pintada de color rojo. Hace unos 9.000 años, en Jericó, se
realizaban representaciones de calaveras humanas cubiertas de
yeso, con un gran naturalismo. Véase Arte paleolítico.

Entre las esculturas egipcias más antiguas se cuenta un


fragmento de pizarra tallado en bajorrelieve, conocido como la
Paleta del rey Narmer (3100 a.C., Museo de El Cairo), que
rememora la victoria del Alto sobre el Bajo Egipto. En ella
aparecen representados faraones, ejércitos, sirvientes y diversos
animales. Los faraones fueron también motivo de
representaciones conmemorativas con magníficas estatuas a
tamaño natural, que se ubicaron en tumbas y templos funerarios
(véase Arte y arquitectura de Egipto). Estas esculturas no eran
auténticos retratos sino representaciones idealizadas, con rasgos
predeterminados y mirada al frente, siempre se les representaba
en una pose frontal. El cuerpo recibía un tratamiento
marcadamente geométrico, con hombros y pecho planos que
recuerdan la forma de un triángulo invertido, como se aprecia en
una escultura de diorita tallada del faraón Kefrén (c. 2530 a.C.,
Museo de El Cairo). Durante el reinado de Ajnatón se alcanzó un
mayor naturalismo, como puede apreciarse en el exquisito busto
pintado en piedra caliza de la reina Nefertiti (c. 1365 a.C., Museo
de Berlín).

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ESCULTURA ESCOPOTAMICO

El arte mesopotámico es producto de varias civilizaciones: la


sumeria, la acadia, la babilónica y la asiria (véase Arte y
arquitectura de Mesopotamia). Alrededor del 2600 a.C. los
sumerios ya tallaban estatuillas de dioses en mármol,
caracterizadas por sus ojos grandes y su mirada fija. Otros
detalles como el pelo, la expresión facial, el cuerpo y el ropaje
muestran un tratamiento esquemático y denotan que se prestaba
poca atención al parecido con el modelo. Dichas características
se mantienen en la escultura mesopotámica posterior. Las
culturas de Mesopotamia también muestran una inclinación hacia
la representación de animales fantásticos, maestría que
ejecutaban con gran arte como puede verse en las entradas de los
palacios y en los relieves realizados en las paredes durante el
periodo asirio (1000 a.C.-612 d.C., existen ejemplos de ello en el
Museo Británico de Londres y en el Museo Metropolitano de Nueva
York).

Dentro del arte egeo se incluye la escultura minoica, con sus


estatuillas de diosas en terracota y marfil, y las obras micénicas,
entre las que se cuentan tallas pequeñas de divinidades
esculpidas en marfil. Los griegos, maestros de la escultura tanto
en piedra como en bronce, crearon algunas de las piezas
escultóricas más importantes de todos los tiempos. Entre los
siglos VII y I a.C. alcanzaron la perfección en la representación de
la figura humana a escala monumental. En el periodo más antiguo,
el arcaico, las figuras eran rígidas y los cuerpos presentaban una
esquematización geométrica, como en el arte egipcio. Sin
embargo, en la época clásica, entre los siglos V y IV a.C., su arte
se tornó más naturalista, buscando la perfección en la
representación del cuerpo humano. Las figuras estaban bien
proporcionadas y expresaban movimiento, aunque los rostros
continuaban siendo estáticos. Los temas preferidos durante este
periodo fueron los dioses y los atletas. Los escultores más
famosos eran Fidias, Policleto, Praxíteles y Lisipo. Entre los
grupos escultóricos realizados como decoración arquitectónica
los más apreciados son los del Partenón de la Acrópolis de Atenas,

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como Las tres diosas (Museo Británico), cuyo ropaje arremolinado
de manera rítmica, técnica denominada ‘de paños húmedos’, se
ciñe a sus cuerpos reclinados. Durante el periodo helenístico
(siglos IV a I a.C.) aumenta la expresividad en las obras, como
puede apreciarse en los gestos faciales y en la contorsión de las
poses. La Victoria de Samotracia o Victoria alada (c. 190 a.C.,
Louvre, París) es una obra maestra de gran dramatismo de este
periodo. Véase Civilización del Egeo; Arte y arquitectura de
Grecia.

ESCULTURA ETRUSCA Y ROMANA

Los etruscos, que habitaron la zona entre Florencia y Roma en


Italia desde el siglo VIII hasta el III a.C., realizaron esculturas de
sus dioses en terracota a tamaño natural, así como figuras
humanas reclinadas sobre las tapas de los sarcófagos de
terracota. También realizaron soberbios vaciados en bronce, como
la Loba capitolina (c. 500 a.C., Museo del Capitolio, Roma), que se
convirtió en el símbolo de Roma.

Los romanos fueron ávidos coleccionistas e imitadores de la


escultura griega. Los historiadores modernos conocen los
originales griegos perdidos gracias a las copias realizadas por
ellos. La contribución característica de los romanos al arte de la
escultura fue el retrato realista, en el que registraron hasta los
detalles faciales menos atractivos. El sentido de la importancia de
los hechos históricos que poseían los romanos queda reflejado en
las esculturas exentas y en los relieves. Entre los monumentos
conmemorativos de Roma se pueden citar el arco de Tito (81 d.C.),
la columna de Trajano (c. 106-113) y la estatua ecuestre de Marco
Aurelio (c. 175). Ésta última se convirtió en prototipo de la mayoría
de las esculturas ecuestres posteriores. Véase Civilización
etrusca: Arte y arquitectura; Arte y arquitectura de Roma.

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ESCULTURA PALEOCRISTIANA

Los ejemplos que se conservan de la escultura paleocristiana


datan del siglo IV; y, por su estilo, estas obras ya no se
corresponden con el ideal clásico de belleza. En el sarcófago de
mármol de Junio Basso (c. 359, Grutas Vaticanas, Roma) se
representan diez escenas bíblicas; los personajes tienen
proporciones extrañas y llevan ropajes que caen en pliegues con
una excesiva monotonía. Este estilo, llamado a veces ‘antiguo
tardío’, es tal vez el resultado de las influencias de las invasiones
germánicas y del trabajo de artistas menos cualificados. Con el
paso de los siglos, la prohibición bíblica de esculpir imágenes hizo
que disminuyera la importancia de la escultura. En vez de una
estatuaria a tamaño natural se hicieron esculturas a escala
reducida: retablos de marfil transportables, dípticos (dos paneles
de marfil tallados unidos por bisagras) o pequeñas urnas
esmaltadas al gusto bizantino. Ejemplo de éstas últimas es el
relicario de Limburgo (Limburg an der Lahn, Alemania), relicario de
plata con joyas y esmaltes del siglo X. La escultura se utilizó como
ornamentación de superficies hasta bien entrada la edad media.
Véase Arte y arquitectura paleocristiana; Arte y arquitectura
bizantinas.

ESCUTURA ESCANDINAVA Y CAROLINGIA

En el norte de Europa los artesanos escandinavos fueron maestros


en la metalurgia y en el tallado de la madera al principio de la
edad media, sobre todo entre los siglos IX y XII. Decoraban los
tajamares y los codastes de los barcos vikingos, los trineos y
otros objetos de uso diario, con figuras de animales que fueron
transformando en diseños lineales semiabstractos. Las iglesias
noruegas (siglos XI y XII) están profusamente decoradas con esos
mismos diseños en madera tallada. Ese estilo, que combina
formas naturales con formas abstractas, tuvo también mucha
importancia en el arte celta-germánico (véase Arte celta) como
puede verse en un relieve del siglo VIII que representa una escena
de la crucifixión muy primitiva (Museo Nacional de Irlanda, Dublín).

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Del periodo carolingio nos han llegado muy pocas esculturas, a
pesar del gran interés que Carlomagno (Carlos I) tuvo por las artes
y el resurgimiento del clasicismo. Una estatuilla de bronce del
siglo IX le representa a caballo con su corona, su espada y un
globo imperial que demuestra que el artista conocía la escultura
romana. El libro de los Evangelios de Lindau, con tapas de oro y
joyas en las que se representa la crucifixión (c. 870, Biblioteca
Pierpont Morgan, Nueva York), demuestra más influencia clásica
que céltico-germánica.

ESCULTURA ATONICA

Mientras que del periodo carolingio no conservamos casi piezas


exentas, del periodo otónico nos han llegado algunas esculturas
extraordinarias, fechadas entre mediados del siglo X y comienzos
del siglo XI en Alemania. El crucifijo de san Gereón (catedral de
Colonia), esculpida en madera y a tamaño natural, representa con
gran expresividad el sufrimiento de Cristo. El arzobispo Bernward
de Hildesheim encargó un par de puertas de bronce (c. 1015,
catedral de Hildesheim, Alemania) con 16 paneles ricamente
esculpidos que representan la caída y redención del ser humano,
realizados en un altorrelieve expresionista. Es probable que el
viaje que realizó a Roma le procurase la inspiración para estas
puertas ya que también encargó una gran columna de bronce
(principios del siglo XI, catedral de Hildesheim) con varias franjas
de escenas talladas, siguiendo un esquema similar al de la
columna de Trajano de Roma.

Durante los siglos XI y XII el románico recuperó la escultura


monumental en piedra, arte que en la práctica había desaparecido
desde la antigüedad. Las iglesias del sur de Francia tienen en el
exterior abundante esculturas, destinadas a atraer e instruir a los
fieles. Estas imágenes no eran exentas sino que solían realizarse
sobre el propio muro de piedra, convirtiéndose en parte integral de
la arquitectura y adaptándose al diseño del lugar en el que se
colocaban puertas, tímpanos o jambas. El tema favorito era el
Juicio Final que incluía ángeles y demonios de gran expresividad.
Aparecen diferentes estilos que se manifestaban en algunas

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iglesias, como las de Moissac, Autun o Vézelay donde se alcanza
una gran intensidad; y en otras, como las de Toulouse o Saint-
Gilles-du-Gard lo que se evidencia es un sereno clasicismo. En
España podemos encontrar interesantes muestras de escultura
románica en los capiteles del claustro del monasterio de San Juan
de la Peña, el conjunto decorativo de los capiteles y el sepulcro de
Doña Sancha en la catedral de Jaca y en la magnífica obra
protogótica del maestro Mateo en el pórtico de la Gloria de la
catedral de Santiago de Compostela, donde la escultura alcanzó
un alto grado de perfección. Véase Románico.

ESCULTURA GEOLO

Durante el periodo gótico se da una producción escultórica


excepcional en Francia, Alemania e Italia. Al igual que en el
románico, gran parte se realizó en combinación con la
arquitectura religiosa, aunque también se encuentran figuras
esculpidas en tumbas, púlpitos y demás mobiliario eclesiástico.

La catedral de Chartres es un ejemplo de la evolución del gótico,


como puede apreciarse observando sus portadas. La occidental, la
más antigua, construida a mediados del siglo XII, contiene figuras
rígidas en columnas, con ropajes esquemáticos y expresiones
faciales similares, casi indiferenciadas; las portadas posteriores,
en las fachadas norte y sur del crucero, muestran una mayor
diferenciación en las expresiones y los ropajes, e incluso sugieren
movimiento mediante la utilización de la curva gótica con forma
de S en el eje del cuerpo. Además, las esculturas de la catedral de
Chartres son una verdadera enciclopedia del conocimiento
medieval; junto a narraciones bíblicas y escenas de la vida de
diversos santos, se representa la astrología, los trabajos según los
meses, las artes liberales, las virtudes y los vicios. Grupos
escultóricos similares adornan muchas catedrales góticas
francesas y, al igual que en Chartres, la identidad de sus
escultores nos es desconocida. Sin embargo, conocemos el
nombre del escultor flamenco que trabajó en la ciudad de Dijon
para el duque de Borgoña, se llamaba Claus Sluter. Entre sus
obras se encuentra el Pozo de Moisés (1395-1403, cartuja de

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Champmol, Dijon) en piedra policromada, que muestra a Moisés y
otros profetas. Es una obra única por los detalles realistas de la
anatomía, la textura de los ropajes y la gran variedad de rasgos.
También conocemos el nombre de una de las primeras mujeres
escultoras de la historia del arte occidental, Sabina von Steinbach
que en el siglo XIII ayudaba a su padre, constructor de la catedral
de Estrasburgo. Fue la autora de las estatuas que personifican a la
iglesia y a la sinagoga, ubicadas cerca de la portada sur de la
catedral.

ALEMANIA

La escultura gótica muestra en Alemania una intensidad


emocional y un expresionismo característicos de la cultura
germánica. El grado máximo de patetismo se alcanza en las
escenas de la crucifixión y el beso de Judas del coro de la
catedral de Naumburg, del siglo XIII. Las representaciones
medievales de la Pasión fueron fuente de inspiración para muchos
escultores góticos del norte de Europa.

ITALIA

No resulta sorprendente que, dado que los artistas que trabajaban


en Italia se hallaban en contacto con obras romanas de la
antigüedad, como por ejemplo los sarcófagos, se manifiesten
tendencias clásicas en el estilo gótico italiano. A mediados del
siglo XIII Nicola Pisano realizó un púlpito en mármol de marcado
gusto clásico en sus elementos arquitectónicos y en sus paneles
esculpidos para el baptisterio de la catedral de Pisa.

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ESCUTURA ABSTRACTA

Rubén Nakian, que en la década de 1940 pasó del estilo figurativo


a una semi-abstracción, trabajó tanto en metal como en terracota
y realizó esculturas inspiradas en la mitología. Otros escultores
abstractos son Richard Pilpil, conocido por sus construcciones
colgantes en metal y alambre y Harry Bertoia, que utilizó varillas
de acero muy finas ensambladas de forma que pudieran vibrar.
Theodore Roszak realizó construcciones de formas muy libres en
las que utilizaba el acero soldado con otros metales, como en Flor
de espiga (1948, Museo Whitney de Arte Americano). Herbert
Ferber, influenciado por el expresionismo abstracto, creó una
construcción de metal de grandes dimensiones, Y el arbusto no se
consumió (1951), para la fachada de la sinagoga B’nai Israel, en
Millburn, Nueva Jersey. La obra de Ferber fue uno de los primeros
ejemplos del nuevo renacimiento que combinaba escultura y
arquitectura en las iglesias. Seymour Lipton hizo escultura
biomórfica compuesta de planchas de metal soldadas, como en
Floración selvática (1954, Galería de Arte de la Universidad de
Yale, New Haven, Connecticut), y Mark di Suvero es conocido por
sus enormes construcciones al aire libre, en las que a veces utiliza
vigas de acero, como en Ik Ook (1971-1972, colección privada) y
elementos móviles.

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1 INTRODUCCIÓN

Escultura (en latín sculpere, ‘esculpir’), arte de crear formas


figurativas o abstractas, tanto exentas como en relieve.

2 TÉCNICAS Y MATERIALES

Pueden hacerse esculturas con casi todos los materiales


orgánicos o inorgánicos. Los procesos específicos para su
elaboración se remontan a la antigüedad y han experimentado
pocas variaciones en su evolución hasta el siglo XX. Estos
procesos pueden clasificarse según el material empleado sea
piedra, metal, arcilla o madera; los métodos que se utilizan son la
talla, el modelado y el vaciado. En el siglo XX el campo de la
escultura se ha ampliado enormemente y se ha visto enriquecido
por técnicas nuevas, como la soldadura y el assemblage, y por la
utilización de nuevos materiales, como el tubo de neón.

Talla

Utilizada desde épocas prehistóricas, la talla directa es un


proceso que requiere mucho tiempo y esfuerzo. Está considerada
como el paradigma de la técnica escultórica. El artista da forma a
una escultura cortando o extrayendo el material superfluo hasta
conseguir la forma deseada. El material es siempre duro y, con
frecuencia, pesado; por lo general el diseño es compacto y viene
determinado por la naturaleza del material. Por ejemplo, la
estrechez del bloque de mármol que Miguel Ángel utilizó para
esculpir el David (1501-1504, Academia, Florencia) condicionó de
forma notable la postura y limitó el movimiento espacial de la
figura.

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Dependiendo del material sobre el que se va a esculpir y el estadio
en que se halle la elaboración, se utilizan diferentes herramientas.
En el caso de la piedra, los primeros cortes de desbaste para
obtener las líneas generales de la forma deseada, puede llevarlos
a cabo un artesano auxiliar con herramientas muy afiladas, y
después el escultor continuo la obra tallando y cincelando. En
pasos más avanzados se utilizan herramientas menos penetrantes,
como la gubia y la escofina; los toques finales se dan con un
escofinado suave. Por último, se lija con piedra pómez o arena y
en el caso de que se pretenda un mayor grado de suavidad se
añade una pátina transparente, hecha con una base de aceite o
cera.

2.2 Modelado

El modelado consiste en añadir o elaborar formas. Se utilizan para


ello materiales blandos y flexibles a los que se puede dar forma
sin dificultad, lo que permite una ejecución rápida. Así el escultor
puede captar y registrar impresiones en un tiempo aproximado al
que un pintor necesitaría para hacer un boceto. Los materiales
utilizados desde la antigüedad para modelar una escultura han
sido la cera, la escayola y la arcilla o sustancias de tipo parecido
a ésta que, en ese caso, se cuecen para incrementar su
resistencia.

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2.3 Vaciado

El único método para conseguir la perdurabilidad de una obra


modelada es vaciarla, es decir, fundirla en bronce o en cualquier
otra sustancia imperecedera. Existen dos métodos de vaciado: a
la cera perdida y a la arena. Ambos métodos se han venido
utilizando desde la antigüedad, aunque el proceso a la cera
perdida es el más corriente. El vaciado a la arena es un proceso
más complicado en el que se utiliza una clase de arena muy fina y
de gran cohesión, mezclada con una pequeña parte de arcilla para
obtener un modelo positivo y un molde negativo algo más grande
que el original del artista, y entre ambos se vierte el metal y se
deja que al enfriarse endurezca.

2.4 Construcción y assemblage

Aunque se siguen utilizando técnicas tradicionales, en muchas


obras del siglo XX consideradas como esculturas se han utilizado
la construcción y el assemblage. Estos métodos tienen como
punto de partida el collage, técnica pictórica creada por Pablo
Ruiz Picasso y Georges Braque en 1912, que consiste en pegar
papeles y otros materiales diferentes sobre una pintura. Picasso
realizó también objetos tridimensionales, como instrumentos
musicales, de papel y trozos de otros materiales diversos, a los
que se denominan construcciones. Ejemplos de escultura
constructivista abarcan desde las cajas surrealistas de Joseph
Cornell hasta las obras con chatarra de automóviles y partes de
máquinas de John Chamberlain, ambos estadounidenses. El
término assemblage, que en la actualidad se utiliza de manera
indistinta al de construcción, fue acuñado por el pintor francés
Jean Dubuffet para referirse a su propia obra, surgida del collage.

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3 HISTORIA

En este artículo se desarrolla la historia de la escultura occidental


desde la prehistoria hasta nuestros días. Para escultura no
occidental, véase Arte y arquitectura de China; Arte y arquitectura
de India; Arte y arquitectura persa; Arte y arquitectura islámica;
Arte y arquitectura de Japón; Arte y arquitectura precolombinas.

3.1 Escultura prehistórica

Los objetos escultóricos conocidos más antiguos, tallados en


marfil, asta, hueso o piedra, tienen entre 27.000 y 32.000 años de
antigüedad. Entre ellos podemos citar un caballito de marfil de
líneas ondulantes y delicadas, que fue hallado en una cueva de
Alemania. De los detritos (fragmentos rocosos) acumulados en los
suelos de cuevas prehistóricas también se han extraído figurillas
femeninas en piedra que enfatizan la representación de los
órganos reproductores, los pechos y las nalgas. Se cree que
representaban a diosas de la fertilidad y por ello se las llama
Venus. Una de ellas, la llamada Venus de Willendorf (c. 30.000-
25.000 a.C., Museo de Historia Natural, Viena), de formas muy
abombadas a pesar de medir sólo 11,5 cm de altura, estaba
pintada de color rojo. Hace unos 9.000 años, en Jericó, se
realizaban representaciones de calaveras humanas cubiertas de
yeso, con un gran naturalismo. Véase Arte paleolítico.

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3.2 Escultura egipcia

Entre las esculturas egipcias más antiguas se cuenta un


fragmento de pizarra tallado en bajorrelieve, conocido como la
Paleta del rey Narmer (3100 a.C., Museo de El Cairo), que
rememora la victoria del Alto sobre el Bajo Egipto. En ella
aparecen representados faraones, ejércitos, sirvientes y diversos
animales. Los faraones fueron también motivo de
representaciones conmemorativas con magníficas estatuas a
tamaño natural, que se ubicaron en tumbas y templos funerarios
(véase Arte y arquitectura de Egipto). Estas esculturas no eran
auténticos retratos sino representaciones idealizadas, con rasgos
predeterminados y mirada al frente, siempre se les representaba
en una pose frontal. El cuerpo recibía un tratamiento
marcadamente geométrico, con hombros y pecho planos que
recuerdan la forma de un triángulo invertido, como se aprecia en
una escultura de diorita tallada del faraón Kefrén (c. 2530 a.C.,
Museo de El Cairo). Durante el reinado de Ajnatón se alcanzó un
mayor naturalismo, como puede apreciarse en el exquisito busto
pintado en piedra caliza de la reina Nefertiti (c. 1365 a.C., Museo
de Berlín).

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3.3 Escultura mesopotámica

El arte mesopotámico es producto de varias civilizaciones: la


sumeria, la acadia, la babilónica y la asiria (véase Arte y
arquitectura de Mesopotamia). Alrededor del 2600 a.C. los
sumerios ya tallaban estatuillas de dioses en mármol,
caracterizadas por sus ojos grandes y su mirada fija. Otros
detalles como el pelo, la expresión facial, el cuerpo y el ropaje
muestran un tratamiento esquemático y denotan que se prestaba
poca atención al parecido con el modelo. Dichas características
se mantienen en la escultura mesopotámica posterior. Las
culturas de Mesopotamia también muestran una inclinación hacia
la representación de animales fantásticos, maestría que
ejecutaban con gran arte como puede verse en las entradas de los
palacios y en los relieves realizados en las paredes durante el
periodo asirio (1000 a.C.-612 d.C., existen ejemplos de ello en el
Museo Británico de Londres y en el Museo Metropolitano de Nueva
York).

3.4 Escultura egea y griega

Dentro del arte egeo se incluye la escultura minoica, con sus


estatuillas de diosas en terracota y marfil, y las obras micénicas,
entre las que se cuentan tallas pequeñas de divinidades
esculpidas en marfil. Los griegos, maestros de la escultura tanto
en piedra como en bronce, crearon algunas de las piezas
escultóricas más importantes de todos los tiempos. Entre los
siglos VII y I a.C. alcanzaron la perfección en la representación de
la figura humana a escala monumental. En el periodo más antiguo,
el arcaico, las figuras eran rígidas y los cuerpos presentaban una

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esquematización geométrica, como en el arte egipcio. Sin
embargo, en la época clásica, entre los siglos V y IV a.C., su arte
se tornó más naturalista, buscando la perfección en la
representación del cuerpo humano. Las figuras estaban bien
proporcionadas y expresaban movimiento, aunque los rostros
continuaban siendo estáticos. Los temas preferidos durante este
periodo fueron los dioses y los atletas. Los escultores más
famosos eran Fidias, Policleto, Praxíteles y Lisipo. Entre los
grupos escultóricos realizados como decoración arquitectónica
los más apreciados son los del Partenón de la Acrópolis de Atenas,
como Las tres diosas (Museo Británico), cuyo ropaje arremolinado
de manera rítmica, técnica denominada ‘de paños húmedos’, se
ciñe a sus cuerpos reclinados. Durante el periodo helenístico
(siglos IV a I a.C.) aumenta la expresividad en las obras, como
puede apreciarse en los gestos faciales y en la contorsión de las
poses. La Victoria de Samotracia o Victoria alada (c. 190 a.C.,
Louvre, París) es una obra maestra de gran dramatismo de este
periodo. Véase Civilización del Egeo; Arte y arquitectura de
Grecia.

3.5 Escultura etrusca y romana

Los etruscos, que habitaron la zona entre Florencia y Roma en


Italia desde el siglo VIII hasta el III a.C., realizaron esculturas de
sus dioses en terracota a tamaño natural, así como figuras
humanas reclinadas sobre las tapas de los sarcófagos de
terracota. También realizaron soberbios vaciados en bronce, como
la Loba capitolina (c. 500 a.C., Museo del Capitolio, Roma), que se
convirtió en el símbolo de Roma.

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Los romanos fueron ávidos coleccionistas e imitadores de la
escultura griega. Los historiadores modernos conocen los
originales griegos perdidos gracias a las copias realizadas por
ellos. La contribución característica de los romanos al arte de la
escultura fue el retrato realista, en el que registraron hasta los
detalles faciales menos atractivos. El sentido de la importancia de
los hechos históricos que poseían los romanos queda reflejado en
las esculturas exentas y en los relieves. Entre los monumentos
conmemorativos de Roma se pueden citar el arco de Tito (81 d.C.),
la columna de Trajano (c. 106-113) y la estatua ecuestre de Marco
Aurelio (c. 175). Ésta última se convirtió en prototipo de la mayoría
de las esculturas ecuestres posteriores. Véase Civilización
etrusca: Arte y arquitectura; Arte y arquitectura de Roma.

3.6 Escultura paleocristiana

Los ejemplos que se conservan de la escultura paleocristiana


datan del siglo IV; y, por su estilo, estas obras ya no se
corresponden con el ideal clásico de belleza. En el sarcófago de
mármol de Junio Basso (c. 359, Grutas Vaticanas, Roma) se
representan diez escenas bíblicas; los personajes tienen
proporciones extrañas y llevan ropajes que caen en pliegues con
una excesiva monotonía. Este estilo, llamado a veces ‘antiguo
tardío’, es tal vez el resultado de las influencias de las invasiones
germánicas y del trabajo de artistas menos cualificados. Con el
paso de los siglos, la prohibición bíblica de esculpir imágenes hizo
que disminuyera la importancia de la escultura. En vez de una
estatuaria a tamaño natural se hicieron esculturas a escala
reducida: retablos de marfil transportables, dípticos (dos paneles
de marfil tallados unidos por bisagras) o pequeñas urnas
esmaltadas al gusto bizantino. Ejemplo de éstas últimas es el

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relicario de Limburgo (Limburgo an der Lahn, Alemania), relicario
de plata con joyas y esmaltes del siglo X. La escultura se utilizó
como ornamentación de superficies hasta bien entrada la edad
media. Véase Arte y arquitecturas paleocristianas; Arte y
arquitectura bizantinas.

3.7 Escultura escandinava y carolingia

En el norte de Europa los artesanos escandinavos fueron maestros


en la metalurgia y en el tallado de la madera al principio de la
edad media, sobre todo entre los siglos IX y XII. Decoraban los
tajamares y los codastes de los barcos vikingos, los trineos y
otros objetos de uso diario, con figuras de animales que fueron
transformando en diseños lineales semiabstractos. Las iglesias
noruegas (siglos XI y XII) están profusamente decoradas con esos
mismos diseños en madera tallada. Ese estilo, que combina
formas naturales con formas abstractas, tuvo también mucha
importancia en el arte celta-germánico (véase Arte celta) como
puede verse en un relieve del siglo VIII que representa una escena
de la crucifixión muy primitiva (Museo Nacional de Irlanda, Dublín).

Del periodo carolingio nos han llegado muy pocas esculturas, a


pesar del gran interés que Carlomagno (Carlos I) tuvo por las artes
y el resurgimiento del clasicismo. Una estatuilla de bronce del
siglo IX le representa a caballo con su corona, su espada y un
globo imperial que demuestra que el artista conocía la escultura
romana. El libro de los Evangelios de Lindau, con tapas de oro y
joyas en las que se representa la crucifixión (c. 870, Biblioteca
Pierpont Morgan, Nueva York), demuestra más influencia clásica
que céltico-germánica.

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3.8 Escultura atónica

Mientras que del periodo carolingio no conservamos casi piezas


exentas, del periodo atónico nos han llegado algunas esculturas
extraordinarias, fechadas entre mediados del siglo X y comienzos
del siglo XI en Alemania. El crucifijo de san Gereón (catedral de
Colonia), esculpida en madera y a tamaño natural, representa con
gran expresividad el sufrimiento de Cristo. El arzobispo Bernward
de Hildesheim encargó un par de puertas de bronce (c. 1015,
catedral de Hildesheim, Alemania) con 16 paneles ricamente
esculpidos que representan la caída y redención del ser humano,
realizados en un altorrelieve expresionista. Es probable que el
viaje que realizó a Roma le procurase la inspiración para estas
puertas ya que también encargó una gran columna de bronce
(principios del siglo XI, catedral de Hildesheim) con varias franjas
de escenas talladas, siguiendo un esquema similar al de la
columna de Trajano de Roma.

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3.9 Escultura románica

Durante los siglos XI y XII el románico recuperó la escultura


monumental en piedra, arte que en la práctica había desaparecido
desde la antigüedad. Las iglesias del sur de Francia tienen en el
exterior abundante esculturas, destinadas a atraer e instruir a los
fieles. Estas imágenes no eran exentas sino que solían realizarse
sobre el propio muro de piedra, convirtiéndose en parte integral de
la arquitectura y adaptándose al diseño del lugar en el que se
colocaban puertas, tímpanos o jambas. El tema favorito era el
Juicio Final que incluía ángeles y demonios de gran expresividad.
Aparecen diferentes estilos que se manifestaban en algunas
iglesias, como las de Moissac, Autun o Vézelay donde se alcanza
una gran intensidad; y en otras, como las de Toulouse o Saint-
Gilles-du-Gard lo que se evidencia es un sereno clasicismo. En
España podemos encontrar interesantes muestras de escultura
románica en los capiteles del claustro del monasterio de San Juan
de la Peña, el conjunto decorativo de los capiteles y el sepulcro de
Doña Sancha en la catedral de Jaca y en la magnífica obra
protagónica del maestro Mateo en el pórtico de la Gloria de la
catedral de Santiago de Compostela, donde la escultura alcanzó
un alto grado de perfección. Véase Románico.

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3.10 Escultura gótica

Durante el periodo gótico se da una producción escultórica


excepcional en Francia, Alemania e Italia. Al igual que en el
románico, gran parte se realizó en combinación con la
arquitectura religiosa, aunque también se encuentran figuras
esculpidas en tumbas, púlpitos y demás mobiliario eclesiástico.

3.10.1 Francia

La catedral de Chartres es un ejemplo de la evolución del gótico,


como puede apreciarse observando sus portadas. La occidental, la
más antigua, construida a mediados del siglo XII, contiene figuras
rígidas en columnas, con ropajes esquemáticos y expresiones
faciales similares, casi indiferenciadas; las portadas posteriores,
en las fachadas norte y sur del crucero, muestran una mayor
diferenciación en las expresiones y los ropajes, e incluso sugieren
movimiento mediante la utilización de la curva gótica con forma
de S en el eje del cuerpo. Además, las esculturas de la catedral de
Chartres son una verdadera enciclopedia del conocimiento
medieval; junto a narraciones bíblicas y escenas de la vida de
diversos santos, se representa la astrología, los trabajos según los
meses, las artes liberales, las virtudes y los vicios. Grupos
escultóricos similares adornan muchas catedrales góticas
francesas y, al igual que en Chartres, la identidad de sus
escultores nos es desconocida. Sin embargo, conocemos el
nombre del escultor flamenco que trabajó en la ciudad de Dijon
para el duque de Borgoña, se llamaba Claus Sluter. Entre sus
obras se encuentra el Pozo de Moisés (1395-1403, cartuja de
Champmol, Dijon) en piedra policromada, que muestra a Moisés y

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otros profetas. Es una obra única por los detalles realistas de la
anatomía, la textura de los ropajes y la gran variedad de rasgos.
También conocemos el nombre de una de las primeras mujeres
escultoras de la historia del arte occidental, Sabina von Steinbach
que en el siglo XIII ayudaba a su padre, constructor de la catedral
de Estrasburgo. Fue la autora de las estatuas que personifican a la
iglesia y a la sinagoga, ubicadas cerca de la portada sur de la
catedral.

3.10.2 Alemania

La escultura gótica muestra en Alemania una intensidad


emocional y un expresionismo característicos de la cultura
germánica. El grado máximo de patetismo se alcanza en las
escenas de la crucifixión y el beso de Judas del coro de la
catedral de Naumburg, del siglo XIII. Las representaciones
medievales de la Pasión fueron fuente de inspiración para muchos
escultores góticos del norte de Europa.

3.10.3 Italia

No resulta sorprendente que, dado que los artistas que trabajaban


en Italia se hallaban en contacto con obras romanas de la
antigüedad, como por ejemplo los sarcófagos, se manifiesten
tendencias clásicas en el estilo gótico italiano. A mediados del
siglo XIII Nicola Pisano realizó un púlpito en mármol de marcado
gusto clásico en sus elementos arquitectónicos y en sus paneles
esculpidos para el baptisterio de la catedral de Pisa.

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3.10.4 España

La escultura en España tendía hacia un severo misticismo lleno de


intenso realismo. La escultura de portadas siguió el modelo
francés y destacan las puertas del Sarmental y la Coroneña de la
catedral de Burgos o la Virgen Blanca en el parteluz de la fachada
occidental de la catedral de León.

En el siglo XVI la escultura gótica adquirió su carácter más


localista y se manifestaba, sobre todo, en retablos y monumentos
funerarios. Asimismo, por influencia del arte mudéjar, la escultura
exterior de las catedrales se hizo más menuda. En el siglo XV se
extendió el arte borgoñón y flamenco por la península Ibérica y
destacaron numerosos maestros escultores: Gil de Siloé, Juan
Guas y Guillermo Sagrera, entre otros.

3.11 Escultura renacentista italiana

A comienzos del siglo XV en Italia tanto los eruditos como los


artistas comenzaron a interesarse por el pasado clásico; esto
condujo al renacimiento-resurgimiento de la cultura clásica (véase
Renacimiento (arte y arquitectura)). Lorenzo Ghiberti realizó dos
puertas de bronce para el baptisterio de Florencia; en ambas
resulta evidente su conocimiento de la escultura antigua. La
Puerta del Paraíso (1425-1452) también muestra su dominio de las
leyes de la perspectiva, que se habían codificado de forma
matemática hacía muy poco tiempo. También existía un gran

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interés por las estatuas exentas de gran tamaño y Ghiberti, Nanni
di Banco y Donatello realizaron figuras monumentales de santos,
que se emplazaron en los nichos de los muros de Orsanmichele,
oratorio de los gremios de Florencia.

Donatello fue el escultor más importante de comienzos del


renacimiento; sus obras evidencian que no sólo fue un maestro en
el arte de la escultura en piedra, sino que también poseía un
profundo conocimiento de la psicología humana. Por ejemplo, su
San Jorge (c. 1415-1416, realizada para el Orsanmichele, Bargello,
Florencia) está representado con armadura, pero en su rostro se
trasluce una clara expresión de vulnerabilidad. Más sorprendente
aún resulta su innovadora María Magdalena (1454-1455,
baptisterio de Florencia), talla en madera dorada y policromada.
Aunque de forma habitual se la representa como una joven
hermosa con una espléndida cabellera, la Magdalena de Donatello
resulta revolucionaria y asombrosa, es una mujer vieja,
semidesdentada y demacrada, con un cabello enmarañado que le
llega casi hasta los pies.

Aparte de los florentinos, el escultor más notable de principios del


renacimiento fue Jacobo della Quercia de Siena. Su maestría en la
ejecución de desnudos en los relieves en mármol La creación de
Adán, La tentación y La expulsión del paraíso (1425-1438) para la
portada principal de San Petronio de Bolonia, muestra un gran
conocimiento del arte de la antigüedad. Adán aparece con un
cuerpo idealizado, musculoso, semejante a las estatuas griegas de
dioses y atletas; el cuerpo y la pose de Eva están inspirados en la
llamada Venus púdica.

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El genio máximo de la escultura, no sólo del siglo XVI italiano sino
tal vez de todos los tiempos, es Miguel Ángel. Su maestría se
manifestó muy pronto, ya que sólo tenía veinte años cuando
esculpió la Pietà (1498-1500, basílica de San Pedro, Roma) y el
heroico David, primeras esculturas monumentales del
renacimiento pleno. Realizó el majestuoso Moisés (c. 1515, San
Pietro in Vincoli, Roma) y otras figuras exentas de gran
expresividad para la tumba del papa Julio II, proyecto que nunca
llegó a terminarse. Durante la década de 1520 cambió de estilo,
como queda patente en las tumbas de los Medici (1519-1534),
ubicadas en la sacristía Nueva de San Lorenzo de Florencia.
Mientras que los primeros desnudos de Miguel Ángel muestran
proporciones armoniosas, las figuras alegóricas reclinadas de las
tumbas, que representan los cuatro momentos del día, ofrecen una
distorsión en los cuerpos y unas poses complejas que indican un
alejamiento de los ideales del renacimiento pleno y un anuncio del
manierismo. Sus obras posteriores, como otra Pietà (1554-1564,
castillo Sforzesco, Milán) son también anticlásicas. De ese modo
las últimas esculturas de Miguel Ángel y las de otros artistas del
siglo XVI evidencian la evolución hacia nuevas tendencias.

En España el renacimiento adquirió unas características


particulares debido, en gran parte, al inmovilismo de las
tradiciones. Así nació el plateresco cuya manifestación más
significativa la encontramos en la fachada de la Universidad de
Salamanca, de Juan de Álava. No hay que olvidar a los grandes
escultores Alonso Berruguete, Damián Forment y Juan de Juni,
que se formaron en Roma y en Florencia.

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3.12 Escultura manierista

El manierismo, que convirtió la complejidad, la distorsión y el


artificio en virtud, surgió del estilo renacentista tardío.

3.12.1 Italia

Entre los escultores manieristas italianos se incluyen Benvenuto


Cellini, Francesco Primaticcio y Juan de Bolonia. Cellini es célebre
por la realización de un elegante salero en oro y esmalte (1539-
1543, Museo de Viena) para Francisco I de Francia, en el que
esculpió gráciles figuras desnudas de proporciones alargadas.
Primaticcio también trabajó para la corte francesa dentro de un
grupo de artistas conocido como la Escuela de Fontainebleau y
sus elaboradas esculturas en estuco (c. década de 1540) decoran
las principales salas del palacio de Fontainebleau. Juan de
Bolonia, originario de Francia, fue el escultor más importante que
trabajaba en Florencia a finales del siglo XVI. Entre sus obras se
cuenta El rapto de las sabinas (1583, Loggia dei Lanzi, Florencia),
grupo escultórico en mármol de proporciones mayores a la
humana, interesante desde todos los puntos de vista. Consiste en
tres figuras con posturas entrelazadas en una espiral ascendente
que son ejemplo del ideal manierista de dramatismo y complejidad
de las formas.

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3.12.2 Francia

Los mejores escultores que trabajaron en Francia durante el siglo


XVI estuvieron influenciados por el manierismo de la Escuela de
Fontainebleau. Jean Goujon realizó algunas esculturas para
tumbas, pero es más conocido por sus relieves que representan
náyades elegantemente ataviadas para la fuente de los Inocentes
(1548-1549, Louvre). Otro destacado escultor fue Germain Pilón
que también realizó esculturas funerarias. La más impresionante
por su realismo y su técnica es la figura de la tumba de Valentina
Balbiani (c. 1581, Louvre), en la que representa el deteriorado
cadáver en un relieve delicadamente tallado en mármol.

3.12.3 España

El escultor español manierista más destacado fue Alonso


Verruguete, cuya influencia se dejó sentir en toda la escultura
castellana. Entre sus obras destacan La anunciación y su célebre
San Sebastián ambas en el Museo Nacional de Escultura
(Valladolid), y la sillería alta de la catedral de Toledo, su obra más
virtuosa y pulida.

3.13 Escultura barroca y rococó

El barroco, que abarca más o menos el siglo XVII y tiene su origen


en Roma, se caracteriza por la intensidad dinámica. La expresión
decorativa, más delicada, característica de la primera parte del
siglo XVIII, nació en Francia y se conoce como rococó.

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3.13.1 Italia

Gian Lorenzo Bernini, pintor, escultor y arquitecto, fue el artista


más destacado del barroco italiano. Sus obras expresan un
dramatismo y una profundidad emocional acordes con la
intensidad espiritual de la Contrarreforma. Se caracterizan
también por la interrelación de luces y sombras y por la forma
dinámica de plasmar el movimiento. Su Apolo y Dafne (1622-1624,
Galería Borghese, Roma), demuestran que también poseía un gran
virtuosismo técnico al trabajar el mármol. El David (1623-1624,
Galería Borghese) es una de sus primeras obras y contrasta con el
David más clásico y contenido de Miguel Ángel, que nos mostraba
una figura contemplativa y reservada, antes de su encuentro con
Goliat. La versión de Bernini es una figura en pleno movimiento,
con la atención fija en el punto donde aparecerá el adversario y el
cuerpo contorsionado para efectuar el disparo.

Muchas de las esculturas de gran tamaño de Bernini se


encuentran en la basílica de San Pedro, para cuya plaza diseñó
también la columnata. Entre estas obras se incluye el gigantesco
baldaquino de San Pedro (1624-1633) que se halla sobre el altar
mayor; la enorme cátedra del Apóstol (silla gestatoria de San
Pedro, 1657-1666); varias estatuas monumentales de santos y dos
sepulcros papales. Una de sus obras más apreciadas es la
ornamentada capilla Cornaro de la iglesia de Santa Maria della
Vittoria de Roma, donde se encuentra su espectacular Éxtasis de
santa Teresa (1645-1652), grupo escultórico en el que logra la
máxima teatralidad y en donde funde lo espiritual y lo sensual de
manera inaudita. Entre su abundante producción se incluyen

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también bustos y varias fuentes escultóricas espléndidas, como la
famosa fuente de los Cuatro ríos (1648-1651) de la plaza Navona.

3.13.2 Francia y Alemania

Los escultores barrocos más sobresalientes de Francia fueron


François Girardon, que realizó abundantes esculturas para los
jardines del palacio de Versalles, Antoine Coysevox y Pierre Puget.
Estos dos últimos, influenciados por Bernini. Las esculturas más
notables de Puget son las puertas del ayuntamiento de Tolón y el
Milón de Crotona (1671-1683, Louvre), cuya pose en contrapposto
junto con su intensa expresividad emotiva constituyen un ejemplo
de la estética barroca. Puget influyó en los escultores posteriores
del rococó francés del siglo XVIII, Étienne-Maurice Falconet, Jean
Baptiste Pigalle y Clodion (Claude Michel).

Los mejores ejemplos de la teatralidad del rococó en Alemania se


encuentran en las ornamentalísimas obras de los hermanos Egid
Quirino Asam y Cosme Damian Asam que, además de escultores,
eran pintores y arquitectos. Su obra más conocida es la profusa
decoración de la iglesia de San Juan Nepomuceno (1733-1746) de
Múnich.

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3.14 Escultura neoclásica

Durante la segunda mitad del siglo XVIII se produjo una vuelta al


gusto por lo clásico. El neoclasicismo tomó su inspiración de las
excavaciones arqueológicas que en aquel momento se estaban
llevando a cabo en Italia y otros puntos de la zona mediterránea.
También tuvo una importante influencia un ensayo del historiador
del arte alemán Johann Joachim Winckelmann, que alababa la
escultura griega de la antigüedad. La obra antigua favorita durante
el siglo XVIII fue el Apolo de Belvedere (copia romana del original
griego del siglo IV a.C., Museos Vaticanos, Roma) que el escultor
italiano Antonio Canova adaptó en su escultura en mármol Perseo
con la cabeza de Medusa (1801, Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York). Canova también se inspiró en la antigüedad para
realizar la escultura de la hermana de Napoleón, Paulina
Bonaparte Borghese como Venus (1805-1807, Galería Borghese).

Bertel Thorvaldsen, escultor danés que vivía en Roma, logró tanta


fama en su época realizando obras inspiradas en las de la
antigüedad, que en Copenhague se construyó un museo, cuyas
obras comenzaron en 1839, dedicado especialmente a él. El
contacto entre Thorvaldsen y Canova resulta evidente en la
primera obra de aquel, Jasón (1803, Museo Thorvaldsen,
Copenhague), de estilo deliberadamente clasicista, basado en la
copia romana de la antigua obra Doríforo (siglo V a.C., Museo
Nacional, Nápoles), del griego Policleto. Sus demás obras
estuvieron muy influidas por las restauraciones que efectuó en los
mármoles del frontón del templo de Afaya, de estilo griego
arcaico, en la isla de Egina. Aunque no muy conocido fuera de los
confines de su Suecia natal, Johan Tobias Sergel fue un excelente
escultor de finales del siglo XVIII, que unió la temática neoclásica

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con el dinamismo barroco, tal como puede verse en su Fauno
(1770-1774) y en Marte y Venus (1804), ambos en el Museo
Nacional de Estocolmo. Al artista inglés John Flaxman se le
recuerda quizá más por sus relieves clásicos, modelados de forma
muy delicada, que por sus cerámicas de Wedgwood, aunque
también realizó monumentos funerarios. Sin embargo, logró mayor
impacto en el arte europeo con sus ilustraciones, de fino dibujo,
de obras clásicas de Homero, Esquilo, Hesíodo y Dante que con
sus esculturas.

El escultor francés Jean Antoine Houdon incorporó conceptos


clásicos en la realización de la estatua en mármol de tamaño
natural de George Washington (1788-1792, Capitolio de Richmond,
Virginia) y en su Diana (1777, Museo del Louvre). Sin embargo, sus
mejores obras fueron los bustos, cuya viveza y naturalismo van
más allá de los confines del clasicismo. Véase Neoclasicismo.

3.15 Escultura romántica

El romanticismo es otro de los grandes movimientos artísticos del


siglo XIX, que permitió a los escultores liberarse de los modelos
del pasado. Se crearon obras nuevas basadas en la imaginación y
en las emociones. En Francia el liderazgo de la escultura
romántica lo ostentan François Rude, Antoine Louis Barye y Jean
Baptista Carpeaux. Rude es conocido por las conmovedoras
esculturas monumentales del arco de triunfo de L'Etoile, sobre
todo por la Partida de voluntarios en 1792, también llamada La
Marsellesa, ejecutada en 1833-1836. Una figura alada de gran
tamaño que personifica la Libertad se halla ante un grupo de
hombres animándoles, gritándoles, urgiéndoles a la batalla. Barye

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fue tal vez el mejor escultor de animales desde la antigüedad. Sus
bronces, trabajados de forma meticulosa, poseen tal vitalidad que
parece como si hubiera estado observando a los animales salvajes
en sus hábitats cuando en realidad lo que hacía era visitar con
mucha frecuencia el zoo de París. El más famoso grupo escultórico
de Carpeaux, La danza, adorna la fachada de la Ópera de París. La
vivacidad de las figuras y el efecto de luces y sombras rizadas que
creó al modelar las superficies tienen una gran afinidad con el arte
rococó.

La figura cumbre de la escultura del siglo XIX y el escultor más


importante desde Bernini fue el artista francés Auguste Rodin. Su
genialidad estriba en la habilidad que tenía para poner de
manifiesto la vida interior de los seres humanos mediante gestos y
actitudes físicas. A pesar de ser un escultor muy original, Rodin
recibió influencias de diversas fuentes: del arte gótico del norte de
Europa, de Donatello, de Miguel Ángel y hasta incluso del rococó.
Su afinidad con algunas facetas del estilo clásico se manifiesta en
su Hombre de la nariz rota (1864, Museo Rodin, Museo de Arte de
Filadelfia), obra de tipo naturalista que muestra un rostro tosco,
inspirada en los bustos romanos, y más adelante en la escultura
en mármol de fina terminación e idealizado erotismo, El beso
(1886, Museo Rodin, París). En 1880 recibió el encargo de realizar
una serie de puertas para un nuevo museo, que nunca llegó a
terminarse. El proyecto, conocido como Las puertas del infierno
(1880-1917, Museo Rodin), con numerosas figurillas de escayola,
fue la base de obras independientes, realizadas en bronce a
tamaño natural, como El pensador (1880), Adán (1880) y Eva
(1881), todas ellas en el Museo Rodin. El discípulo y ayudante de
Rodin, Antoine Bourdelle, fue también un soberbio escultor de la
figura humana y en sus bronces expresionistas convergen

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sentimientos de poderío y solidez, como en su Gran guerrero de
Montauban (1888, Museo Hirshhorn, ciudad de Washington).

En Estados Unidos, William Rimmer, Augustus Saint-Gaudens y


Daniel Chester French comparten el enfoque romántico en sus
esculturas de carácter alegórico. El Centauro moribundo de
Rimmer (1871, Museo de Bellas Artes, Boston), el Mausoleo de
Adams de Saint-Gaudens (1886-1891, Cementerio de Rock Creek,
Washington, D.C.) y El ángel de la muerte y el escultor de French
(1891-1892, Cementerio de Forest Hill, Roxbury, Massachusetts)
son obras conmovedoras que demuestran la excelente técnica de
los artistas románticos estadounidenses.

3.16 Escultura europea del siglo XX

La mayor parte de las esculturas realizadas en el siglo XX difieren


radicalmente en forma y contenido de las de épocas anteriores. En
algunos casos son producto de investigaciones en la misma
dirección que las de la pintura y comparten la misma
denominación, como en el caso del cubismo, el futurismo, el
constructivismo, el dadaísmo y el surrealismo, por mencionar sólo
algunas. Entre las influencias dominantes que recibieron los
escultores europeos de comienzos del siglo XX pueden citarse la
del arte primitivo y la escultura de África y Oceanía, pues muchas
de dichas obras se exponían en los museos de Ciencias Naturales
de Francia y Alemania.

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3.16.1 Escultura biomorfica. Brancusi y Modigliani

Constantin Brancusi, nacido en Rumania, llegó a París en 1902;


obras como Figura antigua (1908, Instituto de Arte, Chicago) y El
beso (1908, Museo de Arte, Filadelfia) evidencian su admiración
por el arte antiguo y primitivo. En El beso, siguiendo su propósito
de “dar al espectador puro disfrute”, demuestra además un ingenio
lúdico, igual que en el Torso de un joven (1924, Museo Hirshhorn,
Washington D.C.) y la obra de tipo totémico Adán y Eva (1912,
Museo Guggenheim, Nueva York). Está claro que las dos últimas
esculturas, a pesar de su apariencia abstracta, están basadas en
los órganos sexuales femenino y masculino. La reducción de las
formas a lo esencial y su habilidad para extraer la belleza
intrínseca de los materiales ya fuera madera, piedra o metal que
logró Brancusi ejerció una profunda influencia en los escultores
del siglo XX. También trabajó en París el italiano Amedeo
Modigliani y allí, a instancias de Brancusi, estudió el arte primitivo
y el cicládico (arte originario de las Cícladas). Entre 1909 y 1914
realizó esculturas en piedra caliza como Cabeza de mujer (1912,
Centro George Pompidou, París) que, inspirada en el arte cicládico,
influyó a su vez en su modo de pintar.

3.16.2 Escultura cubista. Picasso

El arte africano desempeñó un papel muy significativo en el


desarrollo del cubismo del pintor francés Braque y del español
Picasso. De hecho, este último realizó algunas pequeñas tallas en
madera en 1907 que evidencian la influencia de las máscaras
africanas. Influido también por la escultura ibérica, ejecutó
algunas obras en bronce con rostros que parecen máscaras, como

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Cabeza de un toro (1943, Museo Picasso, París); en ellos se
aprecia la evolución del estilo cubista que desarrollaba de manera
simultánea en pintura. Una mayor distorsión puede verse en
Cabeza de mujer (c. 1909, Galería de Arte Albright-Knox, Búfalo,
Nueva York) cuyos rasgos faciales contraídos la convierten en la
primera escultura auténticamente cubista de Picasso. En los años
siguientes hizo numerosas construcciones y esculturas que
pueden considerarse cubistas, como la Guitarra (1912, Museo de
Arte Moderno, Nueva York) de chapas metálicas y alambre, y la
obra en madera Vaso de vino y dado (1914, Museo Picasso, París).
Sin embargo, sus obras posteriores están más dentro de la línea
figurativa tradicional, como el bronce Hombre del cordero (1944,
Museo de Arte de Filadelfia).

3.16.3 Continuadores del cubismo

Durante las primeras décadas del siglo XX muchos de los


escultores que trabajaban en París se vieron influidos por el
cubismo, como Raymond Duchamp-Villon, Alexander Archipenko y
Jacques Lipchitz. Todos ellos trabajaban estilos en cierta medida
figurativos, enfatizando los planos volumétricos, como puede
verse, por ejemplo, en el Marinero con guitarra de Lipchitz (1914,
colección del artista). En España reciben la influencia del cubismo
de Picasso dos grandes artistas de la escultura en metal, Julio
González y Pablo Gargallo. El primero fue uno de los grandes
pioneros en ese campo, y su influencia en la escultura
contemporánea construida en acero ha sido decisiva.

3.16.4 Escultura constructivista

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El constructivismo, que da prioridad a la dinámica del espacio
escultórico sobre lo estático de la masa, fue una tendencia nueva
que se desarrolló sobre todo en Rusia. Su fundador, inspirado en
sus comienzos por la obra de Picasso, fue Vladímir Tatlin; alcanzó
gran renombre con la maqueta en espiral de madera, hierro y
vidrio para su Monumento a la III Internacional (1919-1920,
Museos Estatales Rusos, San Petersburgo). Hacia esa misma
época los hermanos Naum Gabo y Antoine Pevsner también se
dedicaban a la escultura constructivista en Rusia, pero el
vanguardismo de su obra no gustaba al régimen comunista y por
ello emigraron y extendieron sus ideas por la Europa occidental y
Estados Unidos.

3.16.5 Escultura Dadá y surrealista

Durante los años de la I Guerra Mundial el artista Dadá Marcel


Duchamp expresaba su nihilismo estético seleccionando objetos
industriales, que luego utilizaba como esculturas y a los que
denominaba ready-mades. Duchamp consideraba temas artísticos
objetos como secadores de botellas, palas para quitar la nieve y
urinarios. El hincapié que hacían los dadaístas en el papel de la
casualidad, la suerte y el inconsciente en la creación del arte,
como en la obra de Duchamp Tres zurcidos patrón (1913-1914,
Museo de Arte Moderno), influyó en el movimiento surrealista que
se desarrolló con posterioridad.

El artista francés Jean Arp utilizó la casualidad en varios relieves


en madera pintada a los que dio títulos ingeniosos y sugestivos.

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Sin embargo, es más conocido por sus esculturas abstractas
posteriores, de formas biomórficas redondeadas, que denominó
Concreciones, como por ejemplo Concreción humana (1935,
versión en piedra, 1949, Museo de Arte Moderno). El pintor nacido
en Alemania Max Ernst, al igual que Arp, fue un pionero del Dadá y
del surrealismo; su Espárrago lunar (1935, Museo de Arte
Moderno), obra deliciosa en escayola, representa dos figuras
alargadas como si fueran plantas. El escultor suizo Alberto
Giacometti dio forma a sus fantasías en obras inquietantes como
la construcción El palacio a las cuatro de la madrugada (1932-
1933) y el bronce Mujer con la garganta cortada (1932), ambas en
el Museo de Arte Moderno. Frecuente colaborador de Duchamp y
también relacionado con el Dadá y el surrealismo, fue el artista
estadounidense de nacimiento Man Ray, cuya obra queda bien
ilustrada con el fascinante Objeto para ser destruido (1923,
destruido en 1957) que consistía en un metrónomo con una varilla
oscilante en la que había adherida la fotografía de un ojo.

En España uno de los máximos representantes de la escultura


surrealista es el canario Óscar Domínguez; en su obra, que adoptó
la figura femenina como tema principal, se puede apreciar la
influencia de otra de las grandes figuras de este movimiento,
Salvador Dalí. En 1938, este artista catalán sembró el
desconcierto entre el público asistente a la inauguración de la
Exposición Internacional del Surrealismo en París con su Taxi
lluvioso. Se trataba de un viejo automóvil en cuyo interior había
situado dos maniquíes: uno de ellos era un chófer con cabeza de
cocodrilo y el otro, situado en la parte posterior, era una mujer
rubia en traje de noche sentada sobre un lecho de verduras sobre
la que caía constantemente un copioso aguacero. A todo esto se
añadían numerosas plantas y 200 caracoles vivos. También son de

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inspiración surrealista las formas fantásticas de las esculturas del
madrileño Alberto Sánchez.

3.16.6 Escultura futurista

Otra de las direcciones que tomaron los escultores de vanguardia


del siglo XX fue la del futurismo, estilo surgido en Italia que hace
hincapié en la expresión del movimiento en el arte. Uno de sus
principales exponentes, Umberto Boccioni, realizó bronces muy
originales como Desarrollo de una botella en el espacio (1912) y
Formas únicas de continuidad en el espacio (1913), ambas en el
Museo de Arte Moderno.

3.16.7 Escultura figurativa

A pesar de las tendencias de los nuevos estilos, numerosos


escultores europeos continuaron trabajando dentro del estilo
figurativo a principios del siglo XX, cada uno con distintas formas
características, aunque la mayor parte giraba en torno a la figura
humana. En Francia, Aristide Maillol volvió al sosiego clásico con
bronces impresionantes de figuras femeninas. Una de estas obras,
Acción en cadena (1906, Museo Nacional de Arte Moderno, París)
es un torso femenino que demuestra el perfecto equilibrio,
característico de Maillol, entre tensión y relajación. Al igual que
Maillol, el artista francés de nacimiento Gaston Lachaise, que más
tarde emigraría a Estados Unidos, también hizo de la figura
femenina su vehículo de expresión, dotando a sus esculturas de
una enorme gracia y delicadeza a pesar de las descomunales
proporciones de sus torsos. El pintor francés Henri Matisse

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también llevó a cabo varias series de figuras en bronce con
diferentes grados de distorsión que expresan tensiones
musculares internas.

En Alemania Wilhelm Lehmbruck realizó figuras alargadas que


transmiten sosiego, recogimiento y resignación. Por el contrario,
la obra del también alemán Ernst Barlach es más expresionista;
elegía temas modestos e ilustraba un amplio espectro de
emociones que iban de la alegría, como en Hombre cantando
(1928, colección privada, Alemania) a la venganza, como en El
vengador (1914, Museo Hirshhorn, Washington, D.C.). Los
escultores escandinavos más importantes fueron el sueco Carl
Milles y el noruego Gustav Vigeland; ambos crearon figuras
alegóricas para fuentes y otros monumentos públicos en sus
respectivos países de origen. Milles también vivió en Estados
Unidos e hizo fuentes en Nueva York, Saint Louis, Missouri y otras
ciudades estadounidenses. El escultor de origen polaco Elie
Nadelman, después de estudiar en París, emigró a Estados Unidos
donde realizó figuras en bronce de suaves contornos y volúmenes
simples, como Hombre al aire libre (c. 1915, Museo de Arte
Moderno, Nueva York). Jacob Epstein, nacido en Estados Unidos y
afincado en Londres, alcanzó fama internacional con retratos
figurativos en bronce cuya característica principal es las
superficies toscas e irregulares que confieren gran expresividad a
sus obras. El español Manuel Martínez Hugué, también conocido
como Manolo, crea figuras de toreros, animales, campesinos y
mujeres, de inspiración claramente mediterránea, influidas por la
escultura de Mesopotamia y el antiguo Egipto.

Pero el más importante de los artistas ingleses modernos fue


Henry Moore. En sus inicios su obra estaba influida por la

Página 45
escultura precolombina, lo cual queda patente si se compara la
escultura en piedra maya-tolteca del dios de la lluvia Chac,
llamada Chacmool (c. 1000, Museo Nacional de Antropología,
Ciudad de México), con su escultura Figura reclinada (1929, Museo
Municipal, Leeds). Durante toda su vida Moore trabajó el tema de
la figura femenina yacente, que siempre representó con gran
frescura y originalidad. Muchas de sus elegantes obras
monumentales están concebidas para colocarse al aire libre. Otra
escultora inglesa de talla internacional es Barbara Hepworth que,
aunque trabajó por lo general dentro de un estilo orgánico próximo
a la abstracción, tiene algunas esculturas sobre la figura humana,
como Grupo II (Evocación) (1952, Colección Margaret Gardner,
Inglaterra).

3.17 Escultura estadounidense del siglo XX

La escultura estadounidense de la primera mitad del siglo XX no


puede clasificarse, como la europea, por movimientos artísticos;
sin embargo, durante la segunda mitad del siglo si surgieron
muchos movimientos nuevos relacionados con diferentes medios
de expresión modernos.

Página 46
Escultura figurativa

Gran parte de los escultores estadounidenses de principios del


siglo XX trabajaron siguiendo un estilo bastante académico y,
aunque sus obras son interesantes porque expresan el espíritu de
la época en que fueron realizadas, la mayoría de ellos no logró dar
un impulso técnico ni formal al arte de la escultura. Entre los que
trabajaban dentro de una línea tradicional están Malvina Hoffman,
George Grey Barnard, William Zorach, Paul Manship, John B.
Flannagan, Mahonri M. Young, Gertrude Vanderbilt Whitney y Jo
Davidson.

Escultura abstracta

La escultura estadounidense empezó a desarrollar líneas más


abstractas de expresión durante la década de 1930, cuando los
artistas entraron en contacto con obras europeas
contemporáneas, bien de forma directa o a través de fotografías.
Alexander Calder, por ejemplo, recibió una gran influencia del
pintor holandés Piet Mondarían que se reflejaría luego en sus
esculturas y pinturas abstractas realizadas con colores puros.
Calder alcanzó fama internacional con su escultura móvil, y sus
stábiles o esculturas inmóviles. Inspirado en las esculturas hechas
con piezas soldadas de Picasso y Julio González, David Smith
realizó obras en acero soldado como Paisaje del río Hudson (1951,
Museo Whitney de Arte Americano, Nueva York). Su serie titulada
Cubi, a la que pertenece Cubi I (1963, Instituto de Arte de Detroit),
consiste en varias obras de grandes dimensiones inspiradas en el
cubismo. En dicha serie se puede apreciar cómo pule y corroe las

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superficies de acero inoxidable con un diseño caligráfico
repetitivo para reflejar la luz.

En la década de 1930 Joseph Cornell, muy influenciado por el


surrealismo, realizó esculturas tridimensionales de cajas pintadas
y assemblage de objetos heterogéneos, con los que lograba una
atmósfera de misterio. De inspiración contraria son los de Louise
Nevelson, grandes construcciones abstractas y monocromáticas,
diseñadas como instalaciones. Están compuestos de objetos
utilitarios, por lo general trozos de muebles contenidos dentro de
marcos de madera como si fuesen cajas. Isamu Noguchi realizó
obras de una elegante sencillez en las que combina la abstracción
europea con las formas tradicionales japonesas.

Reuben Nakian, que en la década de 1940 pasó del estilo


figurativo a una semi-abstracción, trabajó tanto en metal como en
terracota y realizó esculturas inspiradas en la mitología. Otros
escultores abstractos son Richard Lippold, conocido por sus
construcciones colgantes en metal y alambre y Harry Bertoia, que
utilizó varillas de acero muy finas ensambladas de forma que
pudieran vibrar. Theodore Roszak realizó construcciones de
formas muy libres en las que utilizaba el acero soldado con otros
metales, como en Flor de espiga (1948, Museo Whitney de Arte
Americano). Herbert Ferber, influenciado por el expresionismo
abstracto, creó una construcción de metal de grandes
dimensiones, Y el arbusto no se consumió (1951), para la fachada
de la sinagoga B’nai Israel, en Millburn, Nueva Jersey. La obra de
Ferber fue uno de los primeros ejemplos del nuevo renacimiento
que combinaba escultura y arquitectura en las iglesias. Seymour
Lipton hizo escultura biomórfica compuesta de planchas de metal
soldadas, como en Floración selvática (1954, Galería de Arte de la

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Universidad de Yale, New Haven, Connecticut), y Mark di Suvero
es conocido por sus enormes construcciones al aire libre, en las
que a veces utiliza vigas de acero, como en Ik Ook (1971-1972,
colección privada) y elementos móviles.

Assemblage y escultura de chatarra

Muchos escultores han realizado obras, tanto abstractas como


figurativas, utilizando el assemblage y los objetos de desecho,
llegando a crear en muchos casos grandes ambientes que
permiten al espectador moverse dentro de la obra. La chatarra,
utilizada por primera vez por los dadaístas a principios del siglo
XX, se convirtió en la base de las expresivas esculturas que
Richard Stankiewicz hizo durante la década de 1960. Durante
dicha década surgió el Pop Art en Estados Unidos, impulsado por
artistas como Robert Rauschenberg, Jasper Johns, George Segal,
Marisol Escobar, Red Grooms, Claes Oldenburg, Edward Kienholz y
Lucas Samaras.

Rauschenberg introdujo lo que él llamaba “pinturas combinadas”,


cuyos últimos ejemplos presentan la tridimensionalidad de la
escultura, incorporando chatarra y objetos encontrados a la
superficie del lienzo. Entre sus obras más destacadas se cuenta
Monograma (1955-1959, Museo Moderno, Estocolmo), construcción
en la que se combinan una cabra de Angora disecada, una rueda
de automóvil, una pelota de tenis y unas puertas de madera con
bisagras sobre las que realizó pinturas expresionistas abstractas.
Johns, discípulo de Duchamp, hizo una escultura en bronce a base
de latas de cerveza, Bronce pintado (1960, colección privada), en
la que planteaba el problema estético de la utilización de objetos

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cotidianos como forma artística. Segal utilizó a sus amigos como
modelos para crear figuras en escayola blanca que representaban
acciones y gestos cotidianos. Su grupo escultórico La cena (1964-
1966, Walker Art Center, Minneapolis, Minnesota) se caracteriza
por su sosegado clasicismo y su poder de evocación. Marisol
(nombre por el cual se la conoce) hace assemblages con maderas,
pintura y diversos materiales más, como pares de zapatos. Grooms
construye obras ambientales enormes, como la deliciosa Rukus
Manhattan (1975-1976, Galería Marlborough, Nueva York).
Oldenburg, que se dedicó a reproducir alimentos en escayola
pintada, creó objetos pop llenos de humor, como Hamburguesa
doble (1962, Museo de Arte Moderno). De muchas de sus primeras
esculturas rígidas de objetos, como interruptores de luz, ha hecho
después copias en vinilo blando.

Las composiciones de Kienholz en técnica mixta, tales como El


hospital estatal (1964-1966, Museo Moderno, Estocolmo) que
representa a los pacientes postrados en camas, llaman la atención
de modo gráfico sobre los aspectos más terribles de la sociedad
contemporánea. También Samaras ha realizado obras inquietantes
aunque visualmente atractivas como La silla (1965, Galería Smart,
Universidad de Chicago), cubierta con miles de alfileres
amenazadores. Las figuras en fibra de vidrio y poliéster creadas
por Hanson son de un realismo asombroso, y en ellas se aprecia
una evolución que va de los retratos satíricos de turistas y
tenderos obesos a las representaciones más sencillas de obreros
y gente corriente de Estados Unidos.

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Arte en espacios naturales

Durante los últimos años de la década de 1960 varios escultores


estadounidenses se dedicaron a la creación de espacios
naturales. Entre estos artistas estaban Robert Morris, Michael
Heizer y Robert Smithson, quienes abandonando sus talleres se
volcaron en la investigación de temas geológicos y minerales. Un
proyecto impresionante dentro de esta línea es El malecón en
espiral de Smithson, espiral de 4,6 m de ancho, compuesta de
rocas, cristales salinos, tierra y algas, y que se interna 457 m en el
lago Great Salt de Utah. La obra se finalizó en 1970 pero en la
actualidad ya no puede verse pues ha quedado cubierta por las
aguas.

3.18 Últimas tendencias

A partir de la década de 1960 los escultores continuaron


trabajando con materiales y estilos diversos. El venezolano Jesús
Rafael Soto, pionero de la escultura cinética, crea las primeras
obras vibrantes a base de varillas que cuelgan de hilos de nylon
frente a un fondo trama, y que al moverse producen un efecto de
vibración óptica. En Inglaterra Anthony Caro crea construcciones
en metal de gran fuerza expresiva, que suelen presentar un eje
horizontal. En España el escultor vasco Eduardo Chillida realizó en
la década de 1960 esculturas en hierro forjado y estructuras con
grandes bloques de madera, aunque fue introduciendo nuevos
materiales como mármol, cemento y granito. Entre los
estadounidenses que trabajan en metal se encuentran George
Rickey, que realiza delicadas estructuras en acero inoxidable que
se mueven con el viento, y Richard Serra, que construye enormes

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estructuras de acero para colocar al aire libre, como su Arco
circular de San Juan, de 61 metros, ubicada en la salida del túnel
Holland, bajo el río Hudson, en Nueva York. Entre los escultores
estadounidenses que trabajan con luz artificial se cuentan
Chryssa, que utiliza tubos de neón, y Dan Flavin, que define los
huecos espaciales usando tubos fluorescentes. Otros artistas
estadounidenses, como Donald Judd y Sol LeWitt, basan sus obras
en la repetición de unidades idénticas, formas simples y precisas,
con una absoluta simetría.

Judd, artista minimalista, trabaja con formas sólidas, como en Sin


título (1965, Museo Nacional de Arte Moderno, París); LeWitt,
pionero del arte conceptual, crea espacios huecos cuadrados
definidos por delgados contornos realizados en aluminio, como en
Cubo modular en nueve partes (1977, Instituto de Arte de
Chicago). El arte conceptual, corriente de gran importancia
durante la década de 1970, estuvo muy influido por la obra y los
escritos de Duchamp. Con el fin de dar prioridad estética a las
ideas de los artistas, el arte conceptual a veces prescinde en gran
parte de las obras sustanciales y utiliza la performance (forma
artística que combina elementos del teatro, la música y las artes
visuales). El artista conceptual contemporáneo de mayor
influencia fue el alemán Joseph Beuys, cuya obra satiriza a la
sociedad alemana de posguerra y recuerda su experiencia como
piloto de la Luftwaffe cuyo avión fue derribado durante la II Guerra
Mundial.

Durante la década de 1980 los escultores empezaron a apartarse


de la austeridad del minimalismo y del conceptualismo.
Empezaron a reaparecer formas orgánicas y excéntricas,
tendencia que se conoce como escultura posmoderna o

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postminimalista. En las obras sencillas, a pequeña escala, de Joël
Shapiro pueden verse motivos figurativos, mientras que los
assemblage de enrejados abiertos de Nancy Graves destacan por
su colorido brillante y su fantasía.

Amarillo horizontal

Amarillo horizontal (1972) es una de las muchas esculturas


abstractas móviles que Alexander Calder construyó con metal,
varillas metálicas y alambre. Calder describió su obra como
"dibujos de cuatro dimensiones", reflejando de esta manera su
interés por las formas cinéticas.

La escultura estadounidense empezó a desarrollar líneas más


abstractas de expresión durante la década de 1930, cuando los
artistas entraron en contacto con obras europeas
contemporáneas, bien de forma directa o a través de fotografías.
Alexander Calder, por ejemplo, recibió una gran influencia del
pintor holandés Piet Mondrian que se reflejaría luego en sus
esculturas y pinturas abstractas realizadas con colores puros.
Calder alcanzó fama internacional con su escultura móvil, y sus
stábiles o esculturas inmóviles. Inspirado en las esculturas hechas
con piezas soldadas de Picasso y Julio González, David Smith
realizó obras en acero soldado como Paisaje del río Hudson (1951,
Museo Whitney de Arte Americano, Nueva York). Su serie titulada
Cubi, a la que pertenece Cubi I (1963, Instituto de Arte de Detroit),
consiste en varias obras de grandes dimensiones inspiradas en el
cubismo. En dicha serie se puede apreciar cómo pule y corroe las
superficies de acero inoxidable con un diseño caligráfico
repetitivo para reflejar la luz.

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En la década de 1930 Joseph Cornell, muy influenciado por el
surrealismo, realizó esculturas tridimensionales de cajas pintadas
y assemblage de objetos heterogéneos, con los que lograba una
atmósfera de misterio. De inspiración contraria son los de Louise
Nevelson, grandes construcciones abstractas y monocromáticas,
diseñadas como instalaciones. Están compuestos de objetos
utilitarios, por lo general trozos de muebles contenidos dentro de
marcos de madera como si fuesen cajas. Isamu Noguchi realizó
obras de una elegante sencillez en las que combina la abstracción
europea con las formas tradicionales japonesas.

Reuben Nakian, que en la década de 1940 pasó del estilo


figurativo a una semi-abstracción, trabajó tanto en metal como en
terracota y realizó esculturas inspiradas en la mitología. Otros
escultores abstractos son Richard Lippold, conocido por sus
construcciones colgantes en metal y alambre y Harry Bertoia, que
utilizó varillas de acero muy finas ensambladas de forma que
pudieran vibrar. Theodore Roszak realizó construcciones de
formas muy libres en las que utilizaba el acero soldado con otros
metales, como en Flor de espiga (1948, Museo Whitney de Arte
Americano). Herbert Ferber, influenciado por el expresionismo
abstracto, creó una construcción de metal de grandes
dimensiones, Y el arbusto no se consumió (1951), para la fachada
de la sinagoga B’nai Israel, en Millburn, Nueva Jersey. La obra de
Ferber fue uno de los primeros ejemplos del nuevo renacimiento
que combinaba escultura y arquitectura en las iglesias. Seymour
Lipton hizo escultura biomórfica compuesta de planchas de metal
soldadas, como en Floración selvática (1954, Galería de Arte de la
Universidad de Yale, New Haven, Connecticut), y Mark di Suvero
es conocido por sus enormes construcciones al aire libre, en las
que a veces utiliza vigas de acero, como en (1971-1972, colección
privada) y elementos móviles.

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Odalisca, de Rauschenberg

Odalisca del artista estadounidense del siglo XX Robert


Rauschenberg, incorpora fotos y pinturas con objetos reales
tridimensionales. Esta escultura de técnica mixta está creada a
partir del ensamblaje de madera, metal y plumas.

Muchos escultores han realizado obras, tanto abstractas como


figurativas, utilizando el assemblage y los objetos de desecho,
llegando a crear en muchos casos grandes ambientes que
permiten al espectador moverse dentro de la obra. La chatarra,
utilizada por primera vez por los dadaístas a principios del siglo
XX, se convirtió en la base de las expresivas esculturas que
Richard Stankiewicz hizo durante la década de 1960. Durante
dicha década surgió el Pop Art en Estados Unidos, impulsado por
artistas como Robert Rauschenberg, Jasper Johns, George Segal,.

Rauschenberg introdujo lo que él llamaba “pinturas combinadas”,


cuyos últimos ejemplos presentan la tridimensionalidad de la
escultura, incorporando chatarra y objetos encontrados a la
superficie del lienzo. Entre sus obras más destacadas se cuenta
Monograma (1955-1959, Museo Moderno, Estocolmo), construcción
en la que se combinan una cabra de Angora disecada, una rueda
de automóvil, una pelota de tenis y unas puertas de madera con
bisagras sobre las que realizó pinturas expresionistas abstractas.
Johns, discípulo de Duchamp, hizo una escultura en bronce a base
de latas de cerveza, Bronce pintado (1960, colección privada), en
la que planteaba el problema estético de la utilización de objetos
cotidianos como forma artística. Segal utilizó a sus amigos como
modelos para crear figuras en escayola blanca que representaban

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acciones y gestos cotidianos. Su grupo escultórico La cena (1964-
1966, Walker Art Center, Minneapolis, Minnesota) se caracteriza
por su sosegado clasicismo y su poder de evocación. Marisol
(nombre por el cual se la conoce) hace assemblages con maderas,
pintura y diversos materiales más, como pares de zapatos. Grooms
construye obras ambientales enormes, como la deliciosa Rukus
Manhattan (1975-1976, Galería Marlborough, Nueva York).
Oldenburg, que se dedicó a reproducir alimentos en escayola
pintada, creó objetos pop llenos de humor, como Hamburguesa
doble (1962, Museo de Arte Moderno). De muchas de sus primeras
esculturas rígidas de objetos, como interruptores de luz, ha hecho
después copias en vinilo blando.

Las composiciones de Kienholz en técnica mixta, tales como El


hospital estatal (1964-1966, Museo Moderno, Estocolmo) que
representa a los pacientes postrados en camas, llaman la atención
de modo gráfico sobre los aspectos más terribles de la sociedad
contemporánea. También Sámaras ha realizado obras inquietantes
aunque visualmente atractivas como La silla (1965, Galería Smart,
Universidad de Chicago), cubierta con miles de alfileres
amenazadores. Las figuras en fibra de vidrio y poliéster creadas
por Hanson son de un realismo asombroso, y en ellas se aprecia
una evolución que va de los retratos satíricos de turistas y
tenderos obesos a las representaciones más sencillas de obreros
y gente corriente de Estados Unidos.

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MARCO TEORICO

EL dibujo abstracto es el arte que despierta mayores emociones


y disfrutar de los sentidos y conjuga toda una filosofía de agilidad.
Su diversidad encarna rasgos distintivos en todas las regiones
colombianas, con peculiares acentos y culturales, conformando un
patrimonio intangible de múltiple riqueza, que hace necesaria una
ley específica de protección, investigación, conservación,
estímulo, fomento, difusión, junto con disposiciones adecuadas
para su visibilidad, circulación, la calidad de su enseñanza, la
profesionalización de sus cultores, y financiación para que pueda
convertirse en una industria cultural, multiplicadora de empresas y
trabajo, soporte de turismo cultural y bienestar social.
También es de anotar, que más allá de lo artístico, colombiano es
un país de artistas articiologos que llenas de alegría, lo cual hace
parte de nuestra cultura e idiosincrasia.

En Colombia existen un sin número de manifestaciones que


expresan la variedad de arte religiosa, de costumbres y formas de
vida de su población, así como su riqueza natural y diversidad de
climas, geografías y paisajes, entre otros.

La amazona no está identificada con una agilidad artística


específica debido al a influencia cultural de Brasil, Perú, colonos e
indígenas. Sin embargo, existen distintos esfuerzos por mantener
esta tradición viva en el cual el grupo de proyección en le Leticia,
se ha puesto a dar conocer lo importante que es nuestro legado
del arte.

El cual también durante varios años ha logrado montar un bello


juego del arte con influencia de diversos ritmos para mover las
extremidades, y en los amazonenses tienen más reconocimiento
sobre este arte y no lo saben aprovechar.

Página 57
METOLOGIA

Nuestra publicidad proyectada mediante folletos, carteles, radio


Otros de nuestra publicidad en la feria y medios digitales estos
Medios nos ayuda a que nuestro producto sea más conocido y
socializado para la distribución y producción y distribución del
producto , es comercializado en todas las regiones del país, son
exportados mediantes pedidos.

Página 58
CRONOGRAMA

MES AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE


ACTIVIDAD 25 26 27 28
SALIDA DE X
CAMPO
ENTREGA DE X
TRABAJO
OBSERVACION X
DEL
PRODUCTO
REALIZACION X
DEL
PRODUCTO
APROVACION X
DEL FINAL

Página 59
BIOGRAFIA

TOMADO DE ABSTRACTO LINEALES ETC. W. W .W. ABSTRATO


LINEALES. COM .CO

Página 60
p

Página 61
Página 62
Página 63
RESUMEN

El proyecto pretende de enseñar a los jóvenes y personas atreves


del Arte abstracto y la formación, además sentirían la
satisfacción de aprender muchas cosas q se trate las formas y
figuras tridimensionales que se encuentran en ella.

Por eso el objetivo de mi proyecto es hacer como se basa en la


figura de la pintura artificial, que se vean bien y a la vez alcancen
en lo económico de las personas que habitan alrededor.

Para eso se utiliza recurso en la región en bajos recursos, al


alcance de ellos y van a mantener un formación buena que le
ayudara más adelante en el futuro de esta manera, se podrá
ofrecer en jóvenes cosas muy buena.

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