Ficha Historia Universal Contemporánea María Bademián 5.288.

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Richard Evans. “La llegada del Tercer Reich”. España, Editorial Península, 2003

“Ascenso y triunfo del nazismo en Alemania”

En este texto, Evans hace una revisión de las cuatro corrientes que explican el ascenso y el triunfo
del nazismo en alemania. Para ello utiliza fuentes secundarias, se basa en los estudios realizados por
varios historiadores y analistas políticos.

La primera de ellas refiere al poder carismático de Hitler y a la compleja y seductora propaganda a

través de la cual su mensaje se transmitió al electorado alemán. Esta sostiene que Hitler fue
fundamental para el triunfo nazi porque su historia y su imagen se utilizó de manera perfecta con la
actividad propagandística del partido. Sin embargo, Evans plantea que el movimiento nazi fue más que
una mera prolngación de la voluntad de Hitler, ya que él no habría triunfado si su mensaje no hubiera
respondido a las dieas y aspiraciones de gran parte del electorado alemán.
La segunda razón se le atribuye a la debilidad política de la República de Weimar. Esta corriente
argumenta que la República carecía de legitimidad desde un principio: la Asamblea y el gobierno
habían sido los firmantes del Tratado de Versalles, que avivó el resentimiento nacionalista de Alemania
mientras dejaba intacta la base de su categoría de gran potencia. En este contexo, la propaganda nazi
pudo aprovechar ese descontento general y convencer a muchos de que el carácter democrático y los
orígenes revolucionarios de la República estaban fatalmente vinculados a la humillación nacional.
La tercera razón, y la preponderante para Evans, se centra en las consecuencias de la depresión
económica de 1929 en Alemania. Esta sostiene que al crisis del capitalismo impulsó a la gran empresa
alemana a buscar una solución dictatorial ante el problema del desempleo masivo y el hundimiento de
la industria. Además, la crisis económica y social sirivió de base para el desplazamiento masivo de las
preferencias de los votantes hacia los nazis. Así, el partido nazi logró aglutinar el descontento
generalizado, dejando de ser un grupo extremista y periférico para convertirse en el mayor partido
político del país.
La cuarta razón le da especial importancia a la evolución de la sociedad y la política alemana desde
mediados del siglo XX. Esta corriente aduce que aunque el éxito de los nazis fue gracias a su ascenso
“democrático”, no es correcto afirmar que llegaron al poder por medios legales; al contrario, el
totalitarismo solo fue posible cuando las instituciones democráticas dejaron de funcionar, cuando los
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nazis desataraon una campaña de violencia contra sus oponentes. Por tanto, la República de Weimar fue
derrotada por sus oponentes, no por sí mismo; la muerte de la democracia alemana no fue un suicidio
político, sino un asesinato político. Sin embargo, Evans sostiene que quienes se centran
exclusivamente en los años 1930-1933 para explicar la caída de Weimar y el advenimiento del Tercer
Reich adoptan una perspectiva muy limitada, dado que la crisis alemana fue una crisis de modernidad.

Evans concluye diciendo que el nazismo surgió de la intersección de las cuatro razones planteadas.
Surgió como fuerza dominante en los 20 porque estaba bien organizado, era dinámico y tenía un líder
carismático que supo expresar los temores y ansiedades de todos los grupos sociales. Se convirtió en
movimiento de masas a comienzos del 30 porque estas cualidades eran las que atraían a millones de
personas cuyas vidas se habían visto convulsionadas por la depresión, por lo que eran muy receptivas a
la retórica demagógica del nacionalismo extremo; y el partido nazi prometió eliminar el sistema de
Weimar que estas personas tanto odiaban. El ascenso del nazismo es inseparable de la debilidad de la
República, de su febril inestabilidad, de la incertidumbre política y la pérdida de legitimidad; situación
que propagó el desencanto y la sensación de impotencia entre las élites.
En resumen, en este texto Evans propone un punto medio entre el la estructura y el individuo en el
proceso histórico; hace una síntesis respecto a la relación entre la acción humana representada en
actores y voluntades, por un lado, y la estructura, por otro lado, como formadoras de la historia. Por eso
plantea que el ascenso del nazismo no se debió solo a la figura de Hitler, sino también a la crisis de las
estructurales sociales, políticas y económicas.