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¿PARA QUÉ LEER?

Miguel Ángel Fornerín


fornerin.blogspot.com

La pregunta parece la que realiza un niño a su madre frente a una asignación escolar. La
reformularé de forma más específica: ¿cuál es la importancia de la lectura en la sociedad
actual? Y caigo en creer que la
lectura es algo que tiene que
ver con el tiempo. La lectura
es de cardinal importancia
para todas las sociedades y
traspasa las épocas. Tan
importante fue la lectura para
los griegos como para los
romanos. Para el hombre del
Medioevo como para el hombre
moderno. Lo que ha cambiado
es la forma de leer y los
soportes para la lectura, desde
el papiro hasta el e-book. La
necesidad de la lectura es
esencial.
Las sociedades han
hecho de la importancia de la lectura una forma de dominio y de libertad. De ahí que la
lectura tenga una historia, que está íntimamente ligada al desarrollo de las capacidades
cognitivas, el espíritu científico, el desarrollo del libro, la escritura y la interpretación de
textos… ¿Pero es importante la lectura? Sí. En un principio se vio importante, como una
forma de pasar de lo salvaje a lo civilizado, como forma de dominio de un grupo minoritario,
sobre otro que vivía aislado de los saberes y de una nueva visión de mundo. Las elites
gobernantes (letradas) se aprovecharon de la ignorancia de ciertos grupos para dominarlos.
De ahí que saber y poder son una pareja que anda junta. Pero la lectura fue un
medio de liberación, una manera de adquirir nuevos saberes. Por ejemplo: la Reforma
protestante creó una nueva comunidad de lectores que cambió la forma de gobierno de una
iglesia católica medieval. La lectura en el Renacimiento posibilitó el surgimiento de un
pensamiento racional frente a escolasticismo proveniente de la Edad Media. La imprenta
ayudó a difundir el libro y los nuevos libros generaron nuevas comunidades de lectores que
cambiaron el horizonte de la realidad. Así que la historia del libro muestra un proceso
libertario.

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Aprender a leer profundamente hoy día puede de alguna manera poner a grupos
menos aventajados a participar de una sociedad burocratizada,
dependiente del mercado y con una gran profusión de información, a
integrarse como obreros diestros, burócratas eficientes o a ser electores
conscientes, consumidores exigentes, ciudadanos participativos. Eso lo
saben los Estados y la lucha contra el analfabetismo ha sido un
ejemplo de integración social. Para los fines que sean, leer es hoy una
prioridad fundamental.
El abandono de la lectura en el hogar está íntimamente ligado a
la situación que hoy afecta a la familia, por la existencia de una
sociedad del espectáculo que ha reducido a las comunidades letradas al
anonimato y, por otro lado, por efecto que hoy tiene la tecnoeuforia, que
produce jóvenes papirofóbicos. En este problema la escuela bala con su
crisis. Pero si queremos formar nuevos lectores, entonces tenemos que
interrogarnos y pensar un poco en lo que hacemos, sobre todo los
padres y los maestros. [Vea
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