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E N S AYO

EL
ENIGMA
DEL MAL
ROBERTO BADENAS

El mal es un intruso en la perfecta creación de Dios. Utilizamos el


término caído para describir la situación de la humanidad después de
usar su libertad de elección para hacer el mal, y usamos el término
pecado para expresar el estado de los seres humanos, que están
separados de Dios. Podemos luchar contra las consecuencias de esta
situación, pero escapar de ellas no es una opción.

L
a tragedia nos golpea inesperadamente. Un oriental, el mal es una ilusión. Desde esta perspectiva
accidente. Un ataque terrorista. Un terremoto. optimista de la vida, deducimos que existe el mal porque
Una terrible enfermedad. Cuando lo inespera- no podemos entender el universo en su totalidad. “El mal
do y lo doloroso nos golpea, nuestra inmediata es simplemente un error de perspectiva que proviene de
reacción es preguntar: ¿por qué? nuestra finitud y de nuestra limitada visión de las cosas”.1
Así, el hombre sabio ve más allá de la realidad inmediata
LAS GRANDES TEORÍAS y entiende que lo que llamamos “mal” forma parte del
Ante el problema del mal, los seres humanos han orden del mundo. “Todo lo que existe es bueno”.2
intentado elaborar diversas explicaciones a lo largo de la Como es evidente que ignoramos mucho, en la lógica
historia. Aquí están las más características. de esa reflexión, nos preguntamos si existe el frío. Claro.
• El mal no existe. Aunque el mal parece omnipresen- Todos hemos sentido frío alguna vez. Y sin embargo,
te, algunos creen que realmente no existe. Para el filósofo según las leyes de la física, el frío no existe realmente. Lo
Spinoza, y para amplias secciones de la espiritualidad que consideramos frío no es más que un estado produci-

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do por la ausencia de calor en un determinado objeto o Está a la vista que la mayor parte del sufrimiento
lugar. El calor sí que es una realidad mensurable, resul- nos lo causamos nosotros, con nuestro egoísmo, nues-
tante de la transmisión de la energía. Hemos acuñado tra ignorancia, nuestra codicia o nuestro odio. Pero
la palabra “frío” para expresar los diversos grados de también es cierto que, aunque la mayoría de nuestras
falta de energía. Lo mismo podemos decir de la oscuri- desgracias resultan más o menos directamente de nues-
dad, que tampoco existe en sí. Llamamos “oscuridad” tros actos, existen otras formas de sufrimiento que no
a la ausencia de luz. Por eso podemos estudiar la luz, son tan fácilmente explicables. Nuestra inteligencia se
la podemos medir y descomponer en colores, pero no empeña en explicarlo todo, incluso el enigma del mal.
podemos analizar la oscuridad, ya que es poco más que Pero nuestros esfuerzos fracasan. Todas nuestras teorías
una palabra, un término reservado para describir lo que sobre el origen del mal se estrellan contra escollos lógi-
ocurre cuando falta luz. Del mismo modo, decimos que cos y zonas de sombra, como si el mal fuese en última
el mal existe porque vemos en torno nuestro innumera- instancia inexplicable. Todo este dolor injusto es un
bles formas de injusticia, violencia y dolor. Pero en rea- escándalo, que nos deja perplejos al intentar entenderlo,
lidad, al igual que el frío y la oscuridad, el mal tampoco porque siempre queda algo que escapa a nuestra capa-
tiene existencia objetiva. En realidad “mal” es el nombre cidad de análisis. Esa “dimensión inexplicada” del mal
que hemos inventado para describir la ausencia de bien. que nos rodea constituye un misterio ante el que no
• El mal es positivo. Otros argumentan, desde una podemos ni callar ni pronunciarnos a la ligera, porque
perspectiva dialéctica paralela, que el mal existe, pero intuimos que en ella, además de lo humano, hay mucho
que solo en apariencia constituye una realidad negativa, de inhumano, y quizá también algo de sobrehumano.
ya que está al servicio del bien. Lo que en un momento • Un universo imparcial. Si existe un ser superior
dado nos parece malo, siempre es, a la larga, útil y nece- responsable del orden del universo, debería ser infinita-
sario, aunque nosotros no lo entendamos. El tomismo mente justo y por consiguiente responsable de que haya
explica el mal por su utilidad, dentro de un proyecto alguna relación entre lo que hacemos y lo que nos suce-
divino global, en el que hasta el pecado resulta ser una de. Si todo lo que ocurre en el mundo es por voluntad
felix culpa (feliz culpa), porque ha permitido el plan de divina –se argumenta–, el sufrimiento debe formar parte
la salvación que incluye la obra del redentor. Dios utiliza de ese plan y, por consiguiente, lo más razonable no sería
el mal en aras de un bien mayor.3 luchar contra él sino soportarlo estoicamente, sin quejar-
Interpretando la realidad desde una perspectiva hege- se ni rebelarse contra el destino. Así, la molesta tensión
liana, evolucionista o marxista, muchos defienden que entre la bondad divina y el sufrimiento humano tendría
el mal, subproducto inevitable de la lucha por la vida explicación, y se resolvería a la larga dentro de un plan
–desde la ley de la jungla a la lucha de clases–, con el universal. En esa perspectiva el consuelo ante el dolor
triunfo de los más fuertes y hábiles sobre los demás, a se debería buscar en la sumisión a los acontecimientos,
pesar de los problemas colaterales que conlleva, es a fin ya que todo resultaría ser fruto de la voluntad divina.
de cuentas una realidad positiva que hace avanzar a la ¿Incluido el sufrimiento de los inocentes…?
humanidad hacia estadios de desarrollo superiores y Antes de pronunciarnos a favor o en contra de alguna
más justos. Por eso, argumentan, bien y mal son con- de estas tesis, tenemos que convenir que el mundo en
ceptos relativos y ambiguos. Lo que nos parece malo que vivimos está regido por leyes naturales, inevitables
puede no ser más que una etapa hacia algo mejor. El mal e imparciales, que nos afectan a todos, buenos, malos y
es necesario al progreso de la historia. regulares. Si me caigo en un precipicio la ley de la grave-
• El mal es inevitable. Para otros, en fin, el mal es dad acelera mi caída, aunque sea un creyente intachable
una consecuencia resultante de la libertad. Desde una
perspectiva meramente humana, si analizamos las cau-
sas directas de nuestras desgracias, encontramos que la
mayoría vienen de la violación de las leyes naturales o
de nuestras flagrantes agresiones. Al actuar libremente,
todos podemos dañarnos a nosotros mismos y unos a
otros. La falta de respeto a los demás, bajo la forma
de mil y una injusticias, acarrea miseria, desigualdad
económica, opresión social y política... Para el creyente,
si Dios respeta la libertad de sus criaturas no tiene más
remedio que dejar abierta la opción de que estas actúen
en contra de su bien. Nuestro libre albedrío es “el abis-
mo que Dios no domina”.4 Crear seres libres es correr el
riesgo de que estos actúen mal.5

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y me haya caído por accidente. Si mi vecino se embriaga Si Dios es Padre de todos, y quiere nuestro bien, pero
tras pelearse con su mujer, el alcohol afectará a su capa- nos ha hecho libres, es normal que nos deje actuar libre-
cidad de reacción aunque él no lo quiera. Si se pone al mente, por mucho que le duela y por mucho que nos
volante en ese estado y pierde el control de su vehículo, duela a nosotros. Sin libertad, no podemos hablar de
puede estrellarse o atropellar a alguien. amor, ya que el verdadero amor no puede ser forzado.8
Lo propio de las leyes naturales es que son universales: Podría darnos la impresión de que al Creador “se le
funcionan del mismo modo para todos. Es evidente que ha escapado este mundo de las manos” en el sentido de
lo que ocurre en el mundo depende a la vez del funcio- que no lo gobierna plenamente. No porque no pueda,
namiento normal de esas leyes y de nuestra transgresión sino por respeto a la libertad de sus criaturas. Creados
de las reglas elementales de convivencia, o de lo que se a su imagen y dotados de inteligencia suficiente, somos
ha dado en llamar normas morales. Sea por ignorancia, capaces de cuidar este mundo y llevarlo por buen cami-
torpeza o maldad, todos cometemos errores y causamos no. Pero también de destruirlo y de destruirnos nosotros.
algún tipo de daño, queriendo o sin querer... A veces Cuando obramos de modo insensato, nuestra libertad
sufrimos por nuestras propias faltas, y a veces por culpa coarta la suya. Porque, por decirlo de alguna manera,
de los demás. ¿Sería posible un universo en que las ante nuestra libertad Dios “renuncia a ser omnipotente”
leyes naturales actuasen según la moralidad del que las aunque sea de modo temporal. Por eso él tiene poco
desafía? ¿Sería concebible –o preferible– que los actos que ver con nuestras desgracias. Quizá en teoría pudiera
de un agresor contra su víctima no tuviesen ninguna ahorrarnos el sufrimiento, pero no lo hace por respeto a
consecuencia en caso de que esta fuese inocente? nuestras decisiones. Su omnipotencia se manifiesta en
Dicho desde una perspectiva creyente, dada la libertad su capacidad de proveer un espacio para el ejercicio de
humana, ¿debería la providencia divina intervenir para nuestra libertad.
evitar las consecuencias negativas de nuestros actos? ¿A Algunos se preguntan por qué el Creador no nos puso
qué nivel? Tomemos un ejemplo concreto. Un niño se en una tierra de Jauja en la que fuese imposible sufrir, en
ensucia la camisa durante el desayuno. La madre le obli- la que no hubiese otra alternativa que hacer la voluntad
ga a cambiarse para ir al colegio. El niño sale con prisa de divina sin pensar o sin querer. Viviríamos sin responsa-
casa para no llegar tarde y corre al encuentro del autobús bilidades y sin sufrimiento. Pero nos preguntamos si esa
escolar. Su conductor se distrae mirando a una chica que situación sería más deseable, puesto que se trataría de
cruza la calle en minifalda… y atropella al niño. ¿De una existencia sin libertad, y por consiguiente, sin con-
quién es la culpa? ¿Del niño, que debería haber evitado ciencia y sin amor. Si hay libertad, existe la posibilidad
mancharse? ¿De la madre por obligarlo a cambiarse? de que tomemos decisiones equivocadas, y actuemos en
¿Del chófer por distraerse? ¿O de la chica por vestirse así? contra de nuestro propio bien o del bien de nuestros
¿A qué nivel desearíamos que hubiese intervenido Dios semejantes, con lo que aparece el riesgo de sufrir y de
para evitar el accidente? ¿Ayudando al niño a comer sin hacer sufrir. Sin embargo, parecería que un mundo con
mancharse? ¿Quitándole a la madre su obsesión por la libertad, y por consiguiente, con riesgos de sufrimiento,
limpieza? ¿Frenando el autobús escolar en lugar del con- es preferible a una existencia sin ella.9
ductor? ¿Impidiendo a la chica que se pusiese esa falda? Si
el Ser Supremo interviniese en cualquiera de estos niveles UN GRAN CONFLICTO CÓSMICO
no estaría respetando nuestra libertad. Y “sin libertad el La Biblia coloca el enigma del mal en el contexto de
mundo no sería más que un mecanismo”.6 un gran conflicto cósmico entre el bien y el mal. El con-
flicto comenzó con Lucifer, jefe de los ángeles, quien
EL PRECIO DE LA LIBERTAD dirigió una rebelión en el cielo contra el Dios Creador
La película Todopoderoso (Bruce Almighty, en inglés) (Isaías 14:12-15, Apocalipsis 12:7-9). Dios podría haber
describe la historia de un joven desesperado, que debido destruido a Satanás y a sus seguidores instantáneamen-
a sus muchos fracasos en la vida, desea resolver sus pro- te, pero el resto de los seres inteligentes del universo
blemas teniendo poderes divinos. El Todopoderoso le habrían puesto en duda su amor y le habrían obedecido
permite tener tales poderes durante unos días. Pero los por temor y no por amor.
resultados son peores que antes. El joven descubre que Fue en esta rebelión de Satanás que el pecado tuvo su
hay cosas que ni Dios mismo puede hacer, porque esas son origen. Satanás introdujo el pecado a esta Tierra. Según
las reglas del juego para nuestro universo: la voluntad de Génesis, Satanás tentó a Adán y Eva, nuestros primeros
las personas no puede ser quebrantada, ni la gente puede padres, y desobedecieron la Ley de Dios (Génesis 3).
ser obligada a amar. Esta parábola moderna nos ayuda a Cuando se quebrantó la Ley de Dios, apareció el pecado
entender lo que sucede con el mal. La libertad ejercida y su desorden, y como resultado el sufrimiento.
fuera del amor, es decir, fuera del plan divino, daña nues- El mal es, pues, un intruso en la perfecta creación de
tras relaciones, creando injusticia, sufrimiento y dolor.7 Dios. Usamos el término caído para describir la situa-

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ción de la humanidad después de usar su libertad de Reconozco que mis respuestas a la pregunta “¿Por qué
elección para hacer el mal, y usamos el término pecado existe el mal en el mundo?” pueden resultar insuficientes.
para indicar el estado de los seres humanos que están Lo he constatado ante mis alumnos cientos de veces. Pero
separados de Dios. Podemos luchar contra las conse- antes de volver a ella, quisiera recordar que, hasta ahora,
cuencias de esta situación, pero escapar de ellas no es apenas nadie me ha preguntado “¿Por qué existe el bien?”
una opción. Mientras el conflicto continúe, sufriremos Nuestro grito de protesta –“¿Por qué a mí?”– cuando algo
sus consecuencias. Pero un día se demostrará de una vez malo nos pasa, sugiere que todos nos consideramos, más
por todas que nuestras aflicciones son las consecuencias o menos, como víctimas inocentes de balas perdidas.
de nuestro alejamiento de Dios. Es significativo que la menor maldad que tengamos
Esta explicación del gran conflicto cósmico puede ser que soportar nos indigne, pero que toda la bondad del
muy clarificadora siempre que no la utilicemos para justifi- mundo la demos por sentada... Siendo que nosotros
car el sufrimiento. Es indudable que el dolor de los inocen- solos nos bastamos para producir la mayor parte del
tes demuestra cuánta razón tiene Dios al proponernos sus daño que vemos en torno nuestro, y que todos –unos
normas, y cuán lamentables son los resultados de nuestras más que otros– somos responsables de esta situación,
locuras. Pero eso no minimiza el sufrimiento presente. la pregunta pertinente no es “¿Por qué sufrimos injus-
Si así fuera, estaríamos diciendo que el fin justifica tamente?” sino “¿Por qué seguimos todavía vivos?” Si
los medios. Entonces tendría razón Elie Wiesel al pre- creyésemos que todo procede del azar y del caos, ten-
guntarnos cuánto sufrimiento se necesita para probarles dríamos que concluir que la incógnita última no es por
a los habitantes del universo que Dios es amor y que el qué existe el mal, sino por qué existe el bien.
diablo es un falso. ¿Hace falta para ello más de lo que ya Si el mal no es un poder paralelo equiparable al bien,
tenemos? ¿Cuántos niños maltratados, cuántas víctimas ya que no forma parte de la creación original, resulta en
de la guerra, cuántos enfermos crónicos hacen falta para cierto sentido evitable. Decimos que Dios permite lo que
convencer a la humanidad de la necesidad que tenemos ocurre como cuando yo consiento a mi hijo usar mi bici-
todos de poner en práctica el amor? ¿No hay suficiente cleta. Una cosa es permitir un disfrute, en el curso del cual
sufrimiento para demostrar que Dios tiene razón? puede ocurrir una desgracia, y otra causar o desear esa
Uno se pregunta, en efecto, por qué hará falta tanto desgracia.12 Es arriesgado, por lo tanto, hablar de los males
tiempo para acabar con el mal. Pero cuando nos que Dios “permite” y que podría “evitar” en teoría, a
paramos a pensarlo mejor nos damos cuenta de que partir del concepto abstracto de su omnipotencia, porque
ese problema nos concierne personalmente a nosotros Dios no ejerce todavía todos sus poderes, ni nosotros esta-
mucho más que a Dios. ¿Cuántos años necesitamos para mos siguiendo todavía todas sus propuestas. Ese atributo
aprender algo de la historia de Caín y Abel? ¿Cuántas divino se hará del todo patente al final de los tiempos, ya
personas necesitan morir de hambre para que solidari- que consiste precisamente en su poder de hacer realidad su
cemos con los hambrientos? ¿Cuántos inocentes tienen ideal.13 Mientras tanto, debemos observar lo que Dios ha
que ser torturados para convencernos de que la crueldad hecho específicamente en la historia, lo que él está hacien-
es un horror? En esta vida el problema del mal se plantea do y lo que él promete hacer para resolver el problema del
tanto del lado de Dios como del nuestro. sufrimiento. Si Dios sigue respetando nuestra libertad,
podemos escoger respetarlo a él y confiar en él.
SUFRIMIENTO Y RESPONSABILIDAD
Está claro que la degradación de la armonía de ATISBOS DE ESPERANZA
nuestro entorno denuncia una mala gestión en la que Si Dios es amor (1 Juan 4:8), solo puede desear lo mejor
todos tenemos nuestra parte de responsabilidad. Lo que para sus criaturas. Por eso podemos confiar en su bondad
ocurre en esta Tierra lejos de ser el fruto de la voluntad y al mismo tiempo combatir los males del mundo cau-
divina es el resultado de la suma imposible de todas sados por nuestro alejamiento de sus planes. Confiamos
nuestras voluntades. Si Jesús nos enseña a pedirle a Dios
en el Padrenuestro: “Hágase tu voluntad en la tierra”
(Mateo 6:10) es porque esta no se hace.
Por el mero hecho de vivir en un mismo mundo con
nuestros desvaríos acumulados, creamos un ambiente que
determina las situaciones que perpetuamos. Eso significa
que cada uno de nosotros está implicado, ya desde su ori-
gen, en un inevitable contexto de solidaridad, para bien y
para mal. Aunque víctimas inocentes de desgracias hereda-
das, cada uno comete a su vez injusticias y errores, asumien-
do así parte de “culpa” en la situación presente del mundo.

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en la misericordia divina, a pesar de experimentar el Roberto Badenas
sufrimiento, porque sabemos que el Creador también PhD, Universidad Andrews, Berrien Springs,
aborrece el dolor (Romanos 8:31-39) y ha planeado su fin Míchigan, EUA, se jubiló el año 2010,
definitivo (Apocalipsis 21:1-4). Sabiendo que el mal solo después de una vida de servicio en la Iglesia
puede ser vencido por el bien (Romanos 12:2) buscamos Adventista del Séptimo Día en Europa,
soluciones para ahora, a la espera del cumplimiento de ocupando variadas responsabilidades,
las promesas divinas más adelante. Lo que ya sabemos y como pastor, maestro, administrador,
entendemos de Dios nos permite mantener la fe en él pese decano del Seminario Teológico Adventista
a lo que no sabemos ni entendemos.14 en la Universidad Adventista de Francia,
presidente del Comité de Investigación
Los grandes maestros de la espiritualidad han visto en el
Bíblica y director de ministerios de la
sufrimiento un camino de retorno a la solidaridad con los
Familia y Educación para la División
demás y al reconocimiento de la bondad del plan divino. Intereuropea. El Dr. Badenas es autor de
C. S. Lewis, por ejemplo, escribió: “A Dios no le importa numerosos libros. Sus publicaciones han
ser el último recurso para sus criaturas”.15 Muchos de sido traducidas al español, francés, alemán,
nosotros nos sentiríamos ofendidos en nuestra dignidad italiano, portugués, rumano y catalán.
si los demás solo llamasen a nuestra puerta movidos por
la necesidad. Dios sin embargo, como nos ama con un
amor absoluto, nos acepta de cualquier modo.
1. Ethics, III, prefacio; cf. Metaphysics 1072. Véase también, Jonathan
De hecho, la religión puede llevar a las personas el Bennett, A Study of Spinoza’s Ethics (Indianapolis, Ind.: Hackett,
alivio o aliento que necesitan en su estado de sufrimien- NOTA S Y REFERENCIA S 1984), 276–277; para comentarios, véase R. L. Delahunty, Spinoza
(London: Routledge & Kegan, 1999), pp. 227–231.
to. Pero sentirse necesitado de ayuda, incluida la ayuda 2. Alexander Pope (1688-1744). Cf. Augustine, Confessions, Libro 7,
divina, no es una debilidad. La conciencia de nuestros Capítulo 12.
límites no solo es realista sino también necesaria para 3. Thomas Aquinas, Summa Theologica, Question 48.
vivir una vida plena. Una persona que nunca sintió sed 4. Nikolai Berdyaev, Slavery & Freedom (Hillsdale, N.Y.: Sophia
Perennis, 1939, 2009).
y por lo tanto no bebió agua probablemente moriría,
5. “El pecado surge porque la gente deliberadamente viola la orden
porque el agua es esencial para la supervivencia y la sed de Dios. Por supuesto, Dios podría prevenir esto creando seres
es el mecanismo protector que nos recuerda periódica- humanos de manera diferente. Pero entonces seríamos como
marionetas o máquinas obedientes, incapaces de experimentar
mente nuestra necesidad de agua. Puesto que no pode- la bienaventuranza que solo se puede alcanzar eligiendo libre-
mos alcanzar objetivamente nuestro destino final sin mente el bien” (S. Singh, Wisdom of the Sadhu [Robertsbridge, UK:
Plough Publishing House, 2011], 77).
Dios,16 nuestra sed de él es un signo de salud espiritual.
6. Cita atribuida a Henri Lacordaire (1802-1861), sacerdote francés
No sentir esa necesidad sería una señal peligrosa de que reconocido por su compromiso social.
algo no está funcionando. El descubrimiento de nuestra 7. Vivir en libertad, aunque importante, no lo es todo: el respeto
necesidad de Dios es el primer paso para obtener su ayuda. mutuo es esencial. “Debemos aprender a vivir juntos como her-
manos o perecer juntos como tontos” (Martin Luther King Jr.). “La
Es por eso que nuestros esfuerzos se utilizan mejor, libertad no es el derecho a hacer lo que queremos, sino lo que
no tratando de explicar el mal,17 sino esforzándonos por debemos” (Abraham Lincoln, 1809-1865).
combatirlo. Al hacerlo, nos unimos en esa lucha cósmi- 8. El verdadero amor “no se fuerza a sí mismo a otros”. (1 Corintios
13:5, The Message).
ca para hacer el bien, animados por la convicción que el 9. Véase Lawrence W. Wilson, Why Me? Straight Talk About Suffering
Creador comparte nuestro sufrimiento de alguna mane- (Kansas City, Mo.: Beacon Press, 2004), 35.
ra. Esperamos el fin de la guerra, pero sabemos que la 10. Elie Wiesel, Night (New York: Bantam Books, 1982), pp. 61-62.
batalla crucial ya ha sido ganada y “que nuestros sufri- 11. Véase Elie Wiesel, The Trial of God (New York: Shocken Books,
1995).
mientos actuales no se comparan con la gloria que se 12. Para comentarios sobre teodicea y otros temas, véase Jürgen
revelará en nosotros” (Romanos 8:18). Mientras tanto, Moltmann, The Crucified God: The Cross of Christ as the Foundation
mientras las escaramuzas continúan con su devastador and Criticism of Christian Theology (London: SCM Press, 1973).
daño colateral, Dios nos dice: Perseverad. Confiad en 13. “Al final todas las razones serán reveladas, todo el sufrimiento
explicado, todas las preguntas contestadas. Pero mientras tanto,
mí. Un día el dolor desaparecerá. He aquí, yo hago nuevas el desafío del dolor no es buscar respuestas sino encontrar fe,
todas las cosas. Mientras tanto, ¡estoy contigo! confiar en Dios no por lo que sabemos, sino a pesar de lo que no
sabemos”. (Wilson, Why Me? 54).
14. C. S. Lewis, The Problem of Pain (Glasgow: Fount Paperbacks,
1990).
15. Agustín de Hipona: “Tú nos has creado para ti mismo, y nuestro
* Este artículo es una versión editada y abreviada del original que corazón no está en silencio hasta que descansa en ti”
apareció en el libro del autor titulado "Frente al dolor: aliento y
16. Cf. Alvin Plantinga, God, Freedom and Evil (New York: Harper
esperanza ante el sufrimiento humano" (Madrid, España: Safeliz,
& Row, 1974), 54; C. S. Lewis, Mere Christianity (New York:
2013). Impreso con permiso. Touchstone, 1980), 45, 46.

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