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¿Cómo dialogar con los hermanos

separados?
Hoy ya no funciona el truco de poner un letrero en la puerta diciendo:

Por: Hombre Nuevo | Fuente: Hombre Nuevo

FE Y EVANGELIO

CÓMO DIALOGAR CON LOS HERMANOS SEPARADOS

"Pues no me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la


salvación de todo el que cree." (Romanos 1:16)

YA NO ES TIEMPO PARA VIVIR AVERGONZADOS DEL EVANGELIO


1. Nueva Evangelización

Hoy ya no funciona el truco de poner un letrero en la puerta diciendo:


"Este es un hogar católico no se acepta propaganda protestante",
porque los protestantes, los evangélicos y las sectas ya están adentro
del hogar a través de la televisión, de la radio y de la propaganda
persona a persona en la fábrica.

2. "La fe se fortalece dándola..." dice el Santo Padre...y no


escondiéndonos detrás de la puerta. Y pide aún más: "No tengáis miedo
de salir a la calle y a las plazas, como los primeros apóstoles que
predicaron a Cristo y las buenas noticias de salvación en las plazas,
pueblos y ciudades. Ya no es tiempo para vivir avergonzados del
Evangelio" Romanos 1,16 (Denver, 1993).

3. Atento a los lobos.


Recuerda: A los pastores respeto, a las ovejas cariño y a los lobos palos.
El no tener miedo no significa ser imprudentes. Jesús aconseja que
antes de emprender una batalla midamos nuestras fuerzas. Es necesario
armarte bien y prepárate para la batalla: Ora, subraya tu Biblia, estudia
tu fe, consulta a tu párroco.

4. No exageres compadre.
Pero tampoco te dejes intimidar. Los hermanos separados sueltan
muchas citas de memoria. Esto apantalla a muchos, pero eso no
significa que las han entendido. Tu trata primero de entender, después
memoriza algunas pocas citas, basta recordar el libro de la Biblia y el
capítulo, y sal acompañado a evangelizar.

LOS DIEZ PASOS DEL DIÁLOGO

1. Estudia.
Para dar razón de tu fe es necesario conocer y haber entendido. Júntate
con tus amigos, en tu casa o en tu parroquia a reflexionar sobre la fe
con una Biblia con comentarios, el Catecismo de la Iglesia Católica y los
audiocassettes de Hombre Nuevo.

2. Prepárate.
Para la batalla de la fe es necesario estar armados, Gedeón venció a los
enemigos con cuernos, cántaros y antorchas. (Lee Jueces 7,16). El
cuerno es el Catecismo, el cántaro de agua viva es la Biblia y la
antorcha es la fe Católica

3. Aprende lo básico.
La respuesta a sus diez más frecuentes preguntas: ¿María tuvo más
hijos?, ¿Es idolatría venerar las imágenes?, ¿Debemos bautizar a los
niños?, ¿Tienen poder los hombre para perdonar los pecados?, ¿La
Eucaristía es un símbolo o una realidad?, ¿Fundó Cristo muchas Iglesia o
una sola?, ¿Es el Papa el Anticristo?, etc. (Solicita la serie completa de
folletos FE Y EVANGELIO).

4. Conoce su doctrina.
La doctrina de los evangélicos y otros grupos protestantes es como el
queso gruyere sabe bien, pero está llena de agujeros.

Afirmar que basta la sola Biblia para conocer la verdad, pero la Biblia


dice que debemos creer no sólo en lo escrito sino también lo enseñado
de viva voz. (Lee 2 Tesalonicenses 2,15)

Dicen que no debemos obedecer a los sacerdotes, ni a los


obispos, ni al Papa. ¿Por qué entonces ellos le hacen caso a su
pastor? Ellos exigen que tú les pruebes todo con la Biblia, pero
si tú les pides que te prueben que su interpretación es la única
verdadera, no lo pueden hacer.

Y cuando le pruebas, con la Biblia en la mano, lo que la


Iglesia enseña: que debemos alabar a María (Lucas 1,48); que
los hombre reciben el poder de perdonar los pecados (Juan
20,23); que debemos comer la carne y la sangre de Cristo para
tener vida eterna (Juan 6,54); que Cristo fundó una sola Iglesia
(Mateo 16,18); que sí podemos llamar "padre" a los hombres (1
Corintios 4,15), etc. ellos no lo aceptan. ¿Por qué? Porque ellos
no creen en la Biblia, sino stienda. Es decir, creen sólo en sí
mismos.

5. Comienza siempre orando.


Reza cualquier oración o petición que te inspira el Espíritu Santo
pero termina siempre con el Padre Nuestro, el Ave María usando
la Biblia (Lucas 1,28 y 1,42). Si el objeta contra cualquiera de
estas oraciones hazle ver como estas oraciones son bíblicas e
inspiradas por el Espíritu Santo.

6. Toma la iniciativa.
Primero. Exige que no hable mal de tu Iglesia ni de los
sacerdotes. El hablar mal y el criticar no es cristiano. La primera
enseñanza de la Biblia es el amor y el respeto a los demás.

Segundo. Pídele que te platique un poco de su Iglesia, de su


fundador, de cuales son su creencias y que fue lo que le motivo
a entrar a dicha iglesia.

Tercero. Habla tú de lo que a ti te convence y atrae de la


Iglesia Católica.

7. Bájalo del Ring.


Los Evangélicos son leones para debatir sobre le tema que ya se
saben de memoria, pero si lo sacas de ahí, se vuelven
corderitos. Ponlo en el campo que a ti te interesa y conoces: "A
mí me gustaría hablar de la Iglesia".
Ten preparadas tus preguntas: ¿Quién es tu fundador?, ¿La
Iglesia que Cristo fundó no funciona y la de tu fundador sí?,
¿Acaso el hombre puede ser más sabio que el mismo Cristo?,
¿Cuándo se fundo tu iglesia?, ¿Cómo puede ser la Iglesia de
Cristo una Iglesia fundada 1500 años después de Cristo?

8. Deja Actuar a Dios.


Tu trabajo es aclarar dudas, quitar prejuicios y establecer el
puente de confianza. Dios es el único que puede tocar su
corazón. Ponte en manos de Dios y recuerda también que si tú
no eres un convencido y no practicas tu fe nunca podrás
convencer a nadie.

9. Ama la Verdad.
Si no sabes, di "No sé," y añade, "La próxima ocasión que nos
veamos te tendré la respuesta".

Si señala errores de la Iglesia, reconócelos, pero aclara que no


por eso deja de ser la Iglesia de Cristo. Cristo no prometió que
no habría mal, sino que este no prevalecería contra ella. (Lee
Matthew 16:1) Preséntale la otra cara de la verdad: el heroísmo
de sus mártires, el celo de sus misioneros, la caridad de tantas
mujeres consagradas al servicio de los pobres, la grandeza de
sus santos, etc.

10. Invítalo a tu parroquia.


Recuerda que el Buen Samaritano llevó al herido a la posada.
Llévalo a tu parroquia, invítalo a tu grupo, o simplemente
preséntaselo a Jesús en la Eucaristía y háblale de Él.

¡NO TENGAIS MIEDO!

No tengáis miedo de salir a la calle y a las plazas, como los


primeros apóstoles que predicaron a Cristo y las buenas noticias
de salvación en las plazas, pueblos y ciudades. Ya no es tiempo
para vivir avergonzados del Evangelio Romanos 1,16. Es tiempo
de predicarlo desde los techos. Mateo 10:27 e invitar a cada uno
que encuentres al banquete que Dios ha preparado para los
suyos. El evangelio no puede quedar escondido por miedo o por
indiferencia... Su objetivo no era tenerlo guardado en el cajón,
sino para ponerlo sobre un estante para que vean su luz y
glorifiquen al Padre. Mateo 5,15.

Jesús salió en busca del hombre y de la mujer de su tiempo. El


se ensartó en un diálogo abierto y confiado con ellos, sin tener
en cuenta su condición como el Buen Samaritano de la familia
humana, el se acerco a su gente para curarlos de sus pecados y
de las heridas que deja la vida, y llevarlos a la casa del Padre.

Queridos jóvenes la Iglesia les manda ir con la fuerza del


Espíritu, a los que están cerca y a los que están lejos. Y
compartir con ellos la libertad que encontraste en Cristo. (Juan
Pablo II Denver, USA. 15 Agosto/1993)

LAS TÁCTICAS DEL DIÁLOGO


Para ganar una batalla no basta estar armado ni tener valor es
necesaria una estrategia.

1. No te pongas enfrente, ponte de su lado. ¿El Papa es


muy rico?, ¿Sabes? yo antes pensaba como tú, pero me puse a
estudiar y encontré que nada en el Vaticano pertenece al Papa
con excepción de sus libros y que bajo las órdenes del Papa
existen más de cien organizaciones que se dedican a hacer el
bien a los pobres y necesitados sin distinción de raza o religión.
¿Sabías tú eso?

2. No discutas ideas, baja a la práctica. Da la impresión de


que a usted le preocupan mucho los pobres. ¿Me puede decir
cuánto y cuándo fue la última vez que dio limosna a un pobre?
Ud, no da ni el diez por ciento a los pobres ¡¿y que el Papa
vende el Vaticano?!

3. Busca afirmar más que contradecir. ¿María tuvo más


hijos? ¡Pro supuesto! y los sigue teniendo! Yo también soy hijo
suyo, y tú también, aunque no lo reconozcas. Por que si Cristo
es tu hermano, su Madre es también madre suya.
4. Antes de jalar el anzuelo deja que muerda la carnada.
-Cumplió Jesús los mandamientos, ¿sí o no? El dirá que sí.
-Cumplió Cristo el cuarto mandamiento, ¿sí o no? La respuesta
será afirmativa.
-¿Me puedes decir cuál es el cuarto mandamiento?
-Honrarás a tu Padre y a tu Madre.
-¿Quién es el Padre de Jesús?
-Dios
-¿Quién es la madre de Jesús?
-María.
-Si Cristo honró a su Madre, ¿no debemos hacer nosotros lo
mismo?

5. No busques vencer, sino convencer. Jesús es una


persona, la Biblia un libro. Si eres cristiano, obedeces a Cristo.
[El no quiere divisiones, sino la unidad: "Que todos sean uno
como Tú, Padre, estás en mí y yo en Ti" (Juan 1,21-23). El no
quiere que estemos divididos en multitud de iglesias. Jesucristo
quiere darte vida eterna. Por eso dijo, "Quien come mi carne y
bebe mi sangre tiene vida eterna" (Juan 6,54). Jesucristo quiere
que obedezcamos a sus representantes: "Quien a vosotros oye
a mi me oye" (Lucas 10,16).
Recuerda que la fuerza de las sectas está en el silencio
pasividad de los católicos. Solicita la serie de audiocassettes
"Con la Biblia en la Mano". En ella encontrarás la respuesta a
tus preguntas de fe.

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