Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
PATERNIDAD DE DIOS
1
Emilia de Jesús Massimí W., Hago siempre el agrado de mi Padre,
Tomo I, México, 1979, págs. 336-337. En adelante se citará como
HASAP, seguido del número de volumen y página correspondientes.
donde podamos, entenderlo y verlo, saborearlo tanto cuanto
podamos y hasta donde podamos, con amor, con fe, con
humildad.
Dios, nuestro amadísimo Padre, es el infinito amor. Es "el
que Es". Amémoslo, creamos en su amor, es la infinita bondad
que nos llena de bondades y de ternura de Padre, aún en los
acontecimientos desconcertantes. Nuestro Padre Dios es el
infinitamente hermoso que nos debe atraer y fascinar, es la
Sabiduría infinita que conoce todo y nos conoce a nosotros
como nadie, a todos y a cada uno. Y nos ama a cada uno con
ternura de Padre.
2
Ibíd., pág. 259.
2
perdonar, sólo espera de nosotros que hagamos un acto de
arrepentimiento y Él, lleno de misericordia nos perdona
siempre3.
3
Ibíd., pág. 335.
4
Is. 41, 10-14.
3
FILIACION DIVINA
5
Si somos hijos, debemos tratar a Dios con esa intimidad
de hijos. Que Dios sea para nosotros ese Dios-Padre lleno de
amor, de ternura y que nosotros seamos para Dios unos hijos
confiados, familiares, íntimos, con respeto porque es nuestro
Dios Omnipotente, pero con la confianza y la intimidad de
hijos7.
INFANCIA ESPIRITUAL
14
Ibíd., pág. 283.
9
El espíritu de Infancia Espiritual es el de una verdadera
"pequeñez", o sea, el auténtico espíritu de hijos de Dios, tal
como nos lo enseña Jesucristo Nuestro Señor en su Evangelio:
"Si no os hacéis como niños no entraréis en el Reino de los
cielos", como nos lo recomienda la Santa Iglesia y como lo han
practicado y enseñado los santos, como Santa Teresita del Niño
Jesús15.
15
Mt. 18,3. HASAP I, pág. 410.
16
HASAP IV, México, 1982, pág. 300.
10
Hemos recibido un espíritu, no de esclavitud con relación
a Dios, sino de adopción de "hijos de Dios" en virtud del cual
le llamamos "Padre" a Dios. Meditemos esta verdad muy a
fondo ¡Dios, mi Padre!. En esto está el fundamento y principio
de nuestra pequeñez.
17
HASAP I, pág. 217.
18
II Cor. 12,10.
11
¿Qué hace entonces el alma en su impotencia? Arrojarse
en los brazos de su Padre que todo lo puede, que perdona, que
la ama a pesar de todo, que nunca aparta su mirada de ella, la
cuida más que todas las madres a sus hijos y tiene contados
hasta los cabellos de su cabeza. ¿Por qué temer?, si Dios es su
Padre19.
19
HASAP I, págs. 230-231.
12
Santa Teresita nos enseña a cortar, y con ellos, agradaremos a
nuestro Padre Celestial.
Gozo divino
21
Ibíd., págs. 295-296.
14
Gozo divino es amar, gozarnos en nuestra miseria, con un
gozo sabroso en lo íntimo de nuestra alma. Gozarnos en
nuestra nada, en nuestra impotencia, en nuestro montón de
miserias, en el abismo sin fondo de nulidades que llevamos.
15
En el sentido espiritual, somos como un niño. El niño
pequeño de por sí es débil, incapaz, impotente para todo, pero
inconscientemente. Nosotros debemos conocer que somos
incapaces, impotentes, pero con un convencimiento profundo.
Este es uno de los puntos fundamentales de este espíritu de
Infancia Espiritual.
22
Mt. 18,3.
23
Mt. 16,24.
16
humilde de verdad; dame tu luz para que te conozca y me
conozca, me niegue y te siga".
24
HASAP I, págs. 444 - 445.
25
Sal. 8,3.
26
HASAP IV, págs. 311-312.
17