Vous êtes sur la page 1sur 12

LA VERDAD OS HARÁ LIBRES (Jn 8, 32)

"El amor romántico es un dispositivo que condiciona nuestras decisiones. Vos no estás eligiendo: te acomodas a
una moldura previa que te está dirigiendo hacia ahí." Darío Sztajnszrajber

Abstract: Tres componentes movilizan el siguiente artículo: la verdad, la libertad y la


imaginación colectiva humana. Las tres concatenadas crean un ecosistema armonioso para la
búsqueda de cada persona por su identidad, su pensamiento crítico y la construcción social; las
tres manipuladas interfieren en el desarrollo del sujeto: lo sujetan para producir dependencia, para
imponerle verdades que lo obligan a actuar de una forma esperada-útil-productiva y para
normalizar nuestras relaciones interpersonales. En esto invierte las disquisiciones este texto, en la
aporía del hombre que busca la libertad y se encuentra atado; en el objetivo de nuestras uniones
para ofrecer libertad y resultar encadenado. La deconstrucción Biopolítica como metodología de
investigación nos ayudará a abrir espacios de reflexión. La figura del Examen en la educación
nos proporcionará la representación de la aporía. El título esta convenientemente elegido: la
promesa de la verdad como desveladora de nuestras cavernas, nuestras obviedades, nuestras
definiciones cotidianas, nuestra libertad no liberada.

Estoy en la parada del bus, se acerca una señora promedio de clase media, lleva su abrigo
típico bogotano, encima de él: un rosario característico religioso, y más visible, su carnet del
trabajo, donde se lee fácilmente y con énfasis su categoría: TEMPORAL.

Partamos de la base de que, las construcciones sociales y la capacidad interrelacional del


hombre deberían apostar a proveernos de una condición sustancial, para el desarrollo de cada
individuo: LA LIBERTAD. Así lo reza el primer artículo de la Declaración de los Derechos
Humanos: Todos los seres humanos nacen LIBRES e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

La señora TEMPORAL en estos momentos estará más interesada por ascender su


categoría, que por lo que Kant le recomendaría en términos de construcción personal: “la libertad
es la capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según leyes de otra índole que
las naturales, esto es, según leyes que son dadas por su propia razón; libertad equivale a
autonomía de la voluntad”. Más sin embargo, encontramos acá que su dependencia laboral no le
permite reconocer su enajenación, está atada al cordón que lleva colgando. De eso se trata este
artículo, de descubrir cómo, lo que suponíamos nos iba a dar más libertad aporísticamente nos
ata, nos coarta esa posibilidad de autonomía kantiana; nos prepara para ser seres útiles
biopolíticos.

Estamos en condiciones de iniciar este recorrido. La humanidad a través de sus creaciones


busca la libertad: la medicina nos libera de las enfermedades, la política del caos, la pedagogía de
la ignorancia, la economía de la pobreza, la psicología del sufrimiento, el arte del aburrimiento…
y así, cada constructo nos promete ese desposeernos de lo ominoso hominal. La religión también
le apuesta a nuestra independencia, en este caso del mal, procurando que prioricemos la salvación
del alma. La libertad está incrustada en cada actividad, en cada etapa que vivimos: “ya soy libre
de hacer lo que quiera” repite el adolescente.

Así las cosas, estaríamos ante una posibilidad hermosa de que cada uno lograra su libertad
necesaria, pero nuestra señora TEMPORAL nos sugiere otros pensamientos. ¿Nuestros
postulados amistosos, antes expuestos, no se encarnan en la realidad de las actividades
mencionadas? Aparecen las contradicciones y las paradojas, porqué vemos personas que no
logran desprenderse del cordón, como mi vecina, con la que espero el bus.

Como el filósofo es a quien encomendamos la tarea de prender las luces, permitamos que
Dario Sztajnszrajber sea quien nos haga ON en el receptáculo. “El poder normaliza: administra
nuestra vida, define, de antemano, lo normal o anormal. La Biopolítica1 nos ayuda a comprender
que tenemos cuerpos producidos, no en términos de realización, sino en aspectos farmacológicos,
que capturan la totalidad de los vivientes para nosotros. El poder controla todo. La política decide
en lo público, pero también en los ámbitos privados, como el sexo.” Acá es donde surge la aporía,
porque se supone que nuestras ciencias y actividades están servidas para ayudarnos a liberarnos,
pero nos velan la verdad y son dispositivos de disciplinamiento.

1
Biopolítica, lo resume Foucault (2006) como: “hacer morir y dejar vivir.” El soberano anteriormente no se metía en
la vida, ejercía su poder destinando la muerte, pero ahora controla sus vidas. Opera de dos maneras principales: 1.
hacia la gestión y el adiestramiento de los cuerpos a nivel individual (por ejemplo, hacia maximizar sus fuerzas para
integrarlas al sistema de producción); y 2. la regulación del cuerpo en términos más bien globales, por ejemplo a
través del control de la natalidad, la mortalidad, la salud, la sexualidad, etc..
Tenemos un ejemplo fehaciente: El mercado es libre –además, hay una empresa que
exhibe muy bien este postulado combinando psicología del consumidor, flexibilización laboral,
exención de impuestos, desregulación estatal, monopolio comercial y demás- ¿libre para quién?
¿El mercado realmente libera de la pobreza y la desigualdad o genera más inequidad? El mercado
prioriza los números y las ganancias dejando de lado el desarrollo de la libertad de las personas.
No le importa si nuestra TEMPORAL tiene que pagar cuotas de la casa, le ofrece algo nuevo que
comprar por catálogo y sin pago inicial, es más, puede ser agente comercial y ayudar a la marca a
crecer, porque la Misión Institucional es formar mujeres líderes en negocios. Sí, todo eso.

“Libre mercado y libertades individuales son ideas muy nobles y positivas. Si no fuese
por la hipocresía con la que se las ha aplicado sistemáticamente. Estos postulados significaron
libertad de algunos mercados para imponer sus condiciones e intereses sobre otros, y libertad de
algunos, de unos pocos individuos para decidir sobre otros individuos, sin excepciones una
abrumadora mayoría”. (MAJFUD, Jorge. 2019)

Vemos como todo empieza a confundirse y se hace necesario descubrir realmente si


podemos encontrar la libertad como una formulación transcendente “su tratamiento requiere la
consideración de la conexión del sujeto operatorio, no ya con alguna región determinada
(categorial), sobre la cual se ejercen sus operaciones, sino sobre los componentes más genéricos
de su operatividad y, por tanto, sobre la universalidad de los diversos campos de operaciones.”
(BUENO, Gustavo. 2008) es decir, si nosotros a través de nuestras construcciones buscamos
favorecer el ejercicio liberador de cada individuo o su control, si realmente estamos en
condiciones de encontrar la verdad emancipadora o al contrario nos sujetamos ante las
seguridades que nos brinda un ecosistema ambicioso: tener aquende, y cuando lo tengamos
desear otro tanto de allende.

La psiconalista Adriana Cabuli (2013) nos ayuda con algunas reflexiones acerca del
control sobre el cuerpo: “1) Intervenciones que intentan transformar el cuerpo con el fin de
embellecerlo, rejuvenecerlo o simplemente modificarlo a través de diferentes prácticas:
implantes, cirugías estéticas, etc. 2) Acción sobre los neurotrasmisores con el fin de regular las
emociones con la oferta de obtener bienestar, tranquilidad, felicidad y disminución de la angustia
haciendo extensiva esta oferta a los niños con supuestos trastornos de la conducta. 3) Difusión de
todo tipo de productos alimenticios “indispensables” para gozar de buena salud y oferta de
productos beneficiosos con el fin de adquirir una vida más saludable. También diferentes formas
de actividad física con un fin estético para mejorar la salud o para evitar la enfermedad. 4) La
propuesta de tener un cuerpo sano intentando hacer prevención sobre aquella patología que se
supone que advendrá. Esto requiere de estudios cada vez más invasivos, lo que convierte al
cuerpo en un campo de exploración.” Clara es esta exposición sobre cómo el Ser termina
entregando su libertad por los dispositivos de producción que le ofrecen la posibilidad de ser otro,
de tener otra identidad, una identidad acorde a los impuestos de una sociedad de consumo que, de
nuevo, no nos analiza para ayudarnos a liberarnos, sino para atarnos a sus intereses particulares.

Es la hora de prender más luces. Foucault nos hace comprender que, “Saber es
poder. El poder se ejerce. El Sujeto está sujetado, se revela que tiene sujeciones.” Brillante
descripción que hace el francés para ayudarnos en nuestra disquisición: el sujeto está sujetado por
la pastilla médica; la teoría neoclásica económica que asegura “primero el sacrificio de hoy, para
permitir el progreso del mañana” o la teoría del derrame que hace creer que los de arriba cuando
tengan mucho van a permitir el desarrollo para todos, por efecto cascada (acá Thomas Piketty nos
ayudaría con un show de luces sobre redistribución de la riqueza); está sujetado por el psicólogo
que diagnostica que la felicidad del hombre se halla enmarcada en su positivismo y objetivismo;
está sujetado por la política que le hace pensar que no es necesario una actitud política, porqué
todos son corruptos o no sirve para nada, lo importante es el emprendedurismo y evitar ser una
carga para el estado reclamando derechos para todos, le hizo convencerse de que “hay que
enseñar a pescar y no dar el pescado” pero ¿quién tiene la red, el control del río, el comercio de
las balsas o cuánto tienes que pagar cuando pescas en el afluente privado?

Foucault sigue ayudándonos a comprender la extensión de la arquitectura biopolítica en


nuestra inconexión con la libertad: “¿tenemos un pensamiento auténtico? Más bien, somos un
producido de productos.” De igual forma proyecta todo un planteamiento sobre las palabras,
porque pensábamos que nos liberaban pero, “las palabras son autónomas, las palabras no hablan
de las cosas sino de otras palabras. Las palabras ordenan las cosas. El sujeto las comanda. El
sujeto es producido por discursos.” De esta forma nuestros discursos están impregnados por las
arquitecturas cognoscitivas y las creencias que nos asignan desde nuestro nacimiento, más
adelante desarrollaremos la idea del Episteme como cadena del conocimiento. Por último
confiábamos que la sociedad nos brindaría todas las herramientas para hacer hombres libres, pero
Foucault nos explica que “La sociedad disciplina al hombre: en la casa, en el colegio, en el
trabajo, una tecnología de producción de sujetos políticamente dóciles y económicamente
rentables. Seguir la norma, normaliza, produce verdaderas formas de vida. Control, estructura
formas de normalidad.”2

El historiador Yuval Noah Harari (2019) nos aproxima una relación entre poder y verdad:
“El poder significa tener la capacidad de manipular realidades objetivas: para cazar animales,
construir puentes, curar enfermedades, construir bombas atómicas; este tipo de poder está
estrechamente vinculado con la verdad. El poder también significa tener la capacidad de
manipular las creencias humanas, con lo que lograrás que muchas personas cooperen de manera
efectiva. La verdad suele ser dolorosa y perturbadora. De ahí que quien se apega a la realidad
pura tiene pocos seguidores. Un candidato presidencial que le dice al pueblo la verdad y nada
más que la verdad sobre la historia del país tiene asegurada la derrota, al cien por ciento en las
elecciones. Los académicos lo han sabido desde hace miles de años, razón por la cual a menudo
han tenido que escoger entre servir a la verdad o a la armonía social. Sócrates eligió la verdad y
fue ejecutado.”

Si estamos sujetados por algún poder: no somos libres; y si ese poder controla la verdad
imposible liberarse, porque la verdad nos ayuda a descubrirnos sujetos sujetados. Si estamos
sujetados es por algún dispositivo. Dispositivo, término de la Biopolítica, que está enlazado en
dos acepciones: que dispone acciones, comportamientos y pensamientos; pero también como
conjunto preparado para producir seres útiles en función de un objetivo operativo y que
generalmente forman parte de una arquitectura compuesta por disciplinas, instituciones y saberes.
Aclaración: la verdad en este caso, no como catálogo moral, sino como exposición consciente de
los actos y comportamientos que asumimos, por ejemplo, nuestra señora TEMPORAL sabe que
al portar ese carnet termina siendo una figura publicitaria para la empresa y además que lo porta
2
Estas reflexiones están concatenadas en la Clase 6 del ciclo "8 Filósofos | Recargado" dictado por Darío
Sztajnszrajber en la Facultad Libre de Rosario (Argentina).
con orgullo, porque somos seres que gracias a nuestra invención imaginativa somos más
proclives a aceptar y agradecer la pertenencia a grupos humanos característicos, así como
identificarnos con marcas registradas y valoradas por el imaginario colectivo (no exclusivamente
desde lo comercial, también los apellidos abolengos, la creencia masificada, integrar un club
social o deportivo famoso, o estudiar en una universidad tradicional)

Estos dispositivos, en cuanto ataduras de nuestra libertad ontológica, es decir, que no nos
dejan desprendernos de aquello que nos veda, para que emerja y se manifieste nuestro ser
reflexivo, procura (MARTÍNEZ, Grecia Guzmán. 2019):
1. Discursos de verdad: La existencia de uno o más discursos de verdad sobre el carácter
vital de los seres humanos, y un conjunto de autoridades que son consideradas competentes para
hablar de esas verdades. Esos discursos de verdad pueden ser biológicos, pero también
demográficos o incluso sociológicos, por ejemplo cuando se articulan nociones referentes a la
genética y al riesgo.
2. Normas sobre la vida y la salud: Se trata de crear y desplegar una serie de estrategias de
intervención hacia las formas de existencia colectiva en nombre de la vida y la salud,
inicialmente dirigidas a las poblaciones que pueden o no estar territorializadas sobre la nación o
sobre comunidades predeterminadas, pero también pueden especificarse en términos de
emergencia biosocial; emergencias muchas veces marcadas por categorías como la raza, la etnia,
el género o la religión.
3. El autogobierno: Se refiere al despliegue de modos de subjetivación, a través de los
cuales los individuos se gobiernan a sí mismos bajo ciertas formas de autoridad, en relación con
discursos de verdad y en nombre de su propia salud o de la salud de la población. El autogobierno
es el componente esencial del biopoder y de las formas de gobierno contemporáneas.

Nuestra Señora TEMPORAL no para de ver el reloj, cumplir el horario es también vital
para la Empresa: la productividad, el rendimiento y demás cánones de nuestra creencia del Homo
Economicus. Así que nosotros detengámonos para encontrar en el pensamiento contemporáneo
muestras de lo anteriormente expuesto. Para Roberto Esposito el carácter inmunitario describe las
relaciones de poder que se presentan en la actualidad: inocular evitando el mal, pero para evitar la
guerra nos llenamos de armas que producen masacres o accidentes caseros con niños, es un
fármaco que produce remedio y veneno, buscamos un aparato inmunológico (de nuevo, la
libertad, que espectáculo como Espósito lo resume: evitar la infección, el contagio, el otro:
expulsar el otro) pero en ese dispositivo hay castas y grados, algunos quedan inmunes y otros
pagan el costo de ese objetivo aparentemente libertario. Entonces entregamos nuestra libertad, en
nombre de la emancipación y la seguridad, pero no podemos reconocer que esos atributos están
exclusivos para algunos; ante una crisis financiera los ahorristas pierden sus reservas, pero a los
bancos los rescatan para evitar el colapso.

En la imagen del «Homo Sacer», Giorgio Agamben exhibe la impunidad de matar y la


exclusión de sacrificio. El objeto de las democracias modernas ya no es el hombre libre sino el
corpus, un ser que porta tanto las libertades individuales como la sujeción al poder. Fruto de las
primeras declaraciones de los derechos del hombre, asegura Agamben, el nacimiento se convierte
en nación; lejos del postulado de TODOS los hombres… ¿recuerdan?

Se hace necesario que nos aproximemos al concepto de Episteme para Foucault: la


episteme aparece como el marco de saber acorde a la determinada "verdad" impuesta desde un
poder en cada época. Influencian nuestra experiencia y nuestro modo de pensar. Un trasunto
ideológico de cualquier tipo de poder en una época dada que está precisamente signada y
hegemonizada por tal poder.

Para diagramar lo anterior, podemos remitirnos a la representación en la pintura, en estas


obras encontramos un dispositivo para constituir quién era el enemigo, símbolos reales que se
convertían en sagrados, heráldicas que mostraban lo grandioso del señorío y enseñar qué era el
pecado: lujuria asociada a frutas y animales. Relatos bíblicos pintados con carga punitiva para el
malvado y premio para el fiel. Un silogismo a la mano retratado en muchos cuadros, como los El
Bosco: a la música le sigue el contacto, luego la excitación y a estas el deseo: el pecado.

Puesta en escena la Episteme, entonces, condiciona nuestros pensamientos y


comportamientos, nuestras percepciones sobre la realidad, nuestras formas de relacionarnos,
nuestras lecturas sobre la vida o la muerte (gráficamente: el radical islámico que se inmola,
porque sacrifica su cuerpo esperando la recompensa divina en el más allá; pero no vayamos más
allá, nuestra Señora TEMPORAL que destina su proyecto de vida en conseguir la
TITULARIDAD de su puesto). La Episteme es un relato que nos hace relatar y relatarnos, el
paradigma que tiene ecos, que nos puede enajenar y evitar que seamos libres, podemos invertir
nuestra creencia en ese Episteme, pero para liberarnos tenemos que comprender que es temporal,
no natural –si normalizado-, que se puede deconstruir, que se puede transformar, que no será
eterno, que es contingente, que se puede invertir y deviene con el tiempo, como ocurre con los
postulados de hace 100 años.

Nos vamos acercando a la luz incandescente. Mi vecina está ansiosa porque pase el
colectivo. ¿Cómo hacemos para lograr, en parte, esa liberación? El filósofo argentino Darío
Sztajnszrajber (2013) nos aproxima una reflexión:
“Nada en nuestra conducta ni en nuestra biología lo explica. Nada en lo evidente.
Necesitamos otro juez: una teoría psicoanalítica o astrológica, o si viviéramos en la Edad Media,
la presencia de algún demonio nocivo que nos obligara a huir cada vez que deseamos algo. Es
aletheia, término que los antiguos griegos utilizaban para hablar de la verdad como
desocultamiento. De hecho, etimológicamente aletheia significa «quitar lo oculto, lo olvidado».
Desocultar, desolvidar. ¿Y qué elementos participan en un acto de desocultamiento? Claramente
hay un sujeto que emprende el acto, pero al mismo tiempo resulta necesario que la cosa se nos
presente, se nos ilumine. Para que algo se desoculte, resulta necesaria la luz. No hay mirada
posible sin luz. No son dos los actores del proceso de conocimiento —el que mira y lo mirado—
sino tres: el que mira, lo mirado y la luz. El que conoce, lo conocido y la apertura que se produce
—la luz— para que lo conocido pueda ser reconocido por el que conoce. Podemos desnaturalizar
lo útil. Podemos entender que la utilidad no está imbricada en la cosa de manera esencial.”

La figura del Examen pedagógico refleja nuestra tesis y permite sintetizar nuestra
propuesta. El examen tiene como objetivo medir el conocimiento del estudiante, el estudiante
busca rendir en el examen para dar cuenta de su aprendizaje, el docente espera que sus alumnos
manifiesten que los temas fueron adquiridos, la institución que los ampara busca el mejor puesto
en el raking estatal, y así las pruebas se convierten en prácticas disciplinarias, pero ¿logran poner
el acento en el conocimiento, o simplemente es un ejercicio memorístico, una actividad que se
reduce a las estadísticas? Nuestra Señora TEMPORAL está calificada de esa forma, en su
desarrollo educativo recibió también calificaciones numéricas o cualitativas, así que está
preparada desde hace mucho a recibir valoraciones y a prepararse para el mundo competitivo.

El Examen además es una figura que en el plano de ética produce aporías ¿quién no ha
hecho algún tipo de trampa? ¿Y por qué? si se supone que el Examen es una interacción
transparente entre nuestro conocimiento y nuestro desarrollo cognitivo. En la esfera de la
psicología genera tensión: el alumno está pensando que si lo pierde recibirá el oprobio de sus
tutores, la crítica social o inclusive la carga negativa de considerarse ignorante. Entonces el
Examen no nos libera de la premisa educativa.

El Examen se convierte en un instrumento de poder para el Docente, tiene la oportunidad


de aprobar o desaprobar las competencias de su alumnado; el poder como reflexionábamos antes
se ejerce, entonces el Docente ante el estudiante le presenta el examen como la figura de
dominación y ante los padres como el garante de la formación (valga acá la digresión para
examinar este término, porque desde esa perspectiva hay ya un discurso performativo de
educación=modelación) el padre espera buenas calificaciones y el Docente tiene el poder de
condecorar o condenar, de fragmentar el desarrollo del alumno a una calificación: ahí va un 3.5,
allá va un 4.0 o acá viene un 1.4. El Docente también está siendo monitoreado por el Examen, los
resultados de sus estudiantes le darán el aval para confirmar que su transmisión pedagógica es
correcta o no; pero además tiene el Examen propio, el que le designa los atributos de profesor
eficiente, entonces hay pruebas estandarizadas y moldeadas desde una óptica de la competencia
del mercado: si cumple con el estándar de las clases, el reconocimiento de saberes
institucionalizados, si sus estudiantes responden a las directrices establecidas… si él está
normalizado entre la norma Docente, si su trabajo normaliza la norma educativa, si normaliza
prácticas para producir seres normalizados dentro de la norma que necesita el mundo laboral, si
es normal su comportamiento normalmente esperado como reproductor del aprendizaje… y así
estamos encasillando, poniendo barrotes: afianza la normalización y enrejan su libertad
pedagógica como inspiradores de saberes.

El Examen como figura impositiva del conocimiento no seduce, sino que produce
disonancias entre lo aprendido y lo expuesto: muchos después de realizado el Examen aseguran
que les quedaron dudas de lo respondido, que olvidaron información que robustecería la
respuesta, que no esperaban la pregunta aquella, que lo memorizado no quedó como saber estable
sino que realmente solo sirve para el momento exclusivo; y así el Examen no constituye una
posibilidad de apertura de conocimiento sino que representa un episodio donde solo hay
respuestas encasilladas, en el cual hay un sujeto que evalúa y unos sujetos que tienen que
responder lo esperado, otra respuesta será catalogada de anormal o insatisfecha, insatisfecha por
el poder ejercido del evaluador. Detengámonos entonces en la aporía de la educación como
restrictiva de la libertad de conocimiento, en la imposición de conceptos cuando debería ser una
oportunidad para cuestionar, abrir otras respuestas, no pretender que se asocie a un progreso
reducido a un instrumento de trabajo productivo, a un conjunto de actividades cargados de
restricciones cualitativas y cuantitativas que solo promocionan una sociedad dependiente de
relaciones subordinadas, sin pensamiento crítico que nos ayude a transformar el mundo, a
someter a examen nuestra existencia y los aparatos educativos, analizando alternativas y creando
nuevas formas de construir lenguajes posibles. Lo anterior se expone cuando solo se autoriza una
investigación si tiene el aval de una comunidad que se arroga la normalización, entonces si no es
conveniente, será descartada.

Por último, el Examen es evidente, es obvio, en ese sentido impuesto de que está así
dispuesto y nadie lo altera, nadie lo corre de ese lugar, nadie se anima a pensarlo de otra forma,
porque “así funciona y así es productivo” y “así siempre ha sido y será”. Ante esta lógica: no hay
peor dominación que estar tranquilo y seguro.

Nuestra Señora TEMPORAL sabe de todo esto: Examen de su desempeño, Examen de su


puntualidad, Examen de su productividad, Examen para ascender a la categoría y la próxima vez
que nos veamos en el paradero tener una escarapela que la catalogue como PERMANENTE.
Tremendas clasificaciones existenciales. Aparte su credo también la someterá a Examen en el
juicio final, donde tendrá recompensas y castigos. Cómo una persona logra encontrar libertad en
su cotidianidad, para pensarse, para buscarse, para reflexionarse, para mirarse, para encontrar
nuevas formas de relacionarse con su mundo, con su otredad, para definir su alteridad… la
verdad de un sujeto emancipado de las sujeciones. Sujetos no espectadores de una realidad
impersonal, si no participantes de una construcción social más libre, más sincera y más hominal.
Las ciencias y las interacciones nos pueden ayudar a ese devenir del ser, antinómico al
deber ser moralizante o al poder ser biopolítico, para la muestra un botón desde el psicoanálisis:
“Si bien no nos podemos librar de la moral reinante, intentar al menos evitar ser siervos de los
ideales culturales puede ser un camino posible. El psicoanálisis es subjetivante debido a que a
partir de la pregunta puede facilitar que un sujeto pueda diferenciarse de la masa. Allí
encontramos su potencia.” (Cabuli, Adriana. 2013)

Cuando iniciábamos esta investigación partíamos de la base de que nuestras relaciones,


nuestras uniones y nuestras ciencias tienen en su radar el objetivo de la libertad. Al ingresar en
los postulados biopolíticos y desbrozar la arquitectura de los dispositivos de sujeción
encontramos las aporías latentes, expusimos la figura del Examen como ejercicio impositivo del
saber, de igual forma podríamos acercarnos a otras figuras como la del fanático religioso que no
logra encontrar en su fe libertad, sino convicciones dependientes de los mandatos del líder; o la
del neurótico religioso que en vez de encontrar emancipación espiritual cae en los desbordes
emocionales, por ocultar su miedo a la vida (es más cómodo entregar su amor a un objeto
abstracto divino, que a un ser humano falible); o la del borracho que vive dependiente del alcohol
y pierde toda identidad consciente por buscar diversión; o la que cada uno pueda pensar después
de este recorrido.

El recorrido minucioso y variopinto que hemos transitado ayudados por autores y


reflexiones con una valiosa extensión antropológica, sociológica, psicológica… nos permiten
postular otra forma de concebir nuestras relaciones y nuestras construcciones de saber, para
decidirnos a lanzarnos en esa búsqueda por nuestra libertad, por medio de una verdad no
impuesta sino construida, deconstruida, vuelta a armar, no convencida, no inmóvil, para ir más
allá de lo propuesto por Heiddeger que afirmaba que la libertad es apropiarse de sí mismo, es más
como lo expone Levinas: escaparse.

BIBLIOGRAFÍA
 Bueno, Gustavo. (1996). Pentalfa Ediciones: Oviedo. El sentido de la vida seis lecturas
de filosofía moral. Colección El Basilisco.
 Cabuli, Adriana (2013). Algunas reflexiones sobre lo contemporáneo en relación al
cuerpo. Revista "Psicoanálisis: ayer y hoy". Número 9. 2013. Asociación Escuela
Argentina de Psicoterapia para Graduados.
 Castro-Gómez, S. (2010). Siglo del Hombre Editores. Historia de la gubernamentalidad.
Razón de Estado, liberalismo y neoliberalismo en Michel Foucault. Bogotá.
 Declaración de los derechos humanos (1948), la Declaración fue proclamada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 en su
Resolución 217 A.
 Foucault, M. (2006) Fondo de cultura económica: Buenos Aires. Seguridad, territorio y
población (1977-1978).
 Guzmán Martínez, Grecia. Biopolítica: ¿qué es y cómo la explicó Michel Foucault?
 Harari, Yuval Noah (2019). ¿Por qué la ficción triunfa sobre la verdad? Recuperado de
https://www.nytimes.com/es/2019/05/26/yuval-harari-poder-verdad/
 Majfud, Jorge (2019). Ideología Reversa. Recuperado de
https://www.pagina12.com.ar/196688-ideologia-reversa.
 Rainbow, P. & Rose, N. (2006). London School of Economics and Political Science. vol.
1. Biopower today. BioSocieties.
 Sztajnszrajber, Darío (2018). Clase 6 del ciclo "8 Filósofos | Recargado" en la Facultad
Libre de Rosario (Argentina).
 Sztajnszrajber, Darío (2013). Editorial: Ediciones Paidós: Argentina. Temática: Filosofía |
Filosofía contemporánea. ¿Para qué sirve la filosofía? Colección: Fuera de colección.
 Vargas-Monrroy, L. & Pujal i Llombart, M. (2013). Universitas psychologica, vol. 12.
Gubernamentalidad, dispositivos de género, raza y trabajo: la conducción de la conducta
de las mujeres trabajadoras.

Vous aimerez peut-être aussi