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LA INSPIRAACION EN LA BIBLIA

POR:
GLORIA PATRICIA PEÑA MARTINEZ

La “inspiración” hace de la Biblia “El libro de los libros”, uno superior y diferente a
todos los otros que son conocidos por la humanidad. Cuando hablamos de
“inspiración” no quiero decir simplemente que los escritores estaban muy
motivados y entusiasmados con lo que expresaron, sino que fueron
milagrosamente guiados por Dios para redactar con precisión lo revelado. El
apóstol Pablo dijo: (2 Tim. 3:16-17, LBLA). “Toda Escritura es inspirada por Dios y
útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra”  El adjetivo
“inspirada” quiere decir que la Escritura es soplada o alentada por Dios. Es el
producto creativo del aliento del Señor. Se usa en 2Ti. 3:16, de las Escrituras en
contraste a escritos no inspirados”. Entonces, la expresión “inspirada por Dios”
hace hincapié en el origen divino de las sagradas Escrituras, la Biblia. Esta
inspiración es tan perfecta y confiable que el Señor Jesús construyó todo un
argumento usando del tiempo verbal en la frase “YO SOY” (Mat. 22:32). Por lo
tanto, cuando leemos la Biblia, leemos las palabras de Dios.

Ciertamente, varios hombres escribieron la Biblia, pero fueron escribientes del


único y verdadero autor, Jehová Dios. La Biblia es el producto de la sabiduría y
conocimiento de Dios. “La escritura inspirada es la que Dios ha soplado.
Considérense Rom. 9:17; Gál. 3:8; 4:30 (La Escritura dice, pero es Dios quien está
hablando). Sobre la inspiración verbal (y plenaria), véanse Mat. 1:22; 10:20; 1 Cor.
2:12,13; 2 Ped. 1:21.  (Los modernistas tratan de reducir la inspiración a eso de
pensamientos generales en lugar de palabras exactas). El apóstol Pedro
dijo: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor
Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros
propios ojos su majestad” (2 Ped. 1:16). Luego, el apóstol pasó a explicar este
proceso en el cual la voluntad de Dios se manifestó a la humanidad usando el
lenguaje humano: “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura
es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo” (2 Ped. 1:20,21).

Otras versiones expresan el versículo 21 así: “…hombres inspirados por el Espíritu


Santo hablaron de parte de Dios” (LBLA). “…hablaron de parte de Dios, impulsados
por el Espíritu Santo” (VM). La última versión expresa bastante bien el texto griego.
Los hombres que “hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” aunque
ciertamente eran “inspirados” fueron “movidos” o “llevados” por la acción del
Espíritu Santo, para decir las mismas cosas que Dios quería que ellos dijeran, en el
momento y forma en que él lo señaló. 

Dios utilizó instrumentos humanos para transmitir sus pensamientos, deseo y


voluntad a la humanidad. Los que hablaron en nombre de Dios fueron la boca de
Jehová (cf. Ex. 4:16; 7:1) y no presumieron de hablar y escribir en su propio nombre,
más bien ellos hablaron y escribieron movidos por Dios.

“Sus palabras eran DE DIOS; se originaron con Dios. Él fue la fuente de sus
palabras. Por eso dice Pedro en el versículo anterior que dichas palabras ("la
palabra profética") no fueron de origen humano, de interpretación o explicación
humana. En este versículo repite que el origen de ellas no es "la voluntad humana".
Los profetas no hablaron de por sí. Ahora bien, Veamos (Mat. 10:19,20; Jn. 16:13; 1
Cor. 2:1,13; 1 Tes. 2:13; 2 Tim. 3:16.) Esto significa INSPIRACION VERBAL.” (Notas
sobre 2 de Pedro). Por lo tanto, el resultado final fue la palabra de Dios en lenguaje
humano, exacto, preciso y comprensible. Incluso, los hombres de Dios no tenían
que preocuparse de lo que iban a decir cuando se enfrentaron con la
oposición: “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis;
porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois
vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en
vosotros” (Mat. 10:19-20). 

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, hablan de la inspiración. “y


pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová
de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino,
por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos” (Zac. 7:12). “Les
soportaste por muchos años, y les testificaste con tu Espíritu por medio de tus
profetas, pero no escucharon; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos
de la tierra”  (Neh. 9:30). He aquí un mensaje claro acerca del proceso de revelación.
La información recibida de parte de Dios por el Espíritu Santo utilizó las bocas y las
plumas de los profetas.

El Nuevo Testamento enseña lo mismo: “sino como está escrito: COSAS QUE


OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, son
LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN. Pero Dios nos las
reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las
profundidades de Dios. Porque entre los hombres, ¿quién conoce los
pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo,
nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos
recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que
conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, de lo cual también hablamos,
no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el
Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales. Pero el
hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son
necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente. En
cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, PARA QUE LE INSTRUYA?
Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”  (1 Cor. 2:9-16, LBLA).

El hombre no puede conocer la mente y voluntad de Dios aparte de la revelación


divina.  Los cinco sentidos y el uso de la inteligencia del ser humano no son
capaces de descubrir las cosas de la sabiduría de Dios. El hombre no podía ver, oír,
o imaginar las cosas del conocimiento de Dios aparte de la revelación (v.9).
Entonces, Dios utilizó instrumentos humanos para revelar su voluntad a la
humanidad y por la inspiración les guió para expresar lo revelado con un
vocabulario preciso (no general) mediante el cual los conceptos espirituales fuesen
representados por palabras espirituales, donde tanto lo revelado como lo
expresado era dirigido y enseñado por el Espíritu de Dios. La inspiración verbal de
la Biblia parte de la premisa de que Dios, aparte de inspirar a los escritores bíblicos
en las ideas o tópicos a escribir (2 Pedro 1:21), también los guio en escoger las
palabras a utilizar. Definir esto es importante porque podría pensar alguno que
Dios simplemente “dejó sus ideas” en la mente de los escritores y estos las
volcaron por escrito de la mejor manera posible, sujeto a sus propios errores
humanos de interpretación. De ser así no tendríamos una Biblia inerrante e
infalible, pero sabemos que sí la tenemos. Por el contrario, creemos que la
inspiración divina (gr. theopneustos) es un proceso complejo que lleva a cabo el
Espíritu Santo no sólo dando las ideas al escritor bíblico, sino también
supervisándolo en escoger cada palabra que utiliza y guardándolo de errores.
¿Entonces no sería esto una especie de “dictado”? (Se preguntará alguno). La
respuesta es: No, no es un dictado automático palabra por palabra. Si bien el
proceso pertenece al misterio de Dios, no obstante, podemos explicar algunas cosas
de manera entendible.
Ahora hablando de las diferentes teorías de la inspiración bíblica La doctrina de la
inspiración es la enseñanza que dice que la Biblia es inspirada por Dios y por lo tanto es
nuestra regla infalible de fe y conducta. Si la Biblia es simplemente la obra de la
imaginación humana, entonces no hay ninguna razón convincente para seguir sus
doctrinas y orientaciones morales. La Biblia misma hace una enérgica afirmación de ser
inspirada por Dios: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16-17). Nos damos
cuenta de dos cosas acerca de la Escritura en este versículo: 1) es "inspirada por Dios", y 2)
es "útil para la vida cristiana. Hay cuatro puntos de vista respecto a la inspiración:
1. neo-ortodoxo; El punto de vista de la inspiración neo-ortodoxa, enfatiza la trascendencia
de Dios. La neo-ortodoxia enseña que Dios es tan completamente diferente de nosotros,
que la única manera en que podamos llegar a conocerlo, es a través de una revelación
directa
2 dictado; La teoría de inspiración del dictado ve a Dios como el autor de las
Sagradas Escrituras y a los distintos agentes humanos como secretarios tomando
nota. Dios habló, y el hombre lo escribió. Este punto de vista tiene cierto mérito,
porque sabemos que hay porciones de la Escritura en que Dios básicamente dice,
"escribe" (por ejemplo, Jeremías 30:2), pero no toda la Escritura fue creada de esa
manera. 
3. la inspiración limitada; La teoría de la inspiración limitada es el punto de vista
opuesto al de la teoría del dictado. Mientras que la segunda considera la Escritura
principalmente como la obra de Dios, con una mínima contribución humana, la
primera ve a la Escritura principalmente como la obra del hombre con una ayuda
limitada de parte de Dios. La teoría de la inspiración limitada dice que Dios guió a
los autores humanos, pero les permitió la libertad de expresarse en sus escritos,
incluso hasta el punto de permitir errores reales e históricos. 
4. la inspiración verbal y plenaria; la teoría de la inspiración verbal y plenaria. La
palabra plenaria significa "completo o pleno", y la palabra verbal significa "las
mismísimas palabras de las Escrituras". Entonces, la inspiración verbal y plenaria es
el punto de vista que dice que cada palabra de la Biblia, es la mismísima Palabra de
Dios. No son simplemente las ideas o pensamientos que están inspirados, sino las
propias palabras. Segunda a Timoteo 3:16-17 utiliza theopneustos, una única
palabra griega que significa literalmente "inspirada por Dios". La Escritura es
"exhalada" de la boca de Dios. Las palabras de la Biblia son las palabras de Dios.
CONCLUSION

El resultado que Dios busca es que todos puedan tener la mente de Cristo (1 Cor.
2:16), una comprensión y aprobación de las cosas reveladas de Dios.

Las cosas reveladas de Dios son el registro de sus pensamientos, acciones, planes y
propósitos para el hombre, los cuales se han expresado en las palabras de la Biblia.

Glosario

Hincapié: dando importancia a una cosa, descartándola o insistiendo en ella.

Inerrante; ausencia de errores.

Infalible; no puede fallar o equivocarse.

BIBLIOGRAFIA

https://caminoconjesus.jimdofree.com/camino-con-jes%C3%BAs/qu%C3%A9-es-inspiraci
%C3%B3n-revelaci%C3%B3n-y-verdad-en-la-biblia/

https://www.gotquestions.org/Espanol/teorias-inspiracion.html

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