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por lo tanto no se la desconoce, ha sido

Primer Premio Ensayo


privada de su afecto (la angustia) de forma
Categoría Socios (año 2001) que “persiste como si estuviera aislada y no
Autor: Dr. Pablo Scasso Rossi es reproducida en el curso de la actividad
Seudónimo: “Morcote” del pensamiento”. (1)
Esa angustia, que no es otra que la de
castración, equivale a expectativa y tiene un

Casa tomada: aproximaciones doble carácter de indeterminación y ausen-


cia de objeto angustiante. (2) Al evitarla, se

a una interpretación
suprime la expectativa y por el momento la
amenaza de castración permanece contro-
lada.
Así, la idea de amenaza queda aislada y se
1 – Susurros del pasado cuela entre las sombras de los muebles, en rompen las conexiones con otros pensa-
los rincones de los tres grandes dormitorios. mientos así como, momentáneamente, se
La invasión sobreviene en forma omi- Habitaciones que no pertenecen a los her- salva la existencia de la pareja.
nosa. El relator se limita a este comentario: manos sino que remiten a sus padres y posi- “Irene estaba contenta porque le quedaba
“Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han blemente a sus abuelos. No es entonces la más tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdi-
tomado la parte del fondo”. Un día cualquiera, casa la que empieza a ser tomada, no es la casa do a causa de los libros, pero por no afligir a mi
desde la parte de la casa menos frecuentada la que se está invadiendo, se está tomando hermana me puse a revisar la colección de estam-
por la pareja de hermanos, la tranquila esta- un símbolo que representa un pasado encar- pillas de papá y eso me sirvió para matar el
bilidad de la casa se quiebra por ruidos inex- nado en la historia de la pareja de hermanos. tiempo”. Tal vez matarlo, detener al tiempo
plicables. Tan rápido como aparecen, esa La casa es el recinto de un pasado que se con algo que, simbólicamente, evoca la figu-
“parte más retirada” de la casa se clausura quiere inmaculado pero que el polvo, ese ra paterna a controlar. Se establecen proce-
detrás de una “maciza puerta de roble”. Una representante del implacable tiempo, insis- dimientos de aislamiento eficaces para inte-
parte del espacio vital se aísla y pasa a ser “el te en hacerse presente. Sin embargo, el rela- rrumpir el flujo del tiempo. Estos procedi-
otro lado de la casa”. Los hechos acontecen tor manifiesta otro tipo de insistencia, de mientos se efectivizan con esas conductas
como si fueran parte de algo que algún día necesidad que avale la supervivencia de la obsesivas que mágicamente hacen desapa-
debía suceder. De tal manera la “espaciosa y pareja: la del tiempo detenido. Tiempo real recer la amenaza que acosa la vida de la
antigua” casa se transforma en un espacio que jamás podrá detenerse a pesar de que los pareja.
que “daba la impresión de un departamento de diferentes rituales de limpieza y ordena- En ese tiempo detenido (en los herma-
los que se edifican ahora, apenas para moverse”. miento intenten, mágicamente, detenerlo. nos), pasado retenido, tiempo sin tiempo,
Más que resignación, cierta aceptación co- Tiempo que sólo se detuvo dentro de los atemporalidad inconsciente, la fantasía
mienza a instalarse junto a esa inmovilidad hermanos. En esa casa inmovilizada a través incestuosa se cumple como deseo sexual
parcial, a esa pérdida. de conductas estereotipadas y rituales coti- infantil satisfecho. Se satisface dentro de lo
Según cuenta el hermano, si bien la pa- dianos, un día se quebró el frágil mecanismo inconsciente mientras todas las puertas (las
reja casi nunca iba más allá de la puerta de que permitió la puesta en marcha de ese de la represión) permanezcan cerradas. Aún
roble “salvo para limpieza, pues es increíble “otro reloj” que significó el acoso con los no se ha renunciado a los deseos edípicos y
cómo junta tierra en los muebles”, esa parte ruidos. Ruidos más bien dentro de los her- la amenaza de castración aún no se ha desa-
retirada de la casa se conservaba limpia. La manos (del relator) que dentro de la casa. rrollado totalmente para conmemorar la
sensación de polvo que vuela, cubre e im- Hay entonces un esbozo de impotencia interiorización de las prohibiciones que
pregna no sólo el ámbito sino que se proyec- que crece sigilosamente, como si aquel tiem- generarán la instancia superyoica.
ta a todo Buenos Aires, envuelve la atmós- po congelado de repente iniciara un deshie- La puerta maciza de roble negó esa ava-
fera de por sí antigua y llena de rombos de lo lento y comenzara a transcurrir, a tornar- lancha súbita e imprevista. “Lo recordaré
carpetas y macramé, sala de gobelinos y una se angustiante pues amenaza la seguridad del siempre...”. El relato de los ruidos no precisa
biblioteca de autores franceses anteriores a matrimonio de hermanos. La pérdida de una sensación clara de los sonidos. Parecería
1939, en una suerte de recinto de la memoria control del pasar de los días debe ser recha- imposible confundir un susurro con el ruido
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donde reside un pasado imposible de borrar, zada pues si así no fuera, la angustia sobre- seco de un objeto al caer. Como si la impo-
de limpiar. Hablamos de un pasado muy vendría. “La limpieza se simplificó” –dice el sición aludiera más a una percepción subje-
remoto, el pasado de la infancia. relator. Cada cual tiene más tiempo para tiva que a un hecho objetivable. Lo que
ocuparse de las cosas rutinarias. La ritualidad sucede dentro de un mundo interno (del
Esa turbidez del aire que cubre muebles se intensifica. Se ha perdido un lugar que relator, de la pareja, da lo mismo)
y pianos intenta ganar la partida frente a las significa un pasado. Es a través de un meca- alucinatoriamente se proyecta en la reali-
infructuosas insistencias por mantener nismo de defensa (el aislamiento) como la dad. “Como un proceso de expulsión casi
inmaculada “esa otra parte de la casa” tan pareja se resguarda en el presente. Con este real: el sujeto arroja fuera de sí aquello que
antigua como llena de recuerdos. Este mun- mecanismo, el hermano (el relator) mo- rechaza, volviéndolo a encontrar en el
do cerrado, que recuerda el mundo cristali- mentáneamente opone la defensa –“tuve mundo exterior”. (1)
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zado de las viejas fotos, permanece inmuta- que cerrar la puerta”– frente a los embates que Cabría preguntarse si ese “ahogado susu-
ble y parcialmente velado por la filigrana angustiarían al mismo tiempo que dejarían rro de conversación” tras la puerta no refiere
sepia del pasado. Los recuerdos parecen ron- en evidencia lo prohibido de la situación a otras conversaciones que algún día el niño
dar como el mismo escurridizo polvo que se incestuosa. Si bien se escucha la amenaza y (el relator) creyó escuchar y “de las que
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creyó extraer información sobre cosas se- da como un acto fallido. Acto fallido que definitivo se realiza cuando el narrador co-
cretas u ominosas (unheimlich)”. (2) Aquí merece un estudio ya que como tal tiene un menta: “A Irene le llamó la atención mi brusca
queda abierta una interrogante que apunta a sentido y que, el medio para llegar al cono- manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir
si ese “ahogado susurro de conversación” no es cimiento del mismo, va ligado a las circuns- palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos,
un indicio fantaseado de la escena originaria. tancias que acompañan a su aparición. (4) notando claramente que eran de este lado de la
El acoso interno (la amenaza de castra- Más adelante trataremos de encontrarle puerta de roble...”. Y prosigue: “No nos mira-
ción frente a la fantasía incestuosa) se ha dicho sentido en el marco del cuento, pero mos siquiera. Aparté el brazo de Irene y la hice
gestado pero aún no se concretó definitiva- incluyendo algún dato biográfico de correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volver-
mente, la puerta maciza de roble es un bas- Cortázar. nos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuerte
tión que transitoriamente se opone. Y sin pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré
que aparentemente suceda nada, el relator Por el momento, el aislamiento conti- de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán.
comenta: “Fui a la cocina, calenté la pavita, y núa triunfando. La simplificación de la vida Ahora no se oía nada”. Desde sus espaldas,
cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate aumenta aun más el tedio con visos de desde ese tiempo que empezó lentamente a
le dije a Irene: –Tuve que cerrar la puerta del vacuidad. “Estábamos bien y poco a poco empe- transcurrir y ahora invade más y más, la
pasillo. Han tomado la parte del fondo”. Ellos. zábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar”. acusación los empuja, la evidencia del inces-
Si esa parte retirada fue un pasado, fue un ¿Se puede vivir sin pensar? Luego de la irrup- to los señala y arroja como pareja prohibida:
pasado habitado. ¿Y por quién o por quiénes ción extraña y excepcional, nuevas costum- el matrimonio de hermanos.
si no por los que habitaron ese pasado? Los bres y otros gestos cargados de pasado –revi- Como al nacer, con lo puesto se han
abuelos, los padres... Algo que fue pero que sación de la colección de estampillas de su quedado. El ahora, la realidad a la cual se
está en el presente dentro de los hermanos. padre– promueven una tranquilidad nece- dirigen, los sumergió en la desnudez del
“Lo tomado”, como se dijo, es parte del saria y nos hacen pensar en un reordena- nacimiento. Cortázar lo manifiesta cuando
pasado, de “su” pasado. Ahora les está obli- miento mágico de la realidad. le hace preguntar al hermano: “¿Tuviste tiem-
gado a permanecer en un presente que trans- Las soluciones tranquilizadoras a situa- po de traer alguna cosa? –le pregunté inútilmen-
curre, lentamente pero sin pausa, en tanto ciones potencialmente inquietantes (pero te. No, nada”.
ese mecanismo de aislamiento siga defen- que, por el momento, no inquietan pues la Así, en la oscuridad de la noche que
diéndolos con efectividad. Se puede decir angustia está sofocada) sobrevienen solas oculta parcialmente la prohibición, el her-
que todo el peso del presente los va hundien- por ese reordenamiento mágico en que se ve mano-esposo rodeó con un brazo la cintura
do dentro de él. inmersa la pareja. Una nueva cotidianidad de su hermana-pareja y salieron (o entra-
“Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero refuerza la sensación de tiempo vacío y de- ron) a la realidad.
ella tardó un rato en reanudar su labor. Me tenido. A través de un último esfuerzo (la Al final, dice el hermano: “Antes de ale-
acuerdo que tejía un chaleco gris, a mí me gustaba puerta clausura una parte de la casa y luego jarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entra-
ese chaleco”. Un instante no basta para darse se establece el tiempo de “vivir sin pensar”) se da y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a
cuenta y todo sigue transcurriendo dentro mantiene el orden necesario para que la algún pobre diablo se le ocurriera robar y se
de su propio tiempo de chalecos que se tejen pareja viva la armonía del “silencioso matri- metiera en la casa, a esa hora y con la casa
para luego destejerse graciosamente dentro monio”. tomada”. El mismo reconocimiento del in-
de la canastilla y bajo la mirada vacía del cesto los hace, en un último acto de oculta-
relator-hermano. Aún se soporta la supre- Antes del acoso definitivo, aparece en- miento del pasado, guardar para siempre y
sión de parte del ayer “tejiendo” el ayer. tre paréntesis un largo trozo que comienza y bajo tierra, (“tiré la llave en la alcantarilla”) en
Aquella simplificación va adquiriendo la termina con la siguiente expresión: “Cuan- el subsuelo del inconsciente, el símbolo de
tensión adecuada a otros significados más do Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en la casa paterna, de la pareja prohibida.
profundos en tanto esa pérdida de espacio (y seguida”. Un gran círculo cerrado sobre sí El ámbito es la casa de los padres y en
la irrupción de un pasado acosador-acusa- mismo. A partir del sueño, el narrador rea- realidad, en forma fantasmática el incesto del
dor) no es sentida como tal. liza una larga digresión sobre la vida de la protagonista se cumpliría a través de una
Ante la necesidad de un pasado detenido pareja. Desde esa frase que inicia y cierra figura vicariante (la hermana), con la figura
que se quebró y se transformó en acosador y dicho paréntesis, Irene y el yo-narrador se materna.
acusador, rápidamente se lo clausura y se lo funden en una unidad que demuestra mejor Antes homologábamos a la expresión
detiene nuevamente. La puerta es el símbo- que nunca, no sólo la comunión de la pareja, gestada involuntariamente (“matrimonio de
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lo más perfecto de la represión. La acusación sino también, quizás, la voz singular del yo hermanos”) con un acto fallido y decíamos que
ya se vislumbraba en las primeras líneas: “A narrador. Además se deja constancia del podríamos encontrarle un sentido en la medi-
veces llegamos a creer que era ella la que no nos silencio de la casa que se trata de tapar con da que estudiáramos las circunstancias que
dejó casarnos”. La casa, habitada por un pa- ruidos, voces, crujidos y roces. A esto le acompañaron a su aparición. Para ello, Cortázar
sado en el cual se encontraba el padre, acu- debemos agregar que la absurdidad de la señala: “...mi cuento más leído y más comentado,
saba la prohibición del incesto tácito y asu- metáfora que realiza el narrador nos acerca Casa Tomada, provenía de una pesadilla. Después
mido: “Simple y silencioso matrimonio de her- a las imágenes oníricas cuando dice: “Nunca me senté a la máquina y escribí el cuento. La
manos”. Aquí es interesante señalar que pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, pesadilla la había vivido solo, yo era el personaje de
Cortázar confesó en su momento que tal voz que viene de los sueños y no de la garganta”. la pesadilla. En el cuento lo desdoblé por razones
expresión (“matrimonio de hermanos”) se Como si las propiedades del ámbito de Lo literarias, pero era exactamente lo mismo”. (5) Se
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gestó involuntariamente y que luego deci- Inconsciente se señalaran con énfasis: tiem- podría decir que con la expresión “matrimonio
dió dejarla. (3) Creemos que no es ocioso po detenido dentro de su circularidad, voces de hermanos” diluye la angustia y esconde el
señalar que tal expresión gestada e imágenes que recuerdan a procesos oníricos, protagonismo de la pesadilla pero, por otro
“involuntariamente” puede ser interpreta- “voz que viene de los sueños”. El acoso lado, señala su sentido incestuoso.
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Con Ernesto González Bermejo, mada” es entonces un cuento en el cual se es abrir un territorio vertiginoso y cruel que
Cortázar profundiza en la génesis del cuen- somete al narrador al abandono (simbólico) vanamente he tratado de olvidar (todo adulto es
to: “Un día me pregunté por qué entre todos mis del ámbito edípico a través de la amenaza de hipócrita frente a una parte de su niñez) pero que
cuentos ese (Casa Tomada) inquieta mucho castración. Su elaboración es la descripción vuelve en las pesadillas de la noche y en esas otras
más que los otros y ahora creo que tengo la simbólica de cómo el complejo de castración pesadillas que he ido escribiendo bajo forma de
explicación: ese cuento es la escritura exacta de es el motor de la defensa (de la represión, en cuentos fantásticos”. (8) Así empieza Cortázar
una pesadilla que tuve. Soñé el cuento con la particular a través del mecanismo de aisla- su explicación, tal vez medrosa y dicha par-
diferencia de que no había allí esa pareja de miento) y de cómo esta defensa recae sobre cialmente, de los motivos que subyacen en
hermanos; yo estaba solo, la típica pesadilla don- las aspiraciones del complejo de Edipo que la elaboración de sus cuentos. Una apertura
de usted empieza a tener miedo de algo en este caso se ven socavadas por los senti- a la ventana del pasado, una visión de su
innombrable, que nunca llega a saber lo que es mientos de culpa del niño Cortázar. infancia enturbiada por el olvido se hace
porque el temor es tan grande que se despierta presente en las ficciones. Pero antes de que
antes de la revelación. En ese caso se trataba de II – Sobre develaciones esta apertura se imponga como recuerdos
unos ruidos confusos que me obligaban a mí a velados de la infancia, Cortázar ya sabe que
tirarme contra las puertas, a cerrarlas y a ir En el trabajo psicoanalítico “la cons- a modo de río subterráneo que fluye lento
retrocediendo mientras los ruidos seguían avan- trucción es una elaboración del analista pero sin pausa, los miedos concurren en sus
zando y algo tomaba la casa. Es curioso cómo lo destinada a reconstruir tanto en sus aspec- escritos. Poder eludirlos y entonces “esqui-
recuerdo: era pleno verano en mi casa de Villa del tos reales como fantaseados una parte de la var el conflicto franco con los poderes de la
Parque, en Buenos Aires; me desperté bañado de historia infantil del sujeto”. (1) Esta recons- represión” es la meta para satisfacer los de-
sudor, desesperado ya, frente a esa cosa abomi- trucción es, entonces, la recuperación de seos inconscientes a través de la fantasía.
nable, y me fui directamente a la máquina y en una parte de su pasado. Aun en el caso que “La casa de mi infancia –relata Cortázar en
tres horas el cuento estuvo escrito. Es el paso no hiciera resurgir el recuerdo o los frag- el artículo “De una infancia medrosa”–
directo del sueño a la escritura”. (6) mentos de recuerdos reprimidos, la cons- estaba llena de sombras, recodos, altillos y sóta-
“Lo innombrable” es lo prohibido que se trucción posee, según Freud, una eficacia nos y a la caída de la noche las distancias se
vehiculiza a través del incesto del matrimo- terapéutica: “Con frecuencia no se logra desmesuraban para ese chico que debía ir al baño
nio de hermanos. “Lo innombrable” se co- inducir en el paciente el recuerdo de lo atravesando dos patios o traer lo que le pedían
loca fuera del escritor, en la ficción, al mis- reprimido; en su lugar, si el análisis es desde una despensa remota”. (3) Más adelante
mo tiempo que da lugar a manejar el temor correctamente realizado, despertamos en Cortázar escribe: “El miedo era lo otro, eso que
de la castración. él una segura convicción de la verdad de la la literatura anglosajona llama tan admirable-
El “temor es tan grande”, el de la castra- construcción que rinde el mismo resulta- mente the thing, ‘la cosa’, lo que no tiene imagen
ción, “que se despierta antes de la revelación” del do terapéutico que un recuerdo recupera- ni definición precisa, roce furtivo en el pelo, mano
incesto. do”. (1) Es así que se da la restitución de un helada en el cuello, risa apenas perceptible al otro
“Yo me crié en una casa llena de gatos, perros, sentido del pasado. A través de la construc- lado de una puerta entornada. Contra eso no
tortugas y loros: el paraíso”, –evoca irónica- ción, un pasado, “otro pasado” se ha desarro- había respuesta posible salvo correr, cumplir el
mente Cortázar ante Graciela de Sola, para llado, se “ha recordado” desde la doble ver- encargo a toda velocidad y regresar sin aliento
en seguida aclarar: “Pero en ese paraíso yo era tiente de la fantasía y la realidad. Este “otro para recoger irrisoriamente grandes elogios por
Adán y no tengo recuerdos felices de mi infancia. pasado” ocupa así un lugar en la historia del mi diligencia”. (3) Se habla de “despensas remo-
Demasiados deberes, una sensibilidad sujeto. A través de la construcción se ha tas”, “risa apenas perceptible al otro lado de la
hiperactiva, frecuente melancolía, asma, brazos recuperado un pasado. puerta entornada” y el miedo a “‘lo otro’ que no
rotos...”. (3) La instancia superyoica y la fan- tiene imagen ni definición” igual que todo lo
tasía hipertrofiada y compensadora, la culpa Y si entonces, en psicoanálisis es válido inconsciente que “no debe” devenir cons-
y la castración. decir que recordar es crear(-se) un pasado ciente y del cual se huye.
Luego agrega: “...mi madre nos crió, a mi que suprimiría la amnesia infantil, también Fue James Joyce quien definió al creador
hermana y a mí, mi padre se fue de casa cuando yo y de alguna manera en literatura crear es como un “coleccionista de epifanías”. Esas epi-
era muy chico y no hizo nada por nosotros”. (3) En recordar(-se) lo velado (lo reprimido). Por- fanías, esas revelaciones pueden entenderse
esa casa, casi exclusivamente materna, “yo era que a través de sus escritos, cualquier escri- también como autorrevelaciones. Autorre-
Adán” nos dice Cortázar, yo era el hombre. El tor que tome distancia de ellos, en el velaciones que se cuelan, silenciosas y par-
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reproche a esa figura paterna ausente se des- reencuentro con su obra podrá enfrentarse cialmente veladas, pasan por las rendijas de
liza dentro de ese “paraíso” de su infancia, a sí mismo. la escritura, se colorean y a su vez crean la
pero que tal vez fue el generador de esa fre- Pero dos son los sentidos de este eje que trama necesaria de la ficción. Si se dice que
cuente melancolía. No se puede dejar de pen- mueve la dinámica lectura-escritura: uno se en forma general el arte se ha propuesto
sar en un sentimiento de culpabilidad del dirige al escritor, otro apunta al lector. El revelar lo que hay de más secreto en el alma
niño Cortázar en relación al prematuro aban- segundo sentido Cortázar lo señala cuando de los hombres, también podrá decirse que
dono de la casa por el padre. Culpa por perma- habla de “imágenes o acaecimientos que no esta revelación es una develación. Un velo
necer en la casa con la madre y por ende la solamente sean significativos por sí mismos sino se cae o por un instante se hace a un lado y
persistencia edípica satisfecha como realidad que sean capaces de actuar, en el lector, como una deja ver algo, una parte del todo.
psíquica. “Casa Tomada” se constituiría en especie de apertura...”. (7) Algo pasa en el lec- Milan Kundera en el artículo “En algu-
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una cierta traducción de la historia del escri- tor. La revelación-develación también pone na parte ahí detrás” cita al poeta checo Jan
tor y la cristalización de esa realidad psíquica en juego mecanismos que naturalmente no Sjacel: “Los poetas no inventan los poemas / El
elaborada como ficción. son conscientes. poema está en alguna parte ahí detrás / Desde
A modo de interpretación, “Casa To- “Interrogarme sobre el miedo en mi infancia hace mucho tiempo está ahí / El poeta no hace sino
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descubrirlo”. Aclara luego que “el poeta rompe Podríamos decir que para el hecho lite- Los deseos velados dentro de la ficción
una barrera –devela diríamos nosotros– tras rario se da lo que Daniel Gil expresa que se serían captados por el lector en el plano
lo cual algo inmutable está oculto en la sombra”. cumple en el psicoanálisis bajo la regla de la inconsciente (campo de la verdad) como
(9)
Más adelante dice que “es por lo que, gracias asociación libre: el paciente (el escritor) develación inconsciente.!
a esa revelación sorprendente y súbita, el poema habla (escribe) y no sabe lo que dice, o si lo
se nos presenta en un principio como deslumbra- sabe no sabe que está diciendo mucho más ***
miento”. Uno se deslumbra cuando, luego de allá de lo que pretende. (11) Es trascendido en
permanecer a oscuras, una luz (la de un saber su decir. Cuando en el hecho literario escri- Bibliografía
oculto) lo encandila y le hace ver cosas bimos, somos escritos de la misma manera
nunca vistas (nunca conocidas). que cuando hablamos somos hablados. “El 1 - Diccionario de Psicoanálisis. J. Laplanche, J.B.
Dice Cortázar: “Si el miedo me llenó de ello habla...”, el ello escribe. Pontalis. Ed. Labor 3ra. edición.
infelicidad en la niñez, multiplicó en cambio las La develación o la apertura a través de las 2 - Obras Completas. S. Freud. Tomo XX. Inhibi-
ción, síntoma y angustia.
posibilidades de mi imaginación y me llevó a imágenes o acaecimientos significativos para 3 - Cortázar. Un universo y sus mundos. Lauro
exorcizarlo a través de la palabra...”. (3) “Ante el escritor actúan también en el lector. Se Marauda. Ed. Nuevo Mundo/Altamira.
todo –escribe Freud– advertimos que el ofrece algo que va más allá de la anécdota 4 - Obras Completas. S. Freud. Lecciones
hombre feliz no fantasea, que solo lo hace literaria. Algo que viene del pasado y secre- introductorias al psicoanálisis (1916-1917).
quien no halla satisfacción”, y luego agrega tamente se transmuta a través de otras imá- 5 - Julio Cortázar: Entre la revolución y el mito.
refiriéndose a las fantasías: “Cada una de genes, otras situaciones como algo nuevo. Es Cuadernos de Marcha. Segunda época, año III Nº17-
éstas representa una realización del deseo, lo pasado, lo antiguo y oculto que surge como 18 enero-abril 1982.
6 - Conversaciones con Cortázar. Ernesto González
una enmienda de la realidad defraudante”. formas nuevas. Pero no podemos olvidarnos Bermejo. Edhasa. 1978.
(10) Más adelante Agorio añade: “De ahí que “el sujeto está presente en tales escenas” 7 - Algunos aspectos del cuento. Julio Cortázar. Casa
también las relaciones que establece Freud a pesar de los procesos desplegados en fun- de las Américas. Julio de 1970.
entre las fantasías de los adultos y el juego ción de la fantasía. 8 - De una infancia medrosa. Julio Cortázar. Sema-
de los niños: El poeta procede igual que el Lo que ha estado en las sombras se mani- nario Jaque. 18/11/83.
niño al jugar: crea un mundo fantástico al fiesta y “se profiere una verdad que no se 9 - El arte de la novela. Milan Kundera. Tusquets
Editores. 1987.
que toma muy en serio, es decir, que lo quería conocer; verdad que no es del cam- 10 - Psicoanálisis y literatura. Rodolfo Agorio. Ed.
dota de grandes cantidades afectivas sin po del saber instituido sino verdad del de la Banda Oriental. 1983.
dejar de separarlo netamente de la reali- deseo”. (11) Verdad que no se quería conocer 11 - Psiquiatría dinámica y psicoanálisis. Daniel Gil.
dad”. (10) porque indica el camino a la satisfacción “Descubrir” Vol. II, Nº 1 junio de 1987.
A partir del miedo, bandera que señala la directa del deseo: su escenificación. En la
represión, Cortázar desarrolla su actividad fantasía, los procesos defensivos más primi-
fantaseadora. Por un camino colateral se tivos ligados a ella (negación, proyección,
concretan los deseos inconscientes. En transformación en lo contrario) velan lo
“Casa Tomada”, los deseos se traducen en el prohibido que ocupa siempre la posición
incesto de la pareja. Es así como “la fantasía misma del deseo. (1)
guarda la más estricta relación con el El sujeto está, entonces, dividido en dos
deseo”.(1) campos: el del saber y el de la verdad. El
Según el Diccionario de Psicoanálisis de primero ocupa al sujeto en lo cognocible, lo
Laplanche y Pontalis, la fantasía se configu- anticipable o como manifiesta Daniel Gil
ra por los siguientes puntos: en el conocimiento coherente del mundo.
“1 - Se trata de guiones, aunque se El campo de la verdad y del deseo, oculto tras
enuncien en una sola frase, de escenas el inconsciente, sumerge al sujeto en la
organizadas, susceptibles de ser dramatiza- incompletud y la incognocibilidad. Se abre
das en forma casi siempre visual. entonces “el campo de la verdad que es el
2 - El sujeto está siempre presente en de la revelación del deseo por el discurso,
tales escenas. que es el campo de lo reprimido, de lo
3 - Lo representado no es un objeto al inmundo, en su doble acepción de lo que
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cual tiende el sujeto, sino una secuencia está fuera del mundo y de ‘lo sucio’ (lo
de la que forma parte el propio sujeto y en reprimido, lo sexual)”. (11)
la cual son posibles las permutaciones de Es entonces como a partir de una visión
papeles y de atribución (...) crítica de una obra de Cortázar (Casa To-
4 - En la medida en que el deseo se mada, Buenos Aires, 1951) nos atrevemos
articula así en la fantasía, ésta es también a realizar una suerte de inferencia de “cons-
asiento de operaciones defensivas (...) trucción” desde la doble óptica del análisis
5 - Tales defensas, a su vez, se hallan de un cuento y fragmentos aislados de sus
indisolublemente ligadas a la función pri- justificaciones de la actividad literaria.
maria de la fantasía: la escenificación del Por último aseguramos que a través de la
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deseo”. (1) fantasía existe un proceso de revelación-


Entonces, a través de la ficción, aquel río develación en la dinámica escritor-lector que
cargado de pasado, de miedos y deseos, revela se mueve en el campo del deseo y que en parte “Centauro”. Sra. Gabriela Ruibal
y también devela. aseguraría y confirmaría el hecho estético. (Mención- Premio SMU, categoría familiar)
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