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7. Definir los siguientes conceptos: Metafísica, Subjetivismo, alma, dilema, moral, nada y caos.

METAFISICA

Cuando se habla de metafísica, se hace alusión a una rama de la filosofía que se ocupa de


estudiar la naturaleza la realidad y sus leyes y componentes fundamentales. Esto implica
no solo la observación de la realidad, sino también la reformulación de ciertos conceptos
clave para pensar nuestra forma de estar en el mundo. La metafísica estudia el ser,
la existencia, la realidad, el objeto, el sujeto, el tiempo e incluso el espacio. En la
antigüedad, la metafísica era considerada la primera de las filosofías, algo así como la
madre de las ciencias: la “filosofía natural”. En ese entonces no existía el método
científico, y la manera de poner a prueba la realidad no tenía que ver con experimentos
verificables, sino con la deducción de leyes lógicas a partir del pensamiento

Hoy, en cambio, mientras la ciencia se ocupa de investigar la realidad concreta mediante la


experimentación, la metafísica se interesa por aquellos aspectos de lo real que son inaccesibles
para los científicos: las grandes preguntas trascendentales sobre la existencia. Esas preguntas, en
líneas generales, son tres:

 ¿Qué es ser?
 ¿Qué es lo que hay?
 ¿Por qué hay algo en lugar de no haber nada?

Para llevar a cabo sus investigaciones, la metafísica comprende diversas ramas, como la ontología
(estudio del ser), la teología natural (el estudio de Dios mediante métodos racionales), la
psicología filosófica (el estudio racional del espíritu humano) o la cosmología filosófica (el estudio
de la naturaleza del espacio y el tiempo).

La metafísica, por último, establece sus propias bases para interpretar el mundo, por lo que no se
trata de una ciencia o de un método de observación, sino de una forma de pensamiento

SUBJETIVISMO:

El subjetivismo es una doctrina filosófica que afirma que la fuente de todo conocimiento y de
cualquier verdad depende de cada individuo. El subjetivismo nace con los sofistas en el siglo V a.
de C., cuando se comienza a incorporar nuevas doctrinas que sugerían obrar según la propia
convicción.
El subjetivismo es la postura filosófica que toma como factor primario para toda verdad
y moralidad a la individualidad psíquica y material del sujeto particular, siempre variable e
imposible de trascender hacia una verdad absoluta y universal.
El subjetivismo limita la validez de la verdad al sujeto que conoce, juzga principalmente según su
entendimiento y en consideración a su realidad específica (entorno e interacción social) entendida
no como un hecho "externo" sino como parte constitutiva del sujeto, es decir, afirma que el
conocimiento solo es posible de manera limitada.
No debe confundirse el subjetivismo con el relativismo. El relativismo, que se asemeja mucho
al escepticismo filosófico, tampoco admite ninguna verdad absoluta que tenga validez universal,
pero mientras el subjetivismo hace depender el conocimiento humano de factores que residen en
el sujeto cognoscente, el relativismo subraya la dependencia casi exclusiva de factores externos.
Como tales considera la influencia del medio, del espíritu, del tiempo, de la pertenencia a un
determinado círculo cultural o clase social, y los factores determinantes contenidos en ellos.
Una variante del subjetivismo es el subjetivismo ético, el cual afirma que lo bueno o lo malo en la
moral depende de las actitudes morales individuales. Por lo tanto, cuando alguien siente que "P"
es bueno de manera sincera entonces "P" es bueno, por lo tanto, de acuerdo con los subjetivistas,
no puede estar equivocado moralmente.

ALMA:
El término alma tiene numerosos significados de carácter religioso, teológico, filosófico,
psicológico, etc. En la actualidad, «alma» es usado preferentemente en contextos religiosos y
teológicos, pues tanto la Psicología como la Filosofía usan términos como «psique» o «mente»,
debido a las connotaciones derivadas de las tradicionales disputas acerca de la relación entre el
alma y el cuerpo.

Posteriormente, posiblemente por influencia oriental, se comenzó a creer que hay en cada
hombre una realidad de orden divino, la cual ha preexistido al cuerpo y perdurará tras la muerte y
corrupción del cuerpo. Representantes de esta nueva tendencia son el orfismo, Pitágoras o
Empédocles. El alma puede entrar en el cuerpo y salir de él, sin identificarse nunca
completamente con el cuerpo, que puede ser concebido como una especie de cárcel, o sepulcro,
del alma. La misión del hombre es liberar su alma por medio de la purificación o de la
contemplación.

Platón recogió estas ideas, defendiendo un dualismo casi radical del cuerpo y el alma. El alma
aspira a liberarse del cuerpo para regresar a su origen divino y vivir entre las ideas, en el mundo
inteligible. El conocimiento es reminiscencia, pues el alma recuerda las ideas que había
contemplado puramente en su vida anterior.

Para Aristóteles el alma es la causa o fuente del cuerpo viviente: si el ojo fuera un animal, la vista
sería su alma, pues la vista es la sustancia o forma del ojo. El alma es el ser y principio de los seres
vivientes, por cuanto esos ser y principio consisten en vivir. En el caso del alma humana, el modo
de operación principal es la racional, que distingue esta alma de otras en el reino orgánico.
DILEMA:

Un dilema es, en lógica, un argumento con forma de silogismo en el que se presenta una
disyunción en la que se afirman sus dos miembros (llamados "cuernos del dilema"), y del que se
sigue una conclusión que puede resultar paradójica. Por ejemplo: "Esta tarde irás al cine o al
teatro. Pero si vas al cine, a la salida irás a cenar. Y si vas al teatro, a la salida irás a cenar. Por
consiguiente, tanto si vas al cine como si vas al teatro, irás después a cenar".

En ética, el dilema se presenta cuando debemos elegir entre dos alternativas, sin que haya
elementos para decidirse por una u otra, al observar en ambas opciones aspectos positivos y
negativos, según los valores que hayamos adoptado, y sin que el recurso a estos valores nos
permita tomar una postura que no los contravenga en alguna medida.

Etimológicamente palabra compuesta a su vez por: dís que en este caso significa dos y por el verbo
que significa tomar, agarrar, asir, tomar a cambio. El significado etimológico sería algo así como
escoger entre dos. 

En su acepción más vulgar un dilema es una alternativa problemática o imposible entre dos y sólo
dos opciones (si hubiese tres le llamaríamos trilema) entre las cuales nos tenemos que decidir por
una y sólo una, pero que ninguna de las posibles es del todo correcta, aceptable o deseable.
Pongamos un ejemplo que se atenga a este esquema sacado también de la vida cotidiana: “Ni
contigo ni sin ti tienen mis males remedio”

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