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están pensados como materiales que sir-


alumnos del CBCy al público en ge-
introducirse en algunos temas de ·

~r'~'""''"1 "'nte .a partir de la conquista deAmrJf:¡:.


fiCl'é!J'fo(~Or1GLfCe hfstóricainentea/a configuración·.
dé la Antropología. Ypone de ma-
la reflexión sobre la problemática
étnica, el racismo, (a exclusión de unos gru-
pos sobre otros, situpción qué en los. '90 se
ha dado en denominar la "guerra de las cur-
turas".
Por otra parte, se trata de explicitar 1ó huma-
no, a través del conocimiento actualizado del
proceso de hominización y la consabida
interrelación entre herencia genética, relacio-
nes sociales y niveles de integración
ecológica.

eudeba
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Bibliografía
EL SIGLO XIX: ORDEN Y PROGRESO
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PERROT, Michelle, ''La Revolución Francesa y el asentamiento de la sociedad burg1.1esa'
en Historia de la vida privada, t. 7, Buenos Aires, Taurus, 1991.

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INTRODUCCIÓN
El intento de sintetizar el siglo XIX resulta una tarea casi imposible. Es el
siglo en el cual Europa se transforma en la Europa moderna, tecnificada, cientificista
y ·confiada en la superioridad cultural de Occidente, sustentada en la idea del
progreso indefinido, como se verá más adelante.
La riqueza de este siglo no puede circunscribirse a un solo aspecto. La
Revolución Industrial, en el plano económico, la consolidación de los Estados
Nacionales, en el político, las corrientes científicas, los grandes descubrimientos de
la medicina, como así también, las nuevas corrientes artísticas y literarias, reflejan
la vastedad y la complejidad del siglo que estudiamos. Es por ello que, sin la
pretensión de ser exhaustivos, consideramos conveniente reseñar en primer lugar,
la situación político-social. Ello, debido a que las corrientes de pensamiento tienen
estrecha relación con la misma, otro tanto ocurre con el arte.
La antropología científica, que se constituye en este siglo, es reflejo fiel de
las concepciones teóricas de la época. Algunas de las cuales, como veremos, son
legado del siglo anterior y otras, productos originales del pensamiento evolucionista
de este siglo, que ya no hablará del progreso de la Razón sino de la Técnica.

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adquirir los obreros c:onciencia de clase, gracias a la activa militancia y a la capa-
citación en los gremios.
La lucha de clases no era un mero concepto retórico, se palpaba diariamente
en la cruel realidad de los establecimientos fabriles, en los cuales, las jornadas de
trabajo rondaban las catorce horas y las mujeres y los niños trabajaban a la par
de los hombres. Las muertes prematuras, el hacinamiento, la inseguridad laboral,
provocaron. lo~ levantam~entos del 30 y del 48. Sin embargo, las luchas entre los
propios soc1ahstas y la ahanza burguesa con el poder, demostró que la clase obrera
EUROPA,DESPUÉ~ DE LA REVpLUCIÓN FRANCESA: .•. no tenía representantes en el gobierno y que la realidad del industrialismo era aún
SITUACION IDSTORICA Y POLITICA · .· ..llD.. fenómeno más bien urbano que rural. De todas formas, quedó claro que la
Revolución Francesa no se había diluido en el discurso legitimista de las cortes
1815 .es la fecha que señalan los historiadores como comienzo del siglo sino que se había refugiado en los sectores sociales más oprimidos y desde allÍ
Fecha refenda a la derrota definitiva de Napoleón por las Monarquías Legi ¡:tr.remetía contra el orden burgués.
europeas y como consecuencia de ello, el comienzo de lo que se denominó la ( • El menosprecio que sentirá el positivismo cientificista por el romanticismo
ción Conservadora. .<en la segunda mitad del siglo, tuvo su origen en la estrecha relación de éste co~
:;ftlsocialismo militante. Los pensadores del 50 en adelante ya no dudarán de la era
Estas primer~s décadas del siglo fueron, por lo tanto, antiiluministas y
Cortes restauradas mtentaron abolir las conquistas políticas y sociales de la
· ;positiva. La burguesía industrial y anticlerical, había fundado también su sistema
,r.¡,,,.-:.tn"•rn creando las nuevas universidades, en las cuales formaban a los nuevos
volu~ión Francesa. Lo cual no fue gratuito ya que las revoluciones de 1830 y
...,...~ ..·~ -· La ciencia aplicada repercutía en los avances tecnológicos en beneficio de
refleJaron el descontento social que habían negado los Tratados y los ·
· .•. producción fabril. Duby y Mandrou señalan que, tanto la publicidad como la
Por otra parte, la gran triunfadora de los sucesos revolucionarios era T .1:abJr:J..C2Lc·wn en serie (standard), logran la venta masiva en las grandes galerías de
duda, la Burguesía. Estrato social que desde hacía siglos venía acorralando'
de siglo.
vieja Europa feudal y que, por fin, habiendo asumido el control económico
ría ahora el poder político. Esta nueva clase social necesitó de las ' Esta cultura de lo tecnológico como resultado de la investigación científica,
.·;divc,rcJ·tada de lo social, es netamente positivista. La consecuencia de la derrota de
dieciochescas para llegar al poder. La nueva sociedad, sin embargo, como lo
slevantamientos de mediados de siglo y del triunfo de la Revolución Industrial
ten .Duby y. ~androu, fue. una sociedad más igualitaria en principio que
i~r1Europa Occidental, fue el camino libre para la burguesía.
reahdad cotidiana. Y el tnunfo burgués se vio reforzado por la eliminación
pequeña burguesía y de los primeros proietarios urbanos y rurales. '· El otro gran tema del siglo fue el de las nacionalidades. El nacionalismo
anhelo de identidad y de unión histórica y. cultural, contribuyó a delinear
En esta configuración social y política hay que encuadrar las ideas
nueva concepción del Estado. Este no debía regular la economía, no debía
ticas, que o~~si~ron a la Racionalidad de la revolución, la Historia y a la .,..:·i,nt.:rnrt:>ni,. en la ley de la oferta y la demanda, su función era más bien, legislar
leza, la Leg¡tlrmdad, como lo sintetiza Vicens Vives.
teger las fronteras nacionales y ampliar los mercados.
. . Puede decirse, entonces, que en la primera mitad del siglo, se reordenó · Se entiende, entonces, por qué en el Congreso de Berlín de 1885, se repar-
VIeJa Europa monárquica y legitimista, lo cual implicaba la restauración de · · <·· . r,.,,.rnn el mundo salvaje, lo cual impidió que lucharan por los mercados protegidos
valores tradicionales del· Antiguo Régimen. ·
'misma Europa. Solución efímera, los roces y las intrigas culminarían con la
/ . Sin ~mbargo, como bien señalan los autores mencionados, los procesos ......... rr ...... , .. "' Guerra Mundial en 1914.
to~Icos no tienen retorno. Y esto significó que, si bien la Restauración, con la S
Esta Europa confiada y orgullosa de sí misma, progresando en todos los
A_lianza a la cabeza, pretendió defender el viejo Estado, el pueblo no a. ·.... uu.L 11 a
,s'~;a~pe<:to:s. supuso que también las luchas sociales se verían resueltas, como dicen
di?ho proces?. Esta grieta abierta entre el Poder Real y la población cada vez
drou, en la medida en que los obreros ganasen mejores salarios y la
m1serable, dio lugar a dos vertientes del romanticismo.
~·.';;!;~grslac:i.ó·n les otorgara seguridades laborales y sociales. Lo que omiten las versio-
Vicens Vives advierte que la corriente romántica de carácter oficiales es que el resultado del mejoramiento de las condiciones de trabajo
histórica, es la que apoyó los primeros años de la Restauración. Y la producto de la lucha y de la organización obreras. Y que la lucha de clases
prog_resista, q~e. se nutrió del naturalismo del siglo XVIII, fortaleció las resolvía solo con un aumento de salario ya que el sistema reproduce la
cornentes socialistas que protagonizaron las revoluciones de mediados del g~!:rrg;ualldaLd en algún otro punto de la escala social.
. Con la Revolución Industrial en pleno desarrollo, los gobiernos Es decir que a fines del XIX, Europa no era revolucionaria como un siglo
ahados con la gran Burguesía, reconocieron y temieron a la vez, al pr<)telGaria porque tampoco creía en las revoluciones sociales a la manera romántica. Sin
como grupo social emergente de la nueva situación económica. Fueron los so era polifacética en sus doctrinas políticas y sociales. ·El liberalismo eco-
tas (con Proudhon y luego con Marx) los que concretaron el temor b ' practicado en los mercados nacionales, tocaba su fin y las nuevas ideas de

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un Estado Administrador empezaban a plasmarse para regular la lucha de clases
El arte presagiaba la catástrofe y la desigualdad para con el mundo colonial
tardaría en estallar con las guerras de liberación. La ingenuidad quizás había si
romántica, pero la soberbia eurocéntrica era, sin duda, positivista.

LAS CORRIENTES DE PENSAMIENTO:


ROMANTICISMO Y POSITIVISMO
Tanto las corrientes de pensamiento como los movimientos artísticos y lite~
. rarios reflejan el triunfo de la Burguesía del XIX. Es decir, que el asentamiento
burgués en lo político-económico, corno se dijo antes, también repercutió en el
plano intelectual. Si bien es cierto que dicho asentamiento caracterizó a todo el
siglo, no lo es menos que, entre el subjetivismo sentimental del romanticismo y la
confianza absoluta en la ciencia, típica del positivismo, se encuentra toda la gama
del pensamiento, incluyendo la crítica radical al capitalismo que efectuó el rnarxis-
Quizás la riqueza y la complejidad de la trama intelectual de esta época se
en gran parte, corno sostiene Vicens Vives, a los dos polos entre los que se
el ideal burgués: libertad y orden.
Libertad para organizar la vida económica y política que favoreciera sus
negocios.
Orden para defender la propiedad privada y evitar los conflictos sociales.
Ideas opuestas que la burguesía logrará unificar en 1a concepción demo-
Crática de la libertad individual dentro del orden sociaL Orden que, de hecho,
y (Restauración de por medio) también de derecho, había construido y
hegernonizado.
Puede decirse, entonces, que los movimientos intelectuales y artísticos, en la
medida que se acercaban más a un polo que a otro, representaban a los sectores
sociales que privilegiaban la libert.ad sobre el orden <la línea radkal del romanti-
Cismo y el socialismo) o el orden sobre la libertad (el romanticismo conservador y
~1 positivismo).
Es en esta dicotomía que adquiere sentido la división de1 siglo que, en
general, efectúan los autores. La primera mitad del siglo está marcada por el
Romanticismo en sus dos versiones. Y la segunda, posee la impronta indeleble de1
· Positivismo.
El predominio de una corriente sobre la otra, refleja los cambios estructu-
rales que vive Europa en este siglo.
En la primera mitad del siglo, como ya se dijo, la influencia de la Restau-
sobrepasó los límites de la organización política. El descreimiento en la
desembocó en la huida romántica. El subjetivismo revalorizó la intuición en
'.'aetnn1ento de la deducción lógica.
, , .. . Como bien señalan Duby y Mandrou, el romanticismo se define por una
. actitud, una reacción contra el racionalismo en nombre de la sensibilidad y de la
fe religiosa. .
· Esta actitud generalizada frente al racionalismo, no es homo.génea respecto

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de la situación política. El ala radical del movimiento romántico (Romantici Enfrentados a estos teóricos del socialismo romántico, se hallan los pensa-
Social) continuó con la crítica a la manera dieciochesca. Duby y Mandrou ~d s conservadores de la Restauración. Ambos enfoques, como se dijo antes, nu-
lan, con acierto, que esos pensadores fueron reveladores del mal que pa.aecta oreJa corriente romántica de principios del XIX. Sin embargo, la defensa del
siglo y que tenía la esperanza detrás no delante. En esta añoranza ~·n en liettnnento de la libertad y de la igualdad, tendría dos exponentes: Bonald
social, en medio de la vuelta al Antiguo Régimen, los románticos socaaJles .. Maistre. . .
acusados d~ utópicos y de antiprogresistas. Pero fueron ellos los que !::!t'l'\n'l'·ho ....... .Y Ambos desarrollaron la filosofía católica contrarrevolucionana que, como
que la burguesía tenía al proletariado, constituido como una nueva ·ene Zeitlin no solo brindó una defensa ideológica al orden post-revoluciona-
enfrentada a ella. Y en este sentido, ·gran parte de la Utopía de una soc:iectad sostíy la Restauración,
río ' sino que hasta pregono~ una mayor regreswn · ~ a1 v·IeJo
·
conflictos de clases e intereses contrapuestos, se convierte en positivista,
a que, en primer lugar, no se cuestionará el orden social dado. Y en se Ré 'roen.
g¡ Bonald creía en el orden divino: Dios impuso el lenguaje, la sociedad y la
lugar, la armonía que· enuncian supone la resignación de los obreros en
orden desigual. · · toridad como bases de la verdad. A diferencia de los teóricos radicales la ciencia
au cumplía un papel protagónico en el progreso humano. Para Maistre, como
Los exponentes más importantes del Romanticismo Social son L)a1m~-.;,Irn1nr ~¿lara M. Harris, la ciencia e~brutecía al no permitir el desarrollo de la verdadera
y Proudhon.
filosofía basada en las Escnturas. .
Saint-Simon se acerca a los teóricos de la Restauración (que veremos E's interesante destacar, siguiendo a Zeitlin, que estos autores consideraban
adelante) en su admiración por la unidad social de la Edad Media, pero rec que el salvajismo no era la condición inicial de la humanid~~ sin? .un ~sta~o
que no se puede volver atrás y en este sentido, como lo advierte Zeitlin, se c:o.... a ...t.:'-i.'~¡¡j·:·, terminal en el que el hombre ha perdid? totalmente ~u J?erfeccwn ongxn~na. Sm
de los pensadores conservadores. · embargo, no debe confundirse esta doctnna degeneracwn~sta de la h~m~1mdad con
Saint-Simon sostiene que el conocimiento humano había pasado por la idea de hombre a medias de Buffon, ya que la corriente matenahsta ~e las
etapas: de la teológica a la metañsica y de ésta a la científica. La Fisiologfa ciencias humanas tenía su origen en el racionalismo ilustrado, como se anahzó en
era, pues, la disciplina que se ocuparía del estudio de la conducta humana. apartado que corresponde al siglo XVIII. . .
este pensador la dirección de la sociedad debe.es~ar en.m~os de los nr,nn,, ...,,,
Por otra parte, no puede dejar de señalarse que ambos expusieron una sene
(industriales y científicos). Por lo tanto, el conocmnento científico re~emLpl;az;:rra
ma y los industriales y los científicos a la aristocracia y al clero, como lo siiJLtetiza de ideas, como lo advierte Zeitlin, que han sido incorporadas desde entonces a la
Zeitlin. · sociología como conceptos y suposiciones directrices importantes. Una de ellas, por
~ejemplo, se refiere a la noción de que la sociedad, es una :ealidad mayor q~e los
El conocimiento, entonces, constituye la potencia del progreso y cohesiona individuos, que la componen. Otro legado importante es la Idea de que la sociedad
sociedad la cual es para Saint-Simon una comunidad de ideas. Para lograr
rencia e~ esta totalidad hace falta el desarrollo de la Filosofía Positiva. La · precede al individuo. . . . . , .
·. ·.· Las costumbres, las creencias y las mstitucwnes se hallan orgamcame~te
del hombre debe tomar como modelo a las otras ciencias de la naturaleza. entretejidas, de modo que el cambio, o la reforma de una parte altera las compleJaS
Saint-Sil;non reconocía el conflicto entre las clases sociales y sostiene relaciones que mantienen la estabilidad de la sociedad como un todo. Estas afir-
para refrenar al proletariado hay que usar la fuerza para imponer el orden ·maciones fueron retomadas por el positivismo y desarrolladas por autores como
o lograr que amen ese orden. . . · Comte y Durkheim. . .
. La doctrina saintsimoniana fue desarrollada y sistematizada luego por Para los teóricos conservadores las instituciones son medios positivos por los
te como veremos. Queda claro, entonces, que la idea de una etapa positiva de que se satisfacen las necesidades humanas básicas. La problemática será
so~iedad cuya dirección la ejerce la ciencia, ya apareció a principios de este · . profundizada por el Funcionalismo en el siglo XX. (Ver Teoría ~uncionalista).
Los pensadores positivistas enriquecerán este enfoque. Sin embargo, se perderá Dicha corriente teológica-reaccionaria no prosperó a lo largo del siglo, pero tuvo
noción de conflicto en favor de la influencia organicista. gran repercusi9n en los partidarios del orden burgués que pregonab~ la lleg~da
Proudhon fue más radical que Saint-Simon y atacó la sociedad mercantil de la era positiva. Este paso, entonces, de la primera a la segunda mitad del siglo
el capitalismo como representantes de un Estado explotador. Duby y 1vumalrou está marcado por el triunfo del positivismo. . , .
resumen su pensamiento, destacando que era un observador lúcido de las .. El Positivismo como corriente de pensamiento, constituye la nueva smtesis
des sociales; Partidario de la anarquía, es decir, de la supresión del n...,·,n,.,•ln,.n ·. ··. teórica de mediados de siglo, ya que se acerca al Romanticismo en sus planteos
autoridad y del funcionarismo centralizado y comunal. Para él la conciencia antirrevolucionarios y conservadores y se aleja de él al reemplazar la fe en el
ca y privada, basada en el desarrollo. de la ciencia y el derecho, bastaba para dogma religioso por la fe en la ciencia experimental. Por lo t~nto, algunos de los
mantenimiento del orden y de las libertades individuales. .·postulados básicos del siglo anterior resurgirán con nuevo vigor para tratar de
Esta corriente romántica-social es importante, también, porque parte eXplicar la evolución socio-cultural de la humanidad.
este vocabulario socialista pasó a formar parte del lenguaje cotidiano: exp .\ Como bien destacan Duby y Mandrou, los triunfos científicos de los años
y organización, producción y consumo, burgués y proletario. Aden:tá~'. siguiendo ~1850-1880 fueron triunfos de lo mensurable, es decir, de las matemáticas. Expe-
estos autores, el planteo de la revolución del 48 ya no será solo pohtico. La .riinentar con lo infinitamente pequeño (celular) o con lo infinitamente grande
lución debía ser una revolución social. (astrofísica), es avanzar por el mismo camino.

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considerada una teoría científica. No analizaremos en este apartado la teoría
En tal sentido puede decirse que la biologí~ representó el lazo entre marxista (Ver Materialismo Histórico), simplemente aludiremos a su lugar en este
ciencias de la naturaleza y las ciencias del hombre. Para éstas últimas la se siglo y a las profundas e irreconciliables polémicas que desató.
'da mitad del XIX es particularmente exitosa. N o sólo se replantean los mé Marx fue, de acuerdo con Duby y Mandrou, el fundador del Socialismo
los campos de estudio, sino que se crean nuevas disciplinas (por ejemplo la Científico, a la vez que un luchador, constituyéndose en el mejor sociólogo de su
pología y la sociología) que intentarán establecer leyes generales que av'"'"~ ... - época. ~in ~uda reto~~ algunas de las cuestiones abi~rtas. por el Iluminismo como
el comportamiento humano, la cultura y la sociedad. la exphcaci_on matenahsta de la naturaleza y de la h1stona humanas, así como la
· Pero quizás la síntesis del paradigma la resumen Duby y Mandrou actitud crítica frente al orden imperante. Es iluminista también la relación estre-
señalan que el triunfo de la ciencia debía ser el fin de las supersticiones. cha que establece entre pensamiento y acción, como lo hicieran los filósofos socia-
Es esta mirada desbordante de orgullo y de confianza en sí misma, la les. Su pensamiento forma parte del XIX y, como tal, no podía estar a usen te la
Europa dirigió al resto del mundo. Y en el colosal intento de reconstruir la hi noción de progreso. En este sentido se aleja del positivismo al plantear la sociedad
de la humanidad simplificó de tal manera la diversidad cultural y social en sin clases y la abolición de la propiedad privada, como metas progresistas de la
de una ley general de la evolución y organización socio-cultural, lo que en el sociedad.
siguiente se denominó peyorativamente historia conjetural. Los conceptos de modo de producción, infraestructuras, superestructuras,
Como bien señala Zeitlin, fue Comte (al que generalmente se considera lucha de clases, alienación, etc., son algunos de los aportes que contribuyeron a
fundador del Positivismo) quien sistematizó y desarrolló las ideas Saintsi'mo1rua crear una visión nueva de la sociedad capitalista y de sus problemas. Por lo tanto,
nas. Partiendo del término positivo como contrapuesto a la filosofía crítico-nega -.·como dicen Duby y Mandrou, Marx proporcionó al movimiento obrero un instru-
del Iluminismo, 1a teoría comtiana consideraba que las nociones de Orden y mento incomparable de análisis social a la vez que otorgó la esperanza de un
Progreso no eran irreconciliables. El principio del orden era un legado cnn:~Ar·m:lc·~~.'.i'!l':• mundo mejor, por el cual la lucha adquiría un nuevo significado.
dor (Bonald, Maistre) en cuanto al principio del progreso, se había originado La reacción contra el marxismo, es de este modo, una reacción contra la
las críticas de la Reforma y el Iluminismo. · práctica social, más que contra la teoría abstracta. El temor burgués reaccionq
Para Comte, la crisis social era producto de la coexistencia de las dos descalificando la teoría, al quitar importancia a la práctica revolucionaria. Pero
trinas antagónicas (la teológica y la metafísica). No es posible el orden hasta era ésta la que, en realidad, socavaba los cimientos de la sociedad capitalista.
ambas no sean superadas por la etapa positiva, que será más orgánica que Es en este marco, en que se desarrolló la discusión contra el Marxismo
teológica y más progresista que la metafísica. , desde el plano teórico, sin profundizar en sus condiciones básicas, lo que dio como
Zeitlin, cita un párrafo del Curso de Filosofía Positivista en el cual se ti:ll.Uuc~uu una vulgarización de la teoría, que tergiversó las más de las veces, los
cifica la superioridad de esta teoría: conceptos medulares de la misma.
Sin embargo, muchos autores se valieron de algunos conceptos claves del
"La filosofía positiva es indiscutiblemente superior, pues la libertad no es .. m.arJris:mo para elaborar sus construcciones teóricas desde una perspectiva opuesta
que 1a sumisión racional a la preponderancia de las leyes de la naturaleza". ala de ~arx. Uno de ellos fue el padre de la sociología moderna, E. Durkheim,
quien, leJOS de Marx, analizó también las relaciones entre el individuo y la socie-
Es interesante destacar, que para Comte el orden y el progreso con dad. La intención de otorgar cientificidad a los estudios de la sociedad lo acercó a
los aspectos estático y dinámico de una sociedad. Sin embargo, la ten las ciencias naturales en su afán de lograr objetividad y rigurosidad. Sostenía que
mejorar es espontánea y, por ende, no exige ninguna acción política especial los métodos adecuados a la ciencia natural pueden también ser adecuados a la
gida hacia el cambio. El temor a las revoluciones populares es palpable en ' ciencia social. En este sentido se aleja de Marx, como lo advierte Warner, ya que
frase. para el primero, la teoría debería reflejar a la vez que configurar el mundo. Es por
El papel· de la ciencia es, entonces, subordinar la razón a los hechos y · · ello que Durkheim es visto como un pensador positivista más que crítico.
método científico, por lo tanto, exige el estudio de la sociedad como un todo y . : . Concuerda con Comte (como señala Zeitlin) en la construcción de una fi-
separada en sus elementos componentes, según lo resume Zeitlin. .··.· losofía positiva para contrarrestar la filosofía crítico-negativa de los socialistas.
El pensamiento comtiano insiste más en la defensa del orden político Coincide con Saint-Simon en el supuesto de que la sociedad es una comunidad
social que en el desarrollo de la noción de progreso. Analiza estos términ . d~ ideas. Para Durkheim el sistema moral que necesitaba la sociedad debía unir
como de validez universal. Lo que Marx desenmascaró fue, justamente que en un orden solidario a las clases, los estratos y los grupos ocupacionales. Y esta
orden no era tal, sino que era un orden impuesto por una clase. Y el :moralidad sería secular.
significaba el enriquecimiento y la expansión de la burguesía a costa del < . • La premisa de la cual parte Durkheim, para analizar la sociedad, se remite

letariado. ~~ I?ea, también saintsimoniana, de que la sociedad no es un simple agregado de


Esta corriente positivista tuvo otro gran exponente hacia. fines de siglo: VIduos, sino una máquina organizada, cuyas partes se interrelacionan cum-
····n,~--..J- cada una una función determinada.
Durkheim. Pero antes de resumir sus ideas, conviene aclarar que parale
a las corrientes hegemónicas de la ciencia y de la filosofía, se desarrollaba la Para superar el descontento y las crisis sociales, debían superarse los anta-
marxista, la cual en virtud de la crítica permanente al statu quo burgués, no ''nron'isnlos. Las viejas normas e instituciones contribuían a la desintegración, por lo

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cual debía elaborarse una nueva ley y una nueva moral que integrase a la soci social y la ausencia de normas morales apropiadas por las cuales orientarse. La
orgánicamente. función de los grupos ocupacionales sería la de fomentar la reintegración. El uso
Para Durkheim la solidaridad mecánica, característica de las de estadísticas para apoyar el trabajo empírico, característica fundamental de la
tribales, se define por la homogeneidad social, es decir, que las indi ~·~.u.a.c:u.l\.u::u.tt::s sociedad actual, tiene como precursor a Durkheim.
hallan inhibidas. En cambio, en las sociedades modernas prima lo que r~.o,nn .......... _.L.• La otra gran obra que merece mencionarse, sobre todo por su relación con
solidaridad orgánica que, como señala Warner, se caracteriza por la es¡Jec:tau.za~ la antropolo~a, es la titulada Las formas Elementales de la Vida Religiosa. En
ción y el desarrollo de la singularidad individual. ella, Durkhe1m se ocupa de los orígenes y de las causas de la religión. Uno de los
Uno de los aportes fundamentales de la teoría durkheiminiana, consiste postula~os centrales, que Durkheim)egará al pensamiento del siglo XX se centra,
la definición y delimitación del objeto de la nueva ciencia sociológica. W como d1ce Warner, en los rasgos esenciales de la religión: su división del mundo
señala, que el objeto es la sociedad, estudiada a través de sus manifestaciones, en cosas sagradas y cosas profanas y su encarnación colectiva y social.
lo que Durkheim denominó hechos sociales. El lugar que ocupa la sociedad, en el sistema teórico durkheiminiano, puede
La primera regla del método social es, pues, tratar los hechos s decirse que es el eqmvalente al que ocupa Dios en los sistemas teológicos. La
como cosas. Esta afirmación desató muchas polémicas acerca de la validez sociedad proporciona a cada individuo, como señala Zeitlin el equivalente secular
método sociológico. Pero lo cierto es que dicha afirmación permitió compr y funcional del alma. '
y explicar complejas situaciones sociales, que de otro modo aparecían como Todas estas concepciones, tanto las románticas como las positivistas tuvie-
portamientos azarosos o aislados. En este sentido, de acuerdo con Warner, ron como ej~ la noción del progreso clásica del siglo XIX. Sin ese supuesto, no
decirse, que Durkheim estaba en lo cierto al señalar como hechos sociales quedan suficientemente explicados el optimismo y la fe en la ciencia característicos
origen y la persistencia. de las obligaciones morales observadas por los indi de este siglo.
duos. Este ejemplo ilustra, como se dijo antes, que la sociedad es más que
suma de las partes.
Respecto del método, Warner, destaca dos aspectos importantes de su
Por un lado, el tema de la causalidad, fundamentalmente reflejada en la
División del trabajo social. En esta obra, Durkheim desarrolla un
evolucionista al explicar el paso de la sociedad homogénea (solidaridad me~cáJmc:
a la sociedad compleja y heterogénea (solidaridad orgánica), como un problema
desarrollo de factores demográficos. Es decir a mayor volumen y densidad en
sociedades, mayor competencia. La competencia creciente produce la es1JecaaJllZ8
ción. La influencia de Darwin en este punto, tal como lo señala W
dable. La coexistencia de ocupación distinta permite moderar la coinpet~mcaa.
como especies distintas coexisten en el mismo territorio porque sus nece
son complementarias en vez de conflictivas.
La insistencia de Durkheim en moderar el conflicto lo convierte en un
mista y no en un revolucionario como lo era Marx.
El otro aspecto mencionado se refiere al funcionamiento de los fenóm
sociales. Construye una imagen de la sociedad como una entidad en movimi
lo que lo acerca al pensamiento organicista de la biología. La correlación en1tr~:~1'J~~.;
el tipo de solidaridad y el derecho penal, permitió a Durkheim analizar
funciones de las instituciones sociales, revelando sus contribuciones a la coh
y al orden social. En este sentido se constituye como antecedente de la e
Funcionalista (Ver Teoría Funcionalista). El análisis de la sociedad, prosigui
con la analogía organicista, presenta una normalidad que se define por los
chos que presentan las formas más generales: a las que se apartan de ellas
denominó patológicas.
La crisis moral que vive la sociedad moderna provoca conductas an10ffi1Ca~
en los individuos. Es importante destacar que la anemia, como lo advierte
se refiere no a la ausencia de toda norma moral, sino a la ausencia de las n
apropiadas.
En la obra El Suicidio, Durkheim, sostiene que el hombre moderno se
la vida principalmente como resultado de dos situaciones: la pérdida de contesl.oJ

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acuerdo absoluto era sobre la cuestión del progreso continuo, por un lado; e inde-
linido, por el otro.
Los pensadores que sostenían que la meta final era conocida (o sea, deter-
minado estado de cosas al cual se llegaría relativamente pronto) eran aquellos que
sostenían la idea de progreso continuo y quienes apoyaban la hipótesis opuesta, es
decir, la idea de que la meta era desconocida y el desarrollo sin fin, son los que
hablaban de progreso indefinido. Comte es el exponente más importante de la tesis
de la continuidad. Eran los pensadores del siglo XVIII quienes se acercaban a la
idea del progreso indefinido.
LA IDEA DE PROGRESO A medida que la ciencia contribuyó a mejorar el progreso material (como
señala Bury) que se hizo evidente desde mediados del siglo XIX, sin detenerse
Si existe un siglo asociado a una idea directriz, este es, sin duda, el XIX desde entonces, la creencia en el progreso se generalizó. La relación establecida
vinculado con la idea de Progreso: idea del avance gradual de la civilización desde entre progreso científico, progreso material y por ende, progreso de la civilización,
el pasado hacia el presente, se encuentra esbozada ya en el pensamiento griego. constituye la base fundamental por la cual la noción de progreso se asocia vulgar-
El hombre y la cultura civilizadora son, sin embargo, derivaciones de una Edad de mente a la técnica.
Oro pasada. Para los griegos, el presente no indicaba que se avanzara hacia una Esta ilusión de que el avance científico implica necesariamente avance
· meta mejor y, por lo tanto, deseable. material y social, es la que contribuyó a consolidar la idea de progreso indefinido.
Como dice Bury, la idea de progreso no aparece hasta que se conciba que la El problema central con el que se encontraron los pensadores del XIX fue
civilización está destinada a avanzar indefinidamente en el futuro, lo que en el que hasta el XVII la idea de progreso no había sido examinada a fondo sino que
pensamiento occidental ocurrirá a partir del siglo XVIII. se la daba por sentada. El afán de encontrar las leyes que rigen la naturaleza
La Edad Media, según lo dicho, no es tampoco productora de la idea men- humana los llevó a suponer e investigar que la existencia de una ley del progreso
cionada, ya que la fuerza del pensamiento teológico radica en el énfasis puesto en debía existir.
la vida ultraterrena y en el camino de la perfección hacia Dios. Esta vía desembocó en el controvertido Spencer, quién intentó, desde la
Es decir que hasta el siglo XIV no existe en el pensamiento occidental la teoría evolucionista de Darwin en el plano biológico, establecer la ley general del
Idea de Progreso, definida como avance ininterrumpido. El Renacimiento, con su progreso humano a partir de las leyes biológicas de la selección natural, la su-
profundo desprecio por la Edad Media, volverá su mirada a la Antigüedad Clásica, pervivencia del más apto, y de la cultura como producto de la herencia biológica.
con lo cual tampoco desarrollará la noción de una humanidad en constante progre- En tal sentido, corno señala Bury, la civilización representa las adaptaciones que
so hacia el futuro, aunque empiecen a surgir algunas voces en este sentido (G. ya se han llevado a cabo y el progreso se revela como la serie de pasos sucesivos
Bruno por ejemplo). en ese proceso. Por lo tanto, el progreso no es un accidente sino una necesidad.
Es, sobre todo, el pensamiento francés de la ilustración el que dará forma El progreso humano aparece como una secuela del movimiento cósmico general,
a esa idea, aún sin la fuerza de ley, que será el intento característico del XIX. El del cual los sujetos solo forman parte del camino pred,eterminado.
principal aporte a su construcción se debe a Guizot. La asociación estrecha e Las consecuencias político-ideológicas de esta teoría son bien conocidas. Los
indisoluble entre el concepto de civilización y la noción de progreso, es obra suya, pueblos considerados inferiores, lo son por ley natural y no hay cambio histórico
según señala Bury. Por primera vez, se intenta explicar el progreso sin recurrir a posible. De aquí al racismo como doctrina seudocientífica habrá un paso.
la Filosofía. La modernidad de Guizot consistió en tomarlo como un hecho que se La paradoja de Spencer se sintetiza al señalar que las virtudes que él seña-
reflejaba en la humanidad. laba como indicadores del progreso de una generación a otra, constituyen procesos
Pero fue Saint-Simon, con su teoría del desarrollo humano atravesando de adquisición cultural en distintos contextos históricos. La diversidad cultural no
épocas críticas y épocas orgánicas el pionero de la idea en los términos en que la está atrapada en una serie de genes hereditarios y prefijados en el sistema ner-
concibió el siglo ~ vioso sino que por el contrario refleja la capacidad humana de aprender y de
Ahora bien, es importante señalar, con Bury, que esta noción, no supone transmitir experiencias distintas en situaciones distintas.
solamente mejora material y bienestar social (lo que las constituye como reivin- Todas estas concepciones tuvieron como consecuencia que hacia 1870 y 1880
dicaciones socialistas) sino que implica también el desarrollo de la vida indivi- la idea del progreso se convirtiera en un artículo de fe para la humanidad con lo
dual, de las facultades propias de cada hombre, de los sentimientos y de las cual perdió gran parte de su validez científica.
ideas. Para concluir, debe señalarse que esta idea no está fuera del contexto his-
tórico científico que venimos analizando y que por ende refleja también, en este
A mediados del XIX ya no estaba en discusión la posibilidad de progresar
aspecto, el triunfo de la sociedad burguesa europea, dueña del mundo y autora de
(material y espiritualmente) y menos aún que la civilización era el grado máximo las leyes sociales que quedaron así legitimadas como naturales, con su atroz con-
de progreso que había logrado la humanidad hasta el momento. En lo que no había secuencia para las clases oprimidas, pero también, para los pueblos no europeos.

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La ilusión del progreso podría decirse que representa nuevamente otra ilu-
sión característica del capitalismo industrial, que expone el progreso de una cul-
tura y de una clase social como. si fuera el progreso de la humanidad entera.
Homogeneización que, como se dijo, es consecuencia de la expansión planetaria de
Europa.

EL PENSAMIENTO EVOLUCIONISTA

. La búsqueda de leyes y el afán de explicar la naturaleza humana como tal,


llevó a los pensadores del siglo XVIII, (Ver siglo XVIII) a bucear en las ciencias
naturales. Pero, es interesante aclarar que, en realidad, el modelo de perfección y
ngurosidad científica, lo constitufa la Física Mecánica. La máxima expresión, en
.·este sentido, era la Física Newtoniana. La ley de gravedad, cumplía, por así decir-
·to, las expectativas de los pensadores sociales, que intentaban establecer leyes
similares para el comportamiento humano. Esta influencia se reflejó en lo que se
'denominó el mecanicismo en las ciencias sociales. Sin embargo, debe destacarse,
que el desarrollo de la Física en el siglo XIX, se apartó del modelo mecánico de
Newton, sin negarlo, para investigar otros aspectos como la energía.
En palabras del premio Nobel de 1932, Werner Heisenberg, la imagen
materialista del universo, basada en las leyes de la Mecánica, ha madurado: la
naturaleza se presenta como un sistema de movimientos, de energías, de magni-
tudes mensurables.
Este cambio, desde la Física Mecánica, hasta la Física Cuántica también
influyó en las demás ciencias, más allá de las ciencias sociales. La consecuencia
' .·.más importante, en este sentido, según Heisenberg, fue que en la física Cuántica,
las leyes de la Naturaleza no tienen un carácter tan estricto como en la Física
Clásica; no se da un determinismo riguroso de los fenómenos, sino simplemente
leyes de probabilidad. La estadística social del siglo XX sería la gran heredera de
·•·. este nuevo modo de pensar la realidad. .
La biología, la otra gran ciencia que admiraban los científicos sociales por
su rigurosidad, también tomó parte en este cambio de actitud. Las leyes de la
evolución biológica, que rompieron con el supuesto fijismo de las especies, tam-
bién lograron una síntesis de gran alcance explicativo, no sin problemas, como se
verá.
Puede decirse entonces que la teoría de la evolución, basada en los viejos
.· ••··. conceptos del XVIII (de lo simple a lo complejo) representó el desplazamiento desde
• , el interés que tenían los filósofos sociales por las leyes de la física, siendo aquélla
el nuevo lazo entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias humanas.
La ambición que caracteriza a la ciencia del XIX tiene como fundamento, de
acuerdo con Duby y Mandrou, la fe en un progreso científico capaz de reunir a
·todas las ciencias en un solo saber de base matemática que explicaría el universo
y las galaxias, el hombre pensante y aún Dios.
Con este espíritu, siguiendo a los autores mencionados, las ciencias del
hombre buscaron las leyes generales de un determinismo humano. Los ~xpon~ntes
más claros y paradigmáticos de esta transición fueron Spencer y Darw1n quienes

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influyeron de manera directa en el pensamiento antropológico del siglo que estu-
diamos. -
El esfuerzo de Spencer por probar que la naturaleza humana, como
todo lo demás en el universo, era un producto de la evolución, abrió el camino,
más o menos directamente, al determinismo racial, como se verá en otros
capítulos.
Según M. Harris, fue Spencer y no Darwin quien popularizó el término·
evolución y la expresión supervivencia del más apto. La idea de que existía una ley
universal de desarrollo, lo llevó a sostener que "la civilización en lugar de ser un
artefacto, es parte de la naturaleza". . LA ANTROPOLOGÍA EVOLUCIONISTA: MORGAN Y TYLOR
La diversidad de la conducta y de la cultura humanas se incluyen, por lo
tanto, en esta ley universal. La consecuencia más radical de este pensamiento, · El pensamiento antropológico de la segunda mitad del siglo XIX, como se
consistió en la sobreestimación de los factores hereditarios, siguiendo a Harris, viene remarcando, no es ajeno a la producción científica de la época. Comparte las
como elementos causales de la conducta humana. En este sentido, el siglo XIX es ideas directrices del progreso, de la evoluCión, pretende construir una ciencia a la
el autor y el responsable de la discriminación racial basada en supuestas y poco manera positivista, objetiva y universal. '
probadas causas científicas. No hay que olvidar e~ contexto de producción de las La continuidad entre el evolucionismo .biológico y cultural de la década de
teorías, ya que el colonialismo aprovechó los teóricos del capitalismo industrial, 1860, y la creencia de 1760 en el progreso y en la perfectibilidad, como señala
como advierte Harris. Harris, no tiene fisura. La idea básica del XVIII, que define al salvajismo como el
La extrapolación que hizo Spencer de las leyes biológicas rigiendo también primer estadio evolutivo de la humanidad, pasando por la barbarie, hasta llegar
la vida social humana costó mucho a las ciencias del hombre. Aún hoy las a la civilización como la cumbre del proceso, también refleja la continuidad de un
vulgarizaciones de este pensamiento provocan conflictos que carecen de base cien:. siglo a otro.
tífica. Sin embargo, en la medida en que las ciencias sociales van desarrollándose
El otro gran exponente, como se dijo, fue Darwin. Su obra El origen de las de un modo que las aproxima al ideal positivista, se asimilan a las ciencias de la
especies, reafirmaba la existencia de leyes de la naturaleza, la inevitabilidad del naturaleza, como lo advierte A. Hans. En este sentido, domina un interés
progreso y la justicia de] sistema de la lucha, sin la cual, no se puede alcanzar el cognoscitivo de cuño puramente técnico, y en consecuencia, como observa dicho
progreso, corno resume Harris. Aunque en esta obra no se hace mención a la autor, la teoría elaborada viene a serlo desde la actitud y posición del técnico.
evolución humana, se deduce que ella obedece a las mismas reglas que la evolución En este punto puede señalarse, si no una ruptura, al menos un cambio de
énfasis. El racionalismo de la centuria anterior suponía avances en la razón como
animal.
El aporte fundamental de esta obra lo recogen las ciencias naturales al . el indicador más claro del progreso humano. A partir del pensamiento evoluci~nista,
debilitar para siempre el argumento teológico sobre la creación del mundo y por será el progreso técnico el que determinará el estadio evolutivo en el que se halla
lo tanto, también la imagen del hombre como criatura privilegiada de Dios. Somos una sociedad. Es así como el paso del salvajismo, definido como estadio de caza-
una especie más de entre las miles de especies que pueblan el plé).neta. Tan sujetos dores-recolectores, hacia la barbarie, agricultores incipientes, etapa protoestatal
a las leyes naturales como los animales y las plantas. El afán de cientificidad, hasta llegar a la civilización, cuyos atributos representan la cúspide de la evolu~
típico, de este siglo, desembocó en la estrechez del pensamiento evolucionista res- ción, sobre todo a partir de la Revolución Industrial, indican la importancia dada
pecto del aspecto sociocultural. a lo técnico como resultado del proceso de complejización de la humanidad. Esta
En La descendencia del hombre, Darwin plantea específicamente (como se- noción, sumamente difundida hasta hoy, será cuestionada por las escuelas antro-
ñala Harris) la cuestión de la relación entre la selección natural y la evolución pológicas del siglo XX. En este sentido, las sociedades primitivas serán vistas como
humana. Péro, para esta época, la influencia de Spencer con su aplicación de la ·etapas anteriores, por las cuales también atravesó Europa. El agregado racista 1e
teoría biológica a la evolución sociocultural resumida en la supervivencia del más otorgó a esta secuencia, el sello clásico del evolucionismo, al sostener que los
apto ya era moneda corriente. grupos humanos transmiten por herencia biológica, aptitudes culturales.
El problema de Darwin, semejante al de Spencer, consiste en no separar los Los grandes sistematizadores, en la antropología de esta época, fueron H.
cambios producidos y determinados por la herencia biológica, de las conductas Morgan y E. Tylor.
aprendidas y por lo tanto extrasomáticas. Morgan concebía la historia humana dividida en los tres estadios menciona-
La mirada asombrada que dirigió el siglo XVIII a los salvajes ya se había dos? de los cuales los dos primeros se dividían en subperíodos. Reconocía también,
perdido. La idea evolucionista de seres inferiores biológica y culturalmente legiti- como señala Harris, una evolución respecto de la familia cuyo primer estadio lo
maría el avance industrial y la proletarización de estos pueblos. En éste sentido, c??stituí~ ~a promiscuidad, luego surgía la filiación matrilineal, le seguía la filia-
puede decirse que la idea buffoniana del salvaje como hombre a medias se llevó Cion patnhneal, hasta llegar a la monogamia como su máxima expresión.
hasta las últimas consecuencias. :tJno de los aportes fundamentales de esta corriente a la antropología moder-
na reside (en la suposición básica y original de Morgan) en que Ias terminologías,

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son un producto de las diferentes formas de la familia y de la organización del
grupo. Se le debe también (como advierte Harris) la idea del parentesco como
regulador de la vida social entre los primitivos y su debilitamiento en sociedades ·
estamentadas o de clases, a medida que evolucionan.
Las razones por las cuales Morgan no abordó el estudio de lo mágico-re
so, hay que encontrarlas en la concepción que tenía sobre la irracionalidad de
dichos fenómenos lo que impedía su estudio científico.
A diferencia de Morgan, el tema central de la obra de Tylor, La cultura
Primitiva, lo constituye la evolución del concepto de animismo, que es la definición
mínima que este autor da de la religión.
El animismo existe donde quiera se de una creencia en almas, espíritus,
demonios, dioses. Esta teoría, señala Harris, parte de la creencia en el alma BURY, J., La idea del Progreso, Madrid, Alianza.
humana. La limitación del análisis, que señala Harris, consiste en que basa la DUBY, G., y Mandrou, R., Historia de la Civilización yra1~c~sC:, México, F.C:.E., _196?.
evolución de la religión solo en la capacidad de la mente humana de HANS, A., El mito de la razón total. En: La disputa. del posztwzsmo en ../..a soczologw alema-
autoperfeccionarse, mencionando apenas los aspectos institucionales. Al no rela- na., Barcelona, Grijalbo, 1969.
cionar la secuencia de la religión con la organización social correspondiente, el HARRIS, M., El desarrollo de la. teoría antropológica, Madrid, S. XXI, 1983.
análisis del fenómeno derivó según Harris, en lo que luego se denominó explica- HEISENBERG, W., La imagen de la naturaleza en la física actual.
SMELSER Y WARNER, Teoría Sociológica, Madrid, Espasa-Calpe, 1982.
ción mentalista. teoría sociológica, Buenos Aires, Amorrortu, 1982.
El otro concepto importante empleado por Tylor, es el de survivals (super-: n1.~;;r.n¡na. General Moderna, Barcelona, Montaner y Simon, 1979.
vivencias del pasado) que se refiere a los fenómenos que tuvieron origen en una
época anterior y se perpetúan en un período en el que perdieron las condiciones
que le otorgaban significado. Existen ciertas costumbres que se siguen sin recono-
cer su utilidad inmediata, reforzadas por el hábito, como los botones en la manga
de los sacos, aunque los survivals socioculturales pueden adquirir un sentido re,.
novado a la luz de nuevos discursos revalorativos de la vida tradicional, por ejem-
plo.
No puede dejar de mencionarse, aunque más no sea, que los estudiosos de
la segunda mitad del siglo XIX recurrieron a un procedimiento especial llamado
método comparativo. La base de este método, como lo advierte Harris, era la
creencia de que los diferentes sistemas culturales que podían observarse en el
presente, tenían un cierto grado de semejanza con las diversas culturas desapare-
cidas. La conclusión lógica a la que arribaron fue que las formas más simples son
las más antiguas. El origen de este método se remonta al siglo XVIII.
La importancia de los datos diacrónicos tiene estrecha relación con la bús-
queda de los orígenes a partir de los cuales se establecen las secuencias evolutivas.
En este sentido, los rasgos más interesantes de la humanidad eran las semejanzas
porque de ellas de"pendía la ciencia de la Historia Universal.
Esta corriente sería criticada en el siglo XX por el Funcionalismo, que los
acusará de antropólogos de salón, debido al gran uso de fuentes indirectas· que les
permitía sostener el método comparativo. Más allá de las limitaciones y de las
críticas, es importante destacar que a partir de allí, la Antropología se apropió de
un objeto de estudio, la sociedad primitiva, constituyéndose de esta manera en una
disciplina científica.

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