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!47 W. DAHLHEIM, Gewalt und Herrschaft. Das provinziale Herrschaftssystem der römischen Republik,
Berlín, 1977, 100 ss.
!48 Diferentes aspectos de la rica problemática que el tema de la atracción de las minorías rectoras
indígenas al servicio de Roma plantea, en conexión con el problema de la urbanización, han sido
tratados por E. SCHÖNBAUER, "Reichsrecht, Volkrecht und Provinzialrecht", ZRG 57, 1937, 309 ss.; E.
BADIAN, Foreign Clientelae (264-70 B.C.), Oxford, 1958; C.K. WARRINER, "Social Integration and the
nature of Urbanisation", en R.L. STAUBER (ed.), Approaches to the Study of Urbanisation, Lawrence/
Kansas, 1964, 94 ss.; P. GARNSEY, Social Status and Legal Privilege in the Roman Empire, Oxford,
1970; P.A. BRUNT, "The Romanisation of the Local Ruling Classes in the Roman Empire", en
Assimilation et résistence à la culture gréco-romaine dans le monde ancien, París, 1976, 161 ss.
! 49 G. FATAS, Contrebia Belaisca (Botorrita, Zaragoza) II. Tabula Contrebiensis, Zaragoza, 1980.
mostrado Fatás 50, Salduie era a comienzos del siglo I a.C. un importante centro
estratégico y administrativo romano, por su situación en el límite noroccidental de la
Sedetania, que era también el de la Iberia propia, frente a las tribus celtíberas, y
cabecera de una extensa comarca, a donde fueron a confluir los reclutas indígenas
solicitados por Roma a tribus y comunidades vecinas para sus necesidades bélicas, no
sólo como hasta ahora fundamentalmente contra otros pueblos peninsulares - no hay
que olvidare la sorda guerra que aún incendiaba la Celtiberia - sino, como en este caso,
para su utilización en Italia. Los lugares de procedencia de los soldados mencionados
en el documento así lo prueban, todos ellos situados en una amplia franja entre los
Pirineos centrales y el curso medio del Ebro. Están representados, entre otras, las
grandes tribus de los ilergetes, de cuyas ciudades Ilerda y Succosa procede la sexta
parte de los jinetes; de los vascones, con soldados de Segia e Ilurcis, y de los
sedetanos, con cuatro jinetes que encabezan la lista sin mención concreta de
procedencia por pertenecer a la propia Salduie.
La mención de tres jinetes, los tres de Ilerda, con nombre latino, en una época
en que la concesión de derechos de ciudadanía era un instrumento diplomático
otorgado apenas a las elites indígenas 51, así como la propia condición de jinetes, es
decir, de dueños de un caballo, de los componentes de la tropa, permite adivinar en el
reclutamiento un criterio social. El papel privilegiado del jinete en las sociedades
primitivas indígenas y la utilización del caballo como símbolo de riqueza abonan la
suposición de que los jinetes que tan valerosamente combatieron en Ascoli pertenecían
a la aristocracia indígena 52. En este sentido, podría ponerse en relación este
reclutamiento con un texto de Livio 53, referido a una época mucho más temprana, la de
la acción en la Citerior de Sempronio Graco, que exigió a la ciudad celtíbera de Certima
la entrega de cuarenta jinetes nobles, no a título de rehenes, sino para incorporarlos al
ejército como prenda de fidelidad de sus conciudadanos.
Entre los muchos aspectos que podrían analizarse o recordarse con referencia
al bronce de Ascoli destacaremos sólo dos: el hecho de que el reclutamiento auxiliar
traduce por parte de los romanos una necesaria adaptación a las condiciones
indígenas y el recurso a una fórmula que se desarrollará en época imperial, el de la
conscripción territorial. La provincia era esencialmente, desde el punto de vista militar,
!50 G. FATAS, "Los sedetanos como instrumento de Roma", Homenaje a D. Pío Beltrán, Anejos AEspA
VII, 1974, 106 ss.
!51 P. A. BRUNT, Italian Manpower, 225 B.C.-A.D. 14, Oxford, 1971, 204; A.N. SHERWIN-WHITE, The
Roman Citizenship, Oxford, 19732, 292.
!52 P. LE ROUX, L'armée romaine et l'organisation des provinces ibériques d'Auguste à l'invasion de 409,
París, 1982, 39.
!53 Livio XL, 47: sestertium quater et viciens ab iis exactum, quadraginta nobiles equites, nec obsidum
nomine - nam militare iussi sunt - et tamen re ipsa ut pignus fidei essent.
una fuente de reclutas disponibles. Sin una demanda sistemática, la presión de las
circunstancias ha jugado sin entrañar exigencias desmesuradas. Si hacemos excepción
de los mercenarios, los soldados de infantería y de caballería indígenas han sido
probablemente reclutados sobre la base de la organización social de las comunidades
solicitadas. Para Le Roux 54, también la importancia de la caballería hispánica, que
refleja no sólo el bronce de Ascoli sino otras menciones literarias, responde al papel
privilegiado del jinete, cuyo puesto en la guerra remite a la jerarquía indígena. La
elección descansa, pues, sobre la aristocracia de los grupos dominantes; los equites de
la turma Sallvitana, sin duda, no eran los más humildes de sus respectivas ciudades.
!54 P. LE ROUX, L'armée romaine et l'organisation des provinces ibériques d'Auguste à l'invasion de 409,
París, 1982, 39.
!55 Apiano, iber. 100; Granio Liciniano p. 31 (Flemisch). Sobre el personaje, T.R.S. BROUGHTON, The
magistrates of the Roman Republic, Ann Arbor, 19682, II 77 ss., E. BADIAN, "Notes on provincial
governors from the social war down to Sulla's victory", The Proceedings of the African Class. Ass. 1,
1985, 1 ss.
! 56 G. FATAS, Contrebia Belaisca (Botorrita, Zaragoza) II. Tabula Contrebiensis, Zaragoza, 1980, 111 ss.
!57 J.S. RICHARDSON, "The Tabula Contrebiensis: Roman Law in Spain in the early first century B.C.",
JRS 73, 1983, 33 ss.
profesionalizándose, concurren a la estabilización de la conquista. El reclutamiento
local de auxilia asocia la función militar y la función social del ejército en una
convergencia indispensable para el éxito de la empresa imperial. Los jinetes reclutados
en Salduie y otras levas en esta época, que conocemos por fuentes literarias 58,
testimonian la utilización por parte romana de indígenas que aún no han perdido sus
tradiciones guerreras, pero que se consideran parte de una estructura política superior
en la que desean integrarse y promocionarse como uno más de los muchos
mecanismos del complejo proceso de romanización que está transformando las
estructuras tradicionales indígenas, adaptándolas a las propias romanas. Es
significativo que Roma, en un momento de tensión límite como es el de la rebelión de
sus aliados itálicos o la subsiguiente guerra civil, encuentre una fuente de sustitución
en provinciales escogidos de áreas incluidas en la práctica administrativa imperial.
De todos modos, el papel que la turma Sallvitana juega en la guerra social, por
encima del cometido normalmente asignado a los indígenas como simples auxiliares de
un ejército romano en campaña, para llenar el vacío de los aliados rebeldes en las
unidades regulares de caballería, representa posiblemente un ejemplo de la efímera
utilización de jinetes extraitálicos en cuerpos de caballería regulares que, tras la guerra
y la promoción jurídica de los itálicos, podrían haber sustituido a las alae equitum
aliadas. Pero el estado republicano, con la tradicional miopía y falta de sensibilidad
para la administración de un imperio que les resultaba demasiado grande, no supo
sacar las consecuencias lógicas y dejó a un individualista ambicioso, César, la iniciativa
de forjar con jinetes de origen provincial un instrumento que aplicaría precisamente a
destruir ese Estado 59.
! 59 M. RAMBAUD, "La cavalerie de César", Mél. Renard II, Bruselas, 1969, 650 ss.
Las circunstancias de concesión de ciudadanía romana a la turma se explican
así satisfactoriamente; no, en cambio, la intencionalidad de Pompeyo en la utilización
de un expediente ciertamente aún inusual en el marco constitucional romano.
!60 CH. GOODFELOW, Roman Citizenship, Bryn Mawr, 1935; A.N. SHERWIN-WHITE, The Roman
Citizenship, Oxford, 19732, 291 ss.; A. GILBOA, Viritane Grants of Citizenship, Jerusalén, 1958; E.
BADIAN, Foreign Clientelae (264-70 B.C.), Oxford, 1958, 152; H. WOLFF, Civitas romana. Die römische
Bürgerrechtspolitik vom Bundesgenossenkrieg bis zur Constitutio Antoniniana I. Viritane Verleihungen,
Colonia, 1980.
Fue Mario, en este como en otros aspectos fecundo innovador de una institución
tan esencial como el ejército, el primero que utilizó el otorgamiento de la ciudadanía
como instrumento de recompensa para elevar el tono de sus tropas: dos cohortes
umbrias de Camerinum - unos 1.200 soldados - recibieron del general popular la
ciudadanía como premio por su valor durante la guerra cimbria 65 . Que el
procedimiento era desacostumbrado, si no inconstitucional, lo demuestra el hecho de
que a la acusación de haber obrado con este otorgamiento múltiple de forma ilegal,
contestó Mario con la irónica disculpa de no haber podido oir la ley con el ruido de las
armas 66.
!64 E. KÜBLER, 'peregrinus', RE XIX, cols. 645 ss.; F. VITTINGHOFF, Römische Kolonisation und
Bürgerrechtspolitik unter Caesar und Augustus, Wiesbaden, 1952, 13.
! 65 Cicerón, pro Balbo 20, 46; Val. Max. V 2, 8; Plutarco, mar. 28, 2; apopht. marii 202 D 5.
Esa misma ley debía contener una cláusula que autorizaba a los magistrados
cum imperio a conferir, con el concurso de su consilium, la ciudadanía a individuos
extranjeros. Al menos, esto es lo que parece desprenderse del documento de Ascoli, en
el que se hace mención explícita a la lex Iulia 67. Pero lo importante es que sólo a partir
de la guerra social el derecho constitucional romano contempla la posibilidasd de
autorizar a magistrados con imperium a conceder la ciudadanía romana como
recompensa militar, y que el el caso más antiguo conocido -y quizás el primero también
- es el documentado por el bronce ascolitano.
Las "clientelas militares".
El expediente utilizado por Estrabón en un momento crítico para reconocer y
premiar pública e inmediatamente la lealtad y el valor de extranjeros al servicio de las
armas romanas, será en adelante una práctica común, utilizada por los comandantes
romanos de la tardía república, que, en muchas ocasiones, han hecho uso de ella de
manera ilegal 68. Porque, independientemente de su ratificación legal, estas
concesiones eran una magnífica oportunidad para crear y extender conexiones
personales a las provincias, en una época en la que las clientelas comenzaban a ser un
factor de creciente importancia en la complicada política interior romana 69.
El decreto de Estrabón viene a ser así no sólo término de una trayectoria, que se
reconoce ahora legal, sino también punto de partida de un fenómeno mucho más
preocupante y decisivo en la historia de la tardía república, la concentración de poder
personal, de la que la creación de ejércitos personales es sólo el primer paso en una
trayectoria política que alcanza su punto culminante en la generación siguiente,
!67 No obstante, estas concesiones por valor militar parecen haber estado contempladas en otra ley,
promulgada un año después de la Iulia, probablemente por plebiscito propuesto por el tribuno L.
Calpurnio Pisón Frugi. Así al menos lo autoriza a pensar un fragmento de Sisenna (120, Peter): milites, ut
lex Calpurnia concesserat, virtus ergo civitate donari. El desajuste que crea el testimonio de Sisenna y la
mención de la lex Iulia en el documento de Ascoli no pueden ser explicados satisfactoriamente. Vid. las
distintas opiniones de G.H. STEVENSON, "Pompeius Strabo and the Franchise Question", JRS 9, 1919,
99 ss.; E. WIEHN, Die illegalen Heereskommanden in Rom bis auf Caesar, Marburg, 1926, 64 s.; M.
GELZER, "Cn. Pompeius Strabo und der Aufstieg seines Sohnes Magnus", Kleine Schriften, Wiesbaden,
1963, II 118; A. N. SHERWIN-WHITE, The Roman Citizenship, Oxford, 19732, 150 s.
! 69 E. BADIAN, Foreign Clientelae (264-70 B.C.), Oxford, 1958, especialmente cap. XI, 252 ss.
precisamente con el hijo del general que protagoniza el decreto de Ascoli, Pompeyo el
Grande 70 .
La reforma de Mario contribuyó a desarrollar una nueva relación de
interdependencia entre el comandante y sus tropas, múltiple y compleja, en ocasiones
descrita como "clientela militar", aunque más propiamente habría que considerarla
como un pacto de mutuo interés. Desde que las legiones se abren a un extenso
número de voluntarios proletarios, que esperan conseguir mediante el servicio militar
un cierto grado de bienestar y seguridad personal, el papel del comandante adquiere
una nueva significación. Puesto que los soldados naturalmente prefieren servir bajo el
mando de generales afortunados, que llenen generosamente sus deseos de
enriquecimiento, surge una dura competencia en el seno de la oligarquía dirigente por
conseguir mandos lucrativos en las provincias, donde más fácilmente es posible
satisfacer las aspiraciones de las tropas y, en consecuencia, asegurar su lealtad.
Porque, sin duda, el aspecto más significativo de la reforma de Mario es la
transferencia de la lealtad militar desde el gobierno constitucional a los respectivos
comandantes, que pueden así imponerse al propio gobierno. Sin embargo, esta lealtad
tiene unos fuertes límites, ya que está sólo sostenida por el interés material de los
soldados y, por ello, puede cambiar fácilmente o ser sometida a toda clase de
chantajes. El motín y la deserción se convierten así en instrumentos de una fuerza que,
independizada del Gobierno, se va desarrollando de forma autónoma, sometida sólo a
sus propios deseos 71.
!70 Sobre los ejércitos personales, entre otros, A.V. PREMERSTEIN, Von Werden und Wesen des
Prinzipats, Munich, 1937, 23 ss.; E. GABBA, "Ricerche sull'esercito professionale da Mario ad Augusto",
Athenaeum 29, 1961, 171 ss.; P. DE FRANCISCI, Arcana Imperii III, Milán, 1948, 233 ss.; J. HARMAND,
L'armée et le soldat à Rome de 107 à 50 avant notre ère, París, 1967, 442 ss.; V. GIUFFRE, Aspetti
costituzionali dei potere dei militari nella tarda repubblica romana, Nápoles, 1973; N. ROULAND,
"Armées personelles et relations clientelaires au dernier siècle de la République", Labeo 25, 1979, 16 ss.
!71 W.G. MESSER, "Mutiny in the Roman Army. The Republic", ClPh 15, 1920, 158 ss.; J. HARMAND,
L'armée et le soldat à Rome de 107 à 50 avant notre ère, París, 1967, 272 ss.; E.H. ERDMANN, Die
Rolle des Heeres in der Zeit von Marius bis Caesar. Militärische und politische Probleme einer
Berufsarmee, Neustadt/Aisch, 1972; H. AIGNER, Die Soldaten als Machtfaktor in der ausgehenden
römischen Republik, Innsbruck, 1974; E. GABBA, Le rivolte militari romane dal IV secolo a. C. ad
Augusto, Florencia, 1975.
ofreció de manera bien generosa: la repugnancia instintiva a derramamientos de
sangre hermana, a enfrentamientos fratricidas, fue vencida en los numerosos
encuentros armados de romanos e itálicos, que, si desde dos siglos antes habían
luchado codo con codo en los mismos objetivos y bajo las mismas enseñas, ahora, en
campos enemigos, aprendieron a levantar la espada contra antiguos amigos, aliados y
compañeros de armas.
! 72 Así, por ejemplo, N. CRINITI, L'epigrafe di Asculum di Gn. Pompeo Strabone, Milán, 1970, 184 s.
! 74 J.A. BARTHELMESS, The Sullan Senate and the Army, Ann Arbor, 1978, passim.
!75 Sobre el tema, N. ROULAND, Pouvoir politique et dépendence personelle dans l'Antiquité romaine,
Bruselas, 1979.