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Universidad Abierta para Adultos UAPA

Participante:

Esmailyn Yolanda Hernández Batista

Matricula:

201810291

Facilitador:

Mena Colón

Asignatura

Seminario de Actualización Jurídica I


Introducción

La sociedad industrial adoptó una nueva concepción de las relaciones económicas


y sociales que, superando el principio de igualdad formal asegurada
constitucionalmente, intenta corregir las desigualdades naturales o existentes, de
hecho, entre sus participantes. Hay, pues, una tendencia en el sentido de proteger
al económicamente más débil contra el más fuerte, al lego contra el profesional.
Así surgió y se desarrolló, especialmente a partir de la iniciación del siglo, un
conjunto de reglas que constituyen, hoy, el orden público económico.

En el pasado, algunos autores llegaron a enfatizar la importancia creciente de un


derecho nuevo, que llamaron "derecho social", pero otros les respondían,
adecuadamente, que todo derecho era social. De cualquier modo, se entendió
necesario establecer una protección especial que atendiera los casos concretos,
en los cuales las normas jurídicas generales podían llevar a cometer injusticias.
Objetivos específicos

 Crear de manera efectiva nuevos conocimientos


 Comprender todo lo relacionado con las políticas y derechos de los
consumidores.
Distinguido participante:

Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes


complementarias del curso; luego realice la actividad que se describe a
continuación:

1. Busque un contrato de adhesión de alguna prestadora de servicios y


analice cuáles cláusulas se consideran abusiva a los intereses del
consumidor o usuario y presente un informe, de no más de tres
páginas al respecto.

Como es bien sabido, muchas empresas de nuestro país prestan servicios vía
contratos de adhesión, el cual es instrumentado unilateralmente redactado por el
proveedor de servicios, en el que se insertan una serie de obligaciones y derechos
inflexibles frente al usuario o consumidor, con la finalidad de que éste las acepte o
rechace sin importar su condición. En la mayoría de casos, estos contratos son
uniformes para los usuarios y son lo usual en empresas de servicios masivos
como las telecomunicaciones.

Por las características propias de los contratos de adhesión, en muchas ocasiones


pueden verse vulnerados los derechos de los usuarios al insertarse cláusulas que
podrían considerarse abusivas o desfavorables en beneficio prestador de
servicios. Mediante la Resolución No. 01-2009 del Consejo Directivo de Pro
Consumidor, éste ordenó la obligatoriedad del registro de los Contratos de
Adhesión, con la finalidad de que Pro Consumidor pueda verificar el fondo y
contenido de dichos Contratos para, posteriormente, aprobar su uso y distribución.

Posteriormente fue emitida en el año 2011 la Resolución No. 001.2011, mediante


la cual se modifica la citada Resolución No. 01-2009, con la finalidad de extender
el plazo del cual dispone la Dirección Ejecutiva de Pro Consumidor para la
depuración y registro de dichos contratos. Todo Contrato de Adhesión previo a su
uso, deberá ser debidamente aprobado por Pro Consumidor y si un prestador de
servicios operar en virtud de un Contrato de Adhesión que no haya sido
debidamente registrado, podrá ser pasivo de multas y sanciones administrativas.
En los casos en que el usuario entienda que se ha firmado un Contrato de
Adhesión, el cual contiene una cláusula abusiva, podrá acudir ante Pro
Consumidor, quien dará inicio a un proceso de conciliación, el cual, en caso de
que ser infructuoso, dará paso a un proceso contencioso en sede administrativa,
de conformidad con el artículo 117 de la Ley No. 358-05. De igual forma, la
Dirección Ejecutiva tiene competencia para, de oficio, cursar una investigación por
la violación a lo establecido en la norma, no solo para los contratos de adhesión
sino para cualquier infracción.

La Dirección Ejecutiva, tiene la facultad, en caso de comprobarse la vulneración


del derecho del usuario o consumidor, de imponer sanciones administrativas, las
cuales se encuentran detalladas de forma expresa en la citada Ley No. 358-05, sin
perjuicio de las responsabilidad civiles y penales, siempre que la reclamación
proceda.

2.- Rinda un informe de la Unidad No. 1 del programa de la asignatura, sin


olvidar detalles

UNIDAD I:

Los Derechos del Consumidor

1.1-Surgimiento y marco histórico.

El origen de los derechos  de los consumidores, se remota al 15 de marzo de 1962


donde, el entonces presidente de Estado Unidos de Norte América, John F.
Kennedy sostenía: “Por definición, todos somos consumidores. Este es el grupo
económico más grande que afecta y es afectado por casi todas las decisiones
económicas públicas y privadas.
Sin embargo constituyen a la vez el único grupo importante cuyas opiniones a
menudo no son escuchadas". Kennedy estableció cuatro derechos básicos de los
consumidores: Seguridad información, elección el derecho a ser escuchado. En
años  recientes el movimiento de consumidores, agrego otros cuatro derechos: el
Derecho a la satisfacción de necesidades básicas, reparación y compensación, el
derecho a la educación y aun ambiente saludable.

1.2-Objeto y Sujeto de su aplicación.

Los derechos del consumidor se encuentran consagrados tanto en leyes


nacionales como internacionales. La misma nace a partir de las necesidades de la
sociedad, cuando se comenzó a realizar actos de comercio. Los códigos
napoleónicos desde un principio establecieron el reconocimiento y protección de
los comerciantes.

Es importante entonces saber que esta protección es a favor de los consumidores,


protección que tiene como objetivo garantizar este derecho de comercio,
especialmente al más indefenso; estableciéndose así responsabilidad civil cuando
en estos actos aparezca alguna violación de un deber jurídico preexistente (falta).

Nuestra legislación considera consumidores a toda persona ya sea física o moral,


pública o privada, toda vez que la misma consuma y disfrute de cualquier producto
o servicio, siempre y cuando sea a título oneroso. Se hace la salvedad que para
ser considerado consumidores también deben ser usuarios finales, es decir para
uso propio, familiar o social.

1.3-Marco constitucional y legal.

En el año 1963, durante el Gobierno constitucional presidido por el profesor Juan


Bosch, fue promulgada la Ley No. 13 de Protección a la Economía Popular. Con
esta disposición la República Dominicana asume la defensa de la población
consumidora bajo unos criterios vinculados a la realidad de la época, cuyos
referentes eran los precios, la disponibilidad y la idoneidad de los productos. Este
hecho acontece un año después de que el Presidente de Estados Unidos, J. F.
Kennedy, en un histórico discurso, proclamara: “consumidores somos todos”,
reconociendo cuatro derechos básicos a los consumidores.

El 9 de abril del 1985 fueron establecidas las Directrices para la Protección del
Consumidor, aprobadas por aclamación en la Asamblea General de la
Organización de las Naciones Unidas, ONU, mediante la Resolución No. 39/248, y
ampliadas en el 1999, en las que se especifica el rol que deben jugar los
gobiernos para proteger y salvaguardar los derechos e intereses de los
consumidores.

Diez años después, el 20 de enero de 1995, mediante la Resolución No. 2-95 del
Congreso Nacional, promulgada por el Poder Ejecutivo, la República Dominicana
ratifica el acuerdo de Marrakech en el que se establece la Organización Mundial
del Comercio, OMC. Este acuerdo entre otros objetivos plantea, que las relaciones
entre países en la esfera de la actividad económico – comercial deben propiciar el
mejoramiento de los niveles de vida de los consumidores, lo que implica que el
consumidor disponga de ingresos adecuados que les permita una demanda
efectiva, niveles de producción y oferta de bienes y servicios que favorezca el
acceso, y la realización de la actividad comercial dentro de un marco de justicia y
respeto a los derechos de los consumidores.

Dentro del contexto planteado es que surge la Ley de General de Protección de


los Derechos del Consumidor, No. 358-085, resultado de diez años de esfuerzos,
de consultas y de la participación de las organizaciones de consumidores. Tiene
su génesis en el anteproyecto introducido al congreso por el Poder Ejecutivo en el
año 1995, denominado Código de Ordenamiento del Mercado, del cual formaba
parte el libro V, relativo a la Protección de los Derechos del Consumidor. De dicho
código se extrajo el texto relativo a la defensa y protección de los consumidores, y
presentado como anteproyecto de ley.
El 9 de septiembre del año 2005, fue promulgada la Ley General de Protección de
los Derechos del Consumidor y Usuario No. 358-05 y su reglamento de aplicación,
aprobado por el Poder Ejecutivo el 30 de mayo del 2008 mediante decreto No.
236-2008.

1.4-El Consumidor o usuario y el proveedor.

El carácter de orden público de las normas de protección al consumidor se


justifica, entre otras, por dos razones fundamentales, a saber:

Porque normalmente existe asimetría de poder en la relación consumidor-


proveedor. Cotidianamente los consumidores y usuarios contratan con sus
proveedores en condiciones de desigualdad.  Por ejemplo, si una persona desea
contratar los servicios de televisión por cable, electricidad, teléfono, etc.,
normalmente deberá firmar un contrato con un plazo mínimo de duración, aún si
no le interesa mantener el servicio por el período de tiempo propuesto por el
proveedor. Esta situación de desigualdad se extiende también a la posibilidad de
los proveedores de imponer trabas a la terminación de los contratos de servicio, ya
sea previendo trámites complejos para ese fin; estipulaciones que no describen
explícitamente el alcance de las obligaciones del consumidor y la forma de cálculo
de las penalidades aplicables por terminación anticipada; dilatar con trámites
burocráticos las solicitudes de cancelación de servicio (por ejemplo, no se hacen
cancelaciones excepto en las oficinas principales del proveedor, con largas filas de
espera), entre otras.

Porque existen sesgos del comportamiento (behavioral biases). La Economía del


comportamiento sostiene que existen determinadas condiciones que afectan el
comportamiento de las personas, impidiéndoles actuar según el modelo de
comportamiento racional (homo economicus) planteado por la Economía clásica y
neoclásica, que considera al ser humano como un ser racional cuyo
comportamiento tiende a maximizar su propio interés individual. Los sesgos de
comportamiento más comunes son: (a) la racionalidad limitada del
consumidor, que se refiere a la ausencia de habilidades cognitivas que restringen
la capacidad de las personas para resolver problemas; (b) voluntad limitada, como
es el hecho de que en ocasiones las personas tomen decisiones y elecciones que
no son de su interés a largo plazo; (c) limitado interés, que comporta la disposición
que experimentan a veces algunos individuos de sacrificar su propio interés por
ayudar a otros; y (d) procastinación, que consiste en posponer constantemente las
cosas que se deben hacer, ya sea por falta de interés, motivación, etc.

En adición al carácter de orden público de la Ley 358-05, el Estado dominicano ha


creado instituciones a través de las cuales ejerce su función tutelar de los
derechos del consumidor. La ciudadanía puede acudir a ellas en caso de ser
afectado por la actuación ilegitima o abusiva de algún proveedor. Estas
instituciones son:

El Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro


Consumidor), cuando se trata de productos y servicios que no pertenecen a
sectores regulados por leyes sectoriales;

El Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (INDOTEL), cuando se trata de


productos de telecomunicaciones;

El Departamento de Protección al Consumidor de la Superintendencia de


Electricidad (PROTECOM), cuando se trata del mercado energético;

El Departamento de Protección a los Usuarios de los Servicios Financieros (PRO-


USUARIO) cuando se trata de servicios financieros;

La Oficina de Atención al Usuario de la Superintendencia de Salud y Riesgos


Laborales si se trata de servicios de salud, y

El Departamento de Información al Usuario de la Superintendencia de Seguros, si


se trata de seguros.
En adición a las denuncias y procesos administrativos ante los organismos
reguladores correspondientes, los consumidores pueden también acceder a la
justicia ordinaria para reclamar resarcimiento cuando sus derechos han sido
vulnerados. Así lo reconoce nuestra Constitución en su artículo 53, que
establece: “…Las personas que resulten lesionadas o perjudicadas por bienes y
servicios de mala calidad, tienen derecho a ser compensadas o indemnizadas
conforme a la ley.”

Como se puede ver, el sistema legislativo dominicano ofrece las herramientas


para garantizar la protección de los derechos del consumidor. Nos toca a los
ciudadanos servirnos de ellas para lograr ese objetivo, reclamando nuestros
derechos y apoyando a las instituciones que cumplen con la misión de tutelar los
mismos en esta materia.
Conclusión

En República Dominicana, los derechos del consumidor o usuario gozan de una


protección especial derivada de las disposiciones legales contenidas en el artículo
53 de la Constitución dominicana y la Ley No. 358-05 sobre Protección de los
Derechos del Consumidor o Usuario. Las previsiones de esta ley tienen carácter
de orden público, es decir, que al estar destinadas a preservar el interés general
de la sociedad, su cumplimiento es imperativo y no pueden ser derogadas por
convenciones entre particulares.
Bibliografía

https://proconsumidor.gob.do/

https://www.monografias.com/trabajos15/derechos-consumidor/derechos-
consumidor.shtml
http://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/ejec/ME/AC/S04/AC04_Lctura.pdf

https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_del_consumo

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