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30 de abril de 2020
Oración inicial (1)
Cita bíblica y reflexión
Canto
Oración (2)
Reflexión
Canto
Oración a María Santísima (3)
Las renuncias son consecuencias de haber aceptado el regalo (parte 1)
Canto
Oración 4
¿Y por qué Dios quiso llamarnos a nosotros y no a otros?
Canto
Oración (7)
Canto
Bendición con el santísimo
Estas dos mentalidades son posiciones extremas. Me fijaré en ellas, para que el
contraste resulte más claro; sabiendo que muchas veces lo que vivimos es una
combinación de ambas.
Es común que la "mentalidad de proyecto personal" ("yo decidí") se viva en los
primeros momentos de nuestro camino vocacional. Esto se debe a que en el
momento de discernimiento, el último paso es una decisión que debo tomar:
responder "sí" o "no" a la llamada de Dios.
También esta mentalidad se acentúa al principio de la formación porque "las
heridas" de las renuncias aún sangran: se acaba de dejar padres, hermanos,
amigos, novia, carrera, trabajo... Por eso el joven que ingresa a un noviciado o a
un seminario tiene cierta conciencia de heroísmo por el paso que ha dado.
Danos el entusiasmo
y la energía de tu Espíritu
para preparar su futuro.
Danos líderes llenos de fe
que abracen la misión de Cristo
en amor y en justicia.
Esta era la actitud inicial de Pedro: "Ya lo ves -le dice a Jesús-, nosotros lo hemos
dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos?" (Mt 19, 27).
Si nuestra vocación es auténtica, entonces su origen se encuentra en que hemos
sido arrastrados por la impetuosa corriente del amor de Dios. Esa corriente nos ha
hecho dejar "algunas" cosas. Pero una persona que ha sido víctima de una
inundación no puede gloriarse de su desprendimiento; dejar atrás algunas cosas
fue consecuencia de haber sido arrastrada por una fuerza a la que no pudo
resistir.
Oración #4
SEÑOR JESÚS,
te pedimos que envíes a tu pueblo
los servidores que necesita.
Escoge de nuestras parroquias,
de nuestros hogares,
de nuestras escuelas y universidades
una abundante cosecha
de ardientes apóstoles para tu Reino:
sacerdotes, religiosos, religiosas,
diáconos, misioneros y
apóstoles seglares;
y haz que los llamados por Ti
nunca pierdan conciencia de la
grandeza y necesidad de su vocación.