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Acción civil como objeto del proceso

penal
El artículo 100 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) establece
que:

“De todo delito o falta nace acción penal para el castigo del culpable, y
puede nacer también acción civil para la restitución de la cosa, la
reparación del daño y la indemnización de perjuicios causados por el hecho
punible”.

Una característica de nuestro sistema es el doble objeto del proceso penal,


en el sentido de que además del ejercicio de la acción penal, en todo caso,
la civil acumulada se sustancia también dentro del mismo procedimiento (a
no ser que se efectúe la oportuna renuncia o reserva). En este sentido,
establece el artículo 112, LECrim que:

“ejercitada sólo la acción penal, se entenderá utilizada también la civil, a no


ser que el dañado o perjudicado la renunciase o la reservase expresamente
para ejercitarla después de terminado el proceso criminal, si a ello hubiese
lugar.”

Y, dice el artículo 108, LECrim que:

“La acción civil ha de entablarse juntamente con la penal por el Ministerio


Fiscal, haya o no en el proceso acusador particular; pero si el ofendido
renunciare expresamente a su derecho de restitución, reparación o
indemnización, el Ministerio Fiscal se limitará a pedir el castigo de los
culpables”.

Sin embargo, lo anterior no significa que la acción civil pierda su naturaleza


privada aunque se ventile dentro de un proceso en el que predomina el
interés público, la realización de ius puniendi del Estado.

Intervención del actor civil en el proceso


penalEjercicio de la acción civil en el proceso penal
Sólo pueden ser actores civiles quienes sean ofendidos o perjudicados por
el

delito. En este sentido, establece el artículo 109, LECrim que:

“En el acto de recibirse declaración al ofendido que tuviese la capacidad


legal necesaria, se instruirá el derecho que le asiste para mostrarse parte
en el proceso y renunciar o no a la restitución de la cosa, reparación del
daño e indemnización del perjuicio causado por el hecho punible. Si no
tuviese capacidad legal, se practicará igual diligencia con su
representante”.
Como se ha dicho, la acción civil tiene naturaleza privada y por tanto, la
parte perjudicada dispone de dicha acción, por lo que puede renunciar al
ejercicio de la misma, debiendo se ser dicha renuncia “expresa y
terminante”. Así, el artículo 110.2º, LECrim dispone que:

“Aún cuando los perjudicados no se muestren parte en la causa, no por esto


se entiende que la renuncian al derecho de restitución, reparación o
indemnización que a su favor puede acordarse en sentencia firme, siendo
menester que renuncia de este derecho se haga en su caso de una manera
expresa y terminantes”.

Por ello, aunque el Ministerio Fiscal deba ejercer ambas acciones, si el


ofendido renunciare expresamente a la acción civil, dicha renuncia limitará
su actuación, la del Fiscal, al ejercicio de la acción penal (según lo
dispuesto en el artículo 109, LECrim ).

LAS CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE NOTIFICACIÓN AL ACTOR CIVIL DE LA AUDIENCIA DE


TERMINACIÓN ANTICIPADA

Siendo facultativa la presencia del actor civil en la audiencia de terminación anticipada, ¿generaría
la nulidad del proceso que no se le notifique a dicha audiencia? Se acaba de conocer esta nueva
doctrina jurisprudencial penal de la Corte Suprema, que acá te contamos.

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