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Resumen
La idea fundamental de este enfoque es que el riesgo nos brinda una medida
de la necesidad de atención a la salud. El conocimiento del riesgo o de la
probabilidad de que se presenten futuros problemas de salud permite anticipar
una atención adecuada y oportuna. 3
Por todo ello creemos muy importante hacer un análisis de los factores
psicosociales de riesgo en la adolescencia; para esto consideraremos como
principales factores de riesgo psicológicos los siguientes:
En relación con el riesgo social del adolescente analizaremos algunos factores
sociales y ambientales que pueden conducir a resultados negativos en los
jóvenes. Como principales factores de riesgo social tenemos:
De manera general podemos decir que el manejo de estos factores de riesgo
permite identificar a aquellos adolescentes que están más expuestos a sufrir
los daños que los aquejan, como accidentes, embarazos precoces, abuso de
sustancias psico-activas, enfermedades de transmisión sexual y el suicidio; por
lo que la sociedad y el sistema de salud deben propiciar el desarrollo de
factores protectores que apoyen el crecimiento y la maduración sana del
adolescente, como son el establecimiento y el logro de una adecuada
autoestima, que le brinde posibilidades de enfrentar problemas con
responsabilidad; además de oportunidades de autoafirmación positiva, y le
proporcione espacios sociales adecuados para lograr un soporte familiar
abierto y brindar oportunidad de superación educacional y cultural que le
faciliten la solución a los problemas, pues la ausencia de vías para la solución
puede llevar al adolescente a alcanzar altos niveles de desesperación y
sentimientos de impotencia y por tanto a la autodestrucción y al suicidio.
http://bvs.sld.cu/revistas/ped/vol71_1_99/ped06199.htm
Las investigaciones realizadas durante las últimas dos décadas han tratado de
determinar cómo comienza y cómo progresa el abuso de las drogas. Hay
muchos factores que pueden aumentar el riesgo de una persona para el abuso
de drogas. Los factores de riesgo pueden aumentar las posibilidades de que
una persona abuse de las drogas mientras que los factores de
protecciónpueden disminuir este riesgo. Es importante notar, sin embargo, que
la mayoría de las personas que tienen un riesgo para el abuso de las drogas no
comienzan a usarlas ni se hacen adictos. Además, lo que constituye un factor
de riesgo para una persona, puede no serlo para otra.
Los factores de riesgo y de protección pueden afectar a los niños durante
diferentes etapas de sus vidas. En cada etapa, ocurren riesgos que se pueden
cambiar a través de una intervención preventiva. Se pueden cambiar o prevenir
los riesgos de los años preescolares, tales como una conducta agresiva, con
intervenciones familiares, escolares, y comunitarias dirigidas a ayudar a que los
niños desarrollen conductas positivas apropiadas. Si no son tratados, los
comportamientos negativos pueden llevar a riesgos adicionales, tales como el
fracaso académico y dificultades sociales, que aumentan el riesgo de los niños
para el abuso de drogas en el futuro.
Pero las familias pueden proveer protección contra un futuro abuso de drogas
cuando hay:
Las interacciones fuera de la familia pueden involucrar riesgos tanto para los
niños como para los adolescentes, tales como:
el fracaso académico; y
Las investigaciones han mostrado que los períodos claves de riesgo para el
abuso de drogas son durante las transiciones mayores en la vida de los niños.
La primera transición importante para un niño es cuando deja la seguridad de la
familia y va a la escuela por primera vez. Después cuando pasa de la primaria
a la escuela media, a menudo experimenta nuevas situaciones académicas y
sociales, como aprender a llevarse con un grupo más grande de compañeros.
Es en esta etapa–la adolescencia temprana–que hay más probabilidad de que
los niños se enfrenten por primera vez a las drogas.
Cuando los adultos jóvenes dejan sus hogares para ir a la universidad o para
trabajar y se encuentran solos por primera vez, su riesgo para el abuso de
drogas y del alcohol es muy alto. Por lo tanto, también son necesarias las
intervenciones para los adultos jóvenes.
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/como-prevenir-el-uso-de-
drogas/capitulo-1-los-factores-de-riesgo-y-los-factores-de-proteccion/cuales-
son-los-fa
FACTORES
Introducción
Cada vez hay más demanda de atención sanitaria, lo que supone una mayor
presión presupuestaria en el sector que no siempre se satisface. Es importante
que, como sociedad y usuarios de sistemas de atención sanitaria,
comprendamos las causas y los factores de riesgo de las enfermedades, de
forma que podamos participar activamente en los programas disponibles y
rentables de prevención y tratamiento.
o de conducta;
o fisiológicos;
o demográficos;
o medioambientales y
o genéticos.
Estos se describen en mayor detalle a continuación.
o el tabaquismo;
o un consumo excesivo de alcohol;
o las elecciones nutricionales;
o la inactividad física;
o pasar mucho tiempo al sol sin la protección adecuada;
o no haberse vacunado contra determinadas enfermedades y
o mantener relaciones sexuales sin protección.
o el sobrepeso u obesidad;
o una presión arterial elevada;
o el colesterol alto y
o un alto nivel de azúcar en sangre (glucosa).
Los factores de riesgo de tipo demográfico son los que están relacionados con
la población en general. Son, por ejemplo:
o la edad;
o el género y
o los subgrupos de población como el trabajo que se desempeña, la
religión o el sueldo.
Los factores de riesgo de tipo genético se basan en los genes del sujeto.
Algunas enfermedades como la fibrosis quística y la distrofia muscular se
originan totalmente en función de la «composición genética» del individuo.
Muchas otras como el asma y la diabetes reflejan la interacción entre los genes
del individuo y factores medioambientales. Algunas enfermedades como la
anemia falciforme son más prevalentes en determinados subgrupos
poblacionales.
La siguiente tabla muestra los diez factores de riesgo más comunes que
causaron una gran parte del total de las muertes globales en 2004 conforme a
la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los seis factores de riesgo
principales están relacionados con el desarrollo potencial de enfermedades a
largo plazo como las enfermedades cardiacas, la diabetes y el cáncer.
Tabla: Cifras de la OMS acerca de los 10 principales riesgos globales de mortandad (muerte), 2004
2 Tabaquismo
4 Inactividad física
5 Sobrepeso u obesidad
6 Colesterol alto
8 Ingesta de alcohol
Sueldo
En el caso de países con rentas elevadas y medias, los factores de riesgo más
importantes son los relacionados con enfermedades a largo plazo; mientras
que en los países de renta baja, los factores como la desnutrición infantil y las
relaciones sexuales sin protección están mucho más extendidos.
Edad
o Las relaciones sexuales sin protección y las sustancias adictivas (p. ej.
tabaco y alcohol) son responsables de la mayoría de los problemas de
salud de los jóvenes
o Los factores de riesgo de enfermedades a largo plazo y cáncer afectan
principalmente a adultos de mayor edad.
Género
También existen diferencias de género. Por ejemplo, los hombres tienen una
probabilidad mucho mayor de riesgo debido a factores asociados con
sustancias adictivas. Las mujeres tienen tendencia a sufrir déficit de hierro
durante el embarazo.
https://www.eupati.eu/es/farmacoepidemiologia-es/factores-de-riesgo-en-la-
salud-y-la-enfermedad/
Los factores de riesgo del estudiante incluyen déficits cognitivos, del lenguaje,
atención lábil, escasas habilidades sociales y problemas emocionales y de la
conducta. Los factores de riesgo de la escuela se refieren a aquellas
características y circunstancias específicas ligadas a los docentes y
administrativos como los prejuicios y las bajas expectativas de rendimiento, la
inhabilidad para modificar el currículo, la falta de recursos y la carencia de
estrategias de enseñanza adecuadas, la estructura, el clima organizacional y
los valores del sistema escolar.
Muchos profesores dirán que tienen una clara idea de lo que constituye un
problema de conducta. Sin embargo, un alumno puede presentar problemas de
conducta frente a un determinado profesor y no frente a otro, como también
exteriorizar sus alteraciones de manera transitoria o periódica. El alumno con
estas perturbaciones causa, sin duda alguna, varias dificultades para sus
padres, sus profesores y sus compañeros de curso.
Los educadores pueden sentirse frustrados y sentir ansiedad cuando deben
enfrentar un alumno con problemas de conducta. Si el profesor se siente
responsable del manejo conductual y de la enseñanza de este alumno y es
percibido como tal por el Director del establecimiento, el profesor está bajo la
presión de sus colegas.
Problemas en las relaciones con los pares a temprana edad son fuertes
predictores de dificultades interpersonales posteriores (La Greca y Stone
1990).
a) La ansiedad –al menos en sus formas leves– forma parte del desarrollo
normal, por lo que frecuentemente es difícil diferenciar entre “formas normales”
y “estados ansiosos patológicos”. Asimismo, las manifestaciones de los
desórdenes ansiosos dentro del curso del desarrollo presentan enormes
variaciones tanto en su severidad como en su persistencia y formas de
presentación.
b) No está claro si los desórdenes de ansiedad en la niñez pueden ser incluidos
dentro de una categoría diagnóstica. Tampoco está claro si debieran
conceptualizarse de manera distinta de acuerdo a la etapa del desarrollo que el
niño está viviendo.
c) La comorbilidad de los desórdenes ansiosos, incluyendo tanto los trastornos de
interiorización como los de exteriorización. Además, el patrón de comorbilidad
también puede presentar variaciones en el curso del desarrollo. Estudios
muestran en forma consistente una correlación alta a moderada y comorbilidad
entre síntomas ansiosos y síntomas depresivos en la niñez (Seligman y
Ollendick 1999).
Bogel y Zitgterman (2000) investigaron si los niños con fobia escolar, con
ansiedad de separación, y con desórdenes de ansiedad generalizada
mostraban sesgo cognitivo, comparados con un grupo clínico y un grupo
control. Los niños fueron expuestos a historias en las cuales se describían
situaciones ambiguas, y se les preguntó sobre su interpretación, utilizando
respuestas abiertas y cerradas. Los resultados mostraron que los niños
ansiosos refirieron más cogniciones negativas que los del grupo control. Sin
embargo, los niños ansiosos no sobreestimaron el peligro en las respuestas
abiertas, pero sí lo hicieron a través de las respuestas cerradas; tuvieron una
estimación más baja de sus propias capacidades para enfrentar el peligro que
los niños del grupo control tanto en las respuestas abiertas como en las
cerradas. Los resultados indicaron que los niños con desórdenes de ansiedad
presentaban cogniciones disfuncionales sobre las situaciones ambiguas.
Los alumnos que poseen una alta competencia emocional conocen tanto sus
emociones como las de los demás; las expresan en forma adecuada y pueden
controlarlas durante sus actividades cognitivas y sociales de manera tal que les
facilitan la ejecución de dichas actividades. Por lo tanto, la fortaleza y la
debilidad en competencia emocional en los estudiantes puede predecir su éxito
en las interacciones sociales y en otros ámbitos tales como el rendimiento
escolar, particularmente cuando las circunstancias requieren el manejo de las
emociones y/o adecuadas relaciones sociales.
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
07052002000100012
En América Latina se han hecho pocas encuestas para evaluar la salud mental
de los niños. En Salvador, Bahia, Brasil, se llevó a cabo un estudio comunitario
en el cual se aplicó el Questionario de Morbilidade Psiquiatrica Infantil (QMPI)
(14). Según los resultados, 23,2% de los niños entre las edades de 5 y 14 años
tenían problemas emocionales.
Los objetivos del presente estudio fueron los siguientes: 1) explorar algunos de
los factores de riesgo demográficos que se asocian con la presencia de
problemas conductuales o emocionales en los niños; y 2) examinar la
posibilidad de una relación entre el estrés psicológico en los padres y
trastornos psicológicos en los hijos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Sujetos
Instrumentos
RESULTADOS
Al tratarse como valores continuos, los puntajes de los niños y las niñas en el
QMPI no mostraron diferencias significativas. No se hallaron asociaciones
significativas entre los factores de riesgo demográficos de los padres y los
puntajes en el QMPI. La ciudad de residencia fue el único factor de riesgo que
mostró una asociación significativa con puntajes más altos en el QMPI (F =
6,73; gl = 2; P < 0,002). La prueba de Tukey reveló que los niños que vivían en
cualquiera de las dos localidades de Montevideo tenían un puntaje medio
significativamente menor que el de los niños que vivían en Colonia de
Sacramento. En los modelos de regresión logística, la ciudad de residencia fue
la única variable demográfica que mostró una asociación estadísticamente
significativa con el puntaje en el QMPI.
DISCUSIÓN
Las tasas obtenidas con el QMPI deben ser interpretadas con cautela, ya que
son el resultado de un solo tamizaje; es necesario efectuar un segundo
procedimiento diagnóstico para confirmar la presencia de un trastorno mental.
Los resultados aquí descritos no difieren mucho de los que han arrojado otros
estudios latinoamericanos sobre la salud mental infantil. En un estudio
realizado en una población urbana de Salvador, Bahía, Brasil, en el cual se
aplicó el QMPI (32), el puntaje materno en esta prueba (33), que es un índice
del estado psicológico, mostró una correlación con la presencia de problemas
conductuales en el hijo. En cambio, no se encontró tal correlación con el
puntaje paterno en el QMPI. Ese estudio, a diferencia del nuestro, también
mostró una relación directa entre el tamaño de la familia y la edad del niño por
un lado, y puntajes más altos en la QMPI por el otro.
En el estudio efectuado en Puerto Rico (34, 35), los hijos de padres con
trastornos emocionales sacaron puntajes más altos en el CBCL. Esta
asociación perduró aun después de hacer ajustes por los factores de riesgo
propios del ambiente familiar. A diferencia de lo encontrado en nuestro estudio,
no solo la depresión, sino también el alcoholismo, mostraron una asociación
con la desadaptación del hijo, independientemente del sexo del progenitor.
https://www.scielosp.org/article/rpsp/2001.v9n4/211-218/
8. Cambios en los hábitos del sueño. De pronto tu hijo tiene más ojeras,
bosteza con mucha frecuencia, le cuesta dormir, sufre de insomnio o tiene más
pesadillas.
- Una mudanza.
- Un fallecimiento de un familiar.
- Un cambio de colegio.
https://www.guiainfantil.com/.../8-sintomas-de-problemas-emocionales-en-los-ninos/