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L OBJETIVO PRINCIPAL de este documento acerca de la observancia del sábado es proveer consejo o
directrices a los miembros de iglesia, deseando una experiencia enriquecedora y más significativa en la
observancia del mismo. Se espera que éste provea un ímpetu hacia una reforma real en su observancia
sobre una base mundial.
Conscientes del hecho de que la comunidad mundial de adoración encuentra numerosos problemas en la
observancia del sábado que surgen desde adentro de un contexto cultural e ideológico dado, se ha hecho un
intento para tomar estas dificultades en consideración. No es la intención de este documento abordar cada
pregunta concerniente a la observancia del sábado, sino más bien presentar principios bíblicos y directrices del
Espíritu de Profecía que ayudarán a los miembros de iglesia que procuran seguir la conducción del Señor.
Se espera que el consejo dado en este documento sea útil. En última instancia, sin embargo, las decisiones
hechas bajo circunstancias críticas deben ser motivadas por la fe y confianza personal en el Señor Jesucristo.
EL SÁBADO abarca nuestra relación completa con Dios. Es una indicación de la acción de Dios a nuestro favor en el
pasado, el presente y el futuro. El sábado protege la relación del hombre con Dios y provee el tiempo esencial para
el desarrollo de esa relación. El sábado esclarece la relación entre Dios y la familia humana, porque señala a Dios
como Creador en un tiempo cuando a los seres humanos les gustaría usurpar la posición de Dios en el universo.
En esta era de materialismo, el sábado señala a lo espiritual y a lo personal tanto a hombres como a mujeres.
Las consecuencias de olvidar el día sábado para mantenerlo santo son serias. Conducirá a la distorsión y eventual
destrucción de la relación de una persona con Dios.
Cuando se guarda el sábado, es un testigo para el descanso que viene de confiar solamente en Dios como
nuestro sustentador, como la base de nuestra salvación, y como el fundamento de nuestra esperanza en el futuro.
Como tal, el sábado es un deleite porque hemos entrado al descanso de Dios y hemos aceptado la invitación a
seguir con él.
Cuando Dios nos pide recordar el día sábado lo hace así porque quiere recordarnos a él.
El sábado es una ocasión especial para adorar a Dios como Creador y Redentor y
como el Señor de Vida con quien la familia humana será reunida en la segunda venida. El mandamiento del
sábado forma el centro de la ley moral como el sello de la autoridad de Dios. Dado que es un símbolo de la
relación de amor de Dios con sus hijos terrenales, los seres humanos están obligados a respetar este don en el
sentido de que harán todo lo que esté a su alcance para promover e involucrarse en actividades que ayudarán a
establecer y realzar una relación duradera con Dios. Entonces su pueblo se involucrará solo en aquellas
actividades que estén dirigidas hacia Dios y sus prójimos, y no en aquellas que se inclinen hacia la gratificación
e interés propios.
Datos bíblicos: el sábado inicia al final del sexto día de la semana y dura un
día, de tarde a tarde (Génesis 1; Marcos 1:32). Este tiempo coincide con la hora de la puesta del sol.
Dondequiera que una clara delineación de la hora de la puesta del sol sea difícil de determinar, el observador
del sábado lo iniciará al fin del día como se marca por la disminución de la luz.
En el siglo veinte [veintiuno] hay varios tipos de hogar. Por ejemplo, el hogar en
el cual hay un esposo, una esposa y los hijos; el hogar en el cual hay un esposo y una esposa, pero no hijos; el
hogar en el cual solo hay uno de los padres y los hijos (donde por causa de muerte o divorcio uno de los padres
debe desempeñar papeles maternales y paternales); el hogar en el cual una persona nunca se ha casado o donde
la muerte o el divorcio ha dejado a uno solo, y no hay hijos envueltos; o el hogar en el cual solamente un padre
es miembro de la iglesia. En dirección a las necesidades y problemas de estas categorías, debería comprenderse
que algunos de los principios y sugerencias enunciados aplicarán a todos los grupos y algunos serán más
especializados.
La observancia del sábado incluye tanto adoración como compañerismo. La invitación a gozar
de ambos es abierta y generosa. La adoración en sábado dirigida a Dios usualmente toma lugar en una
comunidad de creyentes. La misma comunidad provee compañerismo. La adoración y el compañerismo
ofrecen un ilimitado potencial para alabar a Dios y enriquecer las vidas de los cristianos. Cuando la adoración
en sábado o el compañerismo son distorsionados o se abusa de ellos, la alabanza a Dios y el enriquecimiento
personal son amenazados. Como don de Dios de sí mismo a nosotros, el sábado trae gozo real en el Señor. Es
una oportunidad para que los creyentes reconozcan y alcancen su potencial dado por Dios. Entonces, el
sábado es una delicia para el creyente.
Es importante
comprender que los cristianos rinden obediencia a Dios y entonces observan el sábado en el lugar en la historia
y la cultura donde viven. Es posible que tanto la historia como la cultura puedan falsamente condicionarnos y
distorsionar nuestros valores. Al apelar a la cultura podemos ser culpables de darnos a nosotros mismos
licencia o excusa para consentir en deportes y actividades recreativas que son incompatibles con la santidad
del sábado. Por ejemplo, el esfuerzo físico intenso y varias formas de turismo están fuera de armonía con la
verdadera observancia del sábado.
Cualquier intento por regular la observancia del sábado más allá de los principios bíblicos desarrollando
listas de prohibiciones sabáticas será contraproducente a una sana experiencia espiritual. El cristiano probará
su experiencia sabática por principio. Él sabe que el principal propósito del sábado es fortalecer el vínculo de
unión entre sí mismo y Dios. Entonces son aceptables las actividades guiadas por principios bíblicos y
contribuyentes a tal fortalecimiento.
Debido a que uno no puede evaluar correctamente las motivaciones personales de otros, un cristiano debe
ser muy cuidadoso para no criticar a sus hermanos que viven en otros contextos culturales diferentes al suyo
quienes participan en actividades recreativas que ellos aprueban.
Mientras viajan, los turistas adventistas deberían hacer todo esfuerzo para observar el sábado con sus
hermanos en la fe en cualquier lugar dado. Por respeto a la santidad del séptimo día, se recomienda que los
adventistas eviten usarlo como un día de vacaciones para hacer turismo y actividad secular.
AL ESTABLECER DIRECTRICES Y POLÍTICAS específicas para la iglesia como una corporación y para sus
instituciones, la iglesia está dando un ejemplo de la observancia del sábado para los miembros en general. Es
responsabilidad de los miembros aplicar verdaderos principios para la observancia del sábado en sus propias
vidas. La iglesia puede apoyar proveyendo principios de observancia del sábado como se encuentran en la Biblia y
el Espíritu de Profecía, pero no puede ser conciencia para los miembros.
Al pastor y a los
líderes de la iglesia local se les ha confiado la responsabilidad de facilitar actividades de sábado
cuidadosamente planificadas para niños, jóvenes, adultos y personas mayores, y para familias y solteros,
enfatizando la importancia de hacer del sábado un día de gozo, adoración y descanso. Las actividades de la
iglesia deberían complementar más bien que reemplazar las actividades de la familia y el hogar.
Mientras viajar en sábado puede ser necesario para llevar a cabo actividades sabáticas, uno
no debería permitir que el viaje en este día llegue a ser una función secular; por lo tanto, la preparación debería
hacerse con antelación. El combustible para el automóvil y otras necesidades deberían atenderse antes de que
el sábado comience. Debería evitarse viajar en transportes comerciales por razones personales o de negocio.
Cuando un adventista del séptimo día trabaje para un empleador donde el turno de
trabajo es regla, puede que se le requiera trabajar en sábado o una parte de él. Bajo tales circunstancias se
anima al miembro involucrado a considerar lo siguiente:
a. El miembro debería esforzarse para ser el mejor trabajador posible, un empleado valioso a quien el
empleador no pueda permitirse perder.
b. Si un problema se desenvuelve, el miembro debería procurar resolverlo apelando al empleador
personalmente en búsqueda de un acuerdo basado en la buena voluntad e imparcialidad.
c. El miembro debería asistir al empleador sugiriéndole ajustes tales como:
1. Trabajar un programa flexible;
2. Tomar un turno menos deseable;
3. Negociar turnos con otros empleados; o
4. Trabajar en días feriados.
Si el empleador se resiste a un ajuste, el miembro debería inmediatamente buscar asistencia del pastor y del
Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa en países donde estén involucrados en tales
actividades.
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El Comité Ejecutivo de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en la Sesión de la Conferencia General en Indianápolis, Indiana, el 9 de julio de
1990, votó a favor de acusar recibo del documento anterior sobre la observancia del sábado.