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María Teresa BERMEJO DE CAPDEVILA

ANALISIS DE DOGUMENTOS_
PARA EL ESTUDIO DE LA
FUNDACION DE CARACAS
~ EDICIONES DEL CUATRICENTENARIO DE CARACAS

F2341
C2B4 •
... 3
COMISION NACIONAL
ORL
eUATRICENTENARIO
DE CARACAS

Serie de monografías seleccionad» y


dirigidu pOI' el Presidente del Comité
de Obras Culturales, don Alfredo 5ou!.
ton, con la cooperación de! SeCTetarlo
de! Comité, Dr. Pedro Glases, y previa
aprobación de la Comisión Nacional,
integrada por el Gobernador de Caracas,
Dr. Raúl Valera, el Corni.¡ionado Espe.-
cial de la Presidencia, Dr. Augusto
~tárQul!'% Cañizales y lo~ vocales. Dr.
Tomás EnrIque Canillo Batalla, Presi-
dente del Comité de Obras Económicas;
Dr. Julián Ferru, Presidente del Comité
de Obras Públicas; Dr. Carlos Eduardo
FriM, Presidente del Comité de Obras
Civicas; y el de! Comité de Obras Cul.
tUJ3les.

Actúa de asesor gen"al de las edici~


ne!! de 106 Comités de Obras Cultunllcs
y Económicas el Profesor Pedro Grases.
A('t1U de Secretario General de la Co-
misión Nacional e! Sr. Antonio Padrón
Toro.

La serie de publicaciones monográfl.


cas tiene por objeto acopiar material
sobre diveuo& aspectos actuale.!l e ~.
tóricos de la vida de Caracas, a fin de
ponerlo! a disposición de los estudiosos
en l!'US disciplinas y de los visitantes de
nuestra ciudad capital, con motivo de
cumplirse los roatrocientos años de IU
fuodadón.
María Teresa BERMEJO DE CAPDEVILA
ANALISIS DE DOCUMENTOS PARA EL ESTUDIO
DE LA FU'l/DAClO DE CARACAS
...

E.lta edicinn del C(lmitr <ir: Obras Cuhura/as


ha sido patrocinada por

el Iltlstre Concelo Municipal de Caracas


la Gobernociún del Distrito Federal
y el Consejo Bancario l\¡aciOtull
COMISION NACIONAL DEL CUATRICENTE.
NARIO DE LA FUNDACION DE CARACAS

COMITE DE OBRAS CULTURALES


(Obras publicadas en esta serie)
PEDRO MANUEL ARCAYA V., El eabUda de Caracas. Cara-
cas, 1965. 159 pp.
MARCO AURELIO VILA, Area Metropolitana de Caracas.
Caracas, 1965. 163 pp.
VICENTE DE AMEZAGA, El elemento vasco en el Sillo XVIII
venezolano. Caracas, 1966. 372 pp.
AQUILES NAZüA, Los humoristas de Caracas. Caracas, 1966.
546 pp.
MERCEDES ALVAREZ, Don Simón Rodríguez, tal cual fue.
Caracas, 1966. 344 pp.
VICENTE DE AMEZAGA, Vicente Antonio de Icu7..8, Coman-
dante de corsarios. Caracas, 1966. XVI, 265 pp.
NICOLAS PERAZZO, José Cortés de Madariaga. Caracas,
1966. 203 pp.
ENRIQUE CASTELLANOS, La generación del 18 en la poética
venezolana. Caracas, 1966. 147 pp.
I..os libros de Miranda. Caracas, 1966. LXX, 158 pp.
LUIS PASTORI, Caracas y la poesía. Caracas, 1966. 247 pp.
HERMANO NECTARIO MARIA, Historia de la Conquista y
Fundación de Caracas. Caracas, 1966. 359 pp.
MANUEL PINTO c.. Los primeros vecinos de Caracas. Cara-
cas, 1966. 359 pp.
VALENTIN ESPINAL, Diario de un desterrado (1861.1863).
Caracas, 1966. 395 pp.
CARLOS RAUL VILLANUEV A. Caracllls en tres tiempos.
Caracas, 1966. 208 pp.
JOSE NUCETE SARDI, La dudad y sus dempos. Caracas,
1967. 180 pp.
ANTONIO ARELLANO, Caracas. su evolución y su régimen.
Caracas, 1967. XII, 265 pp.
MARIA TERESA BERMEJO DE CAPDEVILA, AnáUsls de
documentos para el estadio de la fuadacióa de Caracas.
Caracas, 1967. 80 pp.
TOMAS ENRIQUE CARRILLO BATALLA, Análisis clIan-
dtadvo y cualitativo de la ecoDom'a de la población de
Venezuela.
(En prensa)
IRMA DE SOLA DE LOVERA, Contribución al estudio de los
piaDOS de Caracas.
ISABEL ARETZ, La artesanía folldórica de Venezuela.
JAIME SURIA, la Iglesia y el Estado, 1810-1821.
- -- n ,/
....' L D y

María Teresa BERMEJO DE CAPDEVILA

ANALISIS DE DOCUMENTOS
PARA EL ESTUDIO DE LA
FUNDACION DE CARACAS
~
~ EDlCIQ~ES DEL CUATRICENTENARIQ DE CARACAS
ADVEfiTENCIA EDITOIUAL

El presente estudio fue terminado por


su autora en mayo de 1964. Esto explica
que no se haga en él referencia a obras
aparecidas en fechas posteriores, aun cuan-
do durante el proceso de impresión se haya
incluid<; alguna nota nueva pam. ampliar
o precisar algÚn aspecto de carácter do-
cumental.
De todos modos, como podrá aprl."Cillrlo
el lector, eJ objeto principal de este trabajo
es el de analizar las fuentes antiguas rela-
tivas a la fundación de Caracas. por lo cual
no se ha acudido a mencionar obras con-
temporáneas, salvo en conbdas excep-
ciones.
SUMARIO
!,ág.

CRONISTAS DE INDIAS 13
RELACIO ES COETA 'EAS DE LOS HECHOS 15
DECLARACIONES DE TESTIGOS 19
OOCUMENTOS FIDEDIGNOS . . . . . . . . • . .. . 29
APENDlCE 65
Las fuentes que poseemos para el estudio de la
fundación SQU:

~ Cronistas de los siglos XVI Y XVII


- Relaciones coetáfle~ de los hechos
~ Declaraciones de testigos presencia/es, y
- Ducume"tos fidedignos.

CROXISTAS DE INDIAS

Se sale de este análisis el estudio de los manuscritos que


dejaron los llamados Cronistas de Indias de la décimosexta )'
décimoséptima centurias puesto que son obras que corren im-
presas haee tiempo, en cuyas últimas ediciones se puhlican
trabajos aeerca de ellos; un estudio de la grafía, fecha de las
('Dpías, partes autógrafas, adiciones posteriores, posiblemente
de los editores, DO siempre se ha hecho.
Una distinción fundamental ercemos que debe hacerse en
este grupo de fuentes: Los cronistas que viajaron por l.'Stas
provincias el siglo de los hechos que relatan y los (lue no
viajaron. En el primer grupo hemos de incluir a Juan ue
Castellanos, que, a pesar de que \Icn~ndez y Pelara dijo
<lue su autoridad no puede ser invocada sino con cautela,
está, en genera~ bien informado; raramente cita una fecha
que se ha),a podido comprobar con seguridad fuese errónea;
las que da relacionadas con la fundación de Caracas son las
de la llegada del Gohernador Collado, la de Ponee de LeÓn
v la de su muerte, todas correctas.
, El poco acuerdo en que suelen estar los Cronistas de In-
dias respecto a las fechas de fundación de las ciudades llamó
ya la ateneión de sus contemporáneos: Juan de Laet, autm
de dL'Histoire des "lites Occidentales", publicada en Leyden

13
el año 1640, escribía sobre ellos al Cardenal Richelieu: "sus
noticias son pocas. dudosas }' no acordes".
En general, disienten de tal modo al aludir a la fecha de
la fundación de Caracas que, como es sabido, unos ]a sitúan
en 1564, otros en 1565, 1566 Y 1567, Y hasta en 1530, según
la del documento en que estén basando In que relatan, y,
como dice Oviedo y Dafioso. hablando de la fundación de
Portillo de Carora "Fray Pedro Simón pone la fundación en
1572 siendo Gobernador Juau de Cháves (en vez de Diego
de :Mazariegos)" y añade "con la venia debida a la autoridad
de autor tan clásico, no podemos menos de asegurar erró
en esto, como en otrn.s muchas cosas; defecto inevitable en
quien para escribir se ha de gobernar por relaciones". Efec-
tivamente, los cronista~ se gobiernan en esto, a falta de Jos
documentos de fundación, por las cédulas de encargo que
autorizan las poblaciones en la mayoría de las que relatan.
La fundación de ciudades en este inmenso territorio de
América rara vez pudo situarse, con absoluto rigor, en un
punto detenninado ni del tiempo ni del espacio. Una fun-
dación, definida en las leyes de entonces más por la agrupa·
ción de vecinos y designación de justicias que por la cantidad
ni calidad de edificios ni trazado de calles, fue un proceso
casi siempre largo y complejo. La tierra tenia dueño; no
estaba superpoblada en el sentido de nuestras poblaciones
del siglo veinte, pero rara vez se encontraba un "ameno" valle
que no tuvie...e sus habitantes en las lomas, apures, collados o
alturas que lo circundaban. Estos no se resignaron fácilmente
a perder su propiedad y pasaron largos años sin que admi·
tiesen de f acto el dominio extraño. La lucha de los aborige-
nes por su independencia es una enorme epopeya muy poco
estudiada y conocida sólo a través de relatos unilaterales.
Particular fama tuvo la resistencia de los indígenas de la pro-
vincia de Caracas; escritores del siglo XVI les describen como
"guerreros", "arrojados", "belicosos", ··corpulentos". Los Go·
bernadores y conquistadores, que desde el licenciado Tolosa
insistían en la necesidad de poblarla, se encontraron frecuen-
temente confundidos con las contradictorias y casi irrealiza·

(1) "Historia de Ja Cooquisla y Pobladóo de la ProviDcilI de VCflC'ZIJela'" Edici6n


de Nueva York, 19040, pi,. 516.

14
bIes disposiciones de la metró~li. Allá se discutia intermi·
nablemente sobre lo ilícito o licito de la guerra; acá tenían
que cultivar la tierra para subsistir y esa tierra, en la ma-
yoría de los casos, tenían que conquistarla y, sobre todo,
defenderla.
La cédula que dio el emperador Carlos V en VaUadoljd
el 4 de noviembre de 1553(:::' "paTa qlle cesen todas las con·
quistas, entradas y descubrimientos en el uevo Reino de
Granada" no da razón espeeílica alguna para esa asombrosa
disposición que se basase en una situación especial del N ue-
va Reino; está dada en Valladolid, centro oficial de esas dis-
cusiones filosóficas, en momentos en que los argumentos del
Padre Las Casas aún resuenan en el Colegio de San Gregario
y, sin duda, en la propia conciencia del Emperador, cercano
ya a su retiro de Yuste, y todo parece indicar que la misma
disposición se cursó a las demás Audiencias. Esta situación
ayudará a explicar algunas lagunas y silencios en las etapas
de la conquista y poblaci6n del valle de San Francisco.

RELACIONES COETANEAS DE LOS HECHOS

Las dos relaciones coetáneas de que tenemos noticia no


han aparecido hasta la fecha; son los recaudos que Diego de
Losada envía al rey desde Santo Domingo el 30 de agosto
de 1569'3, y los remitidos por Ponee de León, también al
rey, junto con su carta de 15 de diciembre de 1567.
La primera no debió salir nunca para España puesto que
no hav rastros de ella en las comunicaciones de la Audiencia
ni ~ece Jógico que cursasen a Su Majestad los méritos de
un aspirante a una Gobernaci6n ya proveída por la misma
Audiencia y, precisamente, "en un yerno del Oidor Grajeda"
como recalca Losada en su carta Hl •
La que dice enviar el Gobernador Ponee de León si debe
reposar en algún archivo.

(2) BjbÜO(ca Nacion.. \le Madrid. Sal. de Manuscritos. Ms. N'" 304j. Folio n1.
(l) Arch.iTO de Indias.si,.
S4-4-29 {D. NO 112. Copia en At. Ha. &: (:¡.).
(4) La fechli del Nombramiento d.e Francisl;o de ChiVCl': por la Au&n~a es
dr 2~M-I~; o wa 2 dlas antrs de l. c.rt. <lr l.o:<ad•.

15

'.
Otras dos relaciones casi coetáneas, redactadas o asesora·
das por testigos que estuvieron presentes a la fundación, son:
La suscrita por el Gobernador Pimentel. del año 1578 o al
menos comenzada en ese aiio pues, aunque dice "acabóse
este descripción en 23 días del mes e año que se comenzó",
y consta comenzada en 1-12-1578. por acta del cabildo de
Caracas, de 19 Ó 29 de julio de 1579, insta Pimentel a que
"se acabe e se haga". La copLa que existe en el Archivo de
Indias''-' del año 1585 está cotejada con el original por el
mismo Pimentcl y refrendada por el escribano de Goberna-
ción Diego de Leonís; digna de fe, por lo tanto, como el
mismo original. En instrucciones que se conservan copiadas
en el T. 4473 de la Academia .'\acional de la l-listoria de Ma·
drid, para estas relaciones geográficas que se hicieron a ins-
tancias de Ovando, piden "se hagan tres tantos y quede el
uno en podel' de los Cabildos"; no es de extrañar, pues, que
un original reposara en Caracas.
Lo que se dice en la Relación del Gobernador Pimentel
acerca de la fecha en estudio es: "el cual (Losada) entriÍ en
ella (en esta provincia) por marzo de sesenta y siete años";
o sea, la fecha que da no es lo de la fundación sino la de b
entrcu/.a en la provincia de Caracas.
La relación o "Crónica e Historia de la Conquista" del
poeta Ulloa, de que da noticia el Cabildo de 26 de noviembre
de 1593, )' de la que aún parece alcanzó a ver unos folios
don Aristides Rojas,'G se puede estudiar a través de la des-
cripción de Oviedo y BaÜ.os, como vcremos.
La magnífica obra de Oviedo y Baiios, como escrita a
IUlOS 130 años de lus hechos, interesa, desde un punto de
vista riguroso de investigación, por las fuentes que haya po-
tlido utilizar: La lectura del Libro V en qu(' relaciona la
entrada, conquista )' población de la provincia de Caracas,
resulta desconcertante en dos aspectos, el histórico y el li-
terario.
En el primer aspecto, aparte de lo anecdótico, curioso
y detallado del relato, imposible de derivar exclusivamente

O) Arch. ue Inds. \·1-1 (Copia fulos{. rn Arch. Academia Na\. de la H~IQrj,¡


de Ca.racas).
(6) ··Orígenes VeMwlan05".

16
I.

Carta de Pedro Ponee de León, dirigida al Rey, el 15 de diciembre de 1567


(Archivo de ll1dias, San,to Domingo, N? 193).
de fríos testimonios documentales, extrañan las dos citas que
hace del día de la semana, que no corresponden al año que
va relacionando de 1567 sino al de 1566: efectivamente, ni
el día de la Encarnación 25 de marzo fue lunes ni, por lo
tanto, miércoles el 3 de abril en el año 67, pero sí lo fueron
el de 66. En el análisis diplomático de documentos antiguos
tiene mucha importancia la comprobación del día de la se-
mana para decidir si son auténticos o apócrifos, habiendo
duda.
Ka es este el caso, sin embargo, puesto que el relato de
Oviedo dentro del año 1567 queda confirmado por los ya
conocidos testimonios y por otro más impersonal, concreto
y categórico, como es el que encontramos en el Libro de
Real Hacienda, signatura 1311/2, que guarda el Archivo Ge-
neral de la Nación: Precisamente el 19 de abril de 1566 está
fundiendo oro en Borburata Diego de Losada: no puede re-
ferirse, pues, a ese año el relato; en cambio el 7 de febrero
de 1567 aparecen en Borburata fundiendo 96 pesos de oro
Diego de Losada y Pedro Alonso Galeas, queda así compro-
bada la aseveración de Oviedo de que salieron para Borbu-
rata después de celebrar en Nirgua el día de San Sebastián.
Estos dos datos corren a los folios 74 v. y 84 de dicho manus-
crito.
La explicación del error cronológico puede ser ésta: que
la cita primera del día de la semana que hace Oviedo sea
no de la fuente que utiliza sino añadida por él, puesto que
la consigna entre paréntesis, dice: "pero llegado el día de la
Encarnación a 25 de marzo (que cayó aquel año en Lunes
Santo)". Pudo errar un día en el cálculo de la Pascua, que
el 1567 fue el 30 de marzo, y esto le obligó a poner en día 3
el miércoles 2 de abril.
En el aspecto literario el Libro V se aparta del estilo cla-
sicista del autor: "el innato caudal de su elocuencia", como
le alaban en la poesía "Gratulación de Clío", el período largo,
conceptista a veces, pero siempre elegante, que gusta y em-
plea maravillosamente el comparativo de situación y la oración
final adornada con la pareada consecutiva: "para que su ca-
dáver moviese con el horror al escarmiento, ya que su voz
persuadió a la maldad con la eficacia" ¡tan de Tito Livio!

17
(es interesante comprobar los Clásicos que Oviedo y Baños
tenía en su biblioteca ('h ).
Pues bien, nos encontramos de improviso en el Libro V
con una redacción más arcaica, de frase corta y con cierto
sabor popular; la cadencia de la narración nos llevó a repa-
rar en todas las oraciones con medida de estrofas o versos
octosílabos, y, al destacar éstos en el orden en que aparecen
en el texto, hallamos una narración poética de medida típica
castellana, de romance, (5. que conserva la consonancia y rit-
mo a pt'-sar dt: haber sido vertida en prosa y mutilada; por
ejemplo:
"Se hallaba a corta distancÜl
de allí un indiecmo
de ocho a nueve años de edad
viendo en los que aprisionaban
padecía los ultrajes
de cautiva una hennana

y con un gentil denuedo


manifestaba ~Hl enojo
pues prorrumpiendo en oprobios
que le dictó el sentimiento
y echando mano a las armas
disparó todas las flechas
que embarazaban la aljava

Juan de Gámez admirado


de operación tan ajena
de la edad de aquel muchacho
mandó que no le tirasen
deseando haberlo a las manos
sin que recibiese daño,
y por que no se escapase
dió orden a sus soldados
que le cogiesen en brazos",nl

(7) Archivo dc la FundaciÓn Boulton, Copia de la Testamenta:ría de Oviedo y


Baños.
(8) El endecas!1abo, a dccir dc C&,<;tell~ aún no corría por aquestas partes"'.

, ....
N

(9) "Hi!toria dc la Provincia de Venezuela'·, Edic. Nueva Yort., 1940, págs. 408

18
I
, Restos de romance se encuentran también en otros Libros
de la Historia de Oviedo y Bailas, especialmente en Jos que
describen luchas con Jos indias llo ,.
Que la fuente de Oviedo para los capítulos de la con-
quista y población del Valle de Caracas fue un fragmento
de la Crónica del poeta Ulloa es casi evidente. Fragmento
o fragmentos fueron sin duda puesto que el capítulo VI.I co-
rrespondiente a la Fundación lo deja prácticamente en blan-
co. Desde el punto de vista histórico el valor de la narración
no sólo no pierde sino que gana al poder comprobar la legí-
tima utilización de una fuente tan digna de fe: de pocas na-
rraciones del siglo XV] se conserva la constancia escrita de
que fuesen asesoradas por los propios actores de los hechos
que relatan, como leemos en el acta del cabildo de Carocas
de 26 de noviembre de 1593, con la particularidad de que es
el propio Gobernador don Diego Osario quien propone se
escriba la Crónica.
Desde el punto de vista literario ni empeee ni disminu-
ye su valor: sabido es los restos de romances que se encuen-
tran en los Clásicos españoles del siglo de oro, especialmente
en Lope de Vega.

DECLARACIO ES DE TESTIGOS

Los expedientes de la sección de "'Encomiendas" del Ar-


chivo General de la Nación abundan en declaraciones que
aluden a la fundación de la ciudad; también se encuentran
en los de "Méritos y Servicios" de conquistadores, que re-
posan en muy distintas secciones del Archivo Histórico de
Madrid, de Simancas, de Indias de Sevilla y otros; en las
actas del cabildo de Caracas hay también alguna alusión a
elJa. De estas declaraciones son particularmente interesantes
hu contenidas en el expediente de oposición a una enco-
mienda en Trujillo, hecha por Pedro de Amaya, casado con
doña :\1aría Infante de Rojas, que corre entre los folios 152 y
180 del tomo XXXIX de Encomiendas.

(I0)Véue. Aphuiicf', al fiDal.

19
Daremos preferencia a lo que declaran los testigos presen-
ciales: Decía el Promotor Fiscal de Caracas don Francisco
Tostado, el año 1604, "que esta provincia há más de 35 años
que se pobló por el capitán Diego de Losada, que en ella
entró con cantidad de españoles, los cuales son muertos y
no han quedado casi ninguno sino sucesores de ellos y éstos
no pueden saber cosa alguna tocante a esto y así es de nin-
gún efecto su información por ser hecha sin testigos cuyas
deposiciones sean de vista como lo requieren negocios se-
mejantes". (111
Sin embargo, alguna excepción creemos que se puede ha-
cer en la selección de testigos: Garci González de Silva,
Alonso García Pineda, Miguel Jerónimo y, quizá, Bartolomé
de la Canal. El primero porque, aunque llegó "un año des-
pués", fue el ahna de Caracas durante medio siglo (aún apa-
rece otorgando poder a su hijo Diego de Silva el 24 de sep-
tiembre de 1615, en un curioso proceso(l~' contra Andrés
"herrero, negro criollo, ladino y de mucha razón" al que de~
Hende Garci González). Carcía Pineda porque, como él mis~
mo nos dice, "como Escribano que he sido por S. M. en esta
ciudad y gobernación, he tenido en mi poder y tengo los
Registros Generales que se hicieron por el dicho Capitán Die-
go de Losada al tiempo que pobló las dichas ciudades y
repartió los naturales y lares y tierras en nombre de su ma-
jestad". Miguel Jerónimo fue el médico de la ciudad por
más de 30 afias, llega a ella cuando aún están vivos muchos
conquistadores y, por no ser encomendero, está más libre de
banderismos. Bartolomé de la Canal dice "que lo sabe por-
que se lo oyó decir al propio Diego de Losada" y está decla-
rando "in verbo sacerdotis".
Los documentos en que han llegado hasta nosotros estas
declaraciones son en absoluto dignos de fe: la del Alcalde
Sancho del Villar está en Acta original del Cabildo de Cara-
cas, de 14 de abril de 1590, firmada por la Justicia y Regi-

(11) Arch. General de la Nación, Caracas, Sec. "Encomiendas", T. XLV, 101. 118.
(Siempre que se mencione "Encomiendas" o "Real Hacienda" se entenderá
que son las correspondientes secciones del Archivo General de la Nación,
Caracas).
(12) Arch. Arquidio<:sano de Caracas, Sec. "Judiciales", Leg. 1 (documento ori-
ginal).

20
miento de la ciudad v refrendada del Escribano (Carda
Pineda); las contenidas 'en los testimonios que presenta Pedro
de Amaya se conservan en copia sacada de su originaL en
Santo Domingo, en 1614, refrendada por el Escribano de Cá-
mara Caspar Páez Maldonado; las restantes de que haremos
uso en este estudio, son O bien originales O bien copias re-
frendadas por Escribanos Públicos.
Un examen ligero de estas declaraciones puede llevar a
la conclusión de que tienen poco valor por la contradicción
aparente que existe entre ellas y por ]a expresión de «tantos
años más o menos". Esta expresi6n está consagrada en las
prácticas jurídicas del medievo español, se encuentra cons-
tantemente y se alude a ella en recopilaciones y ordenanzas;
la f6rmula "más o menos" era "para que las testemuñas no
yerren en la cabalidad del año" puesto que declaran bajo ju.
ramento; el más o menos no se refiere a años en modo alguno,
sino al período de tiempo que pasa o falta para que se cum·
pla )a cuenta de los años que se declara. Lázaro. Vázquez,
que afina tanto en su declaración que da hasta la distancia
en meses de un acontecimiento a otro, al citar número de
años añade la constante fórmula "más o menos"; en cambio
Sancho del Villar, que no habla bajo juramento, dice senci-
llamente que "hace 24 años que esta ciudad se fundó",
En esto del cumplimiento del año es curioso comprobar
(Iue el pueblo, aún hoy, no en todas partes )0 computa de la
misma manera: dentro de España, por ejemplo, en las pro-
vincias del Norte la gente no añade un año más a su edad
hasta que ha pa"iado la fecha del cumplimiento; en cambio,
en muchos sitios de Andalucía o, mejor dicho, de Madrid
hacia el Sur, porque Andalucía, como decía Unamuno, em·
pieza en )a Plaza Mayor de Madrid, la gente dice "ando en
los tantos años" en cuanto entra el año en que Jos va a
cumplir.
La diversidad de fechas que dan los testigos al aludir a
la fundación de la.ciudad, sólo con un criterio simplista puede
llevar a la conclusión de qne no son válidas: el hecho a que
se refieren han de situarlo dentro del complejo histórico de
diez años de duración que tuvo por escenario la "provincia
de los Caracas". La pregunta que se les hace, por ejemplo,
en el expediente incoado por Pedro de Amaya es: "¿Como

21
se llama esta ciudad, quién fué el primer fundador e reedifi-
cador deUa y qué tanto tiempo há que se fundó y reedificó
y pacificó esta dicha ciudad?" La preglmta puede parecer con-
creta a cuatrocientos años de distancia, es decir, parece que
pudiera ser conte!)1ada con el nombre y una fecha; pero no era
tan concreta para los que vivieron los hechos. Hay un apa-
rente contrasentido en eUa: dice que se fundó e reedificó,
¿cómo puede ser fundarse y reedificarse al mismo tiempo?
La explicación es, precisamente, que no fue al mismo tiempo,
ni en el ánimo del que hace la pregunta ni en el de los que la
contestan, como se ve en la re.~puesta de Garci GonzáJez,
que es el más culto probablemente de los que declaran, Cada
uno da por fecha la del hecho que cree definitivo para la
fundación; Lázaro Vázquez es el que da más datos cronoló~
gicos; Garci González de Silva asume una actitud critica e
impersonal al decir "según he podido verificar",
Este debate sobre cuál ha sido el hecho que puede con-
siderarse el definitivo en la fundación de la ciudad no es
de ahora ni es el de Caracas un caso único; y estamos por
decir que es el de la mayoría de las ciudades americanas. El
problema es ca...i siempre complejo porque a la validez de
Ima fundación iba unido el de la leJ!itimidad de la encomien-
da de naturales y, sobre todo, de la encomienda de tierras
que se repartían entre los fundadores y pobladores. Dichas
encomienda..., que en un principio participan de muchas ca-
racterísticas de la behetría o benefactona castellana, termi-
nan haciéndose hereditarias, en contra de las primitivas leyes,
y vienen a ser la base de las grandes fincas o terratenencias
del ,,¡g1o XVIII.
EI- problema en el caso de Caracas se comolica, aparte
de la lucha de intereses. por la incompetencia del Goberna~
dar Bernáldez. No hablamos de la suya personal sino del
statu~ iurídico de su nombramiento ante el Consejo de In-
dias, Para el Consejo. Alonso Bernáldez no fue sino un Tuez
de Residencia proveído por la Audiencia de Santo Domingo
paTa tomársela al Gobernador Collado. en unas extrañas cir-
cunstancias de desacuerdo entre su Presidente e Oidores,
como puede verse en los siguientes párrafos de cartas de los
oficiales de dicha Audiencia, el Fiscal Santiago del Riego y

22
Licenciado Echagoyen. m , "Sabrá cómo vuestro Gobernador
de la provincia de Venezuela murió, el cual tomÓ residencia
al Licenciado Bernáldcz, primo del Licenciado y Capitán; la
cllal se envió a vuestro Real Consejo, que por esta Audiencia
no se sabe ni se ha visto, mas de que por mi parte siempre
tuve mala relación; y así, cuando por primera vez se prove-
yó por esta Audiencia, lo avisé a Vuestra ~1ajastad; y agora
sin haberse vistu la dicha residencia por Vuestra Majestad,
conforme a lo dispuesto por vuestras leyes reales, se ha pro-
veído otra segunda vez por Gobernador en la dicha provincia
por medios no buenos". " ... porque de enviarse de esta ciu-
dad, y más tal, y contra la dicha orden, viene a los pobres
vecinos mucho daño, y como el salario sea mucho y la caja
I real pobre, no he tomado gusto alguno; y este Bernáldez ha
hecho información de abonos que por no decir las burlerías
que pasan en tales infonnaciones lo mejor será dalles poco
crédito a ninguno".n4' "El dicho Bernáldez es el que fué des-
terrado por esta Audiencia a España porque fué el que echó
mano a una daga contra el Licenciado Maldonado, Presiden~
te que fué de esta Real Audiencia". " ... y es la persona (Ber~
náldez) de quien se escribió a Vuestra Majestad que no era
para juez". "Los que le favorecen (a Bernáldez) buscan to~
dos los medios posibles ... " cte. Había, por lo tanto, una
facción fuerte en la Audiencia que le apoyaba hasta el punto
de hacer desaparecer documentos ". .. y yo he dado más de
doce peticiones (dice el Fiscal Riego) de las cuales algunas
me han desaparecido, como parecerá por los antos que envío".
Esta facción de la Audiencia que apoyaba a Bernáldez,
en sus comunicaciones al Rey y al Consejo, da como princi-
pal excusa de haberle nombrado por segunda vez el estado
de rebelión de los indios Caracas(l~) y el riesgo de esperar
a que se cumpliesen los trámites legales para la provisión de
Gobernador. El Consejo de Indias en sus comunicaciones ig~
lloró al Gobernador Bernáldez como tal Gobernador: en la
provisión de Pérez de "Manzanedo se le encarga tomar la re-
sidencia a su antecesor Collado; y en la de Ponce de León

(13) Arch. de Indias, Sevilla, Sec. Santo D<Jminl:o, 53-6-5, T. 1I, fols. 304, 330
y 472-
(14) Las transcripciones de documentos se han hecho con grafla moderna.
(15) Arch. de Indias, Seco Santo Domingo, 53-6-5, T. n, fol. 309.

23
(dada en El Escorial a 17 de mayo de 1564) (10) le dicen que
Manzanedo "yendo a servir su cargo murió y por eso está
vaco". Sólo más adelante, cuando viene el Consejo en cono·
cimiento del alto valor de los "rescates" con los piratas, que
"autorizó un Bernáldez que hace en ella de Gobernador, nom·
brado por el Audiencia", encarece la "priesa y rigor" en to-
marle la residencia. Y es curioso comprobar que Andrés Bello,
en la lista de Gobernadores propietarios de Venezuela que
publica en "Calendario Manual y Guía de Forasteros" ni le
cita siquiera.
Complicada con esta situación especial de Bernáldez se
halla un largo período de la conquisa y población de la pro-
vincia de Caracas. Se supone que sus actuaciones como tal
Gobernador en asuntos graves, como son hacer la guerra,
poblar, fundar y repartir encomiendas, fuesen discutidas y ne-
cesitasen sus "entradas" las disculpas de sus partidarios en la
Audiencia: "que de los pueblos le pedían socorro", (17) "por-
que los vecinos que quedan están muy apocados y desampa-
rarían la tierra y las minas de oro"(18) etc., para justificarse
ante el Consejo. (19)
Las consecuencias de tal situación anómala en la Gober-
nación fueron varias y, como dijimos, atañen directamente al
estudio de la población de la provincia de Caracas, especial.
mente en el silencio que se hizo alrededor de la "jornada
para poblar" que encargó Bernáldez a Diego de Losada.
La suerte de los encomenderos de la provincia no parece
haber sido muy envidiable: Desde las primeras encomiendas
de que hay noticia histórica cierta, en la provincia de Ca-
racas, que son las repartidas por Francisco Fajardo hacia
1559, hasta que se termina de pacificar la tierra, no sólo tuvie-
ron que luchar contra los indios alzados y, a veces, hasta confe-
derados, sino contra las ambiciones y pasiones que alegaban
la invalidez de los títulos y la incompetencia de las autori-
dades que los otorgaron. Cuando parecía que el problema

(16) Areb. de Simaneas, "Provisiones de Tierra Firme", 520-564.


(17) Aceb. de Indias, See. Santo Domingo, D. NO;> 471.
(18) Areh. de India" Santo Domingo, 53-6-5, T. JI, fols. 236 y 245.
(19) La Cédula que "prohibe intentar descubrimientos sin licencia expresa real"
est:\. dada en Granada el 3 de septiembre de 1501 y se hizo valer en las lu·
chas por el reparto de tierras siempre que convino.

24
jurldico se había superado, surge la Real Cédula de Felipe
II desautorizando las repartidas por PODee de León (y Diego
de Losada en su norobre, por lo tanto), que transcribimos a
continuación por lo que pueda servir a un estudio ulterior:

EL REY

Nuestro Gobernador de la Provincia de Venezuela:


Saocho Briceño, en nombre de esa Provincia, me ha
hecho relación que vo~ habeis encomendado y enco-
mendais repartimientos de indios a hermanos y a pri-
mos y a deudos y a criados vuestros, dejándolos de
dar a muchas personas descubridores, conquistadore!;
y pobladores de esas tierras, que dice que estlí.n sin
ellos muy pobres \' necesitados, a quien se deben re-
partir. E Ole lroplicó, en el dicho nombre, vos mande-
quc flnitásedes a todos los susodichos e a los demás
Que en e~ manera SE' hubiesen dado y encomenda-
do los dichos indim, e Que se repartiesen eJl los di-
chos conquistadore¡:; e pobladore!; e descubridores de
esa tierra, 11 quien se hubiesen de encomendar al
tiempo que los susodichos se encomendaron o como
la nuestra merced fuese. Lo cual visto por los elel
nuestro Consejo de las Indias, por cuanto en las
nuestras leves y ordenanus. por el Emperador nues-
tro señor, de J?;1orio.~a memoria, hechas para el buen
gobierno de las Indias e buen tratamiento de los
naturales dellas, hay nn Capítulo del tenor siltUien-
te: "'Y porque es razón que los que han servido en
los descubrimientos de las dichas Indias, y también
los que ayudan a la población de ella.1i. o que tienen
alH sus mujeres, sean preferidos en los aprovecha-
mientos, mandamos que los nuestros Visoreyes. Pre-
sidentes e Oidores de las dichas nuestras Indias e
Audiencias prefieran en la provisión de los Corregi-
mientos y otros aprovechamientm cualesquier a Jos
primero.~ conquistadores, e, después de ellos, a los
pobladores casados, siendo pet50nas ábiles para ello,
f que hasta que e.'\:tos sean proveídos como dicho

25
es, no se pueda proveer otra persona alguna". Fué
acordado que debíamos dc mandar dar esta mi Cé-
dula para vos en la dicha razón, e yo túvelo por
bien, por la cual vos mando que veais la dicha Ley
que de suso va incorporada, e la guardeis e cum-
plais e hagais guardar e cumplir en todo y por todo
como en ella se contiene y declara; e guardándola,
cualquier provisión que hubiéredes fecho de Indios
contra el tenor e forma dcIJa en vuestros hermanos,
sobrinos o primos o criados, se los quiteis e hagais
quitar luego, e los proveais conforme a la dicha Ley;
la cual platiquieis y entendais como si hablase en
encomienda de indios. Lo cual así haced e cum-
plid, con apercibimiento que vos hacemos, que, si
así no lo hiciéredes y cumpliéredes, mandaremos
proveer cerca de ello Jo que más convenga y sea
justicia. Y de más de ello mandamos a nuestro Pre-
sidente e Oidores de la Audiencia Real de la Isla
R5paño]a que, constándoles que no haceis e cumplis
lo que por esta mi Cédula se os manda, ellos lo
cumplan e hagan cumplir en todo y por todo como
en ella se contiene. Fecha en Toledo, a nueve dws
del mes de enero de mil e quinientos e sesenta y
nueve años. Yo El Rey. Por mandado de Su Ma-
jestad, Antonio de Eraso.

(Transcrita con grafía moderna, de una copia que reposa en el


Archivo Arquidiocesano de Caracas, en Carpeta de Cédulas, den-
tro del año 1650).

No pararon aquí los pleitos de los encomenderos: al ter·


minar el problema civil surge el eclesiástico, con los escánda·
los originados por la firme actitud del obispo Fray Gonzalo
de Angula, que llega a excomulgar a todas las autoridades
de la ciudad: "En ejecución de lo dicho, descomulgó e puso
en la tablilla a mí (habla el Alcalde Nicolás de Peñalosa) y
a la mayor parte de los vecinos de la dicha ciudad, sin repa~
rar en que los unos eran Alcaldes Ordinarios y los otros Re~
gidores y personas públicas", como consta en la cabeza del
proceso de la ciudad contra el Obispo, que se siguió en la

26
Audiencia de Santo Domingo, incoado en 27 de octubre de
1622.(20'
La consecuencia de estas luchas fue la desaparición de los
documentos donde constaban los repartos de tierras, obliga-
ciones de los encomenderos, etc. Hasta tal punto debió de
llegar la rebelión de éstos y la destrucción de los documentos,
que el obispo Angula consigue de Roma un Breve para evi-
tarlo, como podemos ver en una orden emanada del Consejo
de Indias, en 11 de mayo de 1634, qu~ dice: ..... e ordena-
mos se dé a Gregario de la Vega el testimonio de un Breve
de Excomunión que presenta para conservación de un Archi-
vo que don Fray Gonzalo de Angula, Obispo que fué de
Venezuela, hizo en aquella provincia y para que se pueda
usar de él".'211 Ni aún con la ayuda del Breve pudo el archivo
lIegar hasta nosotros. (22",
Un caso concreto del interés de algunos encomenderos en
hacer desaparecer documentos lo encontramos al folio 185 del
T. III de Encomiendas, donde dice un Escribano, hablando de
documentos que Losada dio a Antonio Rodríguez, ".. e hizo
pedazos la cédula de Repartimiento de Indios, pero los junta-
ron e hice correr en otro papel en manera que se podía bien
Icer".
Antes de entrar al examen del grupo de fuentes integradas
por los documentos fidedignos, vamos a resumir en un cuadro
las fechas que se dan sobre el proceso de la fundación: (23'

(20) Arch. Arquidiocesano de Caracas, Sec. "Judiciales", LegO;> 1.


(21) Arch. de Indias, Santo Domingo. D. 178.
(22) Los cabildados de entonces, en ~u mayoría encomenderos, tuvieron interés
en r,acer aparecer el pleito, que vení~ de Obi,po, anteriores, como de entro-
metimiento de la autoridad eclesiástica en la civil.
(23) Ni Fray Pedro Aguado ni Fray Pedro Simón dan una fecha exacta, s¡ nos
atenemos a los textos editados. Sería recomendable una revisión exhau,tiva
de los manuscritos ori/tinales.
Es lástima que no r.e haya estudiado correctamente la fecha del relato de
Rodrigo de Navurete, aunque desde luego \oC puede afinnar que es posterior
al año U70 en que se le suele situar. El dice: ". habrá ocho años tomó a
poblarla el capitán Diego de Losada, gallego, el cual pobló la tierra adentro,
cinco leguas de la mar, el pueblo de Santiago de León ... " (pág. 48 de
Puenres para la Historia Económica de Vmezl.e1a, recopilación de Antonio
Arellano Moreno. Caracas, 19S0)
~ ~Lázaw Vázquez

- J nan de Rivera
~

~
-
¡-:
-Ped.ro Fernánde2: Puiplr . ,utUto,. Ulea<J de Losada, por ardeo del GObernador Bem,udn del 28 de octub.fe ae n~

__
-Ant9 Vá.1:quez de I!I:p;-
-~.
-Ant9 Vúquez de Espi-
"publkó Dlea<> de Lo. . . la Jornada el año 156("
-,-
"miró (L(I,I&dll) en la pWl'incia de Caracas el año 1565"
_... _ - - - -
"que enkó COlJ el Capitán Dieeo de Losada, que lué el que la pobló e reedificó, r que habrá ~

-Francisco Infante 24 11m. poco .mQ 11 menOl" (declara en ~~~de 1589) 1_ ~


_A19 Ruiz de Vallejo "elite tes~ fué de los primero. COlJqui.tlldOJ"ell de cllta dudad, que habrá 12 añ05 mú o me-
001 que le pol>16" (decla~ el 3Q.VI·1608)
-Sancho del ViUar "Hace 24 añOl que eltll ciudad se !lIndÓ" (lo afirma Sancho del Villat en. ACfll dcl Cabildo de

-Miguel J"mimo
-Vázque:! de Espioou
Caracas de 14·IV-1590, siendo Alcalde)
"Como el dicho Capitán Oieao de Louda había ...trtlllo había tiempo de 38 años a la conquista
y padficadÓD. de 1011 naturales" (declara en septiembre de 1604)
-
~
-J. Diez de la Calle (24) ~'Ja funtÚlriÓfl, de Santi..o de León fuli el día de Santiqo de 1566"
-Áowoio de Alcedo ul4 fundó .,¡ General Dil'!fl'o de l..osIIda dia de Santia~o en el año 1%6"
"¡'~,.tÚIILf por OiQO de Lotada el afio de 1566"

-J. Pimeotel "el cual (Lotada) enlró en ella (en la provincia de Caracu) por marzo de 67"
-Lój)(!Z de VelllKo "poblól4 el Capitán Diego de Losada afio de '.sml. r ,¡ele por mandado del Gobernador don
Pedro POllee de León" ~

-Antonio Rodrísuez "que h' 36 años que h' que se ...tró en ella" (dedua el 22.12.1603) ~
-Sebastián Dial "habrá 36 años el Capitán Dieso de Losada con canudad de .oldado, .,.¡ró a la conqui't11 de
esta. provincias" (lo dice (no declara bajo jurame:nto) el 22·12·1603)
-Seba.tián Diaz . . - - -
"que este testiao. con el Capimn Diqo ae LOSaaa, -.lCDlente ae ljObI'!mlldol de dO«! Pedro Ponte
de León, la pot./ó e rudi/icó e conquistó habia 21 años poco mlÍS o meaos" {dedara en fe-
brero de 1589
-Lázaro Várquez
---Garci GoDdJez de Silva
"la pobló y la puso por nombre la ciudad de SlUItiaao de León d• •bl • _ Mio que babí. -.J-
It'tIlIo ... fiU/' (declara el 1.11.1589)
"y pobló esta dudad de Santiq-o y la de Nuesua Señora de CarabllJleda en la CO't11 de la mar,
puede baber 21 lI.1ios poco mil o menos" (declara en. febrero de 1589)
-
~

~
-Francisco Sánchez de "que se llama esta ciudad de Santiq:o de León y que l. pobló el eapitin Diqo de Losada.
Córdoba y /fU" •• r....#" al R.«i.tro G,ner,u (1568)para ,,. ~u.mlo bJ /fU. se pobló" (declara también
en febrero de 1589)
DOCUMENTOS FIDEDIGNOS
La Diplomática considera dignos de fe los originales coetá·
neos que se refieren directa o indirectamente a los hechos
en estudio, extendiendo la significación de "coetáneo" al pe-
ríodo medio de actividad de una generación, 50 años. Tam-
bién se consideran fidedignas las copias posteriores de dichos
originales cuando aparecen cotejadas y autorizadas por escri-
banos públicos, de cabildo o notariales. No se consideran
dignas de fe las copias sin firmas ni requisitos notariales de
autenticación aunque reposen en archivos oficiales.
Para no hacer una monótona enumeración de documentos,
aludiremos a ellos, en notas a ser posible, al hablar de los he-
chos que respaldan.

Población de la Provincia de Caracas


La extensión costera de la Gobernación de Venezuela,
quedó implícitamente determinada ya en las Capitulaciones
con Alonso de Ojeda, redactadas en los últimos meses del si-
glo XV; determínase en ellas que "no puede tocar tierra (Oje-
da) desde el seno de la Margarita hasta el Farallón de toda
aquella tierra que se dice Curiana", Prohibición que parece
implicar una reserva de dichas tierras para otro poblador. (25,
Aunque el mismo Ojeda contesta, en el proceso que con-
tra él se siguió por Ocampo "que la dicha tierra no se decía
Curiana ni la había descubierto Bastidas". Se le acusaba de
haber poblado a Santa Cruz, la primera fundación de Sud-
América, en aquella tierra que le prohibían tocar, " ... en lle~
gando en Curiana que es tierra firme, donde descubrió Bas-
tidas".
En la averiguación que hace por cuenta de la Audiencia
de Santo Domingo el Licdo. Zuazo del año 1520 sobre los
indios de las costas de Tierra Firme dice "que lo que está
de Maracapana hasta el río de Unare por la costa abajo al
presente declaro no estar suficientemente averiguado si son
caribes. "(211)

(23) "La Gobernación de Coquivacoa", por Demetrio Ramos, en Boletín de la


Biblioteca de la Universidad del Zulia, NO;> 4, 1963.
(16) Arch, de Indias, Sto. Dgo. 2-1-1~. T. 1I. rol. 310 y siilts.

29
Las costas de Caracas se describen ya con el apelativo de
"Caracas" en las Capitulaciones con Antonio Cedeño del 1530,
Por estos años empezó a correr la fama de las poblaciones,
riqueza de metales y feracidad de "los Caracas" llevada por
los propios indios que contrataban en Cubagua y la Mar-
garita.
Castellanos pone en boca de Domingo Velázquez "de los
antiguos de Cubagua"(27j intentando disuadir a Diego de Or-
daz de seguir por el Oriuoco o Dyapar, hacia el año 15,'31, lo
siguiente:

"Por montes por sabanas por oteros


Do quiera que sus pasos hombre guía
Hierve la gente como honnigueros
Tanto que no veréis cosa vacía:
Gentiles pescas grandes cazaderes
Tierra de bendición, tierra sanía;
Hay minas de oro, mantas y hamacas
Desde Cojegua hasta los Caracas"

Aun supuesta una buena parte de hipérbole poética, de


ésta y alguna otra descripción de la época puede deducirse
que la provincia de los Caracas estaba bastante poblada.
Garci González de Silva, en su declaración de febrero 1589,(28)
dice: "En cuanto al número de los indios, este testigo, como
tiene dicho, no entró con el Capitán Diego de Losada ni con
el Capitán Francisco Fajardo sino después de ellos, y que a
lo que este testigo ha podido verificar de algunos soldados
de los que entraron con el Capitán Francisco Fajardo, los
cuales decían que podría haber cuando ellos entraron en esta
dicha provincia como cuarenta o cincuenta mil indios, con-
tando desde el cabo de la Codera hasta Borburata, desde la
costa de la mar y toda la cordillera hasta los Llanos",
Los restos de las desperdigadas tropas de Cedeño, parece
que llegan a Barquisimeto a fines de 1539; primero llegó
Pedro de Reinoso que se había separado de las que conducía
Diego de Losada.

(27) Pág. 127, T. 1. edic, Caracas. 1930.


(2B) Arch. Gral. de Caraca.~, "Encomiendas", T. XXXIX. fo!. 156.

30
La entrada a Tierra Firme que Orellana preparaba en
Cubagua el año 1542, con la que parece anduvo Losada y el
pmriO Castellanos, estuvo por las Tierras de Tacarigua y ae·
tua Valencia y hasta es posible divisasen entonces el valle
del Guayre, como apunta el Dr. Parra León en su prólogo a
la edición de Castellanos de Caracas del año 1930.
Castellanos no se priva en esta ocasión del "ya lo decía
yo" de los profetas a posteriori, al consignar:

"La disposición vista de la tierra


decía que poblásemos en ella"

El Gobernador Pérez de Tolosa, en carta de 27 de junio


y 3 de diciemhre del año 1546(29i al rey. le habla de la con-
veniencia de "fundar en los Caracas" y "de fundar tres pue-
blos: uno en los Caracas, otro por :\1aracaibo y otro cerca
de Coro".
La Audiencia de Santo Domingo hace unas curiosas Ca-
pitulaciones el año 1548 con Cristóbal Jirntnez el cual sabia
por informaciones que habla recogido en la Margarita de
indios de tierra finne, "de mina.. muy ricas de oro y plata"..
Las expediciones se permitían por. esos años sólo para "des-
cubrir minas"; pero de hecho sucedía como en el caso que
cuenta Fernández de Piedrahita acerca de la fundación de
la ciudad de los Remedios por Ospilla que "hallándose con
pcrmi~ de la Real Audiencia para descubrir minas y la pro-
hibición del Consejo para no emprender nuevas conquistas,
parecióle que con el pretexto de lo permitido se podría entrar
en lo vedado"; mal expediente para Jos vecinos de las ciuda-
des así fundadas "pués todo el fruto que daban se les con-
\,crt{a en acallar jueces 'j comisiones".
La expedición de Cristóbal Jiménez a los Caracas ya había
sido implícitamente aprobada por Felipe II al escribir éste
al margen de la participación de la Audiencia, según su cos-
tumbre, "que no sea con indios" (el laboreo de las minas),
cuando decide aquélla suspenderla: "y estando aderezando
para hacer este descuhrimiento, ha venido navío de aquella
Gobernación que trajo nueva de cómo la gente de ella ha

(29) Ar~h. lk Indias, Santo Domi.rl;o. D. In y 128.

31
poblado en aquellos Caracas un pueblo a la mar»\3(1, (mayo a
octubre de 1548). Borburata, fundada por entonces, no se
consideraba incluida dentro del territorio de los Caracas sino
cerca de Coro; "la mar que alcanza la costa de esta provincia
de Caracas es desde el cabo de Codera hasta cerca de Bor-
burato." según dice la relación de Pimente1.
Algunos cronistas hablan (81, de las exploraciones de la
provincia de Caracas por "los hennanos Fajardo", una auto-
rjzada por el Gobernador interino Gutiérrez de la Peña; pero
las primeras y más concretas noticias de las expediciones de
Francisco Fajardo, DOS las dan sus propios compañeros de
armas en el año 1589. (;12) Lázaro Vázquez dice, en Caracas
el día 4 de febrero de ese año: "Habrá treinta años poco
más o menos entró en esta dicha provincia en este valle de
San Francisco, que ahora se llama la ciudad de Santiago
de León, don Francisco Fajardo. con poderes del licenciado
Pablo Collado, (33; y la pobló y le puso por nombre San Fran-
cisco, y en la costa de la mar pobló un pueblo que llamaron
gr Collado, a donde ahora llaman Nuestra Señora de Carava-
lJeda", "y que entIaban con el dicho don Francisco Fajardo
por entonces hasta veinte hombres de los cuales al presente
no hay vivos más de cuatro de los que se hallaron en aquel
tiempo a poblar; y que uno de los cuatro es este testigo y el
otro es Gómcz de Silva, vecino de esta ciudad, y Juan de
San Juan, vecino de CaravaUeda y ~artín de Jaén, mestizo,
que reside en la isla de Margarita"'.
El mismo día que VázqUC'L, declara Juan de Rivera: "dijo
que habrá treinta años poco más o menos que don Francisco
Fajardo entró a poblar esta provincia de Caracas, con orden
y poderes del licenciado Collado, Gobernador que fue en esta
provincia"'.

(JO) Arell. <Je Indias. Santo DcminllQ, .H-4-9.


(31) Pedro Femández del Pulll;ar, T. 1, fol. 178 ~. Ms. 8~7. Bib1. Nacional. Madrid.
(32) Arcb. General, CarllCas. "Encomieodas". T. 39. fols.
())) El .l!ienlo que ~e en el Areh. de Indiu del ptiO a VeDez:uela de Collado
dice: "El UedD. Pablo Collado. Goberoador de Vcoezuela. Oalural de
ViIlanueva de Akardete en la Mam:ha de An,ón, hijo de Antón Co!.ladQ y
di': ooIY. Maria de Ala«:Ón. a Venezuela. oon su mujer Marla EnríQUCZ y
eriad05, 2 de abril de 1"9.
Ca!1ellanos dice que Collado vino 11 prineipios de 1$59.
Unos días después declara., en el mismo expediente, Garci
González de Silva y dice: "'que esta ciudad se llama Santiago
de León y que el primer fundador de esta ciudad, según
que este testigo ha podido verificar, fue Francisco Fajardo,
que dicen ser de la Margarita",
La competencia jurídica de Fajardo para poblar y reparo
tir encomiendas se deduce de las averiguaciones en el juicio
de residencia al gobernador Collado y se expresa asa en la
Relación de Pimentel: "y le envió (Collado) sus poderes para
poblar, repartir y encomendar los indios.... De estas enco-
miendas repartidas por Fajardo hay alusiones en documentos
coetáneos; no las hay de los cabildos celebrados pero CQmo
"sin cabildos DO hay ciudad" según las leyes de la época. no
es posible creer que las ciudades Eundadas por Fajardo exis-
tían sin las respectivas justicias y juntas.
Los datos documentales más cercanos a los hechos que
encontramos respecto a la actuación de Juan Rodríguez Suá-
rez se encuentran en una declaración de Diego Carda de
Paredes en el Tocuyo, abril de 1562; por ella se deduce que
los poderes que el Gobernador Collado le da fueron de "Ca-
pitán y caudillo para pacificar )' conquistar los indios alza-
dos""·' no para repartir encomiendas. Su muerte en la loma
de T ercpaima cuando iba a luchar contra el Tirano Aguirre
la relatan varios documentos coetáneos. (~~,
En la relación de Pimentel no aparece el dato de que
Rodríguez Suárez celebró cabildos ni tampoco de que repar-
tiera encomiendas, aunque, respecto a los cabildos, no se
mencionan porque si existe la población. existen Jos cabildos.
La cita que el Sr. Oramas hace en su trabajo "Rectificaciones
esenciales a la fecha de la fundación de Caracas" de que Ro-
driguez Suárez instituyó "en el mes de agosto de 1581 la
ciudad de San Francisco nombrando AJcaldes y Regidores
habiéndose hecho reparto de tierras a los vecinos" la toma
de Oviedo y Baños a pesar de que, en el mismo trabajo, le
retira su confianza, cayendo en igual defecto que critica en

CM) Arch. de lDdiu, MSanlo DomiD/l:O". O. 763.


(35) La relacióo mi!. completa esd en Are!!. Gral., CaracM.. ~Eoco:niendasM, T.
28, fol..w. Esta nlación fue conocida por a1&lIn05 CronkE&'i Que descri-
bieron cieftO§ paujl:$ con palabras exactas al documento: .. ~ con \lOU
vara.. lar¡as le U:nlabe.u'" (Visquu ;k F.spinou).

33
Oviedo, de que "'en el descubrimiento que le aquejaba se
atuvo a Gil Conzález Dávila aún de haberlo considerado de-
fectuoso y erróneo le tomó referencias falsas como son las
que asentó referentes a la fundación de la ciudad de Caracas".
A raíz de la muerte de Rodríguez Suárez, parece que el
alzamiento de los indios hubiese tenninado con estas pobla.
dones; sin embargo encontramos vestigios de eRas, sus enco-
miendas y minas entre los años 1561 y 1564:

- HenlrÓ a poblar (Juan Rodríguez Suárez) una ciudad


que fué intitulada la ciudad de San Francisco de El
Collado por algunos años". l3tl ¡
- En febrero de 1563 comunica la Audiencia "que los
indios que se dicen los Caracas... habían muerto
más de ochenta españoles que hahi3 en dos pueblos
nuevos que habían allí hecho a causa de las minas de
oro que allí se habían descubierto; y por ser muchos
los indios y pocos los españoles Jos habían muerto y
tomado más de ocho mil pesos de OfO que tenían; so-
bre lo cual se ha recibido la infonnación que con la
presente se eovía, para que V. M. sea servido en lo
uno y en lo otro haya breve remedio, porque los ve-
cinos que quedan con el temor que tienen ... "(31)
- La expedición de Narváez se emprende, al decir de
la Audiencia, porque "al) IDs pueblos le pedían .!o-
corro", diciembre 1563. (S>o,
- La desgracia de Carcía de Paredes en Cabo Blanco
no pudo suceder aotes de marzo de 1563, pues en
Sevilla consta l311J la salida de la gente que le acompa-
ñab.'"l, por ejemplo: "febrero de 1563, pasa a Popayán
Alonso de Carvajal, soltero, por criado de Diego Car-
cía de Paredes, Gobernador de aquella provincia, na-
tural de TrujHlo". También "febrero 1563, vuelve a
Venezuela el Mariscal Gntierre de la Peña con los dos
<'-'riadas que trajo y licencia para llevar cuatro parien-
tes suyos, que son: Huy Pérez, su mujer y tres hijos

(36) T. XXYIJI de Enc.om.ieodu, roL 61.


()7) Arch. de Indiu, Sec. s.nIO Domin¡:o, S).{j-S, T. 11, fols. 236-245.
(J8) Arch. de Indiu, Ste. Santo DominIO. D. N' 411.
(J9) Datos publicldos por el Arch. de lodias: "Puaierot .. IRdils".

34
pequeños, Martín Osario y Hemando Langayo, Diego
Castro y Alonso de Quirós, soltero, y su hermana
Francisca Hernández, beata no profesa, que nació y
vivió en Toledo".
- " ... y los indios, con este salto y victoria, dieron poco
a poco en los pueblos de españoles y mataron muchos
de ellos"(~oJ (diciembre 1563).
- "cómo la pobló (Diego de Losada) por orden del Go-
bernador don Pedro IJonce de León, en ocasión que
los indios de aquella jurisdicción se habían rebelada y
muerto a sus encomenderos y la tierra estaba levan-
tada".(U)
- "sólo se salvaron tres españoles llegando dos de ellos
a la villa de San FrancISCo donde ateron la noticia . .. "
- "y asimismo fué de esta ciudad a poblar la de San-
tiago de León de Caracas, ilamado de su Gobernador,
por haber muerto a manos de la multItud de indios
guerreros que había el Capitán Juan Jorge .t'ereira,
hermano legítimo de dicho Capitan Vicente Díaz l'e-
reira, con cuya muerte se rehraron los soldados al
puesto donde hoy está poblada la dicha ciudad de
Caracus, '4~J del pueblo de Caraballeda, donde sucedió
la muerte del dicho Capitán Juan Jorge Pereira; donde
asistió el dicho Capihm Vicente Diaz Pereira hasta
que se pobló la dicluJ ciudad y estuvo en paz y se-
gura". (~S)
- En el mes de julio de 1564 funden oro en la Borbura-
ta, de las minas de Nuestra Señora Lázaro Vázquez,
Alonso Valenzuela, Agustin de Ancona, etc.(H)
Las minas de Nuestra Señora fueron las más antiguas
de la provincia de Caracas. Después se descubrieron
y labraron las de San Ramón, San Juan, la Platilla y
San Gregaria. (4li¡

(40) Areb. de Indias, "Santo Domingo", DI' 47l.


(41) Tomo XXX de Encomiendas, Fol. 256 v.
(42) Tomo XLVI de EncomiendllS, fol. 270.
(43) Ibidem.
(44) "Real Hacienda" T. l. fol. 57.
(45) "Encomiendas", T. XLVI, fol. 90.

35
Poblaciones de Diego de Losada
Antes de entrar a examinar los datos documentales de estas
poblaciones, citaremos algunos biográficos de Losada:

- Testamento de su hija doña Inés '"hija legítima del


capitán Diego de Losada y de doña Cinesa Núñez".
(Está en el Archivo Arquidiocesano de Caracas, sec-
ción '1'estamentos", Legajo 1).
- Expedi~nte de la sublcvaci6n del Tocuyo del año
1603 y cargos contra Diego de LoS3da (hijo) "Judi-
ciales" Legajo L
- Carta desde El Tocuyo del Obispo Fr, Pedro de Agre-
da al Rey de16-VI-1569,((61 ",., y mayonnente agora
que el dicho Gobernador don Pedro Ponce de León
habrá "cinte dias que murió y, faltando la cabeza, esta
tierra está a gran peligro y conviene que vuestra Ma-
jestad con gran brevedad provea quien la gobierno, y
derto si vuestra Majestad proveyese al Capitán Diego
de Losada seria gran bien panl esta tierra, porque es
muy antiguo en ella y la enli~nde y la conoce y es
muy bien quisto; }' como tiene poblada a Caracas que
es la entrada de toda la tierra, estaría muy bien go-
bernada, porque lo que la tiene destruída son Gober-
nadores nuevos que vienen, que al principio no la
entienden y hal..'en muchos errores y cuando los quie-
ren remediar mueren o acaban sus oficius; y todo esto
se remediarla si de acá, y mayormente en tierra tan
pohre, se proveyesen Gobernadores: y entre los que
;le-.! podrían gobernar y más a gusto de todos y bien
de la tierra, el que mejor sería Diego de Losada",
"No tengo por ahora otra COSll que dar aviso a vuestra
Majestad má.<¡ de suplicar por Gobernador que con-
venga y tenga brío, del cual carecía el que murió".
Plantea ya el Obispo Agreda el problema de los Go-
bernadores peninsulares y propone que "sean de acá",
como durante casi trescientos años siguen planteando
los procuradores o diputados americanos al gobierno
central.

(<46) Areb. de lndi"- Sevilla. Slo. Domingo, Do. 218.

36
- Juan de Castellanos como fuente para una biografía
de Losada es sumamente interesante: llega a afinnar
de él cosas verdaderamente graves y punibles, como
es la trata de indios, so pretexto de poblar "hasta Ma-
racapana" con licencia de Rebolt, teniente por los ale-
manes;«71 allí mismo hace un rápido relato de la
muerte de Losada, después de pretender la Goberna-
ción, sin una palabra de alabanza hacia su personali-
dad que parecía tcnerlc algo confuso pués tan pronto
le alaba como le vihlpera. Pero al llegar a la Elegía
IlI, canto 49 de la Segunda Parte vuelve a hacer rela-
ción de la solicihld de Losada a la Gobernación de
Venezuela y rectifica la mala impresión que de él
dejó,

«Pidió luego Losada su Gobierno


a Grajeda que entonces presidía
mas pudo en él el amor tierno
que el mérito de quien se lo pedía
y allí la proveyeron a su yerno
que Francisco de Chaves se decía.
Hombre guerrero fué [Losada] cuyos valores
se pueden igualar con los mejores",

"Traté mucho con este caballero


y a grandes hechos suyos me vi junto"

"Y como Dios me dió más larga vida


quise dar esta cuenta más cumplida"

- Cuando a los pocos meses de fundada Santiago de


León "sale a la costa"(4~' Diego de Losada, los vecinos
de Caracas escrihen al Gobernador Ponce de León,
por mano de Lope de Neira, una curiosa solicitud,
presentada en Barquisimeto precisamente el día de
Santiago, 25 de julio de 1568, que muestra el alto

(47) Final de la Elegía XII canto 3'" de la Primera Parte. Ed. dt.
(48) " ... porque la mayor parte de ello 10 VID por vista de ojos y se halló presen-
te por haber entrado uno de los primeros después de haber salido a la c03ta
el Capitán Diego de Losada", dice Juan Pérez de Valenzuela, tomo XXXIX. de
Encomiendas, declaraciones del fol. 155 y sgs.

37
aprecio que tenían de las dotes personales y militares
de Losada; dicen:

"Ilustre señor: Todos los que de yuso finnamos nues-


tros nombres, e otros, por los que escribir no sabemos,
por persona de Lope de Neira, a quien para ello da-
mos entero poder cumplido cual de derecho en tal
caso se requiere, suplicamos a vuestra merced sea
servido saber, como ya sabe por aviso de los cabilda-
das de esta provincia de Caracas, que al servicio de
Dios Nuestro Señor y de su Madre, a lo menos por el
presente, no conviene que el Capitán General y Te-
niente de Gobernador Diego de Losada, por vuestra
merced nombrado, salga de esta provincia y, si sa-
liere, sea por término breve, aunque ninguno por
breve que sea se le puede dar en que no se corra
riesgo, por el gran crédito y buena opinión que de su
persona vecinos y naturales tenemos, as:! por lo que
experiencia de él nos ha mostrado como por las partes
que de su persona conocemos, que es tan grande que.
con haberse publicado su ida, muchos de los nahlra-
les se han alzado y rebelado de la paz y ohediencia
que habían dado; y así decimos y tenemos por cierto
harán los demás si su ausencia no se remedia. Conque
no lo haga pues es cierto que entre los naturales se
dice y platica que, él ido, los demás les causarán
poco temor. Para remedio de 10 cual, con el acata-
miento V humilde suúlicaci6n que debemos v porque
así conviene para el bien propuesto, pedimos y, si es
necesario, requerirnos a vuestra merced sea servido
de mandar al dicho Diel!o de Losada, su Teniente de
Gobernador y Capitán General con grave pena, no
salga de esta provincia, v, si saliese, le mande dentro
de un breve término vuelva a ella a prose~ir lo que
tan bien ha comenzado; con protestaci6n que hace-
mos Que, si as:! no lo mandare a proveer vuestra mer-
ced, si muertes, despoblaciones o alzamientos sucedie-
ren, sea a cargo de vuestra merced. Y de romo lo
pedimos y requerimos se nos dé por testimonio, y los
presentes de ello nos sean testigos. Juan Rivera, An-
tonio Femández, Pedro Cutiérrez, Baltasar García,
clérigo, don Lope de Benavides, Juan Pérez de Va-
lenzuela, Melchor de Losada, Diego Martín, Jorge

38
Maldonado, Francisco de Rojas, Andrés Machado,
Juan de Burgos, don Julián de Mendoza, Abraham
Desqué, Jorge Pimienta, Francisco Martill, Luis Sán-
chez, Pablos Garda, don Juan de Gámez Franco, Juan
Fernández León, Mateo González, Lázaro Vázquez,
Rodrigo Garda, Juan de Carmona, Gaspar Pinto, Bar-
tolomé Martín Fernández, Pablo García, Melchor
Henríquez, por Andrés Díaz, Francisco Avilés Vargas
Toledo, Antonio Pérez de Valenzuela, Por Juan y
Pedro Romero, don Lope de Benavides, Bemabé de
Ortega, Antonio de Acosta,
Barquisimeto, 25 de julio de 1568",(~g,

Del nombramiento de Losada como Capitán de la conquis-


ta de los Caracas por Bemáldez da testimonio la "ratificación"
que Ponce de León hace del mismo. De que la expedición se
llevó a cabo tenemos testimonios ciertos por la relación de dos
testigos presenciales que, aunque declarando en momentos en
que había intereses en tener silenciada dicha expedición dejan
escapar lo siguiente;

- " ... habiendo dado el Gobernador don Pedro Ponce


de León, que a la sazón era Gobernador en esta Go-
bernación de Venezuela y provincia de Caracas, un
conduchI de General al Capitán Diego de Losada
para venir a poblar, allanar y conquistar SEGUNDA
VEZ los indios nahrrales de esta provincia de Ca-
racas", (~O)
- " ... y aunque el dicho General (Losada) sabía de
las dichas muertes y desbarates de los dichos Capita-
nes y Gobernador y saber, como sabía y entendía por
haber estado otras veces junto de las dichas provin-
cias, que los dichos indios eran muy belicosos ... "(51)

Sancho del Villar y Alonso Ruiz de Vallejo hacen datar la


fundación de la ciudad de los primeros meses del año 1566:
el primero dice, siendo Alcalde de la ciudad, el 14 de abril de

(49) Enoomiendas, T. XXXI, Fol. 164.


(SO) Expte. de Servicios de Sancho del Villar, Arch. de Indias.
(S 1) Encomiendas, T. XLVI, Fol. lOO Y sisWentes.

39
1590,'021 que hace 24 años que la ciudad se fundó; y debe se-
ííalarse que está hablando delante del Gobernador don Diego
de Osario que, como luego veremos, opina de distinto modo.
Ruiz de Vallejo declara el 30 de junio de 1608 11;31 que hace 42
años que Diego de Losada pobló la ciudad.
Francisco Infante da{M) el aíío 1565 como fecha de la "en-
trada" en la provincia, coincidiendo con la que señalan los
cronistas antes dichos. La jornada o expedición de Losada que
Bernáldez autorizó, según éstos, debió ser a finales de 1565;
Oviedo y Baños les sigue al decir que Bemáldez "estando en
El Tocuyo, a fines del año de sesenta y cinco, determinó volver
a hacer segunda entrada a la provincia de Caracas ... y publi-
cada la jornada, nombró por Gobernador de ella a Diego de
Losada".
El 21 de noviembre de 1565, el Gobernador Bastidas enco-
mienda a Francisco Infante los indios del Valle de Carache(~~'
en Trujillo; pero éste "sabiendo que el General Diego de Losa·
da hacía entrada en esta ciudad para poblalla y pacificalla y
conquistar la tierra, hizo dejación de la encomienda que dicho
mi padre le había dado" (habla Pedro de Amaya Bastidas en
Caracas el aíío 1624). Efectivamente, el expediente de dicha
encomienda no incluye el auto de posesión, y, como éste solía
hacerse pocos días después del otorgamiento del título, puede
afirmarse que dicha entrada se realizó entre noviembre y di-
ciembre de 1565.
En el juicio de residencia contra Diego de Losada,(MI que
se falla en El Tocuyo en julio del aíío 1566, dice el Alcalde
Francisco Ruiz:

.. que a él no le consta que el dicho Diego de Lo-


sada tenga poder ni facultad para usar oficio de Te-
niente de Gobernador fuera de su jornada de Caracas
y cosas a ella tocantes, le mandaba y mandó que no
use en esta ciudad de Teniente de Gobernador ni de
otra Justicia fuera del poder o facultad que tiene del
señor Gobernador para como Capitán e Teniente de

(~2) Acta de Cabildo de Carae!» de 14-4-1590.


(53) Ms. de Aet!» del Cabildo correspondiente~ 11 1605.
(~4) Encomiendas. T. XXXIX, FoI. 155.
(55) Encomiendas, T. XXXIX, FoI. 165.
(56) AGI., Justicia, lego 93, p. 875 y siguientes.

40
Gobernador en Caracas y cosas a la jornada que ha
de hacer tocantes, so las penas .....
- "Falló, atento a los carp;os puestos por Francisco Ruiz,
vecino de la ciudad del Tocuyo, contra Diego de Lo-
sada, Capitán General de la Costa de Caracas, del
tiempo que fue Alcalde ordinario de la ciudad de
Toeuyo ... lO

Ya el 6 de octubre de ese año navegaba hacia Venezuela el


nuevo Gobernador, que debió de haber hecho un viaje bien
accidentado por lo que se deduce del asiento de pago de su
primer sueldo(·m " ... que ha de haber y le pertenecen como a
tal Gobernador desde seis días del mes de octubre del año
próximo pasado de quinientos e sesenta y cinco que se hizo a la
vela en la barra de San Lúcar de Barrameda para seguir su
viaje a esta dicha provincia, según parece por el testimonio de
Escribano Público e probanza que de ello trujo, hasta ocho días
del mes de mayo deste presente año (1566) que llegó a la
ciudad de Coro y fué en ella recibido por tal Gobernador y
Juez de Residencia".
En mayo de 1566 Diego de Losada va a Coro, con motivo
de la llegada del nuevo Gobernador, a pedir confirmación de
su nombramiento de "Capitán General de la Provincia y Costa
de Caracas", que consigue rápidamente pues, según declara
Gerónimo de Antequera, "había once o doce días que siendo
Gobernador Pedro Ponce nombró por su Teniente al dicho
Diego de Losada". (.~8) El 19 de julio ya consta, en el juicio a
Bernáldez, nombrado por el nuevo Gobernador "capitán para
la jornada de los Caracas y Teniente de Gobernador en aquella
provincia".
No es probable que el abandono de la conquista por Diego
de Losada el tiempo que estuvo ocupado en los juicios de resi-
dencia incoados por el nuevo Gobernador, obligase de inme-
diato a despoblar 10 nuevamente poblado. Sus compañeros de
armas continúan la actividad minera durante todo el año 66,
como consta de los asientos de fundición. Pero lo que sí es
evidente es el nuevo "alzamiento de los indíos Caracas v

(57) Real Hlcienda, T. I1, Fol. 5 v.


(58) Servicios de Juan Fernández de León, Arch. Indias, Caracas DI' 971.

41
muerte de sus encomenderos"; a esta experiencia debía de
referirse Lope de Neira(Ml) en su dramática petición al Gober-
nador de que no desamparase la ciudad Diego de Losada.
A sofocar esta nueva rebelión se prepara Losada lo que
resta del año 1566, desde que terminaron los juicios de resi-
dencia. (8())
La expedición de Losada para "poblar" y "reedificar", co-
menzada en enero de 1567, que autoriza don Pedro Ponce de
León, participa de todas las condiciones exigidas a la legalidad
de estas "entradas": primero la "rebelión" y "alzamiento" de
los naturales; segundo la autorización del Consejo; tercero
"que la autoridad que la encarga sea de nombramiento real";
y cuarto que el encargo se haga por conductu O cédula parti-
cular en capitán "abonado y capaz".
Las condiciones que Losada reunía para dirigir esta "entra-
da" eran excepcionales, como describe el primer historiador
criollo Alonso Ruiz de Vallejo. (61 \
El éxito de la expedición se relata poéticamente en el Libro
V de la Historia de Oviedo y Baños y escueta y documental-
mente en la carta de Ponce de León al rey de 15 de diciembre
de 1567. (~2' Por cierto que se le ha criticado al Gobernador que
dijese "que no poca gloria le cabía a él en cosa tan importante";
lo que dice (ver Lámina en el frontispicio) textualmente es:
"que no poca gloria tengo en una cosa tan importante": "tener
gloria en algo" era tener contento, satisfacción; en cambio "ca-
berle gloria en algo" era participar del mérito o gloria, que es
precisamente lo que no dice Ponce de León.
La entrada se verificó entre los últimos días de marzo y pri-
meros de abril. PimenteJ dice "el cual entró en ella [en la pro-
vincia de los Caracas] por marzo de sesenta y siete años".
Oviedo y Baños pone la batalla definitiva para la entrada en
3 de abril.

(59) Documento trallSl:rito, ut supra.


(60) En el follo 77 del ms. 1311/2 de Real Hacienda se comienza a ingresar en la
Re:!1 Caja, el 24 de noviembre de 1566 lo provenido de las sentencias dadas
en dichos juicios.
(61) Ver mM adelante.
(62) Documento original, N\' 193, Sto. Domingo, en Arch. de Indias (ver Lám.
frontispicio). Subrayarnos originol porque hubo ciena confusión respecto a
la válidez de este documento por lo que dice Fr. Froilin de Rionegro en la
pág. 272 de su libro "Actuaciones ..

42
El Capitán Juan de Salas no pudo unírsele para esta "en-
trada" debido a los corsarios que "por Pascua de Resurreci6n
pasaron por la Margarita".(na, Según Lázaro Vázquez(M1 a los
dos meses poco más o menos que entró con la dicha gente
[Diego de Losada], le vino de socorro el Capitán Juan de Salas
de la isla Maragarita, con quince soldados, (MJ el uno de los
cuales era este testigo porque cuando entró el Capitán Diego
de Losada estaba en la Margarita". Andrés Machado dice "que
fué uno de los primeros que entraron al socorro de esta provin.
cia con el Capitán Juan de Salas, que vino a la propia jornada
dende la isla Margarita. .. diez o doce días después que el
dicho Capitán Diego de Losada la empezó a hacer".
La declaración de Machado no está clara pues hay duda de
si los "diez o doce días después que el Capitán Diego de Lo-
sada la empezó a hacer" se refiere a la "entrada", a la "jornada"
o a la "reedificación" de las ciudades que acaba de mencionar
un poco más arriba. (66) La pregunta a que está contestando es
"si sabe que Juan Fernández de León ayudó a la población y
reedificación de las ciudades de esta provincia".
A la Jornada no se puede referir pues consta comenzada en
enero; puede ser después de la "entrada" en la provincia (2 de
abril), pero algo difícil parece puesto que no pudieron salir de
la Margarita hasta después de haberse ido los corsarios, que
llegaron allá el 30 de marzo y fue mucho lo que hicieron en
ese ataque para haberlo terminado en tan breve tiempo. Lo
más probable es que lo que Diego de Losada había empezado
a hacer fuese la reedificación de-las dos ciudades asoladas por
los indios. Oviedo y Baños dice(1I7J "pocos días después de haber
poblado Losada llegó de la isla Margarita el Capitán Juan de
Salas". Según la cuenta de Lázaro Vásquez, Salas y los suyos
llegaron al valle de San Francisco en los primeros días del mes
de junio, lo cual pone la "población" en los últimos de mayo
de 1567, o al menos, los comienzos de los trabajos para la po·
blación puesto que la expresión de Machado es "diez o doce

(63) Carta de los Oidores al rey de 12·5-1567. 53-6-5, T. 11, fol. 438, An:h. Indias.
(64) "Encomiendas", T. XXXIX
(65) Cada soldado era el jefe militar de un grupo de combatientes que manten!a
él mismo a $uddo y comida.
(66) Expediente de servicios de Juan Femández de León, ya citado en pág. 141.
(67) Pigina 433, edición de Nueva York de 1940.

43
días después que el Capitán Diego de Losada la empezó 1I
hacer". Fray Froilán de Rionegro que leyó el docwnento origi-
nal en el Archivo de Indias comenta que se habJa en él de
"doce día.. después de la fundacián"c'!h y entre paréntesis dice
"(¿de la ciudad?)".
¿Se conservó en esta reedificación de la primitiva ciudad
del valle el apelativo de San Francisco O se cambió por el de
San Juan? La duda puede surgir por las alusiones que se en-
cuentran a San Juan de Caracas en relaciones de viajeros y
geógraros. Comentando esto. dice Arístides Rojas "respecto del
nombre de San Juan pudo provenir de que en la primera re-
construcción de San Francisco intervino el valeroso Teniente
de Fajardo, Juan Rodríguez Su~rez"(a91; entonces también po-
dría provenir del Capitán Juan de Salas que parece llegó muy
oportunamente a esa repoblación, con refuerzos de soldados y
bastimentas; como también podría muy bien ser que se hubiese
solemnizado el día de San Juan, Restos del nombre de San
Juan se encuentran en toponimia y en las minas más impor-
tantes de la provincia, las de San Juan en Catía,
Esta población o reedificación de las dos ciudades o pueblos
de la provincia está relacionada por Ponce de León en la carta
al rey de 15 de diciembre con estas palabras:

"'Que la gente que llevó [Losada] tiene poblados los


dos pueblos que lo... indios primero habían despo-
blado·,

No es pura coincidencia la reiteración de las expresiones


"poblar" y "reedificar" que constantemente se emplean en las
relaciones y declaraciones de testigos, refiriéndose a lo hecho
por Diego de Losada. Cuando el Visitador General de Indios
Licenciado Diego de Leguizamón, que llega a Venezuela a
fines del año 1588, formula la pregunta a los encomenderos de
Caracas de quién fue el fundador de la ciudad y quién el ree-
dificador está usando los dos términos consagrados en la pro-
vincia para designar a Francisco Fajardo y a Diego de Losada
respectivamente,

(68) P'gina 1II0 lie WAetuaciont$" de Fr, Froil{m lie RiolWitO, ed. de 1926.
(@) Peri6dko "la Opinión Nacional" de 10 de mayo de I81S, P~I- 1.

44
Mientras duraron las luchas de los encomenderos hubo fuer-
tes intereses que defendían la posición de Losada, en las pobla-
ciones autorizadas del año 1567, como "reedificador" pues no
convenía la invalidación de los títulos de tierras ya repartidas,
Pero Diego de Losada no se resigna al papel de reedificador de
los pueblos "que los indios habían despoblado": En vista de que
los naturales son muchos y los vecinos aumentan, decide, con
la anuencia del Gobernador, fundar otros dos pueblos. Ponce
de León lo participa al rey con estas cortas palabras: "y según
los muchos naturales, pretende poblar otros dos pueblos; por-
que, a fama de los mineros de oro que hay en la tierra,(70'
ha acudido mucha gente de otras partes con sus hijos y
mujeres".(71)
El trabajo para las nuevas poblaciones es arduo. Para la del
valle de San Francisco se elige la planicie comprendida entre
las quebradas de Catuche y Camata; Losada encarga a Diego
de Henares el trazado de la ciudad, que estaría inclusa en un
cuadrado fuera del alcance de las flechas disparadas de las
lomas o "guayca apures" y sita en lugar "que no se labre de
naturales", A continuación damos algunas opiniones de testigos
presenciales respecto a este encargo de Losada y al ingeniero a
quien se encomendó, tomadas del tomo XLVII de Encomien-
das, folios 62 y siguientes y 142 Y siguientes:

- "y por ser el susodicho [Diego de Henares] persona


de gran capacidad e ingenio, el dicho Capitán Diego
de Losada, cuando pobló esta ciudad, le remitió y en-
comendó que la trazase y nivelase para su fundación.
y lo tomó a su cuidado y dispuso y señaló la plaza,
calles y solares de la forma y manera que hoy per-
manecen".
- La testigo Isabel [sic] contesta, a la pregunta anterior,
"que por ser persona de valer e entendimiento le re-
mitió el dicho Diego de Losada trazase y nivelase esta
dicha ciudad, la cual vida esta testigo nivelar al dicho
Diego de Henares",

(70) Los Oficiales de Real Hacienda dicen al rey (8-11-1~77) "porque aJ.1i [Caracas]
se funde más cantidad de oro que en otro pueblo de la Ilobernación". "Ori-
Ilene~ de la Hacienda en Venezuela", separata del Boletm NQ 113 del Archivo
Nacional, Caracas 1942.
(71) Ver Lámina en el frontispicio.
-Garci González de Silva dice (fol. 152 v.) "que es
verdad que el dicho Diego de Henares trazó este
pueblo de Santiago de León, poniendo la plaza y las
calles en cuadras como están; y asímismo sabe este
testigo que midió las tierras que a cada soldado le
dieron en la Vega de esta ciudad".
- Juan de Sotomayor dice "que lo sabe tal como dice
la pregunta porque se halló a ello".
- Juan Rodríguez Espejo: "este testigo tuvo siempre y
vio tener al Capitán Diego de Henares por hombre
de mucho entendimiento, suerte y calidad y habilidad
y traza para cualquier cosa del bien de esta república,
y así tiene por cosa cierta y sin duda que trazó e nive-
ló esta ciudad, por comisiÓn del Capitán Diego de
Losada; y asÍmismo midió las tierras y todo puso en
orden",
- Damián del Barrio "dijo que sabe que el Capitán
Diego de Losada remitió el trazar la ciudad al dicho
Diego de Henares; el cual la trazó y niveló y la puso
en la forma y traza que hoy está".
- Alonso GarCÍa Pineda "quc estc testigo ha oído decir
a lo contenido en la segunda pregunta lo que en ella
se declara acerca dc la traza que el dicho Diego de
Henares dió en la población de esta ciudad",

El Capitán Diego de Henares, casado con doña MencÍa de


Acosta, es de los pobladores que más hizo por el bien de la
ciudad y la república; su fama de inteligente ha llegado hasta
nosotros a través de la narración de Oviedo y Baños y de algu*
na otra. Fue "uno de los que primero asentÓ y dispuso las la-
bores de trigo, que fué de gran aumento y utilidad a esta
ciudad y provincia" y "fué el primero que puso y pobló hato
de vacas en la falda de los Llanos en el valle de Cura", ¡Pocas
ciudades conocen el nombre y casi la vida del arquitecto que
las trazÓ!
En la tarea de "puntar" o señalar las tierras para el reparto
de encomiendas ayudaron a Losada sus compañeros de annas
como vemos en la siguiente declaraciÓn de Sebastián Díaz: (72\

(72) Encomiendas, Tomo IlI, fol. 200 y siguientes,


"dijo que lo que sabe de este fecho y caso es que este testigo
lué con el dicho Gonzalo Osorio, por mandado del General
Diego de Losada, a puntar los servicios de la quebrada de Juan
Jorge. y allí en una quebrada vivía Araurwna; e hizo y puntó
tres servicios para dar a tres vecinos; )' que después fizo el
dicho General encomienda de todos ellos en el Registro Ge-
neral. .. "
Este nuevo reparto de tierras fue la manzana de la discor-
dia. Los títulos de las encomiendas dadas oon anterioridad se
renovaron, como consta en el reparto a Justo Desqué:

..... en nombre de su majestad encomiendo (habla


Diego de Losada] en vos Justo Desqué ... según y
como los teníades y poseíades por titulo de otra en-
comienda", (11)

Pero generalmente con reserva de parte de ellas para otros


nuevos pobladores. Era difícil contentar a todos porque, debido
n la cercanía de los nuevos pueblos y los antiguos, las tierras a
repartir eran prácticamente las mismas.
Los pleitos y demandas acompañan el nacimiento de las
dos nuevas ciudades (N uestra Señora de Caraballeda y San-
tiago de León). Algunos como el de Sancho del VilIar han
llegado hasta nosotros aunque fragmentariamente. Los enco-
menderos viejos fonnan partido, al parecer capitaneados por
Francisco Infante;\j4, escriben al Procurador en la Corte Sancho
Briceño }' esto da origen a la Cédula de 9 de enero de 1569 que
hemos transcrito más arriba. El nuevo reparto de tierras para
ellos no es válido; la ciudad fundada es la misma puesto que
está en el mismo valle y la jurisdicción de tierras es exacta;
Losada}' ellos no hicieron sino "reedificarla"; las autoridades
y vecinos son los mismos y no hay Jugar, pues, a un nuevo re-
parto de tierras entre los recién llegados, "criados", "parientes"

(73) Documentos ori¡inlll, en el Concejo Municipal de Caral:aS. Despu6s de redac-


tado este estudio, publicO Ja Fundaci6n Boulton, en su Boletln Histórico N.;> 8
(Caracas, mayo 1965) un documento trascrito por el Dr. Ambai:ll, de una
copia autenticada. fechado en Nuestra Señora de CUllballeda a 27 de junio d~
lJ68, en el que Losada encomienda a Uzaro Yázquez denas lierras e indios
Mn caciques que hablan t.ido encomendadll!l Qmt!riQ""'~fltt por Losada mismo
11 Mek:hor de Lo,ada: ..... 5Cllún como los turo el dicho Mek:hor de Losad.
e yo los CfteO~".
{7-4} HHtaria ele Oriedo l' BaDos, ed. N. York 1940. pq. ~.

47
y "hermanos" del Gobernador como dice el rey en su Cédula
de 9-1-1569. Tanto pueden los encomenderos antiguos que aún
el año 160S el Gobernador Sancho de Alquiza declara "por va-
cos los indios que se poseían en esta provincia por encomiendas
fechas contra lo dispuesto en esta materia, cuyos títulos eran
inválidos; y especialmente unos indios que poseía en esta pro-
vincia doña Elvira de Montes, viuda por muerte de Francisco
de Vides, su marido, y encomendados de ella ... "{7r;,
La ciudad es la misma y está en el mismo lugar: esta es
la expresión que emplean los encomenderos, vecinos y autori-
dades hasta que llega el Gobernador don Diego de Osario. A
partir de él, terminado en su mayor parte el pleito colectivo de
las encomiendas, van entrando los juicios por cauces más im-
parciales y se rectifican las obstinadas afirmaciones de los
antiguos conquistadores. Se empieza a admitir que las fundó
pero no en los mismos lugares: "mudólas el sitio y nombre el
Capitán Diego de Losada", "esta mudanza de sitio y nombres
fué por haberse despoblado las primeras"Y6,
Cuando declara como testigo Elvira de Montes, (1'1 el 26 de J

noviembre de 1608, que entonces tenía SO años, contesta a la


pregunta de "si sabe cómo el dicho Francisco Infante fué el
primer Alcalde Ordinario que el Cabildo, Justicia y Regimiento
de esta ciudad hizo", obstinada con la idea de que Santiago
de León es "la misma ciudad", dice: "que no sabe si el primero
pero fué muchas veces". Hay que advertir que "doña Elvira",
como por antonomasia se la nombraba, no sólo en documentos
sino hasta en los asientos de los Libros Parroquiales donde
aparece frecuentemente en los primeros actos sociales de la
ciudad,(7~' lo sabe todo "por haberse hallado a todo presente";
ella entró con su esposo Francisco de Vides, como otras muchas
familias, "con el Capitán Diego de Losada por la loma de Tere-
paima". En cambio, todos los testigos que declaran a la vez
que ella, entre ellos el Escribano Garda Pineda, dicen "que
saben cómo Francisco Infante fué el primer Alcalde que se
eligió al tiempo y cuando esta ciudad se fundó", admitiendo ya

(75) Folio 170. T. XXXIX de Encomiendas.


(76) Folio 178, ms. 1 de Pedro Femández. del Pul~ar, Bibl. Nll1. Mlldrid.
(77) Folio 173 y si¡:uientes del T. XXXIX de Encomiendas.
(78) Libro 11' de Bautizo~ y Matrimonios, rescatado y donado recientemente por
el doctor Mauro PlÍcz Pumar u la Parroquia Catedral donde penenecia.

48
clara y públicamente que la fundación de la ciudad data y es
la que Losada hizo en los primeros meses del año 1568: Como
"asímismo yo tengo y poseo dcsde que esta ciudad se pobló y
fundó uno de los solares que se dieron y repartieron a los veci-
nos y pobladores de esta ciudad para la fundación de ella".:(79)
En el expediente de Servicios de Garci González de Silva,
que reposa original en el Archivo de Indias{~OJ el Gobernador
don Diego de Osorio dice textualmente: " , , , la cual dicha data
y gracia os hago por constarme como me consta por vista de
ojos y por informaciones que ante mí habeis dado, como fué el
socorro que con gente y vuestra persona hicisteis a esta ciudad
de Santiago de León en su PRe"IERA FU::"[DACION", ¿Ten-
dría sentido esa afirmación no habiendo habido otra fundación
posterior? El Gobernador Osario haec hincapié en que fué la
primera fundación de Santiago de León, y deja así deshecha
la especie sostenida por los encomenderos (y por Francisco
Infante, precisamente, el primero) de que "no caben títulos
nuevos de encomiendas ya repartidas" y que Santiago de León
es una "reedificación",
Ya en las citadas declaraciones juradas del año 1589 hay
tilla mayoría de testigos presenciales que hacen datar la pobla-
ción de la ciudad del 1568, aunque ninguno se atreve aún a
decir la palabra "fundación":

- Garci GonÚlez de Silva: "y pobló esta ciudad y la


de Nuestra Señora de Caraballeda puede haber vein-
te y un años poco más o menos",
- Sebastián DÍaz: "el Capitán Diego de Losada la po-
bló e reedificó y conquistó había veinte y un años
poco más amenos",
- Lázaro Vázquez: "y la pobló y la puso por nombre
la ciudad de Santiago de León de ahí a un año que
había entrado en ella",
- Francisco Sánchez de Córdoba declara lo siguiente:
"que se llama esta ciudad Santiago de León(B1J y que

(79) T. 19, Fol. 195 v. Copias del Arch, de Indias, en Arch, de la Academia de la
Historia de Caracas.
(80) Copia en Arch, de la Academia de la Hi40ria de Caracas, T. XIX, Fo1.
190 y siguientes.
(81) Nóteoo como aún ningún testigo le añade al nombre de la ciudad el apelativo
de "Caracas",

49
la pobló el Capitán Diego de Losada y entró con él
por Alférez Gabriel de Avila; y que se remite al Re·
gistro General pura en CUANTO HA que se pobló'.

Esta tajante afirmación de Francisco Sánchez de Córdoba,


uno de los primeros compañeros de campañas de Losada, tiene
para nosotros el valor de que no puede prestarse a equívocos.
Sabemos que en los Registros Generales, donde se asentaba
el reparto de tierras, constaba la fundación: "y digo que para
los efectos que convengan al dicho mi parte, en la Data y Re·
gistro General de la ciudad donde esta su fundación y reparti-
miento de solares y de caciques e indios sus sujetos, fecho por
el General Diego de Losada ... "(82,
En Cédula real de 1Q de octubre de 1591, dirigida al Presi-
dente de la Española, Portocarrero, se dice que "el Gobernador
Diego de Osorio declaró todns las tierras que poseían todos los
t,;ecirws de Caracas por de su majestad". Esta radical disposi-
ción terminó de una vcz para siempre con las disputas de los
vecinos-encomenderos.
Al no existir la necesidad de mantener la legitimidad de los
repartos de tierras anteriores a Santiago de León, se empieza a
hablar de las poblaciones de Losada en el valle, mientras se
mantuvo su recuerdo, como dos ciudades distintas:

- ''y de parte de madre es bisnieta del Capitán Diego


de Losada, poblador antiguo y conquistador de esta
Venezuela; y que en el real nombre pobló la ciudad
de Caracas, Caraballeda y Santiago de León"(H:I'.
Habla un hijo del Es~'Iibano Francisco de San Juan;
el 5-2-1608.
- "y mi bisabuelo Alonso Camacho fué asÍmismo con-
quistador de la ciudad de Santiago de León y Cara-
cas, Coro y Trujillo"IH4;. Habla el Párroco de El To-
euyo, beneficiado don Pedro de Alarcón Betancourt.
.. y repartimiento fecho por el G€neral Diego de
Losada a los que con él entraron en la conquista,

(82) Folio 163, T. XXI de Encomiendas.


(83) Folio 96 v. del T. XXVIII de Encomiendas.
(84) Encomiendas, T. XXX. Fol. 246 y siguientes.

50
población, reedificación y fundación de aquella ciu-
dad (Nuestra Señora de Carahalleda), de ésta (San-
tiago de León) y demás de su provincia".

El apelativo de "Caracas" en estas declaraciones se aplica a


la primera población de la provincia; Santiago de León no lo
hereda hasta bastante después de haber desaparecido aquélla.
En los documentos más antiguos no se dice sino "Santiago de
León", (~;" sin más, o Santiago de León del Valle de San Fran-
cisco; después empezó a decirse "Santiago de León, provincia
de Caracas". Don Arístides Rojas dice "que hubo en efecto dos
villas o ciudades con el nombre genérico de Caracas". ¡~t1
Santiago de León fué para todos, excepto los encomende-
ros, incluso para el rey, "la nueva ciudad de los Caracas"; en
Cédula para la Audiencia, de 3-2-1569, pregunta el rey sobre
"el valor de la Escribanía de la nueva población de los Caracas,
porque Juan Facheco me ha escrito diciendo que la Escribanía
Pública y del Cabildo ha vacado". Juan de Guevara pide al rey
el título de Mariscal que vac6 por muerte de Gutierre de la
PeÜa, y dice que va a "venir a vivir a esta nueva población de
los Caracas". (81)
La fundación de Santiago de León y la de Nuestra Señora
de Caraballeda debió de ser por Jos mismos días o con muy
pocos de diferencia. Sebastián DÍaz dice: "yen el propio tiem-
po pobló otro pueblo que llamaron la ciudad de Nuestra Seño-
ra de Caraballeda", Aunque el orden en que se citan parece
indicar que fué primero Santiago de León.
EI14 de febrero de 1568 ya estaba fundada Nuestra Seiiora
de Caraballecla: tenemos el' documento original del Concejo
:\Iunicipal, dado por Losada, "que es fecho en esta ciudad de
Nuestra Seriara de Caraballeda, en catorce días del mes de
fehrero de mil e quinientos e sesenta y ocho años"'88'

(83) En el folio 91 del Ms, de Real Hadenda ~ig. 1311/2, está el primer asiento
del ingreso de la recaudación de impuestos reales, hecho por el Teniente de
Oficial Miguel de Santa Cruz, de Santiaao de León, el 20 de abril de 1368.
(86) Articulo en "La Opinión Nacional", periódico, de 10-5-1873.
(87) Expediente de servicios de Juan de Guevara, Arch. de 1ndias (copia en el
Archivo de la Academia Nacional de la Historia de Caracas, sección de docu.
mentos copiados por Fr. Froilán de Rionegro).
(88) Ignoramos cómo, conociendo este documento, Iludo sostenerse hasta hace poco
que Nuestra Señora de Caraballeda fue fundada el 8 de septiembre de 1568,
o el 18-9-1%8 liegún Baralt.

51
El proceso de la fundación fué largo: aunque debió solem-
nizarse en un día determinado, fué precedido y seguido de una
serie de trabajos que podemos ir siguiendo en los documentos
y declaraciones.
. En primer lugar tuvieron que vencer y sujetar "a paz" a los
indios: "y asímismo es público y notorio que el dicho Capitán
Sebastián Díaz, con el dicho General Losada, habiendo allana-
do estas dichas prodncias, ayudó a poblar esta dicha ciudad de
Santiago de León y la ciudad de Caraballeda en la costa de la
mar ... y todo ello lo supe del dicho General Losada". (8~) Habla
el Cura Párroco de la ciudad, Bartolomé de la Canal, el
año 1603.
Después de escogido el sitio y "trazado y nivelado" la ciu~
dad y "puntadas" las tierras, como vimos, se dieron los títulos
de solares y nuevas encomiendas, después de terminarse las
obras: " ... y les terminar los barrios, señaló, como dicho tie~
ne ... , del Repartimiento Gencral"Yo, Habla Sancho del Villar
en 1603; "y poseo desde que esta ciudad se pobló y fundó uno
de los solares que se dieron y repartieron a los vecinos y pobla-
dores de esta ciudad para la fundación de ella".,OlJ
La fábrica de la iglesia dehió de empezarse inmediatamente
después: "y después dc apaciguada la dicha provincia, ayudó
a poblar esta ciudad y fabricar la Iglesia Mayor de ella, tenien-
do su casa homosa en la plaza pública". (\121
Una vez repartidos los solares y tierras y cada vecino con
su titulo o cédula particular, se procedió, sin duda, a solemni·
zar la fundación, que se hizo en nombre del rey, como atestigua
el Escribano Garda de Pineda y "en cuyo nombre (del rey) se
pobló y fundó la ciudad de Nuestra Señora de Caraballeda y
esta de Santiago de León"Y~)
Esa solemnidad debió de hacerse el dia de la fiesta religiosa
más afín con la tradición de la ciudad que haya entre fines
del año 1567 y el 14 de febrero de 1568, que son las dos fechas
tope que poseemos ciertas entre las cuales Santiago de León
fue fundada.

(89) Encomiendas, T. XLVI, foi. 100 y siguientes.


(90) Encomiendas, T. lII, Fo!. 214.
(!H) Servicios de Garci Gon1.ález de Silva, Arch. Academia de la Historia de Caracas,
Copias del Arch. de Indias, T. 19, Fo!. 195 v.
(92) Servicios de Seba3tián Díaz, Encomiendas, T. XLVI, Fo!. 90 v.
(93) Encomienda~, T. XLVI, Fa!. 145.

52
Después de los actos dichos para Santiago de León, se pro-
cedió igualmente para Nuestra Señora de Caraballeda. Enton-
ces hace Losada los Registros Generales que son propiamente
el Acta(~~i (o sea todo lo actuado) donde consta, como vimos,
la fundación, reparto, etc.; "e hice sacar el dicho traslado de las
Partidas del Registro General, el cual por él parece que se
comenzó a hacer a cuatro días del mes de marzo y se publicó a
cinco días del dicho mes ... "(~5' Habla el Escribano de Cabil-
do Andrés de San Juan, que indudahlemente tiene en su poder
el Registro original, como después lo tuvo, también "original-
mente" CarcÍa Pineda, según se vió.
Estos Registros Generales estaban aún el año 1671 en la
Escribanía de Juan Luis de Antequera. fJ16,
La Memoria de las tierras proveídas en la vega del Guaire
y de las personas a quienes se proveyeron, para labranzas no
en encomiendas "por cuanto están despobladas y no se labran
de naturales" se incluyó en el Libro de Cabildos, tras el de
ocho de abril de 1568, quc se conserva, en parte, copiado en
el tomo XXXIX, fol. 166 de Encomiendas. Este Cabildo es el
más antiguo que, en copia fidedigna, llegó hasta nosotros. No
fue el primero que se celebró ya que en el mismo Cabildo se
dice "siendo juntos en Cabildo los muy magníficos señores Jus-
ticia y Regimiento como lo han de uso y de costumbre"; pero
la Justicia y Hegimiento sí es la primera que la ciudad tuvo.
Fueron "los muy magníficos señores Diego de Losada, Justicia
l\.1ayor de estas provincias de Caracas, y Gonzalo Osario y
Francisco Infante, Alcaldes Ordinarios de la dicha ciudad, y
los señores Lope de Benavides y Bartolomé de Almao y Martín
Fernández, Regidores,. Pasó ante mi Alonso Ortiz, Escriba-
no de Cabildo". (97)
Esta Justicia y Regimiento ya estaba nombrada, a decir de
Andrés Bello en su compendio de Historia de Venezuela, a fines
del año 1567; en todo caso ya está en funciones de Cabildo

(94) ". . y se ~acará el Registro General de los fechos fechos" dice Felipe n.
(95) Encomiendas, T. UT, Fo!. 178.
(96) Encomiendas, T. XXXI, Fol 163 v. Yn el año 1671 se llamaba viejo al expe-
diente que los contenía: "entregó un cuaderno viejo que dijo ser la data y
Registro General que por el General Diego de Losada se hiw,. "
(97) Alonso Ortiz no se titula sino "Escribano de la Annada" ha,ta que se funda
Santiago de León y deja la Escribanía Juan Bautista de Melgares que fue el
primero. Otras veces. "E,ojcribano de esta Armada".

53
desde 2 de febrero de 1568,"'" como leemos en la cédula de
repartimiento de indjos hecho por Losada a Antonio Rodrí-
guez: "' ... en dicha quebrada, yendo de esta ciudad para la
Valencia, pasando el arcabuco[ )loma donde desbarataron
a Luis de Narváez[ ... ] En[ ]dad de Santiago de León,
a dos días del mes def. , ,]qtúnientos e sesenta y ocho años,
Diego de Losada. Pasó aCote mi Juan B]aulista de Melgares,
Escribano Público v de Cabildo",''''
Oviedo y Baños se queja de 10 "diminutos y faltos de noti-
cias" que encontró Jos Libros de Cabildo; pero él no tomó en
cuenta el primero, que ho)' existe, y está publicado por el
Concejo Municipal el año 1943, pues, aunque 10 conocía, dijo
de él "'que eran ininteligibles sus decretos",noo, Libro de Cabil·
uo existió desde la misma fundación y sin duda lo tuvieron
todas las poblaciones anteriores de lá provincia: "sabe que
hay Libro de Cabildo en que se asienta lo que se provee en
Cabildo y las demás cosas que son necesarias que en él se
asienten" declara Gabriel de Avila el 15·2·1511.'101' Ni los
Escribanos se vieron libres en los albores de la ciudad de la-
lucha partidista. pues lIe~aron a no ser reconocidos a pesar
del nomhramiento real: e que las dichas Justicias, en que-
hrantamiento de la merced que por nos le estaba fecha, sin
ser jueces ni partes para lo hacer, hahía desnombrado, y nom-
brado Escribanos Públicos y del Cabildo a personas que no
eran nuestros Escribanos e usando con eUos los dichos oficios,
siendo contra todo derecho y en su perjuicio; e Jos dejábades
e mnseníades signar las escrituras de los autos que ante ellos
pasaban" y "porque nos pidió e suplicó que, vistos los dichos
autos, le mandásemos dar nuestra real provisión para vos las
dichas Justicias y Cabildo de esa dicha ciudad para que dp
aquí adelante, estando y residiendo en la dicha ciudad y Sil

(98) Como se verá por la lranij.l;r;pción del documento, el dalo <lel mes cae por
complelo en un rolo del manuserilo; pero como ya Alon!oO Ortil es ~riban()
del CRbildo el 4·3·68, puede decirse con poco margen de error que se trala
de febrero. Debido a eslo no se ha tenido en cuenta e&1a Cecha al dtar la,
"fechas tope" ciertlS emee las eUales la ciudad se fundó.
(\19) Encomienda~, T. 111, Fo\. 185 v, documento muy TotO.
(100) "Actas dd Cabildo de Caracu", T. 1, CllracllS 1943, pr610¡o del Dr. Mario
Briceño-Ira¡orry, pt¡. XXV.
(l01) Arch. de Indias, Sanlo Oomin¡:o, D9 N9 IjO. Copia en Arch. de la Aca-
demia de la Historia, Caracll.'l, en Fol. 701 del tomo de: oop;.., de la Resi-
dencia al Gobernador dOll Pedro Ponoe de León.

54
jurisdicción, no pudiésedes nombrar ni nombrásedes los tales
Escribanos, pues sólo a nuestra real persona era reservado de
hacer los tales Escribanos. Otrosí nos pidió, atento a que
él era Escribano propietario del Cabildo de esa dicha ciudad,
os mandásemos y ordenásemos dar y entregar todos los pro-
cesos que hubieren pasado ante los dichos, .. ". Cédula dada
en El Escorial a 4-7-1570, sobre nombramiento de Escribano
Público y de Cabildo a Andrés de San Juan, copiada en el
aeta original del Cabildo de Caracas de 12-2-1573.
De la desaparición de Libros de Cabildo existen testimo-
nios muy tempranos: "y ha habido falta de papeles y han
faltado algunos Libros de Cabildo", dice Juan de Ribero en
cabildo de 28-6-1593, "a causa de que el oficio de Escribano
Público y del Cabildo ha andado en poder de muchos escri-
banos". A pesar de que ya entonces había "casas del Cabil-
do", los libros los tenían los Escribanos en sus despachos o
Escribanías. También dice Leonor de la Cueva, en Cabildo
de 20-7-1593, " .. , se perdió el título de dicho solar, que era
traslado del original, y el dicho original no aparece el Libro
del Cabildo en que está asentado".
En el "Libro de Noticias e Indice General de las cosas
más particulares ... ", sacadas de los libros capitulares por
Oviedo y Baños y Marcos José Rivas, consta: "El año de mil
y quinientos y sesenta y ocho años, siendo Gobernador y Ca-
pitán General de esta provincia don Pedro Ponce de León,
fundó y pobló la ciudad de Caracas el General Diego de Lo-
sada".(I031
El extraordinario secretario del Obispado don Juan José
de Guzmán (03 ) hace preceder la visita del obispo MartÍ eo~
rrespondiente a la ciudad de Caracas de esta nota: "Esta
ciudad de Santiago de León de Caracas es capital de este
Obispado y Provincia; se fundó el ailo de 1568 por el General
Diego de Losada y fne su primer Gohernador don Pedro Pon-
ce de León, según se expresa de un papel que se halla al folio
403 del Libro 49 de Reales Cédulas de esta Secretaria de mi
cargo", El libro 49 recopilador de Cédulas faIta del Archivo

(102) Arch. del Concejo Municipal, manuscrito original.


(103) Trabajo en prensa, de su biógrafo el Rev. P. Suriá, Director del Archivo
ArquidiQcesano, Caracas.

55
Arquidiocesano junto con otros dos; se sabe que uno de ellos
está en la Biblioteca :'\facional, pero se desconoce el paradero
de los otros. De todos modos, el papel a que alude Guzmán
no diría el dia de la fundación puesto que él no lo consignó,
aunque sería sin duda una información digna de todo crédito
dada la competencia del Secretario.
Estos eruditos venezolanos del siglo dieciocho no creye-
ron justo considerar como fundador de Caracas a Francisco
Fajardo. Las ciudades tienen algo más que espacio: el que
luchó y aunó voluntades para llevar adelante la difícil em-
presa que cristalizó en la fundación legal y de hecho de San-
tiago de León fue Losada, y, en realidad, Santiago de k"<Ín
es la única que perdura.
J\fuchas confusiones causó Gil Gonz.ález Dávíla con los
errores de sus crÓnicas. Uno de ellos fue la cómoda y gra-
tuita afirmación de que Caracas se fundó el 25 de julio, que,
a pesar de estar seguida del absurdo del año (1530) fue en
general admitida como cosa comprobada. Las principales ciu-
dades americanas COIl t!l apelativo de Santiago no fueron fun-
dadas el día del Apóstol: Santiago de Chile se funda el
12-2-1541; Santiago de Cuba en 1514 antes del mes de junio,
pues "en los meses de junio)' julio de aquel mismo año se
alzaban ya gran número de viviendas"; Santiago de los Ca-
baUeros, de Santo Domingo, se funda el año 1504 pero se
desconoce el día; Santiago de los Caballeros, de Venezuela,
(Mérida) se funda en octubre o noviembre de 1558 etc., etc.
"y como indicamos más arriha., más bien habrá luego que
concluir que la celebraci6n solemnísirna que desde los días
mismos de Losada se hacía anualmente el dicho 25 de julio,
era por ser estc día la fiesta del Patrón de la ciudad, y no
precisamente el aniversario de la fundación", dice el P. Pedro
Pablo BarnoJa en su cxeelente trabajo "¿Por qué Caracas se
llama Santiago de León de Caracas?"-:lIHI
La circunstancia de que ese día se solemnizase y se sa-
case el Pendón Real no es para concluir fuese por el aniver~
sacio de la fundaci6n; para sacarle era suficiente que fuese
la fiesta del Patrono onomástico, que suele ser la más cele-
brada en todos los pueblos. El Pendón Real en manos del

(164) En "Lrtras Venezolanas", NO lO, Caracas, ago5!o 1938,

56
Alférez representaba a la propia persona del rey, y eran va-
rias las festividades anuales en que estaba presente, amén de
otras solemnidades casuales como celebraciones de nacimien-
tos, funerales etc., de personas reales. Para Caracas podemos
verlo, entre otros muchos testimonios, en el Título de Alférez
Real dado a Diego dc los Ríos, inserto en cabildo de 27-5-1594,
en el que se dice: "Que saque y lleve y alce el Pendón de
la ciudad al tiempo que se alzare por su magestad y los seño~
res reyes que después de mé sucedieren, y en los otros días
que suelen y acostumbran sacar"; y en cabildo de 12-12-1597
repiten la confirmación del título y más o menos con las mis-
mas palabras vuelven a decir que sacará el Pendón los días
que en Caracas se acostumbre a sacar.
Más dice la costumbre de tratar y hacer pregones sobre
obras púhlicas o asuntos de interés colectivo en los aniversa-
rio de poblaciones. Conviene recordar que los dos primeros
Libros de Cabildo que se conservan están muy incompletos;
faltan hasta años enteros: el 1575, 1576, 1577, 1578, etc. Ya
desde fines del siglo comienzan a estar más completas; y
desde principios del XVII, fallecidos ya Sancho del Villar,
Infante y los demás encomenderos antiguos, hay constancia
de actuaciones de interés colectivo que tratan o se remiten
al día de San Sebastián, por ejemplo:

- "Otrosí, por cuanto en esta ciudad hay Iglesia fun-


dada del Señor San Sebastián, fundada desde su prin-
cipio y fundación, y por la costumbre y devoción que
esta ciudad siempre le ha tenido, se propuso por el
señor Gobernador y este Cabilllo que esta devoción
vaya en aumento y... ". Cabildo de 2-1-1608.
- "En este Cabildo propuso y dijo el Alcalde Francisco
Castillo que de cierta limosna que había sobrado,
que dió esta ciudad y vecinos de ella para la obra
del Señor San Mauricio, había enviado a Castilla por
una estampa del dicho Señor, el cual había venido
y está en esta ciudad, en su casa, en un lienzo. Que
vea y ordene este Cabildo con qué solemnidad se ha
de llevar a su Yglesia. y tratado y conferido sobre
ello, este Cabildo, unánimes y conformes, acordaron
y dijeron que el dicho Santo se ponga en depósito
en la IgI~sia de esta ciudad y de allí sea llevado a

57
la Yglesia de dicho Santo y Ermita de esta ciudad
con mucha devoción y veneración el sábado que vie-
ne para las vísperas; y para ello se pregone que todos
los vecinos ...... Cabildo de 14·1-1608. Las vísperas
a que se refiere eran las de la fiesta de San Sebastián
pues el sábado siguiente era 19 de enero; el Cabildo
se celebró en lunes.
- "En este Cabildo se trató que conviene se haga cubo
y caja para el repartimiento del agua y se encañen
las acequias que van por las calles y SIC cubran. Y
el hacer estas obras se ponga en pregón; y el que
las hiciere con más baja se le rematará el día de San
Sebastián que viene, que es el día que se señala para
el remate". Cabildo de 8·1-1609.
- "En este Cabildo propuso su merced del dicho señor
Gobernador que las Carnicerías se rematen. Y se
trató y ac..'Ordó que el jueves que viene, que es el día
del Señor San Sebastián, se rematará las dichas Car-
nicerías". Cabildo de 17-1-1611.
- "En este Cabildo se trató que se aderecen los Cami-
nos Reales de esta ciudad. Y en cuanto al camino
de la mar se acordó que el dÚI del Señor San Sebas-
tián que viene se llame a Cabildo Abierto y se vea
cuál de los caminos se ha de aderezar. y desde lue-
go se comete al Capitán Garci González el aderezar
el camino de Aragua, y a BIas Correa el de la mar,
yel de San Sebastián al presente Escribano ... ". Ca-
bildo de 17-1-1611. Etc.

La renovación de votos que el Obispo Angula pide a la


ciudad y al Cabildo en su nombre, va precedida de una bÚs-
queda en los archivos: ". e hizo saber cómo su señoría orde-
naba se presentasen los Votos quc esta ciudad tenía ... y por
este Cabildo se han hecho diligencias en buscarlos y no se han
hallado, como son el de San Sebastián, San Mauricio y San
Pablo":lQ~, "y que convendrá que por este Cabildo se ratifi-
quen los votos de los Santos que esta ciudad tiene hechos por
no se haber hallado para los presentar ante su señoría del

(105) Cabildo de 3-10-1626.

58
señor Ohispo",I1IHl' El 13 de enero dc 1627 se renuevan los
Votos porque "vistos los Libros de Cabildo no se han hallado
más que el del Señor San Jorge", "Primeramente se votó la
festividad del bienaventurado San Sehastián, por haberlo to-
mado por abogado los antiguos por su necesidad de las fle-
chas, y, para continuar su festividad, de nuevo lo votan y
guardan su día, decille vísperas solemnes, procesión, misa y
sermón perpetuamente para siempre jamás. El cual voto se
hace en nombre de esta ciudad y obliga a todos los qne les
sucedieren a su cumplimiento. Y el Procurador General que
presente estaba, en nombre del resto de la ciudad, hace el
mismo voto". Después se votan los de San Mauricio y San
Pablo, por este orden. No se renueva el de San Jorge porque se
conserva en los Actas el primitivo voto.
Para resumir lo hasta ahora estudiado, en la parte corres-
pondiente a la última población de Losada, que es propiamen-
te la PRIMERA FUNDACION, como dice muv bien el Go-
hernador Osario, nada mejor que ceder la pl;tma a Alonso
Ruiz de Vallejo. Más atrás nos hemos atrevido a llamarle
el primer historiador criollo porque sus descripciones de con-
quistas y poblaciones, como la de los Caracas, Quiriquires.
Amacos, etc., son lo más ameno y completo que ha llegado
hasta nosotros desde la propia época y escenario de los hc~
chos, a pesar de conservarse en autos y testimonios judiciales
capaces por su naturaleza de restar belleza a la mejor prosa:
en especial la fundación de San Juan de ]a Paz de la que
algún historiador tomó frases enteras, con la ing;ratitnd de no
m~ncionar a Ruiz de Vallejo, De este fundador se conocen
más datos hiográficos que quizá de ningún otro por la cir-
cunstancia de conservarse el expediente en que su padre el
Contador Diego Ruiz de Vallejo pide autorización al rey para
legitimarle. Su vida es una constante aventura: acompañó a
Losada desde que era casi un niño y estuvo presente en todas
las vicisitudes de aquella etapa heroica de la vida de la ciu-
dad. El nos dice:{1071

(106) Cabildo de 5-1-1627.


(l07) Encomienda., T. III. Hay copia hecha por García Pineda en el T. XLVI,
folio ISO y siguientes. En la transcripción se ha evitado repetir la palabra
"dicho". Ikdara el dia 22-12-1603.

59
"Que conoce a Sebastián Díaz de 38 años(lOS) poco
más o menos y que es de edad de más de 57 años y
vecino y encomendero en Barquisimeto".
"A la segunda pregunta dijo que don Pedro Ponce
de León, Gobernador que fué por el rey nuestro se-
ñor de esta gobernación, por cédula particular nom-
bró por Capitán General de esta provincia de Caracas
a Diego de Losada, persona experta en el arte de la
milicia de la guerra de indios, por el año de mil y
quinientos y sesenta y seis. Y él, por el dicho nom-
bramiento, hizo gente de soldados españoles en la
gobernación para entrar en la conquista, pacificación
y población, en que juntó ciento treinta y seis sol-
dados y dos sacerdotes de misa, con los cuales entró.
y entre los que así entraron con el dicho General fué
uno el Capitán Sebastián Díaz, al cual vida este tes-
tigo por vista de ojos porque fué asímismo uno de
los soldados que primero entraron con el General.
El cual con su buena industria, no obstante que los
indios naturales de estas provincias eran muy beli-
cosos y herbolarios y estaban con mucha victoria por
haber desbaratado al Capitlin don Francisco Fajardo
y al Capitán Juan Rodríguez Suárez, a los cuales ma-
taron con algunos soldados que consigo llevaban en
la loma que dicen de Terepaima, y desbarataron y
mataron al Capitán Luis de Narváez con sesenta
hombres españoles, e hicieron después retraer al li-
cenciado Alonso Bernáldez, Gobernador que fué de
esta gobernación, y al Mariscal Gutierre de la Peña
desde do dicen el valle del Miedo, que pretendieron
hacer la conquista con más de ciento veinte soldados
que traían, con muertes de algunas gentes de ella,
hasta que los dichos indios naturales los hicieron re-
traer y echaron fuera de los límites de todas estas
provincias y se huvieron de ir a sus casas".
"Y aunque el dicho General sabía de las muertes y
desbarates de los dichos Capitanes y Gobernador,
como sabía y entendía por haber estado otras veces
junto de las dichas provincias que los indios eran
muy belicosos, confiando en los soldados que traía,
aunque le faltó el Capitán Juan de Salas a quien es-

(108") O sea, del tiempo de la primer "entrada" de Ulsada a la provincia.

60
peraba porque había de entrar en su compaDJa con
copia de soldados que hahía de sacar de la isla Mar·
garita e indios Guaquerics en quien el dicho General
tenia mucha confianza. y aunque le era todo dc
mucha importancia, pospuesto todo temor, entr6 a la
dicha conquista, pacificación y poblaci6n que hizo.
En la cual este testigo vida que el Capitán Sebastián
D{az hizo el deber y todo lo que buen soldado era
obligado a hacer; y salió por veces por cabo de al-
gunos soldados l'l trasnochadas que se hadan; en las
cuales y durante la guerra de ellas, hasta que se po-
blaron e.<;la ciudad y la dudad de Nuestra Señora de
Caraballeda y despué... que fueron pobladas. vió que
el Capitán Sebastián Díaz hizo el deber. haciendo y
cumpliendo Jo que el dicho General y demás Capi-
tanes por él nombrados le mandaban sin poner en
ello excusa alguna".
"Yen especial sali6 una vez por cabo de veinte sol-
dados. pocos más, para los confines de las provincias
de los Mariches do estaba retraido el Principal Paria-
care con otros Principales y cantidad de indios, por
ser Principal muy belicoso. El cual (Sebastián Díaz)
con la gente que con él estaba dió una trasnochada,
antes del alba del día, tal que los desbarató e hizo
huir de los asientos do estaban hechos fuertes, sin
pérdida de muerte de ningún soldado de los que lle-
vó. que se le tuvo a gran ventura, que fué cawa que
amedrantó a los indios conquistándolos de tal suerte
que luego en aquella S:lzón, dende a muy pocos días,
salieron de paz en cantidad de más de mil indios;
lo cual antes no habían hecho teniendo por amparo
y coco al dicho Principal PARIACAREIIO&J, y. vístole
desbaratado, comenzaron a dar la paz otros Principa-
les e indios de junto al dicho Principal",

(109) Esta cita de una confederación de caciques indios para rcliÍstir a los con-
qui;,(adores, hecha por un tcstlJlO presencial, es la iiDica con valor histórico
indiscutible que collc<::emos: indudablemente habrá otras, pero tal parece que
no hubo interés en investi¡ar y sacar a la luz los verdadero!; héroes de la
resi>tencia. Pariacare, un jefe militar que logra una uniOn de pueblos y a
quien un capitán contrarlo como era Vallejo le da el apelativo de "coco".
no tiene un lu¡arcílu en el COflll.ón del niño venezolaoo: en cambio se ha
dado pábulo a loyendas anónimas, inciertas y relativamente modema!l que
incluyen ek~ntos eXlu"'Ql;, m"s propios de un Tamerlán (Taburlán. como
dice Caslel1a.l1os) que de un espa60l.

6l
"y vió que durante la dicha conquista, pacificación
y poblaciones se pasó mucho trabajo, como en seme-
jantes conquistas y poblaciones suele suceder. y al
tiempo y sazón que se entró en estas provincias, el
Capitán Sebastián Díaz entró con sus armas y ca-
ballos y a su costa y misión; y sustentó en el rancho
que tenía illO, a algunos soldados, porque metió buen
número de servicio y cantidad de ganado menudo,
como eran carneros y ovejas, confonne a la posibi-
lidad de la tierra".
"Y durante la pacificación y poblaciones de las dichas
dos ciudades y antes vió que el dicho Capitán se
halló en la pacificación del Principal Terepayma y
de Meremere y de Parabuscay y otros Principales que
vivían junto de la loma de Terepaima, el cual nom-
bre deriva del dicho Principal. Y le vió en la paci-
ficación de la provincia de los indios Tequcs, gente
muy belicosa y herbolaria, y en la provincia de los
Meregotos, la de los Locos y provincia de los Mari·
ches y en las de la costa de la mar y provincia de
Tarmas y otras"'.

Este análisis de documentos no es exhaustivo ni mueho


menos; es grande aún el campo de investigación. En los
mismos expedientes de encomiendas, principalmente en las
partes menos legibles, bien por dificultad de la letra, bien
por deterioro del papel, se pueden encontrar muchos datos.
También los fondos más antiguos del Registro Principal de
Caracas deben de investigarse. Una investigación sistemáti-
ca de datos sobre la fundación, imparcial, sin posición previa
que incline la búsqueda en determinado sentido, creemos
que no se ha hecho. De los archivos extranjeros Simancas es
quizá el menos consultado para este fin.

Caraca.~, 22 de mayo de 1964.

(\lO) El rancho a que alude lo tuvo SebastiAn Díaz en la pnmltlva población.


Después de fundada Santiago de León tenía su casa en la Plaza, como vimos.

62
ApéndÚ:e
TEXTO DE QVIEDO y BAROSCl' VERSOS OCTOSCLABOS

pAg. Jll6
, Y publicada la ;omada. nomMÓ por Jeneral rublicada la lomada
de ella d Diego de únada. vecino del Toc'llYO. lwmbró por Cenera! del1a
persona en quien concuman, ademú de la 00- a don Diego de Losada
b1ez.a heredada, las premIas de v:Jlor, '1 €!X- de la nobl~tll heredada
perleflCia adquirida en las muchas y lo erperiencla adquirida

l,:Qmo asistiendo por cltbo en difer-ffites con- en diferentes conquista_~


tluistas, manifestando en todas ()(:asiones los los Ylllerosos n.lientos
ctller-osM alientos de Su noble espíritu

; el Gobernador conociendo que en la ciec_ elecci6n da lal caudillo


cidn de tal cuudiUa llevaba offon:.ados los octeT- afianzar los aciertos
tos de .ro bien deseo, le oblig6 con oferttM, lJ l,.'()n ofertas )' agaS2jO.'l

agllRtlj03 á que aceptando el nombramiento, acepllmdQ el nombramiento


tomase fNl' .ro cuenta el duempeiw. por !IU cuenta P.I desempeño
apretadO!! órdenes del Rey, para qlU! con todo para que con todo esfuerzo
e$fue"'..n proc~mue cvnquUtor lo ptocincfo de procurase conquistar
CQJ"tÍ(:Q.J. y haUándase poi" su antecesor corridas la. provincia de CaracaJl
ya w primenu !ínea.s , este Intento, confirmó confirmó el nombramiento
el nombramiento de Jenentl a Di~'() de Losa-
da. clJ,ndole nueVOlS poder~ Pfl'O poblar, '1 re- poderes para poblar
pGrlfrencomIenda.r; lJ para empenarlo maJ'. l.'<I'tl y repartir encomil..-OOas
b confianza que hacia de SU persona, le en- y pllra empefiarlo más
tregó para que militotefl debajo de ,fU rrnmo militar bajo su mano

pAg. 387
, ocurrieron de toda la provincia los veci_ vecinos mú principales
mlU principaks 11 olisto1W por w/dadtn a alistarse por $OIdaclos

Holldbau en lo oco.ri6n en el Tocuyo el Capi- HalU_base en la ocasi6n


tan Juan de Salar, vecino de l. Mllrgarita, é el capitán Juan de Salas
íntimo amigo de Losada.(2\ y viéndolo empeña- en una empre!la empenado
do en empresa de tanto repuUlet'ón, se ofreció á de tanta reputación
tU:ompafulrlo en la jornada, dondo primero t.aje/_ dando primero la vuelta
ta ó. aquella isla para trae1' consigo cien in- traer consigo cien indios
rUO$ GuaiLJueries. de los qlle lIobum entrado de los que' lu"b(an I'ntrado

(1) Edición de Nueva York. 1940.


(2) Vb'le en Juan de C&!leU&.rlQ!;.

65
TEXTO DE OVIEDO y BAj\jOS(~) VERSOS OCTOSILABOS

con Fa¡ordo, considerando que como prácticos con don Francisco Fajardo
de la provincia podrian serl;ir de mucho á ~ y servir a sus designios
designios para facilitar del todo sus intentos; entre los dos acordado
y quedado acordado en los dos el tiempo en se partió a poner por obra
que se habían de juntar en la Borhurata,
se partió á poner por obra su promesa, dejando a Losada muy gozoso
á Losada muy go:tOso, por la feliddad que pro- tan favorables principios.
metían fan favorable~ principios.
, y proveerse de las demás municiones nece- municiones necesarias
sarias para el mejor apresto de ,tu ejercitu; apresto de su annada(ll)
y á principios de Enero del de sesenta y siete y a principios de enero
salió del roculjo con su jente, y recojiendo de año de sesenta y siete
camino la que tenia prevenida en Barquisi- del Tocuyo con su gente
meto, pasó á la villa Rica; que después se lla- a Villo Rica pasó
mó ciudad de Nirgua, donde con toros, caña.\', donde con toros y cañas
torneos y otros regocijos militares, celebró con
los caballeros de su campo con su campo celebrÓ

pág. 388
el día t,einte de Enero la fiesta de San Se- el día veinte de enero
b¡u¡tMn, esco;iéndolo por patrono, y abogado fiesta de San Sebastián
contra el mortífero veneno que por patrono escogió

Fenecidos los entretenimientos de la celehri- dejó Losada su campo


dad referida, despachó Losada su campo á a Francisco Maldonado
cargo de Francisco Maldonado, á quien nom- a quien nomhró pur caudi\lo
bró por caudillo, con orden de que marchase con orden de que marchase
con el hast¡¡ V¡¡lencia, y que en el valle de con él hasta la Valencia
Guacara le esperase, mientras él, acompañado y en Guacara le esperase
de Pedro Alomo Galeas, y Franeisco Infante, mientras él acompañado
pasaba a lo Borburata en busca de Juan de Sa- de Pedro Alonso Galeas
las, por ser ya cumplido el ténnino en que y de don Francisco Infante
habia quedado de venir con lo~ cien indios pasaba a la Borburata
Guaiqueries á incorporar86 con él; pero no en busca de Juan de Salas
hallándolo en el punto, ni notida alguna de su los cien indios guaiqueríes
arribo, (aunque lo estubo esperando quince a incorporarse con él
dias) defcnninó dar la l;Ueltu en demanda de ni noticia de su arribo
su ¡ente, que cuidadosa de su tardanza habia dar vuelta determinó
pasado h{Ulta el valle de Muriara, donde por en demanda de su gente
diJponer la pret;encion de algunos sayos de hasta el valle de Mariara
armas, y otras cosas de que necesitaba se de- disponer la prevención
tUl;O ocho días, en los cuales pasó muestra á de algunos sayos de annas
su ejército, 1j halló constaba de ciento y cin- se detuvo ocho días
cuenta hombres, los veinte de a caballo de y pasÓ muestra a su annada
quienes era Capi- y halló que ésta constaha
de ciento y cincuenta hombres

(*) Edición de Nueva York, 1940.


(3) "Armada", en el sentido de gente en armas, fue sustituy6ndose por "ejército"
al ir la costumbre re;¡ervando el uso de aquélla a "conjunto de barcos arma-
dos" a lo largo del s. XVII.

66
TE.XTO DE OVIEDO y BAROS ( .. , V.b:RSOS OCTOSILABQS

pllg. 388
; cincuenta arcabuccros, y ochenta rodeleros, todos bien apercebidos
wdw bien a(X-rcebirUn de !tu Qf"7I"Ia& n6CC4llrUu; de ~s arnJall necesarias
nchodentas pcrwnas de serddo, do.~c~nt(18 ochocientos de liexvido
bestiaS dl:! carga, porclón de ganado de cer- lioscit:llt(ts bestias de carga
da. pordón de gamo de cerda

pág.3R9
Go.:wso qued6 Losada Al ver la buena prt'- Go7o.o.w quedó Losada,
wnd6n con C{fMI se hallaba para la eje(."Ución prevención con que se hallal.lll
de su conquista; y consider.mdo ...

levantó l"1 campo, dlJndo principW ti $U mllr- dando principio a SIl lo;ncha
chil; !I mientras la 00 siguiendo y mientras la va ..iguiendo

pi\g. 3!11
Al lkmpo que Losada posaha muestfa d 4-U pasaba muestra a su /lrmJld<)
ejército en el talle de Mariara navegaba por en el valle de ~farinra
la costa dI; Cardeas un naVÍO con cuan:nta mwegaba por la costa
hombre~ ({'le de Canica.~ un navío

dió en manw: de la MM/icho, que no dio en manos de la desdicha

saltaron eo tierra, .Ji" recelM la troyei6n que &in recelar la traición


pooia ocultar su dWmulo: facililhd que lloró lloró en breve su clcsk,'Jacia
en llTfroe ro dngmcW,

pago 392
pasaron á aprovecharse del despojo pOf pre- por premio de su traición
mio de su traYCl6n, y sac1l.ndo lo que p"dJe- pusioron fuego al navío
ron de \11. carga, pusi€ron fuego al naeto, que que convertido en cenizas
convertido en ceniZUJ' ...

alguna.~ alhajas de precio que despu<!, llUno que después hall6 I...osada
ÚlS4da, unas mitras, un caliz, ,.. otros ornamen-
tos poatificales, que llevaban para el Sr Don
Fray Domingo de Santo Tomas, obUpo que ohiSpo que entonces era
erltÓnce.s era de la prot;incia de Charcas. de }¡\ provincia de Charc:lS.

á la entrada del vnUe dd Miedo, principio de la liCIT:¡ que buscaha


de la tierra qM buscoba, hallándose ya á Ú1$ a las puertas del peligro
puert{l.l del peligro, previniéndose comu cris-
tiano panl las continjencias del riesgo, hizo hizo confesar su gl:nte
ConfelkJf toda 61l ¡ente con dos sacerdott:S que que iban en su compañIa
llevab.a en su comJJ(jiíía, llamados, el U1lf) Blas el uno Bla,.¡ de la Puente
de la Pu¡mle, y el otro B/lltasar Carcia, y otro Baltasar Carcla

(~) Edición <.le Nueva York. 194{).

67
TEXTO DE OVIEDO y BA~OS (*, VERSOS OCTOSILABOS

pág. 393
; empezó á subir la loma de Terepaima, que la loma de Terepaima
hoy llaman cuesta de las Cucuizas) lIeoondo llevando toda su gente
toda su ¡ente con la~ armas en la mano con 'las annas en la mano

pues al llegar á un arcabuco, que estaba en al llegar a un arcabuco


In medianía, resonaron por las momafías oe· que estaba en la mediania
cinas los caTacoles, y fotutos con que los in- por las montañas vecinas
dios provocaban al rompimiento, alhorotado caracolas y fotutos
el ganado de cerda, que traian los nuestros, alborotado el ganado
con precipitada fuga ech6 á correr por el con precipitada fuga
monte, echó a correr por el monte

y valiéndose loJ indios de la aca8i6n de eñe y va:liéndole a los indios


accidente, con diluvio de flechas que embaTa- la ocasión de este accidente
zaban el aire, rompieron la batalla, trabándo- con un diluvio de flechas
se un sangriento combate .. que embarazaban el aire

el daño que recibían de nuestros arcabuces, el daño quc recibían


con el estrago de algunos muertoOJ. estrago de algunos muertos

pág. 394
á recogeT sus escuadrrmeJ, dejando el paso li- rocoger sus escuadrones
bre, para que vencido el arcabuco, saliese que vencido el arcllbuco
nuestro campo a unas sabanas limpia~, que a unas sabanas Hmpias
había en lo alto de la loma, donde por ser ya en lo alto de la loma
tarde, y estar la ¡ente fatigada, deteoninó Lo- y la ¡ente fatigada
sada quedarse acuartelado, logrando la con-
t;eniencia de tmil aguada, que se descubria en conveniencia de una aguadll
la ceja de un manteca/o, que Jalía de una la ceja de un montecillo
ladera salía de una quebrada!'

Aquella noche, sin que lo supiera el Jeneral, con ánimo de coger


salicron. .. con ánimo de cojer unas gallinas unas gallinas y patos
y patos, que se alcanzaban a ver cn unas ca- que se alcazaban a ver
sas,

y llegada a las casas... mientras los otros, y llegados a las casas


ignorantes del engaño, que habia dispuesto ignorantes del engañu
)a traycion ...

pero los indios viendo en las m.anw el logro vkndo en las manos el logro
que había formado su ardid, salieron de la que había foonado su ardid
emboscada con acometimiento tan repentino salieron de la emboscada

partida la cabeza al golpe de una macana; y al golpe de una macana


herido Burgos en el rostro, y atravesado de de una flecha por los lumas
una flecha flor los lomos Pedro Carcía Garnacha Pedro Garda Camacha

(*) Edición de Nucva York, 1940.

68
TEXTO DE OVIEOO y BAROS \ •• VERSOS OCTOSlLABOS

pues aunque Francisco Maldonado dit'pat'Ó 80- disparó sobre 105 indi05
bre lot indios repelidaf veces su escopeta, solo
5irvió de aviso paTa el I<JCOITQ; de ~VUO para el socorro

pág. 395
porque ignorante Lof6da de lo que había pa- porque ignorante Losada
sado, oyendo la repetlci6n de Un tiTllJ de es- de lo que había pasado
copettl de ·\OJ tiros de escopeta
osaIJoOO6 de a caballo, 'J
otT03 diez hombres de y solchdO'.l de a caballo
á pU, fuese a inquirir la causa de aquella no- y otros diez hombres de a pie
vedad no imapnada, novedad no imaginada

haciendo pundonor su biZlUria de no dejor el de no dejar el cadáver


caddver en poder de aquenos hirharos, pro-
sigWron hasta el valle y mnoVQndo la pe1R-o prosiguieron hana el valle
á casta de alguna sangre, oon muerte del caba- renovando la pelea
llo de Francisco Infante, consignJeron restau- a costa de alguna sangre
rar el cuerpo del ccnnpoñero, para que la pie- el cuerpo del compañero
dad de aquella acción dejase acreditadO! para la piedad de aquella acción
siempre lm quilate.! de $U valor, lj 1Wntos de de su valor tos quilatl$
6U »Cbw...a. puu echcirtdoselo a cuestas, entra- pues echándoselo a cuestas
nm con él triunfantu en d real donde le die- entnlron con el triunfantes
ron sepuhura,

P',aI,396
liempo que Losada empeftDdo con fU ienle empeñado con su gente
en la cstrech:ua. sin poder socorrer a los 5UY05,
se vió en contin;em.io.J de perderse, pues crIm- contingencias de perderse
batido por todas partes de los horrores del fue- dc los horrores do! fue~
go, lj precipicios del sitio, no ooll,)w á parte y precipicios del sitio
la cara qlW no encontrase un pellgro; pero no volvía a parte la cara
Di8go de Parac!m, haciendo alto con los que le que no encontrase un pelil:,"To;
aoompañaban, oolvi6 el rostro al enemigo, y pero Diego de Paradas
disparando sin cesar los arcabuces. pm' UllGCÍo volvió el rostro al enemigo
de do.t hom.J mantuvo finnemente el combate. por espacio de dos horas
reristiendo con ~ el ímpetu. de lOS" bar~_ re:.istiendo con valor
ros, que entre Iaf conf~ del humo repe- las oonfllSiones del humo
tian con li¡eTe-..a lat cargar ck flecheri6; tenien- n"'PeUan con ligereza
do lugOT Losada COl) esta diversi6n para poder las cargas de flechería
salir á eampo ¡¡bierto, !I dár 6rden a Poradas tenie::tdo lugar Losada
para 9ue pJUCl.lfa5e retirarse con la mejor dis-
po.sicion tIlle pennit.iese el empeñe en que r¡e y dar orden a Pandas
hallaba: 01 empeño en que se hallaba;

pág. 397
, por si 105 indiO$ prosiguiesen á embarazarlc la a embarazarle la marcha
m6n:ha: d.illpos.ici6nqU6 le salió acertada, pues

69
TEXTO DE OVlEDO y BAfi;OS'~) VERSOS OC'fOSlLABOS

empeñados en OOnstguir la «Cklna. que repu- en conseguir la victoria


tabun por cierta. viendo su retirada pasaron quo reputaban por cierta
Melante .rin reparo; pero al llegar al lugar que adelante sin repaJO
ocultaba la emboscarla. (6 temert>Jm. 6 aliGer- que oCll:taból la embos.ead:l
Ndos) hideran alto con recelo elel daño !tire temerosos o advcrtidos
prometía, acercándose 50105 tres Gandules., que alto hlcieroo con recelo
cun jefltil denlU1do, caladas las flechu en los dd daño que prometía
arws. hicicron frente a la embC&:ada.. apUD- que con ;enHI denuedo
b.ndo al monte que la encubría: al monle que la encubria

. y brazo de uno de ellos, que de:;pué:r mato a que dcspu{'5 mató 11 es!:ocndas
estocadas;
, ljuetfuron llln amedrantados b demás, qtlC ue ~e fueron relirando
se fucron retirando, desfilando sus escuadras
110r una ladera abajo.
Jporl)I;fil:mdo sus escuadras
\lna ladera abajo
pág. 397
Hallába.<.e a la Guta Juan Serrano, y ootiendo a la vista Juan Serrano
lo", hilares á un caballo cuatralGO, abierto de y batlenclo los hlJares
frente, y de color castafio, muy arrendado, y a un c:¡ln.ll0 cuatralvo
brioso, en que se halla/la monlado, partió tras muy arrffill.c1o y brioso
en 'lue SI': hllllllba montado

, pue", lIamárnlole la riendo al e~uror el gol- pues Uam:índolc la rienda


pe, como corIla cuesta ahajo quedó al cjt(:utar el golpe

. . 398
t~nuando el bTtllo entre el pa.a. y el CfleT; quedó balart7.ando el bruto
pero olJlldado de ni aliento. Jwcietulo firme entre el ~u&r y el cacr
t'7l l~ bra:ws quebró la furz3 á la violencia ayudado de S1I aliento
CM que corria Japedidb. dejando d $U dueiio con lllle coma d~pedido
libre de la fatiga. y del .JUsto. dejando 1 su ducño libre
de la fatiga y del susto

Retir.J.dw los indios, UnoM por dar ali¡;w a Losada por d:.r alivio
.fU ;ente fatigada con IN tr~'jCR de aquel día, a su gente fatig«<lll
hubo de quedarse olJuello nocM a la erilrudo l'Un los trn.hajOS del dia
de unas montañuelas. l/ue llomon las laguni- :lquella noche a la entrada
lllJ,S, lIunqoc no pudo Io~,a, el desca~o que que llaman bs Lab'l.millas
deseaba. porque lns indios aprovl."Chant!ose de desc:lnso t.fUc t.k-:;eaba
1:1 obscuridad. salierOJl de 1M quebradas dnn-
de M! habían ocultado, )' valiéndrn;e de unll salieron de las quebradas
ridk'Ula estratajema, (fUe les dictó su inven- donde l>El habían ocultado
ci6n, se vistieron de la misma paja de la sa-
bana, y como esta por ser verano, estaba seca, que 'les dictó su invención
y crecicla, óin que pudl(#an ser dstos se lle-
gaban hasta el mismo alo¡amiento, y dispara- estaba sec:< y crecida
ban ~j.r flechas, l'On notable dano de la ¡ente sin que pudieran ser vistos
de servicio, que COfJ1ll l1UJ,J despreG€nida era hasta el mismo alojamiento

(0) Edición de Nueva Yorle, 1940.

70
VERSOS OCTOSILABOS

In ma.J maltrlltada, halMnd08e par irufantc.r. y disparaban sus nechas


$in saber por donde, hel"idM, sin que pudiese a la gente de servicio
el discnrso prevenir el origen de aquel daño, <.:OmO mas desr.revenida
haJtll qm Diego dfJ Henares subienJou en un era la mis ma tratada
árool, y tendiendo la vista á tod4t partes con hallli.ndose por imtantes
cuidado, hubo de d~brir b máxima al mo- s.in u.ber por donde heridos
t,;/mier\to que fralan aqueUof bultos d~ paja. el origen de _que! aaño
y calando, la cuerda al arCllbuz. poniendo la hasta 4ue Diego de Henares
puntería al uno de ellos, lo derribO mUl.'TW ~biéndose en un árbol
al golpe de la bala; de que e5C2ffllcnladO& lodas partes con cuidado
I~ dell1llS tuvieron por mejor el retirarse, sin movi.'1lieolo que tramn
contillUal'" la muntioo. aquellos bultos de paja
poniendo la puntería
lo derribó muerm al golpe
por mejor el retirarse
sin continuar la inventiva

pág. 399
que pohlaban la provincia para embarazar/e para cmbarll.urle el paso
el paso; pero llegado el día de ÚJ Encamaci6n dla de la Encarnación
tÍ veinte lj cinco de Marzo, (que cayó aquel a veinticinco de ~arzo
liño en hme~ Santo) al ba¡M al n.o S. Pedro,
jurisdiei6n ya de los indios Teques. se le al bajar al río Sao Pedro
nbeció

Marte en sus campañas, pues coronadO$ todo:!! corooados los COIltomos


10$ conIcrno.! de tIOnderas '1 penachos. se M- de bandera:¡ y ~os
/16 con rruú de diez mil indi<n, lU;(IudiJ1ados se tullO con mas de mil indios
del Cacique Guaicaipuro. que al batir de .5U$ del Cacique acaudillados
tomboru. y re.wnar de .tW fatufos le presen- al batir de 5\1$ tambores
tahan altivos la batana. monar de W5 fohltl>s
Hiro alto l.o.fada con JU ;ente, c:otWdenmdo ro gente conslder:1ndo
el riugn en que se hafkJbo, para detenninar el riesgo en (Iue se banaba
con COfI,ftJIt6 de .mi cabos )o que debía eje- con consulta de sus cabos
~Iu
penonas de las mas condecoradas del ejercito, que poseídas del susto
ql.le poIeida& del 6mt<l, Y olvidadas de su no- votasen la retirada
bl~. votaren la retinul4, ponderando las conlingenciM Je perderw
rolllin¡encia4 de perderse si se erponian al al hmce de una batalla
lance de una bala1la COn fueTUJI ton desi- (.'On fuerzas tan desiguales
guale!;
en que se hallaba de abrirse el camino con en que se hallaba de abrirse
la espada por las e5cu~drDs enemigas, e"1 carnino con la espada

; y hallando oportunidad para empezar la para empezar la batalla


batalla, alzó la voz apellidando a SantUlgo, a apellldnndo a Santiago
cuyo nombre esforzadw len jinete" esfonados los jinetes

(*) Edición de Nueva York. 1940.

TI
TEXTO DE OVIEL>O V BAt'l"OS {' . VERSOS OCTOSllABOS

P'g. 400
batiendo los hijare5 eh lo, CDbtJUO$ armadol, de los caha.Jl05 annados
rompieron por llJ oonguardia, donde lw ma.l' rompieron por la vanguardia
oolientn Gandulu, cubiertos ck penachm, Y los más valientell Gandules
lKrof!-fJf:U tMtmt.Jban w conrtancia cspue:stos á de penachos y pavesas
la oposici6n del primer choque; pero aunque nstentaban IU constaDcia
intentaron ,.ubtf,. el ímpetu con que fu~ intentaron resistir
lIcometían 105 caballos. le htJllJron atropd]a- .!íe hallaron atropelliLdos
dQ8. cuando se imaginaban invencibles. y 01- y olvidados de bu lumas
vidDdos de las armas para Su defensa,

Rota así. y ducornpuuto Id wmgoordia, tu- descompucsta la vanguardia


vieJOn ocasión oportuna los iufantes para a su salvo tos aceros
emplear á ni ,mIJO 1Q3 GCeI'tU en lo" danudo: en Jos desnudos C1.lelpO'
(;{Je1'po# que po7 el campo ,.O!klban; todo era que por el campo rodaban
e.nrogo, $llngr'e IJ furor, no meno! acrecentado e!itrago, sangre y furor
de lO!!
; pero este impetu de lo.t cabaU(M, que no pu- ímpetu de los caballos
dieron resistir en la oonguardia donde pelea- resistir en la vanguardia
ban lo, TeqIMI, sostuvo tan valerosamente el donde peleaban los Tequcs
batallón de [m TanMf, y Marlche.ll. animado, el batallón de los Tarmas
de IUI' caOO" que animados de sus cabos

dió lu¡;ar para lJUe bu hilera. descompuerttn 'las hileras descompueslal;


le fNdiuert ord8l'lar. ducorgando o un mQ.- 5C pudiesen ordenar
mo «empo trmta multitud de fl«hm, dardos descargando a un mismo tiempo
y piedras tanta multitud de flechas

oolerO$08 lo, npwWles, IJ te-


A.\Í guerrea.ban con vator 1O!i e5pañoleli
mermio.t 1m indioI con dudoso marte, cuando Y temerarios los i~
D. Fn:ncisco Ponce, seguido de pedro Alotuo
Goleru, . .. de Pedro Alon..>o Ca1ea.~
y Diego de Pmdu, nJblendo por fa cuchUIa y don Diego de plI.Bdas
eh una loma cogieron d loI indiol las apaldus, subiendo por la cuchilla
). renovando con esta ventaja ID batallo., se de una loma cogieron
l'ODleDZÓ de ::1 b iodios Lu espaldas
renovando la batalb
pago 401
se metían por la., ~, 'J /a1lUI.I, 5in temor por Lu espad.as y lanzas
de la muerte, que encOf~aban en lo.t tem- de la muerte qua encontraban
pladw acerm; siendo tanta la lluvia de pie- en los; templados aceros
dras y flecha! que dl8parabclrI que nuestro5 y flecha3 que disparahan
e5pañoles roto5 ya, y fahetld<M /0' 8$Cudos, y falseados los escudos
atormentado" 1m mazo, y demos parte, dRI y atormentados los brazos
""'P" y demás partes dd cuerpo
, siendo tan patente el cansancio y quebranto y quebranto en que se hallaban
en que se IwlkJban, que 10 manifetaba bien el desaliento

('") EdiQón de NueVll York.. 1940.

72
TEXTO DE OVJEDO y BAI'aOS ( 0 , VERSOS OCTOSILABOS

el desaUento con que jugaban la.! arma.!'; pero con que jugaban las annas
Loma encendido de aquella cólera española pero Losada encendido
con que estaba
, vuelto a UJs suyos los animaba, diciendo: los suyos los animaba
ahora, valerosos espaiioles, es el tiempo de
conseguir los triunfos que I'IQ$ ofrece la vic- no sofrece la victoria
torla que tenemw en la8 manos, que tenemos en las manos

vertida por ellos tantas veces, á cuytl!i VOCC1' a cuyas voces volviendo
volviendo en sí del desmayo en que 1'e ha- del desmayo en que se hallaban
llaban con el recuerdo de 1M agrados pasa- de los agravios pasados
dos, sin acordarse de las fatigas presentes, de las fatigas presentes
intrépidos renovaron la pelea, haciendo tal es- renovaron la pelea
trago en kM contrarios, que solo se miraban tal estrago en los contrarios
por el campo arroyos de sangre en que na- se miraban por el campo
daban los destrozados cadáveres. de la sangre en que nadaban

Dióse por perdido Guaicaipuro al ver el daíio temiendo la total ruina


lamentable de sus m'estes; y temiendo la que amenazaba a sus tropas
total mina que amenazaba a SU8 tropa' tocó recoger sus caracolas
ti. recojer sus caracoles, y deiando el sitio sem- dejando el sitio sembrado
brado de cuerpos, y de pe:rw.chos, se retiró de cuerpos y de penachos
presuroso, ase~rando las reliquias de su ejér- se retiró presuroso
cito vencido. Sefialárofl8e este dla en singu- y de su vencida armadn.
lares hazaiílu el invencible Diego de Parada,,; Señaláronse este día
que como amenazaba en singulares hazañas
y don Diego de Paradas

pág. 402
cerca la fatalidad de su ocaso centellroron de S\1 ocaso centellearon
con más brio las luces de 8U oolor; las luces de su valor

en ténninos de perder la vida, porque tro- tropezando el caballo


pezando el cabaUo en lo mas ardiente de la donde hubiera perecido
batalla, cayó en un hoyo, cojiéndolo debajo,
donde hubiera perecido á I'IQ socor1'erlo D. a no haberle soccorido
Francisco Ponee. y Alonso Viñas, que se M-
lIaron inmediatos, sacándolo del peligro, y sin que se hallaron inmediatos
embargo quedó sacándolo del peligro

Retirado Guaicaipuro con $U e;ército deshe- Retirado Pariacare?


cho, no quiso Losada quedarse en aquel para- con su derrotada armada
ie, aunque lo necesitaba la fatiga, y cansancio quedarse en aquel paraje
de su ¡ente, porque experimentado en la ven- aunque lo neCC\'litaba
taja con que le acometían los indios en aque- le arometÍan los indios
llas 8CT1'anias deseaba salir cuanto antN a en aquellas serranías
tierra llana, y asi marchando do8 legUa.!' trnJj cuando antes a tierra llana
adeumte llegó á hacer alto al pueblo del Ca- dos leguas máll adelante

(*) Edición de Nueva York, 1940.

73
TEXTO DE OVIEDO y BA~OS l·, VERSOS OCTOSIL-\BOS

cU¡ue MIlCli'80, en la parte donde ¡unttindom Uegó a hacer alto al pueblo


el no S. pedro con el Cuaire del Cacique Macarao
juntándose el río San Pedro

el valle de Juan Jorge. llamado asi desde q!Ml que Fajardo encomendó
Fo;tJ,1.ÚJ en Sll primera entrada encamend6 los lo!> índio! que lo habitaban
indw q!Ml lo habUaban á aquel c~lebre G4ron, a aquel célebre varón
tan compañero lOuyo en lu conqui.lta.l, como tan "hermano en las conquiJ¡w
ffl fué en w dagwciM. como lo fue en las desgracias.

Hllll3.bao5e los indioS de Macano euando con lo sementera en flor


llegó Losada con las .temcnteras en flOT, y temiendo se lo~ talasen
temiendo no se w lOkucrI los dpañoles, no aUlentarse de su pueblo
qllirienm OU$lmfarH de Stl ¡mebln, tomando por más acertado acuerdo
prJf más ocertado acuerdo valerse del Hmdi- valar.;e del rendimiento
miento poro e$cU$orse del daño; y como no para eSCuSaNe del dailo
huy entendimiento, por bárbaro que sea, á como no hay entendimiento
quil:'n no enseñe urhanidades la conveniencia cuantas sllmJ~iones pudo
propia, recibieron a nUe~tra Jente con cuantas inventar el artificio
sumisiones pudo Inventar el artj- ocasi6n que le ofrecía
disimulo de los indios
de que dt.'Puestas las annas
que trala SIL amistad
Plag. 403
fido: disimulo de im ind~, no era para hacer daño
les dió a enlender el gusto que k'1lla de que no provoc-.tSe su enojo
depue&ta3 las armas cq>erimentasen las con-
\'efliencias. que troia consigo ;fU amistad, ni hacer/u hostilidad
cuando Sil entrada en la provincia no era en sus casas ni sembrados
para hacer daño á quien no pr~ $U eno- s¡ a fuerza de beneficios
jo oon la gu~ra; y para prueba de su buena podía granjear amigos
intención no oon5inti6 se les hidue hartilidad
alguna en mi CQ..JW', ni tembt-llllM, por ver .ri
lÍ. fuerza de benefiC'ios podliJ gronjrllr amigos"
domesticando la bbbarn
No 9uiso ~da gozar ma.t de aquella nock gour más de aquDa noche
riel hospeda;e de oqw!l pueblo, y al amane-- de aquel plIeblo el hospedaje
L'Cr <Iel siguienle prOSiguió .m marcha en 00- siguió $\1 marcha en demanda
momla del oaUe de Sun Franci.tro, donde lle- del vaUe de San Francisco
vaba puesta fa mira de poblarte; y aunque con la m.ínl de poblarse
se hallaba distante

Pág. 404
Pasados los díar d~ Pa$C1Ul sin que 1M Indios pasados los días de Pascua
'iUbieyen intentado acometimiento alglJlUJ, con- sin que los Jndios hubiesen
tentándose solo CaD la demostración de andar acometimi'~mto alguno
en cuadrilla.! por /os CC"08 inmediatos contra en cuadrillas por los cerros
10!l nuestros, miércoltis tres de Abril del año el miércoles dos de abril

74
TEXTO DE OVIEDO y BAl\lOS (. i VERSOS OC'TOSILABOS

Je sesenta y siete levantó Losada el campo año de sesenta y siete


para JXlsar al valle de San Francisco, de don- levantó Losada el campo
de se hallaba solo ádistanc/a de una legua, para pasar cun su gente
dejando primero órden, á Diego de Paradas al valle dc San Francisco
para '1ue con veinticinco hombres escofidos a distancia de una legua
se embo$cO.'le en un cañaveral cercano al sitio dejando primero orden
donde habian estado acuartelados, por si pu- a don Diego de Paradas
diese haber alg"unos indios á las manos, para escogidos se emboscase
poder por este medio entablar paz con los un caiiaveral cercano
caciques, valiéndose de los prisioneros para por si pudicse haber
unos indios a las manos
haber paz con los caciques

ajustar por su mano los tratados: accidente, por su mano los tratados
que deseaba Losada con ahinco, por el eono- que dcseaba Losada

cimiento en que se hallaba de lo costosa que le había de ser la guerra


le había de ser la guerra, para sl4etar con ella para sujetar con ella
multitud tan indomable. multitud tan indomada

Emboscado Diego de Paradas, al cabo de una


llOra que habria partido Losada entraron por
el cañaveral ochenta indios de los Teques, sin que habría partido Losada
q\lf~ fuesen sentidos de los nuestros hasta llegar ochenta indios de los Teques
al mismo paraje que ocultaba la emboscada, quc ocultaba la emboscada
donde los soldados ...

Pág". 405
, Y oyendo el nomor de la pelea, llevado de el rumor de la pelea
aquel ardicnte espíritu con que estaba acos- acostumbrado a ser siempre
tumbrado á ser siempre el primero en los com- en los combates primero
bates, montó á

, sin que la priesa que le daba el deseo de quc lc daba el deseo


socorrer a los suyos le permitiese lugar pllrll de socorrer a los suyos
abrocharselo a/ pecho: fatal descuido, que le le permitiese Iu!"
costó la vida pues calando la flecha al arco para abroch:i_TSc o al pecho
uno de aquellos bárbaros, disparó con tal calando la flecha el arco
destrew, que lo dejó herido de muerte, atra- disparó con tal destreza
ve8ándole el costado; pero inflamados con la lo dejó de mnerte herido
saetalos últimos alientos de su brio, terciando pasándole el costado
la lanza al brazo, y haciendo piernas al caba- los alientos de su brío
llo, acometió furioso a 8lJ homicida, derriván- terciando la lanza al brazo
dole muerto al primer golpe; y aunque intentó acometió a su homicida

proseguir en su venganw, postradas ya las proseguir en su venganza

(.) Edición de Nueva York, 1940.

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TEXTO DE OVIEDO Y BA~OS(·' VERSOS ocrOSILABOS

fuerzas con la mucha Wlngre que oerlÚJ, IJ mucha !l3ngre que vertía
oprimido del dolor vehemente de la herida, se y del dolor de la herida
dcsmontó del caballo, sentándose en el suelo se desmontó del cahallo
para cojer con el descan."O algún aliento, y mientras los eompañeros
mientTeu lo.r compañero.J, bramondtJ con el br.amando con el enojo
eMjo, y sentimiento, convertidas en raros hu aque10s demudos cuerpos
t,¡parh5, hadan pedazos aquelln.r cuetpOs du-
nudm, rin dat36 por !Gli.tfechof 1m impulsa! sin darse por safufechor,;
dt'J .tU Ira hasta pas.o.rlof todOli a cuchillo, pues 10$ impuLsOs de su ira

solo quedó libre (le .fU soñD un manct!'oo de quedó libre de ~u saña
F má~ de veinte aiíos, Uamado Gilayaut«. el mancebo Guayaúta
11 quien perdonaron la ,,"ido, pagado.t de su que perdonaron la vida
valor, porque despuk de hcber hecho mara- pagados de su valor
(;i1l(J~ en 5U defensa de haber hecho maravillas

pág. 406
b"Uez, lo trato tan apurado que á no haberlo lo trajo tan apurado
mcorr/da los demás hubiera muerto á fU.' ma- que a no haberlo socorrido
IlOt, pUet huyéndole el cuerpo can de..úrew hubiera muerto a :rus manos
d 1118 trda$ de la upadlJ, sin darle tiempo á pues huyendo (:on destrt2a
que lo pudiese herir, le saltó al arco t1'~ tIe- a W treta! de la espada
cha.!, que clavándoselas en el r(L';tro, con In a que le pudiese herir
$tIng're, 'l la fatiga lo t~1an ftJera de sí, m05- soltó al arco tres flech¡.¡s
trándose el Gandul tan alTe$tado en ro de.Je&- con la sangre y la faliga
pemci6n. que aun ocurriendo 105 demas es- lo tcnian fuera de ¡,i
p¡.¡ñoles a la defensa de Rodrigut'Z. intenw en l'1I desesperación
hacetle& nutro, manteniendo la tela contra intentó hacerle:!' I'05Iro

lodos, y con dificultad coruiguit'Jmn el ren- consiguieron el ~Ddirlo


dirlo, pues estimando en mas la libertad, que la libertad que la vida
la vida, ciego con la có1fflJ, !I enejo PtJdía que con la cólera y enojo
lo matoJen; y mantuvo despue, tlUl finM el que lo matasen pedía
$enUmiel'lJo tU haber" entreg<Jdo r;fw, que tan firme ('1 sentimiento
aunque Losada, habiéndole hecho curar lar de habene entregado vivo
Mrida.t que .,ro de la refriego (dándole al- hecho curar las heridas
1:un05 rescates de regalo) lo despidió para que que sacó de la refriega
se \"Olviese, no quiso en ma, de un uño dejar no quiso en más de un año
la compañia de loi lluutrot. dando por motivo compañia de los nuestros
/.o vcrgiicnza que tenia de parecer con vida la verguem:a que tenía
de aparecer con vida.

'fennlnada la vengan:w ~'On la mortandnd e;e- terminada la venganza


cutada, acudieron los compañeros á Diego de mortandad ejecutada
Parada.!, que rendido á la violencia de la he- a don Diego de Paradas
rida, y prostrados los espirltus con la evacua- la violencia de la herida
ción de la IIrlngre, ~e hallaba en ÚM últimos evacuación de la sangre
aliento! de la vWa los aUentos de la vida

(.) Edi~ión dr. Nur.va York, 1940,

76
TEXTO DE OVIEDO y BAR'OSP> VERSOS OCTOSILABOS

partieron con presteza en alconce de l.mado en alcance de Losada

pág. 4117
. igrwrante del .ruce.to, MI/oron IJD m el c.olle ignol1Intes del suceso
de San Francisco, lu.naron ya en el valle

, donde &Ilnflue intentd /a dro;in Mcer ob!!- inttnt6 la cirujia


tentadón de 1m primorel de ltJ nrte. nada los primores de su arte
ba.!tó poro que al .mo dio de~ de perder paro que al sedo día

b vida, con sentimiento ;eneral de todos, y compafu.-ro en Stl$ fortunas


muy p:uticular de Diego de Losada, por ha- natural de Almcndralcjo
be-r sido llntiguo compnñcro en StlS forturnu; en b Extremadur&
fué nalurol de AlmeruJra!e;o en In Estredllfa, '1 notorio por su sangre
caballero notorio por ftj songre, 'J á quien a quieIl debe esta provincia
debe esto prcwj1lCio gran parte de BU conquis- gran parte de su conquista
to, pues obrando siempre con el \'alor corres- á Su nobleza heredada
pondiente á su 1UJblc%(l heredada, no hubo

los aplausos de primero en CtMlquier lance; de primero en cualquier lance


lIcompañó á Felipe de Uue en el descubri. el descubrir los Omeguas
miento de los OmegU/I$, siendo uno de los
treinta y nueve varones memorables que de-
rrotaron el ejército numeroso de qufl'lce mil de quince mil combatientes
c(.ImbaUenJes de aquella nod6n guerrera Jc llI.Juel!a n:lC'ón guerrerll

71
Este libro, "ANALISIS DE DOCUME!'\TOS PARA
EL ESTUDIO DE LA FUNDACIO:-.l DE CARA_
CAS", por :\ofaría Teresa Bermejo de Capdevila, se
terminó de imprimir en Cromotip, Caracas, el día
14 de al)ril de 1967.

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