Vous êtes sur la page 1sur 5

Derechos Humanos de los Pueblos y Comunidades Indígenas

Módulo 4. Protección de los Derechos Indígenas en el Sistema Nacional

Derechos indígenas y pluralismo jurídico

Como se ha mencionado, los pueblos indígenas de México tienen distintas cosmovisiones y


culturas, diversas formas de organización social y diferentes formas de existir, pero comparten
algo en común: una historia de discriminación y exclusión, lo cual ha invisibilizado muchos de sus
derechos colectivos, como sus diversas formas de resolver sus conflictos y el sometimiento a una
justicia ajena a sus lenguas y sistemas normativos.

Cada pueblo o comunidad indígena ha


mantenido en el tiempo y espacio sus propias
formas de resolución de conflictos, pero no
fue sino hasta 2001 cuando se reconoció este
derecho en el texto constitucional de México1,
el cual dispone en su artículo 2.°, apartado A,
fracción II, el reconocimiento a su derecho a la
libre determinación y, como consecuencia, a la
autonomía para aplicar sus sistemas normativos
en la regulación de sus conflictos internos,
con pleno respeto a las garantías individuales,
Fernández, L. (s. f.). Pueblos y comunidades
derechos humanos, dignidad e integridad de las
indígenas [fotografía] mujeres indígenas.

Así, al reconocerse México como una nación pluricultural, también aceptó constitucionalmente,
la existencia del pluralismo jurídico en el territorio nacional, ya que no existe un único derecho
indígena, sino diversos sistemas jurídicos indígenas caracterizados por ser orales, dinámicos y
flexibles. Esto implica que el Estado mexicano debe responder a la necesidad de una interpretación
pluricultural de las leyes, es decir, a reconocer diferentes funciones, contextos y fines sociales de
las distintas normas jurídicas de los pueblos indígenas.

Para saber más…

Para una lectura introductoria al tema, puede consultar la obra Los pueblos indígenas de
México, de Federico Navarrete, donde encontrará a grandes rasgos información sobre
los sistemas de justicia indígena, sus funciones, así como el carácter conciliador y de
reparación de daño más que de castigo a la persona culpable, entre otras características.

1 Previa ratificación por parte del Estado mexicano del Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes,
de la Organización Internacional del Trabajo, el 5 de septiembre de 1990.

1
La finalidad del pluralismo jurídico no significa negar o minimizar el derecho estatal, sino aceptar
que es una más de las múltiples formas jurídicas que pueden existir en una nación pluricultural
que puede enriquecerse o complementarse para alcanzar una convivencia respetuosa entre las
diferentes culturas.

Control de convencionalidad y derechos indígenas

Como ya se vio también, la reforma constitucional en materia de derechos humanos introdujo el


ordenamiento internacional al sistema jurídico mexicano al aceptar los tratados y la incorporación
de sus disposiciones en la legislación nacional, así como la jurisprudencia surgida en instituciones
internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El control de convencionalidad se puede definir como un mecanismo para verificar que una
ley, reglamento o acto de una autoridad de un Estado se adecua a los principios, normas y
obligaciones establecidas en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, con el cual se
pretende el respeto de los derechos ahí contenidos.

Es importante mencionar que incluso antes de la reforma constitucional de 2011 en materia de


derechos humanos, respecto al caso Radilla Pacheco-México, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos sentenció al Estado mexicano a realizar un control de convencionalidad ex officio entre
las normas internas y la Convención Americana.

De esta manera, el control de convencionalidad obliga al Estado mexicano a adoptar las medidas
necesarias para que se apliquen las disposiciones de los tratados internacionales a que se
comprometió a dar cumplimiento. Esas medidas incluyen modificar o armonizar la legislación
nacional, diseñar o implementar políticas públicas, así como la inclusión de orientaciones
diferentes en las resoluciones de los jueces.

En otras palabras, el control de convencionalidad es una nueva herramienta que permitirá a


los jueces realizar análisis o razonamientos más amplios, de manera oficiosa, tanto de las leyes
nacionales como de los ordenamientos internacionales a que está obligado el Estado a cumplir.
Esto puede conducir, por ejemplo, a que una instancia judicial deje de aplicar una determinada
ley nacional cuando ésta sea contraria a una norma internacional.

El control de convencionalidad ha evolucionado para dar lugar a una obligación más amplia que
incluye, además de los jueces, a las autoridades públicas para aplicar cabalmente el principio pro
persona, al introducir en sus resoluciones o sentencias la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, lo cual significa una protección más amplia de los derechos humanos
reconocidos en los diferentes instrumentos internacionales. Este control de convencionalidad
también se denomina control difuso, el cual surgió para obligar a los Estados miembros de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos a que sean ellos mismos quienes observen y
protejan los derechos internacionales a través de sus instituciones nacionales.

2
Para saber más…

Para una comprensión detallada del control de convencionalidad, puede consultar


el artículo Introducción General al Control de Convencionalidad, de Miguel Carbonell,
donde encontrará una descripción de los orígenes y características del control de
convencionalidad y el reto que implica para la cultura jurídica de México, entre otros
tópicos.

El control de convencionalidad representa para las personas, pueblos y comunidades indígenas


una mayor protección y una mejor defensa de los derechos consagrados en instrumentos
internacionales fundamentales para su existencia y desarrollo, con pleno respeto a la diversidad
de sus culturas, formas de organización y aspiraciones como pueblos originarios, como el
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en
países independientes.

Control de constitucionalidad y derechos indígenas

El control de constitucionalidad es un mecanismo jurídico previsto por el Estado para asegurar


el cumplimiento de las disposiciones establecidas en la Constitución. Antes de la reforma
constitucional en materia de derechos humanos, esta atribución le correspondía al Poder Judicial
de la Federación; sin embargo, el texto reformado del artículo 1.° constitucional dispone otro tipo
de control, al establecer que todas las autoridades del Estado mexicano tienen la obligación de
promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos reconocidos en la Constitución y
los tratados internacionales de los que el propio Estado mexicano es parte.

Obligaciones de todas las autoridades en materia de derechos humanos de los pueblos


indígenas y las personas que los integran

Promover: Informar y difundir la existencia de derechos


de los pueblos y comunidades indígenas.

Respetar: No interferir en el ejercicio de sus derechos humanos.

3
Proteger: Adoptar medidas legislativas, de política pública, culturalmente
adecuadas que eviten la vulneración de los derechos de las personas indígenas.

Garantizar: Destinar recursos materiales y humanos, con pertinencia


cultural, que aseguren el pleno ejercicio de sus derechos.

En resumen, se puede decir que la finalidad de estos principios se centra en el derecho y, a la


vez, aspiración de la humanidad de que todas las personas en todos los momentos de su vida,
sin distinción y con pleno respeto a sus diferencias y necesidades de atención particular, puedan
gozar aquí, ahora y progresivamente, sin dilación ni discriminación, de todos los derechos
humanos que les permitan desarrollarse integralmente, en armonía con las demás personas,
sociedades y pueblos.

En el caso de los pueblos y comunidades indígenas, la concreción de sus derechos sólo podrá
alcanzarse en la medida que se realicen conjuntamente sus derechos colectivos, es decir, sus
derechos como pueblos reconocidos tanto en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos como en instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración
de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, entre otros.

¡Importante!

El apartado A del artículo 2.° constitucional reconoce y garantiza el derecho de los pueblos
y comunidades indígenas a la libre autodeterminación y la autonomía para decidir sus
formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural; la
aplicación de sus sistemas normativos, tanto para la solución de sus conflictos como para
la elección de sus autoridades; la preservación de sus tierras, territorios y la conservación
de la biodiversidad existente; ser consultados en los temas que les atañen, así como la
revaloración y preservación de sus culturas y lenguas, sistemas de atención a la salud y
conocimientos ancestrales, entre otros.

4
Fuentes de consulta
Documentos electrónicos

Carbonell, M. (2013). Introducción General al Control de Convencionalidad. En L. R. González y D.


Valadés (Coords.). El constitucionalismo contemporáneo (pp. 67-95). México: IIJ-UNAM. Consultado
el 20 de marzo de 2018 de https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3271/11.pdf

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Última reforma publicada en el DOF el
15/09/2017. Consultado el 20 de marzo de 2018 de http://www.internet2.scjn.gob.mx/red/
constitucion/pdfs/CPEUM_15092017.pdf

Navarrete, F. (2008). Los Pueblos Indígenas de México. México: CDI. Consultado el 20 de marzo
de 2018 de http://www.cdi.gob.mx/dmdocuments/monografia_nacional_pueblos_indigenas_
mexico.pdf

Suprema Corte de Justicia de la Nación (2011). Caso Padilla Pacheco. En Crónicas del Pleno y de
las Salas. México: Autor. Consultado el 10 de abril de 2018 de https://www.sitios.scjn.gob.mx/
codhap/sites/default/files/cronicas_pdf_sr/TP-140711-MBLR-912.pdf

Vous aimerez peut-être aussi