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Apéndice A

INTRODUCCIÓN
AL DISEÑO
El aprendizaje sin meditación es tiempo perdido;
la meditación sin aprendizaje es peligrosa.
CONFUCIO, SIGLO 6 A.C.

A.1 DISEÑO

¿Qué es el diseño? El papel tapiz se diseña. Quizás el lector conozca a alguien que use
ropa de “diseñador”. Los automóviles “se diseñan” en cuanto a su apariencia exterior.
Evidentemente el término diseño tiene una amplia gama de significados. En los ejem-
plos anteriores, el diseño se refiere en lo fundamental a la apariencia estética del objeto.
En el caso del automóvil, todos sus otros aspectos también implican diseño. Muy pro-
bablemente ingenieros ―no artistas― deben diseñar sus piezas internas (motor, frenos,
suspensión…), aun cuando el ingeniero tiene que hacer gala de cierto arte cuando diseña
maquinaria.
El término diseño viene del latín designare, que significa “designar o delimitar”.
El diccionario Webster ofrece varias definiciones de la palabra diseño, de las cuales las
más aplicables son “esbozar, trazar o planear como acción o trabajo […] para concebir,
inventar, idear”. En este caso, se muestra más interés en el diseño en ingeniería que en
el diseño artístico. El diseño en ingeniería se define como “el proceso de aplicación
de varias técnicas y principios científicos, con la finalidad de definir un dispositivo, un
proceso o un sistema, con el detalle suficiente que permita su realización”.

Diseño de máquinas

El libro trata un aspecto del diseño en ingeniería: el diseño de máquinas, el cual implica
la creación de máquinas que funcionen con seguridad y confiabilidad, así como en forma
óptima. Una máquina se define de diversas maneras. El diccionario Random House[1]
lista doce definiciones, entre las cuales se encuentran las siguientes dos:

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850 DISEÑO DE MÁQUINAS - Un Enfoque Integrado

Máquina

1. Aparato que consiste en unidades interrelacionadas, o bien,


2. Dispositivo que modifica la fuerza o el movimiento.
A las piezas interrelacionadas mencionadas en la definición, algunas veces, tam-
bién se les conoce como elementos de la máquina en este contexto. La noción de tra-
bajo útil es fundamental para el funcionamiento de una máquina, ya que casi siempre
involucra una transferencia de energía. La mención de fuerzas y movimiento también
resulta fundamental en nuestro estudio para la conversión de una forma de energía en
otra, pues las máquinas crean movimiento y desarrollan fuerzas. Es tarea del ingenie-
ro definir y calcular tales movimientos, fuerzas y cambios de energía para determinar los
tamaños, las formas y los materiales necesarios en cada una de las piezas interrelaciona-
das de la máquina. Ésta es la esencia del diseño de máquinas.
Mientras que necesariamente las piezas de una máquina se diseñan una a la vez, es
muy importante reconocer que el funcionamiento y el desempeño de cada una (y por
ende su diseño) dependen de muchas otras piezas interrelacionadas dentro de la misma
máquina. De esta manera, aquí se va a intentar “diseñar la máquina completa”, en vez de
simplemente diseñar los elementos en forma individual, aislados entre sí. Para hacerlo,
se deben utilizar un conjunto de conocimientos de ingeniería estudiados en cursos ante-
riores; por ejemplo, estática, dinámica, mecánica de materiales (análisis de esfuerzos) y
propiedades de los materiales.
El objetivo final del diseño de máquinas consiste en obtener las dimensiones y la
forma de las piezas (los elementos de máquina), así como en seleccionar los materiales
y procesos de manufactura adecuados, de modo que la máquina resultante ejecute sin
falla la función esperada. Lo anterior requiere que el ingeniero calcule y pronostique la
manera y las condiciones de falla para cada elemento y, luego, lo diseñe para prevenir
dicha falla. Esto a la vez, requiere que para cada pieza se realice un análisis de esfuerzo
y deflexión. Puesto que los esfuerzos son una función de las cargas aplicadas e inercia-
les, así como de la geometría de la pieza, se debe llevar a cabo un análisis de fuerzas,
momentos, torques y dinámica del sistema, antes de que los esfuerzos y las deflexiones
estén totalmente calculados.
Si la “máquina” en cuestión no cuenta con piezas móviles, entonces la tarea del
diseño se vuelve mucho más sencilla, ya que tan sólo se requiere un análisis de fuerzas
estáticas. Sin embargo, cuando la máquina no tiene partes móviles, no tiene mucho de
máquina (ni satisface la definición anterior); se trata más bien de una estructura. Tam-
bién es necesario que las estructuras se diseñen contra fallas; de hecho, las estructuras
externas grandes (puentes y edificios, entre otros) también están sujetas a cargas dinámi-
cas por efectos del viento, los terremotos, el tránsito y demás inconvenientes, por lo que
también habrán de diseñarse considerando tales condiciones. La dinámica estructural
A es un tema interesante, pero no se verá en este libro. El estudio se concentrará en los
problemas asociados con las máquinas con movimiento. Si los movimientos de la má-
quina son muy lentos y las aceleraciones son insignificantes, entonces será suficiente un
análisis de fuerzas estáticas. No obstante, si la máquina tiene aceleraciones significativas
en su interior, entonces se requerirá un análisis de fuerzas dinámicas, y las piezas que se
aceleran se vuelven “víctimas de su propia masa”.
En una estructura estática, como el piso de un edificio diseñado para soportar un peso
determinado, el factor de seguridad de la estructura se incrementaría al agregar material
—distribuido adecuadamente— a sus piezas estructurales. Aunque será más pesada (ten-
drá más peso “muerto”), si está diseñada de forma apropiada cargaría más peso “vivo”
(carga útil) que antes, incluso sin falla. En una máquina dinámica, agregar peso (masa)
a las piezas móviles puede tener el efecto contrario, lo que reduciría el factor de seguri-
La fotografía capitular es cortesía
de Boeing Airplane Co. Inc., Seattle,
dad de la máquina, su rapidez permitida, o bien, su capacidad de carga útil. Sucede así
Wash. porque algunas de las cargas que crean los esfuerzos en las piezas móviles se originan
Apéndice A INTRODUCCIÓN AL DISEÑO 851

en las fuerzas inerciales que predice la segunda ley de Newton, F  ma. Puesto que las
aceleraciones de las piezas móviles de la máquina dependen de su diseño cinemático y
de su rapidez, el incremento de la masa en las piezas móviles aumentará las cargas iner-
ciales en esas mismas piezas, a menos que sus aceleraciones cinemáticas se reduzcan
por una operación más lenta. Aun cuando la masa agregada llega a aumentar la resisten-
cia de la pieza, el beneficio se reduciría o cancelaría debido al incremento resultante en
las fuerzas inerciales.

Iteración

Por lo tanto, hay que enfrentar un dilema en las fases iniciales del diseño de máquinas.
Generalmente, antes de llegar a la etapa en la que hay que dimensionar las piezas, ya se
definieron los movimientos cinemáticos de la máquina. A menudo también se conocen las
fuerzas externas sobre la máquina debidas al “mundo exterior”. Observe que, en algunos
casos, las cargas externas sobre la máquina serán muy difíciles de predecir; por ejemplo,
las cargas sobre un automóvil en movimiento. No es posible que el diseñador prediga con
exactitud las cargas ambientales a las que el usuario someterá la máquina (baches y vuel-
tas forzadas, entre otros). En tales casos, el análisis estático con datos empíricos, reunidos
a partir de la prueba real, brindarían alguna información para los propósitos del diseño.
Lo que falta por definir son las fuerzas inerciales debidas a las aceleraciones cine-
máticas conocidas que actúan sobre las masas, hasta ahora indefinidas, de las piezas que
se mueven. El dilema se resuelve únicamente por iteración, lo cual significa repetir o
regresar a una fase anterior. Se debe suponer alguna configuración de prueba en cada
pieza, con el uso de las propiedades de la masa (masa, localización del CG y los mo-
mentos de inercia de la masa) en esa configuración, para hacer un análisis de fuerzas
dinámicas, así como para determinar las fuerzas, los momentos y los torques que actúan
sobre la pieza; luego se debe usar la geometría de la sección transversal del diseño
de prueba para calcular los esfuerzos resultantes. En general, la determinación precisa de
todas las cargas sobre una máquina es la tarea más difícil en el proceso de diseño. Una
vez que se conocen las cargas, es posible calcular los esfuerzos.
La mayoría de las veces se verá que el diseño de la primera prueba falla debido a
que los materiales no pueden mantener los niveles de esfuerzo presentes. Entonces se
deben rediseñar las piezas (iterar), para lo cual hay que cambiar formas, dimensiones,
materiales, procesos de manufactura u otros factores, con la finalidad de obtener un
diseño aceptable. En general, no es posible lograr un resultado exitoso sin hacer varias
iteraciones durante el proceso de diseño. Observe también que un cambio en la masa de
una pieza afectará, asimismo, las fuerzas aplicadas en las piezas conectadas a ella, por
lo que será necesario rediseñarlas también. De esto se trata en realidad el diseño de las
piezas interrelacionadas.
A
A.2 EL PROCESO DE DISEÑO*

En esencia, el proceso de diseño es un ejercicio de creatividad aplicada. Se han definido


varios “procesos de diseño” para ayudar a organizar la solución a un “problema mal
estructurado”, como aquel donde la definición del problema es vaga y para el cual hay
muchas soluciones posibles. Algunas de tales definiciones del proceso de diseño contie-
nen sólo unos cuantos pasos, en tanto que otras consideran una lista de 25 pasos. En la
tabla A-1 se muestra una versión de un proceso de diseño integrado por diez pasos. El
paso inicial, identificación de la necesidad, normalmente consiste en un planteamiento
del problema vago y escueto. El desarrollo de la información de investigación prelimi-
nar (paso 2) se requiere para definir y entender por completo el problema, después de lo * Adaptado de Norton, Diseño de
maquinaria, 3a. ed., McGraw-Hill,
cual es posible redefinir la meta (paso 3), de un modo más realista y razonable que en el Nueva York, 2004, con autorización
planteamiento original del problema. de la editorial.

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