Vous êtes sur la page 1sur 20

CAPITULO 10

MUROS DE SOTANO

10.1 INTRODUCCION

Los muros de sótano presentan diferencias considerables, con los muros de con-
tención estudiados en los capítulos anteriores. La figura 10-l indica un muro de só-
tano que, simultáneamente, recibe cargas verticales, generalmente transmitidas por
pilares de la estructura y frecuentemente también por algún forjado, y cargas hori-
zontales producidas por el empuje de tierras. Aparte de esta diferencia, existe otra
fundamental y es que el muro no trabaja como una ménsula, sino que se enlaza al
forjado de planta baja.

Figura 1 O- 1

169
10.2 CALCULO DEL EMPUJE

Al estar impedido el corrimiento del muro en coronación y cimiento, su defor-


mabilidad es muy reducida y estamos, de acuerdo con lo expuesto al hablar de empu-
jes en el capítulo 3, en un caso de empuje al reposo.
Suponemos que el muro se encofra a dos caras y una vez construidos tanto el
muro como el forjado, se procede a la ejecución del relleno con material granular.
Por supuesto, el método de cálculo es general y puede aplicarse a cualquier otra hipó-
tesis de empuje.
Para el caso de relleno granular de densidad y t/m-’ y sobrecarga q t/m? sobre
el relleno, la distribución de presiones se indica en la figura 10-2 a). Para lo que nos
ocupa, podemos, dentro de una precisión aceptable, sustituir la ley trapecial por la
rectangular indicada en la figura 10-2 b) para el caso de un sótano y por la indicada
en la figura 10-2~) para el caso de dos sótanos, de acuerdo con lo expuesto en 3.5.

a) b)

Figura 10-2

El valor del coeficiente al reposo en suelos no sobreconsolidados, viene dado por


la expresión

k’ = 1 - sen <p *
[lO.l]

donde cp es el ángulo de rozamiento interno del relleno (*).

(*) Como ya se indica en 3.5 la forma de ejecución del relleno puede. en casos concretos. hacer que el
empuje sca inferior al valor correspondiente al empuje al reposo. que aquí se adopta.

170
10.3 ESQUEMA DE FUNCIONAMIENTO

El esquema de funcionamiento del muro es considerablemente distinto del de los


muros de contención vistos hasta el momento. Consideramos el caso del muro de la
figura 10-3. Aceptaremos, por el momento, que bajo las acciones E,, de empuje del
terreno y ZN, suma de N, carga de la estructura sobre muro, N,, peso de alzado del
muro, IV,, peso del cimiento y N,, peso del eventual terreno, soleras y pavimento sobre
el cimiento, el equilibrio del muro se consigue por la fuerza, T,, reacción del forjado
sobre el muro, T2. de rozamientp del suelo de cimentación sobre el cimiento, y una
tensión cr, bajo el cimiento, uniformemente repartida bajo el mismo. Todos los esfuer-
zos se consideran por m./. de muro.

f
V2
~

1 -x

Figura 1 O-3

Expresando las condiciones de equilibrio, respecto a los ejes X, JI, y el punto 0,


con fuerzas y excentricidades consideradas positivas en los sentidos positivos de los
ejes, se tiene:

CN + o,h = 0 [10.2]

T,+ T2+ E,=O(*) [10.3]

eXN-+ HT,=O [10.4]

(*) De acuerdo con los ejes de la figura 10-3, CN y E, tendrán signo negativo.

171
y revolviendo el sistema

CN
G, = __ [los]
h

eCN- ;Er
T, =
H

[10.7]

Siempre qur P ZN ~ rf E, > 0 el valor de T, corresponderii a apoyo del muro so-


bre el forjado. En caso contrario, el muro se ancla en el forjado. Esto ocurriría en
particular si no se movilizase el empuje E, (*).
También para que el muro no deslice
[lO.S]
t

H-C Er
l-l

“42
1- I

1 d 1

Figuro 10-4

(*) Es evidente que cl cmpujc pasivo podria restablecer cl equilibrio. pero cn general no puede contarse
con ello. pues exigiría deformaciones del muro incompatibles con la del forjado y el resto de la estruc-
tura.
Si no se moviliza ningún empuje. la tracción en el forjado se obtiene haciendo E, = 0 en [ 10.61.
i
172
,
donde C,?, es el coeficiente de seguridad a deslizamiento y p el coeficiente de roza-
miento entre el cimiento y el terreno. Habitualmente se toma CI,, = 1,5. (Para terre-
nos cohesivos deberá tenerse en cuenta la adherencia además del rozamiento.)
En lo anterior, se ha supuesto un reparto uniforme de presiones bajo el cimiento.
Esto es muy aproximadamente cierto en este tipo de muros. En CALAVERA (10.1)
se demuestra que analizando los giros del cimiento y del muro en función de las de-
formabilidades del terreno y del hormigón y aceptando una distribución lineal de ten-
siones cr, sobre el terreno (tig. 10-4) la relación

viene dada la expresión

Er (H - c)
01 2k(H-c)‘tC !T , + 2H
___- = 1 -
ã,
L + 07
2 E,.h-‘CN

válida para valores por m.1. de muro y donde


k = Módulo de balasto del terreno para ancho h de cimiento.
T, = Valor de la reacción a nivel de forjado, que viene dado por [ 10.61.
E,. = Módulo de deformación del hormigón del muro.
Las demás variables han sido ya definidas o se indican en la figura 1 O-4.
Aceptando

lo cual es un criterio habitual, la condición anterior se transforma en la siguiente:

Er (H - c)
2k(H- c)‘h’ T, + 2H
i
6 0933 (*) [10.9]
E,.h”CN

que resulta cumplida para todos los muros utilizados en la práctica, aun con terrenos
de valores del módulo de balasto k muy altos. En todo caso [10.9] puede utilizarse
como fórmula de comprobación en cada caso.

(*) Recuérdese que. en general. con los signos de las figuras 10-3 y 10-4. T, y E, resultan negativos.

173
10.4 CALCULO DE MURO EN SENTIDO TRANSVERSAL

Aunque en el apartado anterior hemos expuesto lo fundamental del método de


cálculo, lo hemos hecho con la intención de detallar la forma en que el muro resiste
las acciones actuantes sobre él. A continuación, exponemos el método general de
cálculo de esfuerzos en forma más adecuada para el cálculo práctico y referido a mu-
ros de uno o dos sótanos (*).

T+RI

4
H
2

H
2

b) c)

Figura 10-5

10.4.1 CASO DE UN SOLO SOTANO

Adoptamos las designaciones y ejes indicados en la figura 10-5 a) y un muro ge-


nérico que abarca, por tanto, la solución de zapata centrada (hg. 10-5 b) y la de zapa-
ta excéntrica (tig. 10-5~). De acuerdo con 10.2 la resultante del empuje al reposo la
suponemos situada a la mitad de la altura H. Designamos como Ty - T, las reaccio-
nes a nivel de forjado y fondo de cimiento, que equilibran el momento eCN, donde
ZN es la suma de todas las cargas actuantes sobre el muro y r su excentricidad. Desig-
namos por R las reacciones a nivel de forjado y fondo de cimiento, que equilibran
el empuje al reposo, E,. Separamos ambos conjuntos de reacciones porque responden
a acciones no necesariamente simultáneas. (Er se considera positiva de acuerdo con
los ejes de la figura 10-5. Por tanto en la figura sería negativa.)

(*) El método es generalizable a cualquier número de sótanos, pero para más de dos existen soluciones
más económicas, en especial de muros-pantalla, que se exponen en el Capitulo 1 I

174
Por lo que se refiere al calculo de CN, este valor se compone generalmente de:
~ Carga transmitida por la estructura al muro.
- Peso del muro.
-Peso del terreno, solera y pavimento situados verticalmente sobre el cimiento.
~-Peso del cimiento.
Planteando las ecuaciones de equilibrio respecto a los ejes SJ y el punto 0, se
tiene para una longitud unidad de muro

CN+o,h=O [lO.lO]
T-T+R+R+E,=O [lO.ll]

eXN-+- H(T+ R) =O [10.12]

y resolviendo el sistema

ZN
o,= - [10.13]
h-

R= -% [10.14]

C?EN
T=- [10.15]
H

Es necesario, en principio, hacer tres hipótesis


a) No se produce empuje y las cargas verticales alcanzan su valor máximo CN.
En este caso R = 0.

Por tanto, el muro tira del forjado, si e > 0 como es lo usual.


La reacción en el fondo del cimiento vale

-T+R= -T

y debe verificarse

175
de donde

fT&XH [10.16]
Gd

b) Se produce empuje, pero las cargas verticales alcanzan su valor mínimo ZN,,,,,
Habitualmente, esta situación corresponde a ausencia de sobrecargas en la es-
tructura, o a una etapa de construcción

[10.17]

T+R= -?+?$h! [lO.lS]

[10.19]

~ Si 2 e CN - H Er > 0, el muro se apoya en el forjado (*)


~ Si 2 e ZN - H Er < 0, el muro tira del forjado (*)
La condición de no deslizamiento en fondo de cimiento conduce a:

c ) Se produce empuje y las cargas verticales alcanzan su valor máximo ZN,,,,,


Análogamente obtenemos

[10.21]

T+R= -:++
[10.22]

[ 10.231

~ Si 2 e CN,,, - H Er > 0, el muro se apoya en el, forjado (*).


- Si 2 e EN,,,,, - H Er < 0, el muro tira del forjado (*).
La condición de no deslizamiento conduce a:

[10.24]

(*) Se supone que 6~ es positiva, como es lo usual.

176
d) Hipcítesis pC;simu
Resumiendo los apartados a), b) y c), se tiene:
Presih sohrr rl terreno. Se produce bajo la acción de las máximas cargas vertica-
les, con independencia de que actúe o no el empuje del terreno.

[ 10.251

Reaccicín en el ,fiwjado. La máxima tracción se produce si no actúa el empuje


y las cargas verticales alcanzan su valor máximo (*) y vale:

e UN,,,,,,
TI- [10.26]
H

La máxima compresión (si existe compresión) se produce para el caso de empuje


de terreno y mínima carga vertical y vale:

e yny*)
T+R=-++ [ 10.271

La máxima reacción en fondo de cimiento se produce para empuje del terreno


y máxima carga vertical y conduce a la condición

e) ETfuerzo.7. Es necesario considerar tres hipótesis distintas:


e- 1) Actúa sólo el peso propio a nivel de muro (es decir, peso propio, rellenos
y carga permanente del forjado) y el empuje de tierras.
Esta situación se presenta durante la construcción. El relleno del trasdós
no debe, por tanto, realizarse hasta que no se ha construido el forjado.
En la figura 10-6 se indican los diagramas de flexión simple y flexión
compuesta y los diagramas finales de momentos flectores y esfuerzos
axiles.
Como simplificación puede calcularse el muro, en esta hipótesis, despre-
ciando las cargas verticales, es decir, sometido sólo a flexión simple.
En cualquier caso, es prudente cubrir también la ley de momentos co-
rrespondiente a la situación de muro apoyado en coronación y empotra-
do en la base (fig. IO-6), pues en caso de cimientos grandes y suelos rígi-
dos, la situación real puede aproximarse a ella.
e-2) Actúan el empuje de tierras y las cargas verticales máximas. En la figu-
ra 1 O-7 se representan los diagramas correspondientes.

(*) Se supone que c es positiva

177
.

Figura 10-6

Figura 10-7

h q et N,ax

Mz =-e2TNmax N

Figura 10-8

178
e-3) Actúan sólo las cargas verticales máximas. El diagrama se indica en la
figura 10-g.
Sin embargo, en cualquier caso, los momentos negativos (tracciones en
el trasdós) deben ser, bien la suma de los de cargas verticales más los
del empuje en la hipótesis de simple apoyo (M’) o los de la hipótesis de
empuje con empotramiento en la base, sin cargas verticales (MI’).
Dada la manera de armar los muros, usualmente las hipótesis que rigen
el dimensionamiento de armaduras son las e-l) y e-2). Es interesante,
en este caso, la optimización de suma de armaduras de las dos caras,
de acuerdo con los gráficos GT-21 y GT-22.

10.4.2 CASO DE DOS SOTANOS

El método es idéntico, aunque el problema, al ser hiperestático, requiere un


calculo algo más laborioso.
En la figura 10-9 a) se indica el muro con las acciones en sus extremos. Bajo la
acción de los momentos M, y MI en dichos extremos. producidos por las fuerzas ver-
ticales con sus excentricidades correspondientes, el muro funciona como una viga
continua sometida a esos dos momentos (tig. 10-9 b).
Bajo la acción del empuje al reposo (fig. 10-9 c), el muro funciona también como
viga continua.

t MI = e,N

b) c) d) e)

Figuru 10-Y

Los diagramas de momentos flectores y el de esfuerzos axiles se indican en la


figura 1 O-9 d) y e).

179
Caben las mismas hipótesis que en el caso de un solo sótano y, análogamente,
para el dimensionamiento en flexión compuesta, conviene optimizar la suma de ar-
maduras de las dos caras.
De nuevo aquí conviene considerar también la hipótesis de muro empotrado en
la zapata, con las consideraciones que allí se hicieron.

10.5 CALCULO DEL MURO COMO VIGA DE CIMENTACION


El muro, en dirección longitudinal, funciona como una viga de cimentación. Un
cálculo preciso puede ser estudiado en el libro de la referencia (10.1). Si la estructura
es flexible el cálculo del muro puede hacerse como viga flotante, que es el método
más correcto. Como simplificación, si la estructura es flexible y en todo caso si es
rígida, puede aplicarse el siguiente método simplificado (*).

Figura lo-10

a) Se considera el muro como un cuerpo rígido (fig. lo- lo), sometido a las car-
gas N, de los pilares (y forjado en su coronación) y a su peso propio.
b) Se halla la resultante CN de todas estas cargas y su distancia e.
c) Con e y CN se obtiene la distribución lineal de presiones, variando de g/ a
rs?. (En la mayoría de los casos, la distribución resultará sensiblemente unifor-
me.)
d) Conocidas las acciones y reacciones sobre la viga, se calculan los momentos
flectores y esfuerzos cortantes. (Este método es conservador. Ver referencia
(lO.l).)
e) Aunque en sentido estricto el muro suele ser una viga pared y debería por
tanto ser calculado de acuerdo con ello, en general las armaduras mínimas
de retracción y temperatura son importantes y reducen la armadura necesaria
para resistir los momentos flectores resultantes.
La armadura horizontal de retracción y temperatura dispuesta en ambas caras, puede
ser tenida en cuenta, simultáneamente, para resistir los momentos flectores. Véanse pa-
ra ello los ábacos GT-25 y CT-26.
El método se aclara a continuación con un ejemplo.

(*) Para una clasificación de la estructura (conjunto de superestructura y cimiento) es rígida o no con
respecto al terreno. véase J. CALAVERA (10.1).

180
EJEMPLO 10.1

Un muro de 4 m de altura y 0.40 de espesor soporta las cargas indicadas en la


figura lo- ll. Se dispone una armadura de retracción y temperatura en dirección hori-
zontal simétrica en ambas caras. Calcular la armadura suplementaria en las zonas
superior e inferior de la sección. ,fir = 200 kl~/c&. Acero AEH 400N. ;‘t = 15,
*ii = 1.5. ;‘$ = 1 .lO. Se supone que la estructura es de gran rigidez.

Como la viga es obviamente rigida, se acepta una distribución uniforme. La


reacción p.m.1. es

80 + 100 + 100 + 80
P= + 0,4 x 4,00 x 2.5 = 27,38 tlm
15.40

El momento en B vale
1
M = 5,2’ x 27,38
H ~ x0 x 5 - 4 x y = -N3,9 mt
2

El momento en A vale
1
x
M ‘4 = 7.7‘ 27.38 - 100 x 2,50 - 80 x 7,50 - 4 x 7 = - 156,9 mt
2

Por sencillez constructiva, armamos todo el muro con la misma armadura, por
lo que adoptamos

M., = - 156,9 mt
IV,,~ = 1,6 x 156,9 = 25’1.04 mt

Con acero AEH 400N, la cuantía mínima de armadura horizontal de retracción


y temperatura, de acuerdo con lo que se expone en 10.7.c), es:

181
2
x 40 x 400 = 32 cm’
q = 1.000

y por tanto

3 2 x 4.100
1.10
CI) =- = 0,056
40 x 400 x 29
1,5

que con v = 0, en el abaco GT-2,5 nos da ,u = 0,028, o sea

M,* = 0,028 x 0,4 x (4,OO)’ x %=23H.8 nzt

Es necesario cubrir Mld = 251,04 -238,8= 12,24 mt.

Suponiendo un canto entre armaduras extremas de 3,92 m (*).

12,24 = 3.12 t.
~
'.s = 3,92

que pueden disponerse en 2 @ 12 en la coronación del muro.

10.6 DIMENSIONAMIENTO DEL MURO

En el apartado 10.4 se ha partido de que la carga N en coronación esta uniforme-


mente distribuida a lo largo de la misma, en cuyo caso el dimensionamiento se realiza
en flexión compuesta, de acuerdo con los diagramas de esfuerzos que allí vimos. Es
interesante siempre la optimización de la armadura mediante el empleo de los ábacos
GT-21 a GT-24.
Si parte de la carga se introduce en la coronación a través de pilares, la carga
de los pilares puede aceptarse que se difunde con un ángulo a tal que tga = f (fig.
10-12). En tal situación debe comprobarse el muro a distintos niveles con los momen-
tos flectores y esfuerzos axiles correspondientes al empuje y a las cargas verticales
constantes a lo largo del muro, repartidas a lo largo del mismo y los esfuerzos axiles
y los momentos flectores debidos a las cargas puntuales, repartidos según el esquema
de la figura lo- 12. Esto requiere el dimensionamiento a esos diferentes niveles en fle-
xión compuesta con los esfuerzos totales, para determinar las armaduras máximas.
De nuevo el empleo de los ábacos GT-21 a GT-24 permiten la optimización de las

(*) Se supone un canto de 3.92 porque la armadura de reparto de la zapata del muro, conduce a que
el momento Mld se absorba con armadura simétrica. Este punto naturalmente debe ser comprobado
en cada caso.

182
Figuru 10-12

armaduras. Usualmente las armaduras del muro se mantienen constantes a 10 largo


de toda su longitud.
Los métodos de dimensionamiento de la puntera y el talón son idénticos a los
expuestos para muros ménsula en el Capítulo 6.

10.7 OBSERVACIONES GENERALES

a) El apoyo de los pilares en el muro (fig. 10-l 3) se hace mediante la correspon-


diente armadura de espera. Si el pilar es del mismo ancho del muro, la armadura de
espera se ata a la del muro (fig. 10-l 3 b). Si es de ancho menor (fig. 10-l 3 c), se necesi-
ta disponer unos trozos de despunte, A para sujetarla. En cualquier caso, la armadu-
ra de espera no suele necesitar más longitud que la de anclaje, Ib y debe llevar estribos
salvo que el muro, por ambos lados, exceda notablemente al pilar. Si el pilar sobresa-
le del muro, entonces naturalmente la armadura debe bajar con el pilar y anclarse
en el cimiento, disponiéndose allí las esperas correspondientes.

Ib,net

a) b)
Figura 10-13

183
b) En todo lo anterior se ha supuesto que los pilares transmiten al muro cargas
axiles pero no momentos. Si éstos no son despreciables, basta trasladar, a efectos de
cálculo, el eje del pilar las cantidad e, = $, e! = 3 y operar con esa nueva posición,
con el pilar sometido a carga centrada.
c) Las cuantías geométricas mínimas de armadura vertical y horizontal de muros
de sótano deben regirse por lo siguiente (10.2)(*).

Armadura vertical
0,0012 para barras corrugadas de diámetro no superior a 16 mm.
0,OO 15 para barras corrugadas de diámetro superior a 16 mm.
0,0012 para mallas soldadas.

Armadura horizontal
0,002O para barras corrugadas de diámetro no superior a 16 mm.
0,0025 para barras corrugadas de diámetro superior a 16 mm.
0,002O para mallas electrosoldadas.
Las cuantías citadas rigen distribuyéndolas de forma queen la cara expuesta se
disponga del 50% al 66%.
La separación máxima entre armaduras no será superior a 30 cm.
No se necesita armadura transversal para evitar el pandeo de la armadura verti-
cal si su cuantía geométrica no es superior a 0,Ol o si la armadura vertical no es nece-
saria como armadura comprimida.
Si las condiciones anteriores no se cumplen, deben seguirse las reglas siguientes:
Si la armadura vertical es de diámetro no superior a 12 mm se dispondrán
estribos con separaciones verticales y horizontales no superiores a 50 cm (fig.
10-14).

Figura 10-14

~ Si la armadura vertical es de diámetro superior a 12 mm, se dispondrán estri-


bos en todos los cruces, sin rebasar en dirección vertical la separación de 1.5
veces el diámetro de la armadura.
d) El enlace del forjado al muro debe dimensionarse para el esfuerzo de tracción
resultante del cálculo (tig. lo- 15). (No se olvide que AB suele ser junta de hormigona-
do).

(*) Los requisitos son los correspondientes al Código ACI 318-86 y son algo más exigentes que los de EH-88.

184
Análogamente se procede si son vigas las que se acometen al muro.

Figura 10-1.5

e) Normalmente, la fuerza horizontal transmitida por el muro al forjado no re-


quiere precauciones especiales, pero debe atenderse a lo siguiente:
~Dicha fuerza debe ser resistida por pilares, pantallas, etc. solidarios con la
zona de forjado interesada. (Atención a posibles juntas de dilatación). La rigi-
dez del conjunto debe ser claramente superior a la del muro.
Si la fuerza es de tracción, la armadura necesaria para resistirla debe prolon-
garse hasta que la fuerza transmitida esté debidamente anclada.

Figura 10-16

Si al muro acometen vigas (fig. 1 O- 16) y el forjado es unidireccional y paralelo


al muro, no debe suponerse al forjado ninguna resistencia importante en su
plano. La mejor solución es materializar en la coronación del muro una viga
ABCD que resista en dirección horizontal la reacción del muro y la transmita

185
a las vigas. Para pequeñas reacciones la losa superior del forjado y su
armadura pueden resultar suficientes.
f) Normalmente, la resistencia por rozamiento en el fondo del cimiento es suti-
ciente para asegurarlo contra el deslizamiento. El llevar la solera de hormigón del
sótano a tope hasta el muro no es, por tanto, necesario y, en cambio impide, en caso
de aumento de temperatura, la libre expansión de la solera, deteriorándola rápida-
mente. En la figura lo-17 se indica la solución correcta. Entre la solera de hormigón
y la cara superior del cimiento, deben interponerse 15 ó 20 cm, como minimo, de
subbase granular compactada. De otra forma, la solera experimenta el asiento nor-
mal general que en cambio se impide sobre el cimiento, fisurándose la solera sobre
la arista del cimiento.

2.5cm
,-Sellado asfált~co

/ - Polwstlreno expandido

# Armadura de retracclón y temperatura

S o l e r a d e hormigón

Junta de
hormqonado

Explanac& compactada

Figura 10-I 7

10.8 TRACCIONES HORIZONTALES PRODUCIDAS EN EL MURO POR


LA CARGA CONCENTRADA DE LOS PILARES

De acuerdo con lo indicado en la figura 10-18, la carga N, transmitida por el


pilar produce en la zona superior del muro una zona de compresiones horizontales
y en todo el resto de la altura, tracciones horizontales (véase J. CALAVERA (10.2)).
La resultante de estas tracciones puede ser evaluada por la fórmula

T=0,3N, I -; [10.29]
c ? 1.
siendo L2 la mayor de las dos luces continuas al pilar considerado
De acuerdo con ello, el área de armadura distribuida uniformemente en el canto
H del muro, o en una profundidad L, por debajo de la coronación si L, < H (recuér-
dese que L, < L:), debe ser

[ 10.301

186
La armadura de retracción y temperatura especificada en 10.6.d) puede conside-
rarse simultáneamente a estos efectos y en la mayoría de los casos es suficiente.

Figura 10-1X

10.9 EFECTO DE ESQUINA EN MUROS DE SOTANO

Frecuentemente los muros de sótano presentan disposiciones como la indicada


en la figura LO-19 y se presenta un efecto de esquina al empotrarse un muro en el
otro. Una solución es evitarlo creando una junta de dilatación tal como la MN, pero
en muchas ocasiones resulta preferible no disponer tal junta y es necesario resistir
la flexión horizontal que el efecto de esquina produce.

A - B
al
b)
Figura 10-19

La situación puede asimilarse a la de una placa con un borde vertical empotrado,


correspondiente a la esquina. La situación de los apoyos horizontales, el superior de
enlace al forjado y el inferior de enlace a la cimentación si se trata de un muro para
un solo sótano o de apoyo continuo en otro forjado si se trata de varios sótanos,
es mucho más imprecisa y de hecho puede variar desde el simple apoyo al empotra-
miento casi perfecto. El caso pésimo corresponde al de ambos apoyos horizontales

187
asimilables a simples apoyos y a él corresponde (10.2), un momento flector por uni-
dad de altura de muro igual a

M,, = 0,12p H’ [10.31]

donde p es la presión de acuerdo con los diagramas de la figura 1 O-2 y H es la distan-


cia vertical entre apoyos del muro. Este momento produce tracciones en las caras
del trasdós de los muros y puede considerarse constante en toda la altura del muro.
En sentido longitudinal puede admitirse que se anula a una distancia de la esquina
igual a H.

10.10 ESQUEMAS DE ARMADO

En las figuras lo-20a) y b) se indican esquemas standard de armado según la


posición de la zapata.

al b)

Figura 10-20

10.11 TABLAS

Las tablas de los anejos 4 a 7 contienen muros ya proyectados para uno y dos só-
tanos.

BIBLIOGRAFIA

(10.1) CALAVERA, J. «Cálculo de Estructuras de Cimentación)), 2.d


Edición. INTEMAC.
Madrid. 1981.
(10.2) CALAVERA, J. «Cálculo de Estructuras de Hormigón Armado para Edificios». (Ca-
pítulo 48). 2 Tomos. INTEMAC. Madrid. 1985.

188

Vous aimerez peut-être aussi